Gloom emitió un sonoro graznido como respuesta al del compañero del mestizo, abandonando el hombro de la elfa para acercarse a su nuevo amigo y revoloteó juguetona esperando que Seeker se uniera a ella. 

Aunque en un principio la propuesta del semi-elfo había despertado el interés de la hechicera, no tenían menos razón sus compañeros al oponerse y dar prioridad a la investigación. 

- Tengo mucha curiosidad por descubrir las costumbres de los enanos, y de probar su bebida y su comida que seguro serán deliciosas - dijo mirando a Martin y Morko alternativamente - pero no sabemos el peligro en el que estará inmersa Lady Kyma y, tras nuestra experiencia en las cloacas, me atrevo a afirmar que un par de horas pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte - su rostro se ensombreció ligeramente y guardó silencio. Momentos después, aceptó con agrado el obsequio de Martin y escondió la baya en uno de los bolsillos de su túnica, preparándose para ir en busca de aquel enano que les ofrecería los detalles de la misión. 

Ash observó el arranque de Zevatur con una sonrisa.

-Me alegra que estemos todos de acuerdo, -comentó con una sonrisa cínica aun en la comisura de los labios- ahora, ¿por dónde se va a las minas? -preguntó a Morko.

El grupo descendió los niveles de la ciudad enana poco a poco, preguntando a cada paso a los enanos que encontraban. La ciudadela era un laberinto de túneles, puentes, cabestrantes y escaleras pétreas. Recorrieron los niveles de la ciudadela bajo la montaña sin dejar de admirar el tesón y el ingenio necesarios para construir todo aquello. Sí Morko no hubiera estado con ellos a buen seguro se habrían perdido. El ultimo par de enanos con que se habían cruzado llevaban picos al hombro y las barbas tiznadas por el sudor y los restos de mineral. Las minas no podían quedar lejos.

Y entonces todo el grupo apoyó al eladrin en su razonamiento. ¿Casualidad? Gowther internamente quedó algo sorprendido por la fluidez de la situación. Tal vez, había un umbral de evidencia en el cual sus compañeros veían las cosas más claras. En cualquier caso, esto le agradó.

El casi humano pareció contrariarse por las palabras de Gowther y este fue consciente de ello. Aunque el hojacantante no quiso ofender al mestizo, era algo que debía decir desde hace un tiempo. Un compañero no es solo aquel que te ríe las gracias cuando estás en una situación peliagudo como le sucedió a Martin con el vomito, también lo es aquel que se preocupa y busca soluciones incluso cuando el afectado no es consciente.

El grupo fue avanzando poco a poco y gracias a Morko, sólo levantaron algunas miradas curiosas ya que eran los únicos no enanos que se veían. Un par de niños se acercaron curiosos a intentar coger los cuervos, pero sus madres los llamaron en su lengua y los pequeños volvieron corriendo y avergonzados al lado de sus madres.

Al cabo de una hora avanzando y descendiendo por las entrañas de la montaña llegan a un pasadizo excavado en el que hay tres guardias que les franquean el paso tras departir con Morko, haciendo uno de ellos de guía.

El pasadizo les lleva a otra caverna enorme, dominada por dos estructuras construidas por los enanos. Una de ellas es un recio edificio de varias plantas que debe albergar las dependencias de la mina. Solo al estar cerca son conscientes de su tamaño pues la enorme caverna lo hacía pequeño. Sin embargo su guía les lleva hacia un lateral del edificio y lo rodea, llevándolos directamente a la otra estructura. Una gigantesca sima circular con varios artilugios de diferente tamaño para subir y bajar mineros y material.  Se cruzan con varios mineros y guardias que parecen haber terminado sus turnos, aunque el ambiente es sombrío en sus rostros y miran con curiosidad al extraño grupo de visitantes aunque nadie les inoportuna.

