Al ver su flecha abatir a la aberración TocToc graznó satisfecho, olvidándose un momento del horror que representaban aquellas criaturas. La victoria le había dejado claro que, a pesar de su aberrante apariencia, se podían matar.
Mientras el clérigo de Akadi curaba al herido Godric, el hombre cuervo se movió con algo de cautela hacia los cadáveres, tapándose el pico con sus ropajes. Acuclillado cerca de los cadáveres los examinó. “¿Eran humanos, quizás marineros del pueblo? ¿Qué les había ocurrido para acabar de aquella manera?” Con la esperanza de entender qué demonios era aquello miró los ajados ropajes, los cuellos y muñecas buscando algún colgante o recuerdo.
La pregunta de Wellmar hizo que levantase la cabeza y mirase alrededor, pero al no ver a Khalion graznó otra vez con exasperación. Ni se entendía lo que decía ni lo que hacía. - El protegido! Rápido, vayamos.– Dijo con la voz del enmascarado asesino. Después salió del templo a examinar el cadáver del que parecía el líder espiritual, observó el medallón y el extraño bastón.
Godric tosió algo de sangre que le había quedado en la boca tras el brutal ataque de la aberración y agradeció a Leobald su ayuda. Aún sangraba y dudaba que, de no haber sido por Toc Toc y su puntería, pudiera haber seguido luchando. La curación de Wellmar le devolvió el vigor y la salud, llevándose el dolor y la sangre como una ola que arrastra de la playa al interior del mar los malos recuerdos.
- Gracias Leobald. Gracias Wellmar - dice con sincero agradecimiento - Intenté aguantar todo lo que pude contra esa bestia. - Se levantó y arregló como pudo la destrozada ropa. Iba a necesitar ropa nueva, los jirones de la actual dejaban ver la piel nueva y curada donde hace unos segundos había una horrenda herida. Mientras lo hacía buscó con la mirada a Adriana y le sonrió al comprobar que la elfa estaba sana y salva.
Mirando a su alrededor y escuchando a Toc Toc hablar con la voz del aasimar suspiró e informó al sacerdote de Akadi.
- Supongo que ha subido con Adso a proteger a su Elegido... discúlpele - se apresura a añadir - a veces su candor le lleva a tomar decisiones precipitadas... -
Wellmar alzó la mano de manera afable para indicar a Godric que no tenía por lo que preocuparse, el sacerdote no estaba ofendido por la intrusión más bien preocupado por el enmascarado.
- Esas decisiones pueden tener buena intención, pero mis chicos están entrenados para combatir y proteger si hay peligro, y probablemente habrán confundido a vuestro amigo con un enemigo, a no ser que supiera la palabra de seguridad habrá sido atacado y reducido. Espero que se encuentre bien, Adso le estará atendiendo si ha resultado herido. Me siento orgulloso de esos muchachos, cada vez son más profesionales... El Sacerdote se quedó en silencio unos segundos intentando escuchar algún sonido - No se oye ruido en el piso superior, así que entiendo que las cosas vuelven a estar tranquilas.
Mientras el responsable del templo charlaba con Godric y los demás, TocToc comenzó a registrar a los híbridos caídos, puesto que la aberración no poséia nada, salvo sus fácidos e inertes tentáculos. En efecto los restos de ropa ajada y húmeda eran vestimentas típicas de marineros y pescadores, quizás más de lo primero que de lo segundo, pero cualquier posibilidad valdría. A parte de las lanzas que apenas se mantenían de una pieza, TocToc se fijó en que sus escudos de madera y conchas estaba cubiertos por una sustancia viscosa muy pegajosa, probablemente si algún ataque cuerpo a cuerpo hubiera impactado en el escudo, el arma se hubiera quedado adherida a éste... inutilizándola en el acto.
Lo único que el kenku encontró de cierto interés era el medallón que portaba el sacerdote híbrido, tallado en hueso de algún animal marino, tiburones probablemente, y con extraños dibudos grabados formando espirales retorcidas y estrellas que no existen... al tacto, éste aún parecía crepitar ligeramente y transmitia una sensación de inquietud perenne. No hacía falta lanzar ningún hechizo para saber que ese objeto aún conservaba parte de algún tipo de magia antigua.
Escuchando que no debía haber más peligro por el momento TocToc sacó sus desordenados papeles, algo arrugados al haber sido metidos a toda prisa en la mochila. - Si os enfrentáis a estas criaturas cuidado con los escudos, podrían inutilizar las armas pegándose a las mismas. - reveló a sus compañeros sus escasa averiguaciones.
- Extraño medallón, mágico sin duda. - Se sentó fuera del templo, sin atreverse a meter el medallón en el sagrado recinto y empezó a estudiarlo. "Muchos extraños símbolos en esta costa" pensó para sí mismo mientras empezaba a copiar las espirales y estrellas. Absorto dibujaba con esmero la copia y sacaba de vez en cuando alguno de los papeles de anteriores dibujos que había ido haciendo con anterioridad o copiaba los de algunos tatuajes de memoria. - No no no… no coinciden - murmuraba para sí mismo.
Leobald quitó hierro a la situación con Gopdric con un gesto amable. Agradeció al deferencia de Wellmar y, viendo que todos estaban bien, revisó los cuerpos escamosos por si mismo.
—¿Queréis decir que ya han atacado antes el templo? —preguntó a Wellmar aun acuclillado entre los cadáveres—. Es una actitud osada. ¿Quizás tienen esos ataques que ver con vuestro elegido?
Miró por un momento al clérigo de Akadi. Después suspiró e hizo pareja con Toc Toc, interesado en sus investigaciones.
Sintiendo la presencia del paladín a su lado el hombre cuervo le alcanzó una hoja con copias de los extraños símbolos grabados en el medallón. Sin levantar la mirada de los papeles le comentó. - No tiene nada que ver con Sytigia, ¿verdad? – Preguntó casualmente. – Después le alcanzo el medallón – Es mágico, y transmite algo inquietante.
El dirigente del templo de Akadi se dirigió de nuevo a Leobald antes de proseguir con TocToc.
- No, el templo es la primera vez que lo atacan, pero yo ya he visto a estas criaturas antes y combatido con ellas. Cuando no había abrazado la vida sacerdotal, antes era ballenero, era una buena época para ese tipo de capturas, proveían a Saltmarsh de buenos y valiosos recursos y comida, además de la grasa, huesos y aceite... todo era aprovechable... sin embargo pronto dejó de ser tan rentable cuando los bancos de pescado comenzaron a repoblarse casi milagrosamente, decenas de miles de peces comenzaron a proliferar cerca de las costas de la ciudad, y la logística para monetizarlos y sacarles partido era mucho más sencilla y barata... así que la industria ballenera se fue a pique... y yo tuve que buscarme otra manera de ganarme el pan... di muchas vueltas y no estoy muy orgulloso de esa etapa de mi vida, pero al final la Dama sabe encontrarte y tocarte con sus vientos sanadores, incluso en los momentos más oscuros de una persona... pero disculpa caballero, me estoy desviando del tema con cuentos de viejos... durante la época donde era parte de la tripulación de los balleneros, si sufríamos algunos ataques de estas criaturas, pero era mar adentro y muy de vez en cuando... quizás un par de veces al año y eran fácilmente rechazados incluso por gente sin apenas entrenamiento en combate... Nunca los había visto tan cerca de la costa... y tan osados de adentrarse en ella para atacar ... además parecían más peligrosos que cuando yo los combatía hace más de una década.
Cuando Wellmar acabó de charlar con Leobald, se volvió a acercar al kenku que no paraba de de copiar y trazar sus bocetos acerca de los símbolos del medallón y runas.
- Disculpa, antes ... te comenté que no sabía nada de lo que me enseñaste en tus anotaciones, pero... si sé quien podría saberlo... ve a hablar con Krag, el enterrador, es una persona bastante erudita y se pasa media vida leyendo y estudiando... la otra media vida se la pasa enterrando gente, es un tipo curioso pero de las pocas personas que aún conservan un buen corazón aquí en Saltmarsh, ... es tranquilo y humilde, mientras no le alteréis estoy seguro de que estará encantado de ayudaros.
