Las primeras impresiones se suele decir que son las que permanecen, pero la inquietud y desasosiego que Martin había sentido en un principio, desaparecieron completamente tras las amables palabras del desconocido tiefling. Su aspecto le daba un porte imponente que transmitía seguridad y saber hacer. La tensión muscular que mantenía al mestizo en guardia desapareció completamente, relajando su pose a una más casual.
Alzando la mano, pidió tranquilidad para Ethan, que parecía incompresiblemente alterado, sin duda, necesitaba pasar alguna que otra noche más en ese local de masajes clandestinos del que tanto hacían uso en el pasado.
- No temas hermano, este caballero sin duda sabe lo que se hace y podrá poner la piedra a buen resguardo, lejos de los demonios, zhentarines y cultistas de Thai. Sin duda es un buen amigo y está sobradamente preparado para proteger tan valioso artefacto.
Sin dudarlo ni un solo segundo, el explorador volvió sacar la piedra de su bolsillo secreto en la capa y se la tendió a su recién conocido y camarada, aquel apuesto y galán interlocutor. Con un pícaro guiño de su ojo izquierdo se dispuso a dejar caer la piedra sobre la palma de la mano de aquel oportuno Tiefling, que parecía tener las cosas en perfecto control, sino, ¿Cómo había sido capaz de colocar su excelente carromato justo en la intersección donde Martin había acabado con el demonio y recuperado el artefacto? Claramente, a los ojos del ex-asesino, éste señor era el más apropiado para proteger tan codiciado tesoro con tales habilidades para la estrategia y la capacidad de preveer acontecimientos.
La leve sonrisa del tiefling al ver el cambio de actitud de Martin hizo que el rubor se asomara a las mejillas del semi-elfo.
- Veo que eres inteligente. Dámela, yo la protegeré -dice extendiendo una delgada y elegante mano para recibir el preciado premio.
- Martin pero ¿qué cojones haces? Escucha ha usado algún truco mágico con nosotros. ¡Tú eres más fuerte! - Ethan trata desesperadamente de llamar la atención de Martin habiendo sido capaz de resistir los efectos del hechizo mágico lanzado contra ellos.
Desde el tejado y aún enzarzado en su lucha con el extraño monje, Gowther ve por el rabillo del ojo cómo su amigo se acerca algo imprudentemente al desconocido y flotante tiefling.
Unos metros más atrás, ajeno aún a lo que acontecía en la línea de meta, Zevatur luchaba contra el hechizo que le hacía encontrar todo extremadamente gracioso, incluso que los demonios y los monjes atacaran a sus amigos con salvaje abandono.
En otro lugar, no muy lejos, el bardo se enfrentaba a un terrible demonio huesudo, que aún sin garra, lanzaba terribles ataques contra él. Necesitaba deshacerse de aquel ser, así que eligió entre los pocos hechizos que le quedaban aquel que solía provocar la huida entre terribles sufrimientos. Aunque dañó su mente, no logró deshacerse de aquel terrible adversario, preparándose para lo que se le venía encima.
Martin observó como el desquiciado Gowther, otrora su aliado, descargaba sus viles conjuros contra su nuevo amigo...el cual, bajo la destrucción de la magia que había sufrido, veía como su verdadero rostro se mostraba espléndido y perfecto a los ojos del bastardo. Contrariado ante la obtusez del eladrín, se dispuso a interponerse mientras se lanzaba contra su borrosa figura para inmoviilizarlo completamente.
- ¡¡¡¿Gowther, siempre has sido el más inteligente del grupo, como no entiendes que estás equivocándote y atacando a nuestro mejor aliado en estos momentos?!!! ¡¡¡No seas necio!!! No quiero hacerte daño... pero lo haré si es necesario...
Tras el aviso, el poséido semielfo intentó agarrar al danzarín, pero la agilidad y maestría de éste no era rival para un simple sangre sucia como él... Sus torpes y lentos movimientos, incluso acompasados por la velocidad otorgada por sus botas hechizadas, no eran más que un ligero estorbo en la incesante danza mortal de Gowther. Como una inofensiva brisa a la que era fácil manipular y adelantarse...
Frustrado y casi en el suelo por el fallido intento, Martin hizo un segundo amago de cazar a su claramente demente amigo... pero el resultado fue incluso peor que el previo embate, siendo fácilmente esquivado sin generar la más mínima preocupación o sensación de peligro al El'tael.
- ¡¡¿Cómo no lo entiendes?!! ... ¡¡¡vas a estropearlo todo!!!!!
El combate de Gowther con el elegante tiefling fue breve, pero intenso. Muchas personas apenas entenderían qué era lo que estaba pasando y la lucha de poder que se ejecutó entre los dos formidables hechiceros. Pero finalmente Gowther salió victorioso y Aegnor eliminó la última defensa mágica de aquel tiefling. La victoria se cobró su precio. La armadura helada que protegía al tiefling hizo que se entumeciera el cuerpo del El'Tael. El vapor que se levantó cuando el fuego de Aegnor destruyó la armadura helada conjurada de la mismísima Estigia, cubrió de vapor a ambos contendientes. Al aclararse Gowther dio un respingo al ver el verdadero rostro del tielfing. Ya fuera por el efecto anulador del hechizo que Gowther había lanzado, o bien por el poder de Aegnor, la máscara que llevaba había desparecido y donde antes estaban los demoníacos, aunque hermosos y elegantes, rasgos de un tiefling, ahora un rostro gris, carente de nariz y con ojos blancos miraba con odio y desprecio a Gowther. Aquel ser era un changeling. Un maestro cambia formas.
