Tras entrar varios de los compañeros en el sótano y comprobar la ausencia de peligros, al menos inminentes, Guilbert se apresuró a estabilizar a la única superviviente y por el momento mejor fuente de información que arrojara luz sobre tanta confusión. La función de la orden de la Rosa Negra siempre fue derrotar, expulsar, o contener los poderes demoniacos y lucir su símbolo en coraza y tatuajes quizá no era la manera de encontrar respuestas. Usando su sombrero cambió su apariencia a una túnica similar a la del resto de seguidores de Asmodeus muertos para, invocando los poderes curativos en lenguas hace tiempo olvidadas, extender sus manos sobre la mujer de la túnica tratando de arrancarla de las garras de la muerte y de su jefe, Asmodeus.
-Tranquila.. estás a salvo.. No hemos llegado a tiempo para salvaros.. -le dijo con tono suave y cariñoso.- Dime.. ¿qué ha ocurrido? ¿Qué ha salido mal?
La mujer tose y escupe sangre pese a la rápida curación de Guilbert.
- Ho... Holiver? - pregunta mirando a su alrededor confusa. Cuando sus ojos reparan en el cuerpo de un hombre que yace cerca de ella extiende una mano temblorosa y lo toca con cuidado, como si temeria despertarlo - Holiver... oh dioses no... - y, recostada y aún malherida, rompe a llorar tocando la mano fria del que era, aparentemente, su amante.
Ash entró en la sala sembrada de cadáveres sin bajar la guardia. A pesar de todo, se hubiera reído de buena gana si toda aquella perorata sobre qué, cómo y cando había acontecido en aquella sala hubiera provenido de cualquier otro. Realmente sonaría a fanfarronada en boca de cualquier otro, un invento, pero Gowther nunca mentía o fanfarroneaba. Había aprendido que se limitaba a exponer su fría verdad; y esta sonaba de lo más convincente. El guerrero se limito a enarcar una ceja algo sorprendido por el despliegue de medios detectivescos del eladrin.
—Buen trabajo —se limito a decir al fin mientras Guilbert curaba a la cultista, que dichos sea de paso no despertaba en él ninguna empatía—. Entonces, alguien ha traicionado a estos pobres diablos y les ha robado algo preciado ¿Qué podría ser?
Quien quiera que fuera se les había escapado por poco. Ash observó con frialdad a la mujer que sollozaba tratando de alcanzar a su Holiver.
Martin escuchó atentamente las elaboradas palabras que deshilaban los descubrimientos esclarecidos por el eladrín, todo lo que decía parecía tener perfecto sentido y encajaba con exquisita perfección en la escena que tenían delante, como si hubiera podido colocar la mayoría de las piezas del puzzle juntas apenas sin esfuerzo. No pudo evitar sentirse torpe y tremendamente inferior ante sus propias pesquisas, mostradas a escasos metros escaleras arribas sobre el primer cadáver... de repente sus palabras le parecían burdas y vacías de contenido al lado del discurso del extranjero elfo proveniente del Feywild.
Observando la oquedad del muro tras el ladrillo, el semielfo se dispuso a hacer lo mejor que sabía, seguir rastros, ... a pesar de que el terreno no acompañaba, tras una pelea, era muy fácil dejar tras de sí un reguero de pistas, como gotas de sangre del cuchillo usado para su infame traición, o huellas en el polvo sin tiempo que ocultar. Usando como referencia el punto del muro donde se hallaba el ladrillo suelto y la arenisca, el explorador se dispuso a rehacer los pasos de la misteriosa figura que había asesinado a los infernalistas.
Ahora que sabía qué tenía que buscar, Martin no tuvo problema alguno en seguir los pasos de la misteriosa figura que había robado lo que fuera que había allí escondido. Sus huellas confirmaron lo que había dicho Gowther. Al parecer esa persona había entrado con los demás en la sala, y se había colocado el último. Acabó con todos y después fue a buscar el compartimento secreto y salió de la sala por donde había venido, escaleras arriba. Martin suponía que podría volver a encontrar el rastro fuera del mausoleo, ya que los pasos de sus amigos habrían borrado todo rastro del agresor. Por suerte el mausoleo sólo tenía una entrada.
