Leobald se desipidió de las cocineras y de Elias por este orden. Sabía que cualquier negociación era inútil frente a un caballero que cree hacer lo correcto. Rezó una breve oración silente a Tyr antes de marchar.
—Sir, antes de marchar a Saltmarsh, ¿guardáis de vuestra época de armas alguna armadura que podamos usar en nuestra empresa? Quizá nosotros podamos darle buen uso.
Tras la decisión más o menos generalizada de no coger el dinero, Elías recogió la bolsa con las monedas y se limitó a hacer un gesto con la cabeza. Parecía apesadumbrado, algo emocionado y meditativo, pero no por ellos. Se podía intuir un gran pérdida en aquella comunidad y en especial para Elías. Esto fue interrumpido por las palabras de Leobald. Su rostro se tornó serio, como si hubiera escuchado una ofensa, detuvo su marcha hacia a la casa y sin girarse se dirigió al paladín de soslayo.-Permite que dude sobre la posibilidad de que le podáis dar un buen uso a la armadura de otro guerrero...-Hizo una pausa algo cansado por todos los acontecimiento ocurridos.-Si en verdad alguno de vosotros os consideráis un combatiente, entenderéis que la "armadura de un soldado"-pronunció estas palabras con cierto énfasis apretando sus puños fuertemente- es suya hasta que muere, incluso después de la muerte su uso es cuestionable... Espero que los infortunios no se entrometan en vuestro viaje-Continuó sus pasos sin mediar más palabras.
—Temo que habéis malinterpretado mis palabras —suspiró cansadamente—. No pretendía ofenderos. Vuestras dudas están absolutamente justificadas, a la vista está que tenéis una historia que avala vuestras habilidades, mi lord, nosotros solo somos exconvictos expiando nuestras faltas —asintió con una mirada triste—. Simplemente pensaba que la vida de un pastor no necesita de acero. No os pedía vuestra armadura del salón, sino cualquier otra que los salones de una de las diez casas más ilustres de Cormyr pudieran tener en su armería. Dado que hemos tenido que salvaros y que el felón Chuk ha fijado su atención en nosotros a cambio, creía que no os pedíamos demasiado. Me equivoqué, os pido disculpas. Disculpad también que no observe, como vos, ese apego a los bienes bélicos como algo más que herramientas inevitables. —dijo mientras el noble le daba la espalda y seguía su camino haciendo gala de un evidente pérdida de papeles.
Leobald inspiró profundamente, resignado, entendiendo aquella escena era sin duda consecuencia de los tristes acontecimientos del último día y abandonó la mansión.
Cuando al fin todos estuvieron fuera de la granja, ya alejados de aquel problema que parecía absorber a sus compañeros TocToc habló. Su entonación parecía irritada, y sus palabras tenían un tono algo más elevado de lo normal. La mezcla de cansancio por pasar la noche a la intemperie y la frustración por la falta de control en las acciones de sus compañeros le estaba irritando.
- ¿La moneda?... y Khalion, Godric... - Dijo mirandoles a ambos y contando en voz alta. - 300, 150... 6 a dividir... me debéis 50 y 25 monedas de oro uno y otro. Y en lo futuro agradecería que no os tomaseis ciertas libertades con mi parte del botín o a la hora de aceptar deudas en mi nombre.
Adriana seguía la marcha del grupo ensimismada en sus pensamientos cuando el hombre-pájaro preguntó por su moneda.