Cerca de una de las plataformas circulares que se usan para descender en la mina, ven un grupo de enanos reunidos. Parecen algo agitados. El guardia se dirige hacia allí. 
Un enano casi tan alto como Morko de pelo rubio dorado está hablando con otro que tiene el pelo y barba canosos. Parecen estar mirando algo que hay en el suelo. Los mineros que hay a su alrededor parecen preocupados. El guardia les indica que se detengan y se acerca a ambos. Los enanos les miran, asiente, dan un par de ordenes a los enanos que les rodean y se acercan a ellos. El enano de pelo canoso y rostro cubierto de arrugas habla con voz fuerte en el idioma de los enanos. 
-Morko muchacho, cuánto me alegro de verte. Lamento profundamente la pérdida de tu padre y tu tío. Muchacho si que has crecido, no te veía desde que no levantabas más que dos piedras del suelo. - 

El paladín no recuerda haber conocido al Gran Thane Bruenor Battlehammer en su vida.

Tras palmear con fuerza el hombro del paladín habla en común para el resto de los compañeros.

- Así que vosotros sois los compañeros de Morko. Sed bienvenidos a Mithral Hall. - les dice sin mucha ceremonia - Tengo entendido que venís buscando a alguien que se internó en los túneles más allá de las minas. - el viejo enano niega con la cabeza - No seré yo el que detenga a aventureros en sus correrías pero esos túneles están repletos de peligros. - y yo veía haberlos visto todos - murmura lanzando una mirada hacia atrás. - Rithnakkur tu llegaste a ver a la mujer que buscan estos muchachos ¿no es así.? - 

El otro enano asiente y habla por primera vez. 
- Así es Thane. Pidió permiso para adentrarse en los túneles más profundos. Un pequeño grupo de enanos la acompañaba. Les advertí de lo que podían encontrar cuando abandonaran el reino, sobretodo drow, pero no vi motivos para impedirles el paso. Aún no habíamos sufrido ningún ataque, tan sólo algún susto a algún minero solitario que reportó ver sombras moviéndose en la oscuridad, nada como lo acontecido la última semana. - 

Ante las miradas interrogativas del grupo y tras un asentimiento por parte de Bruenor, Rithnakkur continúa - Hemos estado siendo atacados. Grupos enteros de mineros han sido encontrados muertos y mutilados en los pasadizos más profundos de las minas. Eso cuando encontrábamos cuerpos. Reducimos el número de mineros en esos túneles y apostamos guardias pero no hemos tenido suerte. Hasta hoy... - 

Con un gesto les indica que le sigan y caminan hasta el grupo de enanos que han cubierto con una manta un cuerpo. Uno de los enanos lo descubre para mostrar el cuerpo de un enano, con las piernas, cabeza y brazos de un humano. En lugar manos, de sus antebrazos crecen, o han sido injertadas, dos protuberancias óseas en forma de garfio enorme. 

- Espero que esa cosa fuera la causante - dice Bruenor rompiendo el silencio que se ha creado al destapar a la criatura - pero mis huesos me dicen que no será la última que veamos. Si esto está o no relacionado con vuestra Lady Kyma no lo sé, pero al menos estáis prevenidos contra lo que sea que hay en esos túneles- 

Se vuelve hacia ellos 

- ¿Decididos a bajar en su búsqueda entonces?- 

No hay doblez en su pregunta, más bien parece una pregunta retórica por su tono, pues no pone en duda el valor ni la resolucion del grupo.

La elfa recorrió el camino del interior de las rocas de nuevo obnubilada, descubriendo otra faceta de aquel plano que desconocía por completo. Asombrada por las cavernas y las estructuras monumentales que les rodeaban, dirigía su mirada aquí y allá haciendo comentarios de sorpresa y admiración - ¡Es impresionante! - ¿Hacen todo esto sin ayuda de magia? - ¿Cuántos cientos de años son necesarios para excavar esta inmensidad en la piedra? - musitaba para sí misma. 

Cuanto más descendían por las entrañas de la piedra, más fría se tornaba la temperatura y una sensación heladora se adhería lentamente a la piel de la hechicera. Aprovechando un trecho del camino en el que sus compañeros prestaban atención a sus propios pensamientos, susurró la palabra mágica sin intención de llamar la atención y advirtió cómo, debajo de su túnica, un leve movimiento se convertía al instante en una reconfortante suavidad y un cálido tejido devolvía de nuevo el calor a su cuerpo. Con una sonrisa de bienestar, continuó el camino hasta alcanzar al grupo de enanos reunidos cerca de las plataformas circulares.

