Con la autoconfianza dañada después de que sus últimas ideas hubiesen acabado en desastre Zevatur optó por no expresar sus opiniones, sobre su aquellos gnomos podría o no regresar con refuerzos o a cuanto tiempo podría estar su campamento, o incluso de si se podría llegar a una negociación con ellos. Se limitó a asentir a Ash y tras lanzar la cuerda abajo se preparó con sus escasos recursos para un posible encuentro con aquellos gnomos.
Hela escuchó las palabras del pulpoide retumbar en su cabeza y oteó en la oscuridad intentando detectar a las pequeñas criaturas. Si se sentían tan indecisos como Klarotah declaraba, el mensaje de Ash sería suficiente para conseguir que huyeran de allí; el grupo necesitaba un respiro y un descanso en aquella suboscuridad que parecía no darles tregua.
Esperó alerta la información del espiamentes sobre la decisión de los gnomos y vigiló cualquier actividad extraña mientras Gowther realizaba el ritual del domo - "Haré guardia contigo" - le dijo con timidez a Ash.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Martin se incorporó al sentir la presencia de los gnomos, parecía algo más descansado a pesar de que sólo habían pasado unos escasos minutos desde que se recostó contra la grandiosa estructura cristalina.
- Esperad ... quizás ellos nos puedan ser útiles, podrían conocer algún acceso oculto a la ciudad de los Duergar, quizás podamos intercambiar información o negociar con ellos.
El semielfo se ajustó su taparrabos como buenamente pudo pero al poco tiempo desistió en intentar recuperar su dignidad tras los destrozos en sus pertenencias y ropajes de explorador. Dirigiéndose a ellos empezó a hablarles desde su posición en un lenguaje extraño, haciéndoles notar que habían sido detectados, pero que no ocurriría ningún enfrentamiento si no lo forzaban.
- [Undercommon con fuerte acento Drow] Sabemos que estáis ahí, no tiene porqué correr la sangre, quizás podamos colaborar entre nosotros, puede que poseáis alguna información que nos interese, y nosotros podemos compartir parte de lo que encontremos en la guarida con vosotros...
Martin intentó mantener una pose tranquila, a pesar de su lamentable aspecto.
Desde las alturas y desconocedor del encuentro que pies mas abajo se producía, un poco silencioso bardo se asomó a la guarida de la bestia. Desde el vértice de uno de los cristales que hacía de pared observó atentamente algún movimiento en el interior de la guarida. Lentamente se dejó caer hacia el interior, esforzándose en contener las arcadas, buscando alguna clave que pudiera explicar el origen de aquella aberración. El hedor inundó sus fosas nasales mientras se planteaba cuanto tiempo podría aguantar aquello, y constatando la poco idoneidad de aquel lugar para recuperar fuerzas.
Guilbert no econtró nada que pudiera dar alguna pista sobre el origen de la extraña criatura, lo único que había allí abajo eran los descuartizados y medio comidos restos de sus víctimas.
Martin vio a tres criaturas salir de detrás de una arista cercana.
Con la piel grisácea, pequeños y con narices chatas, calvos y con puntiagudas orejas, todos iban vestidos con pieles de cuero de algún animal desconocido, uno de ellos portaba un pico, el otro dos espadas afiladas y ligeramente curvadas, el tercero vestía una túnica y parecía orgulloso de unos bigotes largos y barba que se mesó antes de contestar al semi-elfo con un tosco acento.
Martin se quedó pensativo antes las palabras de los extraños gnomos de tez grisácea, tenía que reconocer que la mirada del que poseía la barba blanca y larga con la calva tatuada le llamaba la atención, algo picaresca y de inteligente pose, tenía cierto atractivo si no es porque medía la mitad que él. Rápidamente desechó esos vacuos pensamientos de su cabeza para continuar la negociación, sin duda llevaba demasiado tiempo debajo de tierra y eso le estaba afectando.
