Ya sea por las palabras del paladín o por su imponente presencia sobre él y el control de Nessa, el hombre parece calmarse. 
Su cuerpo se relaja y deja de debatirse contra la cazadora. Deja de gritar y Nessa es de repente plenamente consciente de que la palma y dedos que le cubrían la boca están llenos de saliva. Rolthos comprueba que la mirada del hombre se centra en él y asiente levemente dando a indicar que ha comprendido. 
Caballero y cazadora intercambian una mirada y Nessa suelta su presa sobre él despacio, deseando poder limpiarse la mano cuanto antes.

“Por la Sagrada Hoja de Mayaheine si que se le parece si” piensa Rolthos al ver el rostro envejecido del hombre y cubierto por una hisurta barba gris. 
Todos están expectantes, en un semi-círculo alrededor del anciano que, pese a sus mejores ropajes que los otros humanos está prácticamente en los huesos. 
- No vamos a hacerle daño - repite Nessa despacio como si le hablara a un animal salvaje mientras él pasea la mirada por todos ellos. Al volver a ver a Jen intenta salir corriendo al grito de 

- ¡¡UN DEMONIO!! NOS VA A DEVORAR A TODOS!! - 

Esta vez sólo hace falta que Rolthos se interponga en su camino y Nessa abra los brazos para impedir que huya y el hombre se para pero parece dispuesto a huir en cualquier momento. 
Al estar  más cerca que los demás, Rolthos y Nessa pueden ver el medallón que cuelga del cuello del desaliñado hombre. El símbolo sagrado del Templo de Aire en el que no hace tanto se infiltraron. 

- No es un demonio, solo es alguien con la capacidad de cambiar su aspecto - dice Nessa muy despacio, intentando que se calme del todo - 

El hombre mira a Nessa, mira a Jen de arriba abajo y mira de nuevo a Nessa. La joven asiente pero él no parece muy convencido. 

- Es une changeling- añade el paladín para terminar de acordar sus dudas. 

El anciano mira a Rolthos, mira a Jen quien le saluda componiendo su sonrisa más inocente, levantando la mano y agitando los dedos y cambiando el color de los mismos mientras lo hace. 

- ¡¡AAAHHHH UN CHANGELING NOS VA A MATAR A TOOODOOOOOSSS!!! HHUUIIIIDD!!! - 

Esta vez el anciano es más rápido de lo que esperan Rolthos y Nessa y se escabulle entre ellos y sale corriendo huyendo de ellos. 
Pero no de Vraak. 
El semi-orco deja pasar al hombre al su lado y le da un único y seco golpe en la cabeza de arriba abajo. El fugitivo da dos pasos más, se gira levantando un dedo, le dice algo inentilegible a Vraak y se desploma inconsciente a sus pies. 
Jen está ojo platiqué con la mano aún levantada en mitad de su saludo. 

- ¿Veis? ¡Al fin alguien normal!- sentencia Cruços. 

Nessa tarda unos instantes en reaccionar. Se queda un momento mirando a Vraak con cara de alivio mientras piensa "pues menos mal que has estado rápido", luego mira al cuerpo inconsciente preguntándose "¿por qué hemos tenido que llegar a esto?" y finalmente suelta una maldición mientras se agacha hasta el anciano para limpiarse la mano llena de saliva en las ropas del mismo.

- Si es que soy idiota - musita - Llegué a pensar que podía ser uno de los clérigos que presentaron batalla al Templo hace veinte años. Que le habrían duplicado de alguna forma para atacar a quien se acercara al Templo de Aire mientras que el verdadero se habría quedado atrapado aquí. Soy idiota - repite.

Se vuelve a incorporar, cruzando los brazos, claramente enfadada consigo misma. Pero luego suspira y añade:

- En fin, no importa. Simplemente no quería caer en hacerle daño inmediatamente, no si lo podía evitar...

Se queda callada mirando de nuevo al inconsciente anciano y luego pregunta:

- ¿Y ahora qué hacemos? A pesar de todo, sigo pensando que necesitamos cualquier información que le podamos sonsacar. Aunque a saber cómo vamos a conseguir eso ahora...