- Toc-toc, la moneda está en mi poder - dijo llevándose la mano a un costado, dándole a entender que la mantenía a buen recaudo - debemos descubrir qué hechizo en concreto la imbuye - recordó que su extravagante compañero no había estado presente en la conversación de la noche anterior - sabemos que contiene magia de la escuela de adivinación y podría tratarse de un hechizo de localización o cualquier otro que, en todo caso, nos situaría en un terreno muy peligroso; podrían estar rastreando nuestros pasos y conociendo nuestra ubicación en todo momento - dijo mientras miraba al pequeño ser con cierto temor - es de vital importancia que busquemos algún lugar en Saltmarsh que nos despeje esta incógnita o podría suponernos una clara desventaja frente a quienquiera que sea ese Chak, sobre todo si alguno de nosotros tiene la intención de husmear por recovecos en los que, en un principio, no debería fisgar - sonrió pícaramente, sabiendo lo atraídos que el hombre pájaro y Khalion se sentían ante estas prácticas, pero sin rastro de crítica o juicio en su voz - si aún así prefieres tenerla en tu poder, no tengo ningún inconveniente en entregártela - finalizó la elfa.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
TocToc miró con incredulidad a la elfa. "Vaya casualidad, un hechizo de adivinación, justo en el primer tesoro que encontramos..." Una parte de TocToc se impresionó con la posibilidad de que la elfa hubiese leído sus motivaciones de forma tan fácil. Otra se asustó de que no fuese un farol y estuviese diciendo la verdad. Mantuvo la mirada un momento con ella, después miro al resto que no parecían contradecir su versión.
- Está bien. Guardala tu... - Dijo con frustración por dejar ir la moneda, pero la posibilidad de que sus secretos fuesen revelados hizo que un imperceptible temblor peinase su plumaje.
Cuando el grupo llega al camino principal, la zona de pastos pasa a volverse de nuevo de hierbas altas, pero al mirar hacia donde debería estar Saltmarsh, consiguen ver en la lejanía, camino abajo, su figura está algo difuminada por la fina cortina de agua que sigue cayendo sobre la región, pero las chimeneas y las casas se agrupan en una ciudad costera de bastante amplitud. Mediodía de trayecto tienen por delante. Se observa diferentes patrullas que guardan los caminos, del ejército de Bastianes, son más frecuentes según es más la cercanía a la ciudad.
Para ajustar el tiempo con Mablung y mientras el rolea que sus acciones en la ciudad, podéis rolear y tratar temas que penséis que tenéis pendientes entre vosotros.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
- ¿Perdona? - dice Godric a Toc-Toc - No has entendido nada. Esa bolsa de monedas era de Colton, por lo tanto de la Comunidad o de Elías, nunca nos perteneció. Ni a ti, ni a ninguno de nosotros. - Parece que refelxiona un poco y le pregunta a Khalion - ¿Así fue como ese Chak nos adjudicó la famosa deuda? -
-Afortunada comunidad que por dos ocasiones ven su porvenir asegurado a nuestra costa.-respondió al humano mas joven.- Abusó de nuestro actual altruismo y de un pasado y olvidado... oficio. - por un momento parecía que no dirí mas.. unos segundos que parecían minutos.- Extraña costumbre de estos lares valerse de amenazas para sea otro quien te haga el trabajo.- su mano acarició la banda dorada que les identificaba como las putitas de bastianes.
TocToc repitió las repentinas y gallardas palabras de Godric. - "...aceptes este donativo para la Comunidad y para Tyr"... ¿Les donas su propio dinero? - Tras una pausa sin dejar tiempo para una réplica concluyó. - Era su dinero. Nos lo dio. Era nuestro. Tu se lo diste. Les has dado 25 monedas de oro que me tocaban.
Mientras andan TocToc se pone a su altura y lo mira fijamente con una expresión atenta, expectante. Ni en sus ojos ni en su pose hay agresividad, y la frustración ha quedado atenuada por una incomoda mezcla de extrañeza y curiosidad sobre los actos de Godric.
- Sin saber a lo que nos enfrentamos yo no me tomaría la amenaza de esa organización a la ligera. - Contestó a ambos. - Hay fuerzas muy poderosos que quizás no nos convenga enemistar como futuros agentes del puesto del faro.
- Entiendo- le dice Godric a Toc-Toc - pero no creo que fuera nunca nuestro ya que no llegamos a aceptarlo. Pero igual tú si querías tu parte. No se si ganaremos dinero o no Toc-toc, pero te devolveré tu parte si lo considerabas ya tuyo. - el joven humano parece pensar un poco - o quizá pueda cocinar para ti mientras estemos de viaje. ¿Que te parece? ¿Que te gustaría cenar?-
Luego medita sobre las palabras sobre Chak y su posible banda. - Sigo pensando que se esta intentando aprovechar de nosotros. Los negocios que tuviera con Colton son suyos y de Colton y acabaron cuando este falleció. Un desafortunado acontecimiento sin duda pero pretender que otras personas se hagan cargo del pago de un finado y más unos que simplemente pasaban por ahí...- Godric se encoge de hombros para subrayar lo ridiculo que le parece esa idea.
