La maza del antiguo miembro de la Orden del Leon Alado, permanece estática durante largos minutos. Sin embargo, cuando Sera está a punto de abandonar puede sentir como la energía divina de la maza comienza a vibrar con la suya propia. La maza se ilumina y a ella los ojos se le inundan de energía radiante. Con un flash de energía dorada Sera siente que la maza está lista para otorgarle una ventaja contra los muertos vivientes y seres demoniacos.
A la mañana siguiente Aisha sonríe a Jen.
- La verdad es que no me encuentro nada bien desde que aquella rata me mordió. - se frota la pierna - Mis intentos por parar la enfermedad no han surtido efecto, y me temo que Cruços sufre la misma dolencia. Yo apenas puedo usar la pierna e imagino que a él le pasará lo mismo donde haya sido herido. Si la infección llega a nuestra sangre... deberíamos volver a Greyhawk lo antes posible. Me preocupa que no haya bajado voy a ver cómo está-
Y la elfa se dirige a la habitación del cazador de sangre.
Finalmentr Nessa, Rolthos y Seth se acercan a hablar con Keowyn mientras Lo Kag se queda atrás junto a Sera y Jen. La anciana mujer mira estoica los anillos y los recoge con pena. Cierra su mano en torno a ellos y mira a Rolthos.
- ¿Sus cuerpos han recibido sepultura? No puedo soportar la idea que sean pasto de alimañas -
Rolthos se da cuenta de que ni siquiera rezó una pagaría plegaria por sus almas. El haber estado a punto de morir no era una excusa. Sonrojado por su falta de respeto por los muchachos respondió lo mejor que puedo. - Me temo que no, sin embargo fueron incinerados. Esto pertenecia al muchacho. -Dice depositando la espada mágica y el escudo enfrente de la mujer.
- Lamentamos mucho su pérdida, señora. Queríamos traer a sus nietos con vida, pero no nos fue posible. Y ... me temo que aún hay más.
A Nessa le cuesta pronunciar las siguientes palabras, temiendo que lleven a una confrontación. Aún así, tras unos segundos de duda, continúa:
- En las ruinas encontramos a un druida que hacía retorcidos experimentos con la flora y la fauna que estaban a su alrededor. - "También con humanoides", piensa, pero prefiere ahorrarle esa información a Kerowyn. - Ha comerciado con vosotros a través de sus goblins, entregándoos una especie de manzanas, que al ser plantadas crean pequeños treants. Parece ser que incluso cuando arrancáis y tiráis los árboles que perecen, estos siguen liberando treants. ¿Érais conscientes de esto? Esto debe detenerse, especialmente si luego utilizáis esas manzanas para comerciar con otros pueblos.
Nessa mira a Rolthos en busca de apoyo, y finalmente, a Kerowyn, esperando su respuesta.
Aisha entra en la habitación de Cruços y se encuentra al cazador postrado en su cama, balbuceando entre delirios y tiritando por la fiebre.
- Hay que bajar esa temperatura como sea... - busca a la posadera y pide que llenen una bañera en el propio cuarto, así como que limpien su ropa infectada. Mientras suben la bañera y el agua, despoja de toda su ropa al cazador de sangre. Tras quitar la casaca la visión de su cuerpo lacerado, casi le obliga a apartar la mirada; todos su cuerpo está repleto de cicatrices, algunas más pequeña otras más largas. Desde las palmas de las manos, los antebrazos, el cuello, muslos, ingles. No hay espacio de carne que no tenga una marca de heridas. Las de la espalda le son familiares, ha visto latigazos con anterioridad, sin embargo el resto son claramente autoinflingidas.
- Maldita sea, Cruços Expósito. Bebes hasta adormecer tus sentidos en cuanto tienes oportunidad, te arrojas a enfrentamientos imposibles como si la desesperación te guiase y hieres tu cuerpo por tu magia. ¿De dónde viene ese afán autodestructivo? ¿De qué estás huyendo en realidad? - suspira para sí la clérigo. Una vez en el agua fría, moja su frente con paños hasta que poco a poco, va despertando. - La heridas de aquella letrina en el castillo nos están carcomiendo por dentro, Cruços. Estoy enferma como tú y vamos a necesitar ayuda pronto, no veo que puedas soportar muchas noches más como esta.
Cruços observa a la clérigo aún traspuesto por la fiebre. No es consciente de la preocupación de Aisha más allá de su enfermedad, pero puede leer reprobación en su mirada. Sin inmutarse por encontrarse desnudo, saca un brazo de la cubeta que hace las veces de madera y señala su mochila. Cuando Aisha la acerca saca la manzana roja que había guardado junto con la blanca.
- Este fruto viene de los experimentos de Belkar el exiliado. En su diario, exponía como combinando la sanación de este con la podredumbre de las manzanas blancas, sus experimentos podían soportar la transformación dentro del Árbol de Gulthias que maldijo a los hermanos. Ya que las bendiciones de los paladines no tienen poder para sanarnos, tal vez este fruto haga su magia - con un cuchillo la abre por la mitad y separa todo el centro de la manzana, poniendo especial cuidado en apartar las semillas que deja a un lado, con intención de guardarlas.
Muerde e ingiere su mitad de la manzana y ofrece la otra mitad a Aisha.
Mientras tanto le barde juega con los aros y habla con Sera, haciendose le distraide pero mirando de reojillo a Nessa y Rolthos.
-Bueno entonces si haces asi, ves? Consigues el efecto de tener dos aros- Hace un juego de muñeca y pronuncia unas palabras y de pronto el aro cambia de color, y parece como que hay mas de uno en su brazo. Estos se mueven con un ritmo serpenteante e hipnótico. -Un pequeño truquito que me ha dado mas de una noche de cena y comida. A que es ingenioso? Y no has visto el número de las burbujas. Oh Sera, es precioso, no es por echarme flores pero....-Charla sobre la nada y el todo, modulando su tono de voz para que no destaque entre la multitud y que la paladina pueda estar atenta a sus dos compañeros pero que no llamen la atención de la señora Kreowyn.
