Tras su pregunta Gowther corroboró la inquietud del tiefling. Parecía que ese nerviosismo formaba parte de su personalidad. Tras su pregunta, le contestó:
-El motivo de mi presencia podemos decir que es descifrar algunas cuestiones en torno al culto y, si es necesario, solventar los problemas que puedan surgir...
Después de estas palabras, se dirigió al paladín:
-¿Cuando partiremos? Sería bastante arriesgado llegar a media mañana y con la seguridad del lugar a pleno funcionamiento. Alguno de los miembros del grupo carecen de buenas habilidades para el sigilo y esto puede suponer un problema.
Planteada esta cuestión, Gowther fue dirigiéndose hacia la entrada esperando la respuesta antes de salir, esperando que todos hicieran lo mismo.
Morko sale de la posada en dirección a los establos y tras comprobar que todo está en orden se dirige a la entrada de la posada para esperar al resto de sus compañeros.
Morko compruena que su montura está un poco justa en uno de los establos, pese a que le han dado el más grande de todos, pero están pensandos para caballos, no para osos. Puede moverse dentro, pero necesitaría un poco más de espacio.
Tras hablar con el mozo de cuadra para asegurarse de que le saque al menos una vez al día para que pueda estirar las patas, Morko vuelve a la entrada, donde poco a poco se van reuniendo el resto de compañeros.
Tras dejar pagado un mes de establos para su nueva montura adquirida el mismo día de hoy, un excelente corcel negro como la noche que buen fondo para desplazarse a gran velocidad, Martin sale acompañado a la puerta ya perfectamente listo para marchar. Su nuevo colega es mercenario con una coraza remendada varias veces que protege su torso entre los restos de un viejo uniforme de la compañía del Guantelete Rubí. Dos espadas cuelgan de su cinto. Lleva un ballesta ligera y un petate de aventurero ceñidos a la espalda donde se adivinan un par de royos de cuerda.
Al parecer era el tipo con el que estaba bebiendo cerveza en su mesa mientras esperaba al resto de gente acabar con sus cosas. Sin más dilaciones el semielfo hace unas presentaciones rápidas.
- Os presento a Ash el Poderoso, Ash Enpie, Ash Lloraviudas, Ash Tres Espadas o simplemente Ash, el mejor guerrero de todos los tiempos. ¿Me olvidé de algún título compañero?
El pícaro sonríe antes de continuar.
- Es un mercenario que se ha ofrecido a ayudarnos con la misión de los Gigantes, y siempre vienen bien dos espadas más en este tipo de tareas delicadas, por si se complican las cosas. Además la ciudad de Elturel paga bien.
Gowther tras escuchar las palabras del mestizo y estar poco acostumbrado a este tipo de cambios a úlltima hora, se sorprendió por la libertad de incorporar a un supuesto desconocido a la causa. En cualquier caso, esta impulsiva y cuestionable propuesta debía ser valorada por Ontarr.
-Si todos estamos listos y no hay ninguna objeción por parte de los interesados por esta empresa, deberíamos partir...
Sin dar mayor importancia al nuevo individuo, Gowther dirigiendo la mirada a Ontarr, esperó a que diera el visto bueno a tal situación.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
-¿Que tal señoritas? -sonrie jactanciosamente desde su mandíbula cuadrada- aha, los alias son los correctos, socio -haciendo un gesto cómplice a Martin- habéis elegido sabiamente, las apuestas para el éxito de esta misión acaban de subir. Coge una silla, elfo, no tendrás que preocuparte por manchar esa espada tal bonita que llevas, Janice y Vera cantarán para tí -palmea sus armas al cinto sin perder la sonrisa- ¿Estamos todos?
- Ohhh... - Zevatur mira alucinado al espadachin. Su aparición afortunada hace que la confianza en esta nueva misión se asiente. - ¿Eres realmente el mejor espadachín del mundo? Has luchado antes con gigantes? Si Martín te avala debes ser un espadachin increíble, asombroso! Estoy deseando verte en accion... Bueno... Espero que no lo necesitemos! Es en el fondo una misión de paz!
Ash ríe de buena gana a los comentarios del apasionado Zevatur, una carcajada sonora y franca.