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Zevatur observó la túnica mientras pasaban a su lado. "Podrías ponértela para pasar desapercibido si te vas a enfrentar con más sectarios, es una táctica común" Dijo Canela, tras lo que Zevatur resoplo y negó con la cabeza “Va contra mi naturaleza ponerme una túnica demoniaca, Canela” Canela tan solo acertó a concluir con una palabra, “Remilgado”, y se centró de nuevo en la pequeña.
Mientras sus compañeros hacían de detectives y averiguaban lo que había ocurrido allí Zevatur se arrodilló ante los cadáveres y los registró, aparte de más medallones esperaba encontrar alguna pista adicional. Desafurtunadamente al final .la información de Martin y Gowther dejaba pocas dudas al respecto, el verdadero objetivo estaba fuera de aquella cripta.
- Holiver no lo ha conseguido.. -trató de consolar a la cultista- .. y tú has estado cerca.. ¿Quién os ha traicionado? -le dijo mientras acercaba el cadáver de su querido para que pudiera despedirse.- podemos alcanzarle si nos ayudas.. podremos vengar a Holiver y recuperar lo que os ha robado.. - trató de convencerla usando su parte sensible.. como agente mas que como miembro de una orden especializada en la persecución y desarticulación de grupos cultistas y demonios varios.
La mujer sollozó, cogiendo con cariño la cabeza del amante que la había abandonado para siempre.
- Fue el nuevo - dice entre sollozos - cayó sobre nosotros sin aviso previo... Holliver y yo le recogimos de su casa en el viejo molino de la colina.. - sobre las últimas palabras de Guilbert parece algo más confusa - ¿ Nos ha robado algo? ¿Qué nos ha robado? - pregunta entre lágrimas.
Con la cabeza invitó a que siguiera su mirada hasta el hueco en la pared descubierto por Gowther.
-Descansa..-hizo una pequeña pausa- no me has dicho tu nombre.. -se lamentó- esas heridas podrían abrirse.. cuando te sientas con fuerzas podrás ayudarnos mas.. sobre el nuevo y donde está ese molino -quiso usar su tono mas tranquilo- o lo que allí se escondía.
La mujer sigue con la mirada enturbiada por las lágrimas el gesto de Guilbert y su rostro muestra la misma estupefacción que su voz cuando asegura.
- No sabía que eso estaba ahí. Ni idea de qué podía haber dentro. ¿Crees que es por eso por lo que ese malnacido ha hecho esto? -
Baja la cabeza y solloza susurrando unas palabras a su amante muerto que ya no puede escuchar. Tras unos segundos Dñas levanta la mirada, los ojos arrasados por el llanto.
-Vamos a por ese credo - dice con voz ronca por el llanto y la rabia. - Se donde vive, os llevaré allí. -
Ash enarcó una ceja. No se creía una palabra de lo que había dicho aquella mujerzuela infernalista. Era una consumada actriz eso seguro. Estaba seguro de que no era ningún pajarito con el ala rota. Le costaba demasiado empatizar con alguien que rendía culto a los más viles y depravados actos al amparo de la noche en la Ciudad de los Muertos. Y por encima de todo, no soportaba la idea de que les utilizase.
—Tenemos algo de tiempo hasta el alba, pero no vamos a matar nadie por un asunto de faldas, Waterdeep está llena de cornudos y ofendidos —dijo con más frialdad de la que se creía capaz—. Con el nombre y la dirección del ladrón, nosotros seguimos desde aquí. De otra manera tenemos otros asuntos de qué ocuparnos —recordó a Gilbert—. Lo que buscábamos no parece estar aquí ni caber en ese pequeño hueco.
Martin, aún concentrado y agachado inspeccionando el terreno, con el objetivo de intentar encontrar y seguir la pista del asesino traidor de los cultistas, elevó la cabeza ligeramente cuando escuchó las palabras de la agónica mujer superviviente acerca del molino.