Unos minutos despues se le ocurre una idea y se gira hacia el tabernero. -Disculpe, señor. No venderán caballos en esta ciudad, verdad? -
La anciana mujer asiente a las palabras de Rolthos.
- Comprendo. Os lo agradezco - dice con pesar.
Contempla la espada en su vaina y el escudo golpeado por las batallas libradas por el joven caballero y le da las gracias a lo paladín.
-No se si habrá alguno a la venta- contesta el posadero a Jen -podría preguntar. Sus amigos dejaron aquí varios caballos y un carromato a nuestro cuidado... y están perfectamente- añade mirando a Lo Kag.
Cuando Nessa revela los datos de la trama de Belkar el posadero también se detiene escuchando, su rostro pálido. Keowyn lanza un suspiro profundo y parece en envejecer varios años.
Sin embargo cuando mira al posadero el fuego sigue ardiendo en sus ojos.
-Os advertí que hacer tratos con esos goblin no era buena idea. Esa escoria no puede traer nada bueno. -
No levanta la voz. No hace ningún ademán pero el posadero se encoge como si le estuviera amenazando Cruços en su forma lupina.
- Pero hacíamos buen negocio y....-
- ¿Va a devolverme vuestro oro a mis nietos? - contesta ella, fría. El posadero está más rojo que el pelo de Jen y parece menguar detrás de la barra. Tras unos instantes más incómodos en los que algún pueblerino que estaba en la posada esa mañana, Jen empieza a sospechar que para escuchar la historia de los aventureros, agacha la cabeza realmente avergonzado, la anciana vuelve a hablar con los compañeros.
-Hace unos años cuatro goblin se acercaron al pueblo. Hicieron grandes muestras de venir en paz y uno de ellos dijo que sólo querían comerciar con nosotros. Contaron una patraña sobre un árbol mágico que les daba frutos especiales y que les había enseñado a abandonar las costumbres de pillaje habituales en su raza. Nos ofrecieron una manzana roja que sanaba de heridas y huesos rotos con apenas uno o dos bocados. Estos patanes, pese a mis advertencias, decidieron hacer tratos con ellos. Organizaron una Feria y todo, vendiendo pedazos de esa manzana por pequeñas fortunas. Los goblin venían una vez al año y yo nunca me fíe de ellos, así que convencí a mis nietos que investigaran. Un amigo suyo rastreó a los goblin hasta las ruinas del viejo templo y juntos fueron a investigar. Yo... - calla un momento conteniendo la emoción - he provocado la muerte de mis nietos.- cierra los ojos y se recompone - Si me disculpáis...-
La anciana se levanta y abandona la posada seguida de su criado que lleva la espada y el escudo. El criado, sin decir nada, ha dejado una bolsa con monedas en la mesa frente a los compañeros.
Dentro de la habitación de Cruços tanto el cómo Aisha disfrutan de una manzana sabrosa y fresca de sabor excelente. Sin embargo, el dolor de sus músculos y articulaciones y su fiebre no baja.
Le barde espera unos segundos por si la anciana decide volver, y luego salta del taburete y se dirige a sus compañeros, sonrojade y alterade por la tension del momento.
-Por el viajero, que mujer! De mayor yo quiero ser como ella- posa su mano en el brazo de Nessa -Estais bien? Oh Dioses, y pensar que yo creia que esta señora os había tendido una trampa... Pero si no es culpa suya! Cómo iba a saber ella todo lo que se cocía en aquellas ruinas? Por el viajero, parece muy dura, no?- Parece angustiade- Ay que lástima... Podríamos hacer algo para que se sintiera en paz?
- Bueno - responde Nessa - está claro que ya no va a haber más tratos con ningún goblin nunca más. Con lo cual, quedaría ver qué ha pasado con las semillas que hayan plantado y los árboles que hayan tirado. Habría que quemarlos ...
Cojo la bolsa de dinero que ha dejado la señora, la abro y echo un ojo a la cantidad que ha dejado.
- No hay más que podamos hacer para aliviar su dolor. Al menos, con Belkar muerto, lo que les pasó a ellos no le pasará a nadie más.
Me levanto y voy a hablar con el posadero, y con un tono de voz ligeramente amenazador le digo:
- Habéis causado mucho daño con vuestros trueques. Dime ahora mismo donde plantasteis las semillas y donde tirásteis los árboles que parecían muertos. Y si tenéis más trozos de la manzana más vale que los entreguéis también.
El posadero parece bastante intimidado y algo confuso.
-¿mal? Pero pero si las manzanas curan a la gente. Anda que no han ayudado con heridas... y cuando el pequeño Luriel se cayó por el barranco. Si no hubiera llevado un trozo su hermano habría muerto! - trata de defenderse el tabernero
- No tenéis ningún derecho a venir aquí y juzgarnos. No sabéis nada de nosotros - añade un granjero que ha estado escuchando - Nadie le pidió a la vieja que mandara a sus nietos a ese lugar maldito y abandonado por los dioses. Eso no es culpa nuestra, por mucho que lamente la muerte de los jóvenes Ukrele no voy a consentir que ningún extranjero venga a juzgarme a mi propio pueblo por cosas que no entiende y no conoce. Será posible tamaña desfachatez... -
- Cal... cálmate Hurdrey - dice el tabernero - al parecer el remedio puede ser peor que la enfermedad. Aunque no entiendo muy bien porque...- dice mirando a Nessa.
- No lo entendéis. Algunas de las manzanas tenían capacidad curativa, pero otras hacen daño, y en conjunto tienen efectos aún peores. Sus semillas dan lugar a criaturas dañinas contra las que tuvimos que pelear y que casi nos matan. ¿Es eso lo que queréis para vuestro pueblo?
Nessa respira, intentando calmarse, para que su siguiente frase les cale hondo:
- Por favor, por vuestro bien y el de todos: decidnos donde plantasteis las semillas y qué habéis hecho con las manzanas.
