- ¿Cómo acusada? pero pero si ella no ha hecho nada... ¿cómo reos? ¿abordaje? ¿Qué abordaje? - las palabras salían atropelladamente de la boca del clérigo que intentaba hilar dos pensamientos sin demasiado éxito.
Se apartó un poco de Leobald y se frotó las sienes. Toda la calma que había sentido durante las dos últimas horas cocinando acababa de ser borrada de un plumazo.
Sin embargo pudo ver la idea del caballero. Una absurda y desesperada idea pero él no tenía ninguna otra.
- Voy por mis armas y armadura y partimos - dice despareciendo rápidamente en la posada.
Unos minutos más tarde,caminando junto a Leoblad Godric le lanza miradas de soslayo, queriendo hablar pero al parecer sin encontrar el momento adecuado.
- Dudo que podamos alcanzar a esos dos a tiempo - dice por fín - si esa... cosa no ha acabado con ellos ya, y si somos capaces de encontrarla ¿Cómo pretendes obtener algún tipo de colaboración por su parte o de prueba para exonerar a Adriana? ¿Cuál es el plan? Incluso aunque consiguiéramos una confesión firmada de esa... cosa... de nada serviría pues Elliander no creería ni una sola palabra de lo que dijéramos. -
Leobald caminaba pesadamente rumbo al pantano por los lodazales que los locales llamaban caminos, atento a las marcas que TocToc debía haberles dejado.
—Me temo que no hay más plan que ayudar a nuestros compañeros. Si de paso podemos averiguar algo de ese ser quizás podamos usarlo en la vista de Adriana. ¿Quién es, qué quiere, por qué Wellmar? —tomó aire antes de seguir—. Es como si nos hubieran usado para algún tipo de venganza personal. Si conseguimos hacer ver el puzzle a Eliander, si comprende, tenemos una oportunidad.
La jornada avanzaba y el cansancio y mosquitos no cejaban en hacer de aquella aventura una terrible pesadilla. Habían sobrevivido, cierto, antes dos terribles amenazas, que ocupaban todo pensamiento de los aventureros. El silencio solo fue roto en la espesura cuando el córvido pudo ver con nítida claridad una partida de aberraciones sumergidas como las que atacaran jornada atrás el templo del ausente wellmar. Ambos buscaron posiciones para saetear al primero que con ellos diera. ¿Qué harían tierra adentro? O es que era ese su origen?
Con las horas, el aasimar se encontraba mas cómodo moviéndose en aquel terreno. De deslizó mientras Toctoc mantenía el fuego de supresión de ballesta listo, hasta evitar el rumbo de aquellas bestias inmundas a medio podrir, embarradas y mal olientes, colocandose a su retaguardia listo para lanzar su mas mortal estocada, su labia.
-Psss- llamó su atención.-Por aquí, discretas damiselas, o haréis que nos maten a todos.. -dijo lo suficientemente alto para ser escuchado por caballero y sacerdote.-Te veo.. mejor.. no se qué será.. -terminó mirando a aquel con la cara oculta tras una capa de pegajoso barro.
Godric se cayó a un lado sobresaltado por la voz que les sorprende. Por suerte para todos cae en el fango y no en el agua lo que habría delatado su posición.
- Pero ¿qué te pasa? - le contesta con un siseo intentado no gritar al aasimar debido a su advertencia y a la mala sensación que tiene desde que entraron en aquel maldito pantano - La próxima vez juro por Lathander que dejo que os devoren estos malditos mosquitos. - refunfuña mientras se agazapa al lado de Khalion y Toc-Toc. - Volvamos a la ciudad. Vamos a acabar muertos como esos hombres-lagarto de allí atrás -
La baja amenaza de los "profundos urbanitas" devolvió aceros y ballestas a sus posiciones de reposo. Vestido con la cota de cuero negra y capucha apenas se percibían mechones argentos de su melena mientras los profundos ojos todo azul parecían distorsionados tras la máscara. Peor suerte hubiera supuesto para aquella partida de exploración de llevar la coraza metálica del marinero o a alguno de aquellas dos máquinas de hacer ruído y destellos.
-Rescatados por fin- mirando al hombre cuervo- vaya aberraciones anfibias del barro.-Con una mas que probable sonrisa bajo máscara.-¿Hombres lagarto? Llévanos hasta ellos, haz el favor, segunda vez que escuchamos sobre ellos en este pantano.
Dejó que no solo el clérigo abriera camino, sino tb que el caballero juez y verdugo ajusticiador fuera también delante.. porque uno ya tiene años de carrera e intuiciones sólidas.
Resoplando bajo el lodo Godric intentó deshacer sus pasos hasta el macabeo hallazgo. Por lo menos era el camino de salida de aquella ciénaga. Mientras avanzaban preguntó en voz baja, aunque sin muchas esperanzas.
- ¿Habéis encontrado al ser gusano? ¿O al menos algo que ayude a Adriana? Ha sido presa por su supuesta implicación en la muerte de Wellmar. -
La temeraria acción de Khalion pilló desprevenido a TocToc que raudo quitó el seguro de la ballesta. La conversación que siguió le hizo temer que las criaturas estuviesen hechizando al asesino. Las cosas no pintaban bien y dudó entre replegarse o cargar para intentar salvar a Khalion. Su sentimiento de bandada y su sentimiento de autopreservación se enfrentaron, paralizándole unos breves instantes.
Pero la idea de que si atinaba a una criatura quizás rompiese en hechizo hizo que se arrojase al enfrentamiento. Con decisión avanzó para tener mejor visón de las criaturas y que la niebla no dificultase el tiro, del que posiblemente dependía su futuro. Los rápidos pasos salpicando en el agua embalsada sonaron amenazantes en la cacofonía del pantano. Tan solo en el último instante vio que las criaturas no eran sino sus compañeros. Tenia sentido ya que para ello había dejado las marcas.
Pero todo aquel asunto le olía mal y desconfiado no bajó su arma que apuntaba amenazando a las criaturas, dispuesto a disparar ante el más leve gesto amenazante. Sin embargo, tan solo bajó su arma cuando Godric dio de bruces con barro del pantano, aquel incidente despejó las dudas finales.
- ¿Adriana? Qué sentido tiene… Encontramos al ser gusano, el Heraldo. Conspiraba con un alquimista, el mismo Golfrin. Hablaron de que la facción del ascendido fue la que acabó con la mayor parte de los druidas. Golfrin debía acabar con Mablung. – Dijo. Después hizo un gesto con la mano - ¿Tenían huellas de quemaduras o de agentes tóxicos? Si no os fijasteis, sería bueno ir a verlos cadáveres. Corroboraría parte de lo que hemos averiguado y podría ayudar a Adriana.
