- Pruébatelo Helayna - le animó - seguro que te queda bien. - añadió con una sonrisa.
Mirt no tardó mucho en trasladar su enorme mole de nuevo dentro de la sala portando una espada larga que parecía un poco grande cuando se la pasó a Ash, casi incluso como un mandoble.
- Esta espada está tan bien equilibrada que no necesitarás las dos manos para usarla, así puedes seguir utilizando la otra. Además es mágica - añade como si eso lo expilcara todo.
Ash tomó la hoja de aspecto pesado despacio, con ojo crítico, y la admiró junto a la ventana, donde los rayos del sol incidieron en el arma arrancando destellos atornasolados del metal. La hoja era más ancha de lo normal y algunas incisiones cerca de la guarda insinuaban un apoyo para la media mano. La guarda era sencilla y corta, pero robusta, en oro viejo, y la empuñadura acaba en una cabeza de oso rugiente. Parecía muy antigua. Ash advirtió lo ligera que era, a pesar de su tamaño. El curtido guerrero miró la hoja desde la empuñadura, casi apoyando el pomo en la mejilla. Balanceó la espada en un par de movimientos fluidos y la dejó descansar sobre su dedo índice un poco por encima de la guarda, en equilibrio. Por último, asió firmemente la espada de nuevo y golpeo el filo con su anillo para llevarse la hoja inmediatamente al oído. El zumbido del metal mágico, perfectamente templado, persistía cantarinamente en el oído de Ash haciéndole sonreír satisfecho.
—Servirá —asintió a Mirt tratando de disimular la sonrisa en los labios—. ¿Cuánto?
—Así será entonces Gran Mirt —sonrió al enorme mercader para volver su atención a la espada—. Te llamaré Úrsula. Sí, tienes aspecto de Úrsula; fuerte y gallarda, pero fácil de llevar. Como aquella moza norteña que… —hablaba para si mientras se colgaba la espada del cinto y relegaba a Gloria a la espalda sin ningún miramiento.
Detuvo su cháchara y sonrió a Hela con picardía.
—Agua pasada, ahora solo tengo ojos para ti, ya lo sabes. Mi sol, mi luna, mi celo estrellado —trató de arreglarlo con un ridícula pose dramática que deshizo segundos después—. Creo que podemos ir a ver nuestra casa —añadió cambiando de tercio y ayudando con los fardos de ropa invernal y el cajón de las pociones.
Hela terminaba de colocarse el collar cuando escuchó las palabras de Ash admirando y probando su nueva adquisición. Le observó, ajeno y concentrado, bautizando a su nueva chica con emoción. Le sonrió de manera cómplice ante su gesto de disculpa burlona y, aunque no estaba celosa, la elfa ni siquiera sabía el significado de esa palabra, una sombra de inseguridad volvió a molestarla. No podía evitar sentirse apabullada por la presión, por la experiencia con la que contaba Ash en temas amatorios y de la que ella carecía por completo, por las comparaciones que sin duda surgirían y en las que ella tenía todas las de perder.
Intentó ocultarle todas sus inquietudes reflejadas en su mirada y, ayudándole a portar los nuevos objetos y esbozando una sonrisa, se acercó hacia la salida: - Vayamos pues, estoy deseosa por instalarme.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Tras despedirse de Mirt y su acompañante, agradeciéndole de nuevo los objetos, el camino por la bulliciosa ciudad hasta la mansión que ahora poseían se hizo corto.
Encontraron la casa completamente restaurada y equipada. Sin duda Volo había estado ocupado dirigiendo las obras de restauración. Todos encontraron lo que habían solicitado, aunque fuera con apenas unos comentarios y, por supuesto, en la biblioteca que había en el segundo piso encontraron una colección de las obras completas de Volo y sus viajes y guías sobre los Reinos.
Allí encontraron también a Martin, que estaba acompañado por una pequeña niña de dorado cabello, ajadas y sucias ropas pero nuevos y flamantes zapatos nuevos que les miraba a todos con los ojos como platos y una sonrisa embobada al verlos entrar.
- ¿Ese es Morko? - le pregunta a Martin cuando el enano entra en la habitación - Tienes razón - dice en voz baja aunque todos pueden oírla - parece un cascarrabias pero es un blandito... se le nota jijijiji -
Sin apenas detenerse en admirar la fachada, Ash dejó los trastos en el suelo para coger a Hela en brazos por sorpresa. La sonrió pícaramente y cruzó el umbral esperando que sus compañeros se hicieran cargo de los paquetes de Mirt.