Cuando la batalla llegó a su fin, la elfa corrió para reencontrarse con Godric, preguntándole por su estado y confirmando que estaba sano y salvo. Mientras ayudaba al joven a levantarse y reponerse, escuchó las intervenciones de sus compañeros y las respuestas del sacerdote. Cuando tuvo ocasión, intervino.
- Ese ser híbrido habló, mientras sostenía el medallón, sobre un enviado del vacío, aquel que habita en las estrellas y a cuyo hijo han de proteger… - dijo haciendo memoria y mirando extrañada a Wellmar - no encuentro razón lógica por la que yo haya podido entender su lenguaje, pero así ha sido. ¿Sabe algo de ese vacío, sabe algo de una marca del vacío? se lo escuché pronunciar también al druida de la arboleda- dijo esperando alguna explicación.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Mientras recogía su cimitarra del suelo y guardaba sus armas, el druida escuchaba a sus compañeros y al sacerdote hablar sobre el ataque y el protegido, esperaba que sus compañeros no se mezclasen también en ese asunto, pero no tenía mucha fe en ello. Tras oír a Adriana sintió como la furia volvía a crecer en él:- ¿Así es como tratas a nuestro aliados?, ¿vertiendo dudas sobre ellos sin mas pruebas que decir que les has entendido mientras hablan en un idioma que desconoces?.- con un tono frio añadió en élfico:- Solo espero que nuestra teoría sobre la corrupción que pareces propagar no afecte a este templo, porque has usado tus poderes aquí dentro...esperemos que diosa tenga éxito deteniendo lo que otros no pudieron...
-Respecto a tus dudas sobre Golfrin, a su vuelta le preguntaré...y no tengo claras las respuestas-finalizo en voz baja, esta maldito ciudad sólo trae problemas dijo para si mismo.
-Gracias por vuestra ayuda con el tema del veneno Wellnar- dijo mirando al sacerdote.
-Nos quedan dos días antes del ataque al barco, mi intención es ir a la casa de Eliah a ver problema con los no muertos y volver para el ataque.- añadió mirando a sus compañeros.
Adriana contestó a Mablung, sin perder la calma y con un claro gesto de cansancio tras el largo día
- Mi intención no es sembrar la duda sobre nadie.Golfrin se refirió a una "marca del vacío"; qué significa lo desconozco, y por ello solo intento recabar información. Como bien has dicho, el druida se encuentra de viaje y, dado que el sacerdote es conocedor de estos seres, puede que su sabiduría sea de ayuda- le sonrió amablemente.
No respondió al comentario de Mablung sobre la corrupción tras utilizar sus hechizos, pero su gesto se ensombreció ante la posibilidad de que eso ocurriera. Quizá debía parar de utilizar su magia hasta que este punto estuviera aclarado.
- Me gustaría volver a la posada lo antes posible - concluyó, cansada - todos necesitamos descansar.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric abre la boca para contestar a Mablung y explicar que Adriana no está acusando a nadie, pero sonríe al ver que la elfa se le adelanta.
- Sea lo que sea esa marca del vacío es posible que Gofrin esté investigando también. Si vos - dice mirando a Wellmar - y él pueden intercambiar información las posibilidades de éxito por comprender lo que ocurre y detenerlo ya que parece tratarse de otro problema que acecha a este ciudad. Si nosotros averiguamos algo os lo comunicaremos por supuesto - añade.
Viendo que Adriana quiere irse y sintiendo aún el dolor de sus heridas desea ir a la posada y descansar. - Si no nos necesitan más aquí sería bueno ir a descansar. Si quiere le acompaño arriba para recoger a mi enmascarado compañero y no les molestamos más. ¿Nos vemos en la posada? - le pregunta a Adriana. Antes de que salgan le dice a Mablung
- Lo de comprobar los ko muertos en casa de Elias es una buena idea - y asiente al druida a modo de despedida momentánea mientras va a buscar a Khalion.
Leobald confirmó a Toc Toc que las runas del amuleto no tenía nada que ver con Stygia. Prestaba atención a las palabras del sacerdote del viento cuando Adriana rebeló que era capaz de entender a aquellos monstruos marinos. Enarcando una deja miró a la elfa con interés. El ataque de Mablung solo provocó otro suspiro hastiado en el caballero.
—Adriana ha sido sincera, Mablung. No deberíamos censurarla por ello, sino alabarle el gesto —añadió lánguidamente sin sorprenderse por las formas del elfo salvaje—. Sabemos muy poco de lo que pasa en esta ciudad y los secretos entre nosotros no nos hacen ningún bien, como ya intenté haceros ver en la posada. Separarnos tampoco —puso una mano en el hombro de Adriana— y menos en medio de la noche. Trae a Khalion, os esperamos —asintió a Godric.
El lacónico caballero se volvió a Wellnar.
—Antes de irnos, una cosa más, padre Wellmar —hizo una pequeña pausa buscando las palabras—. Hemos visto un tatuaje recurrentemente en el antebrazo de algunos locales durante nuestra estancia en la ciudad; un monolito extraño. ¿Sabéis qué puede significar?
TocToc dejó de mirar sus papeles y copias de espirales y estrellas mientras prestaba una inusitada atención a las palabras del clérigo. El relato de su vida de marinero y de sus penurias después le hizo pensar. Ya habían descrito con anterioridad el auge la pesca, pero la afluencia de bancos de peces…
- Le agradezco la información del enterrador. – Después miró a sus compañeros, ponderando las escasas posibilidades de hacer un encuentro tranquilo con algunos de ellos. Negó con la cabeza y cambió de tema.
- Dices que de pronto acudieron numerosos bancos de peces a la costa… ¿Quizás especies más abundantes y características de aguas profundas? - Preguntó interesándose por el pasado del mar. - ¿Hace cuánto fue esa migración? - Mientras contestaba sacó unos mapas de la costa copiados del almanaque de las mareas. - Puedes indicar donde fueron esos encuentros o si no los puedes señalar en el mapa… quien era el navegante, quizás él si pudiera concretar. – Quizás estas criaturas tuviesen algo que ver con esa súbita aparición de pesca.
Cuando Adriana explicó que había entendido las palabras de los seres marinos le acercó los papeles y los símbolos… - ¿Te suenan, los puedes leer?
Al fin, satisfecho con las copias accedió a ir a la posada. - ¿Además estaban los muertos en la mina, no?
El antiguo ballenero ahora regente del templo comenzó a sentir cierto interés en lo relevante a la alta elfa.
- Disculpa... ¿has dicho que entendías lo que ese ser híbrido de intenciones aviesas decía? ... Eso no puede ser nada bueno hija...
Los ojos de Wellmar se quedaron fijos en Adriana, e iban cerrándose hasta casi convertirse en dos rendijas diminutas que radiaban cierta desconfianza e incluso... ¿miedo? Al terminar de oír el arrebato acusador de Mablung, mencionando la corrupción que la hechicera parecía portar, el sacerdote dio un paso atrás, inconscientemente alejándose de ella. Con voz ronca, como la que inicialmente usaba al negociar con Eliander, el superior de la orde de Akadi respondió a la elfa con preocupación.
- Todo esto suena a maldición... una muy ... poderosa... ven mañana, invocaré a los sirocos sanadores de Akadi para que se la lleven lejos y no vuelva a hacer daño. Ahora no tengo ese tipo de magia preparada, necesito entrar en comunión con la Diosa para recibir su bendición. Sería de utilidad saber quien te la impuso y porqué... eso sin duda ayudaría a anular su toque y borrarlo para siempre.
Carraspeando para intentar suavizar su voz, Wellmar continuó su conversación mientras se dirigía a las escaleras acompañado de Godric.