Por mi vamos de regreso o vamos a ver los cadaveres si no visteis nada que podria ser de utilidad
Mientras andaban dio más detalles del encuentro. – Según el Heraldo los acontecimientos se están precipitando. El Heraldo también mencionó algo de una orden, de la cual aún quedan algunos miembros. Según dijo, debían encontrarlos y destruirlos, y despertar a los sonadores. “La orden sigue en activo, he visto a uno de ellos” - Dijo imitando la terrorífica voz del Heraldo.
Mientras miraba a su alrededor, atento a los peligros del pantano siguió con su monologo. - El alquimista mencionó varios males: un mal que anida en Dreadwood, poderoso y terriblemente sombrío. Una corrupción que crece en los pantanos. Huestes de alquimistas en la costa, hostigando a los hombres lagarto del pantano. Esos mismos hombres lagarto que se ven empujados hacia Saltmarsh. Son todas distracciones para ocultar el mal mayor que el alquimista maquina, sirviendo el proposito final del Heraldo.
Por último, miró a sus compañeros con alarma. - Debemos ir a donde está Mablung lo antes posible y protegerle, Golfrin se comprometió a acabar con él. ¿Sabéis donde está?
Godric sentía que se mareaba. La humedad del pantano, el incesante zumbido de los insectos, el barro colándose por todas las partes de su armadura. Golfrin conspirando para no solo matar a Mablung si no ¿destruir toda la costa? Adriana acusada por los muslos cabeza cerradas y fanáticos de las ejecuciones…
Tuvo que sentarse un momento y consiguió controlar la náusea por muy poco.
- Mablung estaba en su círculo aunque al venir hacia aquí un grupo de hombres de la guardia iba hacia allí. Me dijo que su intención era no moverse de allí hasta el ataque al barco. Ahora o ha huido o los guardias le habrán llevado preso. También me dijo que no eras bienvenido allí Leobald. Lo lamento. -
Bebió un poco de agua y se acordó que había traído víveres que sacó con cuidado de no mancharlos.
- Os cociné esto - dice mientras se lo ofrece a Khalion y Toc-Toc - Son unos panecillos con frutos secos y un poco de fruta comedlos mientras seguimos - se levanta tras ofrecer la última ración a Leobald.
- Los cadáveres parecían devorados por alguna bestia los encontraremos un poco más adelante y los podrás examinar. No encontré signos de lo que dices me temo -
Mientras avanzaban penosamente por el pantano para volver a Saltmarsh el joven clérigo tenía que lo que habían averiguado sus compañeros no fuera suficiente. - Tenemos que informar a Bastianes de todo esto -
Godric condujo de vuelta sobre sus pasos al grupo, no debería ser difícil encontrar el lugar donde los destrozados y despiezados hombres lagarto yacían justo al lado de una ponzoñosa charca burbujeante. De reojo aún veía la sospechosa mirada de TocToc escudriñándole, a pesar de la inquietante pero relevante información que él mismo kenku estaba sacando a la luz (de Lathander).
El joven sacerdote hizo memoria, puesto que los despojos de la criaturas los había descubierto cais por casualidad tras desviarse del camino mientras buscaba el siguiente conjunto de abalorios puestos por el hombre cuervo. Tras unos segundos de triangulación, reconociento varios hitos que le llamaron la atención y que se obligó a recordar por si era necesario para su regreso. Godric encontró el lugar de nuevo... justo en el linde donde el terreno fangoso se fundía con la charca hedionda y de profundidad insoldable. Pero, allí... no había nada... El acólito de Lathander se rascó la cabeza confuso en un principio, pero finalmente no dudó, algo... o alguien se había llevado los cuerpos al interior de la ciénaga, bajo la turbia y opaca agua que parecía acecharles. Aún se veían las marcas de arraste y algún que otro resto ensangrentado y seco de los momificados cadáveres, lo que implicaba un trabajo tosco... y poco elaborado.
Khalion lo notó el primero... un ligero temblor en el suelo, casi imperceptible, pero juraría que sus botas habían vibrado incluso medio enterradas en el lodazal. TocToc, siempre atento a los posibles peligros del pantano, también se fijó en las burbujas de la charca anexa a su posición, no tan aleatorias como deberían... seguían un patrón... un patrón que se acercaba hacía ellos a gran velocidad... Con un vuelco en el corazón, el córvido agente sólo pudo pensar en que apenas tenían unos segundos para reaccionar, y comenzó a dar la alarma a un concentrado Godric que aún agachado revisaba las marcas donde los hombres lagarto deberían haber estado... y un embotado Leobald, que al parecer entre su pesada armadura, el ruído del pantano y el barro de su rostro, apenas era capaz de darse cuenta de lo que se les venía encima...
Tirar Iniciativa en el hilo secreto abierto para tan magno evento... "Cena en el Pantano, hoy menú de Agentes en pepitoria". Khalion y TocToc no están sorprendidos, el resto si, hice mis tiradas fuera de "vuestra mirada" porque no quiero que veáis los "bonos" que tiene lo que sea que viene.
No suelo hacer esto y suelo hacer todo en abierto, pero en este caso no quiero metajuego. Si alguno de los sorprendidos tiene el feat que evita serlo, que me avise.
Leobald, bajo la capa de barro que le cubría, asíntió satisfecho de haber encontrado a sus compañeros. Escuchó las revelaciones de Toctoc con interés, pero sin exabruptos. Finalmente, siguió a los demás en silencio, atento a los movimientos en el pantano.
Cuando llegaron la lugar donde debían estar los cadáveres de los hombres lagartos, examinó junto Godric las marcas del terreno, ajeno a lo que se les venía encima.
TocToc se recostó en la silla y miró a los compañeros asustado - Esta enfermedad me va a matar si no la curamos pronto, en la cueva había una especio de hongos que transmiten una enfermedad que zombifica. Me temo que está avanzando rápidamente. Afortunadamente tenemos oro para pagar alguna cura… Magia o tradicional valdría… por desgracia hemos matado al cura.
Dejo sobre la mesa todo su botín, casi sin fuerzas. Sobre la mesa cayeron dos perlas, una amatista, dos carcolitas, un pergamino mágico con un conjuro de "Stone Shape" en su interior, cinco cuentas que emitían una extraña iridiscencia, del tamaño de judías, todas estaban contenidas juntas en una misma bolsita hecha en un raído terciopelo, y, finalmente, una poción cuyo contenido es de un tinte azulado, y que la textura de su interior va cambiando constantemente de un estado líquido a otro congelado y una pila de monedas de la corona labradas en platino
Después mirando a sus compañeros les imploró - Necesito vuestra ayuda, urgentemente. Zombificarme es el destino más horrible que podría pasarme. – Se confesó un contradictoria mezcla de agotamiento y pánico.
