Mientras sus compañeros conversaban sobre cómo hacer frente a esta nueva tarea, Adriana concentró toda su atención en la moneda que descansaba en el centro de la mesa. Con la vista fija en las cuencas de la calavera, un aura débil comenzó a tomar forma, convirtiéndose en un halo verde oscuro que la envolvió por completo.
- Sin duda, se desprende magia de ella - dijo ante el requerimiento de Leobald - una magia perteneciente a la escuela de adivinación; por mis conocimientos, los hechizos de este tipo de escuela se centran en la revelación de información, ya sea en forma de secretos olvidados, atisbos del futuro, ubicación de cosas ocultas, la verdad detrás de las ilusiones o visiones de personas o lugares distantes - desvió de nuevo la mirada al humano - Lamento no poder ser más específica, pero hasta que no tengamos más detalles las posibles utilidades de esta moneda son, como ves, bastante amplias.
Cuando Godric tomó la palabra y se frotó el pecho de manera inconsciente, la elfa no pudo evitar desviar su mirada alternándola con la del sacerdote y su pecho; un rictus preocupado e interrogante se mostró en su rostro, dirigido directamente al joven. Tras unos segundos de silencio, respondió a su pregunta - No recuerdo haber visto a Elías en palacio ni en ninguno de los eventos a los que he acudido; puede que sus servicios finalizaran antes de que yo ingresara como cortesana de la Reina, o simplemente fue un rostro más entre los numerosos caballeros de la corte. Quizá mañana esté en disposición de arrojar algo de luz a esta incógnita.
Tras la última pregunta de Leobald, la elfa se recostó en la silla mirando directamente a Khalion, deseosa de escuchar la respuesta del aasimar.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Demasiada explicación hasta el hastío pero salvado por intervención élfica. Khalion escuchó, atento, dando sensación de comprensión, real o no, sobre magia en monedas. Repentinamente, sin haberlo buscado menos aún pretendido, fue centro de atención de todos y cada uno de los presentes. Por los dioses como deseaba volver a trabajar solo...
-Tú primero- resopló mirando a Godric ajustando cuentas por orden de participación.- Vi la reacción de Elías.. No parece que esté al tanto de la solución pero quizá sepa del problema.-joder como echaba de menos dar de comer a las palomas..- Si Colton recurrió al autoproclamado La Sombra quizá fue para resolver algún escollo de la Comunidad..-Aquella noche estaba gastando las palabras destinadas para toda una semana..-Tú,.- señalando ahora al veterano caballero. Tras la mascara se apreciaba el azul intenso de sus pupilas.-¿Te gustaría ayudarme? Cuando lleguemos a Saltmarsh me convidarás a una cerveza tibia bien espumosa. ¿Dirías que has hecho un trato conmigo? Según Chak así está escrito.. no se donde.. sea como sea..- tomo aire antes de su ultima intervención..- ya somos y disculpad mi lenguaje vulgar..- dijo al trío de educados cortesanos-la ramera fiel de Bastianes.
Leobald escuchó a todos con interés y tras meditar unos segundos finalmente suspiró y se levantó de la mesa.
—Será mejor dejarlo estar por hoy. Me retiro a descansar. Mañana puede ser un día revelador —dijo mirando alternativamente al resto y finalmente a Adriana— sugiero que guardes esa moneda a buen recaudo.
Deseó las buenas noches a los presentes y recogió sus cosas de camino a los baños.
Adriana dio un respingo en la silla después del último comentario del aasimar, pero se mantuvo en silencio. Recogió la moneda tal y como le había sugerido Leobald, guardándola celosamente en uno de los bolsillos de su ropa, y se levantó de la mesa acercándose a Godric.
- Godric, despierta - le dijo en susurros, zarandeándole con suavidad - te indicaré cuáles son nuestros aposentos - sin soltarle del brazo, se dirigió con él hacia el pasillo donde, según Elías, les aguardaban sus habitaciones.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El camino hacía las cámaras de invitados era relativamente corto desde el gran Salón, en efecto esa parte del caserón parecía no ser usada, aunque estaba limpia y cuidada igualmente. Siguiendo las indicaciones de Elías, pudieron llegar a una habitación grande, con diferentes camas de todas las alturas repartidas con cierta simetría a lo largo de ella, casi parecía una habitación de algún hospicio o sanatorio de campaña improvisado, sólo que situado dentro de una gran casa. Contaron casi diez lugares diferentes donde podían descansar, algunos a ras de suelo, otros más elegantes y con doseles. Cualquiera de ellos estaba listo para acoger un invitado.
Los grandes ventanales de esta sala estaban tintados con etruscas heráldicas de sencillez marcial, soldados marchando, escudos en ristre, un bosque de fondo, criaturas humanoides de tez verde y marrón cargando. A pesar de la aparente delicadeza de su talla, el vidrio parecía grueso y prevenía de los estragos de la tormenta exterior, amortiguando su estruendo, casi invitándolos a dormir convirtiendo el temporal en una dulce y susurrante nana.
[Hacienda de Elías - Mañana siguiente]
TocToc y Mablung no han pasado una buena noche en el exterior, a pesar de que el lugar que prepararon si estaba escondido y era difícil de localizar, sus condiciones dejaban mucho que desear, había filtraciones y la tormenta constantemente tronando sobre sus cabezas no ayudaba, ... frío, humedad... etc...
Ambos tienen un nivel de exhaustion hasta el siguiente Long Rest.
Diferentes gallos empezaron a emitir su cacareo matutino incluso minutos antes del alba en una desacompasada melodía. No todos lo hacían a la vez, y cuando creías que el silencio volvía a abrazarte para conducirte al reparador sueño, otro volvía a cantar interrumpiendo el camino al mundo onírico.
Cuando todos se levantaron, y llegaron al gran salón, ya había preparadas viandas para desayunar, y algunos petates de comida preparada para viajes como ofrenda y pago por los favores recibidos. No había nadie en el gran salón, pero se oía mucho movimiento en el exterior, justo enfrente de la puerta principal. El bullicio de mucha gente se enmudeció cuando todos los allí presentes, más de una treintena de adultos y unos tres niños los miraron al salir, el tiempo seguía siendo malo, llovía, pero no había tormenta. Alrededor de un carro tirado por un par de caballos de carga, granjeros, comerciantes, ebanistas, alfareros, y un variopinto grupo de artesanos iban vestidos con sus atuendos y aperos de trabajo, salvo por algo en común a todos, una mancha de pintura negra parecida a la brea cruzaba sus petos en diagonal, sin duda una señal del duelo.
Sobre el carro yacía envuelto en una sábana un cuerpo, supuestamente el de Colton, y todos se disponían a moverse según empezaba a desgarrar el cielo los primeros haces de luz de la mañana. La multitud se dispuso a acompañar al carro guiado por Elías como en una santa compaña hasta el lugar del sepelio. Cantando una triste canción, el recorrido de los que acompañaron a los lugareños se hizo corto, apenas diez minutos rodeando una gran colina y bordeando el bosquecillo.
Alguien dijo que la muerte, no es el final del camino,
que, aunque morimos no somos, carne de un ciego destino.
Más allá de esta tierra, y sobre el gran monte,
El mar azul lo rodea, viaja nuestro amigo a su corte.
Cuando la pena nos alcanza, por un hermano perdido,
cuando el adiós dolorido, eleva nuestras almas,
recordaremos sus gestas y sus memorias, más nunca será olvidado,
y que ese aciago destino, vele nuestro paso al otro lado.
El mismo réquiem se entrelazaba con las voces de toda la gente allí presente, perfectamente acompasada, y bellamente entonada, a veces como si todos ellos fueran una única voz, y otras veces separando los graves de los agudos con gran maestría. Sin duda no era la primera vez que la cantaban, y posiblemente no la última.