- Las palabras que mencionas, hechicera, no tienen sentido para mi, no sé a qué vacío se refiere o a que hijo, pero sería interesante entenderlo... quizás la maldición pueda ser usada en su contra, si les entiendes y ellos no lo saben... y vuelves a tener trato con ellos... o ver alguno de sus escritos... se podría esclarecer más acerca de sus planes, o de porqué el ataque al templo, pero es tu decisión, no debe ser fácil vivir con esa mancha sobre tu misma alma. Y si el druida del círculo y guardián lo mencionó, quizás él sepa más y deberíais consultarle. Yo antes era muy amigo de Ferrin, las relaciones entre el círculo y el templo era casi simbióticas, pero desde su fallecimiento, Golfrin no siguió sus pasos, y se alejó de nosotros, casi hasta aislarse completamente... entiendo que cada uno lleva el luto como lo encaje mejor, aunque eso ocurrió hace bastante tiempo.
Mientras el conflicto entre los agentes se hacía más que palpable, Adso y Khalion aparecieron descendiendo las escaleras, el joven acólito inclinó ligeramente la cabeza ente su superior, y su rostro, cubierto casi en su totalidad por la capucha, se giró levemente hacia Adriana, como si hubiera escuchado mientras bajaba toda la conversación sobre su "corrupción".
- Todo está bien arriba señor, el enmascarado se ha encargado de proteger a los muchachos si alguna amenaza ascendía. El "elegido" no corre peligro.
Wellmar asintió con la cabeza, pero su mirada hacía el acólito infería que no se había olvidado de su desobediencia pasada y que el castigo seguía en pie. Dirigiéndose esta vez a Leobald, volvió a compartir la información que tenía al respecto.
- Los marineros y en general casi cualquier persona en Saltmarsh que no pertenezca a la nobleza, tienen tatuajes, aunque el que mencionas no me suena haberlo visto antes, si alguien lo posee, no es de los que asisten a mis ceremonias o son afines a Akadi, y yo diría que la mayoría de la ciudad en mayor o menor grado, son bastantes religiosos y seguidores de la Diosa...
Cuando TocToc le volvió a lanzar la batería de preguntas como si fuera un ballestero de la guardia real estrenando arma de repetición, el veterano sacerdote pareció sentirse alguno abrumado, aunque elevando sus ojos hacia el alto techo de la iglesia, intentó recordar los fragmentos de su pasado.
- No especialmente, las especies son las típicas de la zona, pero simplemente se multiplicó su población en cuestión de semanas. Si no recuerdo mal, eso pasó hace casi un cuarto de siglo... y eso me hace darme cuenta de lo mayor que soy... esos encuentros te los puedo señalar en un mapa si, más o menos coinciden con los antiguos refugios donde las ballenas suelen hacerse ver, en cuanto al navegante, el viejo Tirsok, murió hace muchos años, no tuvo tanta suerte como yo en ... reubicar su vida después de la crisis...
Antes de que todos abandonaran el templo definitivamente, Godric y Wellmar parecieron alejarse discretamente para intercambiar alguna palabras sin duda aburridas sobre sacerdocio y oraciones o fuera lo que fuese que hablaran los clérigos seguidores de diferentes deidades.
Adriana tomó asiento en uno de los bancos que no habían sido destruidos por la reciente refriega, asintiendo con la cabeza a Leobald, dispuesta a esperar el reencuentro del grupo para marchar hacia la posada.
Mientras tanto, recogió distraídamente los papeles que le ofrecía Toc-toc, perdiendo al primer vistazo la esperanza de entender algo de lo que allí se reflejaba. Su mirada cansada se paseó por las primeras líneas ininteligibles hasta que, de pronto, algo comenzó a cobrar sentido. Se detuvo para volver al inicio y miró al kenku interrogativamente, para dirigir su atención de nuevo a los papeles, esta vez con mucho más interés.
- Parece… ser una especie de código ininteligible pero… de manera inexplicable hay alguna palabra que me resulta familiar - extendió los documentos sobre sus rodillas, para que todos pudieran observar, y deslizó sus dedos de forma delicada, señalando aquí y allí - aquí… hay cinco puntos situados en mitad del mar, lejos de las costas, señalados con puntos y flechas, parecen ser lugares en los que solo debería haber agua, pero todos responden a un nombre y se repite en todos ellos… esta palabra, Monolito, ese es su significado - afirmó, alternando su mirada entre Leobald y Toc-toc.
- Sin embargo esta… - dijo señalando otra de las referencias - esta está situada en tierra costera. Unas ruinas, quizá un asentamiento antiguo, aunque su localización está codificada y me es imposible determinar su posición, pero sí puedo entender la palabra con la que se la designa: Warthalkeel- dijo encogiéndose de hombros. De pronto, hizo una pequeña pausa y su mirada permaneció fija y sus dedos inmóviles bajo un lugar concreto - Vaalastroth - susurró, con un deje de temor - no parece hacer referencia a un lugar, sino… a algo… que me produce… angustia y desasosiego solo leerlo... - intentando huir de esas emociones, Adriana continuó analizando los garabatos - parece haber dos mensajes codificados asociados con localizaciones en la costa, uno de ellos referido a un arrecife situado a varios días de viaje al oeste y otro justo en dirección contraria al este, cerca de la costa pantanosa… pero soy incapaz de entender nada, excepto las palabras que hacen referencia a este último, que también podéis leer vosotros: El Mariscal- guardó silencio y miró a sus compañeros de nuevo - ¿algo de esto tiene sentido para vosotros? -
Azorada visiblemente tras la evidencia de que Wellmar había entendido el idioma élfico y ahora sabía su secreto, la alta elfa le miró con preocupación y vergüenza, dirigiéndose hacia él y haciendo el amago de tomar sus manos en un gesto de acercamiento, cuando el sacerdote se alejó de ella dando un paso hacia atrás.
- No, por favor, no me tenga miedo se lo ruego… - dijo casi como una súplica - no sé qué me está sucediendo y necesito respuestas, le aseguro que no es mi intención causarle ningún mal a nadie, pero no lo puedo controlar, parece que sucede al utilizar mi magia y, allí donde se manifiesta, la muerte se abre camino pudriendo flora y fauna. Y ahora el entender un idioma extraño para mí… probablemente esté todo relacionado- guardó silencio y meditó sobre las palabras del sacerdote - Puede que tenga razón y esta maldición nos conceda una ventaja que no debemos desaprovechar; aún así, no cejaré en la búsqueda de una explicación para todo este sin sentido - su mirada se perdió en el infinito durante unos segundos - Gracias por su ofrecimiento y su inestimable ayuda, quizá vuelva a visitarle pronto. Y por favor…- le susurró desviando fugazmente su mirada a Adso, que ahora descendía por las escaleras acompañado de Khalion - no sea muy duro con él- le pidió sintiendo una punzada de culpabilidad.
Tras escuchar al Kenku y a Adriana, Mablung dice:- ¿puede que esté relacionado con el extraño mapa que encontramos en el túnel bajo la posada? Quizás deberíais echarle un ojo, ya sabéis por donde se accede.- comento mirando a Toc Toc y Adriana
-Yo por mi parte iré al círculo a descansar, si alguien quiere acompañarme a la hacienda mañana, pasaré por la posada antes de partir-Tras lo cual, el druida emprendio la marcha hacia el único lugar donde se sentia cómodo en la ciudad...al menos de momento.
TocToc agradeció al clérigo sus palabras y le alcanzó unos pergaminos con un mapa para que marcase los encuentras que recordase. Después rebuscó en sus ropajes y sacó su bolsita de dinero. Tres miserables monedas de oro cayeron en la palma de su mano cuando la vació. Miró brevemente con algo de rencor a sus compañeros que habían regalado el dinero y después dio una de esas moneas al clérigo. - No tengo mucho dinero. Pero, por favor, acepte este tributo para el mantenimiento de la iglesia, Wellmar.