En general, y por lo poco que había tratado con ellos, los enanos le parecían seres con una personalidad pragmática y franca, sin adornos ni artificios como había podido observar en otras razas. Tampoco se le había escapado la reacción del primer enano ante su pregunta sobre la suboscuridad, de la que no obtuvo ninguna respuesta. Así pues, decidió guardar silencio y escuchar con atención las palabras de Thane y del resto, acercándose más tarde a mirar el bulto que estaban a punto de destapar. Su rostro se volvió a tornar en una máscara indescifrable, sin reflejo de emoción alguna, cuando el cuerpo se presentó ante ella. Analizó pormenorizadamente aquella aberración, intentando detectar alguna similitud con alguno de sus conocimientos de magia, rituales o prácticas que hubiera estudiado o leído. Nada acudió a su memoria que pudiera ser de ayuda. Esperaba que sus compañeros tuvieran más suerte. 

Ante la negativa a "recolectar información" en la taberna como sugería Martin el bardo se sintió un poco defraudado. Un trago siempre ayuda cuando te diriges a la Suboscuridad. Avanzaron y se le fue pasando, pues Guilbert solo había estado una vez en una ciudad enana pero nunca tan profundo. Veía divertido la reacción de la elfa a la vez que ocultaba su fascinación por aquella inmensidad subterránea. -Con esta resonancia podremos avanzar tus lecciones musicales- 

Mientras caminaban aprovechó para señalar algunos detalles de la ciudad, casi todos inventados, a distancia suficiente de Morko para no quedar en evidencia. Cuando este se acercó aprovechó para interesarse por su historia.

-Maese Enano..- le dijo intrigado- era tu ciudad de estas dimensiones?. Disculpa mi desconocimiento, pero ignoro si estas enormes excavaciones tienen un Rey o misteriosos personajes escondidos tras una mascara como en waterdeep.

Mas tarde cuando terminan su paseo y contemplan en presencia de Bruenor Battlehammer aquel terrible ser traído de las profundidades se coloca entre el resto de enanos como si de un minero mas se tratara y nadie se percatara de la pequeña diferencia racial.-

-Thane Bruenor-le dice al enano- jamás había visto algo semejante. Quizá su estudio pueda darnos claves determinantes sobre su origen .- Hablando hacia los demás les dice..- Quién ha sido el bravo luchador que ha derrotado a semejante bestia? Una canción seguro que no esta a la altura de semejante hazaña pero puedo acompañarla de un par de pintas, todo de mi parte, claro.

Los titánicos salones de Mithral Hall paseaban ante los ojos del mestizo elevándose como enormes cíclopes de alguna olvidada gesta. Era parádojico como una raza pequeña era capaz de tales proezas arquitectónicas. Su mirada se perdía entre los alineados puentes construido a la perfección sobre otras partes de la ciudad, y el pícaro parecía disfrutar en silencio de su caminata hacía la zona de las minas enanas. Sus ojos, ahora de un color púrpura profundo, se adaptaban muy fácilmente a la tenue luz de las profundidades de la montaña, y a pesar de que el hambre y un poco de cansancio empezaba a aferrarse a su estómago, la casi onírica visión de la ciudad enana le mantenía atento y alerta.

Al llegar a la zona de la mina donde el Thane Bruenor explicó lo acontecido últimamente y las preocupaciones acerca de las matanzas de enanos que se producían en los niveles inferiores de la excavación, el gesto del pícaro se torció levemente mostrando cierta empatía con la situación. Sin embargo, fue cuando se descubrió a la abominable amalgama de seres que conformaban ese engendro de garras óseas cuando un perceptible escalofrío recorrió su cuerpo. Observándolo con detenimiento e intentando adivinar algo que pudiera portar algo de luz al origen de ese ser, Martin agradeció para sí mismo que conociera las artes del asesinato rápido e indoloro, a veces, un acto de ese tipo, puede traer más misericordia y descanso de lo que el mundo podría pensar, y fuera lo fuera que engendró a ese monstruo, el mestizo estaba seguro que habría sido una intensa tortura para sus participantes...

Finalmente, y a pesar de saber que no aportaba mucho, decidió hablar sobre la prometéica criatura sin alzar demasiado a la voz, como con temor incluso a ser escuchado.

