- Tiene pinta de ser mágica... Yo no sé cómo deshacer magia, ni detectarla... Podría tirar un reducir a la puerta o un agrandar a Morko. Pero quizás no baste con fuerza para abrirla. Y si la reduzco la puerta podría caer armando un buen estruendo.... - Zevatur la examina en busca de algún mecanismo o pista para abrirla. - Los magos no suelen ser muy fuertes...
Morko afianza sus pies y tira de la argolla. Sus músculos se tensan y la losa se mueve... un milímetro, antes de volver a su sitio. Morko casi podía sentir como si algo tirara de la losa hacia abajo.
You're gonna be knowing The loneliest kind of lonely, It may be rough goin', Just to do your thing's the hardest thing to... ....Wilson! Pero que demonios te consumen, mi descorazonador amigo!! Todo este tiempo sin decir palabra y cuando estoy llegando al apoteosis! al extasis! al orgasmo melódico...
Martin volvió a resoplar mirando el cielo estrellado, y sintió la luz de la luna llena caer sobre su rostro, en su mente empezaron a florecer ideas algo funestas, su cabeza empezaba a dar vueltas a teorías cuando se encontraba sólo y sobrio, así que tenía dos soluciones, emborracharse y apagar su cerebro, o poner en práctica lo que le venía rondando desde hace unas semanas... no tenía mucho más tiempo antes de llegar a Baldur's Gate y lo había postpuesto por demasiado tiempo.
Con sumo cuidado sacó un pequeño kit de disfraces y lo abrió en el suelo, junto a él dejó otro kit, pero esta vez de venenos, donde conservaba algunos viales para emergencias, aunque ahora el uso que le iba a dar a las herramientas sería otro más mundano. De un saquito que tenía pseudoescondido entre su cinturón y la capa, saco varias hierbas que había estado recolectando por el camino, éstas no eran comestibles o para fumar, sino para otro objetivo, ... teñir pelo y ropa... pero necesitaba sacar y extraer los tintes y prepararlos para usarlos.
Recordando todas las enseñanzas de la Academia acerca de como infiltrarse y hacerse pasar por otra persona, el pícaro empezó a manipular sus hierbas y sumergirlas en ciertos viales con los catalizadores necesarios... con bastante destreza y confianza, al cabo de un tiempo observó como los viales cogían los colores buscados, serían bastante imperecederos si se aplicaban bien. Uno en tono verde para su armadura, y otro de un color castaño claro para el pelo...
Tras desprenderse de su armadura de cuero tachonado tan familiar y en tonos grises, que le había acompañado desde el comienzo de sus aventuras, el pícaro empezó a aplicar el tinte con una pequeña brocha sobre ella, le llevó bastante tiempo, pero le ayudaba a calmarse y concentrarse, sin pensar en nada más. Al acabar, dejó que se secara y terminara de impregnar todas las juntas y recovecos, dando a su armadura un aspecto más natural, que sin duda le ayudaría a hacerse pasar por un descendiente de algún elfo de los bosques. Tras volver a ponerse la armadura, el mestizo comenzó con su pelo, y aplicó los tintes castaños que taparon rápidamente su color negro natural, y esperó a que se secara de nuevo... Cuando esto último sucedió pasó a guardar su kit de veneno y dejó el de disfraz, necesitaba el pequeño espejo contenía para el siguiente paso.
Martin sacó una de sus múltiples dagas de su escondite, y se la acercó al cuello, con un lento gesto y mirando su ajado y agotado rostro en el cristal reflectante del kit, comenzó a recortarse la descuidada barba, que también había teñido previamente. Cuando acabó, comenzó con su pelo, con rápidos y precisos cortes, dejó caer la mayoría de su larga melena al suelo apropiándose de un corte mucho más genérico para pasar desapercibido en la ciudad. Tras observar durante varios minutos el resultado, el pícaro sonrió de una manera algo forzada, aunque estaba satisfecho con el resultado.
No debía reconocerle nadie en Baldur's Gate, quizás hace unas semanas estaba deseoso de llegar a una gran ciudad y promover hacer ciertos contactos, recuperar a algún viejo amigo. Pero ahora no podía permitírselo, no estaba listo, nadie tendría que fijarse en él o recordarle de ninguna de las maneras.
La elfa esperó pacientemente a que Morko probara con su fuerza sin éxito y que Zevatur lanzara sus ideas al aire, aunque le resultó bastante divertido imaginarse al enano convertirse en un gigante; quizá otro día, en otro momento, le pediría al tiefling una demostración práctica.
Con un gesto serio se hizo un hueco para tener acceso a la trampilla. Cerró los ojos y contuvo el aliento; su semblante pálido y su piel tersa e inmaculada le conferían un halo fantasmagórico que podía llegar a estremecer. Lentamente acercó sus manos y posó las palmas encima de la piedra fría y suave; los poros de su piel y las yemas de sus dedos se adhirieron a la piedra, como si tuvieran vida propia, buscando incansablemente cualquier recoveco, símbolo o señal que indicaran escritura o runas arcanas, cualquier ápice de magia que se hubiera podido imbuir en esas ruinas.