Al oír la explicación que contradecía el significado de la palabra “donación” TocToc dio un par de pequeños saltos de impaciencia, pero la actitud conciliadora del clérigo pareció apaciguarle. - Monedas - Dijo tras considerar un instante la culinaria oferta final del clérigo, después de todo sus habilidades como cocinero aún estaban por demostrar. - ¡Monedas! - repitió una vez más.
- Huele a desesperación. - Responde a Godric mientras se alejaba para ir a la vanguardia del grupo, dispuesto, a pesar del cansancio, a servir de guía. - Si no consigue esas monedas, él mismo tendrá problemas con sus superiores. ¡Huele a desesperación!
—No aceptaré deuda alguna de ese rufián Chak, nadie debería. Sin embargo, Toctoc está en lo cierto respecto a la bolsa de los hombres hiena. Era de todos, asumo mi falta al haberlas entregado sin consulta previa. Os pido disculpas, me dejé llevar por lo que creí correcto —comentó con serenidad al grupo sin dejar de caminar—. El joven Godric no debe cargar con esa deuda. Es justo que sea yo quien os pague —asentí al hombre cuervo al pasar—. Desconozco la cuantía de monedas de aquella bolsa. Desde luego no pesaba como si tuviera trescientas piezas. ¿Cuántas creéis, Toctoc, que sería adecuado anotar a vuestro favor?
-Esa moneda..-meditó.- quizá encontremos respuestas en el pueblo.. pero que sean los menos los que den cuenta de ella. Quizá yo pueda..- y dejó que las palabras se perdieran en el eco de la lluvia.
Pelo empapado escurriendo por la capa. Lejos de miradas de patrullas y curiosos Khalion aligeró la carga y presión de máscara y capucha, profusa respiración, acondicionó su incómoda situación bajo la lluvia. Ojos profundos de un color nunca visto en el cielo local, regalo ingrato que dibujaba una diana en pecho para conseguidores y fetichistas malechores, miraban al fondo cuando Shaltmarsh se dejó ver entre agua y bruma.
Tras una larga y cansada caminata, con una parada para almorzar a mitad del día incluida, todos los miembros del extraño grupo de agentes de Ghostfinger pudo atisbar al final de la última cuesta que constaba de un ancho tramo de camino embarrado que daba cabida a dos carros en paralelo, unas puerta enormes dobles abiertas de par en par, que daban paso a la gran ciudad costera de Saltmarsh. Un intenso olor a pescado inundó las fosas nasales de todos a pesar de la continua lluvia, aún así aceleraron el paso hasta llegar en pocos minutos a su destino.
En la puerta, había un equipo de tres guardias y al parecer ni un alma más en la cercanía, aunque a través del portón se podía otear como una serie de casas bajas, de no más de dos alturas, todas elaboradas con mismo patrón, una base de piedra oscura que no sabrían identificar y una segunda planta en recia madera, se iban hilando hacia la linea de costa. Dos de los guardias parecían ocupados protegiendo una corona de flores y laurel, de corte fúnebre. Ésta estaba apoyada sobre una de las paredes adyacentes a uno de los portones. Eran jóvenes, casi con la pubertad recién terminada. El otro parecía más veterano, de mediana edad y un cuidado bigote, ahora empapado por el temporal. Fue éste el que les cortó el paso y les interrogó, aunque su cara se tornó sombría en extremo al observar las cintas doradas que portaban todos los miembros de la comitiva que acababa de llegar. Todos ellos iban bien pertrechados, con armaduras de mallas, espadas en sus vainas de cuero y escudos apoyados en unas estructuras de madera lindando con el portón derecho de entrada a la ciudad. Un tabardo de unos juncos verdes, símbolo de la Ciudad de Saltmarsh completaban su atuendo.