-Ninguna de la manzana a que nos dieron ha hecho daño a nadie nunca - responde el tabernero aunque el granjero llamado Hurdrey está rojo de indigancion deja al dueño de posada hablar- y además...-
Todos puede oír algún tipo de conmoción fuera. Hay gritos y alboroto. Salen fuera y ven a gente corriendo hacia un lado del pueblo. Para cuando llegan, prácticamente en las afueras de la pequeña aldea, ven a Keowyn frente a un campo con aproximadamente una veintena de jóvenes manzanos plantados en ordenadas hileras. Tres de sus criados mantienen a raya a la gente, usando amenazadores bastones, mientras que otros dos están lanzando lo que parece ser aceite sobre los árboles. La gente grita cosas como que no tiene derecho o que se ha vuelto loca, pero nadie se atreve a enfrentarse a los bastones de los criados. El posadero intenta llamar la atención de Keowyn pero esta simplemente levanta una antorcha y la deja caer sobre el aceite cuando sus criados han terminado. El fuego se propaga rápidamente y los árboles se encienden. La ya veintena de pueblerinos intenta acercarse y apagar el fuego y entonces, sobre el olor de madera ardiendo y el ruido del gentío se escucha otro sonido. Rolthos ha escuchado ese sonido antes. El grito desesperado del árbol ardiendo. Solo que esta vez es más agudo, y son varios. Todos pueden ver como varios de los árboles más grandes, aunque aún solo sean retoños de unos cinco años, se retuercen y agitan las ramas intentando futilmente escapar de su ígnea tumba. Todo el mundo se queda callado, observando entre fascinados y horrorizados arder los árboles. Keowyn no se queda hasta al final, simplemente se da la vuelta y abandona la escena sin hablar ni mirar a nadie.
El tabernero, algo horrorizado, sacude la cabeza negativamente.
-No... esperábamos que los frutos de los árboles nos dieran más manzanas pero nunca dieron ni un solo fruto. Muchos creíamos que era porque los árboles aún eran jóvenes pero... estábamos equivocados-
poco a poco la gente se va dispersando sin muchas ganas de hablar.
Jen, que ha salido corriendo a ver el espectáculo que ha montado la matriarca, se lleva las manos a la cabeza alucinando al presenciar la escena. Aplaude sin vergüenza alguna las acciones de Kreowyn.
"Yo quiero ser como esta señora cuando sea mayor" piensa de nuevo para si misme.
-Señora...- Cuando la matrona se marcha Jen la sigue a trote ligero. -Mi querida señora... Se que no alivia vuestro dolor, pero he de decirle que siento admiración por usted y su forma de actuar. Me gustaría, con su permiso, saber si podemos hacer algo en conmemoración de sus nietos. Me gustaría contar su historia.-
Keowyn se para un momento y mira a Jen girando su cabeza despacio. -¿Les conocías? ¿Sabes que mi nieta de pequeña se escapaba para dormir bajo las estrellas porque decía que le cantaban nanas?¿Que ambos robaban pastelillos de mermelada de las cocinas? ¿Que mi nieto, con tan solo cinco años, se enfrentó a un grupo de pillastres que estaban golpeando al pobre Uther? - mira hacia uno de los criados que espera en su carruaje y Jen ve que el joven tiene una joroba y el brazo izquierdo retorcido. Keowyn suspira. - No, no les conocías. ¿Que podrías contar? ¿Quieres honrarlos? Vive -
Sin esperar respuesta se sube al carruaje. El criado con la joroba cierra la puerta y se sube al pescante con gesto abatido y el carromato abandona el pueblo en dirección a su hacienda. Jen se queda viendo como el carruaje se aleja sintiendo el contraste del frío aire de la mañana con el calor del incendio en su espalda.
- Seguro que en otro momento a la señora le habría gustado tu idea, Jen, pero quizás su dolor aún es reciente. No te desanimes... ¡a mí me gustaría escuchar tu canción!
Nessa apoya una mano en el hombro de Jen, intentando animarla, y añade:
- ¿Quieres que nos preparemos para la vuelta? Podemos ensillar a los caballos y atar a dos de ellos al carro. Supongo que Cruços y Aisha, al menos, necesitarán ir en el carro.
Jen palmea la mano de Nessa y vuelve con ella a la taberna.
-Voy a hacerlo de todas formas. Esos chicos se merecen ser convertidos en leyenda. Y si me tiene que prender fuego, por el viajante! Que me queme esa mujer!- agita la cabeza con resolucion. -Vamos pues! Vuelta a la ciudad, no hay tiempo que perder si queremos llegar a tiempo para ver a un médico.-
- Cuando te hayas dentro de la mazmorra no hay tiempo para pensar. Tu mente se ocupa en menesteres urgentes, como hacer las cosas mejor, como sobrevivir, como salvar a los nietos de Keowyn, como acabar con el mal que ha en ese lugar... Es solo cuando te relajas. - Rolthos hace una pausa en el que aprovecha para dar un largo trago de la cerveza. Luego prosigue, hablando sin mirar a nadie, con voz algo más baja. - Es solo cuando tu cuerpo no clama desesperadamente por sanación, cuando el estómago esta saciado y no ruge, cuando el cansancio se retira y tu mente se aclara, cuando la muerte no te acecha tras el próximo recodo. Es entonces cuando te das cuenta del verdadero alcance de lo acontecido. - Tras otra pausa Rolthos apura la jarra de cerveza y se levanta despacio, dejando unas monedas en la mesa.
- Necesito un arma nueva. No quiero emprender el viaje sin ella. - Dice, refugiándose en los actos cotidianos. - Debemos partir cuanto antes tan solo dejadme un poco de tiempo para procurarme algo con lo que combatir si nos atacan por el camino. Podéis disponer de mi caballo para tirar del carro.
El paladín pregunta a los aldeanos hasta dar con alguien que pueda procurarle un hasta de madera para su glaive. Tras seleccionar la vara de grosor y peso adecuados cortan la vara y ciñen el metal a la madera. Con el glaive reparado regresa a sus compañeros que están aún finalizando los preparativos del viaje.
