Por un momento Canela dudó. Sentía algo que nunca había creído poder sentir en su garganta... el calor abrasador del fuego pugnando por salir. Con cierta duda miró a Zevatur y al ver su sonrisa de confianza Canela empezó a vibran en el sitio. Pronto todos sintieron el exultante delirio incinerador de Canela en sus mentes, creció como un grito de emoción creciente. Al fin el pequeño dragón se alzó y divisando a los dos insectos mas cercanos próximos entre si se acerco a ellos y soplo con fuerzas, bañándoles en fuego e incinerándoles por completo. Canela regreso a donde estaba Zevatur, unas pequeñas llamas lamían su piel, restos de los conjuros de fuego que había lanzado con anterioridad. "Ahora puedo morir feliz!! " dijo restregando su cuerpo contra Zevatur en agradecimiento.
Ash relajó la postura cuando lo que quedaba de la partida de caza emprendió la retirada. Los ecos de los repiqueteos en las obsidiana se alejaban. El suelo estaba trufado de cadáveres de aquellas criaturas, quemadas vivas, cercenadas o emplumadas.
—¡Victoria absoluta! ¡Sin heridos, bien hecho! —sonrió ampliamente— aunque será mejor salir de aquí ahora mismo ¿No creéis? Si los duergar piensan que este sitio es peligroso asumamos que lo es. Martin, Kath, apretemos el paso.
Asintió a los exploradores esperando que avanzasen para seguirles.
-Victoria efímera.. - dijo el bardo mientras en su palma dos descargas energía blanca surcaban el aire hasta impactar en la espalda de un joven insecto que huía.- La colmena está en alerta y no me extrañaría que ahora manden a los soldados.
Estaban siendo cazados y ahora conocían el potencial de los aventureros.. Guilbert no podía abandonar la amarga idea de que jamás pudieran poner tierra de por medio con aquellos seres.
Vámonos de aquí- añadió el paladín tras recuperar su hacha de un lanzamiento fallido a una de las criaturas que huían. -¿ Por donde?- pregunto mirando a su "aliado" temporal.
Klarotah no necesita que se lo digan dos veces y les sigue guiando en la misma dirección aunque, tras consultarlo con Martin, se desvían un poco a la derecha de su ruta, intentando evitar ser detectados por más criaturas. Pasan las horas en un apresurado caminar por la pulida superficie de obsidiana. El cansancio empieza a hacer mella en los compañeros y alguno de ellos siente las piernas muy pesadas. Deciden parar a descansar al amparo de unas geodas que se cruzan a unos tres metros por encima de sus cabezas. Morko comenta lo extraño de la formación ya que, normalmente, una se habría destruido, pero ambas han seguido creciendo hasta formar una especie de X. Los turnos de guardia son rápidamente establecidos. El semi-elfo no se quita de encima la sensación de que están siendo observados.
Gowther propuso realizar un ritual de protección durante el descanso, pero antes pidió al grupo que desconvocara a sus familiares para poder realizar el ritual y que no se diluyera por la presión de tantos seres en su interior. Una vez desconvocados todos los familiares salvo el cuervo de Martin, cogió su espada y comenzó a dibujar símbolos en el aire incandescentes y en el suelo, perfilando lo que sería una protección segura ante posibles ataques. A la par, musitaba frases con la palabra de su pueblo. Aunque no se estuviera familiarizado con el idioma, el ritmo y la entonación de sus palabras sonaban como una bella canción de cuna. En realidad, el ritual en el que se basó para aprender este hechizo no empleaba este formato, pero Gowther acostumbraba a personalizar sus hechizos. En este caso, en recuerdo de su madre. Aquellos días en los que sus preocupaciones y temores no llegaban más allá de los límites de su barrio. Preocupaciones y temores insignificante a día de hoy, pero que eran capaces de evocar en el eladrín fuerte emociones difícilmente evitables. Sin que apenas fuera perceptible, sus ojos solían humedecerse levemente y su piel se erizaba cada vez que realizaba este ritual. Y es que para el El'Tael sus hechizos eran empleados como un conducto para exteriorizar sus emociones de un modo velado.
Cuando parecía que un haz mágico comenzó a levantarse alrededor del grupo, se pudo escuchar de nuevo ese sonido.-CLICK CLICK CLICK- Parecía que el ritual no llegaría a tiempo. Un grupo de criaturas, similares a las anteriores, pero con un aspecto más amenazador, apareció del techo y por diferentes flancos. Si tan solo hubiera tenido un minuto más...
Eran demasiados y su número no paraba de aumentar. Estos ejemplares eran más grandes, más amenazadores y más numerosos. No pintaba bien. Nadie hablaba, no hacía falta. El grupo se reunió rápidamente en torno a Gowther, a la defensiva. Debían defender al elfo hasta que pudiera conjurar el refugio. Desconvocaron a sus familiares para poder entrar todos en el domo mágico. Las criaturas insectoides merodeaban a su alrededor midiéndoles, buscando la oportunidad para saltar sobre ellos. Los claqueteos en la roca a su alrededor eran el preludio de una lucha feroz.
Martín abrió el baile emplumando a uno de ellos y el resto se lanzó a por alimento. Aquella primera flecha le costaría las iras de varias de aquellas cosas que acosarían al mestizo sin piedad con sus garras durante toda la refriega, como si trataran de vengarse.
Kath peleaba codo con codo con su mentor, dando rienda suelta a sus salvajes instintos.
Zev, ardiendo de ira, conjuró un infierno sobre los enemigos en dos ocasiones, socarrando hasta a cuatro de ellos. Quien osaba atacarle quedaba envuelto en las llamas del tiefling. Las criaturas más listas lanzaban sobre él púas afiladas que eludieron su armadura en varias ocasiones.