Tirada de Arcana
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash ayuda a buscar puertas secretas junto o algún resorte que abra la trampilla, sabiendo que posiblemente no tienen mucho tiempo antes de que les simios les detecten. Aunque por otra parte quizá eran sordos dado que habían llegado hasta las ruinas si ser descubiertos. El guerrero busca junto a la losa y en lo que queda de las paredes de la estancia que en un tiempo pasado albergara la trampilla.
La maga sintió, más que vio, los símbolos arcanos grabados en la losa. Sí. Sin duda estaba encantada, posiblemente para cerrarse bajo una orden o determinadas circunstancias. Este tipo de hechizos, por lo que ella sabía, eran reversibles, es decir, igual que existía una palabra para cerrarla, debía existir una para abrirla. Pero tal conocimiento debía yacer en el olvido junto con el nombre del morador de aquella torre cuando aún estaba erigida.
Los demás miraron alrededor, pero descubrieron poco más que algunas huellas y restos de los grandes simios. Ash se preguntaba. Morko solo había sido capaz de levantarla un poco. Quizá si lo intentaban los dos, o incluso los tres si contaban con Roland.
Kath mantenía una tensa guardia mirando hacia la zona donde estaban los girallion, parapetada tras los restos de un muro circular, mientras los demás se afanaban por desentrañar los secretos de la losa.
- Vamos Vamos... - Surrura neviosamente el tiefling, dispuesto a agrandar a Morko para poder levantar la losa, si entre varios no pueden hacerlo - Parece que con fuerza quizas podamos abrirla!
-Un último intento Morko, juntos -dijo al enano cogiendo la argolla y dejándole sitio- si entre los dos no podemos abrirla, volvemos al campamento, a menos que los magos tengan algún truco bajo la túnica.
Hela abrió los ojos y, aunque su rostro no lo reflejó, se sintió frustrada.
- Me temo que mis conocimientos son insuficientes - dijo alejándose y dejando espacio - puedo sentir símbolos arcanos, sin duda la losa está encantada y sólo una orden específica puede abrirla, pero no soy capaz de desentrañarla. Quizá si sumáis vuestra fuerza se pueda mover - dijo sin mucho convencimiento - si no lo conseguimos así, yo también volvería al campamento a por refuerzos.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Morko y Ash agarran la argolla de metal y se miran.
A la de tres comienzan a tirar. Los músculos se tensan, las caras se ponen rojas. Los nudillos de Ash se tornan blancos y las venas en los brazos de Morko parecen a punto de estallar. Cuando sienten que están a punto de desfallecer, sienten como una tercera fuerza se une a ellos. Pese a que siguen notando como si la losa hiciera fuerza hacia abajo, algo o alguien está empujando de la piedra hacia arriba desde abajo.
Sin pensar mucho, y con un último esfuerzo los dos tiran y la piedra se abre como si la hubieran soltado de pronto. Ash y Morko caen al suelo y en el oscuro hueco pueden verse unas escaleras de piedra que descienden y se pierden en la oscuridad.
En sus años de estudiante en el "College of new Olamn" de Aguasprofundas, Guilbert no perdonaba un amanecer sin su infusión de hiervas locales, muchas veces acompañada de una buena pinta de cerveza negra para la resaca. Pero esa mañana, como la de los últimos días, era distinta y Guilbert se despertó añorando el sueño robado por culpa del ayuno que si bien iba haciendo mella, nada comparado con el desdichado Willson.
-No has hecho Te?? Wilson, creo seriamente que en esta convivencia estoy poniendo mas de mi parte..- Refunfuño..- Y seguro que tampoco querrás tonificar un poco los músculos.. normal que te quedes en los huesos..
Unos ejercicios para despertar el cuerpo y que la tensión mitigara el ardor del vacío que sentía en sus tripas para concluír con una cada vez mas complicada meditación.. cuyos mantras apenas vigorizaban ya Bardo. De menú, las mismas tiras de cuero empapadas en un poco de vino, cuyo sabor se asemejaba a su descripción. Pero si para algo servía su improvisado retiro, era para recitar versos ya olvidados y componer ante la poco emocionada audiencia, Wilson.
Un día como otro cualquiera.. rutina, añoranza, hambre.. o quizá no lo fuera! Algo distinto.. un murmullo.. un poco de polvo cayendo del techo.. esto era normal.
-Wilson! protege ese cofre con tu vida o te las veras conmigo.. maldito carcamal, pero no te quedes parado mirando.
Guilbert recogió de su petate el cuerno de mantícora con inscripciones en plata, que sin ser magia era el vehículo perfecto que canalizaba su poder y daba forma. Subió las escaleras y se preparó para la proeza física que necesitaría. Respirando profundamente e hiperventilando susurró una pequeña hakka que aunara todas las fuerzas que le quedaban.. colocó su espalda y apalancó con las piernas sobre los escalones.. VAAAAMOOOOOSSS!!! Al principio firme.. pero aquella losa inmóbil durante días.. se movía.. cedía.. un poco mas..
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Sin pensar mucho, y con un último esfuerzo los dos tiran y la piedra se abre como si la hubieran soltado de pronto. Ash y Morko caen al suelo y en el oscuro hueco pueden verse unas escaleras de piedra que descienden y se pierden en la oscuridad.
