Cerró los ojos un momento acariciando la punta de la vistosa pluma naranja de su sombrero. Con parecido patrón, los rasgos y ropa adquirieron la forma y color de los blindados enanos del inframundo. EL laúd con la apariencia del cuerno de la guardia y su mochila como el gran martillo de guerra que había arrojado a la lava. Carraspeó un poco, buscando un tono grave muy distinto de su habitual voz. La voz del enano derrotado y devorado en la charca del aboleth rompieron el silencio entre asesino, bardo y ojo.

-A tu zaga, Martin.- le dijo.-Esperemos que esto nos lleve a Kima.. si no, menuda sorpresa..-trato de quitar tensión en lo mas profundo de la tierra, en lo mas profundo de la fortaleza Duergar.

Con precaución ambos exploradoes bajo el disfraz de duergar, se adentraron por el oscuro pasillo de la izquierda. Las indicaciones de Helanya fueron precisas y al bajar los escalones encontraron la puerta cerrada. 

La cerradura no supuso ningún problema para los expertos dedos de Martin que, a ojos de Guilbert, parecía tener la llave en lugar de sus ganzuas. 

Al abrir la puerta lo suficiente como para que la maga pudiera escrudiñar con su ojo, esta vió que el pasillo, con sus características exactamente iguales que el resto de lo descubierto hasta ahora, volvía a bifurcarse a derecha e izquierda. Avanzando a la izquierda llegó a otra puerta, con la salvedad que esta tenía una pequeña oquedad a media altura y estaba cubierta por recios barrotes de hierro negro. Cruzando entre ellos pudo ver un largo pasillo con varias puertas a cada lado, todas ellas con la misma oquedad con barrotes, lo que le permitió a la maga introducir el ojo en todas ellas. Eran, sin duda, celdas. La mayoría estaba vacía, pero pudo ver el cuerpo tirado de al menos cuatro enanos en cuatro de ellas. En la última sólo encontró un esqueleto. 

Hacia el otro lado de la puerta, siguiendo el pasillo de la derecha, el pasillo volvía a girar y allí vio dos puertas más. Ambas cerradas y sin barrotes por los cuales poder colar su ojo. 

Mientras tanto las notas que sólo Guilbert podía escuchar se notaban más afinadas por el pasillo de la derecha. 

Martin creyó escuchar un sonido metálico al fondo del pasillo de la derecha, como si alguien hubiera dejado caer una pieza de metal sobre otras. 

Zevatur asintió a Canela el cual se acercó hacia los compañeros avanzados. Entre chuchicheos Zevatur iba relatando lo que canela iba viendo... "Cuatro enanos prisioneros... puertas cerradas..."

- Estos enanos prisioneros, quizás puedan ser potenciales aliados. - Comentó a sus compañeros y después a Canela.     

El sonido de ruido metálico a su derecha inspiró cierto apremio en el explorador, avanzó hacia el fondo del pasillo y fue cuando oyó las nefastas palabras en el idioma de los Duergar, que no auguraban nada bueno..."Te haré gritar antes de acabar contigo... y para gritar no te hace falta la lengua..." El cuerpo entero del semielfo se tensó, sacando de su cinto una de sus espadas cortas de inmediato, y en la otra deslizó una de sus múltiples dagas.

El entrenamiento de asesino poseyó su cuerpo, toda su memoria muscular empezó a ejecutar la inminente letanía que su danza mortal iba a desplegar en la sala. La figura ilusoria de un enano Duergar entró de golpe en la sala desde donde provenía la amenazante voz, sus ojos analizaban todos los detalles principales y de relevancia mientras su rápida forma casi se desdibujaba al lanzarse con una acrobática maniobra por debajo de una gran mesa de tortura. Colgando de unos grilletes en una pared cercana había un cadáver enano, de tez palida como los que habitaban a más altura casi en la superficie, frente a él, en un potro de tortura había una halfling completamente desnuda. Ésta poséia heridas y cortes en el abdomen, pecho, brazos y piernas.