Godric dejo su mochila escudo y maza en la entrada de la posada y se dedicó a ocuparse de sus compañeros, especialmente de Toc Toc y Khalion. Tras dejaros sentados en la sala común lo mas cómodos posible, fue a la parte trasera a por leña para reavivar el fuego de la chimenea de la sala principal. Antes de hacerlo puso varias piedras redondas entre los rescoldos. De la cocina trajo algo de vino y agua fresca para que bebieran y lleno un cuenco para pudieran lavarse ls manos y la cara. Luego fue al pozo y llevo varios cubos con los que rellenó la marmita y la puso al fuego. En uno de los viajes vio todo lo que toc-Toc dejaba sobre la mesa pero apenas le prestó atención.
- Mejor quedaos quietos y descansad ya habrá tiempo para ver eso luego -
Dice con cierto tono de reproche.
- Lo primero que vais a hacer es daros un buen baño caliente - dice Godric vigilando el agua y echando unas hojas de sauce a la misma. - El sauce ayudará a aliviar los dolores de la marcha y bajará la fiebre - informa rocando la frente del kenku - Debeis lavaros bien. Toc-Toc tú primero, después Khalion y por último tú Leobald.. - Levantó un dedo amenazador - y no quiero ni una queja ni un reproche. A ver si empezamos a hacer caso de los que saben en cada área. Con el amanecer rezaré a Lathander pars pedirle ayuda y al menos enlentenxer vuestra dolencia. No temas Toc-Toc no dejaremos que nada malo Fe ocurra. -
Despues fue a la cocina y puso otra pequeña marmita al fuego, con los restos del estofado que había preparado antes. -También comeréis esto. Después de balaros. Necesitarles la energía- Comprobó el agua de la marmita grande y,asintiendo, lleno dos cubos para llevarlos a la bañera. Después cogió con cuidado un par de las piedras y las metió en la bañera también para que mangue vieran el agua caliente más tiempo - Ah y miraos bien, aseguraos que no tenéis más sanguijuelas pegadas -
Leobald entró en el salón de al Cabra de Mimbre dejando rastros de barro a su paso. Se detuvo junto a la chimenea y suspiró. Bajó el pesado escudo alagrimado de sus hombros y lo apoyó en silencio junto al hogar. Por un momento su mirada se perdió en los rescoldos que Godric se encargaba de avivar en la chimenea, sumido en el silencio. La respiración entrecortada de TocToc y la tos de Khalion le sacaron de su melancólica ausencia.
Tras lavarse lentamente las manos y la cara con un poco de agua de la jofaina que Godric había dispuesto, se acercó a TocToc.
—Ciertamente esas esporas dejaron mácula en tu cuerpo. Justo es que te libre de tal cosa, tras tan desigual combate. Si me permites —dijo acercando la palma de una de las manos a su plumaje a la altura del pecho—, quizá mis manos te alivien. Vuestro amigo nos ha salvado a todos, ¿Es posible los kenkus y los dracos compartan hilos en el telar del destino? —preguntó retóricamente mientras compartía una mirada triste con el hombre cuervo.
Con la mano derecha sujetando su camafeo de plata al cuello, musitó una oración. Una tibieza agradable se repartió por el cuerpo del kenku. No hubo luces, llamas danzantes, ni otros efectos llamativos, solo una momentánea sensación de paz. El paladín respiró hondo, asintió y se volvió a Khalion.
—Os toca—dijo volviéndose hacia el asimar—. Vuestra tos tampoco hace sospechar nada bueno.
Leobald repitió el proceso con Khalion, en silencio. Al acabar, asintió al mercenario y guardó con infinito respeto su camafeo entre sus ropas. El lodo seco se acumulaba sobre cada lámina de cuero y metal dando al caballero un aspecto aun más viejo y castigado. Las arrugas de su rostro maduro, aun limpio tras el baño, alojaban años de penurias a la luz de los candiles de la posada. El cansancio de las últimas hora reposada en cada surco de su piel y en la mirada de sus ojos claros, pero a decir verdad no era algo nuevo.
Leobald inspiró profundamente y acabó de asearse.
—Os agradezco el gesto joven Godric, pero tengo intención de visitar la cárcel inmediatamente —dijo sin levantar al vista de sus quehaceres—. También deberíamos informar a Eliander de nuestras pesquisas en el pantano. Quizá lo que sepamos impacte de alguna manera en la acusación que pesa sobre Adriana. Saciaré mi estómago y tomaré vuestro baño después, os lo garantizo —asintió con cordialidad—. ¿TocToc, me acompañarás a Hoolwatch?
Uso la reserva de Lay on Hands Pool en TocToc y Khalion (+5PV a cada uno) You have a pool of healing power that can restore 10 HP per long rest. As an action, you can touch a creature to restore any number of HP remaining in the pool, or 5 HP to either cure a disease or neutralize a poison affecting the creature.
Godric no esconde su alivio cuando ve que el caballero impone las manos en sus enfermos compañeros. Le preocupaba, sobre todo Toc-Toc por la velocidad con que parecía desarrollarse la enfermedad. Esperaba que aquello fuera suficiente pero mantendría un ojo sobre sus compañeros para asegurarse.
- Espera espera - dice Godric ante las palabras de Leobald de ir a la cárcel inmediatamente. - ¿Crees que nos dejarán acceder ahora? Iré contigo por supuesto. No sé si algo de lo vivido en el pantano podrá ayudarles, pero algo tenemos que hacer... -
La ansiedad de Godric le hace lavarse mediocremente las manos y los brazos en la jofaina y olvidar por completo que sólo portaba el chaleco acolchado que llevaba bajo el peto y unos pantalones de cuero que le protegían de los roces de la armadura, con parches de barro pero aún así dispuesto a ir, mete en su zurrón algo de fruta y un par de puñados de frutos secos. Dudaba que le permitieran llevar el estofado a los reos, pero por lo menos les podría dar algo de comer.
El aasimar entró en la posada tras sus compañeros con las fuerzas justas y el ánimo apagado. La tensión acumulada en su experiencia en los pantanos se diluyó con la lluvia que les acompañó todo el camino de vuelta. Cada vez le costaba mas vencer la resistencia del barro y lodo ejercía a cada paso, la tierra reclamaba lo suyo. Parecía que por una vez, por esta vez, los agentes vencían a la ciénaga.
Las heridas manaban sangre con insistencia por culpa de las toxinas propias de las sanguijuelas, solo necesitaba descansar y que su regeneración celestial las cerrara. Veía divertido como tal recurso suponía un solemne liturgia en el caballero, humano, que él simplemente poseía por nacimiento, naturaleza y origen. Un don otorgado a los paladines mas puros pero que para el aasimar suponía la maldición que no le dejaba abandonar este mundo cuando mas de una vez le habían dado muerte y por muerto.
