Durante su guardia, Nessa medita acerca de lo ocurrido en la casa de los cambiaformas, pensando que en futuras ocasiones necesitará modular sus palabras para que no vuelva a suceder algo así. Mira a sus compañeros durmiendo y suspira. Por fortuna ha podido encontrar un lugar resguardado para dormir ... si no hubiera sido así, y por su culpa hubieran tenido que pasar una mala noche al raso, se habría sentido aún peor.
Recordó las risas alegres que escuchó en la casa antes de que irrumpieran en la vida de aquella familia, y esto le hizo acordarse de nuevo de la suya. Sacó de su mochila el dibujo en carboncillo que cogió de su casa y lo repasó en silencio. Su padre, con su eterna expresión adusta, mientras su madre en cambio mostraba un rostro sonriente y amable. Andrew y la propia Nessa aparecían algo serios, mientras que Rose también sonreía. En el pueblo siempre decían que los dos hijos mayores habían salido al padre tanto en aspecto físico como en seriedad, mientras que la pequeña Rose era la viva imagen de su madre e igual de encantadora.
Se preguntó dónde estaría su madre en aquel momento. Todo apuntaba a que Aldalantanustë se la había llevado por alguna razón que no alcanzaba a comprender ... ¿quizás para poder tener una baza contra ella? Pero si al menos significaba que seguía viva quizás podría ... Negó con la cabeza. No quería aferrarse a pensamientos esperanzadores que luego resultaran ser falsos. Guardó el carboncillo con cuidado y siguió observando el bosque hasta que llegó la hora de desperar a Vraak con suavidad para que continuara con la última guardia.
Tras hacerlo volvió a acostarse para tener unas pocas horas más de descanso. Acarició el colgante de berilio, imaginando a Ornym vigilando a la comitiva de Villa Güluvor en un bosque similar ...
** Durante la mañana **
La ranger se despierta con el olor del conejo que está preprando Vraak. Se acerca a él y le dice:
- Mmmm, qué buena pinta. ¿Me dejas darle un toque? - dice mientras rebusca en su mochila y localiza la cajita con especias que usa siempre para cocinar. Coge un par de pizcas y las espolvorea por encima del conejo. También añade un poquito de la miel que cogió de la villa para prepar venenos y lo mezcla todo bien. Finalmente prueba un poquito, asiente y con una sonrisa de satisfacción le dice al semiorco - Prueba ahora. ¿Mejor?
Más tarde, cuando ve las huellas de oso, comenta al grupo:
- Parece que anoche tuvimos visita. Diría que Harkal vino a asegurarse de que nos hubiéramos alejado de su hogar. No me gusta la idea de que nos hayan estado observando sin enterarnos, tendremos que estar más atentos la próxima vez.
Rolthos se despertó con el costado algo entumecido y suspiró pensando que quizás podrían haber pasado la noche bajo techo. Sin embargo se calló y disimuló su incomodidad, Nessa había pasado momentos muy difíciles con su familia y la separación de Ornym no le podía estar ayudando. Bastante tenía con todo ello y posiblemente necesitaba todo el apoyo posible.
- Si salimos de esta y decides sentar la cabeza, mi madre te puede ayudar a empezar una posada, tienes madera de cocinera. – Dijo mientras degustaba la carne de conejo con el aroma de las hierbas y el dulzor de la miel.
Mirando las huellas asintió a Nessa – Es inquietante, pero creo si se hubiese acercado más, tanto como para resultar una amenaza, lo hubiésemos percibido. Yo no me preocuparía mucho por ello.
- ¿Yo, posadera? ¿Te imaginas? Con un delantal por aquí y por allá, harina hasta los codos y sirviendo cerveza tras la barra - echa un vistazo al arco y al carcaj, que tiene apoyados a su lado, mientras intenta dibujar en su mente lo que ha descrito - Mmmm la verdad es que no logro imaginármelo. Cuando miro al futuro no me veo tan alejada de esto - dice, pasando un dedo por su fiel arco - Pero sí que me veo cocinando para las personas que más me importan. De hecho, estoy descubriendo que es algo que me centra y me ayuda a olvidarme un poco de todo ... y me da mucha alegría veros disfrutar de algo que he hecho para vosotros, ¿sabes?
Se queda callada unos instantes, menea la cabeza y finalmente añade:
- Si mis padres lo vieran no lo creerían. ¡Con lo que me fastidiaba cada vez que me tenía que hacerlo en casa! Pero claro, no es lo mismo hacer algo por obligación, y que no te dejen hacer prácticamente nada más porque se sale de la vida que han diseñado para ti, que hacerlo por voluntad propia.
Suspira al tiempo que coje un poco de la comida, que no había probado del todo aún:
- Vaya, sí que está rico, sí. Pero el chef en este caso ha sido Vraak, yo sólo he dado el toque final - dice sonriendo.
Tras esta conversación el grupo prepara su equipo y se pone de nuevo en camino. El día transcurre sin encuentros ni sobresaltos, con la ocasional lluvia como única molestia.
Rolthos rio con la idea de Nessa posadera y se limitó a aseverar – Cosas mas raras se han visto. Veremos lo que pasa.
Durante el siguiente trayecto el paladín habló con los compañeros en voz baja y mirando a su alrededor. Con Jen se interesó por su familia y su niñez,
- ¿Cómo eran tus padres durante tu infancia, cuál es tu recuerdo más querido? – Preguntó ofreciendo a cambio parte de su propia historia - Para mí fue cuando nació Roldria, mi hermana pequeña. Aún lo recuerdo claramente, no paraba de llorar hasta que la cogí en mis pequeños brazos. Paró de llorar y me sentí orgulloso, creo que desde ese momento afianzó en mi fuertemente la semilla del sentido de la responsabilidad.
Con Julian se interesó por el inicio en la práctica de su profesión interesándose en cómo se había interesado por primera vez en sanar a la gente y como había conocido a Lord Gui. Para el las primeras prácticas habían sido con su propio padre, como aprendiz de guardia de la ciudad, realizando investigaciones en un aburrido, y sin peligro de enfrentamientos físicos, asunto de evasión de tasas.
A Vraak le hablo del periodo de aprendiz en la guardia en la ciudad. Preguntándole por alguno de los elementos que había conocido allí y se interesó por el inicio de su servicio en la guardia, como había ocurrido y que le había llevado a unirse a la guardia.
Con Nessa era más difícil hablar ya que siempre estaba algo adelantada mirando huellas y asegurándose que de su trayecto era seguro. Pero al llegar al campamento se aseguró de estar con ella un momento, más o menos apartados del resto y le preguntó sobre su estado de ánimo y el asunto espinoso que preveía en el futuro con su hermana.
- ¿Qué tal te encuentras? La situación de tu hermana es difícil… - Viendo que la impresión inicial acerca de esa información se había calmado algo, decidió no esperar más y le planteó la posibilidad más aciaga que se le había ocurrido viendo las huellas de su hermana nadar hacia lo que podría haber sido un dragón levantando el vuelo.
- Si Zalphiros se ha llevado a tu madre, es muy posible que la usen para hacer que tu resolución en un futuro enfrentamiento se debilite. No solo que la usen como una especie de escudo humano, pero existe la posibilidad, más terrible, de que la hayan atraído a su lado. La sanación podría haber hecho que se haya convertido en una aliada de Zalphiros, una aliada voluntaria y fuertemente convencida. - Dijo lamentando la mella en el ánimo de Nessa que la idea podría originar. - Siento trasladarte esta posibilidad, pero creo que es mejor considerar la posibilidad ahora que más adelante.
Al hacer el campamento Rolthos oró a su diosa mientras preparaban la cena. Pronto llegarían al templo y allí se dedicaría en cuerpo y alma a horrar el sacrificio de su predecesora y a recuperar las herramientas que allí permanecían.
Cuando la noche se les empezó a caer encima Nessa localizó un lugar no muy lejos del camino donde se había formado un pequeño claro entre árboles. Tenían el espacio justo para ellos y los caballos y gracias a las densas copas de los árboles de alrededor el suelo apenas estaba mojado.
