Tras las catastróficas decisiones de sus compañeros buscando un "lugar seguro" en la guarida de la bestia, el único resultado fue el gasto masivo de recursos mágicos además de poner en riesgo la vida del grupo, así como retroceder una larga distancia. Después de que Kath encontrara un entorno aparentemente fiable donde descansar fuera de las inmediaciones de la guarida, Gowther entendió que lo mejor era reponer por completo las energías.-Creo que lo mejor será que conjure el domo protector por si apareciera en el lugar algún peligro. Nos podría dar tiempo a reaccionar. Y muchos de nosotros nos hemos empleado a fondo-Mirando a los dueños de algún familiar- Todas vuestros familiares o compañeros deben quedar fuera del domo o ser desconvocados. En caso de que alguien se niegue a ello, su mascota puede ocupar vuestro puesto en el domo.-Dichas estas palabras el El'tael conjuró el domo como acostumbraba una vez que sus compañeros se decidieran en relación a los familiares.
Al ver la armadura el primer impulso fue dejarla atrás, pero tras un momento de dudas se acerco a ella de nuevo y empezó a lanzar unas cuantas Prestidigitation. para limpiarla. En apenas un minuto la armadura parecía bien limpia. Con un suspiro de satisfacción la metió en su saco de contención. Al menos algo bueno había salido de las últimas mini-catastrofes.
[A punto de descansar]
Con algo de decepción por lo poco que iban averiguando de cada encuentro Zevatur siguió al grupo. La evidente frustración ed Ash tan solo se calmaba al mirar a Helaya, el enfado de Gowther también se hacia notar en sus parcas palabras y sobre el seco comentario sobre los familiares, como si antes se hubiese dado algún problema. - En definitiva Zevatur asintió a sus palabras y se dispuso a descansar.
El grupo avanzó hasta el lugar resguardado descubierto por Kath y se despidió de Gloom con una suave caricia en el pico antes de desaparecer. Inmediatamente después, la mirada de la elfa se cruzó con la de Ash y aquel momento se convirtió en uno de los más temidos por la hechicera. Los ojos del guerrero, cargados de agotamiento y tensión acumulada en las horas previas, desprendían aún así una intensidad y un fervor que la hizo estremecer. ¿Realmente había llegado ese momento? Desconcertada de nuevo sin saber qué hacer, desvió la mirada nerviosa. Aunque por un lado deseaba la íntima proximidad con Ash, por otro sentía un vértigo que la paralizaba. El humano, acostumbrado a yacer con mujeres con la misma asiduidad que la de un borracho bebiendo cerveza en las tabernas, no era consciente de la inexperiencia de la elfa ni de los sentimientos de fragilidad y vulnerabilidad a los que Helayna se enfrentaba ante esta situación.
Las dudas bombardeaban su mente y no la dejaban pensar con claridad. Recordó de nuevo su imagen desnuda saliendo de aquella habitación del Oasis, en la que había compartido sus artes amatorias con un par de mujeres. Si esa era la expectativa del humano, aquello se iba a convertir en un absoluto desastre. No solo por la pericia en el acto en sí, si no por la frivolidad con la que parecía manejar su líder este tipo de situaciones. También era una práctica continua entre los shadar-kais, para los que todo aquello se resumía en la experimentación de emociones extremas y la autoafirmación de su virilidad, o simplemente la búsqueda de la perpetuación de la estirpe. Quizá por eso la elfa se había mantenido alejada de esas actividades, a la espera de una unión más profunda que la conectara íntimamente con otro ser. ¿Era Ash el hombre al que había estado esperando durante tantos años?
Le miró buscando una respuesta y el estómago le dio un vuelco, erizando cada centímetro de su piel, y supo que lo único que deseaba era descansar entre sus brazos. Pero en aquella gruta de obsidiana y oscuridad la intimidad brillaba por su ausencia y, si ya se sentía cohibida ante Ash, le pareció inconcebible mostrar su afecto bajo la presencia de sus compañeros. Se acercó a él tímida, sentándose a su lado. Le acarició el rostro con suavidad, castigado por la lucha y el cansancio.
- ¿Te encuentras bien? - le preguntó preocupada - me quedaré a tu lado en la primera guardia y después podremos descansar- susurró, mirando de reojo a sus compañeros, dando a entender al guerrero su incomodidad y su nula experiencia en el manejo de situaciones similares.
A Ash no le pasó por alto el tono de molestia de Gowther, pero ¿Quién sabe qué pasa por la mente de un eladrin?
—Estoy bien —sonrió a la hechicera—. Entremos dentro de la casita de Gowther y hagamos esa guardia. Lady Kyma tendrá que esperar un poco más.
Cedió el paso a la elfa. El eladrim obró su magia y pronto estuvieron protegidos. Dentro del domo había poco espacio para moverse y estaban todos algo apretados. La proximidad de Helanya le reconfortaba y le despertaba el deseo a partes iguales. La besó de nuevo, pero notó su vacilación y la inquietud en sus ojos por la cercanía del resto de compañeros. Ash sonrió con picardía, comprendiendo, y pasó su poderoso brazo por encima de los hombros de la maga.
—Nada que tú no quieras —le susurró al oído—, todo cuanto desees. Abrimos a cualquier hora.
Asintió mirándola a los ojos. Esos ojos profundos, misteriosos y a la vez cargados de ingenuidad y sorpresa por el mundo que le tenían preso. El guerrero reprimió sus instintos y los disfrazó de una sonrisa perlada para no besarla de nuevo. A través de la construcción mágica podían ver el exterior. Trajo a la hechicera hacia sí e hicieron guardia sin más incidentes.
Las horas pasaron lentas mientras los compañeros restañaban sus heridas y tomaban algo de comida fría de sus raciones. Estaban prácticamente en silencio, y todos volvieron a asombrarse del ominoso silencio que cubría las cavernas cada vez que no estaban luchando por su vida o abriéndose paso trabajosamente por ellas.
Kath observaba a Zevatur mientras preparaba un sitio para dormir e insistió en hacer la guardia con él. Cuando estuvieron solo ellos despiertos se acercó y le tocó levemente el brazo, indicándole con un gesto de la cabeza que la siguiera fuera del domo protector.
Apenas se alejaron unos metros y al abrigo de una columna de obsidina Kath posó una mano en el hombro de Zevatur.
- No quería despertarlos ni tampoco que nos oyeran. Zev, te noto algo alicaído, ¿estas bien? -
Hela agradeció la empatía y la comprensión de Ash con una tímida sonrisa y le abrazó con ternura. Se dejó llevar por la calidez y la seguridad que le brindaban sus brazos y, durante unos instantes, su mente se quedó en blanco y sus sentidos se colmaron de su olor, meciéndose dulcemente en el movimiento de la respiración de su pecho. No pudo reprimir darle un delicado y sutil beso en el cuello cuando se mantenía abrazada a él, pero la presencia de sus compañeros le impidió seguir más allá.
Una vez comenzada la guardia, cuando el resto ya dormía y ellos debían mantenerse alerta, la elfa le observó fijamente y de pronto se dio cuenta de que nada conocía de su querido líder. En susurros, pretendió iniciar una conversación.