El funeral se abrió camino, llegando a las tierras de Colton, allí se podía ver una cabaña muy humilde, más apropiada para un simple pastor, debería ser unas cinco veces más pequeña que la de Elías y toda construida y madera. Lindando con la casa, una esmerada y trabajada valla encerraba también ovejas, pero el número de cabezas de esas reses no llegaba tampoco ni a un tercio de las que estaban situadas en la hacienda del otro pastor.
En uno de los laterales, donde acababa un tosco camino embarrado, alguien se había dedicado esa misma noche a excavar un profundo agujero perfectamente rectangular a base de las pocas fuerzas que aún albergaba, rabia y sus propias lágrimas.
El carro paró al lado del hueco, y Elías bajó del carro con ayuda, sus manos parecían destrozadas, y no las tenía así el día anterior. Apenas se tenía en pie, pero mantenía el tipo como buenamente podía. Allí intentó dedicar unas palabras a su amigo delante de todos, pero simplemente ningún sonido salió de su garganta, así que, con gestos, le dio el paso a Godric para que continuara con la ceremonia. Todo el mundo allí enmudeció, incluso parecía que las ovejas callaban, el graznido de alguna urraca cercana era lo único que interrumpía la escena. La luz empezó a bañarlo todo, y empezó a proyectarse sobre el hueco que se convertiría en la tumba de Colton, creando penumbras y efectos de luz contra las gotas de lluvia.
La gente que esté presente en el Sepelio, pero con no ande muy atenta a él (por ejemplo Godric no podría porque dirige la ceremonia y está concentrado en ello, puede tirar Percepción.
Por otro lado, cada long rest que sea relevante, y si consideramos que ha habido una buena interpretación, daremos hasta a dos personajes un punto de inspiración por privado. Y este punto durará hasta el siguiente long rest tanto si se usa como si no.
Leobald mantenía las formas al final de la comitiva, dejando espacio a los cercanos en una ceremonia tan emotiva. Aquella comunidad parecía bastante unida y diría que todos acusaban la pérdida de un amigo más que un vecino.
Hacia la mitad de la ceremonia, a pesar de la cortina de lluvia, algo llamó su atención. Se acercó a Khalion disimuladamente.
—No miréis abiertamente, pero hay alguien oculto observando la ceremonia desde el bosquecillo —le susurró de manera que solo sus compañeros pudieron oírlo—. Se oculta entre los robles y la zona de arbustos altos. A unos trescientos pasos en la dirección que marca mi pie —adelantó discretamente el pie izquierdo en tal dirección mientras reposaba el peso de su cuerpo en el derecho—. ¿Khalion, podrías llegar allí sin ser detectado? Debemos averiguar quién es y porqué se oculta. ¿Puedes rodear su posición y retenerlo hasta que lleguemos? Temo que si nos acercamos sin más, huya.
Mablung se sentía mal consigo mismo, una temporada durmiendo bajo techo y se había desacostumbrado a dormir al abrigo de la madre naturaleza; claramente la noche al raso no le había sentado bien. Para tratar de calmarse con el cato del primer gallo antes de alba dejo el "refugio" y se dispuso a buscar algo para el desayuno.
Survival:22
Su animo mejoro al descubrir entre la espesura una zarza llena de moras y una fresa silvestre, parece que después de todo no había perdido aún su toque con la naturaleza. Devuelta al refugio compartió parte de su hallazgo con Toc Toc mientras observaba el gentío que se iba acumulando en el exterior de la casa: -Desde luego que es numerosa la "comunidad", tienen suerte de estar relativamente cerca del fuerte, seguramente sobreviven gracias a las patrullas- comento mientras observaba como depositaban el cuerpo en el carro.- Esperemos a que salgo el resto y pongámonos en marcha para Saltmarsh, cuanto antes lleguemos antes volveremos al fuerte y más cerca estaremos de nuestra libertad-
Cuando vio que sus compañeros salían de la casa, Mablung abandono la espesura y se dirigió hacia ellos diciendo:- ¿Partimos ya? nos espera una buena jornada de caminata...- su ceño se frunció al percatarse de que iban a seguir al carro:- Veo que vais a participar en el sepelio por el pastor, no me incumbe lo que querríais hacer con esta gente, si en una hora no habéis vuelto partiré hacia a Saltmarsh.
Tras lo cual se dio la vuelta y se volvió a meter en la espesura:- 1 hora- añadió antes de desaparecer entre la maleza.
Agua templada de termas, todo lo que un cuerpo agotado necesita. Con leve paso por el sótano, Khalion cayó agotado sobre uno de los futones. Toda idea intrépida había sido cohibida tras el encuentro con Chak, "la sombra". Ni limpieza de armadura ni retiro de barro de sus prendas. Problema para el Khalion del mañana.
Cuando acumulaba suficiente instinto genocida hacia las aves de corral, se levantó y preparó el equipo para el largo viaje. Sorprendido ante la concurrencia, el aasimar tomó un discreto lugar al final de la marcha mortuoria. Preguntas, muchas, oportunidad de respuesta, escasas entre los cánticos. Y con la cortina de agua, mas incógnitas. Funeral sin Dioses, a su gusto pero.. normal? Su sangre ya le había marcado demasiado y aunque creyente, renegaba de todos.
Orientada la máscara hacia el fardo antes llamado Colton, clavo sus ojos azul metálico en la espesura dirección el pie del señor mayor. -Me sorprendería que el asesino de anoche se interese en esto.- Contestó con disimulo al veterano guerrero.- SI organizas una distracción.. o sugiereselo a nuestro sacerdote..-señalando a Godric- Intentaré tener mas éxito que anoche.. nos encontraremos en casa de Colton mas tarde.
Cuando mas movimiento había en funeral , el mercenario aprovechó para retroceder con el disimulo necesario hasta el linde del bosque, con intención observar, sin ser visto, al furtivo.
El resto de enviados de Ghostfinger encuentran a Godric levantado antes del alba. Ha lavado su armadura y la tiene lista con el resto de sus cosas en un ordenado rincón del salón, listas para partir cuando el grupo lo decida. Aunque tiene la muda limpia que se puso la noche anterior se ha vestido con la ropa de viaje. Limpia aunque aún algo húmeda. Leobald se da cuenta, mientras el joven muchacho guarda la ropa bien doblada con cuidado en su mochila, que está aún tiene bordado dos pequeños símbolos de Lathander en el cuello de la camisa. Lo único que sigue manchado es la cinta dorada que porta envolviendo su antebrazo derecho.
Parece que ya ha desayunado y aunque aún tiene ojeras y se le nota cansado, los ojos algo rojos e hinchados, se disculpa y se mueve con decisión hacia fuera para ayudar a Elias con el cuerpo. No intercambia palabra con el afligido hombre salvo un breve saludo. Después, y portando solo su fiel zurrón de cuero, sigue a la comitiva cerca de sus compañeros. Cuando Elias le pide que hable se le ve azorado e incómodo y da unos tímidos pasos al frente, rojo como un tomate. A Adriana no se le escapa el detalle de que, pese a todo, se coloca mirando hacia el este, con el sol naciente iluminando sus pies. La fuerza de la costumbre posiblemente.
Godric carraspea y comienza a hablar.