Se bajó del caballo, soltó sus cosas en el suelo y le dirigió unas palabras cariñosas a Céfiro antes de dejarle con el resto de animales. Estiró su cuerpo cansado y dolorido antes de sentarse por fin a descansar. Por mucho que le gustara montar, tangas horas seguidas acababan haciendo mella en el cuerpo. En tono de broma dijo:
- Nos va haciendo falta otra visita a la casa de baños, ¿eh? - previendo el típico comentario sarcástico de Cruços añadió rápidamente - ¡Nada de protestar, que se notó que disfrutaste la última vez!
Sonriendo, vio como Rolthos se sentaba su lado y se interesaba por su estado.
- ¿Cómo estoy? Ojalá tuviera una respuesta clara, Rolthos. A ratos estoy tan concentrada en otros asuntos que se me olvida todo lo que ha pasado. Pero cuando me acuerdo duele, duele mucho. Ayer por ejemplo, cuando escuchaba las risas de la familia antes de que habláramos con ellos, o cuando los vi a todos reunidos en el salón ... - se calla un momento - ... te juro que tuve que contenerme para no echarme a llorar. A ratos me siento culpable también, incluso pienso que no me merezco la alegría que ha traído Ornym a mi vida.
Nessa sonríe con tristeza al paladín.
- Hablando de lo cual, quería decirte que me alivió mucho que acabárais llevandoos bien. Sé que el comienzo fue un tenso poco y que hubo algún intercambio de palabras difícil entre tú y él. Para mi era importante que no fuera a más y os llevarais bien y al final así ha sido. Gracias por eso - dice poniendo una mano sobre la de Rolthos.
Cuando saca el tema complicado, la ranger se queda un poco en silencio, mirándole casi sin comprender.
- Pero - ríe nerviosa - eso no puede ser. Quiero decir, no la conoces, no sabes cómo es. Mi madre nunca le haría daño a nadie. Es la persona más amable que existe... no... - niega con la cabeza - No puede ser. ¿Que la usen contra mi? Eso sí que me lo espero, tratándose de seres despreciables como ellos capaces de reducir pueblos a cenizas. Pero que mi madre se alíe con ellos ... no, no conscientemente al menos. Dioses, por favor...
Nessa se tapa las manos con la cara un momento y cuando vuelve a mirar a Rolthos la expresión más tranquila que tenía al llegar al campamento se ha transformado en una de preocupación. ¿Podría ser cierto?
- Necesito ... necesito un momento...
Se aleja unos pasos intentando buscar algo que hacer, algo en lo que concentrar su mente para intentar no darle vueltas a lo que Rolthos le acaba de decir. Coge su carcaj y saca su contenido, empezando a revisar el estado de las flechas. Pero por más que tiene concentrada la vista en las plumas, los mástiles y las puntas, no está viéndolas.
No mentiría si dijera que le barde da un respingo al ver a Rolthos cabalgar a su lado. La respetable figura del paladín siempre le había parecido emocionalmente impenetrable. Era como un arbol en medio del río. Y aun así... La gente te sorprende. -Oh, Rolthos, eso es muy bonito. -Sonrie genuinamente al escuchar la historia, e imaginándose a un pequeño chico haciendo una promesa de protección eterna a aquel bebé que no había ni pisado la tierra fresca. -Tengo recuerdos lejanos, que parecen retazos de un sueño. Mi padre arreglaba relojes. Ya no me acuerdo de si era por hobby o profesión. Pero recuerdo su lente de aumento, cómo se inclinaba ante el aparato, abierto de par en par para él. Operándolo con la delicadeza de un...-La mirada se le desvía a Julian momentaneamente- Bueno, la delicadeza de alguien que sabe lo que hace. Mi madre en cambio siempre fue más enérgica. Como un torbellino de color. Era lista, elocuente, convincente... Siempre se fijaba en todo. Yo pensaba que era bruja. Creo que mis mejores recuerdos son los de las noches de invierno. Mi padre tocaba el laud junto al fuego, y mi madre contaba historias y cantaba canciones antiguas. Hacíamos trucos de magia, y bailaba conmigo en el pequeño salón. Echo de menos aquellos días... Todo parecía más sencillo... Ahora miro atrás, y lo veo todo con un tinte oscuro que no se si se marchará jamás.
(En otro lado del campamento) -...hasta que el codo no da para más, ves? Y lo dejas rodar sobre el dorso de tu mano.- hace la demostración de nuevo. -Ah!- Se escucha el sonido amortiguado de un aro caerse a la hierba, y la risita de Jen. -Ay, ay, estás bien?- Le barde le mira la ceja del parche a Julian, donde se ha dado sin querer con el aro que le ha prestado -Se te da mejor la espada. Estás hecho todo un aventurero.-
Se da cuenta de Ilya no le responde, si no que se encuentra mirando a Nessa, con gesto preocupado. Jen mira también, triste. -Lo está pasando mal.... Haré la primera guardia hoy con ella también, vale? - Julian asiente, dándole la mano -Os necesita.-
Le barde se acerca a la cazadora, sentándose a su lado y tomándola del hombro con camaradería -Haremos nosotres la primera guardia- Afirma. -Te puedo trenzar el pelo mientras, qué te parece? -Da un apretón amistoso en los hombros de su amiga.- Y podemos hacer un caldo caliente. Eso nos sentará bien.-
Nessa, que aún estaba dándole vueltas a lo que ha estado hablando con Rolthos, al principio no escucha lo que le dice Jen.
-¿Eh? ... ¡Ah! Sí sí sí, genial, claro - vuelve a recoger las flechas en el carcaj y le hace un hueco a su amigue - ¿Qué tal? Apenas hemos podido hablar en el camino. Te he visto entrenando con Julian, me alegro de que ya vuelva a estar todo en orden entre vosotros. Venga, hagamos ese caldo, sí.
Tarda un rato en contarle lo que le ha dicho Rolthos, como si necesitará más rato para procesarlo. Pero cuando el campamento se queda más en silencio y sólo se oye el crepitar de la madera en el fuego se lo dice.
- Espero que esté equivocado. ¿Acaso voy a tener que levantar mis armas contra mi madre? - dice, negando con la cabeza - Rolthos ha hecho bien en contármelo, pero ... dioses ... parece que esta pesadilla no se acaba nunca.
Cruços que estaba atendiendo a los caballos, parece que ha terminado de cepillarlos junto con Vraak y los dos hombres cuchichean entre ellos antes de acercarse a Jen y Nessa.
- Lo siento Nessa, pero no he podido evitar escuchar... -sonríe de medio lado con la sonrisa que le puso a Nessa la primera vez que se conocieron mientras se sienta al otro lado de la ranger. - Se ve que no sólo tengo buen olfato -dice bromeando tocándose la nariz. - Pero bromas aparte. Lo que ha dicho Rolthos es duro, pero no le falta razón. Pero ¿sabes qué? que pase lo que pase nos vas a tener a tu lado -dice apoyando su mano en el antebrazo de la joven muchacha con ternura.
- Eso es -dice Vraak acuchillándose al lado de Cruços - No vamos a dejarte sola y juntos patearemos el culo de Zalphiros y de esa Aldanatarazuste o como demonios se quiera llamar. -
Julian, tras hacer un gesto a Rolthos para que se acerque también se sienta al lado de Jen y extiende su mano a la rodilla de Nessa ofreciéndole su apoyo.
- Estamos todos contigo Nessa. Claro que cada uno tiene sus propias motivaciones para emprender esta locura de aventura, y que todos queremos ayudar a la gente de Greyhawk y Celene pero.. -
- Pero estamos en esto por ti Nessa - continua Vraak y Julian asiente con confianza
- Encontraremos a tu madre y la llevaremos de vuelta sana y salva con nosotros -asegura el cazador de sangre. - Estas pasando por duras pruebas, pero no estas sola. -
Rolthos cierra el círculo y, en un gesto de familiaridad con el resto apoya sus manos en los hombros de Cruços y Vraak. El semi-orco hace lo mismo con Julian.