- Ash... ¿llevas mucho tiempo con el grupo?¿Qué te ha traído hasta aquí? Apenas sé nada aún de vosotros, aunque siento como si llevara meses viajando en vuestra compañía - dijo perdiendo su mirada de nuevo en la oscuridad de las rocas - ¿de dónde vienes? ¿tienes familia y un hogar al que regresar? - preguntó con curiosidad.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
—Estamos juntos desde Elturiel. Hace unas semanas —dijo el guerrero observando de reojo a los demás mientras descansaban—. Iban a subir al castillo flotante de unos gigantes de las nubes a los que debía robar —le aclaró mientras se encogía de hombros a modo de disculpa—. Me presenté voluntario en cuanto supe que los paladines estaban reuniendo un grupo para subir a parlamentar. Ellos eran ese grupo. Durante aquel asunto me di cuenta de que el asunto del Culto del Dragón era un peligro real para todo el norte de Faerun. Rompí mi contrato y me quedé para ayudar, pero lo cierto es que ,llegados a este punto, son lo más parecido que he tenido a un familia —sonrió cansadamente—. Respecto a mi vida anterior, bueno, he luchado por muchas banderas y he hecho cosas de las que no me enorgullezco... —tras un breve silencio sombrío, sonrió más animado—. El mundo es una cloaca, pero aún hay quien merece una oportunidad. En cualquier caso, prefiero no hablar del pasado, el futuro siempre es mucho más estimulante ¿no crees? Y dime, ¿qué hay de tí? ¿Algún sueño que cumplir?
Guilbert se encontraba agotado. Cuando la adrenalina fue abandonando su cuerpo las rodillas comenzaron a flojear. Podría haber aguantado otra jornada pero la fatiga mental era terrible y agradecía aquella pausa aunque nunca lo reconocería. No discutió sobre el orden de guardia ni sobre las vanalidades del descanso. Se tumbó usando la gaita a modo de almohada y pronto su mente viajó lejos de aquellas cavernas. Estaba bajo el azul del cielo y la fortaleza de la orden seguía en pie. Poco tardó el sueño en tornar a pesadilla. Las escenas de la carnicería de la bestia drow se mezclaban con las encontradas en la fortaleza. Ningún superviviente. Ninguna esperanza. Pese al agitado reposo la fatiga mental desapareció, fino y alerta como siempre, perspicaz y despierto con la capacidad y velocidad necesaria para el desarrollo de sus artes mágicas.
-No estamos muy lejos de la ciudad, aunque podemos esperar mas gente tras la explosión del carro..- dijo mientras comía de sus raciones.- además de esas criaturas oleosas. Como haremos para entrar? Os dieron alguna clave esos gnomos? Por cierto, bien manejado..
Hela escuchó la historia del guerrero con atención, sorprendiéndose de sus aventuras y, por qué no admitirlo, aliviada al comprobar que no existían mujer e hijos que le esperaran tras las arduas batallas.
- Parece una vida realmente interesante - exclamó después de su relato - y creo entenderte cuando te refieres a este grupo como una familia. Apenas llevo unos días con vosotros y, a vuestro lado, me siento más cómoda de lo que nunca conseguí sentirme con mi propia gente- dijo con tristeza sin entrar en más detalles.
Ante su pregunta final, contestó con un arrebato de emoción.
- Muchos, ¡todos! - dijo como una niña pequeña ante la elección de un sabor de helado entre cientos; luego, más calmada, haciendo un esfuerzo por reducir el tono de voz y no despertar al resto, continuó - lo cierto es que en mi vida nunca tuve una ocasión real de soñar, al menos no de cumplir mis sueños entre las sombras y la oscuridad de mi plano. Mi único deseo era poder salir de allí y encontrar un hogar lejos del lugar en el que siempre me he sentido una extraña. Y buscar las respuestas a preguntas que aún continúan siendo una incógnita para mí. Si este mundo te parece una cloaca, deberías visitar el lugar del que provengo. Quizá... algún día... - le sonrió de forma sutil y dejó la frase inacabada en el aire durante algunos segundos, dejando volar su imaginación - En fin, mi pasado es... aburrido y un poco dramático, siempre me he sentido sola e incomprendida por mi propia raza. Como bien dices, el futuro siempre es mucho más estimulante; ahora, en este nuevo mundo, presiento que se abre ante mí un abanico de infinitas posibilidades; aquí hay tanta vida, es todo tan auténtico... que me siento abrumada y pletórica- sonrió fijando su mirada en él con intensidad - Dejando de lado mis deseos más personales, mi llegada a este grupo no ha sido una casualidad - dijo ahora con un tono más serio, mirando esta vez hacia Martin, que yacía dormido en algún rincón del domo, dando a entender la implicación del semi-elfo en su historia - pero no es un buen momento para hablarte de este asunto, prefiero tratarlo contigo en la intimidad. Es delicado y quizá no todos lo entiendan ni lo acojan con agrado, sobre todo aquellos que sienten especial reticencia hacia la figura de nuestra Reina Cuervo o sus intenciones - apoyó la cabeza en el hombro de Ash, perdiendo la mirada en la oscura piedra de obsidiana; el silencio la embargó y, a su lado, se sintió plenamente en paz - este sitio me recuerda tanto a mi ciudad natal... - su voz denotaba cierta nostalgia y parecía estar hablando más con ella misma que con el guerrero - y aunque toda esta oscura roca me resulta familiarmente confortable, espero que podamos salir de aquí pronto - un sentimiento de inquietud nubló sus pensamientos y se aferró al cuerpo de Ash en un abrazo, buscando la seguridad que siempre le ofrecía su líder - ya te lo he dicho en alguna otra ocasión pero... quiero darte las gracias de nuevo - sus palabras sonaban temblorosas y algo avergonzadas - gracias por guiarnos siempre en la profundidad de los abismos y de nuestras propias contradicciones, no debe ser una labor grata liderar un grupo tan variopinto como este; eres el único capaz de conseguir que no me ahogue en la desesperación cuando las cosas salen mal y necesitaba que lo supieras -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash miró brevemente a Martin y asintió a Helanya mientras dejaba que prosiguiese con su relato.
—¡Vaya gracias! Pero yo no he hecho nada. Aquí cada uno es dueño de sus éxitos —le guiñó el ojo divertido—. Yo solo trato de evitar que la indecisión se convierta en un pantano del que no podamos salir, alguien tiene que hacerlo siendo tantos —el guerrero se encogió de hombros—. De todas formas no sé si fiarme de tu criterio —bromeó— Si ves en esto un hogar es que lo has pasado peor que yo en la vida. Cuéntame algo de tu Reina Cuervo, parece importante para ti. ¿Es una soberana a la que merezca la pena servir? —pregunto con el escepticismo sincero de alguien que acostumbra a tener ciertos problemas con la autoridad.
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Zevatur se dejó llevar por Kath hasta afuera de la cúpula, aunque le parecía una mala idea alejarse de la cúpula ni siquiera unos pasos en tan hostil territorio, sus decisiones anteriores no parecían haber sido demasiado afortunadas y decidió no comentar nada y simplemente permanecer alerta.
[skill]Perception[skill]: 19
- ¿Alicaído? - Repitió la palabra de Kath sorprendido, no se había parado a reflexionar sobre lo que sentia y tan solo se había dejado llevar por sus sentimientos. Tras un momento reflexionando contestó. - Imagino que si, en los últimos encuentros el grupo casi encuentra su fin, y en ambas ocasiones ha sido por mi culpa, la bola de fuego y la decisión de explorar la criatura que nos atacó. - Zevatur suspiró una vez más - Debería dejar los planes a los que parecen que pueden interpretar la situación mejor. - Señalando a la cupula. Muchos de nosotros casi encontramos el fin en esos encuentros y hemos perdido una gran cantidad de tiempo que vamos a necesitar para descansar. Me pregunto si por mi culpa llegaremos tarde para ayudar a lady Kima. - Finaliza sientiendo el peso de la vida de la paladina y el destino del mundo en sus hombros.
Kath con una mano de Zevatur entre las suyas y la aprieta con ternura. El tiefling no puede dejar de notar lo frías que las tiene, no sabe si porque su piel suele estar más cálida de lo normal o porque ella las tiene muy frías.