-Agradezco vuestros cuidados, pero mañana habré sanado las pútridas caricias de ese pantano.-Dijo ante tanto esfuerzo de los dos humanos.-Pero como dijo Toctoc, Mablung parece ser el cabo suelto de Golfrin.. y que le urge subsanar. -Se sentó, a plomo, descartando realizar el esfuerzo de vestir de nuevo la decorada cota marinera que Godric había dejado a buen recaudo.- Cuando seguimos al caído en desgracia Wellmar llegamos hasta.. -dudo como describirlo, esperando que los dibujos de Toc Toc fueran ams acertados-.. a una espira, unos construcción en piedra que salía de la misma tierra como si una mano con los dedos hacia arriba fuera. Y allí Golfrin, el alquimista.. acorazado en azul y eléctrica cota de escamas arrancadas, suponemos, a la sierpe amiga que liberasteis. Va a por el druida, de forma inminente.. y es lo que mas nos urge. Debemos juntarnos todos.. esta partida es demasiado grande para nosotros.
Con determinación, se levantó tras el breve descanso para acompañar a los agentes hacia dependencias de Eliander. Con él, las partes que pudo arrancar del cuerpo inerte de la criatura de la ciénaga. Había podido arrancar parte de la cabeza, demasiado pesada entera, esperando que fuera la prueba de muerte que ablandara a Eliander y diera, auque fuera poco, mas crédito a las acciones de los agentes de la corona.
TocToc agradeció las atenciones de Godric y sus confiadas palabras asegurando que sabía lo que hacía y que por la mañana acabaría con su enfermedad. Mirando el baño se empezó a desvestir dejando la empapada y embarrada chaqueta de muchos bolsillos en la silla, dispuesto a seguir las indicaciones de Godric cuando Leobald se acercó y le impuso las manos, sanándole la enfermedad. El alivio en este caso fue instantáneo y miró con reverencia al paladín – ¡Gracias! Te debo no solo mi vida sino haberme salvado del peor destino posible.
- No creo que mi destino esté entrelazado con el de Galadar. Pero desde luego el también tiene mi eterno agradecimiento, solo espero que el incipiente conflicto no se lo lleve por delante.
Después ante la intervención de Khalion se incorporó y se echó de nuevo el húmedo abrigo sobre sus hombros con cansancio y debilidad. – Cierto es, debemos encontrar a Mablung, el alquimista debe de estar buscándole para acabar con él. – Recogió el dinero y las piedras y cuentas que había dejado sobre la mesa y que habían sido ignoradas por el resto. - Quizas haga falta dinero para Adriana o Mablung. Vayamos. Quízas las palabras del Heraldo exoneren a Adriana
Ante la curación de Toc-Toc y las palabras de Khalion, Godric se atrevió a albergar esperanza.
- Esa información sí puede ser útil. Es decir, son terribles noticias, pero sin duda es útil para que suelten a Adriana y Mablung. Cuando íbamos a vuestra búsqueda vimos a un contingente de la guardia entrar en el círculo druídico donde estaba Mablung y suponemos que estará preso. No podíamos hacer nada por él en ese momento y no habríamos podido ir en vuestra búsqueda - el joven sacerdote parece agotado, no sólo físicamente, si no también emocionalmente. - Vayamos a hablar con Elliander, y luego podremos echar un vistazo con calma a esos objetos que has conseguido recuperar con tanto esfuerzo Toc-Toc. -
Mientras salían Godric miró algo preocupado a Leobald.
- Quizá, si aún puedes, deberías usar tu magia curativa en ti mismo. Ese viaje por el pantano ha sido agotador para todos pero te veo... más pálido de lo normal... -
Tras las palabras de Godric TocToc se detuvo un momento y observó con preocupación a Leobald ladeando la cabeza levemente. No pudiendo discernir si era cansancio o enfermedad TocToc simplemente miró al joven clérigo y silenciosamente afirmó con la cabeza, indicando su aprobación por la preocupación que demostraba con el paladín. ¿Acaso se estaban estrechando los lazos entre los miembros de la bandada? Sobrevivir juntos a un mortal peligro tenía esos efectos.
- Tenemos muchos detalles que narrar, quizás se avenga a razones. Vayamos…
Tras las sanaciones repartidas por Leobald, todo el mundo comenzó casi de inmediato a sentirse mejor de sus aflicciones, TocToc aunque débil aún sintió como el mal que atenazaba su cuerpo para transformarlo en un muerto en vida, desaparecía bajo el candor del toque reparador del caballero, su fiebre también remitió, y aunque sus músculos seguían agotados, el ánimo que volvió a embargar su recuperado cuerpo pareció darle fuerzas de nuevo.
Sin embargo el aspecto de Leobald no parecía ser especialmente saludable, aún así, la enfermedad parecía avanzar mucho más lentamente en él de algún modo. Decididos a preguntar en la cárcel primero antes de dirigirse a la torre de Hoolwatch donde Eliander tenía su centro de operaciones, el grupo de agentes volvió tras cambiarse de mudas y asearse mínimamente, a abrazar el exterior de las calles oscuras bañadas débilmente por la lejana luz de las estrellas. Tras cruzar la calle, el portón de entrada a la prisión estaba cerrado y dos guardias de lanzas y escudos cumplían vehementemente con su turno, bajo la iluminación de dos discretos pebeteros prendidos que aportaba no sólo luz, sino también algo de calor al ambiente cercano, ambos estaban situados en las proximidades, uno a cada lado del portón.
Las lanzas se cruzaron cuando Khalion se adelantó para preguntar por los reos, y uno de ellos, tras mirar de reojo a su compañero, contestó en cierto tono de respeto al ver sus bandas doradas anudadas en sus antebrazos.
- Las visitas están restringidas al turno de mañana, ... aún así ... vuestros compañeros, al haber pertenecido al cuerpo de agentes de la Corona, están bajo un régimen especial de confinamiento, y no pueden tener ningún tipo de contacto con el exterior... por su propia seguridad, son órdenes directas de Kraddok. Podéis pedir una contraorden, pero me temo que el teniente está descansando en su hogar, y su superior, estará también retirado en su mansión de los "Altos de Saltmarsh"... así que me temo que no tenéis otra que esperar a que amanezca... o esperar a que los prisioneros sean liberados.
Rollback Post to RevisionRollBack
" ¡Oh la Oscuridad...! "
To post a comment, please login or register a new account.
- ¿Cómo acusada? pero pero si ella no ha hecho nada... ¿cómo reos? ¿abordaje? ¿Qué abordaje? - las palabras salían atropelladamente de la boca del clérigo que intentaba hilar dos pensamientos sin demasiado éxito.