Helayna conjuró sus artes, tímidamente al principio. Pero pronto dejó de jugar y un terrible cono de frío extremo congeló hasta a cinco de ellos mientras se batía hábilmente a la defensiva con sus conjuros de escudo.
Morko blandía el hacha ancestral de los suyos haciendo frente las bestias y conjuraba valiosísimas letanías de protección sobre Martin, Guilbert y Zevatur, los más acosados de todos ellos.
Guilbert invocó su gaitero fantasmal, que impartía su ley mandoble en mano, mientras el bardo hacía frente como podía a las garras rivales. Cuando uno de ellos trató de saltar sobre la linea defensiva para llegar a un ausente Gowther, el bardo confundió a la criatura con palabras vanas que frustraron un salto que habría sido fatal.
Klarotha se mantenía a la defensiva si apenas interceder. Las bolas de fuego de Zevatur habían barrido los enemigos junto a él.
Ash blandía sus chicas parando y devolviendo estocadas endiabladamente, pero simplemente eran demasiados enemigos, demasiados lances. Con los dientes apretados dirigió su acero al oponente de Helayna cuando esta fue alcanzada.
Todos los compañeros habían probado las garras de aquellos seres. Sangraban y respiraban agitadamente cuando Gowther levantó por fin la barrera que les mantendría a salvo de aquella jauría de bestias inmisericordes. El elfo, por fin liberado de su trance de conjuración, observaba a sus compañeros con curiosidad flemática. Las criaturas golpearon el domo sin entender qué pasaba o donde había ido su comida de repente. Al cabo de unos instantes parecieron perder el interés y la partida de caza se marchó tal com había llegado.
-Eso ha estado muy cerca, Gowther, justo a tiempo-acertó a decir el bardo contemplando las laceraciones en su carne allí donde la coraza no protegía.- Dejadme echar un vistazo a vuestras heridas, quizá pueda aliviaros un poco..
Es descanso fue placentero teniendo en cuenta las circunstancias. Le preocupaba tener su cerebro demasiado a mano del nuevo miembro del grupo, pero las heridas y el agotamiento por fin le facilitaron el necesario descanso. Al despertar y retomar fuerzas con las bayas de Martin.
-Me sigue despertando curiosidad como los engendros con los que están lidiando lo enanos parecen comparten miembros con estos seres..-dijo señalando a los kukris- supongo que involuntarios donantes.
Zevatur resopla aliviado en cuanto la cúpula les rodea y se prepara para seguir atacando con la ayuda de la cúpula. Pero por fortuna las criaturas se retiran confundidas por el hechizo.- Bien, compañeros... !Una vez más hemos sobrevivido, triunfantes! -
Después se sienta en el angosto espacio que le deja la cúpula y reflexiona. El muchacho recuerda las palabras de Canela y el innegable placer de dar rienda suelta al poder más flámigero. Mientras reflexiona sus manos juegan con una diminuta llama en sus manos, dándole forma, apagando su luz, controlándola con cuidado...
Hasta que una mirada reprobadora de Kath le saca de ensimismamiento. Entonces la llama se transforma en una pequeña figura humana que le hace una leve reverencia antes de desvanecerse y desaparecer.
A la mañana siguiente Zevatur vuelve a conjurar el ver en la oscuridad a Ash y Kath. Después con un pequeño gesto llama a Canela otra vez y parece entrar en una conversación mental con el. Una imagen del grupo, feroz, encima de una pila de cadáveres insectoides aparece en la mente de todos acompañado de un sentimiento de triunfo.
Deberíamos partir en seguida, no sea que las criaturas regresen. No creo que sea buena idea investigar porque se vieron criaturas con restos de insectoides. Parece realmente difícil evadirlos en esta zona y con sus enormes números podrían arrasarnos... aunque espero que hayan aprendido que no es una buena buena idea, les costamos más perdidas que la carne que podrían conseguir.
La elfa tensó su cuerpo herido y sangrante una vez más ante otro embate de las bestias insectizoides, cuando sus patas se detuvieron abruptamente justo delante de ellos, incapaces de atravesar el muro invisible que les cubría. Justo a tiempo, Gowther había conseguido finalizar su ritual que ahora les protegía del peligro, pero no fue hasta que las criaturas desaparecieron de su vista que Helayna no se tranquilizó.
Exhausta por la tensión de la batalla y el largo caminar a través de las profundidades de la roca durante horas, la elfa se dejó caer apoyándose en una de las paredes, evaluando sus heridas y agradeciendo las curaciones recibidas por sus compañeros. Se dirigió al eladrín con una mueca de dolor aún en el rostro y le dijo amablemente: - Gracias Gowther, no sé cuánto más hubiéramos aguantado, parecían salir de todas partes...- dijo perdiendo su mirada en la oscuridad, asegurándose de que ningún enemigo acechaba en las sombras.
Su mirada se dirigió entonces hacia Ash y su rostro se ensombreció al verle malherido. El guerrero había permanecido a su lado toda la batalla y la había defendido con implacable coraje. No pudo evitar sentirse culpable de la gravedad de su estado; aunque sus heridas no eran mortales y el descanso le repondría completamente, la elfa sintió que, indiscutiblemente, se había confiado en la batalla. La facilidad con la que habían despachado la primera oleada al iniciar la ruta por las Cavernas del Espejo Negro, le proporcionó la ingenua idea de que este asalto sería similar. No podía permitirse dar nada por sentado y, aunque las consecuencias no habían sido catastróficas, sentía que parte de las heridas que había recibido el guerrero se podrían haber evitado si ella hubiera reaccionado con más celeridad. Pero quizá lo que más le inquietaba era el hecho de no haber estado a la altura ante los ojos de su líder, decepcionarle después de la confianza que había demostrado depositar en ella, mostrarle una Helayna que no se correspondiera con la imagen que él se había formado. Entretenida en estos pensamientos que la entristecían más de lo que quería reconocer, continuó observando a Ash disimuladamente, hasta que se le cerraron los ojos de puro cansancio.