-Zevatur, estamos en uno de los lugares más peligrosos de todos los Reinos. Cuando era pequeña mis padres contaban terribles historias de la Suboscuridad para hacer que mis hermanos y yo nos portásemos bien - Por primera vez habla de su familia con una melancólica sonrisa y no con un desgarrador gesto de dolor - recuerdo tener pesadillas de que pálidas criaturas me raptaban y me llevaban a donde nunca más vería el Sol. Debo confesarte que cuando comenzamos este viaje estaba aterrada! Pero el estar con vosotros hace que me sienta segura y estoy convencida que saldremos de esta.
Lanzar aquel conjuro era lo más acertado, no podíamos saber lo que ocultaban las tinajas... y la verdad, cuando volvamos a Mithral Hall y les avisemos de lo que planean hacer los Duergar con los pudding habrás ayudado a salvar muchas vidas, posiblemente también la propia ciudad. Y viendo el tipo de extraña criatura que era, y el miedo que tienen los propios duergar, seguramente nos habría rastreado e intentado cazar igualmente. Dudo mucho que tu pobre dragón haya tenido que ver en que nos encontrara. Por mi parte me alegro de tenerte aquí Zevatur, eres hábil y poderoso con la Magia si, pero lo que te hace realmente imprescindible es esto - Kath toca con delicadeza con un dedo el pecho del sorcerer, a la altura de su corazón - eres una luz entre tanta oscuridad. Siempre intentas ver el lado bueno de las personas y las cosas y todo lo que haces es por ayudar. No dejes que la oscuridad de este sitio se instale en tu corazón Zevatur. -
Kath le da un beso en la mejilla y sonriendo se levanta para volver al domo
- Vamos, será mejor empezar a despertarlos. Si no alguno dormiría hasta mediodía... - le guiña un ojo mientras vuelve a entrar a la seguridad del domo donde empieza a despertar al resto con delicadeza para prepararse y continuar la marcha.
Mientras la gente descansaba Gowther no pudo evitar percatarse como Kath salía junto a Zevatur del domo. Estaba claro que el tiefling parecía encontrarse afectado por algo.
Dados los recientes acontecimientos, posiblemente estuviera asociado a las consecuencias que trajo su magia. Si bien la culpa de aquel enfrentamiento estaba ligada a las erróneas decisiones tomadas, no era justo a los ojos del eladrin que Zevatur se sentiera culpable.
Cuando Kath se dispuso a despertar a los demás se dirigió al mestizo: -Buenos días Zevatur. Creo que aún tenemos algo de tiempo para convocar a tu familiar... Si lo ves conveniente, puedo echarte una mano con el ritual.-
Tras una pausa esperando contestación y aprovechando la somnolencia del grupo- No quiero ser indiscreto, pero he visto que estás algo afectado en las últimas horas... No se si tiene que ver, pero debes recordar que la magia es impredecible y, al igual que cualquier arma, en ocasiones no nos trae las consecuencias deseadas. Por ello, te animo a que valores las crisis, los errores y las situaciones indeseadas como oportunidades para mejorar. Eres un gran hechicero.-Intentando reconfortar a Zevatur- Puede que este plano muchas veces me desconcierte, incluyendo cuando algunas tomas de decisiones de este grupo huyan de lo que para mi es lógico, pero por encima de todo y si algo tengo claro es que eres una gran persona.- Tras estas palabras Gowther mostró su disposición para echarle una mano para convocar a Canela sin dar mayor importancia a sus palabras. El el'tael no acostumbraba a resaltar las virtudes de otros debido al trato recibido en su mundo durante su periodo de aprendizaje. Su experiencia le había llevado a interiorizar que enaltecer los logros y las virtudes de una persona provocaban distracciones para centrar la atención en los fallos y conseguir una mejor versión de uno mismo. No obstante, Gowther entendió que el tiefling tal vez precisara una perspectiva diferente.
El descanso había sido reparador y le había permitido conocer un poco mejor a Helayna. Ash estaba a punto de levantarse cuando escuchó la conversación del Gowther y Zevatur. De espaldas a ellos y aun tumbado, pero con un ojo abierto y los oídos atentos sonrió satisfecho a la iniciativa de Gowther. Era reconfortante escuchar al eladrin mostrar un poco de humanidad por fin. Bien hecho Gowther. Había estado esperando ese tipo de gesto desde hacía horas. El guerrero se desperezó al rato y salió del domo para estirar las piernas.
—Buenos días, si es que es de día allá arriba —sonrió a los que se habían despertado antes que él y se lavó la cara con un poco de agua peinándose el cabello hacia atrás con un gesto de la mano—.Gowther, ¿qué crees que debemos hacer hoy? Yo, la verdad, no me fío nada de esos gnomos a pesar de que Martin manejara bien la situación. ¿Qué sugieres para llegar a la entrada secreta que nos reveló aquel duergar?
-Sugiero apoyarnos en los únicos que han demostrado tener habilidades de exploración para encontrar el camino más seguro hasta la entrada.-Dijo mirando a Martin y Kath.-Aunque yo tampoco me fíe de ellos, entiendo que Klarota puede dar fe de ellos o indicarnos si guardaban algún tipo de pensamiento o intención oculta.-Dijo esperando alguna respuesta del reciente y peculiar compañero.-Lo que debemos decidir, para no andar con prisas de última hora cuyo resultados nunca nos han sido buenos, es cómo procederemos en nuestra incursión.-
Continuó con diferentes preguntas-¿Embestiremos sin más aquella ciudad?¿Nos aventuraremos todos pese a tener miembros en el grupo cuyo sigilo deficitario puede atentar contra nuestro subterfugio?¿Optaremos porque un grupo en primera instancia con aptitudes en este sentido analice la zona para que facilite la entrada al resto?-
Planteando propuestas en este sentido-puede que incluso un portentoso familiar pueda ser suficiente-haciendo un gesto de afirmación con la cabeza a Zevatur en esta opción- o tal vez deban ir también algún miembro con habilidades para la disipación mágica y el disfraz en caso de ser necesario-dirigiéndose al bardo- Incluso Klarota podría apoyar la avanzadilla con sus habilidades más que eficientes para ello...-
Buscando las mejores palabras e intenciones en su pensamiento lógico y pragmático- Entiendo que no os guste separad al grupo, pero si buscamos el sigilo, deberíamos considerarlo a no ser que poseamos un vía fiable que no sea la confrontación directa...-Mirando a Martin y Guilbert como si hubiera tenido una epifanía-Yo poseo equipo y materiales para ello y entiendo que vosotros también.-Se acercó a Morko observándolo de cerca. Entonces generó en la palma de su mano la imagen de un duergar girando en miniatura mientras la detenía y la ampliaba fijándose en detalles y comparándolo con el enano- Con unos retoques y la armadura de algún duergar de arriba... tal vez Morko puede pasar por un foráneo...-
Incluyendo más temas importantes en la conversación-En este sentido, ¿entraremos para arrasar con todo desde dentro o simplemente rescataremos a Lady Kima haciendo el mínimo ruido y partiremos raudos a la superficie una vez solucionado las cuestiones de Klarota para dar testimonio de todo esto en caso de que aún no sepan nada?-Acabó de plantear estos interrogantes esperanzado por ver en el guerrero algo más que la impetuosidad característica de los humanos y esperando que todas estas cuestiones no molestaran al mismo o a sus compañeros.
A Hela le agradó la modestia de Ash. No solo le consideraba un buen líder por sus acciones si no también por su actitud. Estaba demasiado acostumbrada a la soberbia característica de los shadar-kais, sobre todo en temas concernientes a la lucha, y tener alguien que les guiara como él era tranquilizador. Tras interesarse por la Reina Cuervo, la elfa suspiró y observó la oscuridad, mientras arrugaba el ceño y meditaba unos minutos.