—Una vieja costumbre entre humanos —guiñó a la pálida elfa mientras pasaba al salón con ella en brazos entre risas.
El guerrero enarcó las cejas sorprendido por la vista y saludó a ambos amablemente.
—Vaya, vaya, tenemos visita —miró interrogativamente a Martin por un segundo y sonrió amablemente a la niña dejando a Hela suavemente en el suelo—. ¿Confraternizando con el vecindario, Martin? Estupendo. Yo soy Ash, pequeña —se agachó un poco para tenderle la mano—, y esta es la Compañía de los Fragmentos Extraordinarios. Parece que has calado a su majestad, ¿mmm? —sonrió perladamente—. Sí, todos le queremos aunque sea un cascarrabias, pero es un secreto —susurró en tono cómplice a la niña.
Ash miró de nuevo a Martin esperando que se explicara.
Martin realmente no tenía muchas explicaciones que dar, todo había pasado de una manera muy fluída, pero reunió todos sus esfuerzos concentrándolos en sus escasas habilidades sociales agotando en el proceso su cuota de asertividad anual. Sonriendo señaló a la muchacha y señalando al resto del grupo, de ese modo, el semielfo intentó explicar la presencia de la pequeña.
- Es mi "sobrina", se quedará una temporada aquí en la casa con nosotros mientras vuelve su otro tío... el Sr. Mittens. Así que tratarla como una más de la gran familia que somos...
El bastardo no dio ningún nombre, y esperó a que todos se presentaran ante la muchacha. Cuando todos acabaron, el explorador indicó con amabilidad y cierta complicidad a la niña que podría jugar un rato en el patio trasero de la casa, donde los jardines estaban pero que no tardara en volver para la cena. Cuando ésta se marchó, Martin abordó el problema que todos tenían entre manos acerca del Culto y sus próximos pasos compartiendo la información que habia recibido de BJ.
- He conseguido contactar con un antiguo "amigo" que está muy metido en temas de "información"... y lo que me ha dicho ha sido algo alarmante. Las cosas en la ciudad están muy inquietas. Varias facciones están buscando algo llamado la Piedra de Golorr... al parecer es la llave para acceder a las Cámaras de la Ciudad, donde teóricamente se guarda un tesoro digno de un dragón... Xanathar, los Zentharim, el Culto del Dragón y al menos dos facciones más lo están buscando. Por supuesto las autoridades están detrás de ese objeto también, la Guardia realiza redadas casi a diario y los Capas Grises tienen agentes por todas partes en busca de pistas e información. Esto hace que todo el mundo esté de los nervios, algunas facciones han llegado a enfrentarse en la calle, y Waterdeep ha dejado de ser tan segura como antes. Si el Culto es el primero en encontrar esa llave y accede a la cámara, prácticamente tendrá todo el trabajo hecho...
- ¿Nadie te ha enseñado a tener respeto por tus mayores, niña?- contesto de forma abrupta y cortante el príncipe enano. Volviendose a Martín pregunta:-¿Tu sobrina? ¿ Tienes un hermano?.
-Sin pistas de por donde buscar, yo seguiría con el plan original y dejaría a la guardia que se encargue del tema.-
La niña, tras asentir a Martin, antes de salir se acerca a Morko y se le queda mirando fijamente. Cuando el enano repara en ella y la mira, la niña le hace gestos para que se agache. Cuando Morko tiene los ojos a su misma altura ella le sigue mirando con cara muy seria y le dice.
- El Sr. Mittens dice que hay que respetar para que te respeten. Yo te respeto mucho tio Morko - Antes de que el paladin pueda reaccionar la niña se echa hacia delante y le da un beso en la punta de la nariz para, acto seguido, salir corriendo hacia el patio trasero riéndose.
Helayna aterrizó en el suelo de su nuevo hogar suspendida de los brazos de Ash y embriagada por sus risas cómplices. No entendía la razón de aquella tradición, pero bien le valía si significaba ser portada sobre sus esculpidos músculos. Pero sus carcajadas cesaron abruptamente cuando se percató de la presencia de la niña al lado de Martin. Su rostro se volvió hierático de nuevo y la observó desde lejos con perspicacia.
