Morko no se lo puede creer, como demonios han acabado en esta situación, tirados en un colector de las cloacas y apunto de ser devorados por dos bestias repugnantes; pero no hay tiempo para pensar.
Levantándose y chorreando agua putrefacta por toda la armadura, descarga a Kheluzburk contra la criatura que parece más herida y sonríe al sentir como el filo del hacha penetra en la carne de la bestia. Recuperando la poderosa hacha, vuelve a atacar a la bestia y cuando el filo del arma se hunde en la carne, las runas del hacha se enciende con el poder sagrado de la cólera de Moradhin.
Echando una rápida mirada a su alrededor ve que la situación empieza a ser crítica, por lo que recurre a los poderes de Moradhin y centra el poder protector del dios en Martin.
Kath ve de nuevo a dos de sus compañeros siendo zarandeados por una de las bestias y lanza su magia contra ella. Una vez más la energía mágica impacta en la cabeza y la enorme criatura cae. Los tentáculos laxos liberan a Ash y Helanya. El otro haz de energía impacta al restante otyugh. Martin, aún mareado por el golpe anterior, intenta acercarse y atacar a la criatura que lucha contra Gowther, pero aún está demasiado aturdido, al igual que Helanya que, al intentar apoyarse en la pierna herida, el dolor le hace errar su disparo. El eladrin, que ha tenido que desviar el tentáculo que ha estado a punto de atraparle, con su espada se apresta para combatir.
Parecía que la situación comenzaba a corregirse, no sin antes ver como parte de sus compañeros caían bajo la presa de aquella abominable bestia. Convocando una vez más el poder el fuego élfico, su espada silente comenzó una canción de guerra que recordaba eras antiguas donde la lucha era un reto diario. Por un momento parecía una actuación teatral perfectamente acompasada... Nada más lejos de la realidad, quien se parase a leer entre líneas y entendiera algo de interpretación, esa melodía hacía alusión a un cantar de gesta sobre Aegnor y su antiguo dueño, Fendragnör y como sus hazañas defendieron al pueblo eladrin. Si algo caracteriza a los elfos es el tiempo que tienen por delante y el que ya dejaron atrás, tiempo de experiencia que en manos adecuadas dan lugar a héroes como Gotwther, hojacantante de la casa del león y miembro de la guardia real.
La espada envuelta en llamas argénteas, clamaba venganza, y por ello, cortó limpiamente el cuerpo de aquella bestia abrasando la herida y dejando la hoja intacta.
-Si así cantan vuestras espadas, como lo harán vuestros bardos..- dice sonriendo mientras se pone codo con codo con el prismáticamente difuminado eladrin.- Hagamos de muro para proteger al resto. Y déjame colorear esa brava melodía.. - dice el espadachín bigotudo mientras extrae el flautín del cinto provocando una segunda voz que acompaña y añade profundidad a las hazañas de Aegnor y Fendragnör esperando que aquello motive aún mas a Gowther.
BA.
Bardic inspiration a Gowther.
Con las mismas dudas que anteriormente, y con solo un objetivo en pie, decide que la mejor defensa será un ataque. El impoluto músico lanza dos estocadas. La primera parece atravesar costras y carne hasta que el hueso la frena.. una segunda menos afortunada lame aquella superficie sin herir. Con una técnica mas ortodoxa de esgrima que la del elfo, se posiciona en defensa enrollándose la capa, tan suave como sacada del armario de un sastre, en el antebrazo izquierdo dejando a sus espaldas a los compañeros mas afectados por el combate.
Zevatur se levanta lleno de excrenros batidos y apuntando ala criqtura lanza una luz que hace parecer el agujero en el que están algo menos repugnante. La criatura es impactada y la furia de zevatur hace que la luz le ilumine con más fuerza.
El Otyugh frustrado lanza sus tentáculos contra sus acosadores. Gowther no tiene problema alguno en esquivar el apéndice, pero Guilbert no tiene tanta suerte. La prensil extremidad se enrosca por su brazo y los garfios de su extremo se clavan en su hombro. El bardo siente la sangre bajar por su espalda cuando el resto del tentáculo se enrosca a su alrededor y lo levanta. Kath lanza una vez más su hechizo mientras se mueve para flanquear a la bestia restante, pero sus botas resbalan con alguna sustancia desconocida en el suelo y el segundo haz de energía se estrella contra el techo. Martin con la cabeza un poco más despejada ve una oportunidad de acabar con la maltrecha bestia.
Agotado por el cansancio, la densidad de suciedad, las decenas de punzadas que sentía en su abdomen allí donde aferró su tentáculo el monstruoso ser, además de las posibles infecciones a contraer en las insalubres condiciones en las que se encontraba, Martin pudo encontrar un momento de paz interior. Sus ojos siguieron con cierta agilidad mental los movimientos de Guilbert y la nebulosa figura que era el magnífico Gowther, intentando encontrar la oportunidad adecuada para intervenir.
Fue un corte limpio, con las últimas energías que pudo recuperar, se lanzó entre el muro defensivo que habían creado ambos compañeros, a pesar de que ahora Guilbert colgaba como un guiñapo aferrado a uno de sus apéndices. Sesgó la piel repugnante, el músculo y las entrañas de la criatura allá donde se encontraba la base de sus tentáculos.... la aberración emitió un último estertor acompañado de un movimiento frenético de sus tentáculos y un berrido proveniente de lo más profundo de su interior, tras lo cual, cayó desplomada e inerte entre las heces y la putrefacción circundante.
El pícaro se arrodilló en el montículo de basura donde se encontraba, con uno de sus brazos apretando fuertemente las heridas para controlar el intenso dolor que sentía e intentando recuperar el aliento y no perder la consciencia una vez más.
- Mierda... tengo que dejar de beber... - dijo para sí mismo casi en un susurro.
Short Rest:Uso 3d8 dados de Rogue más 1d6 de la Canción de Descanso de Guilbert que se multiplican por dos por el Periapt of Wound Closure. Me quedo por tanto, tras las tiradas en Discord, con 54/58 puntos de vida. He añadido la cura de Guilbert.