- Es una pregunta difícil de contestar- le dijo finalmente - ella es... una completa contradicción. Misteriosa, caprichosa, insondable como la más profunda oscuridad; la Diosa de la Muerte y la Tejedora de Destinos, la madre de los shadar-kais. Sería incapaz de describir la fe que me une a ella y debo estarle eternamente agradecida por traerme hasta aquí. Ahora un peligro inminente la acecha y debo hacer lo posible para protegerla. Si es merecedora de servidumbre o no es algo que solo tú puedes decidir- la elfa observó a Ash con curiosidad, sonriéndole pícaramente - Habitualmente los humanos la temen, pero muchos la recuerdan en sus plegarias cuando se acerca su último aliento; no pareces uno de ellos. ¿Crees en el destino, Ash?- clavó su mirada intensamente en la del guerrero; sus ojos azules oscuros parecían querer llegar a su yo más profundo.
[Tras el descanso]
Helayna abrió los ojos lentamente, mucho antes de que lo hiciera Ash, junto al que había pasado la noche acurrucada. Sentía su calor y su respiración y sus poderosos brazos que ahora la rodeaban salvaguardándola de los horrores de la suboscuridad. Le observó en silencio durante las horas restantes, preguntándose qué sueños invadirían su letargo. Ni siquiera se atrevió a rozarle por miedo a interrumpir su descanso, pero memorizó cada línea de su rostro, cada arruga y expresión, cada cicatriz que surcaba su piel castigada. Hasta que escuchó la voz de Kath despertando a los demás. La hechicera se desperezó, regalándole un dulce beso al guerrero y se levantó para comer algo mientras se preparaban para partir.
Gowther expuso las diversas opciones con su ya conocido pragmatismo y, aunque le interesaba saber qué opinaba de todo esto su aliado pulpoide, intervino por si podía ser de ayuda, inclinándose más hacia una aproximación sigilosa que les proporcionara ventaja.
- Yo dispongo de mi hechizo de invisibilidad y el ojo que puedo infiltrar para recabar información -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
-Cierto es.-Dijo a modo de disculpa antes los hechizos de utilidad de la shadar-kai.- Podríamos sondear primero el terreno con ese hechizo para localizar a lady kima y obtener información de utilidad sin poner en peligro al grupo.-Mirando al resto-¿Qué opináis el resto? Aunque seguimos con la necesidad de concretar nuestra incursión en la ciudad.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
—Sí, yo también apuesto por la discrección —asintió con una mano en su cuadrado mentón—. Pelearme con una ciudad entera de duergars no estaba en mis planes. Pero también creo que debemos llegar todos al pasaje secreto o nos acabarán descubriendo. Podemos ocultarnos todos en él mientras los más díscretos estudiais el terreno dentro de la fortaleza y buscáis a lady Kyma. ¿Veis algún problema en eso? —dijo Ash observando a los exploradores antes de buscar al tiefling con la mirada.
Martin se acurrucó en un lugar lo más apartado del resto del grupo que pudo, dándoles la espalda a todos, aún le dolía hasta el alma después del letal abrazo ácido del extraño ser informe. Echó de menos a Seeker, pero se tenía quedar fuera debido a las limitaciones de la magía del El'tael.
Su dignidad y autoestima empezaba a tocar cotas bastante bajas, no se sentía así desde... aquel día cuando erró su primera misión importante, un asesinato supuestamente sencillo y rutinario en Candle Keep. Se sorprendió a si mismo pensando en como había llegado a normalizar su profesión como algo mecánico y distante, sin humanidad alguna, sólo servir y hacerlo de la manera más eficiente posible. En teoría ahora debería sentirse mejor persona, más maduro y crítico, pero lo único que sentía realmente era un vacío enorme dentro de sí, uno que le devoraba por dentro y no dejando nada ... quizás fuera el entorno, la Suboscuridad podía volver locos a la gente de la superficie, eso decía su maestra ... o quizás fuera algo más.
Escuchó en silencio los murmullos de la conversación entre Hela y Ash, una sonrisa amarga afloró en su rostro, él sabía como acabaría eso,... Poco después, cuando estaba intentando conciliar un sueño que no llegaba, percibió en la penumbra del interior del domo como Kath y Zevatur salían... la única reacción que pudo dejar escapar fue un discreto suspiro... debería alegrarse, ambos eran buena gente y habían sufrido mucho, se necesitaban... pero el sabor de dulzor amargo volvió a empapar su paladar... sólo esperaba que saliera bien, fuera lo que fuera que pasara.
Los ropajes de marinero bajo su armadura de cuero, única superviviente de la devastación del último combate no contribuían demasiado a que su moral se elevase, al menos abrigaban algo, todo era muy frío aquí abajo, incluso si el domo podía mágicamente regular la temperatura... para el semielfo, hasta el aire que respiraba se le tornaba helado...
Finalmente cayó dormido, con sueños extraños sobre almacenes lejanos, y experiencias que dejaron de serlo... y un vacío, que lo opacó todo en su mente.
[Después del descanso]
Tras observar las diferentes aportaciones del grupo sobre que aproximación tomar para infiltrarse en Emberhold, Martin pareció especialmente atento a las aportaciones de Gowther, su apoyo a Zevatur para la invocación del familiar, y su gesto para generarle una confianza sobre sus habilidades al parecer perdidas, le parecieron muy loables. La decisión de Ash le pareció también correcta, su fuerza de voluntad estaba bajo mínimos y no tenía fuerzas para discutir o afrontar algún conflicto. Se dirigió al grupo, en especial a Guilbert con un gesto cansado fruto del agotamiento. Quería rescatar a Lady Kima cuanto antes, y salvar a los enanos del inminente ataque, y de paso, dejar de ver al Illithid que les seguía con parsimonia a todos lados... le generaba desconfianza y ensombrecía su ánimo más si aún cabía.
- Podemos infiltrarnos Kath y yo por el lugar donde los gnomos nos indicaron, yo puedo usar mis habilidades mágicas para hacerme pasar por un Duergar, en caso de que algo salga mal, y Kath podría usar prestado el sombrero de Guilbert para lo mismo... mientras Hela podría usar sus habilidades arcanas para estudiar la ciudad desde el aire... a vista de pájaro... o de murciélago, o lo que sea que viva en este pozo abisal y vuele... En cuantos estemos todos listos partiremos, no sé si alguno de vosotros tiene alguna habilidad mágica para comunicarse en la distancia con nosotros...
Guilbert escuchaba atento a todos mientras terminaba de recoger el petate. Observó con añoranza la gaita de batalla de tres roncones perfilada en la oscuridad perpetua por los filamentos de plata enhebrados con el cuero del fuelle. Aunque habían descansado y sanado parte de sus heridas, una punzada dolor le hizo cambiar la expresión de la cara mientras se ajustaba las mágicas lentes de infravisión para otra larga jornada. Ya en el pasado había limitado su actividad a la noche mas absoluta, pero aún entonces y aunque bastante molesto, siempre había algún momento bajo la cálida caricia del astro rey. Se encontraba bajo de moral y no parecía que el resto estuviera mejor. Tenía que mantener la moral alta, lástima del sigilo necesario para la suboscuridad.
-Evitar la ciudad sin duda nos ahorraría dolores de cabeza.. y entre mis recursos los ya conocidos..--contesto al resto de aventureros.- Silencios, invisibilidades o incluso transformaciones para infiltrarnos.. aunque buscaríamos algo mas glamuroso que una almeja.- una carcajada se le escapó, llevándose con rapidez la mano a la boca matando todo ruido.- Entiendo que colarse en las habitaciones de los novicios difiere de una fortaleza Dwuergar, pero estoy preparado. Confía en mi.- trató de tranquilizar al al semielfo.- además tengo algún truco que podamos usar para nosotros o para Kima y los supervivientes. Mi duda es si podremos acceder por un pasadizo gnomo o si nos han enviado a una trampa.