- Nadie dolor... estamos de acueerdo, ... pero nosotros eliminamos a la patrulla Duergar, y a la criatura que habitaba en este lugar, tenemos derecho a nuestra parte, hicimos todo el trabajo duro. Comida toda vuestra, tesoro compartir...
El semielfo intentó ser respetuoso dentro de que no tenía ni idea de la cultura de esta raza salvo alguna lejana historia que apenas recordaba y que a veces le contaba su maestra Drow cuando estaba de buen humor, cosa que no solía ocurrir, por aquel entonces en la Academia. Esos tiempos ahora le parecían siglos atrás... otra vida e incluso otra persona...
El svirneflin frunció el ceño, al parecer no muy dispuesto a ceder parte de un posible tesoro. Entonces Klarotah bajo un poco flotando quedándose tras Martin, en silencio, tan sólo dejándose ver claramente por los gnomos de las profundidades. Los tres abrieron los ojos como platos y palidecieron, tornándose sus rostros de un gris pálido.
- Disculpas a tu Maestro. - Dijo contestado a Martin sin atreverse a hablar directamente a Klarotah - No pretender ofender. Disculpas. Piedad. Nosotros ir. Piedad. Tú decir tu Maestro nosotros sentir -
Comenzaron a hacer reverencias y a recular sin dar la espalda. Repentinamente de enredador, saliendo de entre la sombras o apareciendo como si de un espejismo se tratara, una docena más de pequeños seres que estaban rodeando al equipo se fue retirando con humildad, precaución y miedo ante la severa mirada del Illithid.
Martín levantó una ceja cuando Klarotah se quedo detrás suyo imponiendo su aterradora figura antes los gnomos. Se miró a si mismo y entendió la confusión de las diminutas pero peligrosas criaturas, ... con una exagerada reverencia al Illithid, el semielfo comunicó servilmente el mensaje de los allí presentes a su "amo".
- Señor de la Suboscuridad, parangón de la sabiduría y el poder, los gnomos lo sienten... perdonad su intromisión y permitirles irse ilesos.
El semblante de Martin se ensombreció y no parecía muy contento con la "orden" del Illithid. Con su mente respondió algo contrariado ante tal proposición.
- No participaré en un acto tan vil, se han rendido y han pedido clemencia, ... no tiene sentido asesinar a uno de ellos. Has pasado en una cueva mucho tiempo y estoy seguro que la escasez de comida no te supuso mucho problema, intenta aguantar algo o devora alguno de los cerebros de los Duergar caídos si el hambre es insoportable.
El semielfo acabó su frase mientras comenzaba a vestirse con los ropajes que le había proporcionado el bardo, el aspecto a estibador de puerto mezclado con marinero de cabaret no le devolvía mucho la dignidad, pero al menos no tenía que ir ocultando su pendular miembro viril a todo el mundo.
Gowther volvió de nuevo a su ser y pudo seguir la conversación entre el inquietante nuevo compañero y aquellos gnomos de las profundidades. Ignorando las incongruentes palabras del medio-humano con su profesión y después de haber visto aquel poblado devastado, el eladrin comprendía que ya había suficiente muerte en aquel lugar. -Creo que hay suficientes penurias y seguro que sería más interesante que reservaras tus curiosos gustos gastronómicos por otros enemigos. Ya han comentado que se retirarán.-Dijo mirando fijamente aquellos seres.-Tus objetivos son claros y los nuestros también. Por lo menos mientras dure nuestra relación, si podemos evitar confrontaciones innecesarias, os pediría que optemos por ello.-Tras esto se dirigió a los gnomos- Creo que lo mejor será que os marchéis, ya se derrama suficiente sangre en estos lugares como para que tengamos que luchar entre nosotros. Entiendo que estaremos de acuerdo en no derramar más sangre.-Si bien el El'tael hacía del combate un arte digno de admirar, también sentía cierta aversión por emplear la agresividad sobre la palabra. De poder llegar a un consenso, no había necesidad de acabar con la vida de nadie.