Todas sus experiencias pasadas con niños habían sido, siendo optimista, poco satisfactorias. Su infancia fue solitaria y su figura se convirtió en diana de la burla o de la incomprensión por parte de sus iguales. Los niños shadar-kais carecían de emociones y ella creció sin amigos de su edad con los que compartir sus inquietudes.
Observó como Ash hablaba a la pequeña y como ésta reaccionaba, y le pareció una imagen increíblemente tierna. Observó luego cómo la niña contestaba a Morko y le daba un beso sin su consentimiento; abandonó por fin la seriedad de su rostro y soltó una risa divertida y espontánea ante esta escena, tan parecida a la que ella misma había repetido varias veces con el gruñón príncipe, haciéndola sentir más cercana.
Aún así, no se atrevió a entablar una conversación con la nueva integrante de la familia y se mantuvo en un segundo plano hasta que el grupo se quedó a solas. Miró a Martin interrogante, esperando una explicación algo más detallada que la expuesta delante de la menor.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Martin observó como tcasi todos ignoraban la apremiante información que había compartido y sus compañeros se centraban más en la niña que le acompañaba. Con un profundo suspiro se dispuso a esclarecer algo más ese tema.
- No, no tengo un hermano, al menos que yo sepa... porque nunca conocí a mis padres, pero eso es otra historia... lo de "sobrina" es más un título honorífico, puesto que ella me llama "tío". Yo... la encontré... bueno, más bien, me encontró ella a mi, en las calles de Waterdeep, y al principio parecía una niña abandonada más en las calles de una gran ciudad... intenté proporcionarle algo de comida y calzado, pero en todo ese proceso me di cuenta de algo que creo que le hace diferente... en su piel, aunque es difícil de percibir al principio y pueden confundirse con pecas, hay como escamas... escamas doradas como su pelo... Creí importante traerla con nosotros y protegerla, mientras alguien más docto en este tipo de analísis puede ayudarnos. Por eso creó que Zevatur y Lady Kima, ambos adeptos de Bahamut, quizás pudieran echarle un vistazo ... es una buena chica, y no me gustaría que sufriera daño alguno por su condición...
La última frase parecía denotar algo más profundo y enterrado en el pasado del semielfo, pero su mirada era transparente de súplica, se notaba que no quería dejar tirada a esa niña por alguna razón.
Guilbert apareció justo cuando la pequeña salía corriendo. Desde el dintel de la puerta observó, recostado en el marco, la explicaciones del semielfo. Otro huérfano de waterdeep, enseguida ganó su simpatía.
-Desde nuestro último golpe en la ciudad no creo que Xanathar y Zhentarim estén contentos con nosotros..-volvió al tema de la piedra Golorr.- Y quizá el kenku apresado haya hablado mas desde que lo entregamos a la guardia. -meditó un instante..- Me encantaría infiltrarme en esos grupos de saber donde operan y así ver como de cerca se encuentra cada cual.. pues a nuestor lado todos miramos a un Raenar tan perdido e ignorante como nosotros.-su memoria trabajo por un instante.- Gowther reconoció ese vocablo asociándolo a los Aboleth, desconocidos para mi hasta nuestro encuentro.
Se dirigió entonces hacia el exterior donde se encontraba la pequeña y a la que aún no se había presentado. Antes de salir, satisfecho al ver la mochila y botas de Mirt y sorprendido ante el regio porte ahora no disimulado de Morko, dijo a todos. -Próximo paso cementerio. Agradeceros vuestra compañía y esperando que solo nos robe un par de horas. Gracias por traerme el equipo!
En el exterior vio a la pequeña jugando y saltando. A que niño no le puede gustar una canción y mas si habla de ogros gruñones que se tiran pedos como truenos y temblores.
-Tienes nombre pequeña? El mío es Guilbert, y también recorría esta ciudad de locuelos cuando tenía tu edad. Aunque peligrosa, es muy divertida para un niño por sus escondites y secretos, verdad?-dijo, sentándose cerca de ella, e interpretando acordes reconocibles de canciones infantiles esperando quizá, alguna petición especial.
Zevatur acudió a la casa, aunque le hacia ilusión disponer de una propiedad, en realidad el lugar al que consideraba su hogar estaba en el oasis. Y ansiaba acudir a visitarlo cuanto antes. En cualquier caso parecía que sus pasos lo iban a llevar bien lejos de Waterdeep otra vez, y pronto.