El paladín se arrodilla frente al camino con el sol de frente, una rodilla hincada en el suelo y la otra sirviendo de apoyo para sus manos. El glaive vertical, apoyado en el suelo y agarrado firme a su lado. La cabeza baja mientras empieza a rezar a su diosa. Una leve brisa agita sus ajados ropajes decorados discretamente con los símbolos de Mahayeine. No es la imagen de un paladín en brillante armadura, sino la de un tenaz aguerrido luchador. El sol de la mañana ilumina su armadura mellada en multitud de combates debajo de su túnica decorada con cortes y restos de manchas que se niegan a abandonar el tejido, brilla en el glaive recién reparado y calienta un rostro marcado con el cansancio y el sufrimiento que una noche no ha logrado eliminar del todo.
“Mayaheine, te doy las gracias por las habilidades que me has proporcionado, han salvado la vida de mis compañeros. Gracias a ellas hemos podido acabar con un gran mal en aquellas ruinas, gracias al valor que me inspiras he podido seguir adelante”. Mientras murmura sus rezos un lejano sonido rítmico empieza a oírse en la lejanía. “A pesar de las victorias lamento no haber podido salvar la vida de los dos muchachos, de no haber podido limpiar todo el mal que acecha en aquellas ruinas. De no calmar el dolor de Keowyn”. El rítmico sonido se transforma poco a poco en un trote lejano. ”Mis compañeros en la lucha necesitan ahora cuidados y no nos podemos entretener más aquí. Ahora llega el momento de la curación, de recuperar fuerzas, de planear los siguientes pasos y prepararse para los siguientes desafíos.” Recortado frente al sol la figura de un caballo aparee, acompañando el trote que se oye aún más claramente. “No voy a pararme en la lucha, no voy a flaquear, no. Una vez más acudo a ti. Ayúdame a llevar a mis compañeros enfermos hasta la ciudad donde puedan curarles.” Al acabar su plegaria acaba, el majestuoso caballo llega hasta donde está el paladín. Con reverencia Rolthos se levanta y abraza con cariño la cabeza del caballo. - Juntos lucharemos contra los más horribles seres en esta tierra, Rayotronador.
Śēra se acerca a Jen, cuando esta vuelve, y le dice - Has actuado con sinceridad, no te sientas mal, has hecho un acto noble porque sabias que era lo correcto, has seguido lo que te indica tu corazon, y por ello tu conciencia ahora esta tranquila y en paz, la respuesta que has recibido puede que no haya sido la mas amable, pero seguro que le ha llegado - se pone la mano en el pecho - al corazon, y cuando recuerde la anciana el dia de hoy, el calor de tus palabras hará que se sienta mejor. - tras decir esto, y regalarle una sonrisa enorme a Jen, se dispone a subir al cuarto a ponerse toda la armadura al ver que el grupo está dispuesto a partir.
Segun coge la maza, note una energia que emana desde la misma hacia ella, nota como su espiritu y el de la maza, bivran en sincronia, y en ese momento, entra en un pequeño trance y en su mente, se aparece el angel Levana el cual se encarga de hacer de unión entre ella y Heironeous - ... Śēra, en esta maza, los pensamientos positivos de los que cayeron en la batalla hace mas de 1000 años, cuando empuñas esta maza, estas empuñando la fuerza de toda la orden del Leon alado...
Baja con todos sus compañeros a la entrada del pueblo donde ve a Rothlos rezando, y ve como un hermoso caballo negro aparece delante de ellos se acerca a Rothlos y dice - Hermosas palabas - Acto seguido, ella saca la maza, la empuña com ambas manos delante de su pecho, empieza a levitar unos centimetros por encima del suelo, una luz emana de todo su cuerpo, mientras Śēra se concentra en sus rezos, pasan unos minutos de Śēra flotando en el aire, y en esto, abre los ojos, que irradian luz, y dice - Saṭīḍ - Deja de brillar y levitar, cae gracilmente al suelo, y tras unos instantes, se vislumbra una forma a lo lejos, materializandose y acercandose a ellos, un rugido surge del ser, y entonces, empieza a verse la forma de un enorme Leon, con una armadura con los mismos grabados que los de Śēra, con el mismo color, con una silla de montar encima, una criatura maravillosa, se acerca lentamente, se para frente a Śēra, se sienta y le da un pequeño cabezazo cariñoso que hace que la paladina casi se caiga, no recordaba la fuerza que tenia...
Entonces, se dirije al grupo y les explica - Quiero presentaros a Saṭīḍ, es un Leon de una raza ancestral por la que mi orden recibe el nombre que tiene, Orden del Leon Alado, es maravilloso poder volver a presenciar la majestuosidad de su melena... - dice, mientras acaricia a la bestia que ronronea segun se la acaricia - Podemos ponernos en marcha, si necesitais transportar equipaje, podeis darselo a Saṭīḍ que estará encantado de ayudar, verdad que si? - El leon le pega un lametazo en la cara que hace que todo el pelo de Śēra se desordene - ... Eso es un si.... jajajaja
A Jen le salen corazones de los ojos al ver al precioso caballo -Que precioso, es hermoso, es como la noche en el mar. Dios mio, creo que las estrellas se reflejan en su pelaje. Oh, creo que me voy a desm....-No termina de alabar al maravilloso caballo del paladín cuando Sera, ni corta ni perezosa, hace alarde de su gran poder, llamando a su montura.
-AAAHHH!!! ESO ES UN LEON!!!! ES UN LEON ENORME!!!!- chilla Jen, debatiendose entre el pánico y la emocion. -MIRA NESSA!! MIRA! has visto?!?! ES UN LEON!! UN. LEÓN!!! -tira de la manga de la cazadora repetidas veces. -Ya he visto leones antes pero ESTO ES UN SEÑOR LEON!- Le brillan los ojos y su piel vuelve a colorearse como si se hubiera bañado en purpurina. -Dios mio, quiero tocarlo! Por favor, por favor por favor haré lo que sea, pero quiero tocarle la melena - Se derrite ante el grandioso animal.
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La maza del antiguo miembro de la Orden del Leon Alado, permanece estática durante largos minutos. Sin embargo, cuando Sera está a punto de abandonar puede sentir como la energía divina de la maza comienza a vibrar con la suya propia. La maza se ilumina y a ella los ojos se le inundan de energía radiante.