-¡Pues claro! soy el mejor guerrero de todos los tiempos, guerrero, socio -puntualiza muy serio apuntando con el índice al tiefling haciendo que su musculatura se marque en una pose ridículamente estudiada- los espadachines son bailarines afeminados en mi opinión -sonríe finalmente aliviando la tensión mientras palmea en el hombro a Zevatur amistosamente- dioses mira que eres feo socio, no importa, lo que importa es el interior, ¿mmm? -ácido- ...todas las misiones son de paz hasta que dejan de serlo. Una misión de paz con gigantes, vaya, esto se pone cada vez más interesante. ¿Como te llamas, amigo tiefling? ¿y el bailarín? -dedicando una mirada de soslayo al elfo que ha decidido ignorarlo visiblemente.
Hombre en los 30, de 1,8 metros, complexión atlética y musculatura marcada. Tiene una mirada inquisitiva de ojos marrones y pelo castaño peinado hacia atrás. De sonrisa sardónica y gesto jactancioso, a menudo se frota el mentón cuadrado con barba de un día. Podría tener cierto atractivo, hasta que abre la boca. Siempre tiene la manos cerca de sus dos espadas largas al cinto, con nombre de mujer. Una coraza remendada varias veces proteje su torso entre los restos de un viejo uniforme de la compañía del Guantelete Rubí. Lleva un ballesta ligera y un petate de aventurero ceñidos a la espalda.
Ontarr mira con incredulidad a Martin y el recién llegado e interroga a Roland con la mirada mientras se presenta y habla de sus virtudes con Zevatur.
- No creo que el dirigible gnomo pueda con tanto peso... y no tenemos más amuletos para... - empieza a decir dubitativo el paladín pero Jeena le interrumpe.
La elfa ha estado callada y meditabunda desde que llegaron a la ciudad y es la primera vez que habla con sus compañeros.
- Eso no será un problema. Por mucho que sienta que os abandono las noticias de ataques de gigantes me preocupan enormemente y tengo que irme a comprobar que las tierras que están a mi cuidado se hayan a salvo. Estaré atenta a cualquier noticia que os pueda ser de utilidad y os la haré llegar lo antes posible. Los animales y las plantas ven y saben más cosas de las que aparentan - sonríe. - Os deseo las mejores de las suertes en esta empresa. Volveremos a vernos amigos -
Con una leve reverencia y cariñosos saludos por parte de sus compañeros, la elfa se pierde en la noche en busca de la salida de la ciudad y calmar los temores de su corazón.
Si su férrea disciplina y firme educación no se lo impidieran Ontarr se tiraría de los pelos. Había demasiado en juego y aquel grupo no parecía tomárselo en serio. Comenzaba a dudar seriamente de si el haber confiado en el critero de Roland había sido una buena idea, y si la situación era lo bastante desesperada como para confiar en esos aventureros. El tiempo apremiaba y no parecía tener muchas más opciones. Con un suspiro que pareció surgir de sus pies dijo:
- Esta bien, vamos allá y que Lathander se apiade de nosotros. Pero escúchame y escúchame bien, guerrero. - dice levantando un dedo en dirección a Ash. - Espero de veras que seas tan bueno como crees que eres, pero si me entero que una sola de tus bravuconadas ha puesto en peligro la misión, o que tus intenciones son otras, no podrás esconderte de mi ni en los Nueve Infiernos. Escuchadme todos bien. Estoy poniendo la seguridad y el futuro de la ciudad en vuestras manos, en oposición a la opinión del Consejo, e incluso de lo que dicta el sentido común. Mi reputación me importa poco, pero os ruego a todos que tratéis el asunto con la seriedad que merece, pues son demasiadas vidas las que hay en juego. -
Sin más, se gira y guía al grupo a través de la ciudad hasta llegar al complejo del enorme templo de Lathander. Un terreno que se ha ido agrandando en los últimos años y que está justo debajo de la Luz Sagrada, iluminado por ella, el templo se eleva hacia el cielo con varios arbotantes y torres, y con un hermoso rosetón gigante que mira al este para captar los rayos del sol naciente.
Ontarr les guía hacia la parte derecha del complejo, donde parecen estar los acuartelamientos de los guardias seclares y entran en el edificio principal. En el patio de armas del mismo ven un extraño artefacto que ocupa gran parte del mismo. Les recuerda a un barco, por su quilla estilizada y una especie de mascarón de proa y un pequeño puente en la popa, pero los diferentes cabos y cuerdas que normalmente irían unidos al velamen, en este caso están atados a una enorme tela, o bolsa de piel, que aparece hinchada y parece a punto de explotar bajo las cuerdas y la red que la mantienen unida al cuerpo de madera con forma de embarcación. En la parte trasera, en lugar de timón, parece que hay una gran cruz de madera, y a su alrededor varios tubos de cobre y acero de aspecto extraño. Tras esos tubos una gran tela, parecida a una vela o una aleta, parece hacer las veces de timón. La estructura de madera está flotando unos dos metros sobre el suelo y está atada al mismo por fuertes cabos de madera y por dos pesadas anclas que cuelgan de la proa y llegan al suelo como si de un barco varado se tratara.