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Tras las catastróficas decisiones de sus compañeros buscando un "lugar seguro" en la guarida de la bestia, el único resultado fue el gasto masivo de recursos mágicos además de poner en riesgo la vida del grupo, así como retroceder una larga distancia. Después de que Kath encontrara un entorno aparentemente fiable donde descansar fuera de las inmediaciones de la guarida, Gowther entendió que lo mejor era reponer por completo las energías.-Creo que lo mejor será que conjure el domo protector por si apareciera en el lugar algún peligro. Nos podría dar tiempo a reaccionar. Y muchos de nosotros nos hemos empleado a fondo-Mirando a los dueños de algún familiar- Todas vuestros familiares o compañeros deben quedar fuera del domo o ser desconvocados. En caso de que alguien se niegue a ello, su mascota puede ocupar vuestro puesto en el domo.-Dichas estas palabras el El'tael conjuró el domo como acostumbraba una vez que sus compañeros se decidieran en relación a los familiares.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
[En el interior del cráter]
Al ver la armadura el primer impulso fue dejarla atrás, pero tras un momento de dudas se acerco a ella de nuevo y empezó a lanzar unas cuantas Prestidigitation. para limpiarla. En apenas un minuto la armadura parecía bien limpia. Con un suspiro de satisfacción la metió en su saco de contención. Al menos algo bueno había salido de las últimas mini-catastrofes.
[A punto de descansar]
Con algo de decepción por lo poco que iban averiguando de cada encuentro Zevatur siguió al grupo. La evidente frustración ed Ash tan solo se calmaba al mirar a Helaya, el enfado de Gowther también se hacia notar en sus parcas palabras y sobre el seco comentario sobre los familiares, como si antes se hubiese dado algún problema. - En definitiva Zevatur asintió a sus palabras y se dispuso a descansar.
Zevatur, Rolthos
El grupo avanzó hasta el lugar resguardado descubierto por Kath y se despidió de Gloom con una suave caricia en el pico antes de desaparecer. Inmediatamente después, la mirada de la elfa se cruzó con la de Ash y aquel momento se convirtió en uno de los más temidos por la hechicera. Los ojos del guerrero, cargados de agotamiento y tensión acumulada en las horas previas, desprendían aún así una intensidad y un fervor que la hizo estremecer. ¿Realmente había llegado ese momento? Desconcertada de nuevo sin saber qué hacer, desvió la mirada nerviosa. Aunque por un lado deseaba la íntima proximidad con Ash, por otro sentía un vértigo que la paralizaba. El humano, acostumbrado a yacer con mujeres con la misma asiduidad que la de un borracho bebiendo cerveza en las tabernas, no era consciente de la inexperiencia de la elfa ni de los sentimientos de fragilidad y vulnerabilidad a los que Helayna se enfrentaba ante esta situación.
Las dudas bombardeaban su mente y no la dejaban pensar con claridad. Recordó de nuevo su imagen desnuda saliendo de aquella habitación del Oasis, en la que había compartido sus artes amatorias con un par de mujeres. Si esa era la expectativa del humano, aquello se iba a convertir en un absoluto desastre. No solo por la pericia en el acto en sí, si no por la frivolidad con la que parecía manejar su líder este tipo de situaciones. También era una práctica continua entre los shadar-kais, para los que todo aquello se resumía en la experimentación de emociones extremas y la autoafirmación de su virilidad, o simplemente la búsqueda de la perpetuación de la estirpe. Quizá por eso la elfa se había mantenido alejada de esas actividades, a la espera de una unión más profunda que la conectara íntimamente con otro ser. ¿Era Ash el hombre al que había estado esperando durante tantos años?
Le miró buscando una respuesta y el estómago le dio un vuelco, erizando cada centímetro de su piel, y supo que lo único que deseaba era descansar entre sus brazos. Pero en aquella gruta de obsidiana y oscuridad la intimidad brillaba por su ausencia y, si ya se sentía cohibida ante Ash, le pareció inconcebible mostrar su afecto bajo la presencia de sus compañeros. Se acercó a él tímida, sentándose a su lado. Le acarició el rostro con suavidad, castigado por la lucha y el cansancio.
- ¿Te encuentras bien? - le preguntó preocupada - me quedaré a tu lado en la primera guardia y después podremos descansar - susurró, mirando de reojo a sus compañeros, dando a entender al guerrero su incomodidad y su nula experiencia en el manejo de situaciones similares.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
A Ash no le pasó por alto el tono de molestia de Gowther, pero ¿Quién sabe qué pasa por la mente de un eladrin?
—Estoy bien —sonrió a la hechicera—. Entremos dentro de la casita de Gowther y hagamos esa guardia. Lady Kyma tendrá que esperar un poco más.
Cedió el paso a la elfa. El eladrim obró su magia y pronto estuvieron protegidos. Dentro del domo había poco espacio para moverse y estaban todos algo apretados. La proximidad de Helanya le reconfortaba y le despertaba el deseo a partes iguales. La besó de nuevo, pero notó su vacilación y la inquietud en sus ojos por la cercanía del resto de compañeros. Ash sonrió con picardía, comprendiendo, y pasó su poderoso brazo por encima de los hombros de la maga.
—Nada que tú no quieras —le susurró al oído—, todo cuanto desees. Abrimos a cualquier hora.
Asintió mirándola a los ojos. Esos ojos profundos, misteriosos y a la vez cargados de ingenuidad y sorpresa por el mundo que le tenían preso. El guerrero reprimió sus instintos y los disfrazó de una sonrisa perlada para no besarla de nuevo. A través de la construcción mágica podían ver el exterior. Trajo a la hechicera hacia sí e hicieron guardia sin más incidentes.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Las horas pasaron lentas mientras los compañeros restañaban sus heridas y tomaban algo de comida fría de sus raciones. Estaban prácticamente en silencio, y todos volvieron a asombrarse del ominoso silencio que cubría las cavernas cada vez que no estaban luchando por su vida o abriéndose paso trabajosamente por ellas.
Kath observaba a Zevatur mientras preparaba un sitio para dormir e insistió en hacer la guardia con él. Cuando estuvieron solo ellos despiertos se acercó y le tocó levemente el brazo, indicándole con un gesto de la cabeza que la siguiera fuera del domo protector.
Apenas se alejaron unos metros y al abrigo de una columna de obsidina Kath posó una mano en el hombro de Zevatur.
- No quería despertarlos ni tampoco que nos oyeran. Zev, te noto algo alicaído, ¿estas bien? -
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Hela agradeció la empatía y la comprensión de Ash con una tímida sonrisa y le abrazó con ternura. Se dejó llevar por la calidez y la seguridad que le brindaban sus brazos y, durante unos instantes, su mente se quedó en blanco y sus sentidos se colmaron de su olor, meciéndose dulcemente en el movimiento de la respiración de su pecho. No pudo reprimir darle un delicado y sutil beso en el cuello cuando se mantenía abrazada a él, pero la presencia de sus compañeros le impidió seguir más allá.
Una vez comenzada la guardia, cuando el resto ya dormía y ellos debían mantenerse alerta, la elfa le observó fijamente y de pronto se dio cuenta de que nada conocía de su querido líder. En susurros, pretendió iniciar una conversación.
- Ash... ¿llevas mucho tiempo con el grupo?¿Qué te ha traído hasta aquí? Apenas sé nada aún de vosotros, aunque siento como si llevara meses viajando en vuestra compañía - dijo perdiendo su mirada de nuevo en la oscuridad de las rocas - ¿de dónde vienes? ¿tienes familia y un hogar al que regresar? - preguntó con curiosidad.