Saliendo de la misma...
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Un humano, golpeando su sombrero de tres picos para quitarle el polvo removido por la pesada losa, cuerno al costado y mano en la empuñadura de su estoque, alerta ante la incierta reacción de los presentes..
-Que fortuna han tenido ustedes que estuviera yo allí dentro o no hubieran movida la losa ni una cuarta.. pero no me den las gracias. que les trae por aquí??
Al fondo, en la oscuridad, el retumbar de la losa había provocado el desprendimiento de la quijada de un pobre esqueleto.. Aka, wilson.
El musculoso guerrero sonríe y se echa el pelo hacia atrás con la mano aun sentado sobre sus posaderas. Su cuadrada mandíbula esboza una sonrisa sardónica. Una reluciente coraza de adamantina proteje su torso entre los restos de un viejo y ajado uniforme rojo. Lleva un ballesta ligera y un petate de aventurero ceñidos a la espalda y dos espadas largas al cinto. En su antebrazo izquierdo luce un brazalete de oro y perlas, como algunos de sus compañeros.
-¡Que me cuelguen si no es un bardo! -levantándose del suelo mientras observa al gallardo hombrecito inquisitivamente- ¿Quien eres y cómo te has quedado ahí encerrado, pichón? Debe ser una historia digna de oír. ¿Hay algo ahí abajo que merezca la pena ver? -con gesto jactancioso parece ignorar deliberadamente el hecho de que el bardo esté a punto de desenfundar- se breve que tenemos algunos problemas con los caseros del lugar. Si quieres venir con nosotros te aconsejo que seas convincente, al enano no le gustan los cuentos como a mi.
Ash dirige una mirada fugaz en dirección a los simios, temiendo haber atraído su atención con tanto ruido. Desenfunda sus dos espadas.
Kath escucha el sonido de la losa y luego ve a Ash desenfundando las espadas, pero le hace un gesto negando con la cabeza, de momento todo parece tranquilo.
Un tiefling de roja piel se asoma entre los corpulentos cuerpos protegidos en armaduras. - ¿Qua hacias ahi dentro? ¿Como entraste? ¿Porque no salias?? Nosotros hemos venido a explorar... Pero hay unos animales cerca asi que estamos escondidos... por favor baja la voz, necesitamos sigilo. ¿Hay algo util alli adentro? Algo que pueda explicar porque los gorilas atacan a los viajeros? - Habla en susurros, pero aun asi el ritmo de sus palabras denota bastante emocion.
Una vez que todos estaban acomodados, Gowther se sentó en torno la periferia del domo y quedó pensativo mirando a aquellas pobres personas y el mundo "apagado" y estático que les rodeaba. Mientras se compadecía de su mala suerte, comenzó a dibujar formas en el aire que se retorcían hasta dar lugar a diferentes imágenes. Flores, mariposas, árboles... Todas ellas guardaban familiaridad con las que había presenciado el ojo humano allí presente, pero de alguna manera eran distintas. Los contrastes, el brillo... era mucho más marcado y vívido. La niña, que estaba comenzando a dormirse, los miraba con atención. Gowther se percató y una sonrisa comenzó a esbozarse en la comisura de su boca, era la primera vez que un acto suyo parecía ser entendido desprendiéndose de cualquier pensamiento negativo.
cast minor ilusion
Los seres de ese plano tendían a malinterpretar sus expresiones, tiñéndolas de menosprecio hacia ellos o su mundo, pero la realidad distaba bastante de ello. Los miembros de la raza eladrin acabaron fundiéndose con la magia de su plano, el feywild, como una estrategia de adaptación. Siendo los más cercanos a su creador Corellon y sus orígenes entre todos los elfos, habían presenciado maravillas que hacían palidecer cualquier rincón del reino de los humanos. Cuando algún miembro de la raza eladrin visitaba otros planos de existencia, de alguna manera sentían perder parte de su esencia. Por ello, para Gowther era inevitable compadecerse de otros seres o extrañar constantemente su hogar. Para el errado e ignorante que no se molestaba en ahondar más allá, las educadas expresiones de un eladrin eran vistas con soberbia y prepotencia. En el caso de Gowther detrás de sus palabras podía haber en osaciones un atisbo de condescendencia por su ignorante etnocentrismo pero siempre sus pretensiones partían desde la ayuda y la colaboración.
Los conflictos constantes con algunos miembros del grupo no hacían más que potenciar toda esta situación en Gowther, provocando un gran desconcierto. Kath había insultado directamente a el y a su raza con expresiones bastantes desagradables por no procesar el mismo afecto fanático que ella poseía hacia su mentor Martin. Roland interpretó unos motivos totalmente erróneos detrás de sus palabras para después hablar con ironía y desprecio sobre sus habilidades mágicas. En este sentido, Ash y Zevatur, aunque con menor acritud, menospreciaron los esfuerzos constantes de Gowther para protegerles con sus hechizos, mientras jugaban entre ellos a los dados de manera despreocupada. Luego estaba Morko, con el que había tenido una relación bastante dicotómica. O sus pensamiento no coincidían en absoluto o estaban en una extraña resonancia. Era en los momentos en los que sus ideas entraban en conflicto, cuando el enano arremetía contra su raza, realizando afirmaciones bastantes hirientes. Por último estaba Martin, alejado de esta perspectiva, se dirigía a el con un miedo, una inseguridad y un extremado respeto que le hacían sentir bastante inquieto, incluso para alguien de su posición en la sociedad eldarin.