El sonido sibilante que escucharon los compañeros en sus cabezas, bajo, amenazador y repetitivo no fue un sonido agradable de escuchar. Klarotah se estaba riendo.
- Sois tan predecibles... tranquilos sólo estaba representando mi papel, no tendría ni para un pequeño bocado y además no queremos soliviantar a vuestro amigo enano ¿verdad? Pero esto quizá os de una valiosa lección del lugar en el que os encontráis, miradlos. No se plantean si luchar o huir, están pensando quién de ellos es el más débil por si tienen que luchar entre ellos y entregármelo.-
Los gnomos que se habían quedado petrificados mirándose los unos a los otros, al parecer haciendo lo que el mind flyier acaba de decir.
- Si queréis que se marchen decidles que he sido clemente y se pueden marchar. Si queréis averiguar algo más, con tal de librarse de ser mi aperitivo os dirán lo que queráis. Somos aliados ¿no? os estoy ayudando... -
Parece que se ha ofendido un poco al no detectar los compañeros el farol que se estaba tirando ni comprender la estrategia al vuelo.
Martin gruñó mentalmente al no verse nada cómodo con la actitud de Klarotah, podría intentar estar ayudando, pero sus maneras le enervaban y su oscuro, cínico y prepotente sentido del humor le resultaba insultante y condescendiente. Aún así, sabía reconocer cuando tener la ventaja y se aproximó a los gnomos siguiendo su rol de esclavo.
- Diminutos seres de la suboscuridad... el amo puede ser clemente, y no reclamar su ... precio, pero necesita algo a cambio, ¿cómo encontrar una entrada segura y fuera de la vista de los Duergar a su ciudad? y si alguno habéis estado dentro por cualquier razón, cualquier información estratégica sería bienvenida... dependiendo de la calidad de vuestras palabras, mi señor en su magnificente misericordia, podría perdonar vuestra afrenta...
El semielfo hizo una level inclinación hacia el Illithid mostrando su posición de ser inferior a todos los presentes.
Sólo el calvo gnomo tatuado con cara de avispado se queda lo suficientemente cerca como para hablar con Martin, los otros diecisiete se alejan algo más, no se quedan juntos si no que se abren para evitar ser capturados por el conjuro de alguien o los poderes del mind flyer pero el semi-elfo se da cuenta de que ninguno hace nada medianamente parecido a un gesto hostil.
- Si tomáis el pasadizo del oeste al otro lado de la geoda llegareis a las inmediaciones de su castillo sin tener que pasar por la ciudad. Pero es un pasadizo pequeño, no sé si alguno de vosotros podrá pasar - dice mirando por encima del hombro a Ash. Sus suspicaces ojos se vuelven hacia Martin - ¿Porqué necesita tu amo esta información? - le dice en voz baja - ahora son aliados de los duergar. Hasta mi gente es su aliada ahora. Todos unidos bajo el gran K'varn... - Al pícaro no se le escapa el desprecio que acompañan las dos últimas palabras.
Cuando las palabras resonaron en la cabeza del Guilbert, este sacó su estoque preparado para el combate pero en seguida las arcadas le dejaron al margen. Los cuerpos podridos y abandonados revolvieron un estómago vacío y dejaron mermadas las ganas por interbenir en la conversación que se daba al otro lado..
-Un momento..buaggg...-echó el desayuno..- dejadme puagg,,- echó la comida..- puedo ayudaggggg...- ahí fue la cena..
Con las manos vacías y menos respuestas de las que da un ladrillo intentó flotar hacia el exterior de aquel pilar hueco.
Martin se mesó la barba dubitativo, como si intentara medir sus próximas palabras,... por fin se agachó a la altura del valiente y atractivo gnomo barbudo y casi en un susurro le contestó.
- Quizás mi amo sea diferente... podría ser la chispa que encendiera la mecha... de una rebelión... quizás...
El pícaro guiñó de manera cómplice a su interlocutor y se levantó de nuevo manteniendo una compostura seria y servil a la par.