Después, cuando Adriana empezó a hablar TocToc se quedó paralizado por la sorpresa y un dulce gorgojeo salió de su garganta al recibir tanta información de Adriana. - ¡Gracias! - Dijo mientras empezaba a apuntar todos los datos, nombres, localización e información que había sido revelada. - Son muchos datos, mucha información. – Se quedo repasando los papeles y las anotaciones intentando sacar alguna conclusión de las extrañas cifras y anotaciones.
- Quizás si deba ir al lugar del mapa y copiarlo… Pero mañana nos espera un día difícil, prefiero estar descansado para los posibles enfrentamientos… quizás a la vuelta. – Contestó al druida.
Wellmar se vio asaltadopor una avergonzada Adriana justo antes de retirarse a comentar asuntos privados del clero con Godric, el hombre esta vez controló su impulso de dar otro paso atrás para alejarse de ella, intentando empatizar con la situación de la alta elfa.
- Esos efectos que me narras, son cada vez más compatibles con una maldición, como te dije vuelve mañana y veremos que se puede hacer, si es que tu elección es librarte de ella cuanto antes... pero azorarse y preocuparse no creo que vaya a solucionarte nada hija, debes ser fuerte y sobreponerte a la tormenta, quizás ésta te lleve a aguas más tranquilas o a parajes inexplorados si aguantas su embestida y no te... rompes en la travesía...
Mirando de reojo a su acólito, ante la petición de clemencia con el muchacho, el sacerdote negó con la cabeza.
- Somos adultos, y cada uno tiene que ser coherente con sus actos, y por consiguiente con las consecuencias de éstos... estar equivocado en las prioridades más básicas de la orden requiere un duro castigo, y así será cumplido. No somos salvajes, hay un dogma que hay que seguir.
[En la "Cabra de Mimbre"]
La posada tenía la puerta cerrada cuando el grupo llegó, al otro lado de la calle, uno de los dos soldados de la guardia de la ciudad que vigilaba el acceso a las barracas y cárceles, se aproximó corriendo al verlos llegar sacando una serie de llaves anilladas entre sí. Mientras amablemente les habría la puerta, algo alterado, les comentó lo acontecido tras su partida hacía la mansión del alto magistrado.
- Cuando os retirásteis para proseguir con vuestras tareas de agentes de la Corona, Kraddok, decidió ayudaros con las tareas de limpieza e hizo llamar al grupo de civiles que se encargar de eso en nuestro edificio, es un hombre con cierto gusto por los detalles, así que llamamos a Brondir para que nos abriera y pudieramos ayudarle con esas tareas... como no nos abrió, dimos un rodeo hasta la puerta trasera que estaba abierta, pero nos dimos cuenta de que marquesina de la letrina externa tenía la puerta entreabierta también, y de ella asomaban un par de pies... inertes... cuando llegamos, descubrimos el cuerpo abortagado del enano, parecía envenenado, y una clara incisión punzante en su cuello parecía la causa... No hemos encontrado al asesino tras registrar la posada, pero tras retirar el cuerpo del posadero, decidimos cerrar el establecimento... Quien lo diría ... dos regentes en menos de una semana... cualquiera diría que este lugar está bajo los efectos de una maldición o algo... en cualquier caso, las tareas de limpieza se han realizado...
Una vez la puerta principal fue abierta, el guardia tendió el manojo de llaves al grupo.
- Por órdenes de Kraddock, podéis poseer las llaves hasta que encuentren un tercer... reemplazo... aunque quizás esto último tarde más de lo esperado tras los últimos acontecimientos.
Cuando los agentes entraron en la posada, toda estaba bastante impoluta, sin duda en las horas en las que habían pasado fuera, se habían entregado a base de bien. Adriana respiró aliviada al ver que no había secuelas, al menos de momento, de su entrenamiento justo antes de su partida, y no había señales de putrefacción o insectos muertos donde había ejercido con sus hechizos. Las habitaciones también estaban limpias, y las pertenencias de cada uno ordenadas en sus mochilas o sobre la mesa que estaba ubicada en cada dormitorio, nada faltaba y todo parecía en orden.
El silencio era casi sepulcral, no se oían ni los grillos cerca... ni pájaros nocturnos... quizás como efecto secundario del asalto de los muertos la noche anterior, pero aún así, se agradecía para por descansar mejor.
Envainando acero el aasimar descendió las escaleras hasta el hall principal. Venía recolocando las correas de una máscara recientemente retirada. Junto a los demás, permaneció en su habitual silencio contemplativo hasta el momento de la reprimenda a Adso.
-Puede estar orgulloso de semejante diligencia, el "protegido" lo está por el efectivo Adso pero sugeriría entrenamiento marcial o mínimas bases al resto..-intentando apaciguar la reprimenda al acólito.- Agraciadas las fortunas que aquí nos trajeron previo a terrible ataque y poder contarlo. Si preciso lo considera puedo hacer guardia junto a los muchachos esta noche. Adklo parece un muchacho mas bravo que el resto, aún así, no estaría de mal un mínimo adiestramiento.
Las revelaciones no pasaron desapercibidas para Khalion. Monolitos.. quizá como los obeliscos tatuados en brazos maleantes del populacho cobijado en el círculo druídico. Constelaciones inexistentes.. -Recuerdas alguna así?-dijo al druida mientras a su vez, trataba de hacer memoria de las vistas alcantarillas adentro.- Si a aquellos pasadizos queremos volver, apropiado parece ir con una copia de esas notas y buscar relación, quizá la clave de la desorientación y desplazamiento de sus pasadizos.
Poco quiso añadir delante de Wellmar sobre el "protegido" no tan protegido escaleras arriba.
Ante las claras y evidentes muestras de rechazo acerca de permanecer de guardia y protección en el templo el aasimar dejó el sagrado lygar con el resto de compañeros. Aunque con información relevante, aguardó el momento donde sin oídos furtivos que pudieran estar alerta. -No soy grato en la posada- les dijo de camino.- Pero tengo posibilidades y techo merced al amigo común con Chak en los gremios bajo la Red Vacía. Os acompaño, sin embargo.
En la posada las noticias sobre el enano muerto bajo causas mas que reconocibles solo constató la continuidad entre los vivos del pequeño Imp Ostor. Aquellas maneras, similares a las sufridas por el lacayo de Sambalet eran únicas. Una mueca de desaprobación se dibujó en su cara, bajo la máscara. Buen tipo, buenas intenciones aunque mal meditadas. Hubiera sentido cierta culpa por sus amenazantes palabras a vísperas de que encontrara fatídica muerte en las letrinas, pero cada uno labra su destino con sus actos, también ese Imp.
-Adklo, el protegido del templo-les dijo ya solos y acomodados en pleno salón.- y hermano gemelo de Adso, estaba arriba.. azul de piel, inhumano y oculto como su hermano bajo túnica. Algo misterioso y difícil de encajar que ya había escuchado.. parejas de gemelos dispares. Kreb y su hermano semigigante, adso y el azulado Adklo.. Estos últimos salieron del orfanato local, que ardió y fue clausurado. Tampoco conocieron a sus padres.. quizá Kreb comparta historia.. donde por cierto, debería volver si decidimos que usa dar a esto.-terminó sacando la moneda con el orbe quebrado. -Podéis haceros cargo que su carga y responsabilidad y puedo intercambiarla por aquello que aneleis -ofreciendo con sus manos a cualquera que quisiera aceptar las implicaciones que suponía, pero mirando al joven clérigo en especial. -Ante este nuevo panorama pasaré aquí la noche si os parece tomando mi parte y responsabilidad de guardia.
Subió a la habitación a recuperar el equipo solicitado en Ghotfinger, dejándolo cuidadosamente sobre una de las mesas. Cuerdas, garfios y mas aparejos navales para preparar un discreto abordaje.
-Leobald..-llamó la atención del veterano humano- me gustaría conocer mas sobre Estigia y ese libro que encontramos.. Quizá haya algo relevante y esta guardia parece perfecta. ¿Qué turno hago?
Rollback Post to RevisionRollBack
To post a comment, please login or register a new account.