El grupo se toma unos segundos para recuperar el aliento, siendo conscientes de que han salido victoriosos una vez más a una dura batalla. Renaer chapotea y se levanta, lanzando un grito de guerra que les hace dar un respingo y cogiendo la espada con ambas manos, consiguiendo lanzarse agua a la cara con el gesto. Entre roses se limpia los ojos y mira atónito a su alrededor, con los cuerpos de las criaturas a su alrededor. - Eso ha sido... ¡asombroso!! - dice mirando con renovado respeto al grupo, en especial a Martin y Kath. Con una media sonrisa dirigida al noble, Kath se asegura que Martin no tiene heridas graves y encuentra un montón de tierra y ramas arrastradas por la corriente cerca de la segunda salida de las cinco que tiene la sala, y aunque algo apretados consiguen un sitio relativamente seco y alejado de los detritus. Tras unos minutos restañando sus heridas y recuperando el aliento, la siempre solicita cazadora informa que ha encontrado otro símbolo del gremio de Xanathar en la salida diametralmente opuesta a su pequeño campamento. Ash, tumbado siente como la herida de los colmillos le escuece tanto que parece quemar y puede notar los latidos de su propio corazón en los enrojecidos bordes de las heridas. Kath también informa que ha encontrado algunos cadaveres, tres de ellos con librea de la guardia, pero que han sido saqueados hace tiempo.
Ash tomó aire entre toses, expulsando sangre a borbotones. Reviso sus costillas pero no tenía nada roto. El mordisco de esa bestia no había sido tal duro como había parecido. Se incorporó como pudo y observó la escena mientras trataba de recuperar el resuello. La sangre salpicaba su rostro pero podía adivinarse una mueca de malestar.
-Bueno, ya está bien. Tenemos la capacidad para ser un grupo imparable y nos comportamos como idiotas camorristas sin experiencia. Acabamos con una hidra, sí, pero estos comemierda casi acaban con tres de nosotros -dedicó un mirada despectiva a los cuerpos inertes de los othyluks- Se acabó la fiesta, o pensamos o no contéis conmigo en la vanguardia del siguiente combate. Esto es lo que vamos a hacer -su voz arenosa no parecía indicar que estuviera dispuesto a discutir demasiado- ...Nadie se mueve hasta Gowther active todos sus conjuros defensivos. Martin, si puedes sorprender al enemigo bien, pero tras el primer golpe te retiras tras Gowther. Te re-ti-ras hasta que puedas volver a encontrar un hueco en su defensa. Gowther, bailas demasiado bien para no aprovecharlo, entretendrás a la amenaza principal hasta que Kath, Morko y yo lleguemos. Morko y Gowther, usad esos conjuros de teleportación vuestros. Guilbert te toca asistirnos . El resto evita el combate directo, usáis la distancia, flechas, conjuros, me da igual. Os aseguráis de que tengamos una retirada posible y si ellos tienen un mago lo abatís primero. Si es posible atacaremos todos al mismo objetivo. Si algún bastardo quiere llegar a nuestros conjuradores le pararemos los pies. ¿Estamos?
El guerrero recogió sus cosas de entre la mugre con una maldición velada. Limpió la moneda hasta que volvió a alumbrar y esperó a que Martin, Kath y Gowther tomaran posiciones al frente de la comitiva sin decir nada más. La pierna le ardía y se sentía algo débil.
La elfa se recostó en la oquedad que Kath había preparado como refugio y cerró los ojos. Se sentía desorientada y confusa, débil y herida y bastante inútil después de su último ataque infructífero, como una novata una vez más. Por un momento en mucho tiempo sintió que corría verdadero peligro cuando esa bestia la zarandeó sin control, experimentando cómo su fuerza se desvanecía y abandonaba lentamente su cuerpo, sin que pudiera hacer nada al respecto.
Permaneció inmóvil durante un rato recobrando el aliento y la templanza. El entumecimiento que nublaba su mente se iba disipando, pero sentía aún un fuerte dolor en las nalgas y en la pierna debido al golpe de la caída. Miro a su alrededor cerciorándose de que sus compañeros no habían corrido una suerte peor, cuando Ash interrumpió el silencio con su discurso. Sus palabras la hicieron reflexionar unos instantes; el humano tenía razón y escuchar una voz que dirigiera de forma directa y pragmática el potencial de aquel grupo provocaba que resurgiera en ella parte de la convicción y motivación perdida en la última batalla.
Se levantó lentamente y con dificultad, sintiendo como una losa el peso de su túnica empapada por las heces, la orina y la podredumbre de aquella estancia. Había permanecido tanto tiempo expuesta que ya no percibía el olor pútrido que se colaba por sus fosas nasales y se impregnaba en los poros de su piel - Acabemos con esto cuanto antes- susurró colocándose la capucha, ocultando sus ojos y una mueca de dolor - necesito un baño - Sin más, espero a que sus compañeros se pusieran en marcha para situarse en los últimos puestos, avanzando sin poder evitar la cojera que el agudo dolor le provocaba cada vez que daba un paso.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Tras no encontrar nada significativo que pudiera arrojar algo más de luz sobre su camino, escuchó las palabras del humano guerrero. Que dispusiera de las habilidades del eladrin de aquella manera hizo musitar una mueca difícil de interpretar. Gowther solo rendía cuentas ante su pueblo y exclusivamente a las esferas más altas, ya debían sentirse honrados con su presencia en el campo de batalla. Su profesión es tratada con honor y respeto por los suyos y rara vez se dejan guiar por otros y, menos aun, por razas condenadas del plano material. En cualquier caso, ya conocía las reacciones del grupo ante afirmaciones que les llevaran la contraria... De su boca no salió nada, al fin y al cabo, el eladrin sabía que el campo de batalla no se rige con premisas aisladas o principios estancos. Aun así, que alguien de sus compañeros pretendiera establecer estrategias era en verdad novedoso e interesante para lo que había presenciado el hojacantante.
Martin, asintió en silencio ante las duras palabras de Ash, pero el muchacho de biceps de acero tenía razón, él era sólo útil en los primeros momentos del combate cuando los enemigos estaban normalmente sorprendidos si el grupo se las había apañado para acercarse con cierto sigilo, cosa que no solía suceder... después de eso, era un estorbo y se solía transformar en un saco de arena al que los enemigos solían apalizar hasta caer gravemente herido mordiendo el polvo.
Decidió entonces que era el momento de usar más a su viejo amigo el arco largo. Normalmente lo solía tener siempre amarrado seguro a la espalda junto al carcaj, pero no solía usarlo a pesar del estricto entrenamiento que había recibido por parte de los monitores que regían La Academía. Desanclando el arma de su espalda y dedicándole unos segundos para admirar su manufactura élfica, empezó a revisarla y tensar la cuerda para asegurarse de que todo estaba en orden para su nuevo rol en el grupo.
Morko limpia lo mejor que puede a Kheluzburk mientras sus compañeros descansan y se acerca a Ash y poniéndole una mano en el hombro un suave calor se trasmite a través de la mano del enano y se expande por todo el cuerpo de Ash, curándole de su enfermedad.