Los ojos del gnomo se abren como platos al escuchar la palabra rebelión, pero rápidamente se convierten en dos rendijas mirando alternativamente a Martin y al Illithid.
- Nosotros somos fieles a K'varn. No tiene porqué dudar de la leatad de los svirfneblin. K'varn es nuestro amo y señor. - Hace varias reverencias. Obedecemos a sus enviados como tu señor, pero no debe preocuparse por nosotros. Cumpliremos nuestra parte cuando K'varn nos llame. - Hace una reverencia más sin levantar del todo la cabeza, mirando a Klarotah.
Le susurra a Martin.
- ¿Hemos pasado la prueba? ¿Tu amo está satisfecho? -
Martin sonríe al encantador y barbudo gnomo y asiente con la cabeza esperando a que los svirfneblin se retiren sanos y salvos. Cuando vuelven a estar solos, termina de vestirse con los ropajes prestados por Guilbert, esperando a que sus compañeros encuentren un mejor refugio y los supuestos tesoros que los gnomos buscaban y la criatura defendía. Sólo esperaba que todo el dolor y castigo sufrido valiera la pena.
Aún así, su mente vagó hacia la ya no tan distante Emberhold, donde Lady Kima podría estar sufriendo horribles torturas, si es que aún seguía viva... su corazón se encogió por la preocupación, tan cerca, pero aún tan lejos...
Con un suspiro de evidente alivio, y con más premura de la que pretende tener, el gnomo de las profundidades se une a sus compañeros y desaparecen en la lejanía de la suboscuridad.
Los exploradores no tardan mucho en volver de la desagradable búsqueda e informan que, aparentemente la aberración no tenía interés alguno en acumular tesoro. Encuentran unas pocas y malolientes monedas entre los restos, pero es apenas calderilla. Uno de los duergar tiene una armadura completa, pero es tan pesada y huele tanto a cadáver que habría que estar loco o muy desesperado para sacarla de allí y más aún para portarla.
Zevatur encuentra, sin embargo, cubierta por el cuerpo putrefacto de un ogro, un pequeño resquicio en las aristas que forman esta cilíndrica guarida. Los restos de la armadura del ogro están colocados para tapar un enorme agujero que atraviesa el pecho del cadáver de parte a parte. La oquedad es demasiado pequeña para que ninguno de ellos pase por ella pero quizá un gnomo si cabría. Es altamente probable que los svirneflins hayan estado saqueando los restos de las víctimas de esta criatura desde hace algún tiempo. No sin riesgos a juzgar por los cadáveres de gnomo de las profundidades que se ven aquí y allá.
Kath no tarda en volver y les dice que ha encontrado un sitio algo apartado tanto de la ruta duergar como de la guarida que puede servirles para acampar y descansar. Les guía hasta allí y bajo el cobijo de dos aristas que forman un techo cruzado en V invertida, se disponen a descansar.
- ¿Vas a hacer tu ritual Gowther? . le pregunta Kath al eladrin. - ¿o sólo vamos a comer algo y coger algo de aire? -
Ash solo quería descansar junto a Helayna. Empezaba a estar harto de todo aquello. Ahora duendes de las cavernas. A cada paso alguna nueva exótica amenaza les privaba de un merecido descanso. Y encima estos parecían conocer y temer a nuestro ilustre espiamentes. Cada paso que daban parecía alejarles más y más de la dama que habían venido a buscar. La fortuna era caprichosa y tenía maneras extrañas de presentarse, pero empezaba a cansarse de esperar. Se consoló en los profundos ojos de Helayna.
Con la autoconfianza dañada después de que sus últimas ideas hubiesen acabado en desastre Zevatur optó por no expresar sus opiniones, sobre su aquellos gnomos podría o no regresar con refuerzos o a cuanto tiempo podría estar su campamento, o incluso de si se podría llegar a una negociación con ellos. Se limitó a asentir a Ash y tras lanzar la cuerda abajo se preparó con sus escasos recursos para un posible encuentro con aquellos gnomos.