Antes de que pudiera reaccionar, se escuchó un alarido terrible proveniente del cielo. El demonio de hueso, como si hubiera sentido que el channeling estaba en peligro, se lanzó en picado hacia Gowther, incluso ignorando su propia seguridad, aunque Guilbert no pudo alcanzarlo con su hechizo al hacer el demonio un tirabuzón.
La ferocidad con la que se lanzó contra el espadachín élfico y el frío que aún le atenazaban se confabularon para que la sangre el elfo manchara el empedrado del suelo de Waterdeep. Gowther sintió el picazón del veneno penetrando en su cuerpo, pero sabía que podría luchar contra él. Sin embargo comenzaba a notar la pérdida de sangre.
Ethan reaccionó a las palabras de Martin lanzándose hacia él, intentando detenerlo.
- Martin no... escucha Ninyadin... te ha hechizado... tú eres más fuerte - pero pese a que Ethan intenta sujetarle por los hombros Martin se zafa de él. Sin embargo esa palabra, esa palabra que no ha escuchado en mucho tiempo penetra en su turbada mente, tanto por el conjuro del changeling como por otro hechizo aún más poderoso y profundo. Durante una centésima de segundo aquella parte de él que había estado velada volvió con una fuerza inusitada, inundando su pecho como un tsunami.
Viendo que Gowther tenía problemas, Ethan no dudó en atravesar con su espada al demonio, el cual chilló de sorpresa y dolor por el artero ataque sufrido. Gowther vio como casi la mitad de la espada atravesaba a la criatura y el filo se manchaba de sangre negruzca. El demonio se giró para enfrentarse a los dos espadachines, con la garra amputada por la magia de Zevatur recogida cerca del pecho y escupiendo sangre, su cola se movía amenazadoramente sobre ellos. Ethan se movió y pasó cerca del chaneling, el cual, con un estallido de humo gris desapareció de la vista de todos, para reaparecer algo más lejos, en la bocacalle que llevaba hacia la festividad que había más adelante. Con una mirada de desprecio se alejó flotando hacia la aglomeración de gente mientras su rostro fluía para adoptar de nuevo la forma del tiefling.
Ash cubrió por fin la distancia que le separaba de su cielo estrellado. Enfundando a Gloria llegó ajunto a Helayna, quien trataba de mantener el equilibrio mientras se sujetaba la cabeza. Parecía que le habían dado un fuerte golpe. Malditos bastardos, iban a pagarlo caro.
—¿Estás bien? —abrazó a la maga entre sus poderosos brazos colmándola de besos, preocupado—. ¿Quién ha sido? —escupió entre dientes mirando a sus enemigos mientras sentía bullir la ira dentro de si—. No te separes de mi en adelante, esta ciudad es un estercolero desde la última vez que bebí de sus tabernas. Juntos somos más fuertes.
Aquellos tejados llenos de saltimbanquis embozados y demonios alados eran una visión extraña.
El demonio que se mantenía volando junto al bardo desapareció en un suspiro murmurando en el lenguaje demoniaco que Guilbert tuvo que estudiar al entrar en la orden "proteged al mayodormo. El Amo dijo que protegieramos al Mayordomo". Dos rayos salieron de sus manos impactando grotescamente en los edificios cercanos sin efecto, al tiempo que veía movimientos, lucha y bruma allí donde se encontraban Martin y su amigo, Gowter y un extraño ser sin nariz, el mayordomo. Cuando este salió corriendo sin apenas oposición, decidió dirigir su vuelo hacia esa zona para no perderle de vista.
Hela se mantenía en pie a duras penas, balanceándose sobre sus botas y aferrando su cabeza con ambas manos. Le pitaban los oídos y toda su realidad se desdibujaba bajo una neblina densa y oscura. Mantuvo los ojos cerrados para no ver cómo todo su alrededor giraba incesantemente. El dolor físico después de la paliza era soportable, no lo era tanto la angustiante sensación de pérdida de control.
Más allá del pitido ensordecedor, creyó escuchar una voz que la nombraba. Estiró uno de sus brazos para toparse con los inconfundibles músculos de Ash. Se aferró a él y todo temor desapareció. Entre sus brazos, dejándose guiar por su voz, la calma fue regresando poco a poco, hasta ser capaz de abrir los ojos.
- Ya estoy mejor - le susurró mientras le abrazaba tiernamente - me han dado una buena paliza - sonrió débilmente, echando un vistazo hacia el frente. Había perdido demasiado tiempo, la vertiginosa carrera avanzaba a pasos agigantados. Se consoló pensando que el resto de sus compañeros estarían al lado de Martin - ni siquiera le vi venir, me cogió totalmente desprevenida. Y ese tejado traicionero…- añadió con un deje de frustración - parece que muchos nos hemos reunido hoy aquí tras esa piedra - después de recolocarse la túnica y aferrar su bastón, besó con dulzura a Ash - creo que estoy recuperada, podemos seguir. No volveré a separarme de tu lado - aseveró, mientras le agarraba cálidamente de la mano.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Las reacciones de Martin fueron extrañas, pareciera como si algo le estuviera quemando por dentro repentinamente, llegando incluso a hincar una de sus rodillas en el suelo para no perder el equilibrio, mientras que con una de sus manos se aferraba el pecho, y con la otra se tapaba parcialmente el rostro como si algo le cegara.
Mientras, la vil criatura cambiaformas que le había hechizado, se les escapaba entre la muchedumbre del carnaval cercano con la piedra que había que proteger y que Martin se la había ofrecido sin reparos. Una punzada de culpa atravesó su ánimo, congelando momentáneamente esa cadena de sentimientos cálidos que estaba interiorizando cada vez con más intensidad. Irguiéndose de nuevo con dificultad, se encontró a sí mismo mirando derrotado hacia el callejón donde el "Mayordomo" había encontrado su vía de escape y casi inconscientemente, agarró a la mano de Ethan, como antaño, sintiéndo su cálida palma contra la suya, mientras sus dedos se entrelazaban.