- Sin duda su existencia no es natural, ni siquiera conozco alguna aberración que sea así. Los garfios enormes en los que acaban los brazos parecen aptos no sólo para cazar sino también para trepar y escalar. Cuando estemos en los túneles, deberemos estar atentos a las paredes y bóvedas, puede que suframos emboscadas desde las alturas también.

- Lo abatieron estos aguerridos caballeros - contesta el responsable de la minas señalando al grupo de mineros y guardias que les rodean. - No sin bajas me temo -  los enanos asienten y bajan la mirada unos segundos

El cuerpo está lleno de magulladuras, laceraciones y cortes. 

Estaba claro que la magia andaba detrás de aquella aberración compuesta por diferentes razas de este plano, pero Gowther no estaba satisfecho, quería saber más. Con el permiso de aquellos enano, convocó la magia en un ritual para percibir el mundo más allá de los sentidos mundanos. Las energías místicas convergieron en sus ojos, pero desgraciadamente no encontró rastro alguno de magia. Entonces, analizó atentamente las uniones ahondando en su memoria en busca de hipótesis factibles atendiendo a sus conocimientos. Guilbert ayudó al eladrin a mover el cuerpo mientras el El'Tael movía partes del cuerpo gracias a una mano espectral dirigida por su pensamiento. 

-No hay duda que ha habido Magia implicada en la creación de la aberración que tienes delante, aunque ya no queda rastro alguno de ella. Esto quiere decir que usan magia al hacerlo, pero luego no hay efecto sobrenatural que pueda ser detectado con medios arcanos.-Hizo una pausa mientras miraba atentamente el cuerpo pasando la mano espectral para cada coyuntura y unión del cuerpo.-Dejando a un lado los medios místicos, las cicatrices y los miembros de los distintos seres parecen unidos con puntos de sutura. Estos impresionantes ganchos que sustituyen a los antebrazos también fueron injertos, pero sinceramente no se cual puede ser el origen de la criatura...-Aunque en un primer momento manifestó cierto horror por la grotesca imagen, pronto Gowther cambió de actitud y mostró en su comportamiento y en sus palabras una gran templanza y objetividad. Identificar lo que andaba detrás de aquella aberración se antepuso a sus emociones.

-Como dice Martin, esta situación puede ser más peligrosa de lo que nos encontramos en Waterdeep. ¿Hay algún tipo de luminaria o lámpara que podamos adquirir para poder revelar seres ocultos en la oscuridad? Me consta que hay algunas lámparas que incluso revelan seres mágicamente invisibles.- Dijo dirigiéndose a Rithnakkur a  Thane Bruenor y el resto de los enanos. -Algunos miembros del grupo poseen limitada visión en la oscuridad y ya hemos tenido experiencias complicadas en este sentido. Esto nos ayudaría sin duda ante lo que nos vamos a encontrar allí abajo. Por otro lado, ¿existe algún mapa o plano de la zona con la que podamos orientarnos?

-No tenemos tales artilugios pero tenemos lámparas que podemos prestaros si precisáis- dice Bruenor algo sorprendido de que viajeros que saben que van a venir a Mithrall Hall y a adentrarse en túneles más allá no tengan medios de iluminación propios. - Y no, nadie ha mapeado la zona.... inexplorada.... y más allá de nuestras fronteras  - lo dice igual un poco despacio - de esos túneles. 

-Correcto... entonces... supongo que partiremos... en breve.-Dijo imitando la extraña forma de hablar de aquel enano para continuar hablando al humano.-Ash ¿necesitarás alguna lámpara?-Acabó diciendo estas palabras mientras se preparaba para partir.

La aterrorizante imagen de la criatura de acabó con el alegre semblante de Zevatur. Sus ojos no podían despegarse de la criatura. Tan solo cuando sus compañeros se inclinaron para estudiarla Zevatur pudo apartar su mirada. Y así, mientras sus compañeros se centraban en el aberrante cadáver, Zevatur se volvió hacia los mineros que habían acabado con la criatura. - Tiene pinta de haber sido un combate terrible... Lamento la perdida de vuestros compañeros mineros... y admiro vuestro coraje. ¿Qué nos podéis contar de sus estrategias y sus habilidades? ¿Estas criaturas... veían en la oscuridad? Con cabeza de humano, quizás no. ¿Algún consejo para enfrentarnos a estas... cosas? - Preguntó mostrando una mezcla de franca admiración y natural curiosidad. - ¿Recuperasteis los cuerpos de vuestros compañeros caídos?  Si podemos, intentaremos acabar con el origen de estas aberraciones. - Finaliza Zevatur, sus palabras han sido rápidas, encadenando preguntas una tras otra, pero sin su habitual alegre aturullamiento.  