- Bien hallados ¿agentes de Ghostfinger si no me equivoco? ¿Qué asuntos os traen a la ciudad? ... por cierto, ¿no seréis compañeros de un elfo de los bosques también agente de la Corona? Se pasó por estas mismas puertas hace unas horas...
Godric asiente y parece sorprendido por la referencia a Mablung. Pensaba que habría huido a los bosques.
- Venimos en misión oficial para Ghostfinger - una vez más parece que otro asunto hace que la conversación del joven excomulgado se disperse - ¿un elfo de los bosques? Si, salió con nosotros de Ghostfinger y nos trae la misma misión. ¿Le habéis visto? -
El guardia se pasó la mano enguantada con unos mitones de cierta calidad en cuero por su bigote observando la reacción de sorpresa del curandero, e intentó modular sus palabras lo mejor que pudo para no resultar demasiado ofensivo...
- Entiendo... pues comentarle a vuestro compañero de misión y según tengo entendido, convicto bajo la supervisión de Bastianes, que se pase cuanto antes por los barracones de la guardia para hablar con Eliander, nuestro alto capitán, se le acusa de amago de asesinato con fatales consecuencias sobre nuestro sargento Rundam Bullnao. Eliander quiere conocer la versión de vuestro... conocido ... antes de saber si tiene que intervenir el Magistrado o no... tiene dos días para comparecer o se asumirá culpabilidad directa y huida de la justicia... y ahora, de nuevo... ¿qué misión oficial os trae a Saltmarsh? ...
Un escupitajo denso y con cierto olor a tabaco aterrizó justo entre los pies de Godric, fallando por pocos centímetros... el nuevo sargento pasó a disculparse cínicamente de inmediato.
- Oh, disculpadme su señoría, ... tengo la garganta seca y con este tiempo no acabo de recuperarme...
Los dos guardias más jóvenes observaban en la distancia con la cabeza baja y bastante afectados por la situación, como si la perdida de su anterior sargento les hubiera impactado muy dentro de sus almas.
La cara de Godric paso de la sorpresa al absoluto asombro y después a algo parecido al hastío cuando el sargento le escupió. Si hubiera sido la primera vez, pero los intentos de humillación de los que juzgaban sin saber empezaban a no afectarle. No después de la catarsis de la anterior noche.
Levantando la vista del escupitajo hasta la mojada cara del hombre le responde, tras dejar escapar un sonoro suspiro y mirarle con cara de decepción.
- Debemos asegurarnos que el cargamento de aceite para el faro llega a tiempo. He dicho que tiene la misma misión y que salió con nosotros no que sea nuestro “compañero” - marca bien esa palabra - ahora bien será un placer transmitirle vuestro mensaje si le vemos. - su tono es duro pero no parece motivado solo por la ironía y mala educación del sargento si no por las noticias que le ha dado. - Ahora bien, si hay alguien herido podría intentar atenderlo. Tengo ciertos conocimientos sobre heridas. Pero quiero que quede claro - le dice mirándole a los ojos y temiendo que la actitud de Chak sea una costumbre local - que lo hago únicamente por preocupación por una persona herida, en ningún caso admito ninguna responsabilidad ni vinculación por lo que haya podido hacer el elfo -
TocToc giró la cabeza rápidamente hacia Leobald. - No se de que me hablas! - Dijo con una escusa fuera de contexto. Después miro a unos y otros. - Olvidaros del dinero. Pero que no vuelva a pasar! - Se resigno a dejar el dinero ir en vista de la confusión del origen de la deuda y de la extraña concurrencia de sus compañeros.
Al llegar a la ciudad, TocToc se retrasó a la retaguardia. Intentando pasar desapercibido sobretodo a los guardias. La conversación con los guardias empezó a subir de tensión y el hombre cuervo rogó para que el conflicto no escalase, las palabras de Godric parecian empujar el conflicto a mayores... Quizas alguno de los integrantes mas diplomaticos pudiese intervenir... Penso mirando a Leobald o Adriana, urgiendoles a intervenir.
Leobald intercedió por Godric adelantándose un poco.