- Creo que se donde se encuentra ese lugar, yo lo usaba en el pasado cuando las cosas... se "complicaban" con algún trabajo... podría conducirnos hasta allí sin problemas si queréis seguir ese camino de investigación.
Tras prestar su aportación al posible destino del grupo, el explorador volvió a dirigir su atención al suelo, y paredes intentando continuar con su trabajo como rastreador.
Martin no sólo encontró los rastros de los cultistas y su asesino si no que, en la parte donde Gowther había encontrado el escondrijo secreto, y donde no había muchas huellas de cultistas, el semi-elfo encontró otras huellas. Por la forma se trataba de alguien delgado con botas de metal, aunque la forma del pie era demasiado estilizada para corresponderse a unas botas de metal que él conociera. Un poco extrañado por aquellas huellas no le cabía duda que si las volvía a ver las reconocería y sería capaz de seguir su rastro. Quizá si examinaba el exterior de la cripta pudiera localizarlas alli y encontrar alguna pista más de quién o qué las podía haber dejado.
Viendo como su frágil actuación comenzaba a derrumbarse y lo poco fructífero que estaba siendo su interrogatorio quiso exprimir al máximo las últimas palabras con la infernalista. Lejos de aclarar la visión que tuvo bajo tierra, aquello cada vez tenía menos sentido.
-Saber su nombre, o como es físicamente nos ayudaría.. tienes que decirnos mas para saber si es el mismo que buscábamos..-aferrando su mano para transmitir una fingida seguridad- iba armado con una espada enorme.. o llevaba en su piel o ropa el símbolo de la rosa negra? Podremos llevarte fuera y dejarte a "buen recaudo" con unos amigos..
Martin no esperó al final del interrogatorio, mirando a la cultista de reojo, giró la cabeza hacia otro lado perdido en sus propios pensamientos. Tras esto se incorporó y señaló hacia las escaleras por las que habían accedido a la sala subterránea donde el ritual fue interrumpido.
- Voy a subir e inspeccionar los alrededores por si encuentro algo más al respecto. Si alguien quiere acompañarme, no creo que saquemos mucha más información aquí.
Tras esto el semielfo se dirigió hacia el piso superior para disponerse a salir del mausoleo y recorrer los exteriores cercanos buscando más rastros a seguir. Sin embargo, su mirada se dirigía de vez en cuando por encima de él, siguiendo con la vista las inquietantes luces que bailaban al parecer con patrones extraños sobre su cabeza, e intentando no llamar demasiado su atención sobre sí mismo.
Si necesitas que haga otra tirada de Survival o lo que se necesite más arriba me dices.
—Sí, subo contigo —dijo Ash siguiendo al semielfo a grandes zancadas—. Intentemos no molestar a los luminosos vecinos, pero mejor ser precavidos.
Antes de salir ya había desenvainado a Úrsula. El tosco metal casi zumbaba resonante. Ash no pudo evitar sonreír sintiendo el peso del acero en su mano.
Los dos compañeros dejaron atrás al resto del equipo que aún estaba en la cripta secreta de la antigua tumba de los Cassalanter.
Ahora que sabia qué tenía que buscar, Martin no perdió tiempo en ello, sabiendo que Ash vigilaba a los fuegos fatuos que seguían con su particular procesión por el cementerio.
El semi´-elfo no tuvo problema en identificar de nuevo las extrañas huellas que había visto abajo, cerca del escondite secreto. Estaban parcialmente cubiertas por las de los cultistas, por lo que eso le indicaba que había llegado y salido antes que ellos, al menos un día por lo borradas que estaban algunas de ellas ya en el camino.Pese a ello Martin confiaba en que podría seguirlas para ver adonde había ido el ser que dejaba tan curiosas huellas.
También identificó las huellas de los cultistas que habían entrado, casi podría decir a quién pertenecía cada una de ellas, en especial la del único que había salido de la cripta. Iba en una dirección diferente a las otras extrañas huellas, pero Martin también podría seguir aquel rastro mucho más fresco, de apenas unos minutos. Martín tenía la sensación de que conocía aquellas huellas, pero necesitaba verlas claramente sin tanta pisada cruzada entre las de los cultistas y las de su propio grupo, para poder pensar más claramente.