Unas horas más tarde la hechicera recuperó completamente la consciencia, al igual que sus plenas facultades físicas. La gruta de obsidiana se mantenía en calma y en silencio y aprovechó el tiempo restante para hacer guardia y velar el descanso de aquellos de sus compañeros que continuaban dormidos. Poco a poco, la actividad se fue acrecentando hasta que todos estuvieron listos para partir, momento en el que invocó a Gloom que se refugió como era habitual entre su ropa. La imagen reproducida en su cabeza por Canela le hizo sonreír y relajar sus sensación de inquietud, asintiendo conforme ante las palabras de Zevatur. La magia refulgió sobre su figura como muchas otras veces antes de ponerse en marcha.
Las horas pasaron rápidas bajo el domo, el agotamiento causado por las diversas heridas y la pérdida de sangre había tomado el control de su cuerpo a pesar de las sanaciones de sus compañeros. Martin durmió de una tacada, casi como un cadáver exánime y demasiado pálido. Varios vendajes improvisados con manchas de sangre seca de la batalla contra los Kruthik aun estaban aferrados a sus brazos y muslos, y un tajo de mal aspecto en su abdomen, justo donde la armadura no protegía, parecía a medio curar aún. Sin embargo el mestizo se despertó sin quejarse demasiado.
Sus primeros pasos, casi obligados, le ayudaron a estirar sus entumecidos músculos. Con un gesto de su mano llamó la atención de "Seeker", que estaba posado no demasiado lejos en una de las columnas naturales de obsidiana cristalizada tras haber salido del domo también a estirar las alas. El reencuentro fue alegre, y el cuervo se posó sobre su hombro, tras trazar varios vuelos en círculo previamente, agradecido de poder sentir a su amigo cerca de nuevo, no dudó en tomar varios granos de aspecto suculento que el explorador le ofrecía de una de sus bolsitas. Algo más relajado y tras conjurar y repartir las nutritivas bayas que les estaban ayudando a seguir el viaje de una manera sana y saludable a pesar del hostil entorno, sus pasos se detuvieron ante los restos de las criaturas que habían caído la noche anterior... muchas habían desaparecido, pero otras partes cercenadas aún yacían alrededor del improvisado campamento. Martin las estudió con curiosidad, emitían un hedor bastante insoportable, y no entendía porqué eran consideradas por los grandes de la cocina como una exquisitez con regusto a marisco. Con un gesto cauto, usó dos de sus dedos desnudos, que los mitones de cuero no cubrían, para untar parte de la viscosidad de los icores internos de una pata cortada de raíz... y se los acercó a la nariz olisqueando el supuesto manjar. Una oleada de nauseas no tardó en llegar a su estómago que casi le obliga a vomitar el frugal desayuno consistente en una baya. Sin duda se había echado a perder a causa de pasar toda la noche pudriéndose y sin conservar... o eso esperaba.
No dedicó más tiempo a menesteres culinarios y se preparó para seguir el viaje, echó un par de miradas a Kath y al Illithid para que se pusieran en marcha y se volvió a posicionar en el frente para hacer su trabajo de explorador. Aún seguía paranoico por las bestias de garfios por garras que encontraron los enanos, y su miraba se desviaba constantemente a las paredes y techos de las cavernas que recorrían.
Tras casi otro día de marcha en la Suboscuridad el ánimo de los compañeros no había mejorado mucho, si acaso empeorado. La amenaza constante de que las criaturas volvieran en grandes números esta vez y la omnipresente oscuridad les minan el ánimo pese a haber salidos victoriosos y haber superado, aparentemente, otro peligro.
Poco a poco Klarota les guía en un arco hacia la derecha, el paso de las formaciones de obsidiana a sus lados se vuelve monótono. Es entonces cuando Martin da la señal de parar. Algo ha llamado su atención.
El explorador escucha la voz del Illithid en su cabeza.
- Estamoss cerca de la zona duergar de nuevo... Ssu ciudad essta próxima. Essa patrulla ssera la primera de muchass... -
Un poco más adelante el semi-elfo y Kath observan desde su escndrijo a una patrulla de media docena de enanos oscuros armados y caminando con precaución. Martin se fija que están más nerviosos de lo que deberían al encontrarse en una zona tan interior de su propio territorio. Hablan en cuchicheos entre ellos. Si tan sólo pudiera entenderlos...
Ash maldijo en silencio mientras se agazapaba tras una geoda del tamaño de un carro pequeño. Avisó entre susurros a los que venían detrás, particularmente a Morko. Desde su posición observaba a los exploradores entrecerrando los ojos. Con mucha cautela, muy despacio, desenvainó a sus chicas. Esto se podía poner feo muy rápidamente y si eso pasaba ninguno de esos duergar debería poder escapar, conjurar o hacer sonar cuerno alguno. Calculó la distancia hasta el retén de enanos oscuros y observó a sus enemigos en busca de debilidades, conjuradores o cuernos al cinto.