Al ver su flecha abatir a la aberración TocToc graznó satisfecho, olvidándose un momento del horror que representaban aquellas criaturas. La victoria le había dejado claro que, a pesar de su aberrante apariencia, se podían matar.
Mientras el clérigo de Akadi curaba al herido Godric, el hombre cuervo se movió con algo de cautela hacia los cadáveres, tapándose el pico con sus ropajes. Acuclillado cerca de los cadáveres los examinó. “¿Eran humanos, quizás marineros del pueblo? ¿Qué les había ocurrido para acabar de aquella manera?” Con la esperanza de entender qué demonios era aquello miró los ajados ropajes, los cuellos y muñecas buscando algún colgante o recuerdo.
La pregunta de Wellmar hizo que levantase la cabeza y mirase alrededor, pero al no ver a Khalion graznó otra vez con exasperación. Ni se entendía lo que decía ni lo que hacía. - El protegido! Rápido, vayamos. – Dijo con la voz del enmascarado asesino. Después salió del templo a examinar el cadáver del que parecía el líder espiritual, observó el medallón y el extraño bastón.
Zevatur, Rolthos
Godric tosió algo de sangre que le había quedado en la boca tras el brutal ataque de la aberración y agradeció a Leobald su ayuda. Aún sangraba y dudaba que, de no haber sido por Toc Toc y su puntería, pudiera haber seguido luchando. La curación de Wellmar le devolvió el vigor y la salud, llevándose el dolor y la sangre como una ola que arrastra de la playa al interior del mar los malos recuerdos.
- Gracias Leobald. Gracias Wellmar - dice con sincero agradecimiento - Intenté aguantar todo lo que pude contra esa bestia. - Se levantó y arregló como pudo la destrozada ropa. Iba a necesitar ropa nueva, los jirones de la actual dejaban ver la piel nueva y curada donde hace unos segundos había una horrenda herida. Mientras lo hacía buscó con la mirada a Adriana y le sonrió al comprobar que la elfa estaba sana y salva.
Mirando a su alrededor y escuchando a Toc Toc hablar con la voz del aasimar suspiró e informó al sacerdote de Akadi.
- Supongo que ha subido con Adso a proteger a su Elegido... discúlpele - se apresura a añadir - a veces su candor le lleva a tomar decisiones precipitadas... -
PbP Character: A few ;)
Wellmar alzó la mano de manera afable para indicar a Godric que no tenía por lo que preocuparse, el sacerdote no estaba ofendido por la intrusión más bien preocupado por el enmascarado.
- Esas decisiones pueden tener buena intención, pero mis chicos están entrenados para combatir y proteger si hay peligro, y probablemente habrán confundido a vuestro amigo con un enemigo, a no ser que supiera la palabra de seguridad habrá sido atacado y reducido. Espero que se encuentre bien, Adso le estará atendiendo si ha resultado herido. Me siento orgulloso de esos muchachos, cada vez son más profesionales... El Sacerdote se quedó en silencio unos segundos intentando escuchar algún sonido - No se oye ruido en el piso superior, así que entiendo que las cosas vuelven a estar tranquilas.
Mientras el responsable del templo charlaba con Godric y los demás, TocToc comenzó a registrar a los híbridos caídos, puesto que la aberración no poséia nada, salvo sus fácidos e inertes tentáculos. En efecto los restos de ropa ajada y húmeda eran vestimentas típicas de marineros y pescadores, quizás más de lo primero que de lo segundo, pero cualquier posibilidad valdría. A parte de las lanzas que apenas se mantenían de una pieza, TocToc se fijó en que sus escudos de madera y conchas estaba cubiertos por una sustancia viscosa muy pegajosa, probablemente si algún ataque cuerpo a cuerpo hubiera impactado en el escudo, el arma se hubiera quedado adherida a éste... inutilizándola en el acto.
Lo único que el kenku encontró de cierto interés era el medallón que portaba el sacerdote híbrido, tallado en hueso de algún animal marino, tiburones probablemente, y con extraños dibudos grabados formando espirales retorcidas y estrellas que no existen... al tacto, éste aún parecía crepitar ligeramente y transmitia una sensación de inquietud perenne. No hacía falta lanzar ningún hechizo para saber que ese objeto aún conservaba parte de algún tipo de magia antigua.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Escuchando que no debía haber más peligro por el momento TocToc sacó sus desordenados papeles, algo arrugados al haber sido metidos a toda prisa en la mochila. - Si os enfrentáis a estas criaturas cuidado con los escudos, podrían inutilizar las armas pegándose a las mismas. - reveló a sus compañeros sus escasa averiguaciones.
- Extraño medallón, mágico sin duda. - Se sentó fuera del templo, sin atreverse a meter el medallón en el sagrado recinto y empezó a estudiarlo. "Muchos extraños símbolos en esta costa" pensó para sí mismo mientras empezaba a copiar las espirales y estrellas. Absorto dibujaba con esmero la copia y sacaba de vez en cuando alguno de los papeles de anteriores dibujos que había ido haciendo con anterioridad o copiaba los de algunos tatuajes de memoria. - No no no… no coinciden - murmuraba para sí mismo.
Zevatur, Rolthos
Leobald quitó hierro a la situación con Gopdric con un gesto amable. Agradeció al deferencia de Wellmar y, viendo que todos estaban bien, revisó los cuerpos escamosos por si mismo.
—¿Queréis decir que ya han atacado antes el templo? —preguntó a Wellmar aun acuclillado entre los cadáveres—. Es una actitud osada. ¿Quizás tienen esos ataques que ver con vuestro elegido?
Miró por un momento al clérigo de Akadi. Después suspiró e hizo pareja con Toc Toc, interesado en sus investigaciones.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Sintiendo la presencia del paladín a su lado el hombre cuervo le alcanzó una hoja con copias de los extraños símbolos grabados en el medallón. Sin levantar la mirada de los papeles le comentó. - No tiene nada que ver con Sytigia, ¿verdad? – Preguntó casualmente. – Después le alcanzo el medallón – Es mágico, y transmite algo inquietante.
Zevatur, Rolthos
El dirigente del templo de Akadi se dirigió de nuevo a Leobald antes de proseguir con TocToc.
- No, el templo es la primera vez que lo atacan, pero yo ya he visto a estas criaturas antes y combatido con ellas. Cuando no había abrazado la vida sacerdotal, antes era ballenero, era una buena época para ese tipo de capturas, proveían a Saltmarsh de buenos y valiosos recursos y comida, además de la grasa, huesos y aceite... todo era aprovechable... sin embargo pronto dejó de ser tan rentable cuando los bancos de pescado comenzaron a repoblarse casi milagrosamente, decenas de miles de peces comenzaron a proliferar cerca de las costas de la ciudad, y la logística para monetizarlos y sacarles partido era mucho más sencilla y barata... así que la industria ballenera se fue a pique... y yo tuve que buscarme otra manera de ganarme el pan... di muchas vueltas y no estoy muy orgulloso de esa etapa de mi vida, pero al final la Dama sabe encontrarte y tocarte con sus vientos sanadores, incluso en los momentos más oscuros de una persona... pero disculpa caballero, me estoy desviando del tema con cuentos de viejos... durante la época donde era parte de la tripulación de los balleneros, si sufríamos algunos ataques de estas criaturas, pero era mar adentro y muy de vez en cuando... quizás un par de veces al año y eran fácilmente rechazados incluso por gente sin apenas entrenamiento en combate... Nunca los había visto tan cerca de la costa... y tan osados de adentrarse en ella para atacar ... además parecían más peligrosos que cuando yo los combatía hace más de una década.
Cuando Wellmar acabó de charlar con Leobald, se volvió a acercar al kenku que no paraba de de copiar y trazar sus bocetos acerca de los símbolos del medallón y runas.