Sumido como estaba en la búsqueda e interpretación de rastros, apenas escuchó los apagados pasos de un grupo de gente que se acercaba hacia Ash y él, pero sus sentidos no le traicionaron y pudo poner sobre aviso al guerrero, que por su parte ya estaba mirando hacia allí.
Un grupo de unas diez personas se acercaban hacia ellos. El líder, un hombre entrado en años, con una barba blanca al igual que su pelo y con una cicatriz que le cruzaba la cara de derecha a izquierda les espetó.
- Vaya vaya ¿qué tenemos aquí? Parece que se nos han adelantado chicos - el resto del variopinto grupo, comenzó a desplegarse y sacar sus armas. Ash se fijó en que dos de ellos, que no parecían portar arma alguna, empezaron a mover las manos de manera muy similar a como lo hacían Helayna y Gowther, sin duda preparando algún hechizo. - Entregadnos la piedra y nadie saldrá herido. Le podéis decir al beholder que ya nos la habíamos llevado cuando llegasteis... -
Voy a presuponer que Martin sabe a que beholder se refieren por que sabe alguna cosa que otra de bajos fondos en Waterdeep, si no es así, edito post y no pasa nada.
Martin se elevó incorporándose a la vez que sacaba su arco de una manera casi mecánica ante la amenaza, observando a los diez posibles enemigos que tenía delante, fijó su atención especialmente en los dos hechiceros y su letanía que no auguraba nada bueno... Maldijo para si mismo su incapacidad para detectarles con algo de más tiempo como para poder advertir a sus amigos, pero quizás eso era una ventaja, los de ahí arriba no sabían que había refuerzos un piso subterráneo más abajo.
- Os confundís con nosotros, no servimos a Xanathar ni sabemos de que piedra habláis... estamos aquí para investigar una serie de ritos infernalistas que se estaban llevando a cabo en el cementerio... Quizás es la hora de que cada uno de nosotros siga su camino y con sus tareas, sin interferir...
El semielfo sabía que si su estratagema funcionaba, sólo sería por un corto periodo de tiempo, pero al menos intentaba comprar algo de éste y mejorar su posición estratégica respecto al inminente combate, de momento estaban en minoría y sin magia de su lado, y eso no favorecia en absoluto su supervivencia, era consciente de eso y por ello de momento intentaba evitar el combate.
Zevatur se mantuvo al margen del interrogatorio. La idea de hacerse pasar por demonologista le hizo sentir ansiedad, rescoldos de sus anteriores crisis de identidad. Cuando Martin salió con Ash al exterior sintió un impulso de seguirles, pero se detuvo un momento para contactar con Canela y proporcionarle la información “En el viejo molino de la colina, allí nos dirigiremos.” Después, ajeno al encuentro que sucedió en el exterior, se dispuso a salir al exterior, ignorando a la mujer cultista y su dialogo con Guilbert.
Ash enarcó una ceja y adoptó una postura erguida. Los matones solo respetaban la fuerza, lo había visto demasiadas veces y no les iban a dejar marchar a menos que vieran que tenían mucho que perder.
—Espera —dijo a Martin—. Así que sois zents —sonrió perladamente sin amilanarse—. Ese beholder parece estar barriendo las calles con vosotros, ¿mmm? Resulta que tenemos un feo historial con esas cosas y no nos caen nada bien ¿Qué es todo eso de una piedra? ¿Cuál es la recompensa por recuperarla? Y dile a tus magos que se estén quietecitos antes de que pierdan las manos —respondió al hombre barbudo mientras señalaba distraídamente a los conjuradores.
Quizá una negociación les ganara algunos minutos para que sus compañeros volvieran a la superficie para igualar un poco las tornas. Y con suerte quizá averiguaran algo de interés.