Repentinamente se escucha el sonido de un cuerno, o eso les parece, y de los tubos de metal sale una bocanada de humo grisáceo. Lo que habían tomado por una cruz resultan ser dos hélices que con un gemido de protesta comienzan a moverse en direcciones opuestas, cada vez más rápido hasta que casi no se las ve. La aeronave inenta salir hacia delante, pero las cuerdas se lo impiden aunque crujen por el esfuerzo.
Varias personas están terminando de cargar abultados sacos de lo que parece ser carbón en el interior de la estructura de madera, guiados por dos gnomos, y a los pocos segundos ven salir a un tercer gnomo de lo que parece ser la bodega de pelo blanco y despeinado y con la cara y la ropa cubiertas de hollin, se levanta un par de gafas que deja sobre su cabeza y se asoma por la borda saludando al paladín.
- Ohy Ontarr! La Brisa está lista para zarpar!! Estos son los que debemos llevar? Bienvenidos a la Brisa Encantada! Soy Ratkespin Smoothcloud, vuestro capitán. Si sois tan amables de subir a bordo - dice señalando una escala a su derecha - ¡partiremos enseguida! -
Ontarr abre una caja que le entrega un acólito y en ella los compañeros pueden ver que dentro hay unas pequeñas tallas de jade en forma de plumas.
- Tomad una cada uno, cuando saltéis sobre el castillo partidla y la caída se detendrá hasta caer levemente, no lo rompáis muy pronto o puede que el viento os arrastre fuera del objetivo, pero tampoco demasiado tarde! - advierte.
Poco a poco los compañeros sube a bordo de la aeronave, y tras unas últimas palabras entre Roland y Ontarr, este sube por último a la extraña aeronave.
Los tres gnomos se afanan en la cubierta, y Ratkespin, tras volverse a colocar las gafas en sus ojos, y colocarse tras el timón, que además tiene varias palancas que va accionando a ambos lados, da orden de soltar amarras y las cuerdas que les mantienen anclados al suelo se cortan con un fuerte chasquido. Poco a poco comienzan a elevarse y a moverse hacia delante. Por un segundo parece que van a chocar contra el muro que delimita los barracones, pero sólo rozan con la quilla de la embarcación el tejado, haciendo caer varias tejas. Gritando un "Perdón!" por encima de su hombro, el gnomo maniobra con su aeronave en una espiral ascendente hasta coger el rumbo adecuado y dejar atrás y abajo la ciudad de Elturel.
La humedad de las nubes empapa las capas de los compañeros cuando las atraviesan para enfilar hacia su destino en la fría noche. Apenas tres horas después, y con el rojo sol apareciendo en el este vislumbran su objetivo. Un enorme castillo que flota entre las nubes de manera imposible, como si estuviera erigido sobre roca firme.
Aunque todos esperaban algo grande, las dimensiones del castillo les dejan boquiabiertos, sus muros elevándose cientos de metros y sus torres de un tamaño difícil de abarcar. Gowther no tiene dudas de que todo su dirigible podría entrar por cualquiera de las ventanas sin rozar ninguna de las esquinas.
El capitán grita algunas órdenes a un tubo de cobre a su izquierda y a su espalda sale más y más humo mientras van ganando altura, intentado pasar por encima del castillo y subir antes de que nadie en el interior del mismo pueda detectarles.
Pese a los quejidos de la madera y las cuerdas, y el esfuerzo de la maquinaria del interior de la bodega, que parece respirar pesadamente, el gnomo consigue maniobrar hasta colocarles sobre el castillo. El frío aire de la mañana sacude el dirigible y Ratkespin está concentrado en mantener la nave firme en el rumbo deseado.
- Preparaos héroes! - grita por encima del ruido del viento y del vapor - ¡¡Estamos llegando!! -
En menos de un minuto las torres y tejados del castillo pasan por debajo de ellos, a cientos de metros por debajo de ellos.
- ¡Ahora! - ordena el capitan - ¡Saltad saltad saltad!!! -
Todos miran hacia abajo con la talla de jade en sus manos, esperando que aquello salga bien.