Mientras algunos se adelantaban para intentar localizar a los monjes y al extraño mayordomo, vieron que la multitud había servido como un efectivo manto de invisibilidad para el mayordomo. Desde el aire, Guilbert esperaba tener una mejor perspectiva, pero enseguida se dio cuenta que un cambia formas en ese festival.. un festival en honor a Tymora parecía ser. Y la Dama de la Fortuna no parecía sonreírles aquella noche.
Cuando volvió observó que Ethan y Martin susurraban algo, sin duda palabras destinadas sólo para sus oídos.
Poco a poco, todos fueron reuniéndose en la encrucijada. El último en llegar fue Zevatur, que tardó más de lo deseado en librarse de los efectos de aquel maldito hechizo. El tiefling se iba acercando al paralizado monje cuando una sombra atravesó de lado a lado el pecho del paralizado humano. La muerte le libró por fin del hechizo que le paralizaba y cayó al suelo. Zevatur chilló y Kath se acercó a su lado, pero ninguno de los dos pudo hacer nada por salvar al hombre. Ni siquiera la magia curativa de Bahamut pudo cerrar aquella herida. Parecía como si la hoja que había sido utilizada tuviera alguna magia que impedía que la energía curativa tuviera efecto.
Comprobando, que una vez todos reunidos de nuevo, nadie les observaba o pudiera escucharles desde las sombras cercanas, o desde las azoteas más allá sobre sus cabezas, Martin se dirigió a todos, cambiando su previo semblante de preocupación por otro más inspirador.
- Parece que son eficientes, dejemos que se maten entre ellos, ahora todos creen que la piedra la tiene el supuesto "Mayordomo"... pero ... pronto se darán cuenta que no es así, ¿verdad Ethan?
El bastardo miró con una total complicidad a su compañero, del que no parecía querer soltar su mano.
Parecía que aquel extraño era más que un conocido para Martin por la manera en la que se hablaban y se trataban. Lo que le sorprendió, ya que según le contó en el pasado Martin había perdido aquella las emociones que se asociaban con Ethan fruto de la interacción con aquella extraña vidente. En cualquier caso, eso no era un problema ahora, el objetivo de aquella persecución parecía estar en una encrucijada.-Estamos ante un conflicto de intereses...-Dijo mirando a Martin y a Ethan- Ambas partes necesitamos la piedra. Nuestros motivos van más allá de un "contrato" o un "encargo". Estamos predestinados a conseguir esa piedra para poder continuar con nuestro cometido. Un mal superior maquina en las sombras y...-Interrumpió su discurso mostrando un gesto en su cara de malestar-Guilbert podrá darte los motivos de...-Tras esto, el efecto de sus hechizos se desvaneció junto con la tensión del combate, lo que evidenció los daños sufridos y el gasto de recursos mágicos que había empleado.
Sin poder evitarlo, pareció perder el equilibrio mientras todo a su alrededor parecía ir mucho más rápido. Desde fuera, Gowther fue percibido durante unos segundos a una velocidad mucho más lenta de lo habitual... Su magia del tiempo se estaba cobrando el precio... Finalmente, tuvo que sentarse para intentar recobrar un poco el aliento.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Tomando la mano de Ash y apretándola con ternura, Hela tiró de él para encaminarse hacia donde parecían estar ya reunidos el resto de sus compañeros. Casi al trote, llegaron hasta la comitiva en el momento justo para escuchar las palabras de Martin. Observó a la pareja y sonrió al pícaro con complicidad. No solo se alegraba de que estuviera a salvo, si no al parecer también en muy buena compañía.
Se abrazó a Ash, abarcando su cintura con los brazos, y se recostó en su pecho para sentir su calor mientras escuchaba a Gowther, soltándose instintivamente cuando se percató de que el eladrin perdía el equilibrio. Se acercó a él, ayudándole a sentarse.
- Por favor, que alguien asista a Gowther, no parece encontrarse bien - dejando espacio a cualquiera de sus compañeros que pudiera ayudar al elfo, la hechicera volvió al lado de Ash, del que no tenía intención de separarse a no ser que fuera necesario.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash observaba con cierta preocupación a Gowther. Se forzó a componer una mueca más pícara antes de dirigirse a los demás.
—Comprendo —sonrío ladinamente a Martin, compartiendo una mirada fugaz con el nuevo—. Yo soy Ash, por cierto, El Mejor Guerrero de Todos los Tiempos, Ash Tres Espadas, Destructor de la Hydra y bla bla bla. En fin, los amigos de Martin son nuestros amigos. Ahora que estamos todos alegremente reunidos, ¿volvemos al molino a lamernos las heridas? ¿Tú qué opinas? —dijo con cierto retintín pícaro a Ethan, dispuesto a largarse de allí en cuanto Gowther pudiera caminar—. Por cierto, ¿alguien me explica quienes eran esos monos saltarines? —miró a Ethan de nuevo—. Supongo que los demonios y ese Mayordomo tienen que ver con los Cassalanter. De los Zents también teníamos noticias, pero de los saltimbanquis no sabíamos nada. ¿Secuaces del Contemplador? No parecían del Culto.
-Opino que ese no es lugar para una reunión como es debido. Y que no creo que tengamos mucho tiempo. Ese cerdo volverá con sus señores más pronto que tarde y temo lo que puedan lanzar contra nosotros cuando descubran que no tienen su deseado premio. Además, está el asunto de quienes me contrataron. Creo que, pese a las palabras de Gowther - a nadie se le escapa que salvo Ash ninguno le ha dicho su nombre - no tenéis ni idea de en qué os habéis metido. Esos.. monjes eran zentharim. -
- Por lo que le ha hecho la sombra al que estaba paralizado - dice Kath - me temo que tiene razón. Ese cabrón ha dejado muy claro que no quiere que cojamos prisioneros a los suyos. - apunta haciendo referencia a la masacre que realizaron con sus propios hombres en el cementerio.