- Tenemos que sacarle información ya. Debemos intentar salvar al hombre que ha metido el gigante dentro de la construcción esa. No ponemos avabdonarle a su suerte así sin más. -Dijo echando una mirada hacia allí, considerando si podrían derrotar a un enemigo tan formidable como parecía aquel gigante... Y en su plano. -Quizas sea sólo uno...

- Aquí no podemos descansar, pero al menos no sufrimos daños. Si vamos a la otra isla y tenemos que volver, regresaremos más cansados. Creo que es mejor acabar todo lo que podamos aquí y no dar muchos viajes si podemos evitarlo.

La ranger suspira de nuevo:

- Me preocupa ir sin habernos recuperado completamente del anterior combate. Pero ... tienes razón, Rolthos. - mira al resto de compañeros antes de continuar - Y os diré una cosa más: si hay cualquier tipo de lucha, debería suceder dentro de la casa. Aquí fuera mis flechas no van a servir y no podré aportar al combate como suelo hacer. - mira en este punto a le barde y añade -  Imagino que a tí te pasará lo mismo con el chakram.

Tas eso se vuelve a mirar, una vez más, al anciano y de nuevo a Rolthos:

- Creo que sería bueno que dirigieras tú el interrogatorio, Rolthos. Eres quien más ha conseguido calmarle y centrarle - se dirige tras decir esto a Jen y añade - Separémonos al menos nosotres para dejarle espacio, ¿te parece bien?

Vraak y Cruços se quedan junto a Rolthos. Julián mantiene un puesto de vigía para vigilar la guarida del gigante, aunque todo parece tranquilo allí de momento. 

Oswald Glimfeather Tercero se posa en el hombro del paladín. 

Dejan al inconsciente anciano apoyado en la pared. Ahora que todos tienen tiempo y con calma ven que el parecido con el clérigo del Templo del Aire es muy notable. Bastante más mayor y castigado por la vida en este lugar al parecer, aunque su piel muestra un tono moreno, como quien ha vivido muchos años faenando en el mar o en el campo bajo el Sol y el viento. 
Porta el símbolo sagrado del Templo del Aire del cuello y en una bolsa algunas cosas muy útiles como un yesquero, aguja e hilo fuertes y comida a medio comer o podrida. Envuelta cruzando su pecho lleva una raída manta. Su única arma es la vieja maza y el semi roto escudo.

Su armadura es una ecléctica composición de restos de otras armaduras. Más bien parece un náufrago que una amenaza.

Cuando todos están listos Vraak golpea con su bota en el pie y el hombre se despierta, les ve y grita, recogiendo los pies y mirando alrededor la mejor forma de escapar de allí, pero no la tiene. 

- No… no me hagáis daño… no me entreguéis al changeling os lo ruego poderosos señores!! -

-Jolin que cantinela- replica Jen desde una roca, sentade de piernas cruzadas como una buena señorita, limándose las uñas con un trozo de roca porosa alargada -A ver, nadie va a entregar nada a nadie, vale? Eso que quede claro. Admito que me pasé... Un poco. Lo siento. Satisfecho?- Se lleva la mano al pecho al disculparse, pero por su gesto parece que sigue algo indignade. Oswald Glimfeather Tercero gira 180° la cabeza taladrando a Jen con esos ojos enormes. -Vale! Vale. Ya me callo. No digo nada.- Apoyando una mano en la rodilla se vuelve a atusar el flequillo con la otra en un gesto coqueto pero airado.

Nessa posa una mano sobre la de su amigue en señal de apoyo y también para que se calme. Pero no dice nada y simplemente presta atención a cómo se desarrolla el interrogatorio.

El curioso personaje tiene a la ranger muy interesada. "¿De dónde vendrá?" - se pregunta - "¿Y como acabó sirviendo en el Templo del Mal Elemental?". El aspecto que presenta ahora, más propio de un labriego o un marinero que un poderoso usuario de magia, hace que sienta lástima por él.

Tuerce el gesto un poco molesta consigo misma, reconociendo que sería demasiado blanda para interrogarle ella misma.

 - Si, dentro de la casa sería una mejor opción táctica… - Dijo mirando a la construcción, con algo de preocupación, si había más gigantes de seis metros dentro, las cosas podían ponerse muy difíciles.