Kathrinna mira a Martin y, sin disimular una sonrisa, se deja caer hacia atrás desde el la barandilla y hace un amplio y elegante giro hacia atrás al comenzar su caída libre hacia el castillo.
Haced una tirada de athletics o acrobatics, lo que más alto tengáis, para ver qué tal ese salto.
Tenéis 6 asaltos de caída antes de ser una mancha roja en el tejado o un muro del castillo. Cuanto más tarde activéis vuestros amuletos más difícil que os detecten, pero más riesgo a sufrir daño de la caída.
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Intento apurar al máximo romper el amuleto. Acrobatics: 23
Martin parece muy tranquilo y silencioso a lo largo del viaje, mostrando una mirada distraída, justo antes de montar al extraño vehículo gnómico, emitió un silvido agudo y un cuervo se posó en sus hombros, el ave le acompañó durante todo el trayecto observando a los demás con una mirada más que inteligente para un pájaro de rapiña.
A pesar de los vaivenes y el traqueteo inestable, su gran equilibrio se pone de manifiesto y parece que su figura y cuerpo se adaptan perfectamente a cualquier contratiempo o sobresalto. Cuando Kath salta de espaldas, el semielfo sonrie y no duda en imitarla ajustando el salto y el aterrizaje al último momento para evitar ser detectado.
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-¡Demonios! bien, vamos allá amigos, os veo abajo, que Tymora reparta suerte -tras poner su mochila sobre su pecho, sujeta bien la talla con la mano derecha y salta de cabeza tras Kathrinna, como quien salta a un estanque. Mientras el tejado del castillo se acerca con rabiosa velocidad suplica a Tymora para no acabar su carrera de una manera tan poco digna para un guerrero.
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La expresión de admiración se vuelve tristeza al oír las casuales pero crueles palabras del mejor guerrero de todos los tiempos... - Zevatur. Así me llamo.
La despedida de la druida acrecenta su tristeza y el resto del camino permanece callado. Con tan solo unas palabras para reafirmar al paladín. - La misión tiene mi más firme apoyo y determinacion... No te fallaremos.
Después la maravilla volante le hace olvidar los momentos pasados. Yendo de un lado a otro, mirando tocando, preguntando. Al final se lanza sobre la increible fortaleza... En su mente la determinación clara de hacerlo lo.mejornposible parece que apura tanto como puede.
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Roland atletics:23
Roland se encomienda a sus dioses y le lanza al vacío... Deseoso de que su misión llegue a buen puerto, pero consciente de su importante papel como healer se arriesga, pero no demasiado. Rompe en el 4
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Al abrir la boca aquel humano no hizo más que constatar lo que a primera vista se vislumbraba.
-Mi nombre es Gowther.
Sin pronunciar más palabras esperó a que acabaran sus torpes palabras que le promovían vergüenza ajena. Parecía que Jeena la druida dejaba el grupo para asegurar el estado de sus dominios... una gran pédida para la misión según podía entender Gowther.
Una vez montados en el artefacto gnomo, Gowther decidió aprovechar el tiempo y sujetando su espada comenzó a susurrar unas palabras élficas.
Casteo comprender lenguas
Cuando ya llegaron al lugar objetivo para saltar se lanzó al vacío con la talla en la mano esperando que sus habilidades y las del grupo fueran suficientes... al ver la altura y lo que demandaba esta vía pensó de nuevo en los grifos.
Acrobacias:16
Rompo la talla en el turno 4
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
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Morko asiente ante las palabras de la druida y le desea suerte.
Morko no puede dejar de sentir admiración ante el ingenio de los gnomos y cuando les dan los amuletos de un solo uso, su cara pone un rictus de preocupación...¿como se supone que saldrán del castillo si algo sale mal?, pero la decisión ya ha sido tomada, ais que sin mas dilación lo coge y sube al dirigible.
Cuando el capitán manda saltar,Morko ve a los semielfos saltar y sin dudarlo se lanza la vació mientras piensa:-Por Moradhin que esto funcione o va a ser la muerte mas estúpida y/o espectacular de una enano.
El peso del enano le hace bajar a gran velocidad y decide activar el amuleto en los últimos momentos.
Zevatur extiende la mano. Su apretón es firme y la mano desprende más calor de lo habitual en las razas humanoides.
- Zevatur... De... Ehh... Aguasprofundas. Cómo te has visto envuelto en está misión? Es sorprendente lo variado de este grupo!