De manera puntual, vería normal estos roces si no fuera porque todos le señalaban a el, mientras que entre ellos no hacía más que desarrollarse una gran camaradería. Esto irremediablemente mermaba aún más su ánimo. Los últimos altercados le habían situado en un impasse, sin llegar a saber si todas las preocupaciones que había manifestado por ayudar y colaborar en el grupo habían sido interpretadas como actos de pura condescendencia y soberbia.
Absorto en estas ideaciones, conectó de nuevo con la realidad al oír moverse a la niña ya dormida. Se había destapado y tenía frío. Con una orden de su pensamiento una mano translúcida apareció y tapó su pequeño cuerpo con la manta que estaba a sus pies. Después oscureció levemente el interior y reguló la temperatura emulando estar en una casa a los pies de una chimenea. Después miró hacia fuera esperando que sus compañeros y aquella extraña mujer no estuvieran en problemas.
Aún de noche, los ojos del bardo se resienten con la luz de la luna llena.. una merma mas de su cautiverio, pero suficiente para leer el lenguaje corporal de Ash y entender que aún no se habían terminado los problemas.. Despejado el polvillo de la losa, se puede ver bien al humano, alto, moreno y con poblado bigote negro que resalta sobre una barba de muchos días. Viste botas altas de cuero, como los guantes y la armadura, en la que se pueden apreciar dos boquetes quemados que penetraron hasta la blusa con chorreras mas propicia para la corte que para el campo de batalla. Sobre los hombros, una capa negra sujeta con un elegante broche y al cinto el cuerno negro con inscripciones en plata, dagas y el estoque que desenfunda enfocando hacia la misma dirección que el guerrero.. ya a su lado dice.
-Había una semielfa en la Zorra Corretona de aguasprofundas que siempre decía que la mejor presentación era una bolsa llena de oro.. y yo tengo un cofre ahí abajo.- dice Guilbert señalando hacia el interior de las ruinas.- Mi nombre es Guilbert, optimista saqueador que consideraba esta empresa apropiada. no me esperaba esa cantidad de brazos y monos! Y hablando de prioridades, no tendréis un odre de vino? No acostumbro a cantar tanto sin echar un trago.
Su voz ronca por la sequedad aún suena profunda y reconfortante. Con los ojos entrecerrados aún, advierte al divertido ser rojo. No le suponía sorpresa pues El colegio de Bardos donde estudió reunía razas de todos los planos conocidos, compartiendo conocimientos, música y experiencias.. tanto dentro como fuera de la cama..
-Seguía una pista, mi rojo amigo, desde Aguasprofundas. A parte del cofre, dos pequeñas trampas que desactivé- dice mientras se acaricia los dos tiznados agujeros en su armadura- Abajo hay dos salas.. pero llevan décadas abandonadas.. hay un altar y mi descorazonado amigo sobre unos extraños símbolos que dibujé por algún lado..-dice mientras rebusca por dentro de la pechera de cuero.. - Pero baja si lo consideras.. quizá tus ojos perciban algo que se me escapó.. y de paso si me ayudas a sacar el cofre estás convidado a darle gasto y disfrute cuando lleguemos a Aguasprofundas.
Zevatur ladea la cabeza al oir que es de aguas profundas y que parece familiarizado con algunos prostívulos. Pero tras un segundo decide que no es el momento apropiado de estos temas y que la ruinas... y el cofre, parecen mas acuciantes. - Pero el cofre... ¿Pero... no hay nada que hayas hecho que pueda haber empujado a los monos a atacar en el camino?
Después se asoma a la estancia de abajo y asiente... - Veremos lo que se puede hacer... - Sin miedo de activar alguna trampa ya que el bardo debe haberlas hecho saltar todas Zevatur se empieza a adentrar en la sala. Sus pasos son cautos, ya que es la primera vez que usa las extrañas babuchas pero tras un par de pasos pierde el miedo y camina acuclillado por el techo y las paredes. Su lacio pelo cae hacia abajo, atraido por la gravedad mientras se adentra en la primera de las salas.
Mas que dos salas Zevatur encuentra una gran habitación dividida en dos. En una parece que hay un círculo arcano pintando en el suelo y en una pared, un esqueleto con andrajos y la quijada caida. La otra, donde está el baúl del que habla el bardo, parece que era un laboratorio con estanterías medio podridas y sin contenido alguno, sólo montones de pergamino carcomido por el tiempo.
Detenerse a mirar exhaustivamente todo requiere un tiempo del que, quizá, no dispongan.
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Sin sabe cuánto tiempo estarán los ogrillones distraídos, Morko agarra la argolla y trata de abrir la losa.