Al ver cómo le dejaban el papel del interrogatorio Rolthos asintió. Le miró unos instantes en silencio, estudiándole y reflexionando. Llevar a cabo interrogatorios no le gustaba, menos aún con un hombre en semejante estado. No se entendía muy bien como había sobrevivido, o quizás si y era así como se había quedado. Ordenó sus ideas y le lanzo las primeras preguntas.

 - No va a haber necesidad de entregar a nadie a Jen. ¿Verdad? - Le preguntó con calma justo después de las quejas de Jen.  - Nadie desea contrariarle AÚN más. - Entonces esperó un momento para que asintiese y lanzó las primeras preguntas.

 - ¿Quiénes eran esos hombres que el Gigante se ha llevado al interior? ¿Por qué le servían y que intenciones tenía el gigante al meterlos en la casa? ¿Cuántos gigantes hay dentro de la construcción?  - A pesar de las muchas incógnitas y dudas que existían su atención se dirigió primero hacia el asunto más urgente.

El hombre asintió y miró con terror a Jen en respuesta a las primeras palabras de Rolthos. 

Luego escuchó atento sus preguntas. 

- ¿quienes eran? hmmm no sé sus nombres señor... esclavos, esos eran... le servían porque eran sus esclavos, jejeje pero ya no más ¿verdad? ahora le servirán de cena jejejeje ¿Cuántos gigantes? Dos señor. Abram y Wragan llevan aquí desde el principio... jejeje - 

Nessa, con la mayo aún apoyada en la de Jen, escucha las primeras respuestas del anciano.

No le ha gustado el falso tono de ese "poderosos señores" ni la burla sobre el destino de los que ha tildado de esclavos. Pero sus palabras suena sinceras. Inestables, pero sinceras por el momento.

La ranger sigue prestando atención al resto de preguntas que seguramente Rolthos está a punto de hacer.

Rolthos suspiró,  la posibilidad de salvar a los dos hombres parecía mas remota. Tras una pequeña pausa empezó a interrogarle con una serie de preguntas, una de tras de otra, su expresión calmada y su voz atona no mostraban al clérigo ninguna simpatía y proyectaban parte de su frustración en el clérigo.

 - ¿Por qué estabas acechando a los humanos y al gigante? ¿Abram y Wragan, a que se dedican? - Preguntó acerca de la escena que acababa de presenciar y que aun no comprendía del todo.

Después empezó a preguntar también acerca de cosas mas genéricas, primero más personales acerca del clérigo. ¿Cuál es tu nombre, cuanto tiempo llevas en este plano, como acabaste en este plano, donde duermes o descansas. - Acercando la mano al medallón que aun llevaba en el cuelo le pregunto con algo de inquina...  - ¿Cómo es que no eres un dirigente de este plano del aire?

Poco a poco las preguntas se hacían mas genéricas acerca del plano en el que estaban. - ¿Qué hay en aquella isla de resplandor rojo, como se puede salir de aquí, como se origino este plano...? 

-¿Acechando? - el hombre pareció ofenderse - Yo no estaba acechando. Sólo esperaba una buena oportunidad para conseguir comida. Si si... comida rica... jejeje... carne jugosa... Abram y Wragan suelen tener carne, siempre atrapan a gente y les hacen servirles hasta que les entra hambre y entonces... jejeje hay carne. Pronto habrá carne jejeje... - de pronto una idea parece pasar por su cabeza - Ah! - da un pequeño grito - ¿Por eso habéis venido? ¿Queréis la rica y sabrosa carne? ¡Es mia! Yo llegué primero!! - 