Zevatur, Rolthos
Hela escuchó las palabras del pulpoide retumbar en su cabeza y oteó en la oscuridad intentando detectar a las pequeñas criaturas. Si se sentían tan indecisos como Klarotah declaraba, el mensaje de Ash sería suficiente para conseguir que huyeran de allí; el grupo necesitaba un respiro y un descanso en aquella suboscuridad que parecía no darles tregua.
Esperó alerta la información del espiamentes sobre la decisión de los gnomos y vigiló cualquier actividad extraña mientras Gowther realizaba el ritual del domo - "Haré guardia contigo" - le dijo con timidez a Ash.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Martin se incorporó al sentir la presencia de los gnomos, parecía algo más descansado a pesar de que sólo habían pasado unos escasos minutos desde que se recostó contra la grandiosa estructura cristalina.
- Esperad ... quizás ellos nos puedan ser útiles, podrían conocer algún acceso oculto a la ciudad de los Duergar, quizás podamos intercambiar información o negociar con ellos.
El semielfo se ajustó su taparrabos como buenamente pudo pero al poco tiempo desistió en intentar recuperar su dignidad tras los destrozos en sus pertenencias y ropajes de explorador. Dirigiéndose a ellos empezó a hablarles desde su posición en un lenguaje extraño, haciéndoles notar que habían sido detectados, pero que no ocurriría ningún enfrentamiento si no lo forzaban.
- [Undercommon con fuerte acento Drow] Sabemos que estáis ahí, no tiene porqué correr la sangre, quizás podamos colaborar entre nosotros, puede que poseáis alguna información que nos interese, y nosotros podemos compartir parte de lo que encontremos en la guarida con vosotros...
Martin intentó mantener una pose tranquila, a pesar de su lamentable aspecto.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Desde las alturas y desconocedor del encuentro que pies mas abajo se producía, un poco silencioso bardo se asomó a la guarida de la bestia. Desde el vértice de uno de los cristales que hacía de pared observó atentamente algún movimiento en el interior de la guarida. Lentamente se dejó caer hacia el interior, esforzándose en contener las arcadas, buscando alguna clave que pudiera explicar el origen de aquella aberración. El hedor inundó sus fosas nasales mientras se planteaba cuanto tiempo podría aguantar aquello, y constatando la poco idoneidad de aquel lugar para recuperar fuerzas.
Investigation 10 + 5 = 15
Guilbert no econtró nada que pudiera dar alguna pista sobre el origen de la extraña criatura, lo único que había allí abajo eran los descuartizados y medio comidos restos de sus víctimas.
Martin vio a tres criaturas salir de detrás de una arista cercana.
Con la piel grisácea, pequeños y con narices chatas, calvos y con puntiagudas orejas, todos iban vestidos con pieles de cuero de algún animal desconocido, uno de ellos portaba un pico, el otro dos espadas afiladas y ligeramente curvadas, el tercero vestía una túnica y parecía orgulloso de unos bigotes largos y barba que se mesó antes de contestar al semi-elfo con un tosco acento.
- Nosotros aquí primero. Tesoro y comida nuestros. Vosotros marchar ahora. Nadie dolor -
Los ojos astutos estudiaron a Martin. Este tenía claro que su forma de hablar se debía al idioma, no a una carencia de intelecto.
PbP Character: A few ;)
Martin se quedó pensativo antes las palabras de los extraños gnomos de tez grisácea, tenía que reconocer que la mirada del que poseía la barba blanca y larga con la calva tatuada le llamaba la atención, algo picaresca y de inteligente pose, tenía cierto atractivo si no es porque medía la mitad que él. Rápidamente desechó esos vacuos pensamientos de su cabeza para continuar la negociación, sin duda llevaba demasiado tiempo debajo de tierra y eso le estaba afectando.