De espaldas al cadáver del enano y encarando la puerta estaba su objetivo, otro Duergar con una cicatriz que le cruzaba la cara de izquierda a derecha. En una de sus manos portaba una cuchilla de torturador y con su otra mano sujetaba la cara de la halfling. Martin se pudo fijar al pasar raudo a su lado que la mujer era bastante corpulenta y fornida, a pesar de sus heridas. 

La maniobra sorprendió de lleno al verdugo, que solo acertó a ver como otro Duergar armado con hojas afiladas como la misma muerte se avalanzaba sobre él. Martin ejecutó una ágil finta, por la que acabó arrastrándose por debajo del propio potro de tortura hasta acabar justo adyancente a su blanco. La primera cuchillada fue directa a la garganta, una traquea desgarrada no daba voces de alarma y hacía que la víctima instintivamente se llevara las manos al cuello para intentar detener la hemorragia, soltando todo lo que llevase en sus manos. Al elevar los brazos para protegerse el pescuezo, la segunda cuchillada fue dirigida con una calculada y letal precisión a su sobaco, perforándolo directamente hasta llegar a su corazón. El cruel Duergar se desplomó en el suelo ahogándose en su propia sangre y con un corazón desgarrado y en parada crítica.

Sin perder un segundo, Martin hizo señales a Guilbert para que pasara a la sala mientras intentaba liberar a la halfling, dando por sentado que era a ella a quien buscaban desde el principio de su gesta en la suboscuridad.

- ¿Lady Kima supongo?, mis disculpas por haber llegado tan tarde... - La mirada triste del Duergar que era Martin se fijo en el cadáver del enano que oscilaba atado a sus grillete muerto a escasos metros junto a la pared.- Hemos venido a rescatarla... nos envían Lady Laeral y Khelben desde Waterdeep, por favor déjeme que le ayude.

Con cuidado e incluso cierta ternura, característica que no se diría de alguien que había asesinado fríamente a su opresor segundos antes, el semielfo con forma de Duergar recogió en sus brazos a la halfling dispuesto a deshacer sus pasos y salir de allí cuanto antes. 

- Guilbert, echa un vistazo rápido a la sala por si hay algo de utilidad y esconde el cuerpo...

La halfling, sangrando por las heridas de su tortura, sorprende a Martin zafándose de su contacto en cuanto la libera una mano e intentando lanzarle un puñetazo, pero el ágil semi-elfo no tiene problema en esquivarlo, estando ella atada y débil. 

- No me toques cerdo. No sé que clase de juego enfermizo es este pero no vas a conseguir nada de mi... - 

EL acero sibilante y un cuerpo desplomándose fue la invitación suficiente para entrar en aquel presidio y sala de torturas. Dispuesto a batirse el cobre, solo dio con los cuerpos muertos de dos enanos y uno cercano al fatal desenlace, el de la.. Halfling?. La confusión racial dejó a paso a la sorpresa por las palabras llenas de desconfianza de aquella a la que estaban rescatando. Solo al ver a Martin retirar la ilusión que le envolvía cayó en la cuenta de como aquella pobre muchacha les percibía en tan amargo trago.

-Hágale caso milady- dijo, volviendo a su apariencia humana laúd en ristre. Del lateral de su mochila separó la manta del saco para cubrir las vergüenzas casi juveniles de la paladina. -Dejadme sanar alguna de esas heridas..- Sin esperar permiso comenzó aquel canto de los primeros círculos druídicos, ya olvidados, en el idioma ancestral de la orden.

Dejó entonces los cuidados a Martin mientras se interesó por el otro desafortunado enano. Tarde para él. Registró el cuerpo del torturador buscando las llaves de celdas. Quizá pudiera esconder su cuerpo en alguna de ellas..

Canela entró raudo en la habitación. Una imagen de Bahemut, sonriente y tranquilizante apareció en la mente de la halfing. También una idea sencilla “rescate”.

La halfling pareció calmarse un poco al ver el verdadero aspecto de Guilbert pero fue con la llegada del pequeño pseudodragón que un brillo de esperanza iluminó sus ojos. 

Cuando la liberaron gracias a las llaves del torturador hablo más tranquila. 