- Elias me ha pedido que hable pues en el pasado fui sacerdote del Señor de la Mañana, Lathander. Habéis de saber que ya no tengo ese privilegio. No quiero engañaros ni ofenderos, ni faltar al respeto a la memoria de vuestro amigo, por eso comparto con vosotros mi... situación. -
Carraspea, algo indeciso aún pero continúa hablando. - Ni mis compañeros ni yo conocíamos a Colton ni a Elias ni a ninguno de vosotros hasta ayer, pero viendo cuantos de vosotros os habéis reunido hoy aquí da una imagen muy clara de que Colton era querido y respetado por todos los miembros de vuestra Comunidad, la cual era muy importante para Colton. Elias me ha asegurado que para Colton vuestro bienestar y seguridad eran lo primero, llegando a anteponer su bienestar para asegurar el del resto.Recordadle siempre así, como un abnegado y comprometido miembro de vuestra Comunidad. -
Hace un gesto y cuatro de los acompañantes comienzan a bajar el cuerpo mediante cuerdas a la tumba excavada por Elias. Godric suspira y recurre a su formación como sacerdote, recitando las palabras establecidas. - Oh Padre de la Mañana, ilumina con tu rostro por última vez a tu humilde siervo Colton. Que tu luz le guíe hasta tus Salones más allá de todo mal y sufrimiento. Como tú alumbras el mundo cada mañana con la esperanza de un nuevo día y renuevas el color y la vida, entregamos a nuestro hermano Colton a la tierra para que de la tristeza por su pérdida nazca nueva vida y se renueve nuestra esperanza al saber que ahora está contigo. -
Mientras habla el sol termina de salir, bañando con su luz a Godric e iluminando el fondo de la tumba. Donde ahora descansa Colton. Godric abre los ojos y mira al cuerpo. - Descansa ahora hermano Colton. Lathander no se pondrá para ti nunca más pues ahora estás en su presencia. - levanta la vista una vez más para acabar el ritual - Acepta a nuestro hermano en tu seno oh Señor de la Mañana. Te lo rogamos. -
Habiendo terminado las formalidades los miembros de la comunidad comienzan a arrojar tierra al fondo de la tumba como último adiós a su amigo. Godric añade en voz baja.
- Perdona Señor de la Mañana a este hereje por dirigirse a ti. No castigues el alma de este hombre por mis pecados-
Godric se retira, el aplomo conseguido al recitar los conocidos rituales desaparecido y recuperada su timidez. Se coloca entre Leobald y Adriana, colocando nerviosamente la badana de su zurrón y frotándose distraído el pecho, intentando no llamar más la atención.
Adriana llegó a la amplia habitación más exhausta de lo que pensaba, eligiendo uno de los catres con dosel para pasar la noche. Nunca una cama le había parecido tan mullida y confortable como aquella, ni siquiera las de la corte, aunque probablemente se debía a las penurias pasadas recientemente desde su condena. Ahora, en la quietud de la noche oscura e inescrutable, con el único sonido de fondo de la profunda respiración de sus compañeros y el repiqueteo incesante de la lluvia en los grandes ventanales, la elfa recordó las visiones de la noche anterior y se apoderó de ella el temor de que acudieran de nuevo a lo largo de su descanso. Algo extraño sucedía, pues no era la única del grupo que sufría sueños lúcidos que sobrepasaban las fronteras del universo de Morfeo.
Con esa sensación de aprensión de la que no conseguía zafarse, realizó su ritual mental para que todo estímulo exterior se convirtiera en un ruido blanco en el que sumirse. Afortunadamente, la nada la meció con afecto, ofreciéndole unas horas de plena quietud y descanso reparador. Tanto fue así que, en su retorno a la consciencia, con los ojos entrecerrados y la vista nublada por el dosel de la cama, creyó durante unos segundos encontrarse en sus aposentos de palacio. La calidez de la estancia y el peso de las mantas sobre su cuerpo la instaban a quedarse remoloneando unas horas más, pero la energía renovada de su cuerpo la obligó a salir de la cama.
Sus compañeros continuaban descansando y en silencio abandonó la habitación. Aprovechó el tiempo recogiendo su capa y sus botas que seguían en la entrada de la mansión para limpiarlas del barro y la mugre en la estancia de los baños, dejándolas secar después en la chimenea con los rescoldos que aún desprendían calor del fuego de la noche anterior. El desayuno estaba servido y disfrutó de él con calma. Una sensación de bienestar y optimismo marcaba su ánimo en aquel día que estaba a punto de comenzar, deseosa de descubrir los misterios que les aguardaban en esa jornada. Tomando prestados dos trapos amplios que hacían las funciones de servilletas, empaquetó dos raciones generosas de desayuno pensando en Mablung y Toc-toc, con la intención de ofrecérselas en cuanto volvieran a reunirse.
El tiempo pasó raudo y sus compañeros fueron acudiendo al gran salón a desayunar con los primeros cantos de los gallos. Todos menos Godric, al que por fin detectó cuando comenzó el sepelio de Colton. Al salir de la casa, Mablung surgió de la espesura para informarles de sus intenciones de marchar hacia Saltmarsh en una hora.
- Espera Mablung- dijo rebuscando entre sus cosas y ofreciéndole los dos bultos anudados que contenían el desayuno - he preparado esto para vosotros; por favor, entrégale uno a Toc-toc si te encontraras con él en el bosque - y aprovechó el momento para informarle sobre los nuevos acontecimientos - nuevos sucesos acontecieron ayer noche, me temo que hay asuntos que nos retendrán en este lugar por más de una hora - bajando la voz, para que nadie excepto los integrantes del grupo pudieran escucharla, le explicó al druida - la deuda contraída por Colton nos ha sido traspasada; debemos resolver esta situación antes de abandonar este lugar. Por supuesto eres libre, tanto tú como Toc-toc, de marchar hacia Saltmarsh cuando lo consideréis oportuno - le observó con la esperanza de que reconsiderara su decisión - Piénsalo y, si así lo consideras, nos reuniremos tras el sepelio para compartir toda la información. Vuestra ayuda y habilidades serían de gran ayuda - le sonrió y, sin más, le dejó marchar.
Adriana siguió de cerca a la comitiva, en silencio y mostrando todo su respeto hacia el difunto y la comunidad. Escuchó con emoción las palabras de Godric y ella misma elevó en silencio una plegaria dirigida a su dios Iram, Guardián de los Lugares Sagrados, para que recibiera en su seno el alma del pastor y la iluminara con su luz celestial. A sus espaldas escuchó los susurros de Leobald alertando de un acechador desconocido entre la maleza, pero la elfa se encontraba aún demasiado concentrada en el funeral como para prestar atención.
Cuando la comunidad empezó a dispersarse tras enterrar a Colton, Adriana se unió a sus compañeros. Khalion ya había desaparecido tras la pista del sospechoso visitante y dirigió su mirada hacia la espesura comprobando si había rastro de Mablung y Toc-toc. Observó también a Elías, que aún permanecía al lado de la tumba, supuso que dedicándole un último adiós a su gran amigo, a la espera de la mejor oportunidad para hablar con él sobre la deuda.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric se apresuró en terminar su hermosa letanía puesto que se dio cuenta que la lluvia empezaba a anegar el foso excavado para el entierro. Llegó un momento en que realmente llegó a pensar si Colton iba a ser enterrado o ahogado en ese foso, afortunadamente, todo acabó a tiempo, y tras depositar el cadáver sobre la cama de fango y agua del fondo, la tierra arrojada con palas empezó a cubrirlo raudo para evitar mayores consecuencias.
Elías se acercó cojeando totalmente pálido y exhausto a los compañeros que allí quedaban para agradecerles toda la ayuda prestada, y puso una mano destrozada sobre el hombro de Godric mientras hablaba envuelto en la pena.
- No tengo palabras para agradecer todo lo que habéis hecho por nosotros, os debo la vida, y esta comunidad siempre os recibirá bien y con los brazos abiertos. Siento si os hemos causado problemas, no era nuestra intención. Ahora podéis marcharos a Saltmarsh, no queremos retrasar más vuestra encomienda original. Espero que las viandas y comida de viaje que os hemos preparado sean de vuestro gusto. Ahora... dejadnos a nosotros con nuestro duelo...