- Mientras permanezcamos unidos, no habrá nigromante ni templo que se nos resista. - asegura el paladin sonriendo a Nessa.
- Chicos... - logra decir Nessa antes de verse interrumpida por un acceso de lágrimas. No es capaz de hablar durante unos instantes, pero acaba recomponiéndose y mirándoles a todos y es extraño, porque está llorando y sonriendo a la vez.
Mira con cariño a Cruços y Rolthos primero, a Vraak y Julian después y finalmente a Jen. Este acaba tomando de la mano a Julian y a la propia ranger, con lo que se acaba formando un círculo perfecto.
- No podría pedir mejores compañeros que vosotros. No, compañeros no es la palabra adecuada. Ni siquiera amigos. Sois más que eso ... sois mi familia. Al final, existen lazos que son tan poderosos - o más - que los de sangre. Y no puedo creerme la suerte que tengo de teneros a mi lado.
Nessa se siente ahora con renovadas energías y añade:
- Tenéis razón: juntos somos fuertes. Llegaremos unidos al final de esta historia y acabaremos con todo lo que se nos ponga por delante.
Tras las emocionantes palabras de consuelo y ánimo y una cena entre sonrisas y esperanza poco a poco los compañeros, con la templanza que da la experiencia y la tranquilidad que da la confianza en sus compañeros que se quedan de guardia, se van quedando dormidos al calor de la hogueta.
Jen y Nessa se encargan de que el fuego no se apague y charlan entre elles entre susurros mientras la luna se eleva entre la copa de los árboles indicando el paso de las horas. Tan sólo el ruido de la brisa entre las ramas y algún búho perturba la tranquila noche.
Cuando notan que el sueño comienza a vencerles, despiertan a Julian y a Rolthos para que hagan la segunda guardia, posiblemente la más dura de todas al cortar el sueño en mitad de la noche.
Rolthos, estoico como siempre, se coloca su armadura lo más silenciosamente posible y Julian da un beso en la mejilla a Jen y se hace con una manta extra en la silla del caballo para taparse en la fría madrugada. No hace tanto frío como en la zona donde la Cacería extendía su influencia, pero el otoño avanza por Oerth.
La madrugada transcurre tranquila, tan sólo interrumpida por los ronquidos de Vraak y de Cruços, pese a que los vigías intentan hacerles cambiar de posición al cabo de pocos segundos el extraño concierto se reanuda.
- Disculpen - dice una voz masculina - Entiendo que ustedes necesitan su merecido descanso, pero me preguntaba si podrían ser tan amables de indicar a sus compañeros que dejaran de emitir esos ruidos tan ensordecedores. Están espantando toda la caza en varios kilómetros a la redonda. -
Julian y Rolthos dan un respingo, el médico cayéndose, literalmente de culo del tronco que usaba para sentarse. Ambos miran a su alrededor pero no ven a nadie. Tan sólo un búho en una rama cercana les observa con profundos ojos amarillos.
Tras el susto inicial Rolthos intentó recuperar la compostura y se incorporó usando su glaive a modo de cayado. Con una mirada y un movimiento de cabeza indicó a Julián le indicó que despertase a los compañeros dormidos y se dirigió hacia el señor búho.
- Buenas noches. Lamento que la sonata que están organizando le perturbe su actividad cinegética. – Dijo a modo de disculpa. – Hemos intentando silenciar sus ronquidos, pero son obstinadamente persistentes.
- ¿Puedo preguntar quienes sois? – Dijo mientras se presentaba. – Yo soy Rolthos Sarnantle de Greyhawck, servidor de Mayaheine.
- Hmm -responde el búho - un servidor de los dioses... pero querido muchacho por supuesto que lo eres. Oswald Glimfeather Tercero - se presenta el búho mirando fijamente al paladin.
Cuando Julian despierta, entre sorprendido y avergonzado a Vraak y Cruços y estos dejan de roncar mientras se despejan el búho agita todas sus plumas.
-Por todos los dioses. Gracias muchacho - le dice a Julian - No sé cómo podéis soportarlo... díganme caballeros -se dirige a los dos roncadores - ¿Cómo es posible que no se despierten así mismos con semejante escándalo? -
Cruços mira entre divertido e incrédulo al animal pero lo que hace que se quede con la boca abierta es la respuesta de Vraak.
- Bueno... -el semi-orco enrojece un poco y se rasca la nuca, claramente avergonzado - he de admitir que alguna vez sí me ha pasado... -
- Naturalmente que si muchacho. ¿Puedo recomendarte una infusión de camomila y corteza de sauce antes de dormir? Conocí un tejón que eliminó por completo el problema así -
Nessa escucha voces antes incluso de sentir la suave mano de Julian despertándola mientras le habla a Jen en voz baja -... no te lo vas a creer Jen, pero te va a encantar -
Casi ya despierta cuando siente la mano de Julian, Nessa abre los ojos poco a poco y ve a Rolthos, Cruços y Vraak hablando hacia ... ¿un árbol? No puede ser. Se incorpora frotándose los ojos y se acerca hacia ellos diciendo:
- ¿Pero qué pasa? ¿Con quién habláis?
Entonces sigue sus miradas y es cuando ve al búho. Hablando. Y muy refinadamente, además. Agita la cabeza incrédula y vuelve a mirar a sus compañeros. Rolthos y Cruços están impertérritos ante la escena y Vraak está rojo y avergonzado por alguna razón que no acaba de entender. Nunca había visto así al bárbaro y la ranger piensa por un momento "qué mono".
Luego vuelve a mirar al búho, con los ojos muy abiertos, bastante sorprendida por lo que está presenciando. "¿Personas que se transforman en osos y búhos que hablan? Esto empieza a parecer un bosque de cuento".
Finalmente dice:
- Esto ... disculpe la sorpresa señor... ¿Glimfeather? Pero nunca me había encontrado con alguien como usted. Perdónenos también si hemos alterado el bosque de alguna forma con nuestra presencia. Sólo estamos de paso en nuestro camino hacia el sur y no pretendemos provocar mal alguno. Mi nombre es Nessa, por cierto.
Se le ocurre que quizás un habitante del bosque como él pueda darles información acerca de la región así que, ya despierta del todo y con su mente trabajando como si no hubiera estado dormida hace unos instantes, pregunta:
- Seguro que conoce muy bien esta región. Tenemos varios días de marcha aún por delante y nos vendría bien saber si esta zona está en orden o si hay alguna presencia peligrosa o incluso maligna por los alrededores. Precisamente hemos tenido encuentros de ese tipo hace varios días, en Celene.
Mientras espera respuesta intenta fijarse en su alrededor por si detecta la presencia de alguna criatura más.
Jen va frotandose los ojos, somnoliente -hhnn... Qu..e pasa...?- Bosteza. Mira al buho. Parpadea un par de veces. -Hm... Un buho que habla.- Musita, casi inimpresionade. Se enconge de hombros y parece dispueste a darse la vuelta y volverse a dormir.
Pasan dos segundos.
-UN BUHO QUE HABLA!- Exclama girándose bruscamente, abriendo entonces los ojos como platos al procesar el hecho. El resto del grupo le chista para que no grite, y Jen se lleva las manos a la boca como para bajarse el volumen -Un.... Buho que habla- Susurra, mirando a Julian, ojiplatique. El médico tenía razón. Le encanta. Enseguida le hacen los ojos chiribitas.
-Ay, ay. Disculpe, disculpeme, no quería ofenderle. Oh, sois bellísimo. Ilya, mira que plumaje. Que maravilla- Dice atropelladamente, tratando de poner en orden sus pensamientos y no vibrar de la emocion como una abeja. -Me presento, señor Glimfrather. Jen. De la casa de hN. La hache es muda, señor.- Hace una pequeña inclinación de cortesía.