Se apartó un poco de Leobald y se frotó las sienes. Toda la calma que había sentido durante las dos últimas horas cocinando acababa de ser borrada de un plumazo.
Sin embargo pudo ver la idea del caballero. Una absurda y desesperada idea pero él no tenía ninguna otra.
- Voy por mis armas y armadura y partimos - dice despareciendo rápidamente en la posada.
Unos minutos más tarde,caminando junto a Leoblad Godric le lanza miradas de soslayo, queriendo hablar pero al parecer sin encontrar el momento adecuado.
- Dudo que podamos alcanzar a esos dos a tiempo - dice por fín - si esa... cosa no ha acabado con ellos ya, y si somos capaces de encontrarla ¿Cómo pretendes obtener algún tipo de colaboración por su parte o de prueba para exonerar a Adriana? ¿Cuál es el plan? Incluso aunque consiguiéramos una confesión firmada de esa... cosa... de nada serviría pues Elliander no creería ni una sola palabra de lo que dijéramos. -
PbP Character: A few ;)
Leobald caminaba pesadamente rumbo al pantano por los lodazales que los locales llamaban caminos, atento a las marcas que TocToc debía haberles dejado.
—Me temo que no hay más plan que ayudar a nuestros compañeros. Si de paso podemos averiguar algo de ese ser quizás podamos usarlo en la vista de Adriana. ¿Quién es, qué quiere, por qué Wellmar? —tomó aire antes de seguir—. Es como si nos hubieran usado para algún tipo de venganza personal. Si conseguimos hacer ver el puzzle a Eliander, si comprende, tenemos una oportunidad.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
La jornada avanzaba y el cansancio y mosquitos no cejaban en hacer de aquella aventura una terrible pesadilla. Habían sobrevivido, cierto, antes dos terribles amenazas, que ocupaban todo pensamiento de los aventureros. El silencio solo fue roto en la espesura cuando el córvido pudo ver con nítida claridad una partida de aberraciones sumergidas como las que atacaran jornada atrás el templo del ausente wellmar. Ambos buscaron posiciones para saetear al primero que con ellos diera. ¿Qué harían tierra adentro? O es que era ese su origen?
Con las horas, el aasimar se encontraba mas cómodo moviéndose en aquel terreno. De deslizó mientras Toctoc mantenía el fuego de supresión de ballesta listo, hasta evitar el rumbo de aquellas bestias inmundas a medio podrir, embarradas y mal olientes, colocandose a su retaguardia listo para lanzar su mas mortal estocada, su labia.
-Psss- llamó su atención. -Por aquí, discretas damiselas, o haréis que nos maten a todos.. -dijo lo suficientemente alto para ser escuchado por caballero y sacerdote.-Te veo.. mejor.. no se qué será.. -terminó mirando a aquel con la cara oculta tras una capa de pegajoso barro.
Godric se cayó a un lado sobresaltado por la voz que les sorprende. Por suerte para todos cae en el fango y no en el agua lo que habría delatado su posición.
- Pero ¿qué te pasa? - le contesta con un siseo intentado no gritar al aasimar debido a su advertencia y a la mala sensación que tiene desde que entraron en aquel maldito pantano - La próxima vez juro por Lathander que dejo que os devoren estos malditos mosquitos. - refunfuña mientras se agazapa al lado de Khalion y Toc-Toc. - Volvamos a la ciudad. Vamos a acabar muertos como esos hombres-lagarto de allí atrás -
PbP Character: A few ;)
La baja amenaza de los "profundos urbanitas" devolvió aceros y ballestas a sus posiciones de reposo. Vestido con la cota de cuero negra y capucha apenas se percibían mechones argentos de su melena mientras los profundos ojos todo azul parecían distorsionados tras la máscara. Peor suerte hubiera supuesto para aquella partida de exploración de llevar la coraza metálica del marinero o a alguno de aquellas dos máquinas de hacer ruído y destellos.
-Rescatados por fin- mirando al hombre cuervo- vaya aberraciones anfibias del barro.-Con una mas que probable sonrisa bajo máscara.-¿Hombres lagarto? Llévanos hasta ellos, haz el favor, segunda vez que escuchamos sobre ellos en este pantano.
Dejó que no solo el clérigo abriera camino, sino tb que el caballero juez y verdugo ajusticiador fuera también delante.. porque uno ya tiene años de carrera e intuiciones sólidas.
Resoplando bajo el lodo Godric intentó deshacer sus pasos hasta el macabeo hallazgo. Por lo menos era el camino de salida de aquella ciénaga.
Mientras avanzaban preguntó en voz baja, aunque sin muchas esperanzas.
- ¿Habéis encontrado al ser gusano? ¿O al menos algo que ayude a Adriana? Ha sido presa por su supuesta implicación en la muerte de Wellmar. -
PbP Character: A few ;)
La temeraria acción de Khalion pilló desprevenido a TocToc que raudo quitó el seguro de la ballesta. La conversación que siguió le hizo temer que las criaturas estuviesen hechizando al asesino. Las cosas no pintaban bien y dudó entre replegarse o cargar para intentar salvar a Khalion. Su sentimiento de bandada y su sentimiento de autopreservación se enfrentaron, paralizándole unos breves instantes.
Pero la idea de que si atinaba a una criatura quizás rompiese en hechizo hizo que se arrojase al enfrentamiento. Con decisión avanzó para tener mejor visón de las criaturas y que la niebla no dificultase el tiro, del que posiblemente dependía su futuro. Los rápidos pasos salpicando en el agua embalsada sonaron amenazantes en la cacofonía del pantano. Tan solo en el último instante vio que las criaturas no eran sino sus compañeros. Tenia sentido ya que para ello había dejado las marcas.
Pero todo aquel asunto le olía mal y desconfiado no bajó su arma que apuntaba amenazando a las criaturas, dispuesto a disparar ante el más leve gesto amenazante. Sin embargo, tan solo bajó su arma cuando Godric dio de bruces con barro del pantano, aquel incidente despejó las dudas finales.
- ¿Adriana? Qué sentido tiene… Encontramos al ser gusano, el Heraldo. Conspiraba con un alquimista, el mismo Golfrin. Hablaron de que la facción del ascendido fue la que acabó con la mayor parte de los druidas. Golfrin debía acabar con Mablung. – Dijo. Después hizo un gesto con la mano - ¿Tenían huellas de quemaduras o de agentes tóxicos? Si no os fijasteis, sería bueno ir a verlos cadáveres. Corroboraría parte de lo que hemos averiguado y podría ayudar a Adriana.