// Uso mi habilidad de guerrero de Know Your Enemy: If you spend at least 1 minute observing or interacting with another creature outside combat, you can learn certain information about its capabilities compared to your own. The DM tells you if the creature is your equal, superior, or inferior in regard to two of the following characteristics of your choice: 1. Armor Class 2. Total class levels (if any)
Escondida tras otra de las muchas rocas de obsidiana que decoraban el lugar, Helayna observó a la patrulla con preocupación. Era indudable que estaban nerviosos y sus gestos mostraban inquietud. Agudizó sus sentidos, pero estaba demasiado lejos como para sacar algo en claro. Sin pensarlo demasiado, se giró hacia Ash haciéndole un gesto y señalándole el lugar donde Kath y Martin se escondían agazapados, para avisarle de que se disponía a acercarse a ellos. Sin esperar una respuesta por parte del guerrero, la elfa se movió sigilosamente hasta la posición de sus aliados. Concentrándose de nuevo en el movimiento de los labios de los enanos, la hechicera frunció el ceño: - la bestia... el monstruo... - susurró para que los exploradores la escucharan, reproduciendo las palabras que era capaz de detectar - parece que hay patrullas duergar que han desaparecido. Hay algo a lo que, claramente, temen estos enanos - incapaz de obtener más información debido al movimiento de la patrulla, Hela observó a sus compañeros - deberíamos informar a los demás, quizá para Klarotah algo de todo esto tenga sentido -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Martin asintió, sorprendido por las habilidades de Helayna, e hizo una señal a Kath para retirarse a informar, dejando pasar a la atemorizada patrulla de largo en el proceso. Cuando este llegó junto a sus compañeras con los demás informó de los observado, y de las palabras que había conseguido leer la hechicera de los labios de sus oscuro enemigos. Una ceja se enarcó mirando al Illithid, por si este podría arrojar algo de luz al misterio de la Bestia, pero éste no parecía estar al tanto de la amenaza que incluso hacia acongojarse a los rudos enanos de la suboscuridad.
- Quizás esa "Bestia" sea inteligente y nos pueda ayudar, ... ya sabéis, el enemigo de mi enemigo ... - Estas palabras fueron dirigidas al grupo, pero su mirada permanecía clavada en Klarotha - Pero hay que andarse con cuidado, seguramente algo que atemorice a las patrullas de élite que protegen la ciudad de Emberhold, puede ser un enemigo que nos supere si se presenta hostil. En cualquier caso voy a ver si consigo encontrar algún rastro o pista de esa criatura.
El semielfo volvió a solicitar la ayuda de Kath para tal menester, y ambos desaparecieron temporalmente intentando hallar alguna señal que les proporcionara alguna pista sobre tan misteriosa pero brutal entidad. No debería ser muy difícil si hacia desaparecer patrullas enteras de enanos, sería algo grande y que dejara marca...
El bardo escuchó atento la traducción de la elfa y deducciones del explorador. Meditó unos segundos, su mente no podía despejar la visión de los seres mutilados y reconstruidos con garfios y otras partes de kukriths.
-Ojalá tengas razón Martin, pero si esa bestia es la responsable de las aberraciones que vimos en Mitrhal Hall creo que no hace distinción entre enanos blancos, negros o rojos. Quizá le gusten mas los elfos - bromeó hacia el resto.- Permíteme acompañaros esta vez, prometo estar callado y en caso de apuros seguro que puedo encontrar algún As bajo la manga.
Se ajustó las mágicas lentes, aseguró el laúd a la espalda y se dispuso para su primera misión de infiltración.
Kath, Martin y Guilbert se adelantan, mientras siguen su camino por los senderos invisibles en la gruta de obsidiana.
Mientras Morko camina atento a más patrullas Duergar se da cuenta que no están en una caverna, si no en el interior de una inmensa geoda.
Tras unos minutos, los exploradores encuentran lo que estaban buscando. Signos de una lucha reciente, quizá de unos dos o tres dias atrás. Parece que algo emboscó a una patrulla y dio buena cuenta de la mayoría de ellos. Unos cuantos huyeron, otros murieron allí mismo pero al menos dos fueron arrastrados por algo grande hacia otra zona de la caverna. Según la ruta que llevan pasarán cerca, pero no deberían cruzarse con lo que sea que atacó a los duergar. A no ser que vuelva a tener hambre y esté cazando. Las marcas son de varias patas, parecidas a las de las criaturas que les atacaron, pero es sin duda una criatura más grande y con seis pares de patas en lugar de cuatro.
El enemigo de mi enemigo en la infraoscuridad seguramente sea también mi enemigo, pensó para sí mismo Morko.- Estoy con Gualberto, No creo q sea buena idea importunar a lo que sea que anda cazando duergars y menos si tiene seis patas, no conozco nada bueno que ande sobre seis patas- dijo el paladín desde la retaguardia sin dejar de prestar atención al camino y a las paredes de la Gerda.
Zevatur escuchó las palabras de sus compañeros y con un breve retraso comentó al resto - Pero aunque evitemos esta criatura... quizás podríamos usarla de alguna manera, o para simular un ataque de la misma si tenemos que luchar con una patrulla duergar, o bien para amedrentar y hacer que una patrulla duergar huya, evitando así enfrentarnos... Si pudiésemos tener algún dato más sobre la misma podríamos hacerlo mas ¿Creible? - Tras otra pausa finaliza - Canela dice que el puede ir a explorar y que si ve la criatura puede transmitirme su aspecto, sonidos y características... Sin importar la distancia. No tiene miedo a que la criatura le atrape ya que yo le puedo hacer desaparecer en cualquier momento y si perece de forma repentina puedo convocarle de nuevo con el ritual. ¿Os parece que vaya canela a explorar?
Con un vuelo excitado a su alrededor Canela se presentó voluntario, una petición en forma de visión se apareció en la mente de los compañeros, un majestuoso dragón desapareciendo.
El musculado guerrero asintió a la sugerencia de Zevatur.
—Me parece bien Zev, quedamos en manos de nuestro dragón particular. ¿Qué puede salir mal? —susurró al tiefling mientras la tensión en su mandíbula y el ceño fruncido contradecía su tono jocoso— pero que se de prisa. Deberíamos aprovechar la ventana que nos ofrece el paso de esa patrulla. Cuanto más tardemos ponernos en marcha hacia Emberhold más fácil es que demos con otra patrulla de condenados enanos —miró a Morko y levantó la mano un poco— sin ánimo de ofender.