El paladín sonrió a Oswald devolviéndole la mirada con relajada actitud. – Oswald Glimfeather Tercero… me temo que no tengo el privilegio de haber oído de su familia. ¿Cuál es la presa que estáis persiguiendo en la oscuridad de la noche?
Después, cuando sus amarillos ojos reflectantes se posaron en sus compañeros, se concentró un instante y par observarle con la ayuda de su diosa.
Los sentidos divinos del paladin no revelaron nada inusual ni en su visitante ni en los alrededores.
Oswald Glimfeather Tercero giraba su cabeza fijando sus enormes ojos dorados en cada miembro del grupo que se dirigía a él.
- Contrólate queride -le dice a Jen cuando su excitación le hace exclamar. Lo dice con el tono de voz de un abuelo enseñando a sus traviesos nietos. - Compostura queride muchache, compostura. Y lo mismo te digo a ti querida Nessa. ¿Qué son esos modales? Avasallando así a un desconocido con una batería de preguntas e información. -El búho levanta una ceja cuando ve la reacción de Nessa - No me frunzas el ceño jovencita. Unos buenos modales te llevarán muy lejos. Tienes que aprender a moderar tu entusiasmo querida. Sé que no tienes malas intenciones, y que te esfuerzas, pero ni siquiera me has ofrecido un té. ¿Qué somos? ¿Animales? -
Las plumas del búho se agitan en su última palabra, como si le recorriera un escalofrío.
- Cruços querido muchacho. ¿Serías tan amable de poner a calentar algo de agua para preparar un té? -para sorpresa de todos el cazador de sangre echa un par de troncos al fuego para avivarlo de nuevo, pero es que el tono de voz entre educado y autoritario, como quien está acostumbrado a que se le obedezca sin réplica, deja poco margen de actuación. -Gracias muchacho, eres un verdadero encanto. -
Mientras Cruços se afana calentando agua Oswald Glimfeather Tercero aletea hasta posarse en una rama más baja y cercana al grupo.
- Ratones querido Rolthos por supuesto ¿Qué otra cosa si no? Pero me temo que hoy estarán todos escondidos con tanto alboroto-suspira - En fin ya que no podré cazar al menos podemos tener una interesante conversación ¿no?- Se atusa un poco las plumas del pecho antes de continuar. Ahora que está más cerca de la luz el extraño personaje no deja de sorprender al grupo, pues pueden ver que va vestido con un elegante chaleco azul y un pantalón a juego que deja libre tanto su cola como sus grandes garras. Una cadena de plata asoma por uno de los bolsillos del chaleco.
- Por supuesto que nunca te has encontrado con alguien como yo querida Nessa. Igual que yo no me he encontrado con alguien como tú o tus compañeros antes. Todos somos únicos ¿no es así? Y sin embargo compartimos algunos rasgos que nos ayudan a reconocernos. Así es como son las cosas. ¿Venís de Celene? He oído que las cosas están agitadas por allí últimamente. -
Nessa baja la cabeza y mira al suelo, compungida. "Otra vez la he liado", piensa. Hace nota mental de ser más amable y menos avasalladora la próxima vez, esperando que el próximo encuentro con un desconocido se le de mejor.
- Vaya, disculpe mi intensidad - se fija en Cruços poniendo el agua a hervir y dice - La verdad es que no sé si disponemos de té. Tenemos vino élfico, una bebida un poco fuerte, pero podemos ofrecerle nuestras raciones si le interesa.
Se sorprende bastante cuando ve que Oswald va vestido. Está claro que no están tratando con un animal, pero está bastante perdida en cuanto a qué tipo de criatura es. Desde luego, no va a preguntar. Bastante le ha ofendido ya con tantas preguntas como para preguntarle por su naturaleza.
Se sienta cerca del fuego mirando a su interlocutor:
- Sí, de ahí venimos. Efectivamente, las cosas no están nada bien por allí. Un grupo llamado la Cacería Salvaje junto con un ejército de no muertos van causando estragos allá por donde van. Muchos han muerto por causa de ambos ... y nosotros estamos en el camino para intentar ayudar con todo esto. Espero que por aquí las cosas estén un poco mejor.
Oswald Glimfeather Tercero acepta las disculpas de Nessa con una leve inclinación de cabeza.
- Algo tenemos -dice Cruços con una sonrisa de disculpa a Nessa - lo compré en la tienda de Ilmure -
Mientras el hombre dejaba caer las hojas en el agua caliente el búho guiñó un ojo a Nessa mientras se tocaba el pico con una larga pluma de su ala izquierda. Aunque recuperó la seriedad cuando ella le contó las preocupantes noticias de Celene.
- Por todos los dioses. Uno podría pensar que nunca se acaban los problemas. La Cacería Salvaje nada menos. Espero que los Caballeros Verdes sean capaces de repelerlos. ¿Y un ejército de no-muertos? Que desagradable. Que poco tacto. ¡Que barbarie! -por un momento parece a punto de desfallecer pero se recupera tras guiñar varias veces los ojos y sacudir su plumaje en lo que parece ser un gesto característico suyo - Eso no puede consentirse. ¿Y qué camino lleváis vosotros queridos muchaches y cómo pretendéis ayudar si no es mucho preguntar? La Cacería Salvaje no es ninguna broma muchaches y un ejército de no-muertos... gracias querido -dice a Cruços cuando este le tiende una taza con el té caliente. - ...un ejército de no-muertos parece demasiado incluso para un valiente servidor de Mayaheine. ¿Estáis seguros de que no estáis intentando morder algo demasiado grande? -
Al no haber detectado nada malvado en la criatura Rolthos se relajó aún más y decidió hablar con el animal con más franqueza.
- En el pasado tuvimos la oportunidad de detener al responsable de levantar el ejército. – Suspiró amargamente. - Podríamos haber detenido los acontecimientos si hubiésemos derrotado a Zalphiros. Pero fallamos y de alguna forma nos sentimos moralmente obligados a hacer algo. – Dijo confesando sus fracasos pasados.
- Es cierto que derrotar a todo un ejército o mandar a la caza oscura a su plano nos viene algo grande. De hecho nos enfrentamos a tan solo uno de los cazadores y apenas salimos con vida.
Hizo una pausa mirando a sus compañeros dudando. A pesar de la confianza que le inspiraba el búho no quería dar más detalles que pudieran poner en peligro la misión. Al fin y al cabo no era claro cuál podía ser la afiliación de aquella criatura. - Hemos decidido apagar otro fuego que amenaza la prosperidad de la zona o incluso del plano material. - Rolthos hizo un gesto despulpándose por la grandilocuencia de sus palabras. - Esperamos no solo evitar posibles males mayores, si no fortalecer nuestras posibilidades de detener a Zalphiros y la miseria que está extendiendo por estas tierras.
Mirando a la extraña criatura ponderó las posibilidades de que fuese un espía, una ilusión o un cambia formas. Pero si era un emisario o un espía solo tenía que seguirles por el aire desde la lejanía y no podrían evitar que obtuviese la información. Se decidió a ser más honesto con él
- Vamos al templo del mal elemental ya que hay noticias de que algo se ha despertado allí y puede haber problemas. - Dijo finalmente después de los rodeos iniciales. - Es algo serio, Ornym de los Caballeros Verdes cree que merece la pena investigarlo.
Le barde ha estado mirando a Oswald Glimfeather Tercero con todo el interés del mundo, maravillándose ante su refinado lenguaje y su conocimiento del medio. Casi parece más enterado de todo lo que ocurre que ellos. Pero claro, es un buho, no por nada son representados como avatares de la sabiduría.
-Si llegamos al templo y detenemos el mal que se agita en él, estos bosques serán un mínimo más tranquilos. Y estaremos un paso más cerca de alcanzar al ejército de no-muertos- Pone una mano en el hombro de Rolthos, dándole ánimo silenciosamente.