- Tiene pinta de ser mágica... Yo no sé cómo deshacer magia, ni detectarla... Podría tirar un reducir a la puerta o un agrandar a Morko. Pero quizás no baste con fuerza para abrirla. Y si la reduzco la puerta podría caer armando un buen estruendo.... - Zevatur la examina en busca de algún mecanismo o pista para abrirla. - Los magos no suelen ser muy fuertes...
Zevatur, Rolthos
Morko afianza sus pies y tira de la argolla. Sus músculos se tensan y la losa se mueve... un milímetro, antes de volver a su sitio. Morko casi podía sentir como si algo tirara de la losa hacia abajo.
PbP Character: A few ;)
You're gonna be knowing
The loneliest kind of lonely,
It may be rough goin',
Just to do your thing's the hardest thing to... ....Wilson! Pero que demonios te consumen, mi descorazonador amigo!! Todo este tiempo sin decir palabra y cuando estoy llegando al apoteosis! al extasis! al orgasmo melódico...
Martin volvió a resoplar mirando el cielo estrellado, y sintió la luz de la luna llena caer sobre su rostro, en su mente empezaron a florecer ideas algo funestas, su cabeza empezaba a dar vueltas a teorías cuando se encontraba sólo y sobrio, así que tenía dos soluciones, emborracharse y apagar su cerebro, o poner en práctica lo que le venía rondando desde hace unas semanas... no tenía mucho más tiempo antes de llegar a Baldur's Gate y lo había postpuesto por demasiado tiempo.
Con sumo cuidado sacó un pequeño kit de disfraces y lo abrió en el suelo, junto a él dejó otro kit, pero esta vez de venenos, donde conservaba algunos viales para emergencias, aunque ahora el uso que le iba a dar a las herramientas sería otro más mundano. De un saquito que tenía pseudoescondido entre su cinturón y la capa, saco varias hierbas que había estado recolectando por el camino, éstas no eran comestibles o para fumar, sino para otro objetivo, ... teñir pelo y ropa... pero necesitaba sacar y extraer los tintes y prepararlos para usarlos.
Recordando todas las enseñanzas de la Academia acerca de como infiltrarse y hacerse pasar por otra persona, el pícaro empezó a manipular sus hierbas y sumergirlas en ciertos viales con los catalizadores necesarios... con bastante destreza y confianza, al cabo de un tiempo observó como los viales cogían los colores buscados, serían bastante imperecederos si se aplicaban bien. Uno en tono verde para su armadura, y otro de un color castaño claro para el pelo...
Tras desprenderse de su armadura de cuero tachonado tan familiar y en tonos grises, que le había acompañado desde el comienzo de sus aventuras, el pícaro empezó a aplicar el tinte con una pequeña brocha sobre ella, le llevó bastante tiempo, pero le ayudaba a calmarse y concentrarse, sin pensar en nada más. Al acabar, dejó que se secara y terminara de impregnar todas las juntas y recovecos, dando a su armadura un aspecto más natural, que sin duda le ayudaría a hacerse pasar por un descendiente de algún elfo de los bosques. Tras volver a ponerse la armadura, el mestizo comenzó con su pelo, y aplicó los tintes castaños que taparon rápidamente su color negro natural, y esperó a que se secara de nuevo... Cuando esto último sucedió pasó a guardar su kit de veneno y dejó el de disfraz, necesitaba el pequeño espejo contenía para el siguiente paso.
Martin sacó una de sus múltiples dagas de su escondite, y se la acercó al cuello, con un lento gesto y mirando su ajado y agotado rostro en el cristal reflectante del kit, comenzó a recortarse la descuidada barba, que también había teñido previamente. Cuando acabó, comenzó con su pelo, con rápidos y precisos cortes, dejó caer la mayoría de su larga melena al suelo apropiándose de un corte mucho más genérico para pasar desapercibido en la ciudad. Tras observar durante varios minutos el resultado, el pícaro sonrió de una manera algo forzada, aunque estaba satisfecho con el resultado.
No debía reconocerle nadie en Baldur's Gate, quizás hace unas semanas estaba deseoso de llegar a una gran ciudad y promover hacer ciertos contactos, recuperar a algún viejo amigo. Pero ahora no podía permitírselo, no estaba listo, nadie tendría que fijarse en él o recordarle de ninguna de las maneras.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La elfa esperó pacientemente a que Morko probara con su fuerza sin éxito y que Zevatur lanzara sus ideas al aire, aunque le resultó bastante divertido imaginarse al enano convertirse en un gigante; quizá otro día, en otro momento, le pediría al tiefling una demostración práctica.
Con un gesto serio se hizo un hueco para tener acceso a la trampilla. Cerró los ojos y contuvo el aliento; su semblante pálido y su piel tersa e inmaculada le conferían un halo fantasmagórico que podía llegar a estremecer. Lentamente acercó sus manos y posó las palmas encima de la piedra fría y suave; los poros de su piel y las yemas de sus dedos se adhirieron a la piedra, como si tuvieran vida propia, buscando incansablemente cualquier recoveco, símbolo o señal que indicaran escritura o runas arcanas, cualquier ápice de magia que se hubiera podido imbuir en esas ruinas.