Uno de los guardas que aún tiene un improvisado vendaje en la frente y en una pierna contesta a Zevatur

- Se movía entre las sombras con la habilidad de un cazador experto. Tras atacar a los mineros estuvimos persiguiéndolo bastante tiempo hasta que pudimos acorrararlo en un pasaje sin salida. Luchamos con el hasta que pudimos abatirlo. Era rápido y fuerte y sinceramente no había pensado en lo de la vista pero no parecía tener problema alguno. -

Martin esperó a que sus compañeros examinaran también a la criatura, pero tampoco aportaron mucho más sus conocimientos, sin duda era un misterio que deberían resolver adentrándose en la sub-oscuridad siguiendo los pasos de Lady Kima. Repentinamente agradeció la decisión de sus amigos de no retrasar más la marcha intentando indagar en la posada, puesto que esas bestias parecían realmente letales y cada minuto que pasaba podían generar más bajas.

- No deberíamos demorarnos más... 

El semielfo hizo una señal a Ash, como líder indiscutible, y al resto de compañeros para comenzar el descenso, se colocó su mochila y ajustó sus dagas, ocultándolas en diferentes partes de su armadura y perneras, finalmente, se situó justo al borde de la bajada a la mina.

Un enano entrado en años con una espalda más ancha aún que el resto y una pata de metal en lugar de pierna derecha se acerca para operar una manivela la cual parece unida por diferentes y múltiples engranajes a una plataforma circular de hierro con una cadena que llega a la altura del pecho de los enanos cuando la usan. 
Sin embargo Bruenor le detiene con un gesto. 

- Entiendo y respeto vuestro deseo de bajar ahí pero no se si debería prohibirlo hasta que sepamos si hay más criaturas de estas y qué significa todo esto... - 

Mira al encargado de las minas y ese asiente 

-Suspenderemos toda actividad a partir del nivel 25- 

Bruenor parece dubitativo si dejar bajar a los compañeros o no.

A medida que avanzaban hacia las minas, Morko fue consciente de lo pequeña que era su ciudad natal. La magnitud de la gran ciudad enana le mantenía casi extasiado y sus compañeros tenían que apremiarle pues fácilmente se quedaba embobado admirando las maravillas técnicas de la construcción de su pueblo. Toda su ciudad cabría en la mitad de  Mithril Hall y aún sobraría espacio. Guilbert puede ver en el rostro del paladín que claramente es la primera vez que ve un asentamiento enano de estas dimensiones.  Al ver la reacción de los pequeños enanos, le recordó a sus compañeros elfos, sorprendidos en este mundo nuevo para ellos, salvo que ellos no tenían la guía de sus madres.

Cuando llegaron a la caverna custodiada por los guardias Morko les pregunto en enano donde podían encontrar al capataz de la mina ya que venían de parte de Thunderbrand. Siguiendo al guarda Morko palideció al ver las estructuras de la minas, claramente eran una de las maravillas de Faerum y la fuente de la riqueza y poder de Mithril Hall. Observando todo el espectáculo ante sus ojos tarda un segundo en reconocer al enano que se acerca y las rodillas le tiemblan mientras agarra con fuerza a Kheluzburk , con un susurro apenas audible dice:´- Bruenor Battlelhammer. Cuando la leyenda viva de su pueblo le habla, Morko enmudece, ya que le asombra que tan relevante figura sepa quien es y sepa quienes eran su padre y su tio. Con un hilo de voz acierta a decir:- Gracia Thane- ante las condolencias por su perdida.