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—Estamos juntos desde Elturiel. Hace unas semanas —dijo el guerrero observando de reojo a los demás mientras descansaban—. Iban a subir al castillo flotante de unos gigantes de las nubes a los que debía robar —le aclaró mientras se encogía de hombros a modo de disculpa—. Me presenté voluntario en cuanto supe que los paladines estaban reuniendo un grupo para subir a parlamentar. Ellos eran ese grupo. Durante aquel asunto me di cuenta de que el asunto del Culto del Dragón era un peligro real para todo el norte de Faerun. Rompí mi contrato y me quedé para ayudar, pero lo cierto es que ,llegados a este punto, son lo más parecido que he tenido a un familia —sonrió cansadamente—. Respecto a mi vida anterior, bueno, he luchado por muchas banderas y he hecho cosas de las que no me enorgullezco... —tras un breve silencio sombrío, sonrió más animado—. El mundo es una cloaca, pero aún hay quien merece una oportunidad. En cualquier caso, prefiero no hablar del pasado, el futuro siempre es mucho más estimulante ¿no crees? Y dime, ¿qué hay de tí? ¿Algún sueño que cumplir?
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Guilbert se encontraba agotado. Cuando la adrenalina fue abandonando su cuerpo las rodillas comenzaron a flojear. Podría haber aguantado otra jornada pero la fatiga mental era terrible y agradecía aquella pausa aunque nunca lo reconocería. No discutió sobre el orden de guardia ni sobre las vanalidades del descanso. Se tumbó usando la gaita a modo de almohada y pronto su mente viajó lejos de aquellas cavernas. Estaba bajo el azul del cielo y la fortaleza de la orden seguía en pie. Poco tardó el sueño en tornar a pesadilla. Las escenas de la carnicería de la bestia drow se mezclaban con las encontradas en la fortaleza. Ningún superviviente. Ninguna esperanza. Pese al agitado reposo la fatiga mental desapareció, fino y alerta como siempre, perspicaz y despierto con la capacidad y velocidad necesaria para el desarrollo de sus artes mágicas.
-No estamos muy lejos de la ciudad, aunque podemos esperar mas gente tras la explosión del carro..- dijo mientras comía de sus raciones.- además de esas criaturas oleosas. Como haremos para entrar? Os dieron alguna clave esos gnomos? Por cierto, bien manejado..
Hela escuchó la historia del guerrero con atención, sorprendiéndose de sus aventuras y, por qué no admitirlo, aliviada al comprobar que no existían mujer e hijos que le esperaran tras las arduas batallas.
- Parece una vida realmente interesante - exclamó después de su relato - y creo entenderte cuando te refieres a este grupo como una familia. Apenas llevo unos días con vosotros y, a vuestro lado, me siento más cómoda de lo que nunca conseguí sentirme con mi propia gente - dijo con tristeza sin entrar en más detalles.
Ante su pregunta final, contestó con un arrebato de emoción.
- Muchos, ¡todos! - dijo como una niña pequeña ante la elección de un sabor de helado entre cientos; luego, más calmada, haciendo un esfuerzo por reducir el tono de voz y no despertar al resto, continuó - lo cierto es que en mi vida nunca tuve una ocasión real de soñar, al menos no de cumplir mis sueños entre las sombras y la oscuridad de mi plano. Mi único deseo era poder salir de allí y encontrar un hogar lejos del lugar en el que siempre me he sentido una extraña. Y buscar las respuestas a preguntas que aún continúan siendo una incógnita para mí. Si este mundo te parece una cloaca, deberías visitar el lugar del que provengo. Quizá... algún día... - le sonrió de forma sutil y dejó la frase inacabada en el aire durante algunos segundos, dejando volar su imaginación - En fin, mi pasado es... aburrido y un poco dramático, siempre me he sentido sola e incomprendida por mi propia raza. Como bien dices, el futuro siempre es mucho más estimulante; ahora, en este nuevo mundo, presiento que se abre ante mí un abanico de infinitas posibilidades; aquí hay tanta vida, es todo tan auténtico... que me siento abrumada y pletórica - sonrió fijando su mirada en él con intensidad - Dejando de lado mis deseos más personales, mi llegada a este grupo no ha sido una casualidad - dijo ahora con un tono más serio, mirando esta vez hacia Martin, que yacía dormido en algún rincón del domo, dando a entender la implicación del semi-elfo en su historia - pero no es un buen momento para hablarte de este asunto, prefiero tratarlo contigo en la intimidad. Es delicado y quizá no todos lo entiendan ni lo acojan con agrado, sobre todo aquellos que sienten especial reticencia hacia la figura de nuestra Reina Cuervo o sus intenciones - apoyó la cabeza en el hombro de Ash, perdiendo la mirada en la oscura piedra de obsidiana; el silencio la embargó y, a su lado, se sintió plenamente en paz - este sitio me recuerda tanto a mi ciudad natal... - su voz denotaba cierta nostalgia y parecía estar hablando más con ella misma que con el guerrero - y aunque toda esta oscura roca me resulta familiarmente confortable, espero que podamos salir de aquí pronto - un sentimiento de inquietud nubló sus pensamientos y se aferró al cuerpo de Ash en un abrazo, buscando la seguridad que siempre le ofrecía su líder - ya te lo he dicho en alguna otra ocasión pero... quiero darte las gracias de nuevo - sus palabras sonaban temblorosas y algo avergonzadas - gracias por guiarnos siempre en la profundidad de los abismos y de nuestras propias contradicciones, no debe ser una labor grata liderar un grupo tan variopinto como este; eres el único capaz de conseguir que no me ahogue en la desesperación cuando las cosas salen mal y necesitaba que lo supieras -
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Ash miró brevemente a Martin y asintió a Helanya mientras dejaba que prosiguiese con su relato.
—¡Vaya gracias! Pero yo no he hecho nada. Aquí cada uno es dueño de sus éxitos —le guiñó el ojo divertido—. Yo solo trato de evitar que la indecisión se convierta en un pantano del que no podamos salir, alguien tiene que hacerlo siendo tantos —el guerrero se encogió de hombros—. De todas formas no sé si fiarme de tu criterio —bromeó— Si ves en esto un hogar es que lo has pasado peor que yo en la vida. Cuéntame algo de tu Reina Cuervo, parece importante para ti. ¿Es una soberana a la que merezca la pena servir? —pregunto con el escepticismo sincero de alguien que acostumbra a tener ciertos problemas con la autoridad.
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Zevatur se dejó llevar por Kath hasta afuera de la cúpula, aunque le parecía una mala idea alejarse de la cúpula ni siquiera unos pasos en tan hostil territorio, sus decisiones anteriores no parecían haber sido demasiado afortunadas y decidió no comentar nada y simplemente permanecer alerta.
[skill]Perception[skill]: 19
- ¿Alicaído? - Repitió la palabra de Kath sorprendido, no se había parado a reflexionar sobre lo que sentia y tan solo se había dejado llevar por sus sentimientos. Tras un momento reflexionando contestó. - Imagino que si, en los últimos encuentros el grupo casi encuentra su fin, y en ambas ocasiones ha sido por mi culpa, la bola de fuego y la decisión de explorar la criatura que nos atacó. - Zevatur suspiró una vez más - Debería dejar los planes a los que parecen que pueden interpretar la situación mejor. - Señalando a la cupula. Muchos de nosotros casi encontramos el fin en esos encuentros y hemos perdido una gran cantidad de tiempo que vamos a necesitar para descansar. Me pregunto si por mi culpa llegaremos tarde para ayudar a lady Kima. - Finaliza sientiendo el peso de la vida de la paladina y el destino del mundo en sus hombros.
Zevatur, Rolthos
Kath con una mano de Zevatur entre las suyas y la aprieta con ternura.
El tiefling no puede dejar de notar lo frías que las tiene, no sabe si porque su piel suele estar más cálida de lo normal o porque ella las tiene muy frías.