Tras oír a Ash dice: -No te ofendas pero el día en que un humano me diga como tengo que luchar me afeitare la barba, pero tienes razón en varias cosas, sobre todo en lo de ir a lo loco, si queremos sobrevivir dentro de la guarida de los asesinos más vale que cada uno tenga claro su papel; y te has dejado algunas. Hemos bajado aquí tras un combate que fue bastante duro en el almacén, no se como irán el resto de lanzadores pero a mi no me quedan ya muchos conjuros y si los uso para curar adiós teleport.- Haciendo una pausa añade:- O encontramos pronto a Volo a tendremos que parar a descansar... sobre todo porque el nivel de heridas que recibimos supera con creces nuestra capacidad de curación y a medida que avancemos será cada vez mas difícil poder sanarse para estar operativos.
Dicho lo cual se pone en pie y se encamina hacia el pasadizo indicado por Kath.
Tras salir volando cuando el inerte tentáculo aflojaba la presión sobre su cuerpo el bardo se incorporó, un poco húmedo, pero al momento el acero pulido de su corza recobraba su brillante aspecto, asi como el blanco radiante de su blusón con chorreras. Retirando con una mueca de dolor un garfio del Otiugh de su muslo, tanto su carne como su pantalón parecen cerrarse como si nunca hubiera estado aquel puntiagudo apéndice. Un bardo listo para revista.
Una vez en pie recobró conciencia de la lucha allí ocurrida. En seguida vió a sus compañeros mas afectados. Seguía dudando si lanzarse al ataque y no socorrer a sus compañeros había sido un buen movimiento. Aunque hubiera salido bien esta vez debía repasar lo idóneo de esa estrategia. Martin y Ash escupían sangre mientras sujetaban vendas contra sus heridas abiertas. Él bardo mismo estaba herido pero despreciable viendo el resto de heridos. Como bardo de batalla de la orden también estab instruido en el triaje posterior a la batalla. Uno a uno fue valorando las heridas uno por uno.. hasta que su mirada no pudo encontrar a Helayna. Una punzada atravesó su estómago y con una leve cojera al fin dio con ella malherida.
-No me dejes ahora..- le dice a la elfa mientras revisa sus feas heridas y ayuda a incorporarse..- Solo hemos empezado la visita guiada.. bienvenida a mi ciudad.- Le repite menos jovial que cuando se lo dijo al llegar a Waterdeep dos días atrás.- Déjame que haga algo con esas heridas.. Es un cántico que los druidas de las Sword Mountains me legaron. Son palabras de poder que piden a dioses olvidados de la naturaleza la sanación de lo vivo.
Cogiendo la mano de la pálida elfa coloca la otra sobre las heridas mas graves mientras recita un salmo en una lengua hace mucho tiempo olvidada. Calor, escozor, y alivio.
Tras ayudarla a llegar hasta la zona despejada por Kath Guilbert extrae vendas para que sus compañeros puedan hacer primeras curas. Con la gaita desmontada y en un lugar con tanta resonancia como aquel, decide realizar un cántico controlando el volumen de su voz para solo ser escuchado por los allí reunidos. La canción consigue trasportar la mente de los aventureros por un instante lejos de aquella inmundicia.. reconfortando y dando calidez a los maltrechos exploradores.
Es al terminar y recibir el rapapolvo mas que merecido por parte de Ash cuando su atención se centra en Martin. El bravo a la par que inconsciente ranger, con muy poco aprecio a su integridad trata de vendar y presionar sobre diversas hemorragias, algunas heridas sufridas sobre otras antiguas aún sin curar..
-Quizá tenga razón.. en una de estas vamos a perderte..-Dice mientras coloca ambas manos sobre una vendaje teñido de rojo que denota una herida aún abierta..- Quizá conozcas este canto druidico.. espero que alivie este pesar.
Guilbert casts Cure Wounds!
Martin
Damage: - ( 1d8 (2) + 5 ) [heal] = -7
Un elegante y recuperado bardo se levanta y estira su blusa mas blanca que el día que la estrenó. Sus secas posaderas dejan sin embargo un resto mojado y de color poco elegante allí donde estaba sentado.
-La estrategia nunca sobra.. ahora hay que ponerla en práctica.- le dice a Ash dándole una palmada en el hombro.- Cuenta conmigo.. Y cuando los demás estén listos seguimos, estamos ya demasiado pringados como para dar marcha atrás..-dice mirando el lamentable estado en el que todos menos él parecen estar.
Ash observó con atención velada las reacciones de cada uno de sus compañeros a su pequeño discurso.El eladrin guardaba silencio, pero era una máscara pétrea de orgullo, lo que no presagiaba nada bueno. El guerrero tomó nota mental de todo. Aceptó los cuidados de enano con cierta frialdad, profesionalidad diríase. Asintió a Martin y a Guilbert cuando se dirigieron a él directa o indirectamente. Cuando el color volvió a su rostro, limpia la sangre de la ponzoña de los monstruos, se acercó a Helanya.
-¿Cómo estás? ¿Puedes seguir? Tengo alguna poción si la necesitas -observó sus heridas una vez tratadas por Guilbert- tienes valor, me gusta eso -le sonrió- si vamos a seguir bajando ¿Te importa contarme que más sabes hacer, tu bastón?... Zevatur también debería estar al tanto. He visto tus rayos de hielo, buena puntería, ¿con qué más podemos contar?
Visiblemente sorprendida por el acercamiento de Ash más que por el contenido de sus palabras, la shadar-kai se detuvo momentáneamente y se retiro la capucha de los ojos, para poder mirarle directamente. Su sonrisa cansada no podía ocultar del todo la preocupación y el dolor que aún sentía en todo el cuerpo, aunque los cuidados de Guilbert habían conseguido paliar los de mayor gravedad.
- Puedo seguir, gracias Ash - le respondió, mirándole de arriba abajo, detectando su visible mejoría - me alegro de que te encuentres mejor, hemos estado cerca de no poder contarlo esta vez - apoyó una de sus manos en el pecho del guerrero con suavidad - y te agradezco el ofrecimiento pero mejor guarda esas pociones para más adelante, sinceramente no creo que el panorama mejore adentrándonos por estos pasillos - y continuó caminando despacio, intentando disimular sin mucho éxito su cojera mientras escuchaba las preguntas de su compañero.