-¿Quién soy? Ashrem es mi nombre... jejeje si... aún no lo he olvidado... Ahsrem, Maestro del Aire jejeje ese soy yo - cuando dice su nombre y título levanta la barbilla orgulloso y saca algo de pecho pero enseguida vuelve a su actitud desquiciada. Parece meditar durante un tiempo la pregunta sobre cuanto tiempo lleva en el este lugar - ¿Qué año es? - pregunta finalmente. Cuando Rolthos le contesta el hombre le mira con los ojos como platos y comienza a reírse - ¡JAJAJAJA veinte años!! Dijeron que no sobreviviría ni un día y llevo aquí veinte años!!! jajajajaja ¡¡Jodete Kelto!! maldito y traicionero hermano - escupe al decir ese nombre. - Esa sabandija - sus ojos se vuelven dos rendijas y vuelve a tensarse como dispuesto a saltar sobre ese tal Kelto el cual va a aparecer por el saliente de piedra que les protege parcialmente del viento - Quería mi puesto como Maestro del Aire ¿sabes? Me lo advirtieron pero no hice caso... era mi hermano... pero entonces Furyondya y sus aliados vinieron... y esos malditos héroes iban ganando y ganando terreno... y me traicionó... volvió a todos contra mí, dijo que si me sacrificaban aquí en los nodos ganarían la batalla... y los muy cobardes le creyeron.. y me arrojaron aquí, herido de muerte... jajajaja pero sobreviví jajajaja. Poco después apareció eso - señala vagamente en la dirección de la isla donde vieron el resplandor rojizo - y todo se selló. Ya nadie puede salir.. jajaja nadie puede salir!! antes podías viajar de un Nodo a otro... si... jajaja ahora ya no... nadie puede salir... jajajjaa. - parece perderse en sus propios pensamientos, mascullando para sí. Jen y Nessa, un poco alejades, tienen problemas para escuchar lo siguiente que dice  - las gemas.... si... si tuviera las gemas podría salir... pero las gemas las tienen ellos... y el Orbe.. necesito el Orbe, pero el Orbe está en el Gran Templo y no se puede volver... eso lo impide... ¿Ellos podrían? - dice mirando de refilón al grupo, como si no pudieran escucharle  - No... ellos también están atrapados... no pueden salir... nadie puede salir... - se levanta repentinamente cogiendo a Rolthos de la pechera de su armadura - ¡NADIE PUEDE SALIR ENTIENDES! JAJAJAJAJA - se deja caer sobre el suelo riendo y mascullando para sí. 

- ... dioses ... - murmura la ranger para sí misma cuando va escuchando más y más del testimonio del tal Ahsrem, del cual se confirmaba ya que había estado en el bando antagonista en la batalla de hacía veinte años. Sintió un acceso de rabia crecer dentro de ella, en parte por comprobar lo errado de su jucio pero sobre todo por el hecho de que ese anciano hubiese pertenecido al culto que había causado tantos estragos años atrás. Cogió con fuerza el colgante de berilio pensando una vez más en Ornym, deseando que siguiera bien y lamentando la increíble capacidad que llegaban a demostrar algunas personas para dañar sin importarles un ápice las vidas ajenas.

No se dió cuenta de que a ese gesto le acompañó un apretón de la otra mano que sujetaba la de Jen hasta que le barde protestó con un contrariado "hey! Nessa, que necesito esa mano" . Ésta le miró con una disculpa e intentó centrarse de nuevo en el resto de preguntas de Rolthos. Les gustase o no, ahora estaban con aquel anciano y debían tratarle con cuidado para poder obtener hasta el más mínimo dato les permitiera escapar de aquél lugar y continuar con su misión. 

Cuando la conversación se hace más dificil de escuchar la ranger se levanta y acude al lado del paladín, momento en el autodenominado "Maestro del aire" empieza a reir como un loco de algún chiste que parece ejercer su efecto humorístico sólo con él.

- ¿Qué es lo último que ha dicho? - pregunta a Rolthos, que repite los balbuceos del anciano sobre unas gemas y un orbe - Hmmm, déjame preguntarle por eso  - dice mientras saca de su mochila unos trozos de la carne deshidratada y unos pocos de los frutos secos que recogió en Celene semanas atrás. La ranger piensa que si van a tener a Ahsrem más tiempo con ellos quizá sea mejor que tenga algo en el estómago. Quizás así sea menos probable que se lance como un loco si algo de la famosa "carne rica" se pone a su alcance.

Con la comida en la mano, se sitúa delante del anciano y espera unos segundos durante los cuales éste aún sigue riéndose a carcajadas, y simplemente dice:

- Ahsrem -  espera a que el humano haga línea de visión con ella para continuar - Tranquilo, no te vamos a quitar tu carne. Pero quizás te interese probar esto - abre la palma de la mano hacia él,  mostrándole la carne y los frutos -  Imagino que hace tiempo que no pruebas carne de animales de nuestro plano. Ni frutos secos. Toma. Están buenos, yo misma los recogí hace unos días - coge uno, lo abre y lo mordisquea ella misma mientras acerca el resto un poco en dirección al anciano. Espera a que los coja antes de continuar haciendo preguntas y permanece en una postura aparentemente serena mientras lo hace, aunque está atenta a cualquier movimiento fuera de lo normal que pueda hacer el anciano.