Por un momento Canela dudó. Sentía algo que nunca había creído poder sentir en su garganta... el calor abrasador del fuego pugnando por salir. Con cierta duda miró a Zevatur y al ver su sonrisa de confianza Canela empezó a vibran en el sitio. Pronto todos sintieron el exultante delirio incinerador de Canela en sus mentes, creció como un grito de emoción creciente. Al fin el pequeño dragón se alzó y divisando a los dos insectos mas cercanos próximos entre si se acerco a ellos y soplo con fuerzas, bañándoles en fuego e incinerándoles por completo. Canela regreso a donde estaba Zevatur, unas pequeñas llamas lamían su piel, restos de los conjuros de fuego que había lanzado con anterioridad. "Ahora puedo morir feliz!! " dijo restregando su cuerpo contra Zevatur en agradecimiento.
Result: 3d6 (4, 4, 5) Total: 13
Zevatur, Rolthos
Ash relajó la postura cuando lo que quedaba de la partida de caza emprendió la retirada. Los ecos de los repiqueteos en las obsidiana se alejaban. El suelo estaba trufado de cadáveres de aquellas criaturas, quemadas vivas, cercenadas o emplumadas.
—¡Victoria absoluta! ¡Sin heridos, bien hecho! —sonrió ampliamente— aunque será mejor salir de aquí ahora mismo ¿No creéis? Si los duergar piensan que este sitio es peligroso asumamos que lo es. Martin, Kath, apretemos el paso.
Asintió a los exploradores esperando que avanzasen para seguirles.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
-Victoria efímera.. - dijo el bardo mientras en su palma dos descargas energía blanca surcaban el aire hasta impactar en la espalda de un joven insecto que huía.- La colmena está en alerta y no me extrañaría que ahora manden a los soldados.
Estaban siendo cazados y ahora conocían el potencial de los aventureros.. Guilbert no podía abandonar la amarga idea de que jamás pudieran poner tierra de por medio con aquellos seres.
Vámonos de aquí- añadió el paladín tras recuperar su hacha de un lanzamiento fallido a una de las criaturas que huían. -¿ Por donde?- pregunto mirando a su "aliado" temporal.
Klarotah no necesita que se lo digan dos veces y les sigue guiando en la misma dirección aunque, tras consultarlo con Martin, se desvían un poco a la derecha de su ruta, intentando evitar ser detectados por más criaturas.
Pasan las horas en un apresurado caminar por la pulida superficie de obsidiana. El cansancio empieza a hacer mella en los compañeros y alguno de ellos siente las piernas muy pesadas.
Deciden parar a descansar al amparo de unas geodas que se cruzan a unos tres metros por encima de sus cabezas. Morko comenta lo extraño de la formación ya que, normalmente, una se habría destruido, pero ambas han seguido creciendo hasta formar una especie de X.
Los turnos de guardia son rápidamente establecidos. El semi-elfo no se quita de encima la sensación de que están siendo observados.
PbP Character: A few ;)
Gowther propuso realizar un ritual de protección durante el descanso, pero antes pidió al grupo que desconvocara a sus familiares para poder realizar el ritual y que no se diluyera por la presión de tantos seres en su interior. Una vez desconvocados todos los familiares salvo el cuervo de Martin, cogió su espada y comenzó a dibujar símbolos en el aire incandescentes y en el suelo, perfilando lo que sería una protección segura ante posibles ataques. A la par, musitaba frases con la palabra de su pueblo. Aunque no se estuviera familiarizado con el idioma, el ritmo y la entonación de sus palabras sonaban como una bella canción de cuna. En realidad, el ritual en el que se basó para aprender este hechizo no empleaba este formato, pero Gowther acostumbraba a personalizar sus hechizos. En este caso, en recuerdo de su madre. Aquellos días en los que sus preocupaciones y temores no llegaban más allá de los límites de su barrio. Preocupaciones y temores insignificante a día de hoy, pero que eran capaces de evocar en el eladrín fuerte emociones difícilmente evitables. Sin que apenas fuera perceptible, sus ojos solían humedecerse levemente y su piel se erizaba cada vez que realizaba este ritual. Y es que para el El'Tael sus hechizos eran empleados como un conducto para exteriorizar sus emociones de un modo velado.
Cuando parecía que un haz mágico comenzó a levantarse alrededor del grupo, se pudo escuchar de nuevo ese sonido.-CLICK CLICK CLICK- Parecía que el ritual no llegaría a tiempo. Un grupo de criaturas, similares a las anteriores, pero con un aspecto más amenazador, apareció del techo y por diferentes flancos. Si tan solo hubiera tenido un minuto más...
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Eran demasiados y su número no paraba de aumentar. Estos ejemplares eran más grandes, más amenazadores y más numerosos. No pintaba bien. Nadie hablaba, no hacía falta. El grupo se reunió rápidamente en torno a Gowther, a la defensiva. Debían defender al elfo hasta que pudiera conjurar el refugio. Desconvocaron a sus familiares para poder entrar todos en el domo mágico. Las criaturas insectoides merodeaban a su alrededor midiéndoles, buscando la oportunidad para saltar sobre ellos. Los claqueteos en la roca a su alrededor eran el preludio de una lucha feroz.
Martín abrió el baile emplumando a uno de ellos y el resto se lanzó a por alimento. Aquella primera flecha le costaría las iras de varias de aquellas cosas que acosarían al mestizo sin piedad con sus garras durante toda la refriega, como si trataran de vengarse.
Kath peleaba codo con codo con su mentor, dando rienda suelta a sus salvajes instintos.
Zev, ardiendo de ira, conjuró un infierno sobre los enemigos en dos ocasiones, socarrando hasta a cuatro de ellos. Quien osaba atacarle quedaba envuelto en las llamas del tiefling. Las criaturas más listas lanzaban sobre él púas afiladas que eludieron su armadura en varias ocasiones.
Helayna conjuró sus artes, tímidamente al principio. Pero pronto dejó de jugar y un terrible cono de frío extremo congeló hasta a cinco de ellos mientras se batía hábilmente a la defensiva con sus conjuros de escudo.