Tirada de Arcana
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash ayuda a buscar puertas secretas junto o algún resorte que abra la trampilla, sabiendo que posiblemente no tienen mucho tiempo antes de que les simios les detecten. Aunque por otra parte quizá eran sordos dado que habían llegado hasta las ruinas si ser descubiertos. El guerrero busca junto a la losa y en lo que queda de las paredes de la estancia que en un tiempo pasado albergara la trampilla.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
La maga sintió, más que vio, los símbolos arcanos grabados en la losa. Sí. Sin duda estaba encantada, posiblemente para cerrarse bajo una orden o determinadas circunstancias. Este tipo de hechizos, por lo que ella sabía, eran reversibles, es decir, igual que existía una palabra para cerrarla, debía existir una para abrirla. Pero tal conocimiento debía yacer en el olvido junto con el nombre del morador de aquella torre cuando aún estaba erigida.
Los demás miraron alrededor, pero descubrieron poco más que algunas huellas y restos de los grandes simios. Ash se preguntaba. Morko solo había sido capaz de levantarla un poco. Quizá si lo intentaban los dos, o incluso los tres si contaban con Roland.
Kath mantenía una tensa guardia mirando hacia la zona donde estaban los girallion, parapetada tras los restos de un muro circular, mientras los demás se afanaban por desentrañar los secretos de la losa.
PbP Character: A few ;)
- Vamos Vamos... - Surrura neviosamente el tiefling, dispuesto a agrandar a Morko para poder levantar la losa, si entre varios no pueden hacerlo - Parece que con fuerza quizas podamos abrirla!
Zevatur, Rolthos
-Un último intento Morko, juntos -dijo al enano cogiendo la argolla y dejándole sitio- si entre los dos no podemos abrirla, volvemos al campamento, a menos que los magos tengan algún truco bajo la túnica.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Hela abrió los ojos y, aunque su rostro no lo reflejó, se sintió frustrada.
- Me temo que mis conocimientos son insuficientes - dijo alejándose y dejando espacio - puedo sentir símbolos arcanos, sin duda la losa está encantada y sólo una orden específica puede abrirla, pero no soy capaz de desentrañarla. Quizá si sumáis vuestra fuerza se pueda mover - dijo sin mucho convencimiento - si no lo conseguimos así, yo también volvería al campamento a por refuerzos.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Morko y Ash agarran la argolla de metal y se miran.
A la de tres comienzan a tirar. Los músculos se tensan, las caras se ponen rojas. Los nudillos de Ash se tornan blancos y las venas en los brazos de Morko parecen a punto de estallar. Cuando sienten que están a punto de desfallecer, sienten como una tercera fuerza se une a ellos. Pese a que siguen notando como si la losa hiciera fuerza hacia abajo, algo o alguien está empujando de la piedra hacia arriba desde abajo.
Sin pensar mucho, y con un último esfuerzo los dos tiran y la piedra se abre como si la hubieran soltado de pronto. Ash y Morko caen al suelo y en el oscuro hueco pueden verse unas escaleras de piedra que descienden y se pierden en la oscuridad.
Saliendo de la misma...
PbP Character: A few ;)
En sus años de estudiante en el "College of new Olamn" de Aguasprofundas, Guilbert no perdonaba un amanecer sin su infusión de hiervas locales, muchas veces acompañada de una buena pinta de cerveza negra para la resaca. Pero esa mañana, como la de los últimos días, era distinta y Guilbert se despertó añorando el sueño robado por culpa del ayuno que si bien iba haciendo mella, nada comparado con el desdichado Willson.
-No has hecho Te?? Wilson, creo seriamente que en esta convivencia estoy poniendo mas de mi parte..- Refunfuño..- Y seguro que tampoco querrás tonificar un poco los músculos.. normal que te quedes en los huesos..
Unos ejercicios para despertar el cuerpo y que la tensión mitigara el ardor del vacío que sentía en sus tripas para concluír con una cada vez mas complicada meditación.. cuyos mantras apenas vigorizaban ya Bardo. De menú, las mismas tiras de cuero empapadas en un poco de vino, cuyo sabor se asemejaba a su descripción. Pero si para algo servía su improvisado retiro, era para recitar versos ya olvidados y componer ante la poco emocionada audiencia, Wilson.
Un día como otro cualquiera.. rutina, añoranza, hambre.. o quizá no lo fuera! Algo distinto.. un murmullo.. un poco de polvo cayendo del techo.. esto era normal.
-Wilson! protege ese cofre con tu vida o te las veras conmigo.. maldito carcamal, pero no te quedes parado mirando.
Guilbert recogió de su petate el cuerno de mantícora con inscripciones en plata, que sin ser magia era el vehículo perfecto que canalizaba su poder y daba forma. Subió las escaleras y se preparó para la proeza física que necesitaría. Respirando profundamente e hiperventilando susurró una pequeña hakka que aunara todas las fuerzas que le quedaban.. colocó su espalda y apalancó con las piernas sobre los escalones.. VAAAAMOOOOOSSS!!! Al principio firme.. pero aquella losa inmóbil durante días.. se movía.. cedía.. un poco mas..