Por mi vamos de regreso o vamos a ver los cadaveres si no visteis nada que podria ser de utilidad
Mientras andaban dio más detalles del encuentro. – Según el Heraldo los acontecimientos se están precipitando. El Heraldo también mencionó algo de una orden, de la cual aún quedan algunos miembros. Según dijo, debían encontrarlos y destruirlos, y despertar a los sonadores. “La orden sigue en activo, he visto a uno de ellos” - Dijo imitando la terrorífica voz del Heraldo.
Mientras miraba a su alrededor, atento a los peligros del pantano siguió con su monologo. - El alquimista mencionó varios males: un mal que anida en Dreadwood, poderoso y terriblemente sombrío. Una corrupción que crece en los pantanos. Huestes de alquimistas en la costa, hostigando a los hombres lagarto del pantano. Esos mismos hombres lagarto que se ven empujados hacia Saltmarsh. Son todas distracciones para ocultar el mal mayor que el alquimista maquina, sirviendo el proposito final del Heraldo.
Por último, miró a sus compañeros con alarma. - Debemos ir a donde está Mablung lo antes posible y protegerle, Golfrin se comprometió a acabar con él. ¿Sabéis donde está?
Zevatur, Rolthos
Godric sentía que se mareaba. La humedad del pantano, el incesante zumbido de los insectos, el barro colándose por todas las partes de su armadura. Golfrin conspirando para no solo matar a Mablung si no ¿destruir toda la costa? Adriana acusada por los muslos cabeza cerradas y fanáticos de las ejecuciones…
Tuvo que sentarse un momento y consiguió controlar la náusea por muy poco.
- Mablung estaba en su círculo aunque al venir hacia aquí un grupo de hombres de la guardia iba hacia allí. Me dijo que su intención era no moverse de allí hasta el ataque al barco. Ahora o ha huido o los guardias le habrán llevado preso. También me dijo que no eras bienvenido allí Leobald. Lo lamento. -
Bebió un poco de agua y se acordó que había traído víveres que sacó con cuidado de no mancharlos.
- Os cociné esto - dice mientras se lo ofrece a Khalion y Toc-Toc - Son unos panecillos con frutos secos y un poco de fruta comedlos mientras seguimos - se levanta tras ofrecer la última ración a Leobald.
- Los cadáveres parecían devorados por alguna bestia los encontraremos un poco más adelante y los podrás examinar. No encontré signos de lo que dices me temo -
Mientras avanzaban penosamente por el pantano para volver a Saltmarsh el joven clérigo tenía que lo que habían averiguado sus compañeros no fuera suficiente. - Tenemos que informar a Bastianes de todo esto -
PbP Character: A few ;)
Godric condujo de vuelta sobre sus pasos al grupo, no debería ser difícil encontrar el lugar donde los destrozados y despiezados hombres lagarto yacían justo al lado de una ponzoñosa charca burbujeante. De reojo aún veía la sospechosa mirada de TocToc escudriñándole, a pesar de la inquietante pero relevante información que él mismo kenku estaba sacando a la luz (de Lathander).
El joven sacerdote hizo memoria, puesto que los despojos de la criaturas los había descubierto cais por casualidad tras desviarse del camino mientras buscaba el siguiente conjunto de abalorios puestos por el hombre cuervo. Tras unos segundos de triangulación, reconociento varios hitos que le llamaron la atención y que se obligó a recordar por si era necesario para su regreso. Godric encontró el lugar de nuevo... justo en el linde donde el terreno fangoso se fundía con la charca hedionda y de profundidad insoldable. Pero, allí... no había nada... El acólito de Lathander se rascó la cabeza confuso en un principio, pero finalmente no dudó, algo... o alguien se había llevado los cuerpos al interior de la ciénaga, bajo la turbia y opaca agua que parecía acecharles. Aún se veían las marcas de arraste y algún que otro resto ensangrentado y seco de los momificados cadáveres, lo que implicaba un trabajo tosco... y poco elaborado.
Khalion lo notó el primero... un ligero temblor en el suelo, casi imperceptible, pero juraría que sus botas habían vibrado incluso medio enterradas en el lodazal. TocToc, siempre atento a los posibles peligros del pantano, también se fijó en las burbujas de la charca anexa a su posición, no tan aleatorias como deberían... seguían un patrón... un patrón que se acercaba hacía ellos a gran velocidad... Con un vuelco en el corazón, el córvido agente sólo pudo pensar en que apenas tenían unos segundos para reaccionar, y comenzó a dar la alarma a un concentrado Godric que aún agachado revisaba las marcas donde los hombres lagarto deberían haber estado... y un embotado Leobald, que al parecer entre su pesada armadura, el ruído del pantano y el barro de su rostro, apenas era capaz de darse cuenta de lo que se les venía encima...
Tirar Iniciativa en el hilo secreto abierto para tan magno evento... "Cena en el Pantano, hoy menú de Agentes en pepitoria". Khalion y TocToc no están sorprendidos, el resto si, hice mis tiradas fuera de "vuestra mirada" porque no quiero que veáis los "bonos" que tiene lo que sea que viene.
No suelo hacer esto y suelo hacer todo en abierto, pero en este caso no quiero metajuego. Si alguno de los sorprendidos tiene el feat que evita serlo, que me avise.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald, bajo la capa de barro que le cubría, asíntió satisfecho de haber encontrado a sus compañeros. Escuchó las revelaciones de Toctoc con interés, pero sin exabruptos. Finalmente, siguió a los demás en silencio, atento a los movimientos en el pantano.
Cuando llegaron la lugar donde debían estar los cadáveres de los hombres lagartos, examinó junto Godric las marcas del terreno, ajeno a lo que se les venía encima.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
TS WIS DC 13: 9
" ¡Oh la Oscuridad...! "
En la posada
TocToc se recostó en la silla y miró a los compañeros asustado - Esta enfermedad me va a matar si no la curamos pronto, en la cueva había una especio de hongos que transmiten una enfermedad que zombifica. Me temo que está avanzando rápidamente. Afortunadamente tenemos oro para pagar alguna cura… Magia o tradicional valdría… por desgracia hemos matado al cura.
Dejo sobre la mesa todo su botín, casi sin fuerzas. Sobre la mesa cayeron dos perlas, una amatista, dos carcolitas, un pergamino mágico con un conjuro de "Stone Shape" en su interior, cinco cuentas que emitían una extraña iridiscencia, del tamaño de judías, todas estaban contenidas juntas en una misma bolsita hecha en un raído terciopelo, y, finalmente, una poción cuyo contenido es de un tinte azulado, y que la textura de su interior va cambiando constantemente de un estado líquido a otro congelado y una pila de monedas de la corona labradas en platino
Después mirando a sus compañeros les imploró - Necesito vuestra ayuda, urgentemente. Zombificarme es el destino más horrible que podría pasarme. – Se confesó un contradictoria mezcla de agotamiento y pánico.