Con un flash de energía dorada Sera siente que la maza está lista para otorgarle una ventaja contra los muertos vivientes y seres demoniacos.
A la mañana siguiente Aisha sonríe a Jen.
- La verdad es que no me encuentro nada bien desde que aquella rata me mordió. - se frota la pierna - Mis intentos por parar la enfermedad no han surtido efecto, y me temo que Cruços sufre la misma dolencia. Yo apenas puedo usar la pierna e imagino que a él le pasará lo mismo donde haya sido herido. Si la infección llega a nuestra sangre... deberíamos volver a Greyhawk lo antes posible. Me preocupa que no haya bajado voy a ver cómo está-
Y la elfa se dirige a la habitación del cazador de sangre.
Finalmentr Nessa, Rolthos y Seth se acercan a hablar con Keowyn mientras Lo Kag se queda atrás junto a Sera y Jen.
La anciana mujer mira estoica los anillos y los recoge con pena. Cierra su mano en torno a ellos y mira a Rolthos.
- ¿Sus cuerpos han recibido sepultura? No puedo soportar la idea que sean pasto de alimañas -
PbP Character: A few ;)
Rolthos se da cuenta de que ni siquiera rezó una pagaría plegaria por sus almas. El haber estado a punto de morir no era una excusa. Sonrojado por su falta de respeto por los muchachos respondió lo mejor que puedo. - Me temo que no, sin embargo fueron incinerados. Esto pertenecia al muchacho. -Dice depositando la espada mágica y el escudo enfrente de la mujer.
Zevatur, Rolthos
- Lamentamos mucho su pérdida, señora. Queríamos traer a sus nietos con vida, pero no nos fue posible. Y ... me temo que aún hay más.
A Nessa le cuesta pronunciar las siguientes palabras, temiendo que lleven a una confrontación. Aún así, tras unos segundos de duda, continúa:
- En las ruinas encontramos a un druida que hacía retorcidos experimentos con la flora y la fauna que estaban a su alrededor. - "También con humanoides", piensa, pero prefiere ahorrarle esa información a Kerowyn. - Ha comerciado con vosotros a través de sus goblins, entregándoos una especie de manzanas, que al ser plantadas crean pequeños treants. Parece ser que incluso cuando arrancáis y tiráis los árboles que perecen, estos siguen liberando treants. ¿Érais conscientes de esto? Esto debe detenerse, especialmente si luego utilizáis esas manzanas para comerciar con otros pueblos.
Nessa mira a Rolthos en busca de apoyo, y finalmente, a Kerowyn, esperando su respuesta.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Aisha entra en la habitación de Cruços y se encuentra al cazador postrado en su cama, balbuceando entre delirios y tiritando por la fiebre.
- Hay que bajar esa temperatura como sea... - busca a la posadera y pide que llenen una bañera en el propio cuarto, así como que limpien su ropa infectada. Mientras suben la bañera y el agua, despoja de toda su ropa al cazador de sangre. Tras quitar la casaca la visión de su cuerpo lacerado, casi le obliga a apartar la mirada; todos su cuerpo está repleto de cicatrices, algunas más pequeña otras más largas. Desde las palmas de las manos, los antebrazos, el cuello, muslos, ingles. No hay espacio de carne que no tenga una marca de heridas. Las de la espalda le son familiares, ha visto latigazos con anterioridad, sin embargo el resto son claramente autoinflingidas.
- Maldita sea, Cruços Expósito. Bebes hasta adormecer tus sentidos en cuanto tienes oportunidad, te arrojas a enfrentamientos imposibles como si la desesperación te guiase y hieres tu cuerpo por tu magia. ¿De dónde viene ese afán autodestructivo? ¿De qué estás huyendo en realidad? - suspira para sí la clérigo. Una vez en el agua fría, moja su frente con paños hasta que poco a poco, va despertando. - La heridas de aquella letrina en el castillo nos están carcomiendo por dentro, Cruços. Estoy enferma como tú y vamos a necesitar ayuda pronto, no veo que puedas soportar muchas noches más como esta.
Cruços observa a la clérigo aún traspuesto por la fiebre. No es consciente de la preocupación de Aisha más allá de su enfermedad, pero puede leer reprobación en su mirada. Sin inmutarse por encontrarse desnudo, saca un brazo de la cubeta que hace las veces de madera y señala su mochila. Cuando Aisha la acerca saca la manzana roja que había guardado junto con la blanca.
- Este fruto viene de los experimentos de Belkar el exiliado. En su diario, exponía como combinando la sanación de este con la podredumbre de las manzanas blancas, sus experimentos podían soportar la transformación dentro del Árbol de Gulthias que maldijo a los hermanos. Ya que las bendiciones de los paladines no tienen poder para sanarnos, tal vez este fruto haga su magia - con un cuchillo la abre por la mitad y separa todo el centro de la manzana, poniendo especial cuidado en apartar las semillas que deja a un lado, con intención de guardarlas.
Muerde e ingiere su mitad de la manzana y ofrece la otra mitad a Aisha.
Mientras tanto le barde juega con los aros y habla con Sera, haciendose le distraide pero mirando de reojillo a Nessa y Rolthos.
-Bueno entonces si haces asi, ves? Consigues el efecto de tener dos aros- Hace un juego de muñeca y pronuncia unas palabras y de pronto el aro cambia de color, y parece como que hay mas de uno en su brazo. Estos se mueven con un ritmo serpenteante e hipnótico. -Un pequeño truquito que me ha dado mas de una noche de cena y comida. A que es ingenioso? Y no has visto el número de las burbujas. Oh Sera, es precioso, no es por echarme flores pero....-Charla sobre la nada y el todo, modulando su tono de voz para que no destaque entre la multitud y que la paladina pueda estar atenta a sus dos compañeros pero que no llamen la atención de la señora Kreowyn.
Unos minutos despues se le ocurre una idea y se gira hacia el tabernero. -Disculpe, señor. No venderán caballos en esta ciudad, verdad? -
La anciana mujer asiente a las palabras de Rolthos.
- Comprendo. Os lo agradezco - dice con pesar.