Un cántico empezó a elevarse de fondo, suave y de nuevo en perfecta sincronía, fundiéndose con la lluvia y con el viento, ... una oda al compañero caído. El pastor miro a toda su gente, y tras una ligera reverencia a los representantes del grupo, a Leobald, Godric y Adriana, se retiro a unirse a los cánticos, dándoles educadamente a entender que debían marcharse ya.
Leobald asintió a Elías respetuosamente, se tragó sus preguntas y se retiró a un lado con sus compañeros.
—Había alguien espiando la ceremonia. Khalion a ido a presentarle nuestros respetos pero sugiero que vayamos en su busca por si necesita nuestra ayuda —les dijo tratando de seguir los movientos de aquella persona entre los árboles cercanos.
Godric da unos pasos tras Elías y escucha a medias a Leobald asintiendo a lo que les informa. Alcanza al pastor unos cinco metros de sus compañeros y le dice.
- Espera Elias, no puedes irte con las manos así, yo no me lo perdonaría. Por suerte tengo aquí mismo unas vendas - Abre su zurrón y saca unas vendas y un pequeño bote con un ungüento. - Gracias a la lluvia tardaremos poco en lavar estas heridas ¿verdad? - le sonríe un poco torpemente mientras comienza a curarle.
- Escucha Elias... no quiero importunarte y menos hoy pero... ¿recuerdas el extraño encuentro en la entrada de tu hacienda anoche? Uno de mis compañeros le siguió y al parecer Colton había llegado a un acuerdo con él y con sus amigos... dicen que el trabajo se hizo y que son 300 monedas, vamos a hacernos cargo de esa deuda así que no te preocupes por eso, pero quieren una moneda que tenía Colton en su posesión. Una moneda extraña de una calavera rodeada por varios rayos si no recuerdo mal... ¿Tú sabes de qué trato habla ese extraño y qué puede ser esa moneda? - Le mira preocupado mientras termina de curar las manos del antiguo caballero.
Elías parece sorprendido al ser abordado por Godric justo cuando iba a llegar de nuevo al lado de sus compañeros para seguir velando y continuar con los cánticos. Cuando el sacerdote empieza a sanarle las manos se queda inmóvil y con la mirada algo sombría, pero no tiene fuerzas ni ánimo para reprender al curandero, como no lo hizo aquella otra vez en el pasado y estuvo a punto de ...
El pastor pareció volver de sus recuerdos perdidos en un tiempo brumoso y lejano cuando Godric comenzó a tocar temas delicados.
- ¿Le siguió? Eso parece muy peligroso, ¿en que estaba pensando? ... ¿Colton hizo qué? ... Los ojos de Elías parecían ahora dos rendijas, casi como dos heridas en su rostro que daban paso a un abismo. - No deberías fiaros del primer hombre de dudosa reputación que os cuente historias, sobre todo si estas parecen ir en contra del honor de las buenas gentes de este lugar.
El interrogatorio del sacerdote pareció no tener fin, y Elías terminó retirando las manos algo bruscamente con la tarea de sanación a medio realizar.
- No sé de que moneda hablas, ni que relación tiene con la muerte de mi ... amigo ... tampoco sé de tratos. No te confundas, no soy un necio, sé que algo extraño ha ocurrido, pero La Comunidad, como ya dije, investigará a su manera y estará preparada para cualquier contratiempo, somos muchos, la unión hace la fuerza... No tenéis que aceros cargo de ninguna deuda, es cosa nuestra y ya habéis ayudado bastante. Ahora... debo... retirarme, una dura despedida me espera.
Con las manos a medio vendar, el agotado humano se giró dando la espalda a Godric y se unió a paso lento con sus compañeros, que observaban la escena desde unos metros más allá junto a la reciente tumba de su amigo caído. Durante ese corto trayecto, el sacerdote pudo oír a duras penas, debido al bajo tono y el ruido de la lluvia, como si de una estrategia se tratara para controlar sus emociones, a un Elías que parecía reflexionar en voz alta.
- Después de todos estos años, y has tenido que ser tú, compañero, el que me haga replantearme costumbres enterradas.
Un confundido Godric suelta las manos de Elias cuando siente que las quiere retirar apenas logra balbucear alguna respuesta.
- No si... yo ni siquiera he hablado con él... quizá sea mejor que hablaras con Khalion..- Mira en rededor buscando a su compañero y recordando que había ido tras una extraña figura - Espera Elias nadie acusa de nada a Colton, pero la moneda te la mostraremos.. luego... - le dice mientras Elias se separa de él. Puede que te ayude a entender... - le dice ya a la espalda de Elias casi en un susurro. Cabizbajo vuelve con Leobald y Adriana y comenta
- He sido un poco inoportuno ¿no? Es que como se despedía sólo quería... ayudar - termina bajando la vista. - ¿Qué hacemos? Como mínimo deberíamos guarecernos en la casa, parece que la lluvia arrecia. ¿Donde está Khalion?-
Leobald suspiró cansadamente bajo la lluvia. La reacción de Elías era natural, estaba enterrando a alguien muy querido. Dibujar cualquier mácula de honor en la memoria de Comto aún de cuerpo presente era cuando menos poco acertado.
—Quien quiera que fuese el espía he dejado de verlo —se encaminó a un punto en la línea se árboles embrazando en escudo— y tampoco veo a Khalion.
Entre la lluvia y el viento, Adriana fue incapaz de escuchar la conversación mantenida con Elías, pero sí se percató de la reacción de extrañeza y rechazo del pastor. Con el ceño ligeramente fruncido, escuchó las palabras del joven.
- ¿Qué te ha dicho, Godric? - le preguntó curiosa, mientras se encaminaba tras los pasos de Leobald, escudriñando la maleza.
- Bueno... - Godric se rasco la nuca - Le he comentado lo que estaba pasando, lo que Khalion averiguo anoche y lo de la moneda... dice que no sabe nada ni de lo uno ni de lo otro... creo que ha malinterpretado mis palabras pensando que quizá acusaba a Colton de algo cuando solo intentaba decirle que vamos a ayudarle... puede que no haya elegido el mejor momento y con las prisas no me haya explicado bien... ¿Y Khalion? Deberíamos volver a la casa y encontrarnos con el. -
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El hombre cuervo agradeció al druida la comida. - La manada es mas fuerte junta - Dijo, adaptando la palabra bandada para reflejar la naturaleza de sus compañeros mamíferos.
TocToc observó la ceremonia desde al distancia. La noche a la intemperie le había dejado más cansado que lo que esperaba... La lluvia, el frío, la larga caminata. La verdad es que no tenia ganas de entrometerse en los asuntos de aquella gente y por ello observó la ceremonia desde la distancia, mordisqueando la comida que sus compañeros le habían dado. Y quizás fue una buena idea ya que los chasquidos del pico resonaban sonoramente.
- Ja - Rió con cierta sorna cuando Elias intercambio unas palabras algo agrias con Godric. - Después animado por la confirmación de sus prejuicios se aproximó al grupo. - Partamos a Saltmarsh. - Después añadió con la mismísima voz de Bastianes. - Ni un solo día he faltado a mi deber al respecto, necesito este tema resuelto cuanto antes.
Se quedo allí, mirando a sus compañeros, preguntándose si tendría que reclamar la brillante moneda o se la devolverían... pequeños detalles del carácter de las personas...
survival: 11
TocToc miro rápidamente a donde sus compañeros le indicaron buscando el rastro de Kalion.
Mientras sus compañeros conversaban sobre cómo hacer frente a esta nueva tarea, Adriana concentró toda su atención en la moneda que descansaba en el centro de la mesa. Con la vista fija en las cuencas de la calavera, un aura débil comenzó a tomar forma, convirtiéndose en un halo verde oscuro que la envolvió por completo.