—Lamentamos vuestra pérdida, agente—asintió con gravedad mirando la corona mortuoria por un momento—. Ignoramos que ha podido pasar. Se hará como decís, perded cuidado. Si no hay cargos contra nosotros ¿Podemos pasar para cumplir la encomienda de lord Bastianes? —pronunció con suavidad, mientras se acompañaba de suaves movimientos de manos al hablar.
Leobald se desipidió de las cocineras y de Elias por este orden. Sabía que cualquier negociación era inútil frente a un caballero que cree hacer lo correcto. Rezó una breve oración silente a Tyr antes de marchar.
—Sir, antes de marchar a Saltmarsh, ¿guardáis de vuestra época de armas alguna armadura que podamos usar en nuestra empresa? Quizá nosotros podamos darle buen uso.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Tras la decisión más o menos generalizada de no coger el dinero, Elías recogió la bolsa con las monedas y se limitó a hacer un gesto con la cabeza. Parecía apesadumbrado, algo emocionado y meditativo, pero no por ellos. Se podía intuir un gran pérdida en aquella comunidad y en especial para Elías. Esto fue interrumpido por las palabras de Leobald. Su rostro se tornó serio, como si hubiera escuchado una ofensa, detuvo su marcha hacia a la casa y sin girarse se dirigió al paladín de soslayo.-Permite que dude sobre la posibilidad de que le podáis dar un buen uso a la armadura de otro guerrero...-Hizo una pausa algo cansado por todos los acontecimiento ocurridos.-Si en verdad alguno de vosotros os consideráis un combatiente, entenderéis que la "armadura de un soldado"-pronunció estas palabras con cierto énfasis apretando sus puños fuertemente- es suya hasta que muere, incluso después de la muerte su uso es cuestionable... Espero que los infortunios no se entrometan en vuestro viaje-Continuó sus pasos sin mediar más palabras.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
—Temo que habéis malinterpretado mis palabras —suspiró cansadamente—. No pretendía ofenderos. Vuestras dudas están absolutamente justificadas, a la vista está que tenéis una historia que avala vuestras habilidades, mi lord, nosotros solo somos exconvictos expiando nuestras faltas —asintió con una mirada triste—. Simplemente pensaba que la vida de un pastor no necesita de acero. No os pedía vuestra armadura del salón, sino cualquier otra que los salones de una de las diez casas más ilustres de Cormyr pudieran tener en su armería. Dado que hemos tenido que salvaros y que el felón Chuk ha fijado su atención en nosotros a cambio, creía que no os pedíamos demasiado. Me equivoqué, os pido disculpas. Disculpad también que no observe, como vos, ese apego a los bienes bélicos como algo más que herramientas inevitables. —dijo mientras el noble le daba la espalda y seguía su camino haciendo gala de un evidente pérdida de papeles.
Leobald inspiró profundamente, resignado, entendiendo aquella escena era sin duda consecuencia de los tristes acontecimientos del último día y abandonó la mansión.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Cuando al fin todos estuvieron fuera de la granja, ya alejados de aquel problema que parecía absorber a sus compañeros TocToc habló. Su entonación parecía irritada, y sus palabras tenían un tono algo más elevado de lo normal. La mezcla de cansancio por pasar la noche a la intemperie y la frustración por la falta de control en las acciones de sus compañeros le estaba irritando.
- ¿La moneda?... y Khalion, Godric... - Dijo mirandoles a ambos y contando en voz alta. - 300, 150... 6 a dividir... me debéis 50 y 25 monedas de oro uno y otro. Y en lo futuro agradecería que no os tomaseis ciertas libertades con mi parte del botín o a la hora de aceptar deudas en mi nombre.
Zevatur, Rolthos
Adriana seguía la marcha del grupo ensimismada en sus pensamientos cuando el hombre-pájaro preguntó por su moneda.