- Os estoy muy agradecida. Soy Kima, aunque eso ya lo sabíais. Antes de irnos tengo que hacer un par de cosas. - 

Ignorando por completo la desnudez de su cuerpo fue hasta una pared y cogio un pesado martillo a dos manos de manofactura duergar, el arma del torturador sin duda. Se colocó frente al cuerpo del enano de las profundidades que la había torturado y levantando el mazo sobre su cabeza lo descargó sobre el craneo del muerto que se partió de imediato ante el impacto. Eso no le importó. Volvió a golpearlo, una y otra y otra vez. Un grito de pura rabia acompaño al último golpe y, jadeando por el esfuerzo y las emociones desatadas, la halfling dejó caer el arma sobre la sanguinolenta masa del cadaver. 

Después tomó las llaves y se dirigió a soltar al enano que había muerto en los grilletes. 

- ¿Me ayudais? - pidió. Juntos tumbaron al enano caído de la manera más respetuosa posible y lo taparon con una capa. Lady Kima cerró los ojos del enano antes de taparlo y dedicó una plegaria a Bahamut para que guiara su alma a los salones de Moradin. 

Poniéndose una machacada túnica sobre su castigado cuerpo Lady Kima les pregunto.

- ¿Habéis venido solos? Estoy realmente impresionada que hayáis llegado hasta aqui, y os reitero mi más sincero agradecimiento. Según esa escoria, como no conseguían ninguna información de nosotros, se habían cansado y nos iban a matar a los dos. - su tono es triste - sólo quedábamos nosotros dos. Creo que el ataque sobre Mithral Hall es inminente. - 

Guilbert no quiso intervenir cuando una halfling con energías renovadas terminó su especial terapia. Intentando no resbalar con lo sesos difuminados por todo el presidio, el bardo ayudó a cubrir el cuerpo del enano. -No se que esconder.. - dijo, divertido ante la situación, a Martin. -Milady- dijo mas serio- Pudimos llegar gracias a un inesperado "aliado" con intereses afines..- trató de ir preparando a la paladín sobre la nueva amistad del grupo. -Tiempo habrá de poner en común las pesquisas sobre el culto del dragón con ellos.. yo soy un recién llegado que se ha dejado liar..- sonrió guiñando un ojo..- Mitrhal está avisada.. mi pequeño amigo alado les llevó el mensaje cuando dimos con el baluarte donde fueron capturados.. y el chico-demonio y la mano de bahamut seguro que han revolucionado las estrategias Duergar.

Dejando que se cubriera, Guilbert se acercó al otro ala del penal para confirmar las muertes de los enanos y echar un vistazo a aquel esqueleto de raza por determinar.

-A ver cómo te lo explico.... - dice la halfling mirando a Guilbert algo confusa - llevo semanas aquí atrapada siendo torturada por ese pedazo de mierda. Si no hablas más claro será mejor que hable otro. ¿qué aliado? ¿qué chico-demonio? ¿qué sabes tú de la mano de mi Dios? Los duergar han cambiado de estrategias en parte debido a un tal K'Varn que no he podido averiguar quién o qué es pero todos le siguen con lealtad absoluta. En visiones Bahamut me impuso la misión de detener un gran mal que había en la Suboscuridad y creo firmemente que es ese tal K'Varn. Pero no he encontrado ni una sola señal que el Culto esté involucrado en esto... no en serio... - dice levantando la mano antes de que Guilbert pueda contestar - de verdad que no es por parecer desagradecida, pero quizá si tú acabas de llegar tu compañero - dice mirando a semi-elfo aún bajo su disfraz de Duergar - pueda explicarme un poco las cosas y qué planes tenéis... - 

El Duergar decidió que poco sentido tenía ya el disfraz, y para ayudar a la impetuosa seguidora de Bahamut a reaccionar de una manera más coherente, disipó la ilusión que le cubría. Mientras ésta hablaba en un tono que el semielfo consideraba demasiado intenso y poco humilde con Guilbert, éste observó el dantesco espectáculo que había dejado la halfling en el suelo. Los restos de los sesos y huesos quebrados y aplastados yacían esparcidos por varios metros en derredor suyo...  "Adiós a lo de esconder el cuerpo y permanecer inadvertidos" pensó el explorador para sí mismo "En cuanto haya un cambio de guardia esto va a saltar por los aires... ahora un gran reloj de arena ha aparecido sobre nuestras cabezas y está marcando el tiempo en nuestra contra".