- Sin duda, se desprende magia de ella - dijo ante el requerimiento de Leobald - una magia perteneciente a la escuela de adivinación; por mis conocimientos, los hechizos de este tipo de escuela se centran en la revelación de información, ya sea en forma de secretos olvidados, atisbos del futuro, ubicación de cosas ocultas, la verdad detrás de las ilusiones o visiones de personas o lugares distantes - desvió de nuevo la mirada al humano - Lamento no poder ser más específica, pero hasta que no tengamos más detalles las posibles utilidades de esta moneda son, como ves, bastante amplias.
Cuando Godric tomó la palabra y se frotó el pecho de manera inconsciente, la elfa no pudo evitar desviar su mirada alternándola con la del sacerdote y su pecho; un rictus preocupado e interrogante se mostró en su rostro, dirigido directamente al joven. Tras unos segundos de silencio, respondió a su pregunta - No recuerdo haber visto a Elías en palacio ni en ninguno de los eventos a los que he acudido; puede que sus servicios finalizaran antes de que yo ingresara como cortesana de la Reina, o simplemente fue un rostro más entre los numerosos caballeros de la corte. Quizá mañana esté en disposición de arrojar algo de luz a esta incógnita.
Tras la última pregunta de Leobald, la elfa se recostó en la silla mirando directamente a Khalion, deseosa de escuchar la respuesta del aasimar.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Demasiada explicación hasta el hastío pero salvado por intervención élfica. Khalion escuchó, atento, dando sensación de comprensión, real o no, sobre magia en monedas. Repentinamente, sin haberlo buscado menos aún pretendido, fue centro de atención de todos y cada uno de los presentes. Por los dioses como deseaba volver a trabajar solo...
-Tú primero- resopló mirando a Godric ajustando cuentas por orden de participación.- Vi la reacción de Elías.. No parece que esté al tanto de la solución pero quizá sepa del problema.-joder como echaba de menos dar de comer a las palomas..- Si Colton recurrió al autoproclamado La Sombra quizá fue para resolver algún escollo de la Comunidad..-Aquella noche estaba gastando las palabras destinadas para toda una semana..-Tú,.- señalando ahora al veterano caballero. Tras la mascara se apreciaba el azul intenso de sus pupilas.-¿Te gustaría ayudarme? Cuando lleguemos a Saltmarsh me convidarás a una cerveza tibia bien espumosa. ¿Dirías que has hecho un trato conmigo? Según Chak así está escrito.. no se donde.. sea como sea..- tomo aire antes de su ultima intervención..- ya somos y disculpad mi lenguaje vulgar..- dijo al trío de educados cortesanos- la ramera fiel de Bastianes.
Leobald escuchó a todos con interés y tras meditar unos segundos finalmente suspiró y se levantó de la mesa.
—Será mejor dejarlo estar por hoy. Me retiro a descansar. Mañana puede ser un día revelador —dijo mirando alternativamente al resto y finalmente a Adriana— sugiero que guardes esa moneda a buen recaudo.
Deseó las buenas noches a los presentes y recogió sus cosas de camino a los baños.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Al mirar hacia Godric Leobald se dio cuenta de que el joven humano se había dormido recostado en la silla, totalmente agotado.
PbP Character: A few ;)
Adriana dio un respingo en la silla después del último comentario del aasimar, pero se mantuvo en silencio. Recogió la moneda tal y como le había sugerido Leobald, guardándola celosamente en uno de los bolsillos de su ropa, y se levantó de la mesa acercándose a Godric.
- Godric, despierta - le dijo en susurros, zarandeándole con suavidad - te indicaré cuáles son nuestros aposentos - sin soltarle del brazo, se dirigió con él hacia el pasillo donde, según Elías, les aguardaban sus habitaciones.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
[Hacienda de Elías – Noche]
El camino hacía las cámaras de invitados era relativamente corto desde el gran Salón, en efecto esa parte del caserón parecía no ser usada, aunque estaba limpia y cuidada igualmente. Siguiendo las indicaciones de Elías, pudieron llegar a una habitación grande, con diferentes camas de todas las alturas repartidas con cierta simetría a lo largo de ella, casi parecía una habitación de algún hospicio o sanatorio de campaña improvisado, sólo que situado dentro de una gran casa. Contaron casi diez lugares diferentes donde podían descansar, algunos a ras de suelo, otros más elegantes y con doseles. Cualquiera de ellos estaba listo para acoger un invitado.
Los grandes ventanales de esta sala estaban tintados con etruscas heráldicas de sencillez marcial, soldados marchando, escudos en ristre, un bosque de fondo, criaturas humanoides de tez verde y marrón cargando. A pesar de la aparente delicadeza de su talla, el vidrio parecía grueso y prevenía de los estragos de la tormenta exterior, amortiguando su estruendo, casi invitándolos a dormir convirtiendo el temporal en una dulce y susurrante nana.
[Hacienda de Elías - Mañana siguiente]
TocToc y Mablung no han pasado una buena noche en el exterior, a pesar de que el lugar que prepararon si estaba escondido y era difícil de localizar, sus condiciones dejaban mucho que desear, había filtraciones y la tormenta constantemente tronando sobre sus cabezas no ayudaba, ... frío, humedad... etc...
Ambos tienen un nivel de exhaustion hasta el siguiente Long Rest.
Diferentes gallos empezaron a emitir su cacareo matutino incluso minutos antes del alba en una desacompasada melodía. No todos lo hacían a la vez, y cuando creías que el silencio volvía a abrazarte para conducirte al reparador sueño, otro volvía a cantar interrumpiendo el camino al mundo onírico.
Cuando todos se levantaron, y llegaron al gran salón, ya había preparadas viandas para desayunar, y algunos petates de comida preparada para viajes como ofrenda y pago por los favores recibidos. No había nadie en el gran salón, pero se oía mucho movimiento en el exterior, justo enfrente de la puerta principal. El bullicio de mucha gente se enmudeció cuando todos los allí presentes, más de una treintena de adultos y unos tres niños los miraron al salir, el tiempo seguía siendo malo, llovía, pero no había tormenta. Alrededor de un carro tirado por un par de caballos de carga, granjeros, comerciantes, ebanistas, alfareros, y un variopinto grupo de artesanos iban vestidos con sus atuendos y aperos de trabajo, salvo por algo en común a todos, una mancha de pintura negra parecida a la brea cruzaba sus petos en diagonal, sin duda una señal del duelo.
Sobre el carro yacía envuelto en una sábana un cuerpo, supuestamente el de Colton, y todos se disponían a moverse según empezaba a desgarrar el cielo los primeros haces de luz de la mañana. La multitud se dispuso a acompañar al carro guiado por Elías como en una santa compaña hasta el lugar del sepelio. Cantando una triste canción, el recorrido de los que acompañaron a los lugareños se hizo corto, apenas diez minutos rodeando una gran colina y bordeando el bosquecillo.
Alguien dijo que la muerte, no es el final del camino,
que, aunque morimos no somos, carne de un ciego destino.
Más allá de esta tierra, y sobre el gran monte,
El mar azul lo rodea, viaja nuestro amigo a su corte.
Cuando la pena nos alcanza, por un hermano perdido,
cuando el adiós dolorido, eleva nuestras almas,
recordaremos sus gestas y sus memorias, más nunca será olvidado,
y que ese aciago destino, vele nuestro paso al otro lado.
El mismo réquiem se entrelazaba con las voces de toda la gente allí presente, perfectamente acompasada, y bellamente entonada, a veces como si todos ellos fueran una única voz, y otras veces separando los graves de los agudos con gran maestría. Sin duda no era la primera vez que la cantaban, y posiblemente no la última.