- Nadie dolor... estamos de acueerdo, ... pero nosotros eliminamos a la patrulla Duergar, y a la criatura que habitaba en este lugar, tenemos derecho a nuestra parte, hicimos todo el trabajo duro. Comida toda vuestra, tesoro compartir...
El semielfo intentó ser respetuoso dentro de que no tenía ni idea de la cultura de esta raza salvo alguna lejana historia que apenas recordaba y que a veces le contaba su maestra Drow cuando estaba de buen humor, cosa que no solía ocurrir, por aquel entonces en la Academia. Esos tiempos ahora le parecían siglos atrás... otra vida e incluso otra persona...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El svirneflin frunció el ceño, al parecer no muy dispuesto a ceder parte de un posible tesoro.
Entonces Klarotah bajo un poco flotando quedándose tras Martin, en silencio, tan sólo dejándose ver claramente por los gnomos de las profundidades.
Los tres abrieron los ojos como platos y palidecieron, tornándose sus rostros de un gris pálido.
- Disculpas a tu Maestro. - Dijo contestado a Martin sin atreverse a hablar directamente a Klarotah - No pretender ofender. Disculpas. Piedad. Nosotros ir. Piedad. Tú decir tu Maestro nosotros sentir -
Comenzaron a hacer reverencias y a recular sin dar la espalda. Repentinamente de enredador, saliendo de entre la sombras o apareciendo como si de un espejismo se tratara, una docena más de pequeños seres que estaban rodeando al equipo se fue retirando con humildad, precaución y miedo ante la severa mirada del Illithid.
PbP Character: A few ;)
Martín levantó una ceja cuando Klarotah se quedo detrás suyo imponiendo su aterradora figura antes los gnomos. Se miró a si mismo y entendió la confusión de las diminutas pero peligrosas criaturas, ... con una exagerada reverencia al Illithid, el semielfo comunicó servilmente el mensaje de los allí presentes a su "amo".
- Señor de la Suboscuridad, parangón de la sabiduría y el poder, los gnomos lo sienten... perdonad su intromisión y permitirles irse ilesos.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El Illithid parecía incluso divertido al responder a Martin pero todos pudieron escuchar en sus mentes.
”Su ofensa me ha abierto el apetito. Uno de ellos me será entregado. “
PbP Character: A few ;)
El semblante de Martin se ensombreció y no parecía muy contento con la "orden" del Illithid. Con su mente respondió algo contrariado ante tal proposición.
- No participaré en un acto tan vil, se han rendido y han pedido clemencia, ... no tiene sentido asesinar a uno de ellos. Has pasado en una cueva mucho tiempo y estoy seguro que la escasez de comida no te supuso mucho problema, intenta aguantar algo o devora alguno de los cerebros de los Duergar caídos si el hambre es insoportable.
El semielfo acabó su frase mientras comenzaba a vestirse con los ropajes que le había proporcionado el bardo, el aspecto a estibador de puerto mezclado con marinero de cabaret no le devolvía mucho la dignidad, pero al menos no tenía que ir ocultando su pendular miembro viril a todo el mundo.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Gowther volvió de nuevo a su ser y pudo seguir la conversación entre el inquietante nuevo compañero y aquellos gnomos de las profundidades. Ignorando las incongruentes palabras del medio-humano con su profesión y después de haber visto aquel poblado devastado, el eladrin comprendía que ya había suficiente muerte en aquel lugar. -Creo que hay suficientes penurias y seguro que sería más interesante que reservaras tus curiosos gustos gastronómicos por otros enemigos. Ya han comentado que se retirarán.-Dijo mirando fijamente aquellos seres.-Tus objetivos son claros y los nuestros también. Por lo menos mientras dure nuestra relación, si podemos evitar confrontaciones innecesarias, os pediría que optemos por ello.-Tras esto se dirigió a los gnomos- Creo que lo mejor será que os marchéis, ya se derrama suficiente sangre en estos lugares como para que tengamos que luchar entre nosotros. Entiendo que estaremos de acuerdo en no derramar más sangre.-Si bien el El'tael hacía del combate un arte digno de admirar, también sentía cierta aversión por emplear la agresividad sobre la palabra. De poder llegar a un consenso, no había necesidad de acabar con la vida de nadie.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
El sonido sibilante que escucharon los compañeros en sus cabezas, bajo, amenazador y repetitivo no fue un sonido agradable de escuchar. Klarotah se estaba riendo.