-Zevatur, estamos en uno de los lugares más peligrosos de todos los Reinos. Cuando era pequeña mis padres contaban terribles historias de la Suboscuridad para hacer que mis hermanos y yo nos portásemos bien - Por primera vez habla de su familia con una melancólica sonrisa y no con un desgarrador gesto de dolor - recuerdo tener pesadillas de que pálidas criaturas me raptaban y me llevaban a donde nunca más vería el Sol. Debo confesarte que cuando comenzamos este viaje estaba aterrada! Pero el estar con vosotros hace que me sienta segura y estoy convencida que saldremos de esta.
Lanzar aquel conjuro era lo más acertado, no podíamos saber lo que ocultaban las tinajas... y la verdad, cuando volvamos a Mithral Hall y les avisemos de lo que planean hacer los Duergar con los pudding habrás ayudado a salvar muchas vidas, posiblemente también la propia ciudad. Y viendo el tipo de extraña criatura que era, y el miedo que tienen los propios duergar, seguramente nos habría rastreado e intentado cazar igualmente. Dudo mucho que tu pobre dragón haya tenido que ver en que nos encontrara.
Por mi parte me alegro de tenerte aquí Zevatur, eres hábil y poderoso con la Magia si, pero lo que te hace realmente imprescindible es esto - Kath toca con delicadeza con un dedo el pecho del sorcerer, a la altura de su corazón - eres una luz entre tanta oscuridad. Siempre intentas ver el lado bueno de las personas y las cosas y todo lo que haces es por ayudar. No dejes que la oscuridad de este sitio se instale en tu corazón Zevatur. -
Kath le da un beso en la mejilla y sonriendo se levanta para volver al domo
- Vamos, será mejor empezar a despertarlos. Si no alguno dormiría hasta mediodía... - le guiña un ojo mientras vuelve a entrar a la seguridad del domo donde empieza a despertar al resto con delicadeza para prepararse y continuar la marcha.
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Mientras la gente descansaba Gowther no pudo evitar percatarse como Kath salía junto a Zevatur del domo. Estaba claro que el tiefling parecía encontrarse afectado por algo.
Dados los recientes acontecimientos, posiblemente estuviera asociado a las consecuencias que trajo su magia. Si bien la culpa de aquel enfrentamiento estaba ligada a las erróneas decisiones tomadas, no era justo a los ojos del eladrin que Zevatur se sentiera culpable.
Cuando Kath se dispuso a despertar a los demás se dirigió al mestizo: -Buenos días Zevatur. Creo que aún tenemos algo de tiempo para convocar a tu familiar... Si lo ves conveniente, puedo echarte una mano con el ritual.-
Tras una pausa esperando contestación y aprovechando la somnolencia del grupo- No quiero ser indiscreto, pero he visto que estás algo afectado en las últimas horas... No se si tiene que ver, pero debes recordar que la magia es impredecible y, al igual que cualquier arma, en ocasiones no nos trae las consecuencias deseadas. Por ello, te animo a que valores las crisis, los errores y las situaciones indeseadas como oportunidades para mejorar. Eres un gran hechicero.-Intentando reconfortar a Zevatur- Puede que este plano muchas veces me desconcierte, incluyendo cuando algunas tomas de decisiones de este grupo huyan de lo que para mi es lógico, pero por encima de todo y si algo tengo claro es que eres una gran persona.- Tras estas palabras Gowther mostró su disposición para echarle una mano para convocar a Canela sin dar mayor importancia a sus palabras. El el'tael no acostumbraba a resaltar las virtudes de otros debido al trato recibido en su mundo durante su periodo de aprendizaje. Su experiencia le había llevado a interiorizar que enaltecer los logros y las virtudes de una persona provocaban distracciones para centrar la atención en los fallos y conseguir una mejor versión de uno mismo. No obstante, Gowther entendió que el tiefling tal vez precisara una perspectiva diferente.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
El descanso había sido reparador y le había permitido conocer un poco mejor a Helayna. Ash estaba a punto de levantarse cuando escuchó la conversación del Gowther y Zevatur. De espaldas a ellos y aun tumbado, pero con un ojo abierto y los oídos atentos sonrió satisfecho a la iniciativa de Gowther. Era reconfortante escuchar al eladrin mostrar un poco de humanidad por fin. Bien hecho Gowther. Había estado esperando ese tipo de gesto desde hacía horas. El guerrero se desperezó al rato y salió del domo para estirar las piernas.
—Buenos días, si es que es de día allá arriba —sonrió a los que se habían despertado antes que él y se lavó la cara con un poco de agua peinándose el cabello hacia atrás con un gesto de la mano—. Gowther, ¿qué crees que debemos hacer hoy? Yo, la verdad, no me fío nada de esos gnomos a pesar de que Martin manejara bien la situación. ¿Qué sugieres para llegar a la entrada secreta que nos reveló aquel duergar?
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[Después de la conversación Zevatur]
-Sugiero apoyarnos en los únicos que han demostrado tener habilidades de exploración para encontrar el camino más seguro hasta la entrada.-Dijo mirando a Martin y Kath.-Aunque yo tampoco me fíe de ellos, entiendo que Klarota puede dar fe de ellos o indicarnos si guardaban algún tipo de pensamiento o intención oculta.-Dijo esperando alguna respuesta del reciente y peculiar compañero.-Lo que debemos decidir, para no andar con prisas de última hora cuyo resultados nunca nos han sido buenos, es cómo procederemos en nuestra incursión.-
Continuó con diferentes preguntas-¿Embestiremos sin más aquella ciudad?¿Nos aventuraremos todos pese a tener miembros en el grupo cuyo sigilo deficitario puede atentar contra nuestro subterfugio?¿Optaremos porque un grupo en primera instancia con aptitudes en este sentido analice la zona para que facilite la entrada al resto?-
Planteando propuestas en este sentido-puede que incluso un portentoso familiar pueda ser suficiente-haciendo un gesto de afirmación con la cabeza a Zevatur en esta opción- o tal vez deban ir también algún miembro con habilidades para la disipación mágica y el disfraz en caso de ser necesario-dirigiéndose al bardo- Incluso Klarota podría apoyar la avanzadilla con sus habilidades más que eficientes para ello...-
Buscando las mejores palabras e intenciones en su pensamiento lógico y pragmático- Entiendo que no os guste separad al grupo, pero si buscamos el sigilo, deberíamos considerarlo a no ser que poseamos un vía fiable que no sea la confrontación directa...-Mirando a Martin y Guilbert como si hubiera tenido una epifanía-Yo poseo equipo y materiales para ello y entiendo que vosotros también.-Se acercó a Morko observándolo de cerca. Entonces generó en la palma de su mano la imagen de un duergar girando en miniatura mientras la detenía y la ampliaba fijándose en detalles y comparándolo con el enano- Con unos retoques y la armadura de algún duergar de arriba... tal vez Morko puede pasar por un foráneo...-
Incluyendo más temas importantes en la conversación-En este sentido, ¿entraremos para arrasar con todo desde dentro o simplemente rescataremos a Lady Kima haciendo el mínimo ruido y partiremos raudos a la superficie una vez solucionado las cuestiones de Klarota para dar testimonio de todo esto en caso de que aún no sepan nada?-Acabó de plantear estos interrogantes esperanzado por ver en el guerrero algo más que la impetuosidad característica de los humanos y esperando que todas estas cuestiones no molestaran al mismo o a sus compañeros.
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Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
[Conversación con Ash]
A Hela le agradó la modestia de Ash. No solo le consideraba un buen líder por sus acciones si no también por su actitud. Estaba demasiado acostumbrada a la soberbia característica de los shadar-kais, sobre todo en temas concernientes a la lucha, y tener alguien que les guiara como él era tranquilizador. Tras interesarse por la Reina Cuervo, la elfa suspiró y observó la oscuridad, mientras arrugaba el ceño y meditaba unos minutos.