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** Flashback a la guardia **
Durante su guardia, Nessa medita acerca de lo ocurrido en la casa de los cambiaformas, pensando que en futuras ocasiones necesitará modular sus palabras para que no vuelva a suceder algo así. Mira a sus compañeros durmiendo y suspira. Por fortuna ha podido encontrar un lugar resguardado para dormir ... si no hubiera sido así, y por su culpa hubieran tenido que pasar una mala noche al raso, se habría sentido aún peor.
Recordó las risas alegres que escuchó en la casa antes de que irrumpieran en la vida de aquella familia, y esto le hizo acordarse de nuevo de la suya. Sacó de su mochila el dibujo en carboncillo que cogió de su casa y lo repasó en silencio. Su padre, con su eterna expresión adusta, mientras su madre en cambio mostraba un rostro sonriente y amable. Andrew y la propia Nessa aparecían algo serios, mientras que Rose también sonreía. En el pueblo siempre decían que los dos hijos mayores habían salido al padre tanto en aspecto físico como en seriedad, mientras que la pequeña Rose era la viva imagen de su madre e igual de encantadora.
Se preguntó dónde estaría su madre en aquel momento. Todo apuntaba a que Aldalantanustë se la había llevado por alguna razón que no alcanzaba a comprender ... ¿quizás para poder tener una baza contra ella? Pero si al menos significaba que seguía viva quizás podría ... Negó con la cabeza. No quería aferrarse a pensamientos esperanzadores que luego resultaran ser falsos. Guardó el carboncillo con cuidado y siguió observando el bosque hasta que llegó la hora de desperar a Vraak con suavidad para que continuara con la última guardia.
Tras hacerlo volvió a acostarse para tener unas pocas horas más de descanso. Acarició el colgante de berilio, imaginando a Ornym vigilando a la comitiva de Villa Güluvor en un bosque similar ...
** Durante la mañana **
La ranger se despierta con el olor del conejo que está preprando Vraak. Se acerca a él y le dice:
- Mmmm, qué buena pinta. ¿Me dejas darle un toque? - dice mientras rebusca en su mochila y localiza la cajita con especias que usa siempre para cocinar. Coge un par de pizcas y las espolvorea por encima del conejo. También añade un poquito de la miel que cogió de la villa para prepar venenos y lo mezcla todo bien. Finalmente prueba un poquito, asiente y con una sonrisa de satisfacción le dice al semiorco - Prueba ahora. ¿Mejor?
Más tarde, cuando ve las huellas de oso, comenta al grupo:
- Parece que anoche tuvimos visita. Diría que Harkal vino a asegurarse de que nos hubiéramos alejado de su hogar. No me gusta la idea de que nos hayan estado observando sin enterarnos, tendremos que estar más atentos la próxima vez.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Rolthos se despertó con el costado algo entumecido y suspiró pensando que quizás podrían haber pasado la noche bajo techo. Sin embargo se calló y disimuló su incomodidad, Nessa había pasado momentos muy difíciles con su familia y la separación de Ornym no le podía estar ayudando. Bastante tenía con todo ello y posiblemente necesitaba todo el apoyo posible.
- Si salimos de esta y decides sentar la cabeza, mi madre te puede ayudar a empezar una posada, tienes madera de cocinera. – Dijo mientras degustaba la carne de conejo con el aroma de las hierbas y el dulzor de la miel.
Mirando las huellas asintió a Nessa – Es inquietante, pero creo si se hubiese acercado más, tanto como para resultar una amenaza, lo hubiésemos percibido. Yo no me preocuparía mucho por ello.
Zevatur, Rolthos
Nessa enarca las cejas y se ríe de buena gana:
- ¿Yo, posadera? ¿Te imaginas? Con un delantal por aquí y por allá, harina hasta los codos y sirviendo cerveza tras la barra - echa un vistazo al arco y al carcaj, que tiene apoyados a su lado, mientras intenta dibujar en su mente lo que ha descrito - Mmmm la verdad es que no logro imaginármelo. Cuando miro al futuro no me veo tan alejada de esto - dice, pasando un dedo por su fiel arco - Pero sí que me veo cocinando para las personas que más me importan. De hecho, estoy descubriendo que es algo que me centra y me ayuda a olvidarme un poco de todo ... y me da mucha alegría veros disfrutar de algo que he hecho para vosotros, ¿sabes?
Se queda callada unos instantes, menea la cabeza y finalmente añade:
- Si mis padres lo vieran no lo creerían. ¡Con lo que me fastidiaba cada vez que me tenía que hacerlo en casa! Pero claro, no es lo mismo hacer algo por obligación, y que no te dejen hacer prácticamente nada más porque se sale de la vida que han diseñado para ti, que hacerlo por voluntad propia.
Suspira al tiempo que coje un poco de la comida, que no había probado del todo aún:
- Vaya, sí que está rico, sí. Pero el chef en este caso ha sido Vraak, yo sólo he dado el toque final - dice sonriendo.
Tras esta conversación el grupo prepara su equipo y se pone de nuevo en camino. El día transcurre sin encuentros ni sobresaltos, con la ocasional lluvia como única molestia.
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Rolthos rio con la idea de Nessa posadera y se limitó a aseverar – Cosas mas raras se han visto. Veremos lo que pasa.
Durante el siguiente trayecto el paladín habló con los compañeros en voz baja y mirando a su alrededor. Con Jen se interesó por su familia y su niñez,
- ¿Cómo eran tus padres durante tu infancia, cuál es tu recuerdo más querido? – Preguntó ofreciendo a cambio parte de su propia historia - Para mí fue cuando nació Roldria, mi hermana pequeña. Aún lo recuerdo claramente, no paraba de llorar hasta que la cogí en mis pequeños brazos. Paró de llorar y me sentí orgulloso, creo que desde ese momento afianzó en mi fuertemente la semilla del sentido de la responsabilidad.
Con Julian se interesó por el inicio en la práctica de su profesión interesándose en cómo se había interesado por primera vez en sanar a la gente y como había conocido a Lord Gui. Para el las primeras prácticas habían sido con su propio padre, como aprendiz de guardia de la ciudad, realizando investigaciones en un aburrido, y sin peligro de enfrentamientos físicos, asunto de evasión de tasas.
A Vraak le hablo del periodo de aprendiz en la guardia en la ciudad. Preguntándole por alguno de los elementos que había conocido allí y se interesó por el inicio de su servicio en la guardia, como había ocurrido y que le había llevado a unirse a la guardia.
Con Nessa era más difícil hablar ya que siempre estaba algo adelantada mirando huellas y asegurándose que de su trayecto era seguro. Pero al llegar al campamento se aseguró de estar con ella un momento, más o menos apartados del resto y le preguntó sobre su estado de ánimo y el asunto espinoso que preveía en el futuro con su hermana.
- ¿Qué tal te encuentras? La situación de tu hermana es difícil… - Viendo que la impresión inicial acerca de esa información se había calmado algo, decidió no esperar más y le planteó la posibilidad más aciaga que se le había ocurrido viendo las huellas de su hermana nadar hacia lo que podría haber sido un dragón levantando el vuelo.
- Si Zalphiros se ha llevado a tu madre, es muy posible que la usen para hacer que tu resolución en un futuro enfrentamiento se debilite. No solo que la usen como una especie de escudo humano, pero existe la posibilidad, más terrible, de que la hayan atraído a su lado. La sanación podría haber hecho que se haya convertido en una aliada de Zalphiros, una aliada voluntaria y fuertemente convencida. - Dijo lamentando la mella en el ánimo de Nessa que la idea podría originar. - Siento trasladarte esta posibilidad, pero creo que es mejor considerar la posibilidad ahora que más adelante.
Al hacer el campamento Rolthos oró a su diosa mientras preparaban la cena. Pronto llegarían al templo y allí se dedicaría en cuerpo y alma a horrar el sacrificio de su predecesora y a recuperar las herramientas que allí permanecían.
Zevatur, Rolthos
Cuando la noche se les empezó a caer encima Nessa localizó un lugar no muy lejos del camino donde se había formado un pequeño claro entre árboles. Tenían el espacio justo para ellos y los caballos y gracias a las densas copas de los árboles de alrededor el suelo apenas estaba mojado.