No pudo evitar soltar una pequeña risa avergonzada cuando mencionó su puntería; sabía que el humano pretendía ser amable y realmente apreció el detalle, pero era muy consciente de que su intervención en aquella batalla había sido extremadamente ineficiente - generalmente intento ser más certera, pero esta superficie traicionera resbala demasiado - dijo mientras aferraba con fuerza el bastón y se ayudaba de él, asegurándolo bien en el suelo.
También se había dado cuenta, a lo largo de aquellas jornadas, de las miradas que el regalo de la Reina Cuervo provocaba a su alrededor. Sabía que era un arma poderosa con la que aún no había experimentado, quizá por respeto o por la sutil sensación de no sentirse digna de ella. Miró a los ojos a Ash con la intención de saciar su curiosidad - me dice cosas - dijo con aplastante convicción - me avisa de peligros y es el transmisor de mi intuición más inconsciente... pero imagino que no es ese el aspecto que te interesa- se obligó a dejar de divagar y centrase en lo concreto - me ayuda a canalizar mi magia de manera más eficiente, me otorga la posibilidad de conjurar hechizos de protección e incluso de curación. Pero para ser sincera aún no he tenido muchas ocasiones de ponerlo a prueba - de pronto estas palabras le sonaron absurdas después de haber estado a punto de perder la vida - estoy más familiarizada con mi magia de hielo, ¡pero me fascina el fuego de Zevatur! - dijo mostrando en su voz esa emoción que parecía haber desaparecido después de los recientes acontecimientos - esa bola ha sido realmente increíble, ¿no crees? - miró a su alrededor intentando detectar al semi-demonio rojo - sí, creo que Zevatur y yo podríamos aprender mucho el uno del otro.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Tras unos minutos de descanso, el grupo vuelve a ponerse en marcha, esta vez decididos a probar los consejos de Ash en lo referente a estrategia en la batalla. No en vano confían en el resto de miembros en sus respectivos campos, quizá sea hora de empezar a prestar atención al guerrero en el suyo.
Avanzar por el nuevo pasadizo se hace pesado. Pese a ser muy similar a los del piso superior, la extrema cautela con la que los exploradores avanzan, el dolor de sus recientes heridas y la aún más resbaladiza superficie, hace que avancen entre chapoteos, resbalones y no pocas maldiciones. Renaer, tras su arranque de entusiasmo ha enmudecido y pasado a un discreto segundo plano, dolorosamente consciente de que el guerrero no le ha incluido en su estrategia. Esta vez no ha envainado la espada que cogió a uno de los zhentarim muertos, e intenta no saltar cuando algo roza su pierna al ir por el agua o una rata salta de su escondite asustada por los ruidos metálicos que acompañan los pasos del enano.
Sin embargo, la cautela de Martin al avanzar tiene su recompensa. En un momento dado cierra el puño elevándolo a la altura de su cabeza y Kath y los demás se quedan completamente quietos ante la señal convenida.
- Ahí -dice señalando a Kath una zona del suelo - y ahí... y otro más ahí... y otro más... y en las paredes... y uno más en el techo... -
La muchacha tarda un poco en ver a qué se refiere su mentor pero finalmente descubre los glifos casi imperceptibles que cubren el suelo y algunos por las paredes del pasadizo. Vuelven sobre sus pasos e informan al resto. Sin duda alguien se ha tomado muchas molestias para proteger esa sección del pasillo con magia. Tal y como informan Helanya y Gowther al resto, esos glifos pueden contener cualquier tipo de hechizo protector. Pueden estar preparados para estallar o para paralizar a quien los active. Ambos magos saben que, a la hora de lanzar el hechizo, puede elegirse qué personas no activaran las runas, por lo que suele ser un método muy eficaz para mantener a aquellos que no deben estar o entrar en un lugar lejos. También saben que la magia empleada en ocultarlos es sutil y hasta ahora no habían encontrado a nadie capaz de detectarla sin ayuda de la magia, lo que es, sin duda, una hazaña impresionante.
Martin les explica que hay tres filas de glifos en el suelo, cubriendo todo el pasadizo incluso por debajo del agua, están divididas en una configuración de 5 - 4 -5. A la altura de la segunda fila es donde hay dos glifos en las paredes y uno en el techo.
Al terminar el combate Zevatur permanece callado y con la mirada baja ante las palabras de Ash, durante el descanso, ante el alago de Helaya, durante las discusiones por las runas... Cuando finalmente habla, aprovechando un momento de reflexión ante la trampa mágica, su voz es suave, arrepentida. - Lo siento... el inicio del combate, las graves heridas que hemos recibido... es culpa mía. Estaba enfadado y las emociones me impulsaron a iniciar un ataque sin estar realmente preparados. - Niega con la cabeza - Ash tiene razón y deberíamos coordinarnos mejor. Intentare comedirme de ahora en adelante.
Después señala las runas... quizás no podamos desactivarlas de forma sutil, pero seguro que podemos destruirlas, no... - Quizás podamos destruir las runas desde lejos con nuestras habilidades mágicas, o destruir la piedra que está debajo, o quizás arrancarlos de la piedra a lo bruto desde lejos. - Dice haciendo el gesto que desencadena uno de sus cantrips sin llegar a lanzarlo. - Si os alejáis puedo intentar empezar a destruirlos.
Al acabar de escuchar las palabras de arrepentimiento de Zevatur. -Podría haber sido peor...- Dijo quitándole hierro al asunto y concentrado en resolver la situación que tenían entre manos.-Creo que la idea es el sigilo, aunque parezca que desde que hayamos entrado nuestras acciones busquen lo contrario. Los glifos de este tipo suelen provocar daños, los de este tipo controlan o paralizan y los de este tipo pueden generar todo tipo de efectos, como cambiar las características del objetivo afectado. Existen hechizos capaces de anular estos glifos, pero lamentablemente yo no dispongo de ese tipo de magia por ahora, no se si alguien de aquí es capaz...-Dijo mirando a los que habían mostrado aptitudes mágicas.- Tampoco tenemos manera de alterar el espacio y poder cruzar sin pasar por las runas, al menos grupalmente. Morko y yo podríamos cruzar, pero puede que el resto siga en la misma situación...-Retomando la idea de Zevatur- Por otro lado, si nuestras cartas son activar los glifos accidentalmente, tal vez lo mejor sea forzar esta situación. Este tipo de hechizos suelen finalizar una vez son activados... Pareceque estamos en un punto muerto.
Morko no se lo puede creer, como demonios han acabado en esta situación, tirados en un colector de las cloacas y apunto de ser devorados por dos bestias repugnantes; pero no hay tiempo para pensar.