- Disculpa, antes ... te comenté que no sabía nada de lo que me enseñaste en tus anotaciones, pero... si sé quien podría saberlo... ve a hablar con Krag, el enterrador, es una persona bastante erudita y se pasa media vida leyendo y estudiando... la otra media vida se la pasa enterrando gente, es un tipo curioso pero de las pocas personas que aún conservan un buen corazón aquí en Saltmarsh, ... es tranquilo y humilde, mientras no le alteréis estoy seguro de que estará encantado de ayudaros.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Cuando la batalla llegó a su fin, la elfa corrió para reencontrarse con Godric, preguntándole por su estado y confirmando que estaba sano y salvo. Mientras ayudaba al joven a levantarse y reponerse, escuchó las intervenciones de sus compañeros y las respuestas del sacerdote. Cuando tuvo ocasión, intervino.
- Ese ser híbrido habló, mientras sostenía el medallón, sobre un enviado del vacío, aquel que habita en las estrellas y a cuyo hijo han de proteger… - dijo haciendo memoria y mirando extrañada a Wellmar - no encuentro razón lógica por la que yo haya podido entender su lenguaje, pero así ha sido. ¿Sabe algo de ese vacío, sabe algo de una marca del vacío? se lo escuché pronunciar también al druida de la arboleda - dijo esperando alguna explicación.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Mientras recogía su cimitarra del suelo y guardaba sus armas, el druida escuchaba a sus compañeros y al sacerdote hablar sobre el ataque y el protegido, esperaba que sus compañeros no se mezclasen también en ese asunto, pero no tenía mucha fe en ello. Tras oír a Adriana sintió como la furia volvía a crecer en él:- ¿Así es como tratas a nuestro aliados?, ¿vertiendo dudas sobre ellos sin mas pruebas que decir que les has entendido mientras hablan en un idioma que desconoces?.- con un tono frio añadió en élfico:- Solo espero que nuestra teoría sobre la corrupción que pareces propagar no afecte a este templo, porque has usado tus poderes aquí dentro...esperemos que diosa tenga éxito deteniendo lo que otros no pudieron...
-Respecto a tus dudas sobre Golfrin, a su vuelta le preguntaré...y no tengo claras las respuestas-finalizo en voz baja, esta maldito ciudad sólo trae problemas dijo para si mismo.
-Gracias por vuestra ayuda con el tema del veneno Wellnar- dijo mirando al sacerdote.
-Nos quedan dos días antes del ataque al barco, mi intención es ir a la casa de Eliah a ver problema con los no muertos y volver para el ataque.- añadió mirando a sus compañeros.
Adriana contestó a Mablung, sin perder la calma y con un claro gesto de cansancio tras el largo día
- Mi intención no es sembrar la duda sobre nadie. Golfrin se refirió a una "marca del vacío"; qué significa lo desconozco, y por ello solo intento recabar información. Como bien has dicho, el druida se encuentra de viaje y, dado que el sacerdote es conocedor de estos seres, puede que su sabiduría sea de ayuda - le sonrió amablemente.
No respondió al comentario de Mablung sobre la corrupción tras utilizar sus hechizos, pero su gesto se ensombreció ante la posibilidad de que eso ocurriera. Quizá debía parar de utilizar su magia hasta que este punto estuviera aclarado.
- Me gustaría volver a la posada lo antes posible - concluyó, cansada - todos necesitamos descansar.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric abre la boca para contestar a Mablung y explicar que Adriana no está acusando a nadie, pero sonríe al ver que la elfa se le adelanta.
- Sea lo que sea esa marca del vacío es posible que Gofrin esté investigando también. Si vos - dice mirando a Wellmar - y él pueden intercambiar información las posibilidades de éxito por comprender lo que ocurre y detenerlo ya que parece tratarse de otro problema que acecha a este ciudad. Si nosotros averiguamos algo os lo comunicaremos por supuesto - añade.
Viendo que Adriana quiere irse y sintiendo aún el dolor de sus heridas desea ir a la posada y descansar.
- Si no nos necesitan más aquí sería bueno ir a descansar. Si quiere le acompaño arriba para recoger a mi enmascarado compañero y no les molestamos más. ¿Nos vemos en la posada? - le pregunta a Adriana.
Antes de que salgan le dice a Mablung
- Lo de comprobar los ko muertos en casa de Elias es una buena idea - y asiente al druida a modo de despedida momentánea mientras va a buscar a Khalion.
PbP Character: A few ;)
Leobald confirmó a Toc Toc que las runas del amuleto no tenía nada que ver con Stygia. Prestaba atención a las palabras del sacerdote del viento cuando Adriana rebeló que era capaz de entender a aquellos monstruos marinos. Enarcando una deja miró a la elfa con interés. El ataque de Mablung solo provocó otro suspiro hastiado en el caballero.
—Adriana ha sido sincera, Mablung. No deberíamos censurarla por ello, sino alabarle el gesto —añadió lánguidamente sin sorprenderse por las formas del elfo salvaje—. Sabemos muy poco de lo que pasa en esta ciudad y los secretos entre nosotros no nos hacen ningún bien, como ya intenté haceros ver en la posada. Separarnos tampoco —puso una mano en el hombro de Adriana— y menos en medio de la noche. Trae a Khalion, os esperamos —asintió a Godric.
El lacónico caballero se volvió a Wellnar.
—Antes de irnos, una cosa más, padre Wellmar —hizo una pequeña pausa buscando las palabras—. Hemos visto un tatuaje recurrentemente en el antebrazo de algunos locales durante nuestra estancia en la ciudad; un monolito extraño. ¿Sabéis qué puede significar?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
TocToc dejó de mirar sus papeles y copias de espirales y estrellas mientras prestaba una inusitada atención a las palabras del clérigo. El relato de su vida de marinero y de sus penurias después le hizo pensar. Ya habían descrito con anterioridad el auge la pesca, pero la afluencia de bancos de peces…
- Le agradezco la información del enterrador. – Después miró a sus compañeros, ponderando las escasas posibilidades de hacer un encuentro tranquilo con algunos de ellos. Negó con la cabeza y cambió de tema.
- Dices que de pronto acudieron numerosos bancos de peces a la costa… ¿Quizás especies más abundantes y características de aguas profundas? - Preguntó interesándose por el pasado del mar. - ¿Hace cuánto fue esa migración? - Mientras contestaba sacó unos mapas de la costa copiados del almanaque de las mareas. - Puedes indicar donde fueron esos encuentros o si no los puedes señalar en el mapa… quien era el navegante, quizás él si pudiera concretar. – Quizás estas criaturas tuviesen algo que ver con esa súbita aparición de pesca.
Cuando Adriana explicó que había entendido las palabras de los seres marinos le acercó los papeles y los símbolos… - ¿Te suenan, los puedes leer?
Al fin, satisfecho con las copias accedió a ir a la posada. - ¿Además estaban los muertos en la mina, no?
Zevatur, Rolthos
El antiguo ballenero ahora regente del templo comenzó a sentir cierto interés en lo relevante a la alta elfa.
- Disculpa... ¿has dicho que entendías lo que ese ser híbrido de intenciones aviesas decía? ... Eso no puede ser nada bueno hija...
Los ojos de Wellmar se quedaron fijos en Adriana, e iban cerrándose hasta casi convertirse en dos rendijas diminutas que radiaban cierta desconfianza e incluso... ¿miedo? Al terminar de oír el arrebato acusador de Mablung, mencionando la corrupción que la hechicera parecía portar, el sacerdote dio un paso atrás, inconscientemente alejándose de ella. Con voz ronca, como la que inicialmente usaba al negociar con Eliander, el superior de la orde de Akadi respondió a la elfa con preocupación.
- Todo esto suena a maldición... una muy ... poderosa... ven mañana, invocaré a los sirocos sanadores de Akadi para que se la lleven lejos y no vuelva a hacer daño. Ahora no tengo ese tipo de magia preparada, necesito entrar en comunión con la Diosa para recibir su bendición. Sería de utilidad saber quien te la impuso y porqué... eso sin duda ayudaría a anular su toque y borrarlo para siempre.
Carraspeando para intentar suavizar su voz, Wellmar continuó su conversación mientras se dirigía a las escaleras acompañado de Godric.