Tras entrar varios de los compañeros en el sótano y comprobar la ausencia de peligros, al menos inminentes, Guilbert se apresuró a estabilizar a la única superviviente y por el momento mejor fuente de información que arrojara luz sobre tanta confusión. La función de la orden de la Rosa Negra siempre fue derrotar, expulsar, o contener los poderes demoniacos y lucir su símbolo en coraza y tatuajes quizá no era la manera de encontrar respuestas. Usando su sombrero cambió su apariencia a una túnica similar a la del resto de seguidores de Asmodeus muertos para, invocando los poderes curativos en lenguas hace tiempo olvidadas, extender sus manos sobre la mujer de la túnica tratando de arrancarla de las garras de la muerte y de su jefe, Asmodeus.
-Tranquila.. estás a salvo.. No hemos llegado a tiempo para salvaros.. -le dijo con tono suave y cariñoso.- Dime.. ¿qué ha ocurrido? ¿Qué ha salido mal?
La mujer tose y escupe sangre pese a la rápida curación de Guilbert.
- Ho... Holiver? - pregunta mirando a su alrededor confusa. Cuando sus ojos reparan en el cuerpo de un hombre que yace cerca de ella extiende una mano temblorosa y lo toca con cuidado, como si temeria despertarlo - Holiver... oh dioses no... - y, recostada y aún malherida, rompe a llorar tocando la mano fria del que era, aparentemente, su amante.
PbP Character: A few ;)
Ash entró en la sala sembrada de cadáveres sin bajar la guardia. A pesar de todo, se hubiera reído de buena gana si toda aquella perorata sobre qué, cómo y cando había acontecido en aquella sala hubiera provenido de cualquier otro. Realmente sonaría a fanfarronada en boca de cualquier otro, un invento, pero Gowther nunca mentía o fanfarroneaba. Había aprendido que se limitaba a exponer su fría verdad; y esta sonaba de lo más convincente. El guerrero se limito a enarcar una ceja algo sorprendido por el despliegue de medios detectivescos del eladrin.
—Buen trabajo —se limito a decir al fin mientras Guilbert curaba a la cultista, que dichos sea de paso no despertaba en él ninguna empatía—. Entonces, alguien ha traicionado a estos pobres diablos y les ha robado algo preciado ¿Qué podría ser?
Quien quiera que fuera se les había escapado por poco. Ash observó con frialdad a la mujer que sollozaba tratando de alcanzar a su Holiver.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Martin escuchó atentamente las elaboradas palabras que deshilaban los descubrimientos esclarecidos por el eladrín, todo lo que decía parecía tener perfecto sentido y encajaba con exquisita perfección en la escena que tenían delante, como si hubiera podido colocar la mayoría de las piezas del puzzle juntas apenas sin esfuerzo. No pudo evitar sentirse torpe y tremendamente inferior ante sus propias pesquisas, mostradas a escasos metros escaleras arribas sobre el primer cadáver... de repente sus palabras le parecían burdas y vacías de contenido al lado del discurso del extranjero elfo proveniente del Feywild.
Observando la oquedad del muro tras el ladrillo, el semielfo se dispuso a hacer lo mejor que sabía, seguir rastros, ... a pesar de que el terreno no acompañaba, tras una pelea, era muy fácil dejar tras de sí un reguero de pistas, como gotas de sangre del cuchillo usado para su infame traición, o huellas en el polvo sin tiempo que ocultar. Usando como referencia el punto del muro donde se hallaba el ladrillo suelto y la arenisca, el explorador se dispuso a rehacer los pasos de la misteriosa figura que había asesinado a los infernalistas.
Survival: 19
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Ahora que sabía qué tenía que buscar, Martin no tuvo problema alguno en seguir los pasos de la misteriosa figura que había robado lo que fuera que había allí escondido. Sus huellas confirmaron lo que había dicho Gowther. Al parecer esa persona había entrado con los demás en la sala, y se había colocado el último. Acabó con todos y después fue a buscar el compartimento secreto y salió de la sala por donde había venido, escaleras arriba. Martin suponía que podría volver a encontrar el rastro fuera del mausoleo, ya que los pasos de sus amigos habrían borrado todo rastro del agresor. Por suerte el mausoleo sólo tenía una entrada.