Levantándose y chorreando agua putrefacta por toda la armadura, descarga a Kheluzburk contra la criatura que parece más herida y sonríe al sentir como el filo del hacha penetra en la carne de la bestia. Recuperando la poderosa hacha, vuelve a atacar a la bestia y cuando el filo del arma se hunde en la carne, las runas del hacha se enciende con el poder sagrado de la cólera de Moradhin.
Echando una rápida mirada a su alrededor ve que la situación empieza a ser crítica, por lo que recurre a los poderes de Moradhin y centra el poder protector del dios en Martin.
(Me levanta, ataco y BA shield of faith)
Kath ve de nuevo a dos de sus compañeros siendo zarandeados por una de las bestias y lanza su magia contra ella. Una vez más la energía mágica impacta en la cabeza y la enorme criatura cae. Los tentáculos laxos liberan a Ash y Helanya. El otro haz de energía impacta al restante otyugh.
Martin, aún mareado por el golpe anterior, intenta acercarse y atacar a la criatura que lucha contra Gowther, pero aún está demasiado aturdido, al igual que Helanya que, al intentar apoyarse en la pierna herida, el dolor le hace errar su disparo.
El eladrin, que ha tenido que desviar el tentáculo que ha estado a punto de atraparle, con su espada se apresta para combatir.
PbP Character: A few ;)
Parecía que la situación comenzaba a corregirse, no sin antes ver como parte de sus compañeros caían bajo la presa de aquella abominable bestia. Convocando una vez más el poder el fuego élfico, su espada silente comenzó una canción de guerra que recordaba eras antiguas donde la lucha era un reto diario. Por un momento parecía una actuación teatral perfectamente acompasada... Nada más lejos de la realidad, quien se parase a leer entre líneas y entendiera algo de interpretación, esa melodía hacía alusión a un cantar de gesta sobre Aegnor y su antiguo dueño, Fendragnör y como sus hazañas defendieron al pueblo eladrin. Si algo caracteriza a los elfos es el tiempo que tienen por delante y el que ya dejaron atrás, tiempo de experiencia que en manos adecuadas dan lugar a héroes como Gotwther, hojacantante de la casa del león y miembro de la guardia real.
La espada envuelta en llamas argénteas, clamaba venganza, y por ello, cortó limpiamente el cuerpo de aquella bestia abrasando la herida y dejando la hoja intacta.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
-Si así cantan vuestras espadas, como lo harán vuestros bardos..- dice sonriendo mientras se pone codo con codo con el prismáticamente difuminado eladrin.- Hagamos de muro para proteger al resto. Y déjame colorear esa brava melodía.. - dice el espadachín bigotudo mientras extrae el flautín del cinto provocando una segunda voz que acompaña y añade profundidad a las hazañas de Aegnor y Fendragnör esperando que aquello motive aún mas a Gowther.
BA.
Bardic inspiration a Gowther.
Con las mismas dudas que anteriormente, y con solo un objetivo en pie, decide que la mejor defensa será un ataque. El impoluto músico lanza dos estocadas. La primera parece atravesar costras y carne hasta que el hueso la frena.. una segunda menos afortunada lame aquella superficie sin herir. Con una técnica mas ortodoxa de esgrima que la del elfo, se posiciona en defensa enrollándose la capa, tan suave como sacada del armario de un sastre, en el antebrazo izquierdo dejando a sus espaldas a los compañeros mas afectados por el combate.
Zevatur se levanta lleno de excrenros batidos y apuntando ala criqtura lanza una luz que hace parecer el agujero en el que están algo menos repugnante. La criatura es impactada y la furia de zevatur hace que la luz le ilumine con más fuerza.
Movimiento me levanto
Action guiding bolt
Minor conjuro nivel 1 a sorcery points
Zevatur, Rolthos
Con solo una de las bestias en pie, Morko lanza a kheluzburk y la poderosa hacha vuelve a probar la carne de su enemigo.
Tras realizar sus ataques el paladín se acerca hacia la maga herida mientras mantiene el conjuro con el que está ayudando a Maetin
El Otyugh frustrado lanza sus tentáculos contra sus acosadores. Gowther no tiene problema alguno en esquivar el apéndice, pero Guilbert no tiene tanta suerte. La prensil extremidad se enrosca por su brazo y los garfios de su extremo se clavan en su hombro. El bardo siente la sangre bajar por su espalda cuando el resto del tentáculo se enrosca a su alrededor y lo levanta.
Kath lanza una vez más su hechizo mientras se mueve para flanquear a la bestia restante, pero sus botas resbalan con alguna sustancia desconocida en el suelo y el segundo haz de energía se estrella contra el techo.
Martin con la cabeza un poco más despejada ve una oportunidad de acabar con la maltrecha bestia.
PbP Character: A few ;)
Agotado por el cansancio, la densidad de suciedad, las decenas de punzadas que sentía en su abdomen allí donde aferró su tentáculo el monstruoso ser, además de las posibles infecciones a contraer en las insalubres condiciones en las que se encontraba, Martin pudo encontrar un momento de paz interior. Sus ojos siguieron con cierta agilidad mental los movimientos de Guilbert y la nebulosa figura que era el magnífico Gowther, intentando encontrar la oportunidad adecuada para intervenir.
Fue un corte limpio, con las últimas energías que pudo recuperar, se lanzó entre el muro defensivo que habían creado ambos compañeros, a pesar de que ahora Guilbert colgaba como un guiñapo aferrado a uno de sus apéndices. Sesgó la piel repugnante, el músculo y las entrañas de la criatura allá donde se encontraba la base de sus tentáculos.... la aberración emitió un último estertor acompañado de un movimiento frenético de sus tentáculos y un berrido proveniente de lo más profundo de su interior, tras lo cual, cayó desplomada e inerte entre las heces y la putrefacción circundante.
El pícaro se arrodilló en el montículo de basura donde se encontraba, con uno de sus brazos apretando fuertemente las heridas para controlar el intenso dolor que sentía e intentando recuperar el aliento y no perder la consciencia una vez más.
- Mierda... tengo que dejar de beber... - dijo para sí mismo casi en un susurro.
Short Rest: Uso 3d8 dados de Rogue más 1d6 de la Canción de Descanso de Guilbert que se multiplican por dos por el Periapt of Wound Closure. Me quedo por tanto, tras las tiradas en Discord, con 54/58 puntos de vida. He añadido la cura de Guilbert.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El grupo se toma unos segundos para recuperar el aliento, siendo conscientes de que han salido victoriosos una vez más a una dura batalla.
Renaer chapotea y se levanta, lanzando un grito de guerra que les hace dar un respingo y cogiendo la espada con ambas manos, consiguiendo lanzarse agua a la cara con el gesto. Entre roses se limpia los ojos y mira atónito a su alrededor, con los cuerpos de las criaturas a su alrededor.