- Guilbert no hay tiempo para explorar, debemos volver con los demás cuanto antes...

Martin indicó a la pareja que les siguieran para desandar el camino, la preocupación parecía leerle en cada arruga de sus frente mientras caminaba en silencio. Cuando la Halfling se dirigió a él en busca de explicaciones, su contestación fue parca y escueta.

- Todo lo que sabemos de K'Varn te será revelado, pero primero debemos reunirnos con los demás, allí encontraras respuestas y nuevos aliados. Ahora debemos movernos y rápido.

Ante la respuesta más clara y directa del ahora revelado semi-elfo Kima asiente y sigue a sus rescatadores en silencio y de manera eficaz tras recoger un martillo de las herramientas del torturador a modo de maza. 
Sugiere cerrar con llave la sala de torturas para retrasar un posible descubrimiento de su huida 
No tardan mucho en volver a reunirse con los demás. 
La paladin va saludando a todos pero se queda paralizada al ver a Klarotah. 
- ¿Pero qué?-

Se coloca en posición defensiva. 
- No podéis hablar en serio. Estas criaturas sirven a K’Varn son las que coordinan al resto de razas de la suboscuridad. - 

Ash se había quitado las botas estiraba los dedos de los pies cuando los demás regresaron al pasadizo secreto con una invitada. El guerrero se calzó de nuevo y sonrió a la halfling.

—Er... bienvenida. ¡Oh! no te preocupes por el calamar, está con nosotros y ya ha cenado —dijo socarronamente a la mediana y rápidamente se giró a Martin y Guilbert— ¿Donde está lady Kima? ¿Creía que la habíais encontrado? ¿No es eso lo que dijiste, amor? —preguntó a Helayna para volver su atención a los espías— Esta muy bien que rescatéis a cuantos medianos veáis — poniendo su dedo el índice en el pecho del semielfo varias veces—, pero hemos venido por Kima y lo que tenga que revelar del Culto. ¿Qué ha fallado? ¿Y qué le habéis contado de K'Varn? Vais asustarla.

Lady Kima miró a Ash, luego al resto, deteniendo su mirada en Helayna y le dice - ¿No es el más listo del lugar verdad? Ya es la segunda vez que mencionais al Culto, pero como ya les dije a tus amigos esos no tienen nada que ver con esto. Mi intención aquí es detener el ataque a Mitrhal Hall y después acabar con K'Varn. Y para poder conseguir eso hay que deshacerse del Illthid, son los esbirros principales de K'Varn y sospecho que controlándoles a ellos es como controla al resto de las razas que se lanzarán contra el reino enano. Y si cae el reino enano llegarán a la superficie. No podemos permitir que pase nada de eso y acabar con K'Varn sea quien sea. Esto sí me ha sido rebelado por Bahamut. No necesitamos a ese espía devoramentes.. - 

Klarotah tan sólo mira a Ash con un odio palpable incluso sin recurrir a su telepatía. Su voz controlando la ira se arrastró por las mentes de todos. 

- Si vuelves a llamarme eso devoraré tu limitada mente... humano...- 

Con un suspiro de resignación Morko da un paso adelante:- Soy Morko paladín de Moradhin, gracias al ilicido hemos conseguido llegar hasta aquí y poder rescatarte, ademas ha salvado la vida de nuestra compañera. Es nuestra mejor baza para llegar hasta K’Varn pues también desea derrotarlo. A mi modo de ver tenéis dos opciones lady Kyma, seguir con nosotros y tolerar su presencia y ayudarnos a parar el ataque contra Mithril Hall...o seguir con vuestra misión en solitario. La decisión en vuestra.