- Si Bhelkar está por aquí será mejor que nos vayamos. Seguidme - dice Ethan mientras comienza a caminar hacia uno de los callejones quese alejan de las festividades a Tymora.
Con vuelo indiferente Guilbert se dejó caer por la encrucijada de calles donde se encontraban sus compañeros justo cuando las fuerzas parecían abandonar al bravo Eladrin. Indiferente a lo que allí se trataba se centró en devolver las fuerzas al hoja danzante.
-Yo me ocupo.-dijo mientras sujetaba la mano del elfo entre las suyas y comenzaba un reconfortante cántico en una olvidada lengua. -Recobra tus fuerzas, esos demonios pegaban duro.-mientras revisaba sus propias heridas tras el combate.
Tras mirar por encima las heridas de los demás se centró en el último invitado en llegar al grupo. Parecían mantener buena sintonía con Martin y no quiso romper el momento mientras observaba con atención las similitudes de aquel bribón con las visiones de su sueño.
-Razón no te falta.. No se como lo habéis hecho pero seguro que volverán tras vuestro prestigio. Hay mas preguntas antes de decidir que ocurre con la piedra.. vayamos a un lugar seguro.. nuestra casa es una opción, además hemos dejado allí temas desatendidos-dijo refiriendose a los demás miembros de los fragmentos.
- A mí también me vendría bien un descanso, pero no hay tiempo…. Como dice Kath el tipo del cementerio también está por aquí, pronto descubrirán que no tienen la piedra y vendrán… Además, esa hoja impedía que la herida se cerrase, debemos tener mucho cuidado si nos enfrentamos a él. - Diciendo esto y aprovechando el momento que Guilbert curo a Gowther, Zevatur lanzo una cura doble a Ash y Gothwer, los que parecian más heridos.- Quizás sería mejor buscar refugio en algún lugar que nos proporcionase aliados. - Dijo mirando a su alrededor, tratando de recordar puestos de guardia, templos, o casas de antiguos aventureros... Se paró un instante para suspirar, esperando que la niña que había encontrado Martin estuviese bien. Después siguió a Ethan. – ¡Vamos quizás podamos despistarles!
Ethan asintió y mientras les guiaba por las calles de los muelles apuntó
- Pocos más aliados que yo mismo puedo aportar, pero en este lugar estaremos a salvo, al menos durante un tiempo - dice tras guiarles hasta un almacén no muy distinto del aquel en el que encontraron las primeras pistas de aquel embrollo, hacía ya una eternidad. O eso les parecía.
Una vez sentados entre sacos de trigo y barriles Ethan se explica.
- Veréis... supuestamente la Piedra revela la localización del lugar donde el difunto Lord Descubierto había ocultado un gran tesoro. Entre medio millón y cinco millones de dragones, dependiendo a quien preguntes. Como podéis suponer tal premio ha atraído los intereses de mucha gente. La ciudad lo necesita para limpiar sus finanzas.. y al fin y al cabo es suyo. Los Zhentarim podrían hacer caer algún país o los valles si adquieren esa suma. Xanathar está loco, pero no es estúpido. El Culto del dragón también está buscandola. No sé muy bien porqué salvo que es una cantidad absurda de dinero y sus adorados dragones estarán encantados. Y también están los Cassalanter. Como bien habéis supuesto ese cambiaformas, que por cierto no sabía que lo era, Willifort, es el mayordomo de los Cassalanter. Se ve que no han abandonado tanto sus viejas costumbres ¿eh? Hemos ganado un poco de tiempo pero no creo que mucho. ¿Qué queréis hacer con la piedra? -
- Es todo un placer conócete, Ethan, incluso en estas circunstancias. – Dijo presentándose con algo más de calma. – O mejor aún, es afortunado haberte encontrado en estas circunstancias.
- La piedra... Habrá que examinarla... quizás Gothwer si es mágica, o Martin si sus secretos son más mundanos - Dijo mientras miraba a la puerta, esperando que de un momento a otro llegasen los monjes la sombra o los demonios. La ansiedad y la preocupacion se reflejaba en su joven cara, marcando alguna arrugas que quizas aparecian por primera vez. - Pero como mencionó Helaya... ¿Quizás sea un buen momento para usar la teleportación e ir a un lugar bien seguro, no os parece? No creo que hayan desentrañado sus misterios mientras corrían... ni que nos hayan hecho la misma jugada, dándonos gato por liebre ¿verdad? – Miró a sus compañeros con urgencia.
Ash cedió gustosamene el testigo del liderazgo a aquel desconocido asesino. Lo cierto es que sólo le interesaba el tacto de Helayna, lo demás era tan delirante que le daba más o menos igual. Aún así, una punzada de molesta responsabilidad le hizo moverse incómodo en el sitio. Se debía a sus amigos así que, con un mohín, se dirigió al asesino.
—¿Tienes la piedra aquí? —preguntó enarcando una ceja—. Si nos la cedes deberíamos buscar el ala de Khelben. Esta noche ha quedado cristalinamente claro que si los enfrentamos solos perderemos. Me imagino que a ti te habrá contratado uno de los Lores —aventuró el veterano guerrero—, si es así todos estamos aquí de parte de la ciudad, de alguna forma. Varanegra me parece la opción más sólida. ¿Podemos ver la piedra?