Contempla la espada en su vaina y el escudo golpeado por las batallas libradas por el joven caballero y le da las gracias a lo paladín.
-No se si habrá alguno a la venta- contesta el posadero a Jen -podría preguntar. Sus amigos dejaron aquí varios caballos y un carromato a nuestro cuidado... y están perfectamente- añade mirando a Lo Kag.
Cuando Nessa revela los datos de la trama de Belkar el posadero también se detiene escuchando, su rostro pálido.
Keowyn lanza un suspiro profundo y parece en envejecer varios años.
Sin embargo cuando mira al posadero el fuego sigue ardiendo en sus ojos.
-Os advertí que hacer tratos con esos goblin no era buena idea. Esa escoria no puede traer nada bueno. -
No levanta la voz. No hace ningún ademán pero el posadero se encoge como si le estuviera amenazando Cruços en su forma lupina.
- Pero hacíamos buen negocio y....-
- ¿Va a devolverme vuestro oro a mis nietos? - contesta ella, fría.
El posadero está más rojo que el pelo de Jen y parece menguar detrás de la barra.
Tras unos instantes más incómodos en los que algún pueblerino que estaba en la posada esa mañana, Jen empieza a sospechar que para escuchar la historia de los aventureros, agacha la cabeza realmente avergonzado, la anciana vuelve a hablar con los compañeros.
-Hace unos años cuatro goblin se acercaron al pueblo. Hicieron grandes muestras de venir en paz y uno de ellos dijo que sólo querían comerciar con nosotros. Contaron una patraña sobre un árbol mágico que les daba frutos especiales y que les había enseñado a abandonar las costumbres de pillaje habituales en su raza. Nos ofrecieron una manzana roja que sanaba de heridas y huesos rotos con apenas uno o dos bocados. Estos patanes, pese a mis advertencias, decidieron hacer tratos con ellos. Organizaron una Feria y todo, vendiendo pedazos de esa manzana por pequeñas fortunas. Los goblin venían una vez al año y yo nunca me fíe de ellos, así que convencí a mis nietos que investigaran. Un amigo suyo rastreó a los goblin hasta las ruinas del viejo templo y juntos fueron a investigar. Yo... - calla un momento conteniendo la emoción - he provocado la muerte de mis nietos.- cierra los ojos y se recompone - Si me disculpáis...-
La anciana se levanta y abandona la posada seguida de su criado que lleva la espada y el escudo. El criado, sin decir nada, ha dejado una bolsa con monedas en la mesa frente a los compañeros.
Dentro de la habitación de Cruços tanto el cómo Aisha disfrutan de una manzana sabrosa y fresca de sabor excelente. Sin embargo, el dolor de sus músculos y articulaciones y su fiebre no baja.
PbP Character: A few ;)
Le barde espera unos segundos por si la anciana decide volver, y luego salta del taburete y se dirige a sus compañeros, sonrojade y alterade por la tension del momento.
-Por el viajero, que mujer! De mayor yo quiero ser como ella- posa su mano en el brazo de Nessa -Estais bien? Oh Dioses, y pensar que yo creia que esta señora os había tendido una trampa... Pero si no es culpa suya! Cómo iba a saber ella todo lo que se cocía en aquellas ruinas? Por el viajero, parece muy dura, no?- Parece angustiade- Ay que lástima... Podríamos hacer algo para que se sintiera en paz?
- Bueno - responde Nessa - está claro que ya no va a haber más tratos con ningún goblin nunca más. Con lo cual, quedaría ver qué ha pasado con las semillas que hayan plantado y los árboles que hayan tirado. Habría que quemarlos ...
Cojo la bolsa de dinero que ha dejado la señora, la abro y echo un ojo a la cantidad que ha dejado.
- No hay más que podamos hacer para aliviar su dolor. Al menos, con Belkar muerto, lo que les pasó a ellos no le pasará a nadie más.
Me levanto y voy a hablar con el posadero, y con un tono de voz ligeramente amenazador le digo:
- Habéis causado mucho daño con vuestros trueques. Dime ahora mismo donde plantasteis las semillas y donde tirásteis los árboles que parecían muertos. Y si tenéis más trozos de la manzana más vale que los entreguéis también.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
El posadero parece bastante intimidado y algo confuso.
-¿mal? Pero pero si las manzanas curan a la gente. Anda que no han ayudado con heridas... y cuando el pequeño Luriel se cayó por el barranco. Si no hubiera llevado un trozo su hermano habría muerto! - trata de defenderse el tabernero
- No tenéis ningún derecho a venir aquí y juzgarnos. No sabéis nada de nosotros - añade un granjero que ha estado escuchando - Nadie le pidió a la vieja que mandara a sus nietos a ese lugar maldito y abandonado por los dioses. Eso no es culpa nuestra, por mucho que lamente la muerte de los jóvenes Ukrele no voy a consentir que ningún extranjero venga a juzgarme a mi propio pueblo por cosas que no entiende y no conoce. Será posible tamaña desfachatez... -
- Cal... cálmate Hurdrey - dice el tabernero - al parecer el remedio puede ser peor que la enfermedad. Aunque no entiendo muy bien porque...- dice mirando a Nessa.
PbP Character: A few ;)
- No lo entendéis. Algunas de las manzanas tenían capacidad curativa, pero otras hacen daño, y en conjunto tienen efectos aún peores. Sus semillas dan lugar a criaturas dañinas contra las que tuvimos que pelear y que casi nos matan. ¿Es eso lo que queréis para vuestro pueblo?
Nessa respira, intentando calmarse, para que su siguiente frase les cale hondo:
- Por favor, por vuestro bien y el de todos: decidnos donde plantasteis las semillas y qué habéis hecho con las manzanas.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
-Ninguna de la manzana a que nos dieron ha hecho daño a nadie nunca - responde el tabernero aunque el granjero llamado Hurdrey está rojo de indigancion deja al dueño de posada hablar- y además...-
Todos puede oír algún tipo de conmoción fuera. Hay gritos y alboroto. Salen fuera y ven a gente corriendo hacia un lado del pueblo. Para cuando llegan, prácticamente en las afueras de la pequeña aldea, ven a Keowyn frente a un campo con aproximadamente una veintena de jóvenes manzanos plantados en ordenadas hileras. Tres de sus criados mantienen a raya a la gente, usando amenazadores bastones, mientras que otros dos están lanzando lo que parece ser aceite sobre los árboles.