Persuasion:24

Helayna había permanecido alerta y concentrada, inmóvil y con la mirada perdida mientras relataba al resto las peripecias del ojo y sus compañeros. Su tono de voz había sido neutro, excepto cuando Martin asestó su golpe mortal al maltratador de Lady Kima, momento en el que varió perceptiblemente denotando algo de emoción. 

- Ya vienen – anunció al resto del grupo.

Expectante aguardó la llegada, sorprendida y aliviada de que esta vez la misión hubiese transcurrido sin incidencias y con un éxito total. Parte del trabajo estaba hecho, Lady Kima estaba viva y había sido rescatada. 

Después del reencuentro y las primeras conversaciones cruzadas, la elfa, que permanecía hierática escuchando las distintas intervenciones, dio un paso al frente cuando la mediana se dirigió a ella:

- De hecho, es mucho más inteligente de lo que puedas imaginar – respondió a Lady Kima refiriéndose a Ash. No le había agradado su comentario, sobre todo viniendo de alguien que no les conocía de nada y que no sabía lo que habían pasado hasta llegar allí – Soy Helayna, me alegro de que hayamos llegado a tiempo. Klarotah me ha salvado la vida y tal y como te ha dicho Morko, está con nosotros. Somos aliados – Remarcó la palabra, sabiendo que al Ilithid le gustaba utilizarla, dirigiendo su mirada hacia él, esperando que la tensión entre Ash y el pulpoide se redujera después de la amenaza. 

Lady Kima escuchó las palabras del grupo y ante la firmeza y convicción de Morko parece relajarse un poco. 

- ¿Como has evitado el control de K’Varn?- 

le pregunta a Klarotah.

El Illithid se toca el capacete de metal que porta. 

- Yo... estoy maldito por ciertas habilidades que mi gente considera impias. Me expulsaron de la colonia pero solo deseo liberarles del yugo de K’Varn y volver a vivir dentro de la colonia.- 

La paladin se acerca al illithid y le mira directamente a los ojos. 
- Esta bien, si ellos dicen que eres legal te daré una oportunidad... pero si nos traicionas no tendrás agujero donde esconderte- 

Se vuelve al resto 

-Se lo he dicho antes a vuestros amigos, os estoy muy agradecida por haberme rescatado. - Mira de soslayo a Klarotah - a todos...- Ahora... ¿cual es vuestro plan?- 

Zevatur asintió cuando vio a la paladin y sonrió abiertamente mientras Canela se arropaba a su alrededor. - Bien-hallada, Lady Kima dijo con un saludo respetuoso. Canela también esta satisfecho de haber solucionado la primera parte de la misión y haberte liberado. - Después cuando las cosas parecen haberse puesto algo tensas agita las manos. - Calma calma.... aquí todos estamos en la misma misión, acabar con K’Varn.

- Si nos vanos a encontrar con esa criatura quizás fuese buena idea hacerse con algún casco parecido, algo que nos protegiese de si influencia metal? Seria posible?

- En canto a plan... me temo que nuestra idea original era venir a hablar contigo acerca del culto. Este cambio de planes nos ha dejado... hmm... sin planes... Alguna idea? - Dijo mirando a sus compañeros.

Ash miró a la mediana de hito en hito y soltó una carcajada comprendiendo que la mediana era el objeto de los desvelos del grupo en las últimas semanas.

—En fin, pues de nada lady Kima. Yo soy Ash, Destructor de la Hidra, Favor de Olthanas, señor de los gigantes de las nubes y Azote del Illith. La esperaba un poco más alta —aquijoneó un poco—. Veo que las semanas de aislamiento no han hecho mella en tu moral, mejor —dijo con firmeza a la paladín mientras Klarotha le amenazaba mentalmente—. Oh vamos, sí que tenemos la piel fina, amigo tentáculos —le quitó importancia a ofensa y amenaza con un gesto indolente de la mano.

Se acercó a Helayna la besó trayéndola hacia sí por la cintura mientras Morko desgranaba su elocuente y firme discurso.