Las primeras impresiones se suele decir que son las que permanecen, pero la inquietud y desasosiego que Martin había sentido en un principio, desaparecieron completamente tras las amables palabras del desconocido tiefling. Su aspecto le daba un porte imponente que transmitía seguridad y saber hacer. La tensión muscular que mantenía al mestizo en guardia desapareció completamente, relajando su pose a una más casual.
Alzando la mano, pidió tranquilidad para Ethan, que parecía incompresiblemente alterado, sin duda, necesitaba pasar alguna que otra noche más en ese local de masajes clandestinos del que tanto hacían uso en el pasado.
- No temas hermano, este caballero sin duda sabe lo que se hace y podrá poner la piedra a buen resguardo, lejos de los demonios, zhentarines y cultistas de Thai. Sin duda es un buen amigo y está sobradamente preparado para proteger tan valioso artefacto.
Sin dudarlo ni un solo segundo, el explorador volvió sacar la piedra de su bolsillo secreto en la capa y se la tendió a su recién conocido y camarada, aquel apuesto y galán interlocutor. Con un pícaro guiño de su ojo izquierdo se dispuso a dejar caer la piedra sobre la palma de la mano de aquel oportuno Tiefling, que parecía tener las cosas en perfecto control, sino, ¿Cómo había sido capaz de colocar su excelente carromato justo en la intersección donde Martin había acabado con el demonio y recuperado el artefacto? Claramente, a los ojos del ex-asesino, éste señor era el más apropiado para proteger tan codiciado tesoro con tales habilidades para la estrategia y la capacidad de preveer acontecimientos.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La leve sonrisa del tiefling al ver el cambio de actitud de Martin hizo que el rubor se asomara a las mejillas del semi-elfo.
- Veo que eres inteligente. Dámela, yo la protegeré - dice extendiendo una delgada y elegante mano para recibir el preciado premio.
- Martin pero ¿qué cojones haces? Escucha ha usado algún truco mágico con nosotros. ¡Tú eres más fuerte! - Ethan trata desesperadamente de llamar la atención de Martin habiendo sido capaz de resistir los efectos del hechizo mágico lanzado contra ellos.
Desde el tejado y aún enzarzado en su lucha con el extraño monje, Gowther ve por el rabillo del ojo cómo su amigo se acerca algo imprudentemente al desconocido y flotante tiefling.
Unos metros más atrás, ajeno aún a lo que acontecía en la línea de meta, Zevatur luchaba contra el hechizo que le hacía encontrar todo extremadamente gracioso, incluso que los demonios y los monjes atacaran a sus amigos con salvaje abandono.
PbP Character: A few ;)
En otro lugar, no muy lejos, el bardo se enfrentaba a un terrible demonio huesudo, que aún sin garra, lanzaba terribles ataques contra él. Necesitaba deshacerse de aquel ser, así que eligió entre los pocos hechizos que le quedaban aquel que solía provocar la huida entre terribles sufrimientos. Aunque dañó su mente, no logró deshacerse de aquel terrible adversario, preparándose para lo que se le venía encima.
Martin observó como el desquiciado Gowther, otrora su aliado, descargaba sus viles conjuros contra su nuevo amigo...el cual, bajo la destrucción de la magia que había sufrido, veía como su verdadero rostro se mostraba espléndido y perfecto a los ojos del bastardo. Contrariado ante la obtusez del eladrín, se dispuso a interponerse mientras se lanzaba contra su borrosa figura para inmoviilizarlo completamente.
- ¡¡¡¿Gowther, siempre has sido el más inteligente del grupo, como no entiendes que estás equivocándote y atacando a nuestro mejor aliado en estos momentos?!!! ¡¡¡No seas necio!!! No quiero hacerte daño... pero lo haré si es necesario...
Tras el aviso, el poséido semielfo intentó agarrar al danzarín, pero la agilidad y maestría de éste no era rival para un simple sangre sucia como él... Sus torpes y lentos movimientos, incluso acompasados por la velocidad otorgada por sus botas hechizadas, no eran más que un ligero estorbo en la incesante danza mortal de Gowther. Como una inofensiva brisa a la que era fácil manipular y adelantarse...
Frustrado y casi en el suelo por el fallido intento, Martin hizo un segundo amago de cazar a su claramente demente amigo... pero el resultado fue incluso peor que el previo embate, siendo fácilmente esquivado sin generar la más mínima preocupación o sensación de peligro al El'tael.
- ¡¡¿Cómo no lo entiendes?!! ... ¡¡¡vas a estropearlo todo!!!!!
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El combate de Gowther con el elegante tiefling fue breve, pero intenso. Muchas personas apenas entenderían qué era lo que estaba pasando y la lucha de poder que se ejecutó entre los dos formidables hechiceros. Pero finalmente Gowther salió victorioso y Aegnor eliminó la última defensa mágica de aquel tiefling. La victoria se cobró su precio. La armadura helada que protegía al tiefling hizo que se entumeciera el cuerpo del El'Tael. El vapor que se levantó cuando el fuego de Aegnor destruyó la armadura helada conjurada de la mismísima Estigia, cubrió de vapor a ambos contendientes. Al aclararse Gowther dio un respingo al ver el verdadero rostro del tielfing. Ya fuera por el efecto anulador del hechizo que Gowther había lanzado, o bien por el poder de Aegnor, la máscara que llevaba había desparecido y donde antes estaban los demoníacos, aunque hermosos y elegantes, rasgos de un tiefling, ahora un rostro gris, carente de nariz y con ojos blancos miraba con odio y desprecio a Gowther. Aquel ser era un changeling. Un maestro cambia formas.
Antes de que pudiera reaccionar, se escuchó un alarido terrible proveniente del cielo. El demonio de hueso, como si hubiera sentido que el channeling estaba en peligro, se lanzó en picado hacia Gowther, incluso ignorando su propia seguridad, aunque Guilbert no pudo alcanzarlo con su hechizo al hacer el demonio un tirabuzón.