Zevatur, Rolthos
Tras su pregunta Gowther corroboró la inquietud del tiefling. Parecía que ese nerviosismo formaba parte de su personalidad. Tras su pregunta, le contestó:
-El motivo de mi presencia podemos decir que es descifrar algunas cuestiones en torno al culto y, si es necesario, solventar los problemas que puedan surgir...
Después de estas palabras, se dirigió al paladín:
-¿Cuando partiremos? Sería bastante arriesgado llegar a media mañana y con la seguridad del lugar a pleno funcionamiento. Alguno de los miembros del grupo carecen de buenas habilidades para el sigilo y esto puede suponer un problema.
Planteada esta cuestión, Gowther fue dirigiéndose hacia la entrada esperando la respuesta antes de salir, esperando que todos hicieran lo mismo.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Morko sale de la posada en dirección a los establos y tras comprobar que todo está en orden se dirige a la entrada de la posada para esperar al resto de sus compañeros.
Morko compruena que su montura está un poco justa en uno de los establos, pese a que le han dado el más grande de todos, pero están pensandos para caballos, no para osos. Puede moverse dentro, pero necesitaría un poco más de espacio.
Tras hablar con el mozo de cuadra para asegurarse de que le saque al menos una vez al día para que pueda estirar las patas, Morko vuelve a la entrada, donde poco a poco se van reuniendo el resto de compañeros.
PbP Character: A few ;)
Tras dejar pagado un mes de establos para su nueva montura adquirida el mismo día de hoy, un excelente corcel negro como la noche que buen fondo para desplazarse a gran velocidad, Martin sale acompañado a la puerta ya perfectamente listo para marchar. Su nuevo colega es mercenario con una coraza remendada varias veces que protege su torso entre los restos de un viejo uniforme de la compañía del Guantelete Rubí. Dos espadas cuelgan de su cinto. Lleva un ballesta ligera y un petate de aventurero ceñidos a la espalda donde se adivinan un par de royos de cuerda.
Al parecer era el tipo con el que estaba bebiendo cerveza en su mesa mientras esperaba al resto de gente acabar con sus cosas. Sin más dilaciones el semielfo hace unas presentaciones rápidas.
- Os presento a Ash el Poderoso, Ash Enpie, Ash Lloraviudas, Ash Tres Espadas o simplemente Ash, el mejor guerrero de todos los tiempos. ¿Me olvidé de algún título compañero?
El pícaro sonríe antes de continuar.
- Es un mercenario que se ha ofrecido a ayudarnos con la misión de los Gigantes, y siempre vienen bien dos espadas más en este tipo de tareas delicadas, por si se complican las cosas. Además la ciudad de Elturel paga bien.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Gowther tras escuchar las palabras del mestizo y estar poco acostumbrado a este tipo de cambios a úlltima hora, se sorprendió por la libertad de incorporar a un supuesto desconocido a la causa. En cualquier caso, esta impulsiva y cuestionable propuesta debía ser valorada por Ontarr.
-Si todos estamos listos y no hay ninguna objeción por parte de los interesados por esta empresa, deberíamos partir...
Sin dar mayor importancia al nuevo individuo, Gowther dirigiendo la mirada a Ontarr, esperó a que diera el visto bueno a tal situación.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
-¿Que tal señoritas? -sonrie jactanciosamente desde su mandíbula cuadrada- aha, los alias son los correctos, socio -haciendo un gesto cómplice a Martin- habéis elegido sabiamente, las apuestas para el éxito de esta misión acaban de subir. Coge una silla, elfo, no tendrás que preocuparte por manchar esa espada tal bonita que llevas, Janice y Vera cantarán para tí -palmea sus armas al cinto sin perder la sonrisa- ¿Estamos todos?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
- Ohhh... - Zevatur mira alucinado al espadachin. Su aparición afortunada hace que la confianza en esta nueva misión se asiente. - ¿Eres realmente el mejor espadachín del mundo? Has luchado antes con gigantes? Si Martín te avala debes ser un espadachin increíble, asombroso! Estoy deseando verte en accion... Bueno... Espero que no lo necesitemos! Es en el fondo una misión de paz!
- Yo estoy listo! Partamos! Partamos!
Zevatur, Rolthos
Ash ríe de buena gana a los comentarios del apasionado Zevatur, una carcajada sonora y franca.