- Es una pregunta difícil de contestar - le dijo finalmente - ella es... una completa contradicción. Misteriosa, caprichosa, insondable como la más profunda oscuridad; la Diosa de la Muerte y la Tejedora de Destinos, la madre de los shadar-kais. Sería incapaz de describir la fe que me une a ella y debo estarle eternamente agradecida por traerme hasta aquí. Ahora un peligro inminente la acecha y debo hacer lo posible para protegerla. Si es merecedora de servidumbre o no es algo que solo tú puedes decidir - la elfa observó a Ash con curiosidad, sonriéndole pícaramente - Habitualmente los humanos la temen, pero muchos la recuerdan en sus plegarias cuando se acerca su último aliento; no pareces uno de ellos. ¿Crees en el destino, Ash? - clavó su mirada intensamente en la del guerrero; sus ojos azules oscuros parecían querer llegar a su yo más profundo.
[Tras el descanso]
Helayna abrió los ojos lentamente, mucho antes de que lo hiciera Ash, junto al que había pasado la noche acurrucada. Sentía su calor y su respiración y sus poderosos brazos que ahora la rodeaban salvaguardándola de los horrores de la suboscuridad. Le observó en silencio durante las horas restantes, preguntándose qué sueños invadirían su letargo. Ni siquiera se atrevió a rozarle por miedo a interrumpir su descanso, pero memorizó cada línea de su rostro, cada arruga y expresión, cada cicatriz que surcaba su piel castigada. Hasta que escuchó la voz de Kath despertando a los demás. La hechicera se desperezó, regalándole un dulce beso al guerrero y se levantó para comer algo mientras se preparaban para partir.
Gowther expuso las diversas opciones con su ya conocido pragmatismo y, aunque le interesaba saber qué opinaba de todo esto su aliado pulpoide, intervino por si podía ser de ayuda, inclinándose más hacia una aproximación sigilosa que les proporcionara ventaja.
- Yo dispongo de mi hechizo de invisibilidad y el ojo que puedo infiltrar para recabar información -
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-Cierto es.-Dijo a modo de disculpa antes los hechizos de utilidad de la shadar-kai.- Podríamos sondear primero el terreno con ese hechizo para localizar a lady kima y obtener información de utilidad sin poner en peligro al grupo.-Mirando al resto-¿Qué opináis el resto? Aunque seguimos con la necesidad de concretar nuestra incursión en la ciudad.
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Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
—Sí, yo también apuesto por la discrección —asintió con una mano en su cuadrado mentón—. Pelearme con una ciudad entera de duergars no estaba en mis planes. Pero también creo que debemos llegar todos al pasaje secreto o nos acabarán descubriendo. Podemos ocultarnos todos en él mientras los más díscretos estudiais el terreno dentro de la fortaleza y buscáis a lady Kyma. ¿Veis algún problema en eso? —dijo Ash observando a los exploradores antes de buscar al tiefling con la mirada.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
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[Preparándose para el descanso]
Martin se acurrucó en un lugar lo más apartado del resto del grupo que pudo, dándoles la espalda a todos, aún le dolía hasta el alma después del letal abrazo ácido del extraño ser informe. Echó de menos a Seeker, pero se tenía quedar fuera debido a las limitaciones de la magía del El'tael.
Su dignidad y autoestima empezaba a tocar cotas bastante bajas, no se sentía así desde... aquel día cuando erró su primera misión importante, un asesinato supuestamente sencillo y rutinario en Candle Keep. Se sorprendió a si mismo pensando en como había llegado a normalizar su profesión como algo mecánico y distante, sin humanidad alguna, sólo servir y hacerlo de la manera más eficiente posible. En teoría ahora debería sentirse mejor persona, más maduro y crítico, pero lo único que sentía realmente era un vacío enorme dentro de sí, uno que le devoraba por dentro y no dejando nada ... quizás fuera el entorno, la Suboscuridad podía volver locos a la gente de la superficie, eso decía su maestra ... o quizás fuera algo más.
Escuchó en silencio los murmullos de la conversación entre Hela y Ash, una sonrisa amarga afloró en su rostro, él sabía como acabaría eso,... Poco después, cuando estaba intentando conciliar un sueño que no llegaba, percibió en la penumbra del interior del domo como Kath y Zevatur salían... la única reacción que pudo dejar escapar fue un discreto suspiro... debería alegrarse, ambos eran buena gente y habían sufrido mucho, se necesitaban... pero el sabor de dulzor amargo volvió a empapar su paladar... sólo esperaba que saliera bien, fuera lo que fuera que pasara.
Los ropajes de marinero bajo su armadura de cuero, única superviviente de la devastación del último combate no contribuían demasiado a que su moral se elevase, al menos abrigaban algo, todo era muy frío aquí abajo, incluso si el domo podía mágicamente regular la temperatura... para el semielfo, hasta el aire que respiraba se le tornaba helado...
Finalmente cayó dormido, con sueños extraños sobre almacenes lejanos, y experiencias que dejaron de serlo... y un vacío, que lo opacó todo en su mente.
[Después del descanso]
Tras observar las diferentes aportaciones del grupo sobre que aproximación tomar para infiltrarse en Emberhold, Martin pareció especialmente atento a las aportaciones de Gowther, su apoyo a Zevatur para la invocación del familiar, y su gesto para generarle una confianza sobre sus habilidades al parecer perdidas, le parecieron muy loables. La decisión de Ash le pareció también correcta, su fuerza de voluntad estaba bajo mínimos y no tenía fuerzas para discutir o afrontar algún conflicto. Se dirigió al grupo, en especial a Guilbert con un gesto cansado fruto del agotamiento. Quería rescatar a Lady Kima cuanto antes, y salvar a los enanos del inminente ataque, y de paso, dejar de ver al Illithid que les seguía con parsimonia a todos lados... le generaba desconfianza y ensombrecía su ánimo más si aún cabía.
- Podemos infiltrarnos Kath y yo por el lugar donde los gnomos nos indicaron, yo puedo usar mis habilidades mágicas para hacerme pasar por un Duergar, en caso de que algo salga mal, y Kath podría usar prestado el sombrero de Guilbert para lo mismo... mientras Hela podría usar sus habilidades arcanas para estudiar la ciudad desde el aire... a vista de pájaro... o de murciélago, o lo que sea que viva en este pozo abisal y vuele... En cuantos estemos todos listos partiremos, no sé si alguno de vosotros tiene alguna habilidad mágica para comunicarse en la distancia con nosotros...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Guilbert escuchaba atento a todos mientras terminaba de recoger el petate. Observó con añoranza la gaita de batalla de tres roncones perfilada en la oscuridad perpetua por los filamentos de plata enhebrados con el cuero del fuelle. Aunque habían descansado y sanado parte de sus heridas, una punzada dolor le hizo cambiar la expresión de la cara mientras se ajustaba las mágicas lentes de infravisión para otra larga jornada. Ya en el pasado había limitado su actividad a la noche mas absoluta, pero aún entonces y aunque bastante molesto, siempre había algún momento bajo la cálida caricia del astro rey. Se encontraba bajo de moral y no parecía que el resto estuviera mejor. Tenía que mantener la moral alta, lástima del sigilo necesario para la suboscuridad.
-Evitar la ciudad sin duda nos ahorraría dolores de cabeza.. y entre mis recursos los ya conocidos..--contesto al resto de aventureros.- Silencios, invisibilidades o incluso transformaciones para infiltrarnos.. aunque buscaríamos algo mas glamuroso que una almeja.- una carcajada se le escapó, llevándose con rapidez la mano a la boca matando todo ruido.- Entiendo que colarse en las habitaciones de los novicios difiere de una fortaleza Dwuergar, pero estoy preparado. Confía en mi.- trató de tranquilizar al al semielfo.- además tengo algún truco que podamos usar para nosotros o para Kima y los supervivientes. Mi duda es si podremos acceder por un pasadizo gnomo o si nos han enviado a una trampa.