- Eso ha sido... ¡asombroso!! - dice mirando con renovado respeto al grupo, en especial a Martin y Kath.
Con una media sonrisa dirigida al noble, Kath se asegura que Martin no tiene heridas graves y encuentra un montón de tierra y ramas arrastradas por la corriente cerca de la segunda salida de las cinco que tiene la sala, y aunque algo apretados consiguen un sitio relativamente seco y alejado de los detritus.
Tras unos minutos restañando sus heridas y recuperando el aliento, la siempre solicita cazadora informa que ha encontrado otro símbolo del gremio de Xanathar en la salida diametralmente opuesta a su pequeño campamento.
Ash, tumbado siente como la herida de los colmillos le escuece tanto que parece quemar y puede notar los latidos de su propio corazón en los enrojecidos bordes de las heridas.
Kath también informa que ha encontrado algunos cadaveres, tres de ellos con librea de la guardia, pero que han sido saqueados hace tiempo.
PbP Character: A few ;)
Ash tomó aire entre toses, expulsando sangre a borbotones. Reviso sus costillas pero no tenía nada roto. El mordisco de esa bestia no había sido tal duro como había parecido. Se incorporó como pudo y observó la escena mientras trataba de recuperar el resuello. La sangre salpicaba su rostro pero podía adivinarse una mueca de malestar.
-Bueno, ya está bien. Tenemos la capacidad para ser un grupo imparable y nos comportamos como idiotas camorristas sin experiencia. Acabamos con una hidra, sí, pero estos comemierda casi acaban con tres de nosotros -dedicó un mirada despectiva a los cuerpos inertes de los othyluks- Se acabó la fiesta, o pensamos o no contéis conmigo en la vanguardia del siguiente combate. Esto es lo que vamos a hacer -su voz arenosa no parecía indicar que estuviera dispuesto a discutir demasiado- ...Nadie se mueve hasta Gowther active todos sus conjuros defensivos. Martin, si puedes sorprender al enemigo bien, pero tras el primer golpe te retiras tras Gowther. Te re-ti-ras hasta que puedas volver a encontrar un hueco en su defensa. Gowther, bailas demasiado bien para no aprovecharlo, entretendrás a la amenaza principal hasta que Kath, Morko y yo lleguemos. Morko y Gowther, usad esos conjuros de teleportación vuestros. Guilbert te toca asistirnos . El resto evita el combate directo, usáis la distancia, flechas, conjuros, me da igual. Os aseguráis de que tengamos una retirada posible y si ellos tienen un mago lo abatís primero. Si es posible atacaremos todos al mismo objetivo. Si algún bastardo quiere llegar a nuestros conjuradores le pararemos los pies. ¿Estamos?
El guerrero recogió sus cosas de entre la mugre con una maldición velada. Limpió la moneda hasta que volvió a alumbrar y esperó a que Martin, Kath y Gowther tomaran posiciones al frente de la comitiva sin decir nada más. La pierna le ardía y se sentía algo débil.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
La elfa se recostó en la oquedad que Kath había preparado como refugio y cerró los ojos. Se sentía desorientada y confusa, débil y herida y bastante inútil después de su último ataque infructífero, como una novata una vez más. Por un momento en mucho tiempo sintió que corría verdadero peligro cuando esa bestia la zarandeó sin control, experimentando cómo su fuerza se desvanecía y abandonaba lentamente su cuerpo, sin que pudiera hacer nada al respecto.
Permaneció inmóvil durante un rato recobrando el aliento y la templanza. El entumecimiento que nublaba su mente se iba disipando, pero sentía aún un fuerte dolor en las nalgas y en la pierna debido al golpe de la caída. Miro a su alrededor cerciorándose de que sus compañeros no habían corrido una suerte peor, cuando Ash interrumpió el silencio con su discurso. Sus palabras la hicieron reflexionar unos instantes; el humano tenía razón y escuchar una voz que dirigiera de forma directa y pragmática el potencial de aquel grupo provocaba que resurgiera en ella parte de la convicción y motivación perdida en la última batalla.
Se levantó lentamente y con dificultad, sintiendo como una losa el peso de su túnica empapada por las heces, la orina y la podredumbre de aquella estancia. Había permanecido tanto tiempo expuesta que ya no percibía el olor pútrido que se colaba por sus fosas nasales y se impregnaba en los poros de su piel - Acabemos con esto cuanto antes - susurró colocándose la capucha, ocultando sus ojos y una mueca de dolor - necesito un baño - Sin más, espero a que sus compañeros se pusieran en marcha para situarse en los últimos puestos, avanzando sin poder evitar la cojera que el agudo dolor le provocaba cada vez que daba un paso.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Tras no encontrar nada significativo que pudiera arrojar algo más de luz sobre su camino, escuchó las palabras del humano guerrero. Que dispusiera de las habilidades del eladrin de aquella manera hizo musitar una mueca difícil de interpretar. Gowther solo rendía cuentas ante su pueblo y exclusivamente a las esferas más altas, ya debían sentirse honrados con su presencia en el campo de batalla. Su profesión es tratada con honor y respeto por los suyos y rara vez se dejan guiar por otros y, menos aun, por razas condenadas del plano material. En cualquier caso, ya conocía las reacciones del grupo ante afirmaciones que les llevaran la contraria... De su boca no salió nada, al fin y al cabo, el eladrin sabía que el campo de batalla no se rige con premisas aisladas o principios estancos. Aun así, que alguien de sus compañeros pretendiera establecer estrategias era en verdad novedoso e interesante para lo que había presenciado el hojacantante.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Martin, asintió en silencio ante las duras palabras de Ash, pero el muchacho de biceps de acero tenía razón, él era sólo útil en los primeros momentos del combate cuando los enemigos estaban normalmente sorprendidos si el grupo se las había apañado para acercarse con cierto sigilo, cosa que no solía suceder... después de eso, era un estorbo y se solía transformar en un saco de arena al que los enemigos solían apalizar hasta caer gravemente herido mordiendo el polvo.
Decidió entonces que era el momento de usar más a su viejo amigo el arco largo. Normalmente lo solía tener siempre amarrado seguro a la espalda junto al carcaj, pero no solía usarlo a pesar del estricto entrenamiento que había recibido por parte de los monitores que regían La Academía. Desanclando el arma de su espalda y dedicándole unos segundos para admirar su manufactura élfica, empezó a revisarla y tensar la cuerda para asegurarse de que todo estaba en orden para su nuevo rol en el grupo.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Morko limpia lo mejor que puede a Kheluzburk mientras sus compañeros descansan y se acerca a Ash y poniéndole una mano en el hombro un suave calor se trasmite a través de la mano del enano y se expande por todo el cuerpo de Ash, curándole de su enfermedad.