-¡Pues claro! soy el mejor guerrero de todos los tiempos, guerrero, socio -puntualiza muy serio apuntando con el índice al tiefling haciendo que su musculatura se marque en una pose ridículamente estudiada- los espadachines son bailarines afeminados en mi opinión -sonríe finalmente aliviando la tensión mientras palmea en el hombro a Zevatur amistosamente- dioses mira que eres feo socio, no importa, lo que importa es el interior, ¿mmm? -ácido- ...todas las misiones son de paz hasta que dejan de serlo. Una misión de paz con gigantes, vaya, esto se pone cada vez más interesante. ¿Como te llamas, amigo tiefling? ¿y el bailarín? -dedicando una mirada de soslayo al elfo que ha decidido ignorarlo visiblemente.
Hombre en los 30, de 1,8 metros, complexión atlética y musculatura marcada. Tiene una mirada inquisitiva de ojos marrones y pelo castaño peinado hacia atrás. De sonrisa sardónica y gesto jactancioso, a menudo se frota el mentón cuadrado con barba de un día. Podría tener cierto atractivo, hasta que abre la boca. Siempre tiene la manos cerca de sus dos espadas largas al cinto, con nombre de mujer. Una coraza remendada varias veces proteje su torso entre los restos de un viejo uniforme de la compañía del Guantelete Rubí. Lleva un ballesta ligera y un petate de aventurero ceñidos a la espalda.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Ontarr mira con incredulidad a Martin y el recién llegado e interroga a Roland con la mirada mientras se presenta y habla de sus virtudes con Zevatur.
- No creo que el dirigible gnomo pueda con tanto peso... y no tenemos más amuletos para... - empieza a decir dubitativo el paladín pero Jeena le interrumpe.
La elfa ha estado callada y meditabunda desde que llegaron a la ciudad y es la primera vez que habla con sus compañeros.
- Eso no será un problema. Por mucho que sienta que os abandono las noticias de ataques de gigantes me preocupan enormemente y tengo que irme a comprobar que las tierras que están a mi cuidado se hayan a salvo. Estaré atenta a cualquier noticia que os pueda ser de utilidad y os la haré llegar lo antes posible. Los animales y las plantas ven y saben más cosas de las que aparentan - sonríe. - Os deseo las mejores de las suertes en esta empresa. Volveremos a vernos amigos -
Con una leve reverencia y cariñosos saludos por parte de sus compañeros, la elfa se pierde en la noche en busca de la salida de la ciudad y calmar los temores de su corazón.
Si su férrea disciplina y firme educación no se lo impidieran Ontarr se tiraría de los pelos. Había demasiado en juego y aquel grupo no parecía tomárselo en serio. Comenzaba a dudar seriamente de si el haber confiado en el critero de Roland había sido una buena idea, y si la situación era lo bastante desesperada como para confiar en esos aventureros. El tiempo apremiaba y no parecía tener muchas más opciones. Con un suspiro que pareció surgir de sus pies dijo:
- Esta bien, vamos allá y que Lathander se apiade de nosotros. Pero escúchame y escúchame bien, guerrero. - dice levantando un dedo en dirección a Ash. - Espero de veras que seas tan bueno como crees que eres, pero si me entero que una sola de tus bravuconadas ha puesto en peligro la misión, o que tus intenciones son otras, no podrás esconderte de mi ni en los Nueve Infiernos. Escuchadme todos bien. Estoy poniendo la seguridad y el futuro de la ciudad en vuestras manos, en oposición a la opinión del Consejo, e incluso de lo que dicta el sentido común. Mi reputación me importa poco, pero os ruego a todos que tratéis el asunto con la seriedad que merece, pues son demasiadas vidas las que hay en juego. -
Sin más, se gira y guía al grupo a través de la ciudad hasta llegar al complejo del enorme templo de Lathander. Un terreno que se ha ido agrandando en los últimos años y que está justo debajo de la Luz Sagrada, iluminado por ella, el templo se eleva hacia el cielo con varios arbotantes y torres, y con un hermoso rosetón gigante que mira al este para captar los rayos del sol naciente.
Ontarr les guía hacia la parte derecha del complejo, donde parecen estar los acuartelamientos de los guardias seclares y entran en el edificio principal. En el patio de armas del mismo ven un extraño artefacto que ocupa gran parte del mismo. Les recuerda a un barco, por su quilla estilizada y una especie de mascarón de proa y un pequeño puente en la popa, pero los diferentes cabos y cuerdas que normalmente irían unidos al velamen, en este caso están atados a una enorme tela, o bolsa de piel, que aparece hinchada y parece a punto de explotar bajo las cuerdas y la red que la mantienen unida al cuerpo de madera con forma de embarcación. En la parte trasera, en lugar de timón, parece que hay una gran cruz de madera, y a su alrededor varios tubos de cobre y acero de aspecto extraño. Tras esos tubos una gran tela, parecida a una vela o una aleta, parece hacer las veces de timón. La estructura de madera está flotando unos dos metros sobre el suelo y está atada al mismo por fuertes cabos de madera y por dos pesadas anclas que cuelgan de la proa y llegan al suelo como si de un barco varado se tratara.