- ¿Sabes cuántos esclavos hay con Abram y Wragan? ¿Cómo han acabado siendo esclavos aquí? ¿De dónde vienen?

Espera pacientemente las respuestas, antes de lanzar las siguientes:

- ¿Y qué es eso que has mencionado de unas gemas? ¿Dónde están? ¿Quienes son "ellos", los que las tienen? ¿Te refieres a los dos gigantes? ¿Y qué hay del orbe? ¿Qué nos puedes decir de él?

El hombre observa la comida que le ofrece Nessa con desconfianza al principio pero con ansia. No es, sin embargo, cuando ve que la propia ranger toma una parte que se la arranca de la amamos y comienza a comerselo con voracidad sin dejar de mirarles de hito en hito como si fueran a robarle la comida en cualquier momento. 

Entre bocados respondió a algunas de las preguntas de Nessa

- Hmmm muchas preguntas… no saben nada jejejeje nada… acaban de llegar al Nodo si? Seguramente enviados por el traicionero Kelto. Hmmm no… tienen sus armas y sus mochilas. Jejejeje activaron las defensas del Templo ¿si? Humo negro que cubría todo y envía a todo el mundo aquí. Si si jejejeje el Aire siempre tiene hambre, siempre quiere más. Jejejeje más… - pide extendiendo la mano pidiendo más comida. Cuando se la dan continua 

- Jejeje más.. jejejeje diría que ya no tienen esclavos jejeje pero tienen carne fresca. Uno no puede tener todo ¿no? Jejeje ¿como acabaron aquí? Hmm no recuerdo. Enviados por Kelto supongo. No se nunca hablé con ellos jejeje. No es importante. - 

Cusndo la ranger le pregunta por las gemas deja de comer y se fina en ella con una intensidad que asusta un poco 

- ¿Quien te ha hablado de las gemas? ¿Vienes a buscarlas? Las gemas se perdieron en los Nodos. Los más poderosos de cada Nodo las guardan. ¿Los gigantes? Jejeje no ellos no. Los dragones. Ellos la tienen. Solo una… cayó una en cada Nodo. Pero no se puede cambiar de Nodo. Ya no. La luz roja lo impide.  - 

"Pobre gente...", piensa Nessa cuando Ahsrem menciona a los esclavos. Dirige un pequeño rezo silencioso hacia la Madre Naturaleza en nombre de los que han perecido a manos de los gigantes. Al menos le alegra saber que con Kelto muerto y Ahsrem atrapado será complicado que Abran y Wragan reciban más comida en el futuro.

Este pensamiento le hace caer en la cuenta de que el anciano no sabe que su hermano está muerto. Quizás no es el momento para compartir esta información con él. ¿Quién sabe? En su estado inestable Ahsrem podría alegrarse por ello ... o podría reaccionar mal.

- No sabíamos nada de las gemas - ni del orbe - hasta que tú los has mencionado, Ahsrem. Pero si son el medio para que podamos salir de aquí todos - y hace énfasis sobre esa palabra - quizás quieras compartir todo lo que sepas de ellas con nosotros. ¿No crees? Podemos ir a investigar esa isla con la luz pulsante para ver si podemos hacer algo al respecto. Quizás juntos podamos conseguir algo. Ya no estás solo.

Se queda un momento en silencio, esperando a ver su reacción, lo que aprovecha para abrir de nuevo su mochila y sacar uno de los rudimentarios vasos de viaje y echar en él un corto chorrito de la botella de vino (que saca disimuladamente del carcaj) que abrió un rato antes mientras descansaban. De nuevo, lo prueba ella primero antes de ofrecer el vaso al humano:

- ¿Cómo es eso de que las gemas cayeron? ¿De dónde cayeron? Dicho así suena como si fueran estrellas del cielo.

Espera las respuestas y vuelve a preguntar:

- Esos dragones suenan temibles. ¿Qué más nos puedes decir de ellos? ¿Dónde está el de este Nodo?