Mientras se recupera del shock, el paladín escucha a la conversación de sus compañeros y ante la duda de Brueno de dejarles bajar, le dice mirándole directamente:- Thane, la información que Lady Kima tiene es de vital importancia para la pervivencia de los reinos de Faerum, es vital que demos con ella y ¡ojala siga con vida.! Mis compañeros y yo hemos sobrevivido a múltiples peligros para llegar hasta aquí y no podemos detenernos tan cerca de nuestro objetivo. Si no encontramos a Lady Kima es muy posible que mi ciudad solo sea un ejemplo de lo que nos espera a todos. El culto se hace mas fuerte cada día y ya ha empezado a lanzar ataques cada vez mas osados, debemos hacer todo lo posible por detenerlo, incluso si ello nos lleva a las entrañas de la infraoscuridad y hasta la m mismísima Menzoberranzan, no podemos fallar ahora.

Ash saludó su alteza con gesto de respeto y se acercó a examinar el cuerpo de aquel monstruo con curiosidad. También prestó atención a las heridas de los salientes enanos que lo habían con combatido en busca de signos de ponzoña. 

-Hice acopio de antorchas en Waterdeep, pero no se cuanto tiempo tendremos que permanecer ahí abajo teniendo en cuenta esta inesperada amenaza -comentó a Gowther- ... ya nos apañaremos -palmeó al elfo en el hombro. 

Asintió a Martín y le hizo un gesto discreto para que se fijarse también en la heridas de los defensores. Iba a abrir la boca cuando Morko hizo gala de una retórica sorprendentemente sólida. Cuando Morko acabó su alegato no pudo sino asentir satisfecho.

-Entonces ¿Que va a ser, su alteza? ¿Podemos bajar? 

Bruenor pone una callosa mano en el hombro de Morko y este se sorprende de la fuerza que aún tiene el viejo enano. 

- Tu padre estaría orgulloso muchacho - 

Hace un gesto de asentimiento y preparan la plataforma. 

- Os bajaremos hasta el nivel inferior. Tardaréis un poco. Una vez en la galería dirigíos al norte y cuando encontréis la barricada con los guardas habréis llegado al límite del Reino. Que Moradin guíe vuestras hachas y no deje que vuestras forjas se enfríen - 

Los compañeros entran en la plataforma y, con una sacudida, comienzan a descender gracias a los mecanismos de los enanos. 
Todos les miran de manera solemne mientras comienzan a descender por la inmensa sima. 
No pasa mucho tiempo antes de que Ash, efectivamente, deje de ver nada. Todo Mithrall Hall estaba iluminado por cristales mágicos, pero ahí abajo no se ve nada. Tan solo puede oír los mecanismos del ascensor que les baja y de vez en cuando el sonido de los picos de los enanos al pasar por algún nivel en el que los mineros debe trabajar en alguna galería.

Ash maldijo su estampa y rescató de entre sus cosas la primera de muchas antorchas. Odiaba sentirse mermado en sus sentidos si no lo había decidido una tina de vino de Rejo o alguna concubina perfumada. Mientras la plataforma descendía frotó yesca y pedernal a tientas hasta que una tímida chispa prendió la cabeza de la antorcha. La llama aumentó en viveza rápidamente. Sonrió estúpidamente satisfecho por su azaña y mantuvo la tea ardiente sobre sus cabezas. Como una luciérnaga en un océano de negrura, el grupo descendía más y más profundo.

-Cuando volvamos brindaremos por los caídos y haremos canciones para que no sean olvidados. -les dice el bardo a los bravos enanos supervivientes antes de descender.- Limpiaremos aquello que nos encontremos.. Quizá hasta tenga relación con la desaparición de Lady Kima.

Según comienzan a descender un escalofrío le recorre la espalda. Otra vez adentrándose bajo tierra como en waterdeep cuando casi muere. Su única esperanza es devolver la deuda contraída con sus compañeros, ocurra lo que ocurra, su principal misión es que todos salgan sanos y salvos de aquella ratonera. 

-Bueno, -dice mirando a Morko bajo la calidez del fuego de la antorcha.- puedo ayudarte con el asunto de la luz.. viendo nuestros problemas en las alcantarillas incluí en mi repertorio algún artificio de utilidad. Ahora solo nos falta que Morko nos indique donde demonios está el norte.- riendo mira burlón hacia arriba buscando orientarse en un cielo empedrado e inerte.

Entonces genera luz mágica en el interior de una de las lámparas "aceptadas" a los enanos de la superficie acompañando solidariamente a su congénere no haciendo uso por el momento de las lentes mágicas.