Al llegar a la casa se asombró. Estaba maravillosamente puesta y en su cabeza cambió de opinión, quizás después de todo si podría llegar a sentirse a gusto en aquel lugar. Todo lo que había pensado de Volo se esfumó al ver su meticuloso trabajo. La presencia de la niña y las palabras de Martin crearon una agridulce reacción en el joven. Por un lado las noticias podían significar que se quedaran más tiempo en la ciudad. Por el otro que iba a tardar mas tiempo del que penaba en visitar el oasis.
Se acercó a la niña junto a Canela que también se presentó. - Yo soy Zevatur y este es Canela, heraldo de Bahamunt. - Dijo mientras Canela proyectaba una imagen de glorioso encuentro con la niña.
La pequeña esta jugando con unas hojas que han caído de uno de los dos árboles del pequeño jardín de la casa cuando tanto Guilbert como Zevatur y Canela salen a hablar con ella.
Ella les mira y sonríe de oreja a oreja.
- El tio Martin me ha dicho que sabes más de un millón de canciones - le dice a Guilbert - ¿Me cantas una? -
Es entonces cuando Zevatur entra en el jardín y su atención cambia totalmente.
- ¿Tú eres Zevatur verdad? Oh! ¡Es verdad que tienes cuernos! ¿puedo tocarlos? - le pregunta antes incluso de que el tiefling llegue a terminar de presentarse. Cuando ve a Canela, abre los ojos como platos.
- ¿Eres un dragón? -
Al parecer la presencia del familiar de Zevatur ha hecho que olvide la presencia, y la pregunta, de Guilbert.
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- Te dejo tocar un cuerno si me dices tu nombre - Dijo Zevatur mientras Canela proyectaba su imagen favorita, el mismo en forma de un poderoso y enorme dragón dorado. Acto seguido revoloteo hacia la niña para saludarla de cerca y posarse sobre ella juguetonamente. “Alcantarillas, cementerios y campos de batalla no son lugar para una niña”. Dijo Canela mentalmente a Zevatur. “Yo me puedo quedar con ella y cuidarla"
Mientras Zevatur observó a la niña, buscando esas pequeñas escamas de las que habló Martin...
Tiro religion/arcana/nature, pero Zevatur es un inculto y todo va a +0: 9
- ¡No me preguntes a mi! Parece que el adulto aquí es Martin... ¿Pueden Canela y Suturi jugar juntos? - Dijo Zevatur mirando divertido a Martin. - Después miró a la niña preguntándose que sabría Martin de ella, de donde vendría, quienes serian sus padres... Recordando algún que otro infante huérfano de la calle al que al preguntarle tales cuestiones se había cerrado y se había negado a revivir traumas pasados decidió no interrogar a la niña en este momento. "Quizás sea mejor preguntarle más cosas más adelante, cuanto este más tranquila" Pensó para si y para Canela.
A la pregunta de Zevatur Canela dudó un echando una mirada indignada al rojo muchacho. "Como que tenía que pedir permiso..." en un instante se relajó, entendiendo que era medio en broma y siguió el juego, ladeando la cabeza y poniendo cara de pena a Martin.
Ash observó a la muchachita desde lejos un momento.
—Bueno ¿cómo vamos a hacer esto? Tu sobrina Suturi no puede venir al cementerio, Martin. No es sitio para una niña ¿Tiene con quién quedarse? —preguntó al tirador—. ¿Buscas otro tío? Tenemos poco tiempo, deberíamos marcharnos ya. Al volver podríamos pasar a ver a Raenar, quizá él pueda encargarse cuando viajemos al norte, pero ahora mismo no hay tiempo. ¿Martin?
- Canela puede quedarse con ella... Podemos comunicarnos en todo momento y puedo hablar desde Canela. Pero...
Se acercó a la niña a preguntarle. - ¿Sabes si hay alguien buscándote? ¿Si corres algún peligro? - Después mirando a ¡l resto añade como explicación - Canela es fuerte, pero es solo uno y si tiene que enfrentarse a mucha gente podría verse superado.
La mujer sonrió a Helayna
- Pruébatelo Helayna - le animó - seguro que te queda bien. - añadió con una sonrisa.
Mirt no tardó mucho en trasladar su enorme mole de nuevo dentro de la sala portando una espada larga que parecía un poco grande cuando se la pasó a Ash, casi incluso como un mandoble.