Se bajó del caballo, soltó sus cosas en el suelo y le dirigió unas palabras cariñosas a Céfiro antes de dejarle con el resto de animales. Estiró su cuerpo cansado y dolorido antes de sentarse por fin a descansar. Por mucho que le gustara montar, tangas horas seguidas acababan haciendo mella en el cuerpo. En tono de broma dijo:
- Nos va haciendo falta otra visita a la casa de baños, ¿eh? - previendo el típico comentario sarcástico de Cruços añadió rápidamente - ¡Nada de protestar, que se notó que disfrutaste la última vez!
Sonriendo, vio como Rolthos se sentaba su lado y se interesaba por su estado.
- ¿Cómo estoy? Ojalá tuviera una respuesta clara, Rolthos. A ratos estoy tan concentrada en otros asuntos que se me olvida todo lo que ha pasado. Pero cuando me acuerdo duele, duele mucho. Ayer por ejemplo, cuando escuchaba las risas de la familia antes de que habláramos con ellos, o cuando los vi a todos reunidos en el salón ... - se calla un momento - ... te juro que tuve que contenerme para no echarme a llorar. A ratos me siento culpable también, incluso pienso que no me merezco la alegría que ha traído Ornym a mi vida.
Nessa sonríe con tristeza al paladín.
- Hablando de lo cual, quería decirte que me alivió mucho que acabárais llevandoos bien. Sé que el comienzo fue un tenso poco y que hubo algún intercambio de palabras difícil entre tú y él. Para mi era importante que no fuera a más y os llevarais bien y al final así ha sido. Gracias por eso - dice poniendo una mano sobre la de Rolthos.
Cuando saca el tema complicado, la ranger se queda un poco en silencio, mirándole casi sin comprender.
- Pero - ríe nerviosa - eso no puede ser. Quiero decir, no la conoces, no sabes cómo es. Mi madre nunca le haría daño a nadie. Es la persona más amable que existe... no... - niega con la cabeza - No puede ser. ¿Que la usen contra mi? Eso sí que me lo espero, tratándose de seres despreciables como ellos capaces de reducir pueblos a cenizas. Pero que mi madre se alíe con ellos ... no, no conscientemente al menos. Dioses, por favor...
Nessa se tapa las manos con la cara un momento y cuando vuelve a mirar a Rolthos la expresión más tranquila que tenía al llegar al campamento se ha transformado en una de preocupación. ¿Podría ser cierto?
- Necesito ... necesito un momento...
Se aleja unos pasos intentando buscar algo que hacer, algo en lo que concentrar su mente para intentar no darle vueltas a lo que Rolthos le acaba de decir. Coge su carcaj y saca su contenido, empezando a revisar el estado de las flechas. Pero por más que tiene concentrada la vista en las plumas, los mástiles y las puntas, no está viéndolas.
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No mentiría si dijera que le barde da un respingo al ver a Rolthos cabalgar a su lado. La respetable figura del paladín siempre le había parecido emocionalmente impenetrable. Era como un arbol en medio del río. Y aun así... La gente te sorprende.
-Oh, Rolthos, eso es muy bonito. -Sonrie genuinamente al escuchar la historia, e imaginándose a un pequeño chico haciendo una promesa de protección eterna a aquel bebé que no había ni pisado la tierra fresca.
-Tengo recuerdos lejanos, que parecen retazos de un sueño. Mi padre arreglaba relojes. Ya no me acuerdo de si era por hobby o profesión. Pero recuerdo su lente de aumento, cómo se inclinaba ante el aparato, abierto de par en par para él. Operándolo con la delicadeza de un...-La mirada se le desvía a Julian momentaneamente- Bueno, la delicadeza de alguien que sabe lo que hace.
Mi madre en cambio siempre fue más enérgica. Como un torbellino de color. Era lista, elocuente, convincente... Siempre se fijaba en todo. Yo pensaba que era bruja.
Creo que mis mejores recuerdos son los de las noches de invierno. Mi padre tocaba el laud junto al fuego, y mi madre contaba historias y cantaba canciones antiguas. Hacíamos trucos de magia, y bailaba conmigo en el pequeño salón. Echo de menos aquellos días... Todo parecía más sencillo... Ahora miro atrás, y lo veo todo con un tinte oscuro que no se si se marchará jamás.
(En otro lado del campamento)
-...hasta que el codo no da para más, ves? Y lo dejas rodar sobre el dorso de tu mano.- hace la demostración de nuevo.
-Ah!- Se escucha el sonido amortiguado de un aro caerse a la hierba, y la risita de Jen. -Ay, ay, estás bien?- Le barde le mira la ceja del parche a Julian, donde se ha dado sin querer con el aro que le ha prestado -Se te da mejor la espada. Estás hecho todo un aventurero.-
Se da cuenta de Ilya no le responde, si no que se encuentra mirando a Nessa, con gesto preocupado. Jen mira también, triste. -Lo está pasando mal.... Haré la primera guardia hoy con ella también, vale? -
Julian asiente, dándole la mano -Os necesita.-
Le barde se acerca a la cazadora, sentándose a su lado y tomándola del hombro con camaradería -Haremos nosotres la primera guardia- Afirma. -Te puedo trenzar el pelo mientras, qué te parece? -Da un apretón amistoso en los hombros de su amiga.- Y podemos hacer un caldo caliente. Eso nos sentará bien.-
Nessa, que aún estaba dándole vueltas a lo que ha estado hablando con Rolthos, al principio no escucha lo que le dice Jen.
-¿Eh? ... ¡Ah! Sí sí sí, genial, claro - vuelve a recoger las flechas en el carcaj y le hace un hueco a su amigue - ¿Qué tal? Apenas hemos podido hablar en el camino. Te he visto entrenando con Julian, me alegro de que ya vuelva a estar todo en orden entre vosotros. Venga, hagamos ese caldo, sí.
Tarda un rato en contarle lo que le ha dicho Rolthos, como si necesitará más rato para procesarlo. Pero cuando el campamento se queda más en silencio y sólo se oye el crepitar de la madera en el fuego se lo dice.
- Espero que esté equivocado. ¿Acaso voy a tener que levantar mis armas contra mi madre? - dice, negando con la cabeza - Rolthos ha hecho bien en contármelo, pero ... dioses ... parece que esta pesadilla no se acaba nunca.
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Cruços que estaba atendiendo a los caballos, parece que ha terminado de cepillarlos junto con Vraak y los dos hombres cuchichean entre ellos antes de acercarse a Jen y Nessa.
- Lo siento Nessa, pero no he podido evitar escuchar... - sonríe de medio lado con la sonrisa que le puso a Nessa la primera vez que se conocieron mientras se sienta al otro lado de la ranger. - Se ve que no sólo tengo buen olfato - dice bromeando tocándose la nariz. - Pero bromas aparte. Lo que ha dicho Rolthos es duro, pero no le falta razón. Pero ¿sabes qué? que pase lo que pase nos vas a tener a tu lado - dice apoyando su mano en el antebrazo de la joven muchacha con ternura.
- Eso es - dice Vraak acuchillándose al lado de Cruços - No vamos a dejarte sola y juntos patearemos el culo de Zalphiros y de esa Aldanatarazuste o como demonios se quiera llamar. -
Julian, tras hacer un gesto a Rolthos para que se acerque también se sienta al lado de Jen y extiende su mano a la rodilla de Nessa ofreciéndole su apoyo.
- Estamos todos contigo Nessa. Claro que cada uno tiene sus propias motivaciones para emprender esta locura de aventura, y que todos queremos ayudar a la gente de Greyhawk y Celene pero.. -
- Pero estamos en esto por ti Nessa - continua Vraak y Julian asiente con confianza
- Encontraremos a tu madre y la llevaremos de vuelta sana y salva con nosotros - asegura el cazador de sangre. - Estas pasando por duras pruebas, pero no estas sola. -
Rolthos cierra el círculo y, en un gesto de familiaridad con el resto apoya sus manos en los hombros de Cruços y Vraak. El semi-orco hace lo mismo con Julian.