PbP Character: A few ;)
Zevatur observó la túnica mientras pasaban a su lado. "Podrías ponértela para pasar desapercibido si te vas a enfrentar con más sectarios, es una táctica común" Dijo Canela, tras lo que Zevatur resoplo y negó con la cabeza “Va contra mi naturaleza ponerme una túnica demoniaca, Canela” Canela tan solo acertó a concluir con una palabra, “Remilgado”, y se centró de nuevo en la pequeña.
Mientras sus compañeros hacían de detectives y averiguaban lo que había ocurrido allí Zevatur se arrodilló ante los cadáveres y los registró, aparte de más medallones esperaba encontrar alguna pista adicional. Desafurtunadamente al final .la información de Martin y Gowther dejaba pocas dudas al respecto, el verdadero objetivo estaba fuera de aquella cripta.
Perception: 12
Zevatur, Rolthos
- Holiver no lo ha conseguido.. -trató de consolar a la cultista- .. y tú has estado cerca.. ¿Quién os ha traicionado? -le dijo mientras acercaba el cadáver de su querido para que pudiera despedirse.- podemos alcanzarle si nos ayudas.. podremos vengar a Holiver y recuperar lo que os ha robado.. - trató de convencerla usando su parte sensible.. como agente mas que como miembro de una orden especializada en la persecución y desarticulación de grupos cultistas y demonios varios.
La mujer sollozó, cogiendo con cariño la cabeza del amante que la había abandonado para siempre.
- Fue el nuevo - dice entre sollozos - cayó sobre nosotros sin aviso previo... Holliver y yo le recogimos de su casa en el viejo molino de la colina.. - sobre las últimas palabras de Guilbert parece algo más confusa - ¿ Nos ha robado algo? ¿Qué nos ha robado? - pregunta entre lágrimas.
PbP Character: A few ;)
Con la cabeza invitó a que siguiera su mirada hasta el hueco en la pared descubierto por Gowther.
-Descansa..-hizo una pequeña pausa- no me has dicho tu nombre.. -se lamentó- esas heridas podrían abrirse.. cuando te sientas con fuerzas podrás ayudarnos mas.. sobre el nuevo y donde está ese molino -quiso usar su tono mas tranquilo- o lo que allí se escondía.
La mujer sigue con la mirada enturbiada por las lágrimas el gesto de Guilbert y su rostro muestra la misma estupefacción que su voz cuando asegura.
- No sabía que eso estaba ahí. Ni idea de qué podía haber dentro. ¿Crees que es por eso por lo que ese malnacido ha hecho esto? -
Baja la cabeza y solloza susurrando unas palabras a su amante muerto que ya no puede escuchar.
Tras unos segundos Dñas levanta la mirada, los ojos arrasados por el llanto.
-Vamos a por ese credo - dice con voz ronca por el llanto y la rabia. - Se donde vive, os llevaré allí. -
PbP Character: A few ;)
Ash enarcó una ceja. No se creía una palabra de lo que había dicho aquella mujerzuela infernalista. Era una consumada actriz eso seguro. Estaba seguro de que no era ningún pajarito con el ala rota. Le costaba demasiado empatizar con alguien que rendía culto a los más viles y depravados actos al amparo de la noche en la Ciudad de los Muertos. Y por encima de todo, no soportaba la idea de que les utilizase.
—Tenemos algo de tiempo hasta el alba, pero no vamos a matar nadie por un asunto de faldas, Waterdeep está llena de cornudos y ofendidos —dijo con más frialdad de la que se creía capaz—. Con el nombre y la dirección del ladrón, nosotros seguimos desde aquí. De otra manera tenemos otros asuntos de qué ocuparnos —recordó a Gilbert—. Lo que buscábamos no parece estar aquí ni caber en ese pequeño hueco.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Martin, aún concentrado y agachado inspeccionando el terreno, con el objetivo de intentar encontrar y seguir la pista del asesino traidor de los cultistas, elevó la cabeza ligeramente cuando escuchó las palabras de la agónica mujer superviviente acerca del molino.