La ferocidad con la que se lanzó contra el espadachín élfico y el frío que aún le atenazaban se confabularon para que la sangre el elfo manchara el empedrado del suelo de Waterdeep. Gowther sintió el picazón del veneno penetrando en su cuerpo, pero sabía que podría luchar contra él. Sin embargo comenzaba a notar la pérdida de sangre.
Ethan reaccionó a las palabras de Martin lanzándose hacia él, intentando detenerlo.
- Martin no... escucha Ninyadin... te ha hechizado... tú eres más fuerte - pero pese a que Ethan intenta sujetarle por los hombros Martin se zafa de él. Sin embargo esa palabra, esa palabra que no ha escuchado en mucho tiempo penetra en su turbada mente, tanto por el conjuro del changeling como por otro hechizo aún más poderoso y profundo. Durante una centésima de segundo aquella parte de él que había estado velada volvió con una fuerza inusitada, inundando su pecho como un tsunami.
Viendo que Gowther tenía problemas, Ethan no dudó en atravesar con su espada al demonio, el cual chilló de sorpresa y dolor por el artero ataque sufrido. Gowther vio como casi la mitad de la espada atravesaba a la criatura y el filo se manchaba de sangre negruzca. El demonio se giró para enfrentarse a los dos espadachines, con la garra amputada por la magia de Zevatur recogida cerca del pecho y escupiendo sangre, su cola se movía amenazadoramente sobre ellos. Ethan se movió y pasó cerca del chaneling, el cual, con un estallido de humo gris desapareció de la vista de todos, para reaparecer algo más lejos, en la bocacalle que llevaba hacia la festividad que había más adelante. Con una mirada de desprecio se alejó flotando hacia la aglomeración de gente mientras su rostro fluía para adoptar de nuevo la forma del tiefling.
PbP Character: A few ;)
Ash cubrió por fin la distancia que le separaba de su cielo estrellado. Enfundando a Gloria llegó ajunto a Helayna, quien trataba de mantener el equilibrio mientras se sujetaba la cabeza. Parecía que le habían dado un fuerte golpe. Malditos bastardos, iban a pagarlo caro.
—¿Estás bien? —abrazó a la maga entre sus poderosos brazos colmándola de besos, preocupado—. ¿Quién ha sido? —escupió entre dientes mirando a sus enemigos mientras sentía bullir la ira dentro de si—. No te separes de mi en adelante, esta ciudad es un estercolero desde la última vez que bebí de sus tabernas. Juntos somos más fuertes.
Aquellos tejados llenos de saltimbanquis embozados y demonios alados eran una visión extraña.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
El demonio que se mantenía volando junto al bardo desapareció en un suspiro murmurando en el lenguaje demoniaco que Guilbert tuvo que estudiar al entrar en la orden "proteged al mayodormo. El Amo dijo que protegieramos al Mayordomo". Dos rayos salieron de sus manos impactando grotescamente en los edificios cercanos sin efecto, al tiempo que veía movimientos, lucha y bruma allí donde se encontraban Martin y su amigo, Gowter y un extraño ser sin nariz, el mayordomo. Cuando este salió corriendo sin apenas oposición, decidió dirigir su vuelo hacia esa zona para no perderle de vista.
Hela se mantenía en pie a duras penas, balanceándose sobre sus botas y aferrando su cabeza con ambas manos. Le pitaban los oídos y toda su realidad se desdibujaba bajo una neblina densa y oscura. Mantuvo los ojos cerrados para no ver cómo todo su alrededor giraba incesantemente. El dolor físico después de la paliza era soportable, no lo era tanto la angustiante sensación de pérdida de control.
Más allá del pitido ensordecedor, creyó escuchar una voz que la nombraba. Estiró uno de sus brazos para toparse con los inconfundibles músculos de Ash. Se aferró a él y todo temor desapareció. Entre sus brazos, dejándose guiar por su voz, la calma fue regresando poco a poco, hasta ser capaz de abrir los ojos.
- Ya estoy mejor - le susurró mientras le abrazaba tiernamente - me han dado una buena paliza - sonrió débilmente, echando un vistazo hacia el frente. Había perdido demasiado tiempo, la vertiginosa carrera avanzaba a pasos agigantados. Se consoló pensando que el resto de sus compañeros estarían al lado de Martin - ni siquiera le vi venir, me cogió totalmente desprevenida. Y ese tejado traicionero… - añadió con un deje de frustración - parece que muchos nos hemos reunido hoy aquí tras esa piedra - después de recolocarse la túnica y aferrar su bastón, besó con dulzura a Ash - creo que estoy recuperada, podemos seguir. No volveré a separarme de tu lado - aseveró, mientras le agarraba cálidamente de la mano.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Las reacciones de Martin fueron extrañas, pareciera como si algo le estuviera quemando por dentro repentinamente, llegando incluso a hincar una de sus rodillas en el suelo para no perder el equilibrio, mientras que con una de sus manos se aferraba el pecho, y con la otra se tapaba parcialmente el rostro como si algo le cegara.
Mientras, la vil criatura cambiaformas que le había hechizado, se les escapaba entre la muchedumbre del carnaval cercano con la piedra que había que proteger y que Martin se la había ofrecido sin reparos. Una punzada de culpa atravesó su ánimo, congelando momentáneamente esa cadena de sentimientos cálidos que estaba interiorizando cada vez con más intensidad. Irguiéndose de nuevo con dificultad, se encontró a sí mismo mirando derrotado hacia el callejón donde el "Mayordomo" había encontrado su vía de escape y casi inconscientemente, agarró a la mano de Ethan, como antaño, sintiéndo su cálida palma contra la suya, mientras sus dedos se entrelazaban.