- Las palabras que mencionas, hechicera, no tienen sentido para mi, no sé a qué vacío se refiere o a que hijo, pero sería interesante entenderlo... quizás la maldición pueda ser usada en su contra, si les entiendes y ellos no lo saben... y vuelves a tener trato con ellos... o ver alguno de sus escritos... se podría esclarecer más acerca de sus planes, o de porqué el ataque al templo, pero es tu decisión, no debe ser fácil vivir con esa mancha sobre tu misma alma. Y si el druida del círculo y guardián lo mencionó, quizás él sepa más y deberíais consultarle. Yo antes era muy amigo de Ferrin, las relaciones entre el círculo y el templo era casi simbióticas, pero desde su fallecimiento, Golfrin no siguió sus pasos, y se alejó de nosotros, casi hasta aislarse completamente... entiendo que cada uno lleva el luto como lo encaje mejor, aunque eso ocurrió hace bastante tiempo.
Mientras el conflicto entre los agentes se hacía más que palpable, Adso y Khalion aparecieron descendiendo las escaleras, el joven acólito inclinó ligeramente la cabeza ente su superior, y su rostro, cubierto casi en su totalidad por la capucha, se giró levemente hacia Adriana, como si hubiera escuchado mientras bajaba toda la conversación sobre su "corrupción".
- Todo está bien arriba señor, el enmascarado se ha encargado de proteger a los muchachos si alguna amenaza ascendía. El "elegido" no corre peligro.
Wellmar asintió con la cabeza, pero su mirada hacía el acólito infería que no se había olvidado de su desobediencia pasada y que el castigo seguía en pie. Dirigiéndose esta vez a Leobald, volvió a compartir la información que tenía al respecto.
- Los marineros y en general casi cualquier persona en Saltmarsh que no pertenezca a la nobleza, tienen tatuajes, aunque el que mencionas no me suena haberlo visto antes, si alguien lo posee, no es de los que asisten a mis ceremonias o son afines a Akadi, y yo diría que la mayoría de la ciudad en mayor o menor grado, son bastantes religiosos y seguidores de la Diosa...
Cuando TocToc le volvió a lanzar la batería de preguntas como si fuera un ballestero de la guardia real estrenando arma de repetición, el veterano sacerdote pareció sentirse alguno abrumado, aunque elevando sus ojos hacia el alto techo de la iglesia, intentó recordar los fragmentos de su pasado.
- No especialmente, las especies son las típicas de la zona, pero simplemente se multiplicó su población en cuestión de semanas. Si no recuerdo mal, eso pasó hace casi un cuarto de siglo... y eso me hace darme cuenta de lo mayor que soy... esos encuentros te los puedo señalar en un mapa si, más o menos coinciden con los antiguos refugios donde las ballenas suelen hacerse ver, en cuanto al navegante, el viejo Tirsok, murió hace muchos años, no tuvo tanta suerte como yo en ... reubicar su vida después de la crisis...
Antes de que todos abandonaran el templo definitivamente, Godric y Wellmar parecieron alejarse discretamente para intercambiar alguna palabras sin duda aburridas sobre sacerdocio y oraciones o fuera lo que fuese que hablaran los clérigos seguidores de diferentes deidades.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Adriana tomó asiento en uno de los bancos que no habían sido destruidos por la reciente refriega, asintiendo con la cabeza a Leobald, dispuesta a esperar el reencuentro del grupo para marchar hacia la posada.
Mientras tanto, recogió distraídamente los papeles que le ofrecía Toc-toc, perdiendo al primer vistazo la esperanza de entender algo de lo que allí se reflejaba. Su mirada cansada se paseó por las primeras líneas ininteligibles hasta que, de pronto, algo comenzó a cobrar sentido. Se detuvo para volver al inicio y miró al kenku interrogativamente, para dirigir su atención de nuevo a los papeles, esta vez con mucho más interés.
- Parece… ser una especie de código ininteligible pero… de manera inexplicable hay alguna palabra que me resulta familiar - extendió los documentos sobre sus rodillas, para que todos pudieran observar, y deslizó sus dedos de forma delicada, señalando aquí y allí - aquí… hay cinco puntos situados en mitad del mar, lejos de las costas, señalados con puntos y flechas, parecen ser lugares en los que solo debería haber agua, pero todos responden a un nombre y se repite en todos ellos… esta palabra, Monolito, ese es su significado - afirmó, alternando su mirada entre Leobald y Toc-toc.
- Sin embargo esta… - dijo señalando otra de las referencias - esta está situada en tierra costera. Unas ruinas, quizá un asentamiento antiguo, aunque su localización está codificada y me es imposible determinar su posición, pero sí puedo entender la palabra con la que se la designa: Warthalkeel - dijo encogiéndose de hombros. De pronto, hizo una pequeña pausa y su mirada permaneció fija y sus dedos inmóviles bajo un lugar concreto - Vaalastroth - susurró, con un deje de temor - no parece hacer referencia a un lugar, sino… a algo… que me produce… angustia y desasosiego solo leerlo... - intentando huir de esas emociones, Adriana continuó analizando los garabatos - parece haber dos mensajes codificados asociados con localizaciones en la costa, uno de ellos referido a un arrecife situado a varios días de viaje al oeste y otro justo en dirección contraria al este, cerca de la costa pantanosa… pero soy incapaz de entender nada, excepto las palabras que hacen referencia a este último, que también podéis leer vosotros: El Mariscal - guardó silencio y miró a sus compañeros de nuevo - ¿algo de esto tiene sentido para vosotros? -
Azorada visiblemente tras la evidencia de que Wellmar había entendido el idioma élfico y ahora sabía su secreto, la alta elfa le miró con preocupación y vergüenza, dirigiéndose hacia él y haciendo el amago de tomar sus manos en un gesto de acercamiento, cuando el sacerdote se alejó de ella dando un paso hacia atrás.
- No, por favor, no me tenga miedo se lo ruego… - dijo casi como una súplica - no sé qué me está sucediendo y necesito respuestas, le aseguro que no es mi intención causarle ningún mal a nadie, pero no lo puedo controlar, parece que sucede al utilizar mi magia y, allí donde se manifiesta, la muerte se abre camino pudriendo flora y fauna. Y ahora el entender un idioma extraño para mí… probablemente esté todo relacionado- guardó silencio y meditó sobre las palabras del sacerdote - Puede que tenga razón y esta maldición nos conceda una ventaja que no debemos desaprovechar; aún así, no cejaré en la búsqueda de una explicación para todo este sin sentido - su mirada se perdió en el infinito durante unos segundos - Gracias por su ofrecimiento y su inestimable ayuda, quizá vuelva a visitarle pronto. Y por favor… - le susurró desviando fugazmente su mirada a Adso, que ahora descendía por las escaleras acompañado de Khalion - no sea muy duro con él - le pidió sintiendo una punzada de culpabilidad.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Tras escuchar al Kenku y a Adriana, Mablung dice:- ¿puede que esté relacionado con el extraño mapa que encontramos en el túnel bajo la posada? Quizás deberíais echarle un ojo, ya sabéis por donde se accede.- comento mirando a Toc Toc y Adriana
-Yo por mi parte iré al círculo a descansar, si alguien quiere acompañarme a la hacienda mañana, pasaré por la posada antes de partir-Tras lo cual, el druida emprendio la marcha hacia el único lugar donde se sentia cómodo en la ciudad...al menos de momento.
TocToc agradeció al clérigo sus palabras y le alcanzó unos pergaminos con un mapa para que marcase los encuentras que recordase. Después rebuscó en sus ropajes y sacó su bolsita de dinero. Tres miserables monedas de oro cayeron en la palma de su mano cuando la vació. Miró brevemente con algo de rencor a sus compañeros que habían regalado el dinero y después dio una de esas moneas al clérigo. - No tengo mucho dinero. Pero, por favor, acepte este tributo para el mantenimiento de la iglesia, Wellmar.
