Adriana abrió los ojos de par en par cuando detectó la cabeza de