Zevatur, Rolthos
Godric dejo su mochila escudo y maza en la entrada de la posada y se dedicó a ocuparse de sus compañeros, especialmente de Toc Toc y Khalion. Tras dejaros sentados en la sala común lo mas cómodos posible, fue a la parte trasera a por leña para reavivar el fuego de la chimenea de la sala principal. Antes de hacerlo puso varias piedras redondas entre los rescoldos. De la cocina trajo algo de vino y agua fresca para que bebieran y lleno un cuenco para pudieran lavarse ls manos y la cara. Luego fue al pozo y llevo varios cubos con los que rellenó la marmita y la puso al fuego. En uno de los viajes vio todo lo que toc-Toc dejaba sobre la mesa pero apenas le prestó atención.
- Mejor quedaos quietos y descansad ya habrá tiempo para ver eso luego -
Dice con cierto tono de reproche.
- Lo primero que vais a hacer es daros un buen baño caliente - dice Godric vigilando el agua y echando unas hojas de sauce a la misma. - El sauce ayudará a aliviar los dolores de la marcha y bajará la fiebre - informa rocando la frente del kenku - Debeis lavaros bien. Toc-Toc tú primero, después Khalion y por último tú Leobald.. - Levantó un dedo amenazador - y no quiero ni una queja ni un reproche. A ver si empezamos a hacer caso de los que saben en cada área. Con el amanecer rezaré a Lathander pars pedirle ayuda y al menos enlentenxer vuestra dolencia. No temas Toc-Toc no dejaremos que nada malo Fe ocurra. -
Despues fue a la cocina y puso otra pequeña marmita al fuego, con los restos del estofado que había preparado antes.
-También comeréis esto. Después de balaros. Necesitarles la energía- Comprobó el agua de la marmita grande y,asintiendo, lleno dos cubos para llevarlos a la bañera. Después cogió con cuidado un par de las piedras y las metió en la bañera también para que mangue vieran el agua caliente más tiempo
- Ah y miraos bien, aseguraos que no tenéis más sanguijuelas pegadas -
PbP Character: A few ;)
Leobald entró en el salón de al Cabra de Mimbre dejando rastros de barro a su paso. Se detuvo junto a la chimenea y suspiró. Bajó el pesado escudo alagrimado de sus hombros y lo apoyó en silencio junto al hogar. Por un momento su mirada se perdió en los rescoldos que Godric se encargaba de avivar en la chimenea, sumido en el silencio. La respiración entrecortada de TocToc y la tos de Khalion le sacaron de su melancólica ausencia.
Tras lavarse lentamente las manos y la cara con un poco de agua de la jofaina que Godric había dispuesto, se acercó a TocToc.
—Ciertamente esas esporas dejaron mácula en tu cuerpo. Justo es que te libre de tal cosa, tras tan desigual combate. Si me permites —dijo acercando la palma de una de las manos a su plumaje a la altura del pecho—, quizá mis manos te alivien. Vuestro amigo nos ha salvado a todos, ¿Es posible los kenkus y los dracos compartan hilos en el telar del destino? —preguntó retóricamente mientras compartía una mirada triste con el hombre cuervo.
Con la mano derecha sujetando su camafeo de plata al cuello, musitó una oración. Una tibieza agradable se repartió por el cuerpo del kenku. No hubo luces, llamas danzantes, ni otros efectos llamativos, solo una momentánea sensación de paz. El paladín respiró hondo, asintió y se volvió a Khalion.
—Os toca—dijo volviéndose hacia el asimar—. Vuestra tos tampoco hace sospechar nada bueno.
Leobald repitió el proceso con Khalion, en silencio. Al acabar, asintió al mercenario y guardó con infinito respeto su camafeo entre sus ropas. El lodo seco se acumulaba sobre cada lámina de cuero y metal dando al caballero un aspecto aun más viejo y castigado. Las arrugas de su rostro maduro, aun limpio tras el baño, alojaban años de penurias a la luz de los candiles de la posada. El cansancio de las últimas hora reposada en cada surco de su piel y en la mirada de sus ojos claros, pero a decir verdad no era algo nuevo.
Leobald inspiró profundamente y acabó de asearse.
—Os agradezco el gesto joven Godric, pero tengo intención de visitar la cárcel inmediatamente —dijo sin levantar al vista de sus quehaceres—. También deberíamos informar a Eliander de nuestras pesquisas en el pantano. Quizá lo que sepamos impacte de alguna manera en la acusación que pesa sobre Adriana. Saciaré mi estómago y tomaré vuestro baño después, os lo garantizo —asintió con cordialidad—. ¿TocToc, me acompañarás a Hoolwatch?
Uso la reserva de Lay on Hands Pool en TocToc y Khalion (+5PV a cada uno)
You have a pool of healing power that can restore 10 HP per long rest. As an action, you can touch a creature to restore any number of HP remaining in the pool, or 5 HP to either cure a disease or neutralize a poison affecting the creature.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Godric no esconde su alivio cuando ve que el caballero impone las manos en sus enfermos compañeros. Le preocupaba, sobre todo Toc-Toc por la velocidad con que parecía desarrollarse la enfermedad. Esperaba que aquello fuera suficiente pero mantendría un ojo sobre sus compañeros para asegurarse.
- Espera espera - dice Godric ante las palabras de Leobald de ir a la cárcel inmediatamente. - ¿Crees que nos dejarán acceder ahora? Iré contigo por supuesto. No sé si algo de lo vivido en el pantano podrá ayudarles, pero algo tenemos que hacer... -
La ansiedad de Godric le hace lavarse mediocremente las manos y los brazos en la jofaina y olvidar por completo que sólo portaba el chaleco acolchado que llevaba bajo el peto y unos pantalones de cuero que le protegían de los roces de la armadura, con parches de barro pero aún así dispuesto a ir, mete en su zurrón algo de fruta y un par de puñados de frutos secos. Dudaba que le permitieran llevar el estofado a los reos, pero por lo menos les podría dar algo de comer.
PbP Character: A few ;)
El aasimar entró en la posada tras sus compañeros con las fuerzas justas y el ánimo apagado. La tensión acumulada en su experiencia en los pantanos se diluyó con la lluvia que les acompañó todo el camino de vuelta. Cada vez le costaba mas vencer la resistencia del barro y lodo ejercía a cada paso, la tierra reclamaba lo suyo. Parecía que por una vez, por esta vez, los agentes vencían a la ciénaga.