- Esta espada está tan bien equilibrada que no necesitarás las dos manos para usarla, así puedes seguir utilizando la otra. Además es mágica - añade como si eso lo expilcara todo.
PbP Character: A few ;)
Ash tomó la hoja de aspecto pesado despacio, con ojo crítico, y la admiró junto a la ventana, donde los rayos del sol incidieron en el arma arrancando destellos atornasolados del metal. La hoja era más ancha de lo normal y algunas incisiones cerca de la guarda insinuaban un apoyo para la media mano. La guarda era sencilla y corta, pero robusta, en oro viejo, y la empuñadura acaba en una cabeza de oso rugiente. Parecía muy antigua. Ash advirtió lo ligera que era, a pesar de su tamaño. El curtido guerrero miró la hoja desde la empuñadura, casi apoyando el pomo en la mejilla. Balanceó la espada en un par de movimientos fluidos y la dejó descansar sobre su dedo índice un poco por encima de la guarda, en equilibrio. Por último, asió firmemente la espada de nuevo y golpeo el filo con su anillo para llevarse la hoja inmediatamente al oído. El zumbido del metal mágico, perfectamente templado, persistía cantarinamente en el oído de Ash haciéndole sonreír satisfecho.
—Servirá —asintió a Mirt tratando de disimular la sonrisa en los labios—. ¿Cuánto?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Mirt resopló
- La cabeza de uno de los dragones que abatas con ella - responde - incluso la de uno de los cultistas me vale -
PbP Character: A few ;)
Ash asintió complacido con su nueva hoja.
—Así será entonces Gran Mirt —sonrió al enorme mercader para volver su atención a la espada—. Te llamaré Úrsula. Sí, tienes aspecto de Úrsula; fuerte y gallarda, pero fácil de llevar. Como aquella moza norteña que… —hablaba para si mientras se colgaba la espada del cinto y relegaba a Gloria a la espalda sin ningún miramiento.
Detuvo su cháchara y sonrió a Hela con picardía.
—Agua pasada, ahora solo tengo ojos para ti, ya lo sabes. Mi sol, mi luna, mi celo estrellado —trató de arreglarlo con un ridícula pose dramática que deshizo segundos después—. Creo que podemos ir a ver nuestra casa —añadió cambiando de tercio y ayudando con los fardos de ropa invernal y el cajón de las pociones.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Hela terminaba de colocarse el collar cuando escuchó las palabras de Ash admirando y probando su nueva adquisición. Le observó, ajeno y concentrado, bautizando a su nueva chica con emoción. Le sonrió de manera cómplice ante su gesto de disculpa burlona y, aunque no estaba celosa, la elfa ni siquiera sabía el significado de esa palabra, una sombra de inseguridad volvió a molestarla. No podía evitar sentirse apabullada por la presión, por la experiencia con la que contaba Ash en temas amatorios y de la que ella carecía por completo, por las comparaciones que sin duda surgirían y en las que ella tenía todas las de perder.
Intentó ocultarle todas sus inquietudes reflejadas en su mirada y, ayudándole a portar los nuevos objetos y esbozando una sonrisa, se acercó hacia la salida: - Vayamos pues, estoy deseosa por instalarme.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Tras despedirse de Mirt y su acompañante, agradeciéndole de nuevo los objetos, el camino por la bulliciosa ciudad hasta la mansión que ahora poseían se hizo corto.
Encontraron la casa completamente restaurada y equipada. Sin duda Volo había estado ocupado dirigiendo las obras de restauración. Todos encontraron lo que habían solicitado, aunque fuera con apenas unos comentarios y, por supuesto, en la biblioteca que había en el segundo piso encontraron una colección de las obras completas de Volo y sus viajes y guías sobre los Reinos.
Allí encontraron también a Martin, que estaba acompañado por una pequeña niña de dorado cabello, ajadas y sucias ropas pero nuevos y flamantes zapatos nuevos que les miraba a todos con los ojos como platos y una sonrisa embobada al verlos entrar.
- ¿Ese es Morko? - le pregunta a Martin cuando el enano entra en la habitación - Tienes razón - dice en voz baja aunque todos pueden oírla - parece un cascarrabias pero es un blandito... se le nota jijijiji -
PbP Character: A few ;)
Sin apenas detenerse en admirar la fachada, Ash dejó los trastos en el suelo para coger a Hela en brazos por sorpresa. La sonrió pícaramente y cruzó el umbral esperando que sus compañeros se hicieran cargo de los paquetes de Mirt.