El funeral se abrió camino, llegando a las tierras de Colton, allí se podía ver una cabaña muy humilde, más apropiada para un simple pastor, debería ser unas cinco veces más pequeña que la de Elías y toda construida y madera. Lindando con la casa, una esmerada y trabajada valla encerraba también ovejas, pero el número de cabezas de esas reses no llegaba tampoco ni a un tercio de las que estaban situadas en la hacienda del otro pastor.
En uno de los laterales, donde acababa un tosco camino embarrado, alguien se había dedicado esa misma noche a excavar un profundo agujero perfectamente rectangular a base de las pocas fuerzas que aún albergaba, rabia y sus propias lágrimas.
El carro paró al lado del hueco, y Elías bajó del carro con ayuda, sus manos parecían destrozadas, y no las tenía así el día anterior. Apenas se tenía en pie, pero mantenía el tipo como buenamente podía. Allí intentó dedicar unas palabras a su amigo delante de todos, pero simplemente ningún sonido salió de su garganta, así que, con gestos, le dio el paso a Godric para que continuara con la ceremonia. Todo el mundo allí enmudeció, incluso parecía que las ovejas callaban, el graznido de alguna urraca cercana era lo único que interrumpía la escena. La luz empezó a bañarlo todo, y empezó a proyectarse sobre el hueco que se convertiría en la tumba de Colton, creando penumbras y efectos de luz contra las gotas de lluvia.
La gente que esté presente en el Sepelio, pero con no ande muy atenta a él (por ejemplo Godric no podría porque dirige la ceremonia y está concentrado en ello, puede tirar Percepción.
Por otro lado, cada long rest que sea relevante, y si consideramos que ha habido una buena interpretación, daremos hasta a dos personajes un punto de inspiración por privado. Y este punto durará hasta el siguiente long rest tanto si se usa como si no.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald mantenía las formas al final de la comitiva, dejando espacio a los cercanos en una ceremonia tan emotiva. Aquella comunidad parecía bastante unida y diría que todos acusaban la pérdida de un amigo más que un vecino.
Hacia la mitad de la ceremonia, a pesar de la cortina de lluvia, algo llamó su atención. Se acercó a Khalion disimuladamente.
—No miréis abiertamente, pero hay alguien oculto observando la ceremonia desde el bosquecillo —le susurró de manera que solo sus compañeros pudieron oírlo—. Se oculta entre los robles y la zona de arbustos altos. A unos trescientos pasos en la dirección que marca mi pie —adelantó discretamente el pie izquierdo en tal dirección mientras reposaba el peso de su cuerpo en el derecho—. ¿Khalion, podrías llegar allí sin ser detectado? Debemos averiguar quién es y porqué se oculta. ¿Puedes rodear su posición y retenerlo hasta que lleguemos? Temo que si nos acercamos sin más, huya.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Mablung se sentía mal consigo mismo, una temporada durmiendo bajo techo y se había desacostumbrado a dormir al abrigo de la madre naturaleza; claramente la noche al raso no le había sentado bien. Para tratar de calmarse con el cato del primer gallo antes de alba dejo el "refugio" y se dispuso a buscar algo para el desayuno.
Survival:22
Su animo mejoro al descubrir entre la espesura una zarza llena de moras y una fresa silvestre, parece que después de todo no había perdido aún su toque con la naturaleza. Devuelta al refugio compartió parte de su hallazgo con Toc Toc mientras observaba el gentío que se iba acumulando en el exterior de la casa: -Desde luego que es numerosa la "comunidad", tienen suerte de estar relativamente cerca del fuerte, seguramente sobreviven gracias a las patrullas- comento mientras observaba como depositaban el cuerpo en el carro.- Esperemos a que salgo el resto y pongámonos en marcha para Saltmarsh, cuanto antes lleguemos antes volveremos al fuerte y más cerca estaremos de nuestra libertad-
Cuando vio que sus compañeros salían de la casa, Mablung abandono la espesura y se dirigió hacia ellos diciendo:- ¿Partimos ya? nos espera una buena jornada de caminata...- su ceño se frunció al percatarse de que iban a seguir al carro:- Veo que vais a participar en el sepelio por el pastor, no me incumbe lo que querríais hacer con esta gente, si en una hora no habéis vuelto partiré hacia a Saltmarsh.
Tras lo cual se dio la vuelta y se volvió a meter en la espesura:- 1 hora- añadió antes de desaparecer entre la maleza.
Stealth:22
Agua templada de termas, todo lo que un cuerpo agotado necesita. Con leve paso por el sótano, Khalion cayó agotado sobre uno de los futones. Toda idea intrépida había sido cohibida tras el encuentro con Chak, "la sombra". Ni limpieza de armadura ni retiro de barro de sus prendas. Problema para el Khalion del mañana.
Cuando acumulaba suficiente instinto genocida hacia las aves de corral, se levantó y preparó el equipo para el largo viaje. Sorprendido ante la concurrencia, el aasimar tomó un discreto lugar al final de la marcha mortuoria. Preguntas, muchas, oportunidad de respuesta, escasas entre los cánticos. Y con la cortina de agua, mas incógnitas. Funeral sin Dioses, a su gusto pero.. normal? Su sangre ya le había marcado demasiado y aunque creyente, renegaba de todos.
Orientada la máscara hacia el fardo antes llamado Colton, clavo sus ojos azul metálico en la espesura dirección el pie del señor mayor. -Me sorprendería que el asesino de anoche se interese en esto.- Contestó con disimulo al veterano guerrero.- SI organizas una distracción.. o sugiereselo a nuestro sacerdote..-señalando a Godric- Intentaré tener mas éxito que anoche.. nos encontraremos en casa de Colton mas tarde.
Cuando mas movimiento había en funeral , el mercenario aprovechó para retroceder con el disimulo necesario hasta el linde del bosque, con intención observar, sin ser visto, al furtivo.
El resto de enviados de Ghostfinger encuentran a Godric levantado antes del alba. Ha lavado su armadura y la tiene lista con el resto de sus cosas en un ordenado rincón del salón, listas para partir cuando el grupo lo decida. Aunque tiene la muda limpia que se puso la noche anterior se ha vestido con la ropa de viaje. Limpia aunque aún algo húmeda. Leobald se da cuenta, mientras el joven muchacho guarda la ropa bien doblada con cuidado en su mochila, que está aún tiene bordado dos pequeños símbolos de Lathander en el cuello de la camisa.
Lo único que sigue manchado es la cinta dorada que porta envolviendo su antebrazo derecho.
Parece que ya ha desayunado y aunque aún tiene ojeras y se le nota cansado, los ojos algo rojos e hinchados, se disculpa y se mueve con decisión hacia fuera para ayudar a Elias con el cuerpo.
No intercambia palabra con el afligido hombre salvo un breve saludo. Después, y portando solo su fiel zurrón de cuero, sigue a la comitiva cerca de sus compañeros.
Cuando Elias le pide que hable se le ve azorado e incómodo y da unos tímidos pasos al frente, rojo como un tomate. A Adriana no se le escapa el detalle de que, pese a todo, se coloca mirando hacia el este, con el sol naciente iluminando sus pies. La fuerza de la costumbre posiblemente.
Godric carraspea y comienza a hablar.
- Elias me ha pedido que hable pues en el pasado fui sacerdote del Señor de la Mañana, Lathander. Habéis de saber que ya no tengo ese privilegio. No quiero engañaros ni ofenderos, ni faltar al respeto a la memoria de vuestro amigo, por eso comparto con vosotros mi... situación. -
Carraspea, algo indeciso aún pero continúa hablando.