La gente grita cosas como que no tiene derecho o que se ha vuelto loca, pero nadie se atreve a enfrentarse a los bastones de los criados.
El posadero intenta llamar la atención de Keowyn pero esta simplemente levanta una antorcha y la deja caer sobre el aceite cuando sus criados han terminado.
El fuego se propaga rápidamente y los árboles se encienden.
La ya veintena de pueblerinos intenta acercarse y apagar el fuego y entonces, sobre el olor de madera ardiendo y el ruido del gentío se escucha otro sonido.
Rolthos ha escuchado ese sonido antes.
El grito desesperado del árbol ardiendo. Solo que esta vez es más agudo, y son varios. Todos pueden ver como varios de los árboles más grandes, aunque aún solo sean retoños de unos cinco años, se retuercen y agitan las ramas intentando futilmente escapar de su ígnea tumba.
Todo el mundo se queda callado, observando entre fascinados y horrorizados arder los árboles.
Keowyn no se queda hasta al final, simplemente se da la vuelta y abandona la escena sin hablar ni mirar a nadie.
PbP Character: A few ;)
Me acerco al tabernero, y susurrandole para que nadie más nos oiga, le digo:
- ¿Nos creéis ahora? Por favor, dime si tenéis manzanas almacenadas. No dejemos que se escape ninguna criatura...
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
El tabernero, algo horrorizado, sacude la cabeza negativamente.
-No... esperábamos que los frutos de los árboles nos dieran más manzanas pero nunca dieron ni un solo fruto. Muchos creíamos que era porque los árboles aún eran jóvenes pero... estábamos equivocados-
poco a poco la gente se va dispersando sin muchas ganas de hablar.
PbP Character: A few ;)
Jen, que ha salido corriendo a ver el espectáculo que ha montado la matriarca, se lleva las manos a la cabeza alucinando al presenciar la escena. Aplaude sin vergüenza alguna las acciones de Kreowyn.
"Yo quiero ser como esta señora cuando sea mayor" piensa de nuevo para si misme.
-Señora...- Cuando la matrona se marcha Jen la sigue a trote ligero. -Mi querida señora... Se que no alivia vuestro dolor, pero he de decirle que siento admiración por usted y su forma de actuar. Me gustaría, con su permiso, saber si podemos hacer algo en conmemoración de sus nietos. Me gustaría contar su historia.-
Keowyn se para un momento y mira a Jen girando su cabeza despacio.
-¿Les conocías? ¿Sabes que mi nieta de pequeña se escapaba para dormir bajo las estrellas porque decía que le cantaban nanas?¿Que ambos robaban pastelillos de mermelada de las cocinas? ¿Que mi nieto, con tan solo cinco años, se enfrentó a un grupo de pillastres que estaban golpeando al pobre Uther? - mira hacia uno de los criados que espera en su carruaje y Jen ve que el joven tiene una joroba y el brazo izquierdo retorcido.
Keowyn suspira.
- No, no les conocías. ¿Que podrías contar? ¿Quieres honrarlos? Vive -
Sin esperar respuesta se sube al carruaje. El criado con la joroba cierra la puerta y se sube al pescante con gesto abatido y el carromato abandona el pueblo en dirección a su hacienda.
Jen se queda viendo como el carruaje se aleja sintiendo el contraste del frío aire de la mañana con el calor del incendio en su espalda.
PbP Character: A few ;)
- Seguro que en otro momento a la señora le habría gustado tu idea, Jen, pero quizás su dolor aún es reciente. No te desanimes... ¡a mí me gustaría escuchar tu canción!
Nessa apoya una mano en el hombro de Jen, intentando animarla, y añade:
- ¿Quieres que nos preparemos para la vuelta? Podemos ensillar a los caballos y atar a dos de ellos al carro. Supongo que Cruços y Aisha, al menos, necesitarán ir en el carro.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Jen palmea la mano de Nessa y vuelve con ella a la taberna.
-Voy a hacerlo de todas formas. Esos chicos se merecen ser convertidos en leyenda. Y si me tiene que prender fuego, por el viajante! Que me queme esa mujer!- agita la cabeza con resolucion. -Vamos pues! Vuelta a la ciudad, no hay tiempo que perder si queremos llegar a tiempo para ver a un médico.-
- Cuando te hayas dentro de la mazmorra no hay tiempo para pensar. Tu mente se ocupa en menesteres urgentes, como hacer las cosas mejor, como sobrevivir, como salvar a los nietos de Keowyn, como acabar con el mal que ha en ese lugar... Es solo cuando te relajas. - Rolthos hace una pausa en el que aprovecha para dar un largo trago de la cerveza. Luego prosigue, hablando sin mirar a nadie, con voz algo más baja. - Es solo cuando tu cuerpo no clama desesperadamente por sanación, cuando el estómago esta saciado y no ruge, cuando el cansancio se retira y tu mente se aclara, cuando la muerte no te acecha tras el próximo recodo. Es entonces cuando te das cuenta del verdadero alcance de lo acontecido. - Tras otra pausa Rolthos apura la jarra de cerveza y se levanta despacio, dejando unas monedas en la mesa.
- Necesito un arma nueva. No quiero emprender el viaje sin ella. - Dice, refugiándose en los actos cotidianos. - Debemos partir cuanto antes tan solo dejadme un poco de tiempo para procurarme algo con lo que combatir si nos atacan por el camino. Podéis disponer de mi caballo para tirar del carro.
El paladín pregunta a los aldeanos hasta dar con alguien que pueda procurarle un hasta de madera para su glaive. Tras seleccionar la vara de grosor y peso adecuados cortan la vara y ciñen el metal a la madera. Con el glaive reparado regresa a sus compañeros que están aún finalizando los preparativos del viaje.