—Mi salvadora —la sonrío perladamente con complicidad por un instante—, pero no hace falta que me defiendas. Quizá la mediana tiene razón —dijo dirigiéndose a todos con una sonrisa cínica—, si la lady no sabe nada del Culto hemos sido unos estúpidos al bajar aquí. En fin, será mejor calmarse y pintar el cuadro nítidamente para todos —dijo separándose un poco de la maga y dirigiéndose de nuevo a Kima—. Khelben Varanegra nos dijo que eras una experta en el Culto y que estabas explorando aquí algo al respecto. En la superficie la cosa no está mucho mejor que aquí abajo. El Culto trata de reunir los fragmentos extraordinarios, supongo que sabes lo que eso significa —resumía fríamente las pesquisas de las últimas semanas—. Ha tejido una guerra a lo largo de todo el norte para ello. Ha conseguido unir a muchas razas malvadas a su causa, razas que solían enfrentarse entre sí. Quizás ese K'Varn sea un agente del Culto porque veo un patrón en todo este asunto. Quizá matemos dos pájaros de un tiro o quizá solo ajustemos cuentas con nuestro aliado Klarotha. Me alegra contar con vuestro brazo lady Kima, el lado de los buenos no está como para perder activos en estos lóbregos túneles —sonrió enarcando una ceja y tendiendo la mano amistosamente a la mediana— ¿firmamos nuestro armisticio?

Lady Kima escuchó, por fin, unas explicaciones algo más extensas y asintió ante las palabras de Zevatur y no pudo evitar soltar una carcajada ante el comentario de Ash a Klarotah, aunque este agitó sus tentáculos airado no replicó. Aceptó el brazo de Ash tomándolo con firmeza por el antebrazo. 

- No te preocupes por mi altura... llego a donde tengo que llegar... - le dice sonriendo. Después medita sobre todo lo que le dicen y responde.

- Entiendo... Khelben no se equivoca en mis conocimientos del Culto. He pasado muchos años oponiéndome a ellos y frustrando muchos de sus planes. Efectivamente cuando detecté un cambio en sus pautas de conducta me puse a investigar. Cuando dejé Waterdeep pensé que los avisos que me estaba enviando Bahamut eran por ese respecto, pero he averiguado que no. O al menos no lo parece. Puede que tengas razón Ash y que K'Varn esté relacionado de alguna manera con el Culto. Pero de momento no he visto actividad suya aquí abajo. ¿Puede que nuestro... aliado sepa algo al respecto?-

Klarotah mira a Lady Kima y todos pueden escuchar su respuesta. 

- A mi colmena no llegó ningún miembro del Culto del Dragón, ni he visto ninguno con los duergar. Si K'Varn está relacionado con ellos es algo que desconozco... - 

- Conozco las reliquias que busca el Culto si - continua Kima respondiendo a todo lo dicho por el guerrero - Las Máscaras de Tiamat. Una por cada aspecto de la diosa oscura de los dragones malvados. Cada una otorga poderes sobre ese tipo de dragones a sus portadores, los dragones las desprecian, pero no pueden evitar venerarlas ni obedecerlas ya que son creaciones de su diosa. - se encoge de hombros - si, así de enfermizos son. En cualquier caso me consta que han encontrado la verde y la negra. Antes de embarcarme en esta aciaga aventura me dirigía a Diez Ciudades, en el Norte, ya que el Culto estaba buscando la blanca allí. Por lo que sé algo extraño ocurre allí pero si normalmente son pocos los viajeros que llegan desde tan al norte a Waterdeep en los últimos años han llegado aún menos. Pero luego la voluntad de mi Dios me trajo aquí. Sé que debo acabar con K'Varn y la amenaza que supone para todo Faerûn. No tengo todas las respuestas pero algo está claro, hay más en este asunto de K'Varn de lo que puede parecer. Respecto a qué hacer ahora... creo que los duergar han llegado al punto de no retorno de atacar Mithrall Hall. Las ambiciones del Rey Murghol y la Reina Ulara, mis anfitriones, coinciden con las órdenes de K'Varn. Si queremos evitar el ataque quizá aún estemos a tiempo de hacerlo - sugiere - al fin y al cabo estamos sólo unos niveles por debajo de su salón del trono y sus aposentos y nadie sabe aún que un grupo bien armado y dispuesto está aquí...  -