—Una vieja costumbre entre humanos —guiñó a la pálida elfa mientras pasaba al salón con ella en brazos entre risas.
El guerrero enarcó las cejas sorprendido por la vista y saludó a ambos amablemente.
—Vaya, vaya, tenemos visita —miró interrogativamente a Martin por un segundo y sonrió amablemente a la niña dejando a Hela suavemente en el suelo—. ¿Confraternizando con el vecindario, Martin? Estupendo. Yo soy Ash, pequeña —se agachó un poco para tenderle la mano—, y esta es la Compañía de los Fragmentos Extraordinarios. Parece que has calado a su majestad, ¿mmm? —sonrió perladamente—. Sí, todos le queremos aunque sea un cascarrabias, pero es un secreto —susurró en tono cómplice a la niña.
Ash miró de nuevo a Martin esperando que se explicara.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Martin realmente no tenía muchas explicaciones que dar, todo había pasado de una manera muy fluída, pero reunió todos sus esfuerzos concentrándolos en sus escasas habilidades sociales agotando en el proceso su cuota de asertividad anual. Sonriendo señaló a la muchacha y señalando al resto del grupo, de ese modo, el semielfo intentó explicar la presencia de la pequeña.
- Es mi "sobrina", se quedará una temporada aquí en la casa con nosotros mientras vuelve su otro tío... el Sr. Mittens. Así que tratarla como una más de la gran familia que somos...
El bastardo no dio ningún nombre, y esperó a que todos se presentaran ante la muchacha. Cuando todos acabaron, el explorador indicó con amabilidad y cierta complicidad a la niña que podría jugar un rato en el patio trasero de la casa, donde los jardines estaban pero que no tardara en volver para la cena. Cuando ésta se marchó, Martin abordó el problema que todos tenían entre manos acerca del Culto y sus próximos pasos compartiendo la información que habia recibido de BJ.
- He conseguido contactar con un antiguo "amigo" que está muy metido en temas de "información"... y lo que me ha dicho ha sido algo alarmante. Las cosas en la ciudad están muy inquietas. Varias facciones están buscando algo llamado la Piedra de Golorr... al parecer es la llave para acceder a las Cámaras de la Ciudad, donde teóricamente se guarda un tesoro digno de un dragón... Xanathar, los Zentharim, el Culto del Dragón y al menos dos facciones más lo están buscando. Por supuesto las autoridades están detrás de ese objeto también, la Guardia realiza redadas casi a diario y los Capas Grises tienen agentes por todas partes en busca de pistas e información. Esto hace que todo el mundo esté de los nervios, algunas facciones han llegado a enfrentarse en la calle, y Waterdeep ha dejado de ser tan segura como antes. Si el Culto es el primero en encontrar esa llave y accede a la cámara, prácticamente tendrá todo el trabajo hecho...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
- ¿Nadie te ha enseñado a tener respeto por tus mayores, niña?- contesto de forma abrupta y cortante el príncipe enano. Volviendose a Martín pregunta:-¿Tu sobrina? ¿ Tienes un hermano?.
-Sin pistas de por donde buscar, yo seguiría con el plan original y dejaría a la guardia que se encargue del tema.-
La niña, tras asentir a Martin, antes de salir se acerca a Morko y se le queda mirando fijamente. Cuando el enano repara en ella y la mira, la niña le hace gestos para que se agache. Cuando Morko tiene los ojos a su misma altura ella le sigue mirando con cara muy seria y le dice.
- El Sr. Mittens dice que hay que respetar para que te respeten. Yo te respeto mucho tio Morko - Antes de que el paladin pueda reaccionar la niña se echa hacia delante y le da un beso en la punta de la nariz para, acto seguido, salir corriendo hacia el patio trasero riéndose.
PbP Character: A few ;)
Helayna aterrizó en el suelo de su nuevo hogar suspendida de los brazos de Ash y embriagada por sus risas cómplices. No entendía la razón de aquella tradición, pero bien le valía si significaba ser portada sobre sus esculpidos músculos. Pero sus carcajadas cesaron abruptamente cuando se percató de la presencia de la niña al lado de Martin. Su rostro se volvió hierático de nuevo y la observó desde lejos con perspicacia.