- Sois tan predecibles... tranquilos sólo estaba representando mi papel, no tendría ni para un pequeño bocado y además no queremos soliviantar a vuestro amigo enano ¿verdad? Pero esto quizá os de una valiosa lección del lugar en el que os encontráis, miradlos. No se plantean si luchar o huir, están pensando quién de ellos es el más débil por si tienen que luchar entre ellos y entregármelo.-
Los gnomos que se habían quedado petrificados mirándose los unos a los otros, al parecer haciendo lo que el mind flyier acaba de decir.
- Si queréis que se marchen decidles que he sido clemente y se pueden marchar. Si queréis averiguar algo más, con tal de librarse de ser mi aperitivo os dirán lo que queráis. Somos aliados ¿no? os estoy ayudando... -
Parece que se ha ofendido un poco al no detectar los compañeros el farol que se estaba tirando ni comprender la estrategia al vuelo.
PbP Character: A few ;)
Martin gruñó mentalmente al no verse nada cómodo con la actitud de Klarotah, podría intentar estar ayudando, pero sus maneras le enervaban y su oscuro, cínico y prepotente sentido del humor le resultaba insultante y condescendiente. Aún así, sabía reconocer cuando tener la ventaja y se aproximó a los gnomos siguiendo su rol de esclavo.
- Diminutos seres de la suboscuridad... el amo puede ser clemente, y no reclamar su ... precio, pero necesita algo a cambio, ¿cómo encontrar una entrada segura y fuera de la vista de los Duergar a su ciudad? y si alguno habéis estado dentro por cualquier razón, cualquier información estratégica sería bienvenida... dependiendo de la calidad de vuestras palabras, mi señor en su magnificente misericordia, podría perdonar vuestra afrenta...
El semielfo hizo una level inclinación hacia el Illithid mostrando su posición de ser inferior a todos los presentes.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Sólo el calvo gnomo tatuado con cara de avispado se queda lo suficientemente cerca como para hablar con Martin, los otros diecisiete se alejan algo más, no se quedan juntos si no que se abren para evitar ser capturados por el conjuro de alguien o los poderes del mind flyer pero el semi-elfo se da cuenta de que ninguno hace nada medianamente parecido a un gesto hostil.
- Si tomáis el pasadizo del oeste al otro lado de la geoda llegareis a las inmediaciones de su castillo sin tener que pasar por la ciudad. Pero es un pasadizo pequeño, no sé si alguno de vosotros podrá pasar - dice mirando por encima del hombro a Ash. Sus suspicaces ojos se vuelven hacia Martin - ¿Porqué necesita tu amo esta información? - le dice en voz baja - ahora son aliados de los duergar. Hasta mi gente es su aliada ahora. Todos unidos bajo el gran K'varn... - Al pícaro no se le escapa el desprecio que acompañan las dos últimas palabras.
PbP Character: A few ;)
Cuando las palabras resonaron en la cabeza del Guilbert, este sacó su estoque preparado para el combate pero en seguida las arcadas le dejaron al margen. Los cuerpos podridos y abandonados revolvieron un estómago vacío y dejaron mermadas las ganas por interbenir en la conversación que se daba al otro lado..
-Un momento..buaggg...-echó el desayuno..- dejadme puagg,,- echó la comida..- puedo ayudaggggg...- ahí fue la cena..
Con las manos vacías y menos respuestas de las que da un ladrillo intentó flotar hacia el exterior de aquel pilar hueco.
Martin se mesó la barba dubitativo, como si intentara medir sus próximas palabras,... por fin se agachó a la altura del valiente y atractivo gnomo barbudo y casi en un susurro le contestó.