Morko blandía el hacha ancestral de los suyos haciendo frente las bestias y conjuraba valiosísimas letanías de protección sobre Martin, Guilbert y Zevatur, los más acosados de todos ellos.
Guilbert invocó su gaitero fantasmal, que impartía su ley mandoble en mano, mientras el bardo hacía frente como podía a las garras rivales. Cuando uno de ellos trató de saltar sobre la linea defensiva para llegar a un ausente Gowther, el bardo confundió a la criatura con palabras vanas que frustraron un salto que habría sido fatal.
Klarotha se mantenía a la defensiva si apenas interceder. Las bolas de fuego de Zevatur habían barrido los enemigos junto a él.
Ash blandía sus chicas parando y devolviendo estocadas endiabladamente, pero simplemente eran demasiados enemigos, demasiados lances. Con los dientes apretados dirigió su acero al oponente de Helayna cuando esta fue alcanzada.
Todos los compañeros habían probado las garras de aquellos seres. Sangraban y respiraban agitadamente cuando Gowther levantó por fin la barrera que les mantendría a salvo de aquella jauría de bestias inmisericordes. El elfo, por fin liberado de su trance de conjuración, observaba a sus compañeros con curiosidad flemática. Las criaturas golpearon el domo sin entender qué pasaba o donde había ido su comida de repente. Al cabo de unos instantes parecieron perder el interés y la partida de caza se marchó tal com había llegado.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
-Eso ha estado muy cerca, Gowther, justo a tiempo- acertó a decir el bardo contemplando las laceraciones en su carne allí donde la coraza no protegía.- Dejadme echar un vistazo a vuestras heridas, quizá pueda aliviaros un poco..
Es descanso fue placentero teniendo en cuenta las circunstancias. Le preocupaba tener su cerebro demasiado a mano del nuevo miembro del grupo, pero las heridas y el agotamiento por fin le facilitaron el necesario descanso. Al despertar y retomar fuerzas con las bayas de Martin.
-Me sigue despertando curiosidad como los engendros con los que están lidiando lo enanos parecen comparten miembros con estos seres..-dijo señalando a los kukris- supongo que involuntarios donantes.
Zevatur resopla aliviado en cuanto la cúpula les rodea y se prepara para seguir atacando con la ayuda de la cúpula. Pero por fortuna las criaturas se retiran confundidas por el hechizo.- Bien, compañeros... !Una vez más hemos sobrevivido, triunfantes! -
Después se sienta en el angosto espacio que le deja la cúpula y reflexiona. El muchacho recuerda las palabras de Canela y el innegable placer de dar rienda suelta al poder más flámigero. Mientras reflexiona sus manos juegan con una diminuta llama en sus manos, dándole forma, apagando su luz, controlándola con cuidado...
Hasta que una mirada reprobadora de Kath le saca de ensimismamiento. Entonces la llama se transforma en una pequeña figura humana que le hace una leve reverencia antes de desvanecerse y desaparecer.
A la mañana siguiente Zevatur vuelve a conjurar el ver en la oscuridad a Ash y Kath. Después con un pequeño gesto llama a Canela otra vez y parece entrar en una conversación mental con el. Una imagen del grupo, feroz, encima de una pila de cadáveres insectoides aparece en la mente de todos acompañado de un sentimiento de triunfo.
Deberíamos partir en seguida, no sea que las criaturas regresen. No creo que sea buena idea investigar porque se vieron criaturas con restos de insectoides. Parece realmente difícil evadirlos en esta zona y con sus enormes números podrían arrasarnos... aunque espero que hayan aprendido que no es una buena buena idea, les costamos más perdidas que la carne que podrían conseguir.
Zevatur, Rolthos
La elfa tensó su cuerpo herido y sangrante una vez más ante otro embate de las bestias insectizoides, cuando sus patas se detuvieron abruptamente justo delante de ellos, incapaces de atravesar el muro invisible que les cubría. Justo a tiempo, Gowther había conseguido finalizar su ritual que ahora les protegía del peligro, pero no fue hasta que las criaturas desaparecieron de su vista que Helayna no se tranquilizó.
Exhausta por la tensión de la batalla y el largo caminar a través de las profundidades de la roca durante horas, la elfa se dejó caer apoyándose en una de las paredes, evaluando sus heridas y agradeciendo las curaciones recibidas por sus compañeros. Se dirigió al eladrín con una mueca de dolor aún en el rostro y le dijo amablemente: - Gracias Gowther, no sé cuánto más hubiéramos aguantado, parecían salir de todas partes... - dijo perdiendo su mirada en la oscuridad, asegurándose de que ningún enemigo acechaba en las sombras.
Su mirada se dirigió entonces hacia Ash y su rostro se ensombreció al verle malherido. El guerrero había permanecido a su lado toda la batalla y la había defendido con implacable coraje. No pudo evitar sentirse culpable de la gravedad de su estado; aunque sus heridas no eran mortales y el descanso le repondría completamente, la elfa sintió que, indiscutiblemente, se había confiado en la batalla. La facilidad con la que habían despachado la primera oleada al iniciar la ruta por las Cavernas del Espejo Negro, le proporcionó la ingenua idea de que este asalto sería similar. No podía permitirse dar nada por sentado y, aunque las consecuencias no habían sido catastróficas, sentía que parte de las heridas que había recibido el guerrero se podrían haber evitado si ella hubiera reaccionado con más celeridad. Pero quizá lo que más le inquietaba era el hecho de no haber estado a la altura ante los ojos de su líder, decepcionarle después de la confianza que había demostrado depositar en ella, mostrarle una Helayna que no se correspondiera con la imagen que él se había formado. Entretenida en estos pensamientos que la entristecían más de lo que quería reconocer, continuó observando a Ash disimuladamente, hasta que se le cerraron los ojos de puro cansancio.