Tras oír a Ash dice: -No te ofendas pero el día en que un humano me diga como tengo que luchar me afeitare la barba, pero tienes razón en varias cosas, sobre todo en lo de ir a lo loco, si queremos sobrevivir dentro de la guarida de los asesinos más vale que cada uno tenga claro su papel; y te has dejado algunas. Hemos bajado aquí tras un combate que fue bastante duro en el almacén, no se como irán el resto de lanzadores pero a mi no me quedan ya muchos conjuros y si los uso para curar adiós teleport.- Haciendo una pausa añade:- O encontramos pronto a Volo a tendremos que parar a descansar... sobre todo porque el nivel de heridas que recibimos supera con creces nuestra capacidad de curación y a medida que avancemos será cada vez mas difícil poder sanarse para estar operativos.
Dicho lo cual se pone en pie y se encamina hacia el pasadizo indicado por Kath.
Tras salir volando cuando el inerte tentáculo aflojaba la presión sobre su cuerpo el bardo se incorporó, un poco húmedo, pero al momento el acero pulido de su corza recobraba su brillante aspecto, asi como el blanco radiante de su blusón con chorreras. Retirando con una mueca de dolor un garfio del Otiugh de su muslo, tanto su carne como su pantalón parecen cerrarse como si nunca hubiera estado aquel puntiagudo apéndice. Un bardo listo para revista.
Una vez en pie recobró conciencia de la lucha allí ocurrida. En seguida vió a sus compañeros mas afectados. Seguía dudando si lanzarse al ataque y no socorrer a sus compañeros había sido un buen movimiento. Aunque hubiera salido bien esta vez debía repasar lo idóneo de esa estrategia. Martin y Ash escupían sangre mientras sujetaban vendas contra sus heridas abiertas. Él bardo mismo estaba herido pero despreciable viendo el resto de heridos. Como bardo de batalla de la orden también estab instruido en el triaje posterior a la batalla. Uno a uno fue valorando las heridas uno por uno.. hasta que su mirada no pudo encontrar a Helayna. Una punzada atravesó su estómago y con una leve cojera al fin dio con ella malherida.
-No me dejes ahora..- le dice a la elfa mientras revisa sus feas heridas y ayuda a incorporarse..- Solo hemos empezado la visita guiada.. bienvenida a mi ciudad.- Le repite menos jovial que cuando se lo dijo al llegar a Waterdeep dos días atrás.- Déjame que haga algo con esas heridas.. Es un cántico que los druidas de las Sword Mountains me legaron. Son palabras de poder que piden a dioses olvidados de la naturaleza la sanación de lo vivo.
Cogiendo la mano de la pálida elfa coloca la otra sobre las heridas mas graves mientras recita un salmo en una lengua hace mucho tiempo olvidada. Calor, escozor, y alivio.
-13
Tras ayudarla a llegar hasta la zona despejada por Kath Guilbert extrae vendas para que sus compañeros puedan hacer primeras curas. Con la gaita desmontada y en un lugar con tanta resonancia como aquel, decide realizar un cántico controlando el volumen de su voz para solo ser escuchado por los allí reunidos. La canción consigue trasportar la mente de los aventureros por un instante lejos de aquella inmundicia.. reconfortando y dando calidez a los maltrechos exploradores.
Es al terminar y recibir el rapapolvo mas que merecido por parte de Ash cuando su atención se centra en Martin. El bravo a la par que inconsciente ranger, con muy poco aprecio a su integridad trata de vendar y presionar sobre diversas hemorragias, algunas heridas sufridas sobre otras antiguas aún sin curar..
-Quizá tenga razón.. en una de estas vamos a perderte.. -Dice mientras coloca ambas manos sobre una vendaje teñido de rojo que denota una herida aún abierta..- Quizá conozcas este canto druidico.. espero que alivie este pesar.
-7
Un elegante y recuperado bardo se levanta y estira su blusa mas blanca que el día que la estrenó. Sus secas posaderas dejan sin embargo un resto mojado y de color poco elegante allí donde estaba sentado.
-La estrategia nunca sobra.. ahora hay que ponerla en práctica.- le dice a Ash dándole una palmada en el hombro.- Cuenta conmigo.. Y cuando los demás estén listos seguimos, estamos ya demasiado pringados como para dar marcha atrás..-dice mirando el lamentable estado en el que todos menos él parecen estar.
Ash observó con atención velada las reacciones de cada uno de sus compañeros a su pequeño discurso.El eladrin guardaba silencio, pero era una máscara pétrea de orgullo, lo que no presagiaba nada bueno. El guerrero tomó nota mental de todo. Aceptó los cuidados de enano con cierta frialdad, profesionalidad diríase. Asintió a Martin y a Guilbert cuando se dirigieron a él directa o indirectamente. Cuando el color volvió a su rostro, limpia la sangre de la ponzoña de los monstruos, se acercó a Helanya.
-¿Cómo estás? ¿Puedes seguir? Tengo alguna poción si la necesitas -observó sus heridas una vez tratadas por Guilbert- tienes valor, me gusta eso -le sonrió- si vamos a seguir bajando ¿Te importa contarme que más sabes hacer, tu bastón?... Zevatur también debería estar al tanto. He visto tus rayos de hielo, buena puntería, ¿con qué más podemos contar?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Visiblemente sorprendida por el acercamiento de Ash más que por el contenido de sus palabras, la shadar-kai se detuvo momentáneamente y se retiro la capucha de los ojos, para poder mirarle directamente. Su sonrisa cansada no podía ocultar del todo la preocupación y el dolor que aún sentía en todo el cuerpo, aunque los cuidados de Guilbert habían conseguido paliar los de mayor gravedad.
- Puedo seguir, gracias Ash - le respondió, mirándole de arriba abajo, detectando su visible mejoría - me alegro de que te encuentres mejor, hemos estado cerca de no poder contarlo esta vez - apoyó una de sus manos en el pecho del guerrero con suavidad - y te agradezco el ofrecimiento pero mejor guarda esas pociones para más adelante, sinceramente no creo que el panorama mejore adentrándonos por estos pasillos - y continuó caminando despacio, intentando disimular sin mucho éxito su cojera mientras escuchaba las preguntas de su compañero.