Repentinamente se escucha el sonido de un cuerno, o eso les parece, y de los tubos de metal sale una bocanada de humo grisáceo. Lo que habían tomado por una cruz resultan ser dos hélices que con un gemido de protesta comienzan a moverse en direcciones opuestas, cada vez más rápido hasta que casi no se las ve. La aeronave inenta salir hacia delante, pero las cuerdas se lo impiden aunque crujen por el esfuerzo.
Varias personas están terminando de cargar abultados sacos de lo que parece ser carbón en el interior de la estructura de madera, guiados por dos gnomos, y a los pocos segundos ven salir a un tercer gnomo de lo que parece ser la bodega de pelo blanco y despeinado y con la cara y la ropa cubiertas de hollin, se levanta un par de gafas que deja sobre su cabeza y se asoma por la borda saludando al paladín.
- Ohy Ontarr! La Brisa está lista para zarpar!! Estos son los que debemos llevar? Bienvenidos a la Brisa Encantada! Soy Ratkespin Smoothcloud, vuestro capitán. Si sois tan amables de subir a bordo - dice señalando una escala a su derecha - ¡partiremos enseguida! -
Ontarr abre una caja que le entrega un acólito y en ella los compañeros pueden ver que dentro hay unas pequeñas tallas de jade en forma de plumas.
- Tomad una cada uno, cuando saltéis sobre el castillo partidla y la caída se detendrá hasta caer levemente, no lo rompáis muy pronto o puede que el viento os arrastre fuera del objetivo, pero tampoco demasiado tarde! - advierte.
Poco a poco los compañeros sube a bordo de la aeronave, y tras unas últimas palabras entre Roland y Ontarr, este sube por último a la extraña aeronave.
Los tres gnomos se afanan en la cubierta, y Ratkespin, tras volverse a colocar las gafas en sus ojos, y colocarse tras el timón, que además tiene varias palancas que va accionando a ambos lados, da orden de soltar amarras y las cuerdas que les mantienen anclados al suelo se cortan con un fuerte chasquido. Poco a poco comienzan a elevarse y a moverse hacia delante. Por un segundo parece que van a chocar contra el muro que delimita los barracones, pero sólo rozan con la quilla de la embarcación el tejado, haciendo caer varias tejas. Gritando un "Perdón!" por encima de su hombro, el gnomo maniobra con su aeronave en una espiral ascendente hasta coger el rumbo adecuado y dejar atrás y abajo la ciudad de Elturel.
La humedad de las nubes empapa las capas de los compañeros cuando las atraviesan para enfilar hacia su destino en la fría noche. Apenas tres horas después, y con el rojo sol apareciendo en el este vislumbran su objetivo. Un enorme castillo que flota entre las nubes de manera imposible, como si estuviera erigido sobre roca firme.
Aunque todos esperaban algo grande, las dimensiones del castillo les dejan boquiabiertos, sus muros elevándose cientos de metros y sus torres de un tamaño difícil de abarcar. Gowther no tiene dudas de que todo su dirigible podría entrar por cualquiera de las ventanas sin rozar ninguna de las esquinas.
El capitán grita algunas órdenes a un tubo de cobre a su izquierda y a su espalda sale más y más humo mientras van ganando altura, intentado pasar por encima del castillo y subir antes de que nadie en el interior del mismo pueda detectarles.
Pese a los quejidos de la madera y las cuerdas, y el esfuerzo de la maquinaria del interior de la bodega, que parece respirar pesadamente, el gnomo consigue maniobrar hasta colocarles sobre el castillo. El frío aire de la mañana sacude el dirigible y Ratkespin está concentrado en mantener la nave firme en el rumbo deseado.
- Preparaos héroes! - grita por encima del ruido del viento y del vapor - ¡¡Estamos llegando!! -
En menos de un minuto las torres y tejados del castillo pasan por debajo de ellos, a cientos de metros por debajo de ellos.
- ¡Ahora! - ordena el capitan - ¡Saltad saltad saltad!!! -
Todos miran hacia abajo con la talla de jade en sus manos, esperando que aquello salga bien.