Unas horas más tarde la hechicera recuperó completamente la consciencia, al igual que sus plenas facultades físicas. La gruta de obsidiana se mantenía en calma y en silencio y aprovechó el tiempo restante para hacer guardia y velar el descanso de aquellos de sus compañeros que continuaban dormidos. Poco a poco, la actividad se fue acrecentando hasta que todos estuvieron listos para partir, momento en el que invocó a Gloom que se refugió como era habitual entre su ropa. La imagen reproducida en su cabeza por Canela le hizo sonreír y relajar sus sensación de inquietud, asintiendo conforme ante las palabras de Zevatur. La magia refulgió sobre su figura como muchas otras veces antes de ponerse en marcha.
cast mage armor
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Las horas pasaron rápidas bajo el domo, el agotamiento causado por las diversas heridas y la pérdida de sangre había tomado el control de su cuerpo a pesar de las sanaciones de sus compañeros. Martin durmió de una tacada, casi como un cadáver exánime y demasiado pálido. Varios vendajes improvisados con manchas de sangre seca de la batalla contra los Kruthik aun estaban aferrados a sus brazos y muslos, y un tajo de mal aspecto en su abdomen, justo donde la armadura no protegía, parecía a medio curar aún. Sin embargo el mestizo se despertó sin quejarse demasiado.
Sus primeros pasos, casi obligados, le ayudaron a estirar sus entumecidos músculos. Con un gesto de su mano llamó la atención de "Seeker", que estaba posado no demasiado lejos en una de las columnas naturales de obsidiana cristalizada tras haber salido del domo también a estirar las alas. El reencuentro fue alegre, y el cuervo se posó sobre su hombro, tras trazar varios vuelos en círculo previamente, agradecido de poder sentir a su amigo cerca de nuevo, no dudó en tomar varios granos de aspecto suculento que el explorador le ofrecía de una de sus bolsitas. Algo más relajado y tras conjurar y repartir las nutritivas bayas que les estaban ayudando a seguir el viaje de una manera sana y saludable a pesar del hostil entorno, sus pasos se detuvieron ante los restos de las criaturas que habían caído la noche anterior... muchas habían desaparecido, pero otras partes cercenadas aún yacían alrededor del improvisado campamento. Martin las estudió con curiosidad, emitían un hedor bastante insoportable, y no entendía porqué eran consideradas por los grandes de la cocina como una exquisitez con regusto a marisco. Con un gesto cauto, usó dos de sus dedos desnudos, que los mitones de cuero no cubrían, para untar parte de la viscosidad de los icores internos de una pata cortada de raíz... y se los acercó a la nariz olisqueando el supuesto manjar. Una oleada de nauseas no tardó en llegar a su estómago que casi le obliga a vomitar el frugal desayuno consistente en una baya. Sin duda se había echado a perder a causa de pasar toda la noche pudriéndose y sin conservar... o eso esperaba.
No dedicó más tiempo a menesteres culinarios y se preparó para seguir el viaje, echó un par de miradas a Kath y al Illithid para que se pusieran en marcha y se volvió a posicionar en el frente para hacer su trabajo de explorador. Aún seguía paranoico por las bestias de garfios por garras que encontraron los enanos, y su miraba se desviaba constantemente a las paredes y techos de las cavernas que recorrían.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Tras casi otro día de marcha en la Suboscuridad el ánimo de los compañeros no había mejorado mucho, si acaso empeorado. La amenaza constante de que las criaturas volvieran en grandes números esta vez y la omnipresente oscuridad les minan el ánimo pese a haber salidos victoriosos y haber superado, aparentemente, otro peligro.
Poco a poco Klarota les guía en un arco hacia la derecha, el paso de las formaciones de obsidiana a sus lados se vuelve monótono. Es entonces cuando Martin da la señal de parar. Algo ha llamado su atención.
El explorador escucha la voz del Illithid en su cabeza.
- Estamoss cerca de la zona duergar de nuevo... Ssu ciudad essta próxima. Essa patrulla ssera la primera de muchass... -
Un poco más adelante el semi-elfo y Kath observan desde su escndrijo a una patrulla de media docena de enanos oscuros armados y caminando con precaución. Martin se fija que están más nerviosos de lo que deberían al encontrarse en una zona tan interior de su propio territorio. Hablan en cuchicheos entre ellos. Si tan sólo pudiera entenderlos...
PbP Character: A few ;)
Ash maldijo en silencio mientras se agazapaba tras una geoda del tamaño de un carro pequeño. Avisó entre susurros a los que venían detrás, particularmente a Morko. Desde su posición observaba a los exploradores entrecerrando los ojos. Con mucha cautela, muy despacio, desenvainó a sus chicas. Esto se podía poner feo muy rápidamente y si eso pasaba ninguno de esos duergar debería poder escapar, conjurar o hacer sonar cuerno alguno. Calculó la distancia hasta el retén de enanos oscuros y observó a sus enemigos en busca de debilidades, conjuradores o cuernos al cinto.