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Sin pensar mucho, y con un último esfuerzo los dos tiran y la piedra se abre como si la hubieran soltado de pronto. Ash y Morko caen al suelo y en el oscuro hueco pueden verse unas escaleras de piedra que descienden y se pierden en la oscuridad.
Saliendo de la misma...
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Un humano, golpeando su sombrero de tres picos para quitarle el polvo removido por la pesada losa, cuerno al costado y mano en la empuñadura de su estoque, alerta ante la incierta reacción de los presentes..
-Que fortuna han tenido ustedes que estuviera yo allí dentro o no hubieran movida la losa ni una cuarta.. pero no me den las gracias. que les trae por aquí??
Al fondo, en la oscuridad, el retumbar de la losa había provocado el desprendimiento de la quijada de un pobre esqueleto.. Aka, wilson.
El musculoso guerrero sonríe y se echa el pelo hacia atrás con la mano aun sentado sobre sus posaderas. Su cuadrada mandíbula esboza una sonrisa sardónica. Una reluciente coraza de adamantina proteje su torso entre los restos de un viejo y ajado uniforme rojo. Lleva un ballesta ligera y un petate de aventurero ceñidos a la espalda y dos espadas largas al cinto. En su antebrazo izquierdo luce un brazalete de oro y perlas, como algunos de sus compañeros.
-¡Que me cuelguen si no es un bardo! -levantándose del suelo mientras observa al gallardo hombrecito inquisitivamente- ¿Quien eres y cómo te has quedado ahí encerrado, pichón? Debe ser una historia digna de oír. ¿Hay algo ahí abajo que merezca la pena ver? -con gesto jactancioso parece ignorar deliberadamente el hecho de que el bardo esté a punto de desenfundar- se breve que tenemos algunos problemas con los caseros del lugar. Si quieres venir con nosotros te aconsejo que seas convincente, al enano no le gustan los cuentos como a mi.
Ash dirige una mirada fugaz en dirección a los simios, temiendo haber atraído su atención con tanto ruido. Desenfunda sus dos espadas.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Kath escucha el sonido de la losa y luego ve a Ash desenfundando las espadas, pero le hace un gesto negando con la cabeza, de momento todo parece tranquilo.
PbP Character: A few ;)
Un tiefling de roja piel se asoma entre los corpulentos cuerpos protegidos en armaduras. - ¿Qua hacias ahi dentro? ¿Como entraste? ¿Porque no salias?? Nosotros hemos venido a explorar... Pero hay unos animales cerca asi que estamos escondidos... por favor baja la voz, necesitamos sigilo. ¿Hay algo util alli adentro? Algo que pueda explicar porque los gorilas atacan a los viajeros? - Habla en susurros, pero aun asi el ritmo de sus palabras denota bastante emocion.
Zevatur, Rolthos
Una vez que todos estaban acomodados, Gowther se sentó en torno la periferia del domo y quedó pensativo mirando a aquellas pobres personas y el mundo "apagado" y estático que les rodeaba. Mientras se compadecía de su mala suerte, comenzó a dibujar formas en el aire que se retorcían hasta dar lugar a diferentes imágenes. Flores, mariposas, árboles... Todas ellas guardaban familiaridad con las que había presenciado el ojo humano allí presente, pero de alguna manera eran distintas. Los contrastes, el brillo... era mucho más marcado y vívido. La niña, que estaba comenzando a dormirse, los miraba con atención. Gowther se percató y una sonrisa comenzó a esbozarse en la comisura de su boca, era la primera vez que un acto suyo parecía ser entendido desprendiéndose de cualquier pensamiento negativo.
cast minor ilusion
Los seres de ese plano tendían a malinterpretar sus expresiones, tiñéndolas de menosprecio hacia ellos o su mundo, pero la realidad distaba bastante de ello. Los miembros de la raza eladrin acabaron fundiéndose con la magia de su plano, el feywild, como una estrategia de adaptación. Siendo los más cercanos a su creador Corellon y sus orígenes entre todos los elfos, habían presenciado maravillas que hacían palidecer cualquier rincón del reino de los humanos. Cuando algún miembro de la raza eladrin visitaba otros planos de existencia, de alguna manera sentían perder parte de su esencia. Por ello, para Gowther era inevitable compadecerse de otros seres o extrañar constantemente su hogar. Para el errado e ignorante que no se molestaba en ahondar más allá, las educadas expresiones de un eladrin eran vistas con soberbia y prepotencia. En el caso de Gowther detrás de sus palabras podía haber en osaciones un atisbo de condescendencia por su ignorante etnocentrismo pero siempre sus pretensiones partían desde la ayuda y la colaboración.
Los conflictos constantes con algunos miembros del grupo no hacían más que potenciar toda esta situación en Gowther, provocando un gran desconcierto. Kath había insultado directamente a el y a su raza con expresiones bastantes desagradables por no procesar el mismo afecto fanático que ella poseía hacia su mentor Martin. Roland interpretó unos motivos totalmente erróneos detrás de sus palabras para después hablar con ironía y desprecio sobre sus habilidades mágicas. En este sentido, Ash y Zevatur, aunque con menor acritud, menospreciaron los esfuerzos constantes de Gowther para protegerles con sus hechizos, mientras jugaban entre ellos a los dados de manera despreocupada. Luego estaba Morko, con el que había tenido una relación bastante dicotómica. O sus pensamiento no coincidían en absoluto o estaban en una extraña resonancia. Era en los momentos en los que sus ideas entraban en conflicto, cuando el enano arremetía contra su raza, realizando afirmaciones bastantes hirientes. Por último estaba Martin, alejado de esta perspectiva, se dirigía a el con un miedo, una inseguridad y un extremado respeto que le hacían sentir bastante inquieto, incluso para alguien de su posición en la sociedad eldarin.