- Os he fallado a todos...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Mientras algunos se adelantaban para intentar localizar a los monjes y al extraño mayordomo, vieron que la multitud había servido como un efectivo manto de invisibilidad para el mayordomo. Desde el aire, Guilbert esperaba tener una mejor perspectiva, pero enseguida se dio cuenta que un cambia formas en ese festival.. un festival en honor a Tymora parecía ser. Y la Dama de la Fortuna no parecía sonreírles aquella noche.
Cuando volvió observó que Ethan y Martin susurraban algo, sin duda palabras destinadas sólo para sus oídos.
Poco a poco, todos fueron reuniéndose en la encrucijada. El último en llegar fue Zevatur, que tardó más de lo deseado en librarse de los efectos de aquel maldito hechizo. El tiefling se iba acercando al paralizado monje cuando una sombra atravesó de lado a lado el pecho del paralizado humano. La muerte le libró por fin del hechizo que le paralizaba y cayó al suelo. Zevatur chilló y Kath se acercó a su lado, pero ninguno de los dos pudo hacer nada por salvar al hombre. Ni siquiera la magia curativa de Bahamut pudo cerrar aquella herida. Parecía como si la hoja que había sido utilizada tuviera alguna magia que impedía que la energía curativa tuviera efecto.
PbP Character: A few ;)
Comprobando, que una vez todos reunidos de nuevo, nadie les observaba o pudiera escucharles desde las sombras cercanas, o desde las azoteas más allá sobre sus cabezas, Martin se dirigió a todos, cambiando su previo semblante de preocupación por otro más inspirador.
- Parece que son eficientes, dejemos que se maten entre ellos, ahora todos creen que la piedra la tiene el supuesto "Mayordomo"... pero ... pronto se darán cuenta que no es así, ¿verdad Ethan?
El bastardo miró con una total complicidad a su compañero, del que no parecía querer soltar su mano.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
[Con todos reunidos]
Parecía que aquel extraño era más que un conocido para Martin por la manera en la que se hablaban y se trataban. Lo que le sorprendió, ya que según le contó en el pasado Martin había perdido aquella las emociones que se asociaban con Ethan fruto de la interacción con aquella extraña vidente. En cualquier caso, eso no era un problema ahora, el objetivo de aquella persecución parecía estar en una encrucijada.-Estamos ante un conflicto de intereses...-Dijo mirando a Martin y a Ethan- Ambas partes necesitamos la piedra. Nuestros motivos van más allá de un "contrato" o un "encargo". Estamos predestinados a conseguir esa piedra para poder continuar con nuestro cometido. Un mal superior maquina en las sombras y...-Interrumpió su discurso mostrando un gesto en su cara de malestar-Guilbert podrá darte los motivos de...-Tras esto, el efecto de sus hechizos se desvaneció junto con la tensión del combate, lo que evidenció los daños sufridos y el gasto de recursos mágicos que había empleado.
Sin poder evitarlo, pareció perder el equilibrio mientras todo a su alrededor parecía ir mucho más rápido. Desde fuera, Gowther fue percibido durante unos segundos a una velocidad mucho más lenta de lo habitual... Su magia del tiempo se estaba cobrando el precio... Finalmente, tuvo que sentarse para intentar recobrar un poco el aliento.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Tomando la mano de Ash y apretándola con ternura, Hela tiró de él para encaminarse hacia donde parecían estar ya reunidos el resto de sus compañeros. Casi al trote, llegaron hasta la comitiva en el momento justo para escuchar las palabras de Martin. Observó a la pareja y sonrió al pícaro con complicidad. No solo se alegraba de que estuviera a salvo, si no al parecer también en muy buena compañía.
Se abrazó a Ash, abarcando su cintura con los brazos, y se recostó en su pecho para sentir su calor mientras escuchaba a Gowther, soltándose instintivamente cuando se percató de que el eladrin perdía el equilibrio. Se acercó a él, ayudándole a sentarse.
- Por favor, que alguien asista a Gowther, no parece encontrarse bien - dejando espacio a cualquiera de sus compañeros que pudiera ayudar al elfo, la hechicera volvió al lado de Ash, del que no tenía intención de separarse a no ser que fuera necesario.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash observaba con cierta preocupación a Gowther. Se forzó a componer una mueca más pícara antes de dirigirse a los demás.
—Comprendo —sonrío ladinamente a Martin, compartiendo una mirada fugaz con el nuevo—. Yo soy Ash, por cierto, El Mejor Guerrero de Todos los Tiempos, Ash Tres Espadas, Destructor de la Hydra y bla bla bla. En fin, los amigos de Martin son nuestros amigos. Ahora que estamos todos alegremente reunidos, ¿volvemos al molino a lamernos las heridas? ¿Tú qué opinas? —dijo con cierto retintín pícaro a Ethan, dispuesto a largarse de allí en cuanto Gowther pudiera caminar—. Por cierto, ¿alguien me explica quienes eran esos monos saltarines? —miró a Ethan de nuevo—. Supongo que los demonios y ese Mayordomo tienen que ver con los Cassalanter. De los Zents también teníamos noticias, pero de los saltimbanquis no sabíamos nada. ¿Secuaces del Contemplador? No parecían del Culto.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
-Opino que ese no es lugar para una reunión como es debido. Y que no creo que tengamos mucho tiempo. Ese cerdo volverá con sus señores más pronto que tarde y temo lo que puedan lanzar contra nosotros cuando descubran que no tienen su deseado premio. Además, está el asunto de quienes me contrataron. Creo que, pese a las palabras de Gowther - a nadie se le escapa que salvo Ash ninguno le ha dicho su nombre - no tenéis ni idea de en qué os habéis metido. Esos.. monjes eran zentharim. -
- Por lo que le ha hecho la sombra al que estaba paralizado - dice Kath - me temo que tiene razón. Ese cabrón ha dejado muy claro que no quiere que cojamos prisioneros a los suyos. - apunta haciendo referencia a la masacre que realizaron con sus propios hombres en el cementerio.