// Uso mi habilidad de guerrero de Know Your Enemy:
If you spend at least 1 minute observing or interacting with another creature outside combat, you can learn certain information about its capabilities compared to your own. The DM tells you if the creature is your equal, superior, or inferior in regard to two of the following characteristics of your choice:
1. Armor Class
2. Total class levels (if any)
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Escondida tras otra de las muchas rocas de obsidiana que decoraban el lugar, Helayna observó a la patrulla con preocupación. Era indudable que estaban nerviosos y sus gestos mostraban inquietud. Agudizó sus sentidos, pero estaba demasiado lejos como para sacar algo en claro. Sin pensarlo demasiado, se giró hacia Ash haciéndole un gesto y señalándole el lugar donde Kath y Martin se escondían agazapados, para avisarle de que se disponía a acercarse a ellos. Sin esperar una respuesta por parte del guerrero, la elfa se movió sigilosamente hasta la posición de sus aliados. Concentrándose de nuevo en el movimiento de los labios de los enanos, la hechicera frunció el ceño: - la bestia... el monstruo... - susurró para que los exploradores la escucharan, reproduciendo las palabras que era capaz de detectar - parece que hay patrullas duergar que han desaparecido. Hay algo a lo que, claramente, temen estos enanos - incapaz de obtener más información debido al movimiento de la patrulla, Hela observó a sus compañeros - deberíamos informar a los demás, quizá para Klarotah algo de todo esto tenga sentido -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Martin asintió, sorprendido por las habilidades de Helayna, e hizo una señal a Kath para retirarse a informar, dejando pasar a la atemorizada patrulla de largo en el proceso. Cuando este llegó junto a sus compañeras con los demás informó de los observado, y de las palabras que había conseguido leer la hechicera de los labios de sus oscuro enemigos. Una ceja se enarcó mirando al Illithid, por si este podría arrojar algo de luz al misterio de la Bestia, pero éste no parecía estar al tanto de la amenaza que incluso hacia acongojarse a los rudos enanos de la suboscuridad.
- Quizás esa "Bestia" sea inteligente y nos pueda ayudar, ... ya sabéis, el enemigo de mi enemigo ... - Estas palabras fueron dirigidas al grupo, pero su mirada permanecía clavada en Klarotha - Pero hay que andarse con cuidado, seguramente algo que atemorice a las patrullas de élite que protegen la ciudad de Emberhold, puede ser un enemigo que nos supere si se presenta hostil. En cualquier caso voy a ver si consigo encontrar algún rastro o pista de esa criatura.
El semielfo volvió a solicitar la ayuda de Kath para tal menester, y ambos desaparecieron temporalmente intentando hallar alguna señal que les proporcionara alguna pista sobre tan misteriosa pero brutal entidad. No debería ser muy difícil si hacia desaparecer patrullas enteras de enanos, sería algo grande y que dejara marca...
Survival: 2d20kh1 (
7, 12) + 6 = 18" ¡Oh la Oscuridad...! "
El bardo escuchó atento la traducción de la elfa y deducciones del explorador. Meditó unos segundos, su mente no podía despejar la visión de los seres mutilados y reconstruidos con garfios y otras partes de kukriths.
-Ojalá tengas razón Martin, pero si esa bestia es la responsable de las aberraciones que vimos en Mitrhal Hall creo que no hace distinción entre enanos blancos, negros o rojos. Quizá le gusten mas los elfos - bromeó hacia el resto.- Permíteme acompañaros esta vez, prometo estar callado y en caso de apuros seguro que puedo encontrar algún As bajo la manga.
Se ajustó las mágicas lentes, aseguró el laúd a la espalda y se dispuso para su primera misión de infiltración.
Kath, Martin y Guilbert se adelantan, mientras siguen su camino por los senderos invisibles en la gruta de obsidiana.
Mientras Morko camina atento a más patrullas Duergar se da cuenta que no están en una caverna, si no en el interior de una inmensa geoda.
Tras unos minutos, los exploradores encuentran lo que estaban buscando. Signos de una lucha reciente, quizá de unos dos o tres dias atrás. Parece que algo emboscó a una patrulla y dio buena cuenta de la mayoría de ellos. Unos cuantos huyeron, otros murieron allí mismo pero al menos dos fueron arrastrados por algo grande hacia otra zona de la caverna. Según la ruta que llevan pasarán cerca, pero no deberían cruzarse con lo que sea que atacó a los duergar. A no ser que vuelva a tener hambre y esté cazando.
Las marcas son de varias patas, parecidas a las de las criaturas que les atacaron, pero es sin duda una criatura más grande y con seis pares de patas en lugar de cuatro.
PbP Character: A few ;)
El enemigo de mi enemigo en la infraoscuridad seguramente sea también mi enemigo, pensó para sí mismo Morko.- Estoy con Gualberto, No creo q sea buena idea importunar a lo que sea que anda cazando duergars y menos si tiene seis patas, no conozco nada bueno que ande sobre seis patas- dijo el paladín desde la retaguardia sin dejar de prestar atención al camino y a las paredes de la Gerda.
Zevatur escuchó las palabras de sus compañeros y con un breve retraso comentó al resto - Pero aunque evitemos esta criatura... quizás podríamos usarla de alguna manera, o para simular un ataque de la misma si tenemos que luchar con una patrulla duergar, o bien para amedrentar y hacer que una patrulla duergar huya, evitando así enfrentarnos... Si pudiésemos tener algún dato más sobre la misma podríamos hacerlo mas ¿Creible? - Tras otra pausa finaliza - Canela dice que el puede ir a explorar y que si ve la criatura puede transmitirme su aspecto, sonidos y características... Sin importar la distancia. No tiene miedo a que la criatura le atrape ya que yo le puedo hacer desaparecer en cualquier momento y si perece de forma repentina puedo convocarle de nuevo con el ritual. ¿Os parece que vaya canela a explorar?
Con un vuelo excitado a su alrededor Canela se presentó voluntario, una petición en forma de visión se apareció en la mente de los compañeros, un majestuoso dragón desapareciendo.
Zevatur, Rolthos
El musculado guerrero asintió a la sugerencia de Zevatur.
—Me parece bien Zev, quedamos en manos de nuestro dragón particular. ¿Qué puede salir mal? —susurró al tiefling mientras la tensión en su mandíbula y el ceño fruncido contradecía su tono jocoso— pero que se de prisa. Deberíamos aprovechar la ventana que nos ofrece el paso de esa patrulla. Cuanto más tardemos ponernos en marcha hacia Emberhold más fácil es que demos con otra patrulla de condenados enanos —miró a Morko y levantó la mano un poco— sin ánimo de ofender.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)