Las heridas manaban sangre con insistencia por culpa de las toxinas propias de las sanguijuelas, solo necesitaba descansar y que su regeneración celestial las cerrara. Veía divertido como tal recurso suponía un solemne liturgia en el caballero, humano, que él simplemente poseía por nacimiento, naturaleza y origen. Un don otorgado a los paladines mas puros pero que para el aasimar suponía la maldición que no le dejaba abandonar este mundo cuando mas de una vez le habían dado muerte y por muerto.
-Agradezco vuestros cuidados, pero mañana habré sanado las pútridas caricias de ese pantano.- Dijo ante tanto esfuerzo de los dos humanos.-Pero como dijo Toctoc, Mablung parece ser el cabo suelto de Golfrin.. y que le urge subsanar. -Se sentó, a plomo, descartando realizar el esfuerzo de vestir de nuevo la decorada cota marinera que Godric había dejado a buen recaudo.- Cuando seguimos al caído en desgracia Wellmar llegamos hasta.. -dudo como describirlo, esperando que los dibujos de Toc Toc fueran ams acertados-.. a una espira, unos construcción en piedra que salía de la misma tierra como si una mano con los dedos hacia arriba fuera. Y allí Golfrin, el alquimista.. acorazado en azul y eléctrica cota de escamas arrancadas, suponemos, a la sierpe amiga que liberasteis. Va a por el druida, de forma inminente.. y es lo que mas nos urge. Debemos juntarnos todos.. esta partida es demasiado grande para nosotros.
Con determinación, se levantó tras el breve descanso para acompañar a los agentes hacia dependencias de Eliander. Con él, las partes que pudo arrancar del cuerpo inerte de la criatura de la ciénaga. Había podido arrancar parte de la cabeza, demasiado pesada entera, esperando que fuera la prueba de muerte que ablandara a Eliander y diera, auque fuera poco, mas crédito a las acciones de los agentes de la corona.
TocToc agradeció las atenciones de Godric y sus confiadas palabras asegurando que sabía lo que hacía y que por la mañana acabaría con su enfermedad. Mirando el baño se empezó a desvestir dejando la empapada y embarrada chaqueta de muchos bolsillos en la silla, dispuesto a seguir las indicaciones de Godric cuando Leobald se acercó y le impuso las manos, sanándole la enfermedad. El alivio en este caso fue instantáneo y miró con reverencia al paladín – ¡Gracias! Te debo no solo mi vida sino haberme salvado del peor destino posible.
- No creo que mi destino esté entrelazado con el de Galadar. Pero desde luego el también tiene mi eterno agradecimiento, solo espero que el incipiente conflicto no se lo lleve por delante.
Después ante la intervención de Khalion se incorporó y se echó de nuevo el húmedo abrigo sobre sus hombros con cansancio y debilidad. – Cierto es, debemos encontrar a Mablung, el alquimista debe de estar buscándole para acabar con él. – Recogió el dinero y las piedras y cuentas que había dejado sobre la mesa y que habían sido ignoradas por el resto. - Quizas haga falta dinero para Adriana o Mablung. Vayamos. Quízas las palabras del Heraldo exoneren a Adriana
Zevatur, Rolthos
Ante la curación de Toc-Toc y las palabras de Khalion, Godric se atrevió a albergar esperanza.
- Esa información sí puede ser útil. Es decir, son terribles noticias, pero sin duda es útil para que suelten a Adriana y Mablung. Cuando íbamos a vuestra búsqueda vimos a un contingente de la guardia entrar en el círculo druídico donde estaba Mablung y suponemos que estará preso. No podíamos hacer nada por él en ese momento y no habríamos podido ir en vuestra búsqueda - el joven sacerdote parece agotado, no sólo físicamente, si no también emocionalmente. - Vayamos a hablar con Elliander, y luego podremos echar un vistazo con calma a esos objetos que has conseguido recuperar con tanto esfuerzo Toc-Toc. -
Mientras salían Godric miró algo preocupado a Leobald.
- Quizá, si aún puedes, deberías usar tu magia curativa en ti mismo. Ese viaje por el pantano ha sido agotador para todos pero te veo... más pálido de lo normal... -
PbP Character: A few ;)
Tras las palabras de Godric TocToc se detuvo un momento y observó con preocupación a Leobald ladeando la cabeza levemente. No pudiendo discernir si era cansancio o enfermedad TocToc simplemente miró al joven clérigo y silenciosamente afirmó con la cabeza, indicando su aprobación por la preocupación que demostraba con el paladín. ¿Acaso se estaban estrechando los lazos entre los miembros de la bandada? Sobrevivir juntos a un mortal peligro tenía esos efectos.
- Tenemos muchos detalles que narrar, quizás se avenga a razones. Vayamos…
Zevatur, Rolthos
Tras las sanaciones repartidas por Leobald, todo el mundo comenzó casi de inmediato a sentirse mejor de sus aflicciones, TocToc aunque débil aún sintió como el mal que atenazaba su cuerpo para transformarlo en un muerto en vida, desaparecía bajo el candor del toque reparador del caballero, su fiebre también remitió, y aunque sus músculos seguían agotados, el ánimo que volvió a embargar su recuperado cuerpo pareció darle fuerzas de nuevo.
Sin embargo el aspecto de Leobald no parecía ser especialmente saludable, aún así, la enfermedad parecía avanzar mucho más lentamente en él de algún modo. Decididos a preguntar en la cárcel primero antes de dirigirse a la torre de Hoolwatch donde Eliander tenía su centro de operaciones, el grupo de agentes volvió tras cambiarse de mudas y asearse mínimamente, a abrazar el exterior de las calles oscuras bañadas débilmente por la lejana luz de las estrellas. Tras cruzar la calle, el portón de entrada a la prisión estaba cerrado y dos guardias de lanzas y escudos cumplían vehementemente con su turno, bajo la iluminación de dos discretos pebeteros prendidos que aportaba no sólo luz, sino también algo de calor al ambiente cercano, ambos estaban situados en las proximidades, uno a cada lado del portón.
Las lanzas se cruzaron cuando Khalion se adelantó para preguntar por los reos, y uno de ellos, tras mirar de reojo a su compañero, contestó en cierto tono de respeto al ver sus bandas doradas anudadas en sus antebrazos.
- Las visitas están restringidas al turno de mañana, ... aún así ... vuestros compañeros, al haber pertenecido al cuerpo de agentes de la Corona, están bajo un régimen especial de confinamiento, y no pueden tener ningún tipo de contacto con el exterior... por su propia seguridad, son órdenes directas de Kraddok. Podéis pedir una contraorden, pero me temo que el teniente está descansando en su hogar, y su superior, estará también retirado en su mansión de los "Altos de Saltmarsh"... así que me temo que no tenéis otra que esperar a que amanezca... o esperar a que los prisioneros sean liberados.
" ¡Oh la Oscuridad...! "