- Ni mis compañeros ni yo conocíamos a Colton ni a Elias ni a ninguno de vosotros hasta ayer, pero viendo cuantos de vosotros os habéis reunido hoy aquí da una imagen muy clara de que Colton era querido y respetado por todos los miembros de vuestra Comunidad, la cual era muy importante para Colton. Elias me ha asegurado que para Colton vuestro bienestar y seguridad eran lo primero, llegando a anteponer su bienestar para asegurar el del resto.Recordadle siempre así, como un abnegado y comprometido miembro de vuestra Comunidad. -
Hace un gesto y cuatro de los acompañantes comienzan a bajar el cuerpo mediante cuerdas a la tumba excavada por Elias.
Godric suspira y recurre a su formación como sacerdote, recitando las palabras establecidas.
- Oh Padre de la Mañana, ilumina con tu rostro por última vez a tu humilde siervo Colton. Que tu luz le guíe hasta tus Salones más allá de todo mal y sufrimiento. Como tú alumbras el mundo cada mañana con la esperanza de un nuevo día y renuevas el color y la vida, entregamos a nuestro hermano Colton a la tierra para que de la tristeza por su pérdida nazca nueva vida y se renueve nuestra esperanza al saber que ahora está contigo. -
Mientras habla el sol termina de salir, bañando con su luz a Godric e iluminando el fondo de la tumba. Donde ahora descansa Colton.
Godric abre los ojos y mira al cuerpo.
- Descansa ahora hermano Colton. Lathander no se pondrá para ti nunca más pues ahora estás en su presencia. - levanta la vista una vez más para acabar el ritual - Acepta a nuestro hermano en tu seno oh Señor de la Mañana. Te lo rogamos. -
Habiendo terminado las formalidades los miembros de la comunidad comienzan a arrojar tierra al fondo de la tumba como último adiós a su amigo. Godric añade en voz baja.
- Perdona Señor de la Mañana a este hereje por dirigirse a ti. No castigues el alma de este hombre por mis pecados-
Godric se retira, el aplomo conseguido al recitar los conocidos rituales desaparecido y recuperada su timidez. Se coloca entre Leobald y Adriana, colocando nerviosamente la badana de su zurrón y frotándose distraído el pecho, intentando no llamar más la atención.
PbP Character: A few ;)
Adriana llegó a la amplia habitación más exhausta de lo que pensaba, eligiendo uno de los catres con dosel para pasar la noche. Nunca una cama le había parecido tan mullida y confortable como aquella, ni siquiera las de la corte, aunque probablemente se debía a las penurias pasadas recientemente desde su condena. Ahora, en la quietud de la noche oscura e inescrutable, con el único sonido de fondo de la profunda respiración de sus compañeros y el repiqueteo incesante de la lluvia en los grandes ventanales, la elfa recordó las visiones de la noche anterior y se apoderó de ella el temor de que acudieran de nuevo a lo largo de su descanso. Algo extraño sucedía, pues no era la única del grupo que sufría sueños lúcidos que sobrepasaban las fronteras del universo de Morfeo.
Con esa sensación de aprensión de la que no conseguía zafarse, realizó su ritual mental para que todo estímulo exterior se convirtiera en un ruido blanco en el que sumirse. Afortunadamente, la nada la meció con afecto, ofreciéndole unas horas de plena quietud y descanso reparador. Tanto fue así que, en su retorno a la consciencia, con los ojos entrecerrados y la vista nublada por el dosel de la cama, creyó durante unos segundos encontrarse en sus aposentos de palacio. La calidez de la estancia y el peso de las mantas sobre su cuerpo la instaban a quedarse remoloneando unas horas más, pero la energía renovada de su cuerpo la obligó a salir de la cama.
Sus compañeros continuaban descansando y en silencio abandonó la habitación. Aprovechó el tiempo recogiendo su capa y sus botas que seguían en la entrada de la mansión para limpiarlas del barro y la mugre en la estancia de los baños, dejándolas secar después en la chimenea con los rescoldos que aún desprendían calor del fuego de la noche anterior. El desayuno estaba servido y disfrutó de él con calma. Una sensación de bienestar y optimismo marcaba su ánimo en aquel día que estaba a punto de comenzar, deseosa de descubrir los misterios que les aguardaban en esa jornada. Tomando prestados dos trapos amplios que hacían las funciones de servilletas, empaquetó dos raciones generosas de desayuno pensando en Mablung y Toc-toc, con la intención de ofrecérselas en cuanto volvieran a reunirse.
El tiempo pasó raudo y sus compañeros fueron acudiendo al gran salón a desayunar con los primeros cantos de los gallos. Todos menos Godric, al que por fin detectó cuando comenzó el sepelio de Colton. Al salir de la casa, Mablung surgió de la espesura para informarles de sus intenciones de marchar hacia Saltmarsh en una hora.
- Espera Mablung - dijo rebuscando entre sus cosas y ofreciéndole los dos bultos anudados que contenían el desayuno - he preparado esto para vosotros; por favor, entrégale uno a Toc-toc si te encontraras con él en el bosque - y aprovechó el momento para informarle sobre los nuevos acontecimientos - nuevos sucesos acontecieron ayer noche, me temo que hay asuntos que nos retendrán en este lugar por más de una hora - bajando la voz, para que nadie excepto los integrantes del grupo pudieran escucharla, le explicó al druida - la deuda contraída por Colton nos ha sido traspasada; debemos resolver esta situación antes de abandonar este lugar. Por supuesto eres libre, tanto tú como Toc-toc, de marchar hacia Saltmarsh cuando lo consideréis oportuno - le observó con la esperanza de que reconsiderara su decisión - Piénsalo y, si así lo consideras, nos reuniremos tras el sepelio para compartir toda la información. Vuestra ayuda y habilidades serían de gran ayuda - le sonrió y, sin más, le dejó marchar.
Adriana siguió de cerca a la comitiva, en silencio y mostrando todo su respeto hacia el difunto y la comunidad. Escuchó con emoción las palabras de Godric y ella misma elevó en silencio una plegaria dirigida a su dios Iram, Guardián de los Lugares Sagrados, para que recibiera en su seno el alma del pastor y la iluminara con su luz celestial. A sus espaldas escuchó los susurros de Leobald alertando de un acechador desconocido entre la maleza, pero la elfa se encontraba aún demasiado concentrada en el funeral como para prestar atención.
Cuando la comunidad empezó a dispersarse tras enterrar a Colton, Adriana se unió a sus compañeros. Khalion ya había desaparecido tras la pista del sospechoso visitante y dirigió su mirada hacia la espesura comprobando si había rastro de Mablung y Toc-toc. Observó también a Elías, que aún permanecía al lado de la tumba, supuso que dedicándole un último adiós a su gran amigo, a la espera de la mejor oportunidad para hablar con él sobre la deuda.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric se apresuró en terminar su hermosa letanía puesto que se dio cuenta que la lluvia empezaba a anegar el foso excavado para el entierro. Llegó un momento en que realmente llegó a pensar si Colton iba a ser enterrado o ahogado en ese foso, afortunadamente, todo acabó a tiempo, y tras depositar el cadáver sobre la cama de fango y agua del fondo, la tierra arrojada con palas empezó a cubrirlo raudo para evitar mayores consecuencias.
Elías se acercó cojeando totalmente pálido y exhausto a los compañeros que allí quedaban para agradecerles toda la ayuda prestada, y puso una mano destrozada sobre el hombro de Godric mientras hablaba envuelto en la pena.
- No tengo palabras para agradecer todo lo que habéis hecho por nosotros, os debo la vida, y esta comunidad siempre os recibirá bien y con los brazos abiertos. Siento si os hemos causado problemas, no era nuestra intención. Ahora podéis marcharos a Saltmarsh, no queremos retrasar más vuestra encomienda original. Espero que las viandas y comida de viaje que os hemos preparado sean de vuestro gusto. Ahora... dejadnos a nosotros con nuestro duelo...