Kathrinna mira a Martin y, sin disimular una sonrisa, se deja caer hacia atrás desde el la barandilla y hace un amplio y elegante giro hacia atrás al comenzar su caída libre hacia el castillo.
Haced una tirada de athletics o acrobatics, lo que más alto tengáis, para ver qué tal ese salto.
Tenéis 6 asaltos de caída antes de ser una mancha roja en el tejado o un muro del castillo. Cuanto más tarde activéis vuestros amuletos más difícil que os detecten, pero más riesgo a sufrir daño de la caída.
PbP Character: A few ;)
Intento apurar al máximo romper el amuleto. Acrobatics: 23
Martin parece muy tranquilo y silencioso a lo largo del viaje, mostrando una mirada distraída, justo antes de montar al extraño vehículo gnómico, emitió un silvido agudo y un cuervo se posó en sus hombros, el ave le acompañó durante todo el trayecto observando a los demás con una mirada más que inteligente para un pájaro de rapiña.
A pesar de los vaivenes y el traqueteo inestable, su gran equilibrio se pone de manifiesto y parece que su figura y cuerpo se adaptan perfectamente a cualquier contratiempo o sobresalto. Cuando Kath salta de espaldas, el semielfo sonrie y no duda en imitarla ajustando el salto y el aterrizaje al último momento para evitar ser detectado.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
-¡Demonios! bien, vamos allá amigos, os veo abajo, que Tymora reparta suerte -tras poner su mochila sobre su pecho, sujeta bien la talla con la mano derecha y salta de cabeza tras Kathrinna, como quien salta a un estanque. Mientras el tejado del castillo se acerca con rabiosa velocidad suplica a Tymora para no acabar su carrera de una manera tan poco digna para un guerrero.
Athletics: 19
Rompo la talla mágica en el asalto 3.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
La expresión de admiración se vuelve tristeza al oír las casuales pero crueles palabras del mejor guerrero de todos los tiempos... - Zevatur. Así me llamo.
La despedida de la druida acrecenta su tristeza y el resto del camino permanece callado. Con tan solo unas palabras para reafirmar al paladín. - La misión tiene mi más firme apoyo y determinacion... No te fallaremos.
Después la maravilla volante le hace olvidar los momentos pasados. Yendo de un lado a otro, mirando tocando, preguntando. Al final se lanza sobre la increible fortaleza... En su mente la determinación clara de hacerlo lo.mejornposible parece que apura tanto como puede.
8 acrobacias ajusto al asalto 4
Zevatur, Rolthos
Roland atletics:23
Roland se encomienda a sus dioses y le lanza al vacío... Deseoso de que su misión llegue a buen puerto, pero consciente de su importante papel como healer se arriesga, pero no demasiado. Rompe en el 4
Zevatur, Rolthos
Al abrir la boca aquel humano no hizo más que constatar lo que a primera vista se vislumbraba.
-Mi nombre es Gowther.
Sin pronunciar más palabras esperó a que acabaran sus torpes palabras que le promovían vergüenza ajena. Parecía que Jeena la druida dejaba el grupo para asegurar el estado de sus dominios... una gran pédida para la misión según podía entender Gowther.
Una vez montados en el artefacto gnomo, Gowther decidió aprovechar el tiempo y sujetando su espada comenzó a susurrar unas palabras élficas.
Casteo comprender lenguas
Cuando ya llegaron al lugar objetivo para saltar se lanzó al vacío con la talla en la mano esperando que sus habilidades y las del grupo fueran suficientes... al ver la altura y lo que demandaba esta vía pensó de nuevo en los grifos.
Acrobacias:16
Rompo la talla en el turno 4
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Morko asiente ante las palabras de la druida y le desea suerte.
Morko no puede dejar de sentir admiración ante el ingenio de los gnomos y cuando les dan los amuletos de un solo uso, su cara pone un rictus de preocupación...¿como se supone que saldrán del castillo si algo sale mal?, pero la decisión ya ha sido tomada, ais que sin mas dilación lo coge y sube al dirigible.
Cuando el capitán manda saltar,Morko ve a los semielfos saltar y sin dudarlo se lanza la vació mientras piensa:-Por Moradhin que esto funcione o va a ser la muerte mas estúpida y/o espectacular de una enano.
El peso del enano le hace bajar a gran velocidad y decide activar el amuleto en los últimos momentos.
Atletics en turno 5: 27
Sigilo: 11
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Sigilo Zevatur: 15
Sigilo Roland: 5
Zevatur, Rolthos
Stealth: 26
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Stealth:7