- Toc-toc, la moneda está en mi poder - dijo llevándose la mano a un costado, dándole a entender que la mantenía a buen recaudo - debemos descubrir qué hechizo en concreto la imbuye - recordó que su extravagante compañero no había estado presente en la conversación de la noche anterior - sabemos que contiene magia de la escuela de adivinación y podría tratarse de un hechizo de localización o cualquier otro que, en todo caso, nos situaría en un terreno muy peligroso; podrían estar rastreando nuestros pasos y conociendo nuestra ubicación en todo momento - dijo mientras miraba al pequeño ser con cierto temor - es de vital importancia que busquemos algún lugar en Saltmarsh que nos despeje esta incógnita o podría suponernos una clara desventaja frente a quienquiera que sea ese Chak, sobre todo si alguno de nosotros tiene la intención de husmear por recovecos en los que, en un principio, no debería fisgar - sonrió pícaramente, sabiendo lo atraídos que el hombre pájaro y Khalion se sentían ante estas prácticas, pero sin rastro de crítica o juicio en su voz - si aún así prefieres tenerla en tu poder, no tengo ningún inconveniente en entregártela - finalizó la elfa.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
TocToc miró con incredulidad a la elfa. "Vaya casualidad, un hechizo de adivinación, justo en el primer tesoro que encontramos..." Una parte de TocToc se impresionó con la posibilidad de que la elfa hubiese leído sus motivaciones de forma tan fácil. Otra se asustó de que no fuese un farol y estuviese diciendo la verdad. Mantuvo la mirada un momento con ella, después miro al resto que no parecían contradecir su versión.
- Está bien. Guardala tu... - Dijo con frustración por dejar ir la moneda, pero la posibilidad de que sus secretos fuesen revelados hizo que un imperceptible temblor peinase su plumaje.
Zevatur, Rolthos
Cuando el grupo llega al camino principal, la zona de pastos pasa a volverse de nuevo de hierbas altas, pero al mirar hacia donde debería estar Saltmarsh, consiguen ver en la lejanía, camino abajo, su figura está algo difuminada por la fina cortina de agua que sigue cayendo sobre la región, pero las chimeneas y las casas se agrupan en una ciudad costera de bastante amplitud. Mediodía de trayecto tienen por delante. Se observa diferentes patrullas que guardan los caminos, del ejército de Bastianes, son más frecuentes según es más la cercanía a la ciudad.
Para ajustar el tiempo con Mablung y mientras el rolea que sus acciones en la ciudad, podéis rolear y tratar temas que penséis que tenéis pendientes entre vosotros.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
- ¿Perdona? - dice Godric a Toc-Toc - No has entendido nada. Esa bolsa de monedas era de Colton, por lo tanto de la Comunidad o de Elías, nunca nos perteneció. Ni a ti, ni a ninguno de nosotros. - Parece que refelxiona un poco y le pregunta a Khalion - ¿Así fue como ese Chak nos adjudicó la famosa deuda? -
PbP Character: A few ;)
-Afortunada comunidad que por dos ocasiones ven su porvenir asegurado a nuestra costa.- respondió al humano mas joven.- Abusó de nuestro actual altruismo y de un pasado y olvidado... oficio. - por un momento parecía que no dirí mas.. unos segundos que parecían minutos.- Extraña costumbre de estos lares valerse de amenazas para sea otro quien te haga el trabajo.- su mano acarició la banda dorada que les identificaba como las putitas de bastianes.
Zevatur, Rolthos
- Entiendo- le dice Godric a Toc-Toc - pero no creo que fuera nunca nuestro ya que no llegamos a aceptarlo. Pero igual tú si querías tu parte. No se si ganaremos dinero o no Toc-toc, pero te devolveré tu parte si lo considerabas ya tuyo. - el joven humano parece pensar un poco - o quizá pueda cocinar para ti mientras estemos de viaje. ¿Que te parece? ¿Que te gustaría cenar?-
Luego medita sobre las palabras sobre Chak y su posible banda.
- Sigo pensando que se esta intentando aprovechar de nosotros. Los negocios que tuviera con Colton son suyos y de Colton y acabaron cuando este falleció. Un desafortunado acontecimiento sin duda pero pretender que otras personas se hagan cargo del pago de un finado y más unos que simplemente pasaban por ahí...- Godric se encoge de hombros para subrayar lo ridiculo que le parece esa idea.