- Creo que se donde se encuentra ese lugar, yo lo usaba en el pasado cuando las cosas... se "complicaban" con algún trabajo... podría conducirnos hasta allí sin problemas si queréis seguir ese camino de investigación.
Tras prestar su aportación al posible destino del grupo, el explorador volvió a dirigir su atención al suelo, y paredes intentando continuar con su trabajo como rastreador.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Martin no sólo encontró los rastros de los cultistas y su asesino si no que, en la parte donde Gowther había encontrado el escondrijo secreto, y donde no había muchas huellas de cultistas, el semi-elfo encontró otras huellas. Por la forma se trataba de alguien delgado con botas de metal, aunque la forma del pie era demasiado estilizada para corresponderse a unas botas de metal que él conociera. Un poco extrañado por aquellas huellas no le cabía duda que si las volvía a ver las reconocería y sería capaz de seguir su rastro. Quizá si examinaba el exterior de la cripta pudiera localizarlas alli y encontrar alguna pista más de quién o qué las podía haber dejado.
PbP Character: A few ;)
Viendo como su frágil actuación comenzaba a derrumbarse y lo poco fructífero que estaba siendo su interrogatorio quiso exprimir al máximo las últimas palabras con la infernalista. Lejos de aclarar la visión que tuvo bajo tierra, aquello cada vez tenía menos sentido.
-Saber su nombre, o como es físicamente nos ayudaría.. tienes que decirnos mas para saber si es el mismo que buscábamos.. -aferrando su mano para transmitir una fingida seguridad- iba armado con una espada enorme.. o llevaba en su piel o ropa el símbolo de la rosa negra? Podremos llevarte fuera y dejarte a "buen recaudo" con unos amigos..
Martin no esperó al final del interrogatorio, mirando a la cultista de reojo, giró la cabeza hacia otro lado perdido en sus propios pensamientos. Tras esto se incorporó y señaló hacia las escaleras por las que habían accedido a la sala subterránea donde el ritual fue interrumpido.
- Voy a subir e inspeccionar los alrededores por si encuentro algo más al respecto. Si alguien quiere acompañarme, no creo que saquemos mucha más información aquí.
Tras esto el semielfo se dirigió hacia el piso superior para disponerse a salir del mausoleo y recorrer los exteriores cercanos buscando más rastros a seguir. Sin embargo, su mirada se dirigía de vez en cuando por encima de él, siguiendo con la vista las inquietantes luces que bailaban al parecer con patrones extraños sobre su cabeza, e intentando no llamar demasiado su atención sobre sí mismo.
Si necesitas que haga otra tirada de Survival o lo que se necesite más arriba me dices.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Ash asintió a Martín.
—Sí, subo contigo —dijo Ash siguiendo al semielfo a grandes zancadas—. Intentemos no molestar a los luminosos vecinos, pero mejor ser precavidos.
Antes de salir ya había desenvainado a Úrsula. El tosco metal casi zumbaba resonante. Ash no pudo evitar sonreír sintiendo el peso del acero en su mano.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Los dos compañeros dejaron atrás al resto del equipo que aún estaba en la cripta secreta de la antigua tumba de los Cassalanter.
Ahora que sabia qué tenía que buscar, Martin no perdió tiempo en ello, sabiendo que Ash vigilaba a los fuegos fatuos que seguían con su particular procesión por el cementerio.
El semi´-elfo no tuvo problema en identificar de nuevo las extrañas huellas que había visto abajo, cerca del escondite secreto. Estaban parcialmente cubiertas por las de los cultistas, por lo que eso le indicaba que había llegado y salido antes que ellos, al menos un día por lo borradas que estaban algunas de ellas ya en el camino.Pese a ello Martin confiaba en que podría seguirlas para ver adonde había ido el ser que dejaba tan curiosas huellas.