- Mientras permanezcamos unidos, no habrá nigromante ni templo que se nos resista. - asegura el paladin sonriendo a Nessa.
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- Chicos... - logra decir Nessa antes de verse interrumpida por un acceso de lágrimas. No es capaz de hablar durante unos instantes, pero acaba recomponiéndose y mirándoles a todos y es extraño, porque está llorando y sonriendo a la vez.
Mira con cariño a Cruços y Rolthos primero, a Vraak y Julian después y finalmente a Jen. Este acaba tomando de la mano a Julian y a la propia ranger, con lo que se acaba formando un círculo perfecto.
- No podría pedir mejores compañeros que vosotros. No, compañeros no es la palabra adecuada. Ni siquiera amigos. Sois más que eso ... sois mi familia. Al final, existen lazos que son tan poderosos - o más - que los de sangre. Y no puedo creerme la suerte que tengo de teneros a mi lado.
Nessa se siente ahora con renovadas energías y añade:
- Tenéis razón: juntos somos fuertes. Llegaremos unidos al final de esta historia y acabaremos con todo lo que se nos ponga por delante.
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Tras las emocionantes palabras de consuelo y ánimo y una cena entre sonrisas y esperanza poco a poco los compañeros, con la templanza que da la experiencia y la tranquilidad que da la confianza en sus compañeros que se quedan de guardia, se van quedando dormidos al calor de la hogueta.
Jen y Nessa se encargan de que el fuego no se apague y charlan entre elles entre susurros mientras la luna se eleva entre la copa de los árboles indicando el paso de las horas. Tan sólo el ruido de la brisa entre las ramas y algún búho perturba la tranquila noche.
Cuando notan que el sueño comienza a vencerles, despiertan a Julian y a Rolthos para que hagan la segunda guardia, posiblemente la más dura de todas al cortar el sueño en mitad de la noche.
Rolthos, estoico como siempre, se coloca su armadura lo más silenciosamente posible y Julian da un beso en la mejilla a Jen y se hace con una manta extra en la silla del caballo para taparse en la fría madrugada. No hace tanto frío como en la zona donde la Cacería extendía su influencia, pero el otoño avanza por Oerth.
La madrugada transcurre tranquila, tan sólo interrumpida por los ronquidos de Vraak y de Cruços, pese a que los vigías intentan hacerles cambiar de posición al cabo de pocos segundos el extraño concierto se reanuda.
- Disculpen - dice una voz masculina - Entiendo que ustedes necesitan su merecido descanso, pero me preguntaba si podrían ser tan amables de indicar a sus compañeros que dejaran de emitir esos ruidos tan ensordecedores. Están espantando toda la caza en varios kilómetros a la redonda. -
Julian y Rolthos dan un respingo, el médico cayéndose, literalmente de culo del tronco que usaba para sentarse. Ambos miran a su alrededor pero no ven a nadie. Tan sólo un búho en una rama cercana les observa con profundos ojos amarillos.
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Tras el susto inicial Rolthos intentó recuperar la compostura y se incorporó usando su glaive a modo de cayado. Con una mirada y un movimiento de cabeza indicó a Julián le indicó que despertase a los compañeros dormidos y se dirigió hacia el señor búho.
- Buenas noches. Lamento que la sonata que están organizando le perturbe su actividad cinegética. – Dijo a modo de disculpa. – Hemos intentando silenciar sus ronquidos, pero son obstinadamente persistentes.
- ¿Puedo preguntar quienes sois? – Dijo mientras se presentaba. – Yo soy Rolthos Sarnantle de Greyhawck, servidor de Mayaheine.
Zevatur, Rolthos
- Hmm - responde el búho - un servidor de los dioses... pero querido muchacho por supuesto que lo eres. Oswald Glimfeather Tercero - se presenta el búho mirando fijamente al paladin.
Cuando Julian despierta, entre sorprendido y avergonzado a Vraak y Cruços y estos dejan de roncar mientras se despejan el búho agita todas sus plumas.
-Por todos los dioses. Gracias muchacho - le dice a Julian - No sé cómo podéis soportarlo... díganme caballeros - se dirige a los dos roncadores - ¿Cómo es posible que no se despierten así mismos con semejante escándalo? -
Cruços mira entre divertido e incrédulo al animal pero lo que hace que se quede con la boca abierta es la respuesta de Vraak.
- Bueno... - el semi-orco enrojece un poco y se rasca la nuca, claramente avergonzado - he de admitir que alguna vez sí me ha pasado... -
- Naturalmente que si muchacho. ¿Puedo recomendarte una infusión de camomila y corteza de sauce antes de dormir? Conocí un tejón que eliminó por completo el problema así -
Nessa escucha voces antes incluso de sentir la suave mano de Julian despertándola mientras le habla a Jen en voz baja -... no te lo vas a creer Jen, pero te va a encantar -
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Casi ya despierta cuando siente la mano de Julian, Nessa abre los ojos poco a poco y ve a Rolthos, Cruços y Vraak hablando hacia ... ¿un árbol? No puede ser. Se incorpora frotándose los ojos y se acerca hacia ellos diciendo:
- ¿Pero qué pasa? ¿Con quién habláis?
Entonces sigue sus miradas y es cuando ve al búho. Hablando. Y muy refinadamente, además. Agita la cabeza incrédula y vuelve a mirar a sus compañeros. Rolthos y Cruços están impertérritos ante la escena y Vraak está rojo y avergonzado por alguna razón que no acaba de entender. Nunca había visto así al bárbaro y la ranger piensa por un momento "qué mono".
Luego vuelve a mirar al búho, con los ojos muy abiertos, bastante sorprendida por lo que está presenciando. "¿Personas que se transforman en osos y búhos que hablan? Esto empieza a parecer un bosque de cuento".
Finalmente dice:
- Esto ... disculpe la sorpresa señor... ¿Glimfeather? Pero nunca me había encontrado con alguien como usted. Perdónenos también si hemos alterado el bosque de alguna forma con nuestra presencia. Sólo estamos de paso en nuestro camino hacia el sur y no pretendemos provocar mal alguno. Mi nombre es Nessa, por cierto.
Se le ocurre que quizás un habitante del bosque como él pueda darles información acerca de la región así que, ya despierta del todo y con su mente trabajando como si no hubiera estado dormida hace unos instantes, pregunta:
- Seguro que conoce muy bien esta región. Tenemos varios días de marcha aún por delante y nos vendría bien saber si esta zona está en orden o si hay alguna presencia peligrosa o incluso maligna por los alrededores. Precisamente hemos tenido encuentros de ese tipo hace varios días, en Celene.
Mientras espera respuesta intenta fijarse en su alrededor por si detecta la presencia de alguna criatura más.
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Jen va frotandose los ojos, somnoliente -hhnn... Qu..e pasa...?- Bosteza. Mira al buho. Parpadea un par de veces. -Hm... Un buho que habla.- Musita, casi inimpresionade. Se enconge de hombros y parece dispueste a darse la vuelta y volverse a dormir.
Pasan dos segundos.
-UN BUHO QUE HABLA!- Exclama girándose bruscamente, abriendo entonces los ojos como platos al procesar el hecho. El resto del grupo le chista para que no grite, y Jen se lleva las manos a la boca como para bajarse el volumen -Un.... Buho que habla- Susurra, mirando a Julian, ojiplatique. El médico tenía razón. Le encanta. Enseguida le hacen los ojos chiribitas.
-Ay, ay. Disculpe, disculpeme, no quería ofenderle. Oh, sois bellísimo. Ilya, mira que plumaje. Que maravilla- Dice atropelladamente, tratando de poner en orden sus pensamientos y no vibrar de la emocion como una abeja. -Me presento, señor Glimfrather. Jen. De la casa de hN. La hache es muda, señor.- Hace una pequeña inclinación de cortesía.