No pudo evitar soltar una pequeña risa avergonzada cuando mencionó su puntería; sabía que el humano pretendía ser amable y realmente apreció el detalle, pero era muy consciente de que su intervención en aquella batalla había sido extremadamente ineficiente - generalmente intento ser más certera, pero esta superficie traicionera resbala demasiado - dijo mientras aferraba con fuerza el bastón y se ayudaba de él, asegurándolo bien en el suelo.
También se había dado cuenta, a lo largo de aquellas jornadas, de las miradas que el regalo de la Reina Cuervo provocaba a su alrededor. Sabía que era un arma poderosa con la que aún no había experimentado, quizá por respeto o por la sutil sensación de no sentirse digna de ella. Miró a los ojos a Ash con la intención de saciar su curiosidad - me dice cosas - dijo con aplastante convicción - me avisa de peligros y es el transmisor de mi intuición más inconsciente... pero imagino que no es ese el aspecto que te interesa - se obligó a dejar de divagar y centrase en lo concreto - me ayuda a canalizar mi magia de manera más eficiente, me otorga la posibilidad de conjurar hechizos de protección e incluso de curación. Pero para ser sincera aún no he tenido muchas ocasiones de ponerlo a prueba - de pronto estas palabras le sonaron absurdas después de haber estado a punto de perder la vida - estoy más familiarizada con mi magia de hielo, ¡pero me fascina el fuego de Zevatur! - dijo mostrando en su voz esa emoción que parecía haber desaparecido después de los recientes acontecimientos - esa bola ha sido realmente increíble, ¿no crees? - miró a su alrededor intentando detectar al semi-demonio rojo - sí, creo que Zevatur y yo podríamos aprender mucho el uno del otro.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Tras unos minutos de descanso, el grupo vuelve a ponerse en marcha, esta vez decididos a probar los consejos de Ash en lo referente a estrategia en la batalla. No en vano confían en el resto de miembros en sus respectivos campos, quizá sea hora de empezar a prestar atención al guerrero en el suyo.
Avanzar por el nuevo pasadizo se hace pesado. Pese a ser muy similar a los del piso superior, la extrema cautela con la que los exploradores avanzan, el dolor de sus recientes heridas y la aún más resbaladiza superficie, hace que avancen entre chapoteos, resbalones y no pocas maldiciones. Renaer, tras su arranque de entusiasmo ha enmudecido y pasado a un discreto segundo plano, dolorosamente consciente de que el guerrero no le ha incluido en su estrategia. Esta vez no ha envainado la espada que cogió a uno de los zhentarim muertos, e intenta no saltar cuando algo roza su pierna al ir por el agua o una rata salta de su escondite asustada por los ruidos metálicos que acompañan los pasos del enano.
Sin embargo, la cautela de Martin al avanzar tiene su recompensa. En un momento dado cierra el puño elevándolo a la altura de su cabeza y Kath y los demás se quedan completamente quietos ante la señal convenida.
- Ahí - dice señalando a Kath una zona del suelo - y ahí... y otro más ahí... y otro más... y en las paredes... y uno más en el techo... -
La muchacha tarda un poco en ver a qué se refiere su mentor pero finalmente descubre los glifos casi imperceptibles que cubren el suelo y algunos por las paredes del pasadizo. Vuelven sobre sus pasos e informan al resto. Sin duda alguien se ha tomado muchas molestias para proteger esa sección del pasillo con magia. Tal y como informan Helanya y Gowther al resto, esos glifos pueden contener cualquier tipo de hechizo protector. Pueden estar preparados para estallar o para paralizar a quien los active. Ambos magos saben que, a la hora de lanzar el hechizo, puede elegirse qué personas no activaran las runas, por lo que suele ser un método muy eficaz para mantener a aquellos que no deben estar o entrar en un lugar lejos. También saben que la magia empleada en ocultarlos es sutil y hasta ahora no habían encontrado a nadie capaz de detectarla sin ayuda de la magia, lo que es, sin duda, una hazaña impresionante.
Martin les explica que hay tres filas de glifos en el suelo, cubriendo todo el pasadizo incluso por debajo del agua, están divididas en una configuración de 5 - 4 -5. A la altura de la segunda fila es donde hay dos glifos en las paredes y uno en el techo.
| X - X - X - X - X |
|P X - X T X - X P|
| X - X - X - X - X |
Donde X es suelo, P pared y T Techo.
PbP Character: A few ;)
Al terminar el combate Zevatur permanece callado y con la mirada baja ante las palabras de Ash, durante el descanso, ante el alago de Helaya, durante las discusiones por las runas... Cuando finalmente habla, aprovechando un momento de reflexión ante la trampa mágica, su voz es suave, arrepentida. - Lo siento... el inicio del combate, las graves heridas que hemos recibido... es culpa mía. Estaba enfadado y las emociones me impulsaron a iniciar un ataque sin estar realmente preparados. - Niega con la cabeza - Ash tiene razón y deberíamos coordinarnos mejor. Intentare comedirme de ahora en adelante.
Después señala las runas... quizás no podamos desactivarlas de forma sutil, pero seguro que podemos destruirlas, no... - Quizás podamos destruir las runas desde lejos con nuestras habilidades mágicas, o destruir la piedra que está debajo, o quizás arrancarlos de la piedra a lo bruto desde lejos. - Dice haciendo el gesto que desencadena uno de sus cantrips sin llegar a lanzarlo. - Si os alejáis puedo intentar empezar a destruirlos.
Zevatur, Rolthos
Al acabar de escuchar las palabras de arrepentimiento de Zevatur. -Podría haber sido peor...- Dijo quitándole hierro al asunto y concentrado en resolver la situación que tenían entre manos.-Creo que la idea es el sigilo, aunque parezca que desde que hayamos entrado nuestras acciones busquen lo contrario. Los glifos de este tipo suelen provocar daños, los de este tipo controlan o paralizan y los de este tipo pueden generar todo tipo de efectos, como cambiar las características del objetivo afectado. Existen hechizos capaces de anular estos glifos, pero lamentablemente yo no dispongo de ese tipo de magia por ahora, no se si alguien de aquí es capaz...-Dijo mirando a los que habían mostrado aptitudes mágicas.- Tampoco tenemos manera de alterar el espacio y poder cruzar sin pasar por las runas, al menos grupalmente. Morko y yo podríamos cruzar, pero puede que el resto siga en la misma situación... -Retomando la idea de Zevatur- Por otro lado, si nuestras cartas son activar los glifos accidentalmente, tal vez lo mejor sea forzar esta situación. Este tipo de hechizos suelen finalizar una vez son activados... Parece que estamos en un punto muerto.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.