También identificó las huellas de los cultistas que habían entrado, casi podría decir a quién pertenecía cada una de ellas, en especial la del único que había salido de la cripta. Iba en una dirección diferente a las otras extrañas huellas, pero Martin también podría seguir aquel rastro mucho más fresco, de apenas unos minutos. Martín tenía la sensación de que conocía aquellas huellas, pero necesitaba verlas claramente sin tanta pisada cruzada entre las de los cultistas y las de su propio grupo, para poder pensar más claramente.
Sumido como estaba en la búsqueda e interpretación de rastros, apenas escuchó los apagados pasos de un grupo de gente que se acercaba hacia Ash y él, pero sus sentidos no le traicionaron y pudo poner sobre aviso al guerrero, que por su parte ya estaba mirando hacia allí.
Un grupo de unas diez personas se acercaban hacia ellos. El líder, un hombre entrado en años, con una barba blanca al igual que su pelo y con una cicatriz que le cruzaba la cara de derecha a izquierda les espetó.
- Vaya vaya ¿qué tenemos aquí? Parece que se nos han adelantado chicos - el resto del variopinto grupo, comenzó a desplegarse y sacar sus armas. Ash se fijó en que dos de ellos, que no parecían portar arma alguna, empezaron a mover las manos de manera muy similar a como lo hacían Helayna y Gowther, sin duda preparando algún hechizo. - Entregadnos la piedra y nadie saldrá herido. Le podéis decir al beholder que ya nos la habíamos llevado cuando llegasteis... -
PbP Character: A few ;)
Voy a presuponer que Martin sabe a que beholder se refieren por que sabe alguna cosa que otra de bajos fondos en Waterdeep, si no es así, edito post y no pasa nada.
Martin se elevó incorporándose a la vez que sacaba su arco de una manera casi mecánica ante la amenaza, observando a los diez posibles enemigos que tenía delante, fijó su atención especialmente en los dos hechiceros y su letanía que no auguraba nada bueno... Maldijo para si mismo su incapacidad para detectarles con algo de más tiempo como para poder advertir a sus amigos, pero quizás eso era una ventaja, los de ahí arriba no sabían que había refuerzos un piso subterráneo más abajo.
- Os confundís con nosotros, no servimos a Xanathar ni sabemos de que piedra habláis... estamos aquí para investigar una serie de ritos infernalistas que se estaban llevando a cabo en el cementerio... Quizás es la hora de que cada uno de nosotros siga su camino y con sus tareas, sin interferir...
El semielfo sabía que si su estratagema funcionaba, sólo sería por un corto periodo de tiempo, pero al menos intentaba comprar algo de éste y mejorar su posición estratégica respecto al inminente combate, de momento estaban en minoría y sin magia de su lado, y eso no favorecia en absoluto su supervivencia, era consciente de eso y por ello de momento intentaba evitar el combate.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Zevatur se mantuvo al margen del interrogatorio. La idea de hacerse pasar por demonologista le hizo sentir ansiedad, rescoldos de sus anteriores crisis de identidad. Cuando Martin salió con Ash al exterior sintió un impulso de seguirles, pero se detuvo un momento para contactar con Canela y proporcionarle la información “En el viejo molino de la colina, allí nos dirigiremos.” Después, ajeno al encuentro que sucedió en el exterior, se dispuso a salir al exterior, ignorando a la mujer cultista y su dialogo con Guilbert.
Zevatur, Rolthos
Ash enarcó una ceja y adoptó una postura erguida. Los matones solo respetaban la fuerza, lo había visto demasiadas veces y no les iban a dejar marchar a menos que vieran que tenían mucho que perder.
—Espera —dijo a Martin—. Así que sois zents —sonrió perladamente sin amilanarse—. Ese beholder parece estar barriendo las calles con vosotros, ¿mmm? Resulta que tenemos un feo historial con esas cosas y no nos caen nada bien ¿Qué es todo eso de una piedra? ¿Cuál es la recompensa por recuperarla? Y dile a tus magos que se estén quietecitos antes de que pierdan las manos —respondió al hombre barbudo mientras señalaba distraídamente a los conjuradores.
Quizá una negociación les ganara algunos minutos para que sus compañeros volvieran a la superficie para igualar un poco las tornas. Y con suerte quizá averiguaran algo de interés.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)