El paladín sonrió a Oswald devolviéndole la mirada con relajada actitud. – Oswald Glimfeather Tercero… me temo que no tengo el privilegio de haber oído de su familia. ¿Cuál es la presa que estáis persiguiendo en la oscuridad de la noche?
Después, cuando sus amarillos ojos reflectantes se posaron en sus compañeros, se concentró un instante y par observarle con la ayuda de su diosa.
Uso un divine sense
Zevatur, Rolthos
Los sentidos divinos del paladin no revelaron nada inusual ni en su visitante ni en los alrededores.
Oswald Glimfeather Tercero giraba su cabeza fijando sus enormes ojos dorados en cada miembro del grupo que se dirigía a él.
- Contrólate queride - le dice a Jen cuando su excitación le hace exclamar. Lo dice con el tono de voz de un abuelo enseñando a sus traviesos nietos. - Compostura queride muchache, compostura. Y lo mismo te digo a ti querida Nessa. ¿Qué son esos modales? Avasallando así a un desconocido con una batería de preguntas e información. - El búho levanta una ceja cuando ve la reacción de Nessa - No me frunzas el ceño jovencita. Unos buenos modales te llevarán muy lejos. Tienes que aprender a moderar tu entusiasmo querida. Sé que no tienes malas intenciones, y que te esfuerzas, pero ni siquiera me has ofrecido un té. ¿Qué somos? ¿Animales? -
Las plumas del búho se agitan en su última palabra, como si le recorriera un escalofrío.
- Cruços querido muchacho. ¿Serías tan amable de poner a calentar algo de agua para preparar un té? - para sorpresa de todos el cazador de sangre echa un par de troncos al fuego para avivarlo de nuevo, pero es que el tono de voz entre educado y autoritario, como quien está acostumbrado a que se le obedezca sin réplica, deja poco margen de actuación. -Gracias muchacho, eres un verdadero encanto. -
Mientras Cruços se afana calentando agua Oswald Glimfeather Tercero aletea hasta posarse en una rama más baja y cercana al grupo.
- Ratones querido Rolthos por supuesto ¿Qué otra cosa si no? Pero me temo que hoy estarán todos escondidos con tanto alboroto- suspira - En fin ya que no podré cazar al menos podemos tener una interesante conversación ¿no?- Se atusa un poco las plumas del pecho antes de continuar. Ahora que está más cerca de la luz el extraño personaje no deja de sorprender al grupo, pues pueden ver que va vestido con un elegante chaleco azul y un pantalón a juego que deja libre tanto su cola como sus grandes garras. Una cadena de plata asoma por uno de los bolsillos del chaleco.
- Por supuesto que nunca te has encontrado con alguien como yo querida Nessa. Igual que yo no me he encontrado con alguien como tú o tus compañeros antes. Todos somos únicos ¿no es así? Y sin embargo compartimos algunos rasgos que nos ayudan a reconocernos. Así es como son las cosas. ¿Venís de Celene? He oído que las cosas están agitadas por allí últimamente. -
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Nessa baja la cabeza y mira al suelo, compungida. "Otra vez la he liado", piensa. Hace nota mental de ser más amable y menos avasalladora la próxima vez, esperando que el próximo encuentro con un desconocido se le de mejor.
- Vaya, disculpe mi intensidad - se fija en Cruços poniendo el agua a hervir y dice - La verdad es que no sé si disponemos de té. Tenemos vino élfico, una bebida un poco fuerte, pero podemos ofrecerle nuestras raciones si le interesa.
Se sorprende bastante cuando ve que Oswald va vestido. Está claro que no están tratando con un animal, pero está bastante perdida en cuanto a qué tipo de criatura es. Desde luego, no va a preguntar. Bastante le ha ofendido ya con tantas preguntas como para preguntarle por su naturaleza.
Se sienta cerca del fuego mirando a su interlocutor:
- Sí, de ahí venimos. Efectivamente, las cosas no están nada bien por allí. Un grupo llamado la Cacería Salvaje junto con un ejército de no muertos van causando estragos allá por donde van. Muchos han muerto por causa de ambos ... y nosotros estamos en el camino para intentar ayudar con todo esto. Espero que por aquí las cosas estén un poco mejor.
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Oswald Glimfeather Tercero acepta las disculpas de Nessa con una leve inclinación de cabeza.
- Algo tenemos - dice Cruços con una sonrisa de disculpa a Nessa - lo compré en la tienda de Ilmure -
Mientras el hombre dejaba caer las hojas en el agua caliente el búho guiñó un ojo a Nessa mientras se tocaba el pico con una larga pluma de su ala izquierda. Aunque recuperó la seriedad cuando ella le contó las preocupantes noticias de Celene.
- Por todos los dioses. Uno podría pensar que nunca se acaban los problemas. La Cacería Salvaje nada menos. Espero que los Caballeros Verdes sean capaces de repelerlos. ¿Y un ejército de no-muertos? Que desagradable. Que poco tacto. ¡Que barbarie! - por un momento parece a punto de desfallecer pero se recupera tras guiñar varias veces los ojos y sacudir su plumaje en lo que parece ser un gesto característico suyo - Eso no puede consentirse. ¿Y qué camino lleváis vosotros queridos muchaches y cómo pretendéis ayudar si no es mucho preguntar? La Cacería Salvaje no es ninguna broma muchaches y un ejército de no-muertos... gracias querido - dice a Cruços cuando este le tiende una taza con el té caliente. - ...un ejército de no-muertos parece demasiado incluso para un valiente servidor de Mayaheine. ¿Estáis seguros de que no estáis intentando morder algo demasiado grande? -
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Al no haber detectado nada malvado en la criatura Rolthos se relajó aún más y decidió hablar con el animal con más franqueza.
- En el pasado tuvimos la oportunidad de detener al responsable de levantar el ejército. – Suspiró amargamente. - Podríamos haber detenido los acontecimientos si hubiésemos derrotado a Zalphiros. Pero fallamos y de alguna forma nos sentimos moralmente obligados a hacer algo. – Dijo confesando sus fracasos pasados.
- Es cierto que derrotar a todo un ejército o mandar a la caza oscura a su plano nos viene algo grande. De hecho nos enfrentamos a tan solo uno de los cazadores y apenas salimos con vida.
Hizo una pausa mirando a sus compañeros dudando. A pesar de la confianza que le inspiraba el búho no quería dar más detalles que pudieran poner en peligro la misión. Al fin y al cabo no era claro cuál podía ser la afiliación de aquella criatura. - Hemos decidido apagar otro fuego que amenaza la prosperidad de la zona o incluso del plano material. - Rolthos hizo un gesto despulpándose por la grandilocuencia de sus palabras. - Esperamos no solo evitar posibles males mayores, si no fortalecer nuestras posibilidades de detener a Zalphiros y la miseria que está extendiendo por estas tierras.
Mirando a la extraña criatura ponderó las posibilidades de que fuese un espía, una ilusión o un cambia formas. Pero si era un emisario o un espía solo tenía que seguirles por el aire desde la lejanía y no podrían evitar que obtuviese la información. Se decidió a ser más honesto con él
- Vamos al templo del mal elemental ya que hay noticias de que algo se ha despertado allí y puede haber problemas. - Dijo finalmente después de los rodeos iniciales. - Es algo serio, Ornym de los Caballeros Verdes cree que merece la pena investigarlo.
Zevatur, Rolthos
Le barde ha estado mirando a Oswald Glimfeather Tercero con todo el interés del mundo, maravillándose ante su refinado lenguaje y su conocimiento del medio. Casi parece más enterado de todo lo que ocurre que ellos. Pero claro, es un buho, no por nada son representados como avatares de la sabiduría.
-Si llegamos al templo y detenemos el mal que se agita en él, estos bosques serán un mínimo más tranquilos. Y estaremos un paso más cerca de alcanzar al ejército de no-muertos- Pone una mano en el hombro de Rolthos, dándole ánimo silenciosamente.