PbP Character: A few ;)
Al oír la explicación que contradecía el significado de la palabra “donación” TocToc dio un par de pequeños saltos de impaciencia, pero la actitud conciliadora del clérigo pareció apaciguarle. - Monedas - Dijo tras considerar un instante la culinaria oferta final del clérigo, después de todo sus habilidades como cocinero aún estaban por demostrar. - ¡Monedas! - repitió una vez más.
- Huele a desesperación. - Responde a Godric mientras se alejaba para ir a la vanguardia del grupo, dispuesto, a pesar del cansancio, a servir de guía. - Si no consigue esas monedas, él mismo tendrá problemas con sus superiores. ¡Huele a desesperación!
Zevatur, Rolthos
—No aceptaré deuda alguna de ese rufián Chak, nadie debería. Sin embargo, Toctoc está en lo cierto respecto a la bolsa de los hombres hiena. Era de todos, asumo mi falta al haberlas entregado sin consulta previa. Os pido disculpas, me dejé llevar por lo que creí correcto —comentó con serenidad al grupo sin dejar de caminar—. El joven Godric no debe cargar con esa deuda. Es justo que sea yo quien os pague —asentí al hombre cuervo al pasar—. Desconozco la cuantía de monedas de aquella bolsa. Desde luego no pesaba como si tuviera trescientas piezas. ¿Cuántas creéis, Toctoc, que sería adecuado anotar a vuestro favor?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
-Esa moneda.. -meditó.- quizá encontremos respuestas en el pueblo.. pero que sean los menos los que den cuenta de ella. Quizá yo pueda..- y dejó que las palabras se perdieran en el eco de la lluvia.
Pelo empapado escurriendo por la capa. Lejos de miradas de patrullas y curiosos Khalion aligeró la carga y presión de máscara y capucha, profusa respiración, acondicionó su incómoda situación bajo la lluvia. Ojos profundos de un color nunca visto en el cielo local, regalo ingrato que dibujaba una diana en pecho para conseguidores y fetichistas malechores, miraban al fondo cuando Shaltmarsh se dejó ver entre agua y bruma.
Tras una larga y cansada caminata, con una parada para almorzar a mitad del día incluida, todos los miembros del extraño grupo de agentes de Ghostfinger pudo atisbar al final de la última cuesta que constaba de un ancho tramo de camino embarrado que daba cabida a dos carros en paralelo, unas puerta enormes dobles abiertas de par en par, que daban paso a la gran ciudad costera de Saltmarsh. Un intenso olor a pescado inundó las fosas nasales de todos a pesar de la continua lluvia, aún así aceleraron el paso hasta llegar en pocos minutos a su destino.
En la puerta, había un equipo de tres guardias y al parecer ni un alma más en la cercanía, aunque a través del portón se podía otear como una serie de casas bajas, de no más de dos alturas, todas elaboradas con mismo patrón, una base de piedra oscura que no sabrían identificar y una segunda planta en recia madera, se iban hilando hacia la linea de costa. Dos de los guardias parecían ocupados protegiendo una corona de flores y laurel, de corte fúnebre. Ésta estaba apoyada sobre una de las paredes adyacentes a uno de los portones. Eran jóvenes, casi con la pubertad recién terminada. El otro parecía más veterano, de mediana edad y un cuidado bigote, ahora empapado por el temporal. Fue éste el que les cortó el paso y les interrogó, aunque su cara se tornó sombría en extremo al observar las cintas doradas que portaban todos los miembros de la comitiva que acababa de llegar. Todos ellos iban bien pertrechados, con armaduras de mallas, espadas en sus vainas de cuero y escudos apoyados en unas estructuras de madera lindando con el portón derecho de entrada a la ciudad. Un tabardo de unos juncos verdes, símbolo de la Ciudad de Saltmarsh completaban su atuendo.
- Bien hallados ¿agentes de Ghostfinger si no me equivoco? ¿Qué asuntos os traen a la ciudad? ... por cierto, ¿no seréis compañeros de un elfo de los bosques también agente de la Corona? Se pasó por estas mismas puertas hace unas horas...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Godric asiente y parece sorprendido por la referencia a Mablung. Pensaba que habría huido a los bosques.