Todas sus experiencias pasadas con niños habían sido, siendo optimista, poco satisfactorias. Su infancia fue solitaria y su figura se convirtió en diana de la burla o de la incomprensión por parte de sus iguales. Los niños shadar-kais carecían de emociones y ella creció sin amigos de su edad con los que compartir sus inquietudes.
Observó como Ash hablaba a la pequeña y como ésta reaccionaba, y le pareció una imagen increíblemente tierna. Observó luego cómo la niña contestaba a Morko y le daba un beso sin su consentimiento; abandonó por fin la seriedad de su rostro y soltó una risa divertida y espontánea ante esta escena, tan parecida a la que ella misma había repetido varias veces con el gruñón príncipe, haciéndola sentir más cercana.
Aún así, no se atrevió a entablar una conversación con la nueva integrante de la familia y se mantuvo en un segundo plano hasta que el grupo se quedó a solas. Miró a Martin interrogante, esperando una explicación algo más detallada que la expuesta delante de la menor.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Martin observó como tcasi todos ignoraban la apremiante información que había compartido y sus compañeros se centraban más en la niña que le acompañaba. Con un profundo suspiro se dispuso a esclarecer algo más ese tema.
- No, no tengo un hermano, al menos que yo sepa... porque nunca conocí a mis padres, pero eso es otra historia... lo de "sobrina" es más un título honorífico, puesto que ella me llama "tío". Yo... la encontré... bueno, más bien, me encontró ella a mi, en las calles de Waterdeep, y al principio parecía una niña abandonada más en las calles de una gran ciudad... intenté proporcionarle algo de comida y calzado, pero en todo ese proceso me di cuenta de algo que creo que le hace diferente... en su piel, aunque es difícil de percibir al principio y pueden confundirse con pecas, hay como escamas... escamas doradas como su pelo... Creí importante traerla con nosotros y protegerla, mientras alguien más docto en este tipo de analísis puede ayudarnos. Por eso creó que Zevatur y Lady Kima, ambos adeptos de Bahamut, quizás pudieran echarle un vistazo ... es una buena chica, y no me gustaría que sufriera daño alguno por su condición...
La última frase parecía denotar algo más profundo y enterrado en el pasado del semielfo, pero su mirada era transparente de súplica, se notaba que no quería dejar tirada a esa niña por alguna razón.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Guilbert apareció justo cuando la pequeña salía corriendo. Desde el dintel de la puerta observó, recostado en el marco, la explicaciones del semielfo. Otro huérfano de waterdeep, enseguida ganó su simpatía.
-Desde nuestro último golpe en la ciudad no creo que Xanathar y Zhentarim estén contentos con nosotros..- volvió al tema de la piedra Golorr.- Y quizá el kenku apresado haya hablado mas desde que lo entregamos a la guardia. -meditó un instante..- Me encantaría infiltrarme en esos grupos de saber donde operan y así ver como de cerca se encuentra cada cual.. pues a nuestor lado todos miramos a un Raenar tan perdido e ignorante como nosotros. -su memoria trabajo por un instante.- Gowther reconoció ese vocablo asociándolo a los Aboleth, desconocidos para mi hasta nuestro encuentro.
Se dirigió entonces hacia el exterior donde se encontraba la pequeña y a la que aún no se había presentado. Antes de salir, satisfecho al ver la mochila y botas de Mirt y sorprendido ante el regio porte ahora no disimulado de Morko, dijo a todos. -Próximo paso cementerio. Agradeceros vuestra compañía y esperando que solo nos robe un par de horas. Gracias por traerme el equipo!
En el exterior vio a la pequeña jugando y saltando. A que niño no le puede gustar una canción y mas si habla de ogros gruñones que se tiran pedos como truenos y temblores.
-Tienes nombre pequeña? El mío es Guilbert, y también recorría esta ciudad de locuelos cuando tenía tu edad. Aunque peligrosa, es muy divertida para un niño por sus escondites y secretos, verdad?- dijo, sentándose cerca de ella, e interpretando acordes reconocibles de canciones infantiles esperando quizá, alguna petición especial.
Zevatur acudió a la casa, aunque le hacia ilusión disponer de una propiedad, en realidad el lugar al que consideraba su hogar estaba en el oasis. Y ansiaba acudir a visitarlo cuanto antes. En cualquier caso parecía que sus pasos lo iban a llevar bien lejos de Waterdeep otra vez, y pronto.