- Quizás mi amo sea diferente... podría ser la chispa que encendiera la mecha... de una rebelión... quizás...
El pícaro guiñó de manera cómplice a su interlocutor y se levantó de nuevo manteniendo una compostura seria y servil a la par.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Los ojos del gnomo se abren como platos al escuchar la palabra rebelión, pero rápidamente se convierten en dos rendijas mirando alternativamente a Martin y al Illithid.
- Nosotros somos fieles a K'varn. No tiene porqué dudar de la leatad de los svirfneblin. K'varn es nuestro amo y señor. - Hace varias reverencias. Obedecemos a sus enviados como tu señor, pero no debe preocuparse por nosotros. Cumpliremos nuestra parte cuando K'varn nos llame. - Hace una reverencia más sin levantar del todo la cabeza, mirando a Klarotah.
Le susurra a Martin.
- ¿Hemos pasado la prueba? ¿Tu amo está satisfecho? -
PbP Character: A few ;)
Martin sonríe al encantador y barbudo gnomo y asiente con la cabeza esperando a que los svirfneblin se retiren sanos y salvos. Cuando vuelven a estar solos, termina de vestirse con los ropajes prestados por Guilbert, esperando a que sus compañeros encuentren un mejor refugio y los supuestos tesoros que los gnomos buscaban y la criatura defendía. Sólo esperaba que todo el dolor y castigo sufrido valiera la pena.
Aún así, su mente vagó hacia la ya no tan distante Emberhold, donde Lady Kima podría estar sufriendo horribles torturas, si es que aún seguía viva... su corazón se encogió por la preocupación, tan cerca, pero aún tan lejos...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Con un suspiro de evidente alivio, y con más premura de la que pretende tener, el gnomo de las profundidades se une a sus compañeros y desaparecen en la lejanía de la suboscuridad.
Los exploradores no tardan mucho en volver de la desagradable búsqueda e informan que, aparentemente la aberración no tenía interés alguno en acumular tesoro. Encuentran unas pocas y malolientes monedas entre los restos, pero es apenas calderilla. Uno de los duergar tiene una armadura completa, pero es tan pesada y huele tanto a cadáver que habría que estar loco o muy desesperado para sacarla de allí y más aún para portarla.
Zevatur encuentra, sin embargo, cubierta por el cuerpo putrefacto de un ogro, un pequeño resquicio en las aristas que forman esta cilíndrica guarida. Los restos de la armadura del ogro están colocados para tapar un enorme agujero que atraviesa el pecho del cadáver de parte a parte. La oquedad es demasiado pequeña para que ninguno de ellos pase por ella pero quizá un gnomo si cabría. Es altamente probable que los svirneflins hayan estado saqueando los restos de las víctimas de esta criatura desde hace algún tiempo. No sin riesgos a juzgar por los cadáveres de gnomo de las profundidades que se ven aquí y allá.
Kath no tarda en volver y les dice que ha encontrado un sitio algo apartado tanto de la ruta duergar como de la guarida que puede servirles para acampar y descansar. Les guía hasta allí y bajo el cobijo de dos aristas que forman un techo cruzado en V invertida, se disponen a descansar.
- ¿Vas a hacer tu ritual Gowther? . le pregunta Kath al eladrin. - ¿o sólo vamos a comer algo y coger algo de aire? -
PbP Character: A few ;)
Ash solo quería descansar junto a Helayna. Empezaba a estar harto de todo aquello. Ahora duendes de las cavernas. A cada paso alguna nueva exótica amenaza les privaba de un merecido descanso. Y encima estos parecían conocer y temer a nuestro ilustre espiamentes. Cada paso que daban parecía alejarles más y más de la dama que habían venido a buscar. La fortuna era caprichosa y tenía maneras extrañas de presentarse, pero empezaba a cansarse de esperar. Se consoló en los profundos ojos de Helayna.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)