De manera puntual, vería normal estos roces si no fuera porque todos le señalaban a el, mientras que entre ellos no hacía más que desarrollarse una gran camaradería. Esto irremediablemente mermaba aún más su ánimo. Los últimos altercados le habían situado en un impasse, sin llegar a saber si todas las preocupaciones que había manifestado por ayudar y colaborar en el grupo habían sido interpretadas como actos de pura condescendencia y soberbia.
Absorto en estas ideaciones, conectó de nuevo con la realidad al oír moverse a la niña ya dormida. Se había destapado y tenía frío. Con una orden de su pensamiento una mano translúcida apareció y tapó su pequeño cuerpo con la manta que estaba a sus pies. Después oscureció levemente el interior y reguló la temperatura emulando estar en una casa a los pies de una chimenea. Después miró hacia fuera esperando que sus compañeros y aquella extraña mujer no estuvieran en problemas.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Mientras en las ruinas..
Aún de noche, los ojos del bardo se resienten con la luz de la luna llena.. una merma mas de su cautiverio, pero suficiente para leer el lenguaje corporal de Ash y entender que aún no se habían terminado los problemas.. Despejado el polvillo de la losa, se puede ver bien al humano, alto, moreno y con poblado bigote negro que resalta sobre una barba de muchos días. Viste botas altas de cuero, como los guantes y la armadura, en la que se pueden apreciar dos boquetes quemados que penetraron hasta la blusa con chorreras mas propicia para la corte que para el campo de batalla. Sobre los hombros, una capa negra sujeta con un elegante broche y al cinto el cuerno negro con inscripciones en plata, dagas y el estoque que desenfunda enfocando hacia la misma dirección que el guerrero.. ya a su lado dice.
-Había una semielfa en la Zorra Corretona de aguasprofundas que siempre decía que la mejor presentación era una bolsa llena de oro.. y yo tengo un cofre ahí abajo.- dice Guilbert señalando hacia el interior de las ruinas.- Mi nombre es Guilbert, optimista saqueador que consideraba esta empresa apropiada. no me esperaba esa cantidad de brazos y monos! Y hablando de prioridades, no tendréis un odre de vino? No acostumbro a cantar tanto sin echar un trago.
Su voz ronca por la sequedad aún suena profunda y reconfortante. Con los ojos entrecerrados aún, advierte al divertido ser rojo. No le suponía sorpresa pues El colegio de Bardos donde estudió reunía razas de todos los planos conocidos, compartiendo conocimientos, música y experiencias.. tanto dentro como fuera de la cama..
-Seguía una pista, mi rojo amigo, desde Aguasprofundas. A parte del cofre, dos pequeñas trampas que desactivé- dice mientras se acaricia los dos tiznados agujeros en su armadura- Abajo hay dos salas.. pero llevan décadas abandonadas.. hay un altar y mi descorazonado amigo sobre unos extraños símbolos que dibujé por algún lado..-dice mientras rebusca por dentro de la pechera de cuero.. - Pero baja si lo consideras.. quizá tus ojos perciban algo que se me escapó.. y de paso si me ayudas a sacar el cofre estás convidado a darle gasto y disfrute cuando lleguemos a Aguasprofundas.
Zevatur ladea la cabeza al oir que es de aguas profundas y que parece familiarizado con algunos prostívulos. Pero tras un segundo decide que no es el momento apropiado de estos temas y que la ruinas... y el cofre, parecen mas acuciantes. - Pero el cofre... ¿Pero... no hay nada que hayas hecho que pueda haber empujado a los monos a atacar en el camino?
Después se asoma a la estancia de abajo y asiente... - Veremos lo que se puede hacer... - Sin miedo de activar alguna trampa ya que el bardo debe haberlas hecho saltar todas Zevatur se empieza a adentrar en la sala. Sus pasos son cautos, ya que es la primera vez que usa las extrañas babuchas pero tras un par de pasos pierde el miedo y camina acuclillado por el techo y las paredes. Su lacio pelo cae hacia abajo, atraido por la gravedad mientras se adentra en la primera de las salas.
Zevatur, Rolthos
Mas que dos salas Zevatur encuentra una gran habitación dividida en dos. En una parece que hay un círculo arcano pintando en el suelo y en una pared, un esqueleto con andrajos y la quijada caida. La otra, donde está el baúl del que habla el bardo, parece que era un laboratorio con estanterías medio podridas y sin contenido alguno, sólo montones de pergamino carcomido por el tiempo.
Detenerse a mirar exhaustivamente todo requiere un tiempo del que, quizá, no dispongan.
PbP Character: A few ;)