- Si Bhelkar está por aquí será mejor que nos vayamos. Seguidme - dice Ethan mientras comienza a caminar hacia uno de los callejones quese alejan de las festividades a Tymora.
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Con vuelo indiferente Guilbert se dejó caer por la encrucijada de calles donde se encontraban sus compañeros justo cuando las fuerzas parecían abandonar al bravo Eladrin. Indiferente a lo que allí se trataba se centró en devolver las fuerzas al hoja danzante.
-Yo me ocupo.-dijo mientras sujetaba la mano del elfo entre las suyas y comenzaba un reconfortante cántico en una olvidada lengua. -Recobra tus fuerzas, esos demonios pegaban duro.- mientras revisaba sus propias heridas tras el combate.
Tras mirar por encima las heridas de los demás se centró en el último invitado en llegar al grupo. Parecían mantener buena sintonía con Martin y no quiso romper el momento mientras observaba con atención las similitudes de aquel bribón con las visiones de su sueño.
-Razón no te falta.. No se como lo habéis hecho pero seguro que volverán tras vuestro prestigio. Hay mas preguntas antes de decidir que ocurre con la piedra.. vayamos a un lugar seguro.. nuestra casa es una opción, además hemos dejado allí temas desatendidos- dijo refiriendose a los demás miembros de los fragmentos.
- A mí también me vendría bien un descanso, pero no hay tiempo…. Como dice Kath el tipo del cementerio también está por aquí, pronto descubrirán que no tienen la piedra y vendrán… Además, esa hoja impedía que la herida se cerrase, debemos tener mucho cuidado si nos enfrentamos a él. - Diciendo esto y aprovechando el momento que Guilbert curo a Gowther, Zevatur lanzo una cura doble a Ash y Gothwer, los que parecian más heridos.- Quizás sería mejor buscar refugio en algún lugar que nos proporcionase aliados. - Dijo mirando a su alrededor, tratando de recordar puestos de guardia, templos, o casas de antiguos aventureros... Se paró un instante para suspirar, esperando que la niña que había encontrado Martin estuviese bien. Después siguió a Ethan. – ¡Vamos quizás podamos despistarles!
Zevatur, Rolthos
Ethan asintió y mientras les guiaba por las calles de los muelles apuntó
- Pocos más aliados que yo mismo puedo aportar, pero en este lugar estaremos a salvo, al menos durante un tiempo - dice tras guiarles hasta un almacén no muy distinto del aquel en el que encontraron las primeras pistas de aquel embrollo, hacía ya una eternidad. O eso les parecía.
Una vez sentados entre sacos de trigo y barriles Ethan se explica.
- Veréis... supuestamente la Piedra revela la localización del lugar donde el difunto Lord Descubierto había ocultado un gran tesoro. Entre medio millón y cinco millones de dragones, dependiendo a quien preguntes. Como podéis suponer tal premio ha atraído los intereses de mucha gente. La ciudad lo necesita para limpiar sus finanzas.. y al fin y al cabo es suyo. Los Zhentarim podrían hacer caer algún país o los valles si adquieren esa suma. Xanathar está loco, pero no es estúpido. El Culto del dragón también está buscandola. No sé muy bien porqué salvo que es una cantidad absurda de dinero y sus adorados dragones estarán encantados. Y también están los Cassalanter. Como bien habéis supuesto ese cambiaformas, que por cierto no sabía que lo era, Willifort, es el mayordomo de los Cassalanter. Se ve que no han abandonado tanto sus viejas costumbres ¿eh? Hemos ganado un poco de tiempo pero no creo que mucho. ¿Qué queréis hacer con la piedra? -
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- Es todo un placer conócete, Ethan, incluso en estas circunstancias. – Dijo presentándose con algo más de calma. – O mejor aún, es afortunado haberte encontrado en estas circunstancias.
- La piedra... Habrá que examinarla... quizás Gothwer si es mágica, o Martin si sus secretos son más mundanos - Dijo mientras miraba a la puerta, esperando que de un momento a otro llegasen los monjes la sombra o los demonios. La ansiedad y la preocupacion se reflejaba en su joven cara, marcando alguna arrugas que quizas aparecian por primera vez. - Pero como mencionó Helaya... ¿Quizás sea un buen momento para usar la teleportación e ir a un lugar bien seguro, no os parece? No creo que hayan desentrañado sus misterios mientras corrían... ni que nos hayan hecho la misma jugada, dándonos gato por liebre ¿verdad? – Miró a sus compañeros con urgencia.
Zevatur, Rolthos
Ash cedió gustosamene el testigo del liderazgo a aquel desconocido asesino. Lo cierto es que sólo le interesaba el tacto de Helayna, lo demás era tan delirante que le daba más o menos igual. Aún así, una punzada de molesta responsabilidad le hizo moverse incómodo en el sitio. Se debía a sus amigos así que, con un mohín, se dirigió al asesino.
—¿Tienes la piedra aquí? —preguntó enarcando una ceja—. Si nos la cedes deberíamos buscar el ala de Khelben. Esta noche ha quedado cristalinamente claro que si los enfrentamos solos perderemos. Me imagino que a ti te habrá contratado uno de los Lores —aventuró el veterano guerrero—, si es así todos estamos aquí de parte de la ciudad, de alguna forma. Varanegra me parece la opción más sólida. ¿Podemos ver la piedra?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)