Rolthos dejó que Nessa hablase con el hombre y se apartó un momento. Su mirada se perdió hacia el resplandor rojo. Sus preguntas fueron en resonancia con las de Nessa… Y si ese resplandor era el sello que los héroes habían puesto en el templo. Atravesarlo seria lo mismo que abrir puertas. Quizás estaba allí atrapados para siempre. Maldijo su torpeza al activar el pebetero colgante.

El anciano mira con ojos desorbitados el vino y se lo bebe como si llevara sin beber días. Es una pena pues la mitad acaba en sus barbas aunque a él no parece importarle. Su sonrisa de felicidad es evidente. Aunque años y años de paranoia no se disipan por un buen vino.

- Ja! Si os digo todo lo que sé no me necesitaréis y me dejaréis aquí abandonado. Como esa rata traicionera de Kelto… ¡NO! - levanta un dedo muy serio de repente - Eso es insultar a las ratas. Y las ratas nos gustan. Jejeje. Saben ricas. No…. Kelto es un piojo de una rata sucia. Si si jejejeje. - mira a Nessa - Si no sabéis del Orbe y las Gemas Elementales es que no sabéis quien creó de verdad el Templo. Quien nos unió a todos y se lo entregó a Ella para que le ayudara… no os lo diré. Pero las Gemas otorgaban poderes asociados a los elementos. A veces Ella nos las entregaba para luchar contra Furyondy o los elfos… jejejeje ooooh aún recuerdo el poder que tenía aquella Gema. - se pierde unos segundos en balbuceos incoherentes - Jejejeje no sé porqué. Cayeron… al menos yo vi caer una aquí. Hubo un resplandor, un temblor… y la piedra cayó de allí… - señala a la lejana isla donde vieron el resplandor rojizo y pulsante. 
- Los dragones? Jejeje uno de ellos la cogió al vuelo!! - dice acompañando las palabras con el gesto. - Se en que isla tienen su guarida. Pero no queréis ir allí. A ellos no les gustan las visitas. No no. Jejeje ¡¡Se os comerán!! - 

Nessa mira dubitativa hacia Oswald preguntándose si él conocía algo de la información que está soltando Ahsrem acerca de la fundación del culto y de las gemas, pero el gesto del búho da a entender que todo es nuevo para él.

Asintiendo hacia Ahsrem, en un pequeño gesto de agradecimiento de la información que le ha dado, le pide el vaso de vuelta y se lo guarda al tiempo que dice "tenemos que racionarnos un poco en este lugar, ¿verdad?".

Nota que Rolthos hace ademán de acercarse de nuevo para seguir haciendo más preguntas, por lo que la ranger se aleja un poco para darle espacio y aprovecha para darle un toque a Vraak y mirar hacia Cruços invitándoles a que se separen un poco con ella. Les dice en voz baja:

- No creo que tenga mucha intención de cambiar de isla voluntariamente y dejarle suelto no me parece una gran idea. ¿Que pensáis vosotros? Vraak, ¿tú podrías llevártelo? 

Rolthos regresó al interrogatorio cuando Nessa parecía haberle dejado un pequeño hueco. La mirada de Oswald indicaba que muchas cosas no habían quedado resueltas en la antigua incursión de los héroes…. Cosas que posiblemente alguien debería acabar.

 - ¿Cuánto tiempo han estado llegando esclavos, cuanto tiempo ha estado enviándolos ese infame despreciable y aborrecible de Keltos? ¿Desde qué llegaste aquí han seguido llegando esclavos? - Preguntó con algo de miedo a la respuesta. ¿Era posible que el culto a los elementos hubiese estado activo todos estos años? Además, aprovechó para comprobar como de profunda era esa enemistad con su hermano Keltos a base de lanzar adjetivos peyorativos contra él.

 - Entonces, ¿Quién hizo de verdad el templo no fue Zuggtumoy? - La existencia de alguien detrás de Zuggtumoy, aun más poderoso, podía significar que todos los logros de los héroes estuviesen en peligro.

  - ¿Esos dragones?... ¿Los has visto alguna vez? ¿De qué elemento son? Necesitamos información ya que nosotros no nos vamos a conformar con quedarnos aquí. Iremos a por el orbe, las gemas, los gigantes o los dragones… quizás además necesitemos descansar… ¿Dónde duermes tú, qué usas como refugio?

-Ese pretende pegarse a nosotros - responde Vraak mirando al anciano por encima de hombro - Sonia su única posibilidad de salir de aquí -