Al llegar a la casa se asombró. Estaba maravillosamente puesta y en su cabeza cambió de opinión, quizás después de todo si podría llegar a sentirse a gusto en aquel lugar. Todo lo que había pensado de Volo se esfumó al ver su meticuloso trabajo. La presencia de la niña y las palabras de Martin crearon una agridulce reacción en el joven. Por un lado las noticias podían significar que se quedaran más tiempo en la ciudad. Por el otro que iba a tardar mas tiempo del que penaba en visitar el oasis.
Se acercó a la niña junto a Canela que también se presentó. - Yo soy Zevatur y este es Canela, heraldo de Bahamunt. - Dijo mientras Canela proyectaba una imagen de glorioso encuentro con la niña.
Zevatur, Rolthos
La pequeña esta jugando con unas hojas que han caído de uno de los dos árboles del pequeño jardín de la casa cuando tanto Guilbert como Zevatur y Canela salen a hablar con ella.
Ella les mira y sonríe de oreja a oreja.
- El tio Martin me ha dicho que sabes más de un millón de canciones - le dice a Guilbert - ¿Me cantas una? -
Es entonces cuando Zevatur entra en el jardín y su atención cambia totalmente.
- ¿Tú eres Zevatur verdad? Oh! ¡Es verdad que tienes cuernos! ¿puedo tocarlos? - le pregunta antes incluso de que el tiefling llegue a terminar de presentarse. Cuando ve a Canela, abre los ojos como platos.
- ¿Eres un dragón? -
Al parecer la presencia del familiar de Zevatur ha hecho que olvide la presencia, y la pregunta, de Guilbert.
PbP Character: A few ;)
- Te dejo tocar un cuerno si me dices tu nombre - Dijo Zevatur mientras Canela proyectaba su imagen favorita, el mismo en forma de un poderoso y enorme dragón dorado. Acto seguido revoloteo hacia la niña para saludarla de cerca y posarse sobre ella juguetonamente. “Alcantarillas, cementerios y campos de batalla no son lugar para una niña”. Dijo Canela mentalmente a Zevatur. “Yo me puedo quedar con ella y cuidarla"
Mientras Zevatur observó a la niña, buscando esas pequeñas escamas de las que habló Martin...
Tiro religion/arcana/nature, pero Zevatur es un inculto y todo va a +0: 9
Zevatur, Rolthos
Zevatur las ve, unas minúsculas escamas que parecen pecas que reflejan la luz en el rostro y los hombros de la pequeña.
- Suturi - responde la pequeña. Zevatur reconoce la palabra en dracónico. Significa Alba. - ¿Puedo jugar con Canela? - pregunta excitada.
PbP Character: A few ;)
- ¡No me preguntes a mi! Parece que el adulto aquí es Martin... ¿Pueden Canela y Suturi jugar juntos? - Dijo Zevatur mirando divertido a Martin. - Después miró a la niña preguntándose que sabría Martin de ella, de donde vendría, quienes serian sus padres... Recordando algún que otro infante huérfano de la calle al que al preguntarle tales cuestiones se había cerrado y se había negado a revivir traumas pasados decidió no interrogar a la niña en este momento. "Quizás sea mejor preguntarle más cosas más adelante, cuanto este más tranquila" Pensó para si y para Canela.
A la pregunta de Zevatur Canela dudó un echando una mirada indignada al rojo muchacho. "Como que tenía que pedir permiso..." en un instante se relajó, entendiendo que era medio en broma y siguió el juego, ladeando la cabeza y poniendo cara de pena a Martin.
Zevatur, Rolthos
Ash observó a la muchachita desde lejos un momento.
—Bueno ¿cómo vamos a hacer esto? Tu sobrina Suturi no puede venir al cementerio, Martin. No es sitio para una niña ¿Tiene con quién quedarse? —preguntó al tirador—. ¿Buscas otro tío? Tenemos poco tiempo, deberíamos marcharnos ya. Al volver podríamos pasar a ver a Raenar, quizá él pueda encargarse cuando viajemos al norte, pero ahora mismo no hay tiempo. ¿Martin?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
- Canela puede quedarse con ella... Podemos comunicarnos en todo momento y puedo hablar desde Canela. Pero...
Se acercó a la niña a preguntarle. - ¿Sabes si hay alguien buscándote? ¿Si corres algún peligro? - Después mirando a ¡l resto añade como explicación - Canela es fuerte, pero es solo uno y si tiene que enfrentarse a mucha gente podría verse superado.
Zevatur, Rolthos