Un cántico empezó a elevarse de fondo, suave y de nuevo en perfecta sincronía, fundiéndose con la lluvia y con el viento, ... una oda al compañero caído. El pastor miro a toda su gente, y tras una ligera reverencia a los representantes del grupo, a Leobald, Godric y Adriana, se retiro a unirse a los cánticos, dándoles educadamente a entender que debían marcharse ya.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald asintió a Elías respetuosamente, se tragó sus preguntas y se retiró a un lado con sus compañeros.
—Había alguien espiando la ceremonia. Khalion a ido a presentarle nuestros respetos pero sugiero que vayamos en su busca por si necesita nuestra ayuda —les dijo tratando de seguir los movientos de aquella persona entre los árboles cercanos.
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Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
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Godric da unos pasos tras Elías y escucha a medias a Leobald asintiendo a lo que les informa. Alcanza al pastor unos cinco metros de sus compañeros y le dice.
- Espera Elias, no puedes irte con las manos así, yo no me lo perdonaría. Por suerte tengo aquí mismo unas vendas - Abre su zurrón y saca unas vendas y un pequeño bote con un ungüento. - Gracias a la lluvia tardaremos poco en lavar estas heridas ¿verdad? - le sonríe un poco torpemente mientras comienza a curarle.
- Escucha Elias... no quiero importunarte y menos hoy pero... ¿recuerdas el extraño encuentro en la entrada de tu hacienda anoche? Uno de mis compañeros le siguió y al parecer Colton había llegado a un acuerdo con él y con sus amigos... dicen que el trabajo se hizo y que son 300 monedas, vamos a hacernos cargo de esa deuda así que no te preocupes por eso, pero quieren una moneda que tenía Colton en su posesión. Una moneda extraña de una calavera rodeada por varios rayos si no recuerdo mal... ¿Tú sabes de qué trato habla ese extraño y qué puede ser esa moneda? - Le mira preocupado mientras termina de curar las manos del antiguo caballero.
PbP Character: A few ;)
Elías parece sorprendido al ser abordado por Godric justo cuando iba a llegar de nuevo al lado de sus compañeros para seguir velando y continuar con los cánticos. Cuando el sacerdote empieza a sanarle las manos se queda inmóvil y con la mirada algo sombría, pero no tiene fuerzas ni ánimo para reprender al curandero, como no lo hizo aquella otra vez en el pasado y estuvo a punto de ...
El pastor pareció volver de sus recuerdos perdidos en un tiempo brumoso y lejano cuando Godric comenzó a tocar temas delicados.
- ¿Le siguió? Eso parece muy peligroso, ¿en que estaba pensando? ... ¿Colton hizo qué? ... Los ojos de Elías parecían ahora dos rendijas, casi como dos heridas en su rostro que daban paso a un abismo. - No deberías fiaros del primer hombre de dudosa reputación que os cuente historias, sobre todo si estas parecen ir en contra del honor de las buenas gentes de este lugar.
El interrogatorio del sacerdote pareció no tener fin, y Elías terminó retirando las manos algo bruscamente con la tarea de sanación a medio realizar.
- No sé de que moneda hablas, ni que relación tiene con la muerte de mi ... amigo ... tampoco sé de tratos. No te confundas, no soy un necio, sé que algo extraño ha ocurrido, pero La Comunidad, como ya dije, investigará a su manera y estará preparada para cualquier contratiempo, somos muchos, la unión hace la fuerza... No tenéis que aceros cargo de ninguna deuda, es cosa nuestra y ya habéis ayudado bastante. Ahora... debo... retirarme, una dura despedida me espera.
Con las manos a medio vendar, el agotado humano se giró dando la espalda a Godric y se unió a paso lento con sus compañeros, que observaban la escena desde unos metros más allá junto a la reciente tumba de su amigo caído. Durante ese corto trayecto, el sacerdote pudo oír a duras penas, debido al bajo tono y el ruido de la lluvia, como si de una estrategia se tratara para controlar sus emociones, a un Elías que parecía reflexionar en voz alta.
- Después de todos estos años, y has tenido que ser tú, compañero, el que me haga replantearme costumbres enterradas.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Un confundido Godric suelta las manos de Elias cuando siente que las quiere retirar apenas logra balbucear alguna respuesta.
- No si... yo ni siquiera he hablado con él... quizá sea mejor que hablaras con Khalion..- Mira en rededor buscando a su compañero y recordando que había ido tras una extraña figura - Espera Elias nadie acusa de nada a Colton, pero la moneda te la mostraremos.. luego... - le dice mientras Elias se separa de él. Puede que te ayude a entender... - le dice ya a la espalda de Elias casi en un susurro.
Cabizbajo vuelve con Leobald y Adriana y comenta
- He sido un poco inoportuno ¿no? Es que como se despedía sólo quería... ayudar - termina bajando la vista. - ¿Qué hacemos? Como mínimo deberíamos guarecernos en la casa, parece que la lluvia arrecia. ¿Donde está Khalion?-
PbP Character: A few ;)
Leobald suspiró cansadamente bajo la lluvia. La reacción de Elías era natural, estaba enterrando a alguien muy querido. Dibujar cualquier mácula de honor en la memoria de Comto aún de cuerpo presente era cuando menos poco acertado.
—Quien quiera que fuese el espía he dejado de verlo —se encaminó a un punto en la línea se árboles embrazando en escudo— y tampoco veo a Khalion.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Entre la lluvia y el viento, Adriana fue incapaz de escuchar la conversación mantenida con Elías, pero sí se percató de la reacción de extrañeza y rechazo del pastor. Con el ceño ligeramente fruncido, escuchó las palabras del joven.
- ¿Qué te ha dicho, Godric? - le preguntó curiosa, mientras se encaminaba tras los pasos de Leobald, escudriñando la maleza.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
- Bueno... - Godric se rasco la nuca - Le he comentado lo que estaba pasando, lo que Khalion averiguo anoche y lo de la moneda... dice que no sabe nada ni de lo uno ni de lo otro... creo que ha malinterpretado mis palabras pensando que quizá acusaba a Colton de algo cuando solo intentaba decirle que vamos a ayudarle... puede que no haya elegido el mejor momento y con las prisas no me haya explicado bien... ¿Y Khalion? Deberíamos volver a la casa y encontrarnos con el. -
PbP Character: A few ;)
El hombre cuervo agradeció al druida la comida. - La manada es mas fuerte junta - Dijo, adaptando la palabra bandada para reflejar la naturaleza de sus compañeros mamíferos.
TocToc observó la ceremonia desde al distancia. La noche a la intemperie le había dejado más cansado que lo que esperaba... La lluvia, el frío, la larga caminata. La verdad es que no tenia ganas de entrometerse en los asuntos de aquella gente y por ello observó la ceremonia desde la distancia, mordisqueando la comida que sus compañeros le habían dado. Y quizás fue una buena idea ya que los chasquidos del pico resonaban sonoramente.
- Ja - Rió con cierta sorna cuando Elias intercambio unas palabras algo agrias con Godric. - Después animado por la confirmación de sus prejuicios se aproximó al grupo. - Partamos a Saltmarsh. - Después añadió con la mismísima voz de Bastianes. - Ni un solo día he faltado a mi deber al respecto, necesito este tema resuelto cuanto antes.
Se quedo allí, mirando a sus compañeros, preguntándose si tendría que reclamar la brillante moneda o se la devolverían... pequeños detalles del carácter de las personas...
survival: 11
TocToc miro rápidamente a donde sus compañeros le indicaron buscando el rastro de Kalion.
Zevatur, Rolthos