- Venimos en misión oficial para Ghostfinger - una vez más parece que otro asunto hace que la conversación del joven excomulgado se disperse - ¿un elfo de los bosques? Si, salió con nosotros de Ghostfinger y nos trae la misma misión. ¿Le habéis visto? -
PbP Character: A few ;)
El guardia se pasó la mano enguantada con unos mitones de cierta calidad en cuero por su bigote observando la reacción de sorpresa del curandero, e intentó modular sus palabras lo mejor que pudo para no resultar demasiado ofensivo...
- Entiendo... pues comentarle a vuestro compañero de misión y según tengo entendido, convicto bajo la supervisión de Bastianes, que se pase cuanto antes por los barracones de la guardia para hablar con Eliander, nuestro alto capitán, se le acusa de amago de asesinato con fatales consecuencias sobre nuestro sargento Rundam Bullnao. Eliander quiere conocer la versión de vuestro... conocido ... antes de saber si tiene que intervenir el Magistrado o no... tiene dos días para comparecer o se asumirá culpabilidad directa y huida de la justicia... y ahora, de nuevo... ¿qué misión oficial os trae a Saltmarsh? ...
Un escupitajo denso y con cierto olor a tabaco aterrizó justo entre los pies de Godric, fallando por pocos centímetros... el nuevo sargento pasó a disculparse cínicamente de inmediato.
- Oh, disculpadme su señoría, ... tengo la garganta seca y con este tiempo no acabo de recuperarme...
Los dos guardias más jóvenes observaban en la distancia con la cabeza baja y bastante afectados por la situación, como si la perdida de su anterior sargento les hubiera impactado muy dentro de sus almas.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La cara de Godric paso de la sorpresa al absoluto asombro y después a algo parecido al hastío cuando el sargento le escupió. Si hubiera sido la primera vez, pero los intentos de humillación de los que juzgaban sin saber empezaban a no afectarle. No después de la catarsis de la anterior noche.
Levantando la vista del escupitajo hasta la mojada cara del hombre le responde, tras dejar escapar un sonoro suspiro y mirarle con cara de decepción.
- Debemos asegurarnos que el cargamento de aceite para el faro llega a tiempo. He dicho que tiene la misma misión y que salió con nosotros no que sea nuestro “compañero” - marca bien esa palabra - ahora bien será un placer transmitirle vuestro mensaje si le vemos. - su tono es duro pero no parece motivado solo por la ironía y mala educación del sargento si no por las noticias que le ha dado. - Ahora bien, si hay alguien herido podría intentar atenderlo. Tengo ciertos conocimientos sobre heridas. Pero quiero que quede claro - le dice mirándole a los ojos y temiendo que la actitud de Chak sea una costumbre local - que lo hago únicamente por preocupación por una persona herida, en ningún caso admito ninguna responsabilidad ni vinculación por lo que haya podido hacer el elfo -
PbP Character: A few ;)
TocToc giró la cabeza rápidamente hacia Leobald. - No se de que me hablas! - Dijo con una escusa fuera de contexto. Después miro a unos y otros. - Olvidaros del dinero. Pero que no vuelva a pasar! - Se resigno a dejar el dinero ir en vista de la confusión del origen de la deuda y de la extraña concurrencia de sus compañeros.
Al llegar a la ciudad, TocToc se retrasó a la retaguardia. Intentando pasar desapercibido sobretodo a los guardias. La conversación con los guardias empezó a subir de tensión y el hombre cuervo rogó para que el conflicto no escalase, las palabras de Godric parecian empujar el conflicto a mayores... Quizas alguno de los integrantes mas diplomaticos pudiese intervenir... Penso mirando a Leobald o Adriana, urgiendoles a intervenir.
Zevatur, Rolthos
Leobald intercedió por Godric adelantándose un poco.
—Lamentamos vuestra pérdida, agente—asintió con gravedad mirando la corona mortuoria por un momento—. Ignoramos que ha podido pasar. Se hará como decís, perded cuidado. Si no hay cargos contra nosotros ¿Podemos pasar para cumplir la encomienda de lord Bastianes? —pronunció con suavidad, mientras se acompañaba de suaves movimientos de manos al hablar.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)