Después, cuando Adriana empezó a hablar TocToc se quedó paralizado por la sorpresa y un dulce gorgojeo salió de su garganta al recibir tanta información de Adriana. - ¡Gracias! - Dijo mientras empezaba a apuntar todos los datos, nombres, localización e información que había sido revelada. - Son muchos datos, mucha información. – Se quedo repasando los papeles y las anotaciones intentando sacar alguna conclusión de las extrañas cifras y anotaciones.
- Quizás si deba ir al lugar del mapa y copiarlo… Pero mañana nos espera un día difícil, prefiero estar descansado para los posibles enfrentamientos… quizás a la vuelta. – Contestó al druida.
Zevatur, Rolthos
[En el templo de Akadi]
Wellmar se vio asaltadopor una avergonzada Adriana justo antes de retirarse a comentar asuntos privados del clero con Godric, el hombre esta vez controló su impulso de dar otro paso atrás para alejarse de ella, intentando empatizar con la situación de la alta elfa.
- Esos efectos que me narras, son cada vez más compatibles con una maldición, como te dije vuelve mañana y veremos que se puede hacer, si es que tu elección es librarte de ella cuanto antes... pero azorarse y preocuparse no creo que vaya a solucionarte nada hija, debes ser fuerte y sobreponerte a la tormenta, quizás ésta te lleve a aguas más tranquilas o a parajes inexplorados si aguantas su embestida y no te... rompes en la travesía...
Mirando de reojo a su acólito, ante la petición de clemencia con el muchacho, el sacerdote negó con la cabeza.
- Somos adultos, y cada uno tiene que ser coherente con sus actos, y por consiguiente con las consecuencias de éstos... estar equivocado en las prioridades más básicas de la orden requiere un duro castigo, y así será cumplido. No somos salvajes, hay un dogma que hay que seguir.
[En la "Cabra de Mimbre"]
La posada tenía la puerta cerrada cuando el grupo llegó, al otro lado de la calle, uno de los dos soldados de la guardia de la ciudad que vigilaba el acceso a las barracas y cárceles, se aproximó corriendo al verlos llegar sacando una serie de llaves anilladas entre sí. Mientras amablemente les habría la puerta, algo alterado, les comentó lo acontecido tras su partida hacía la mansión del alto magistrado.
- Cuando os retirásteis para proseguir con vuestras tareas de agentes de la Corona, Kraddok, decidió ayudaros con las tareas de limpieza e hizo llamar al grupo de civiles que se encargar de eso en nuestro edificio, es un hombre con cierto gusto por los detalles, así que llamamos a Brondir para que nos abriera y pudieramos ayudarle con esas tareas... como no nos abrió, dimos un rodeo hasta la puerta trasera que estaba abierta, pero nos dimos cuenta de que marquesina de la letrina externa tenía la puerta entreabierta también, y de ella asomaban un par de pies... inertes... cuando llegamos, descubrimos el cuerpo abortagado del enano, parecía envenenado, y una clara incisión punzante en su cuello parecía la causa... No hemos encontrado al asesino tras registrar la posada, pero tras retirar el cuerpo del posadero, decidimos cerrar el establecimento... Quien lo diría ... dos regentes en menos de una semana... cualquiera diría que este lugar está bajo los efectos de una maldición o algo... en cualquier caso, las tareas de limpieza se han realizado...
Una vez la puerta principal fue abierta, el guardia tendió el manojo de llaves al grupo.
- Por órdenes de Kraddock, podéis poseer las llaves hasta que encuentren un tercer... reemplazo... aunque quizás esto último tarde más de lo esperado tras los últimos acontecimientos.
Cuando los agentes entraron en la posada, toda estaba bastante impoluta, sin duda en las horas en las que habían pasado fuera, se habían entregado a base de bien. Adriana respiró aliviada al ver que no había secuelas, al menos de momento, de su entrenamiento justo antes de su partida, y no había señales de putrefacción o insectos muertos donde había ejercido con sus hechizos. Las habitaciones también estaban limpias, y las pertenencias de cada uno ordenadas en sus mochilas o sobre la mesa que estaba ubicada en cada dormitorio, nada faltaba y todo parecía en orden.
El silencio era casi sepulcral, no se oían ni los grillos cerca... ni pájaros nocturnos... quizás como efecto secundario del asalto de los muertos la noche anterior, pero aún así, se agradecía para por descansar mejor.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
[En el Templo]
Envainando acero el aasimar descendió las escaleras hasta el hall principal. Venía recolocando las correas de una máscara recientemente retirada. Junto a los demás, permaneció en su habitual silencio contemplativo hasta el momento de la reprimenda a Adso.
-Puede estar orgulloso de semejante diligencia, el "protegido" lo está por el efectivo Adso pero sugeriría entrenamiento marcial o mínimas bases al resto.. -intentando apaciguar la reprimenda al acólito.- Agraciadas las fortunas que aquí nos trajeron previo a terrible ataque y poder contarlo. Si preciso lo considera puedo hacer guardia junto a los muchachos esta noche. Adklo parece un muchacho mas bravo que el resto, aún así, no estaría de mal un mínimo adiestramiento.
Las revelaciones no pasaron desapercibidas para Khalion. Monolitos.. quizá como los obeliscos tatuados en brazos maleantes del populacho cobijado en el círculo druídico. Constelaciones inexistentes.. -Recuerdas alguna así?- dijo al druida mientras a su vez, trataba de hacer memoria de las vistas alcantarillas adentro.- Si a aquellos pasadizos queremos volver, apropiado parece ir con una copia de esas notas y buscar relación, quizá la clave de la desorientación y desplazamiento de sus pasadizos.
Poco quiso añadir delante de Wellmar sobre el "protegido" no tan protegido escaleras arriba.
Ante las claras y evidentes muestras de rechazo acerca de permanecer de guardia y protección en el templo el aasimar dejó el sagrado lygar con el resto de compañeros. Aunque con información relevante, aguardó el momento donde sin oídos furtivos que pudieran estar alerta. -No soy grato en la posada- les dijo de camino.- Pero tengo posibilidades y techo merced al amigo común con Chak en los gremios bajo la Red Vacía. Os acompaño, sin embargo.
En la posada las noticias sobre el enano muerto bajo causas mas que reconocibles solo constató la continuidad entre los vivos del pequeño Imp Ostor. Aquellas maneras, similares a las sufridas por el lacayo de Sambalet eran únicas. Una mueca de desaprobación se dibujó en su cara, bajo la máscara. Buen tipo, buenas intenciones aunque mal meditadas. Hubiera sentido cierta culpa por sus amenazantes palabras a vísperas de que encontrara fatídica muerte en las letrinas, pero cada uno labra su destino con sus actos, también ese Imp.
-Adklo, el protegido del templo- les dijo ya solos y acomodados en pleno salón.- y hermano gemelo de Adso, estaba arriba.. azul de piel, inhumano y oculto como su hermano bajo túnica. Algo misterioso y difícil de encajar que ya había escuchado.. parejas de gemelos dispares. Kreb y su hermano semigigante, adso y el azulado Adklo.. Estos últimos salieron del orfanato local, que ardió y fue clausurado. Tampoco conocieron a sus padres.. quizá Kreb comparta historia.. donde por cierto, debería volver si decidimos que usa dar a esto.-terminó sacando la moneda con el orbe quebrado. -Podéis haceros cargo que su carga y responsabilidad y puedo intercambiarla por aquello que aneleis -ofreciendo con sus manos a cualquera que quisiera aceptar las implicaciones que suponía, pero mirando al joven clérigo en especial. -Ante este nuevo panorama pasaré aquí la noche si os parece tomando mi parte y responsabilidad de guardia.
Subió a la habitación a recuperar el equipo solicitado en Ghotfinger, dejándolo cuidadosamente sobre una de las mesas. Cuerdas, garfios y mas aparejos navales para preparar un discreto abordaje.
-Leobald..-llamó la atención del veterano humano- me gustaría conocer mas sobre Estigia y ese libro que encontramos.. Quizá haya algo relevante y esta guardia parece perfecta. ¿Qué turno hago?