El paladín se arrodilla frente al camino con el sol de frente, una rodilla hincada en el suelo y la otra sirviendo de apoyo para sus manos. El glaive vertical, apoyado en el suelo y agarrado firme a su lado. La cabeza baja mientras empieza a rezar a su diosa. Una leve brisa agita sus ajados ropajes decorados discretamente con los símbolos de Mahayeine. No es la imagen de un paladín en brillante armadura, sino la de un tenaz aguerrido luchador. El sol de la mañana ilumina su armadura mellada en multitud de combates debajo de su túnica decorada con cortes y restos de manchas que se niegan a abandonar el tejido, brilla en el glaive recién reparado y calienta un rostro marcado con el cansancio y el sufrimiento que una noche no ha logrado eliminar del todo.
“Mayaheine, te doy las gracias por las habilidades que me has proporcionado, han salvado la vida de mis compañeros. Gracias a ellas hemos podido acabar con un gran mal en aquellas ruinas, gracias al valor que me inspiras he podido seguir adelante”. Mientras murmura sus rezos un lejano sonido rítmico empieza a oírse en la lejanía. “A pesar de las victorias lamento no haber podido salvar la vida de los dos muchachos, de no haber podido limpiar todo el mal que acecha en aquellas ruinas. De no calmar el dolor de Keowyn”. El rítmico sonido se transforma poco a poco en un trote lejano. ”Mis compañeros en la lucha necesitan ahora cuidados y no nos podemos entretener más aquí. Ahora llega el momento de la curación, de recuperar fuerzas, de planear los siguientes pasos y prepararse para los siguientes desafíos.” Recortado frente al sol la figura de un caballo aparee, acompañando el trote que se oye aún más claramente. “No voy a pararme en la lucha, no voy a flaquear, no. Una vez más acudo a ti. Ayúdame a llevar a mis compañeros enfermos hasta la ciudad donde puedan curarles.” Al acabar su plegaria acaba, el majestuoso caballo llega hasta donde está el paladín. Con reverencia Rolthos se levanta y abraza con cariño la cabeza del caballo. - Juntos lucharemos contra los más horribles seres en esta tierra, Rayotronador.
Zevatur, Rolthos
Śēra
Śēra se acerca a Jen, cuando esta vuelve, y le dice - Has actuado con sinceridad, no te sientas mal, has hecho un acto noble porque sabias que era lo correcto, has seguido lo que te indica tu corazon, y por ello tu conciencia ahora esta tranquila y en paz, la respuesta que has recibido puede que no haya sido la mas amable, pero seguro que le ha llegado - se pone la mano en el pecho - al corazon, y cuando recuerde la anciana el dia de hoy, el calor de tus palabras hará que se sienta mejor. - tras decir esto, y regalarle una sonrisa enorme a Jen, se dispone a subir al cuarto a ponerse toda la armadura al ver que el grupo está dispuesto a partir.
Segun coge la maza, note una energia que emana desde la misma hacia ella, nota como su espiritu y el de la maza, bivran en sincronia, y en ese momento, entra en un pequeño trance y en su mente, se aparece el angel Levana el cual se encarga de hacer de unión entre ella y Heironeous - ... Śēra, en esta maza, los pensamientos positivos de los que cayeron en la batalla hace mas de 1000 años, cuando empuñas esta maza, estas empuñando la fuerza de toda la orden del Leon alado...
Baja con todos sus compañeros a la entrada del pueblo donde ve a Rothlos rezando, y ve como un hermoso caballo negro aparece delante de ellos se acerca a Rothlos y dice - Hermosas palabas - Acto seguido, ella saca la maza, la empuña com ambas manos delante de su pecho, empieza a levitar unos centimetros por encima del suelo, una luz emana de todo su cuerpo, mientras Śēra se concentra en sus rezos, pasan unos minutos de Śēra flotando en el aire, y en esto, abre los ojos, que irradian luz, y dice - Saṭīḍ - Deja de brillar y levitar, cae gracilmente al suelo, y tras unos instantes, se vislumbra una forma a lo lejos, materializandose y acercandose a ellos, un rugido surge del ser, y entonces, empieza a verse la forma de un enorme Leon, con una armadura con los mismos grabados que los de Śēra, con el mismo color, con una silla de montar encima, una criatura maravillosa, se acerca lentamente, se para frente a Śēra, se sienta y le da un pequeño cabezazo cariñoso que hace que la paladina casi se caiga, no recordaba la fuerza que tenia...
Entonces, se dirije al grupo y les explica - Quiero presentaros a Saṭīḍ, es un Leon de una raza ancestral por la que mi orden recibe el nombre que tiene, Orden del Leon Alado, es maravilloso poder volver a presenciar la majestuosidad de su melena... - dice, mientras acaricia a la bestia que ronronea segun se la acaricia - Podemos ponernos en marcha, si necesitais transportar equipaje, podeis darselo a Saṭīḍ que estará encantado de ayudar, verdad que si? - El leon le pega un lametazo en la cara que hace que todo el pelo de Śēra se desordene - ... Eso es un si.... jajajaja
Seth Sagar / Śēra Dūta
A Jen le salen corazones de los ojos al ver al precioso caballo -Que precioso, es hermoso, es como la noche en el mar. Dios mio, creo que las estrellas se reflejan en su pelaje. Oh, creo que me voy a desm....-No termina de alabar al maravilloso caballo del paladín cuando Sera, ni corta ni perezosa, hace alarde de su gran poder, llamando a su montura.
-AAAHHH!!! ESO ES UN LEON!!!! ES UN LEON ENORME!!!!- chilla Jen, debatiendose entre el pánico y la emocion. -MIRA NESSA!! MIRA! has visto?!?! ES UN LEON!! UN. LEÓN!!! -tira de la manga de la cazadora repetidas veces. -Ya he visto leones antes pero ESTO ES UN SEÑOR LEON!- Le brillan los ojos y su piel vuelve a colorearse como si se hubiera bañado en purpurina. -Dios mio, quiero tocarlo! Por favor, por favor por favor haré lo que sea, pero quiero tocarle la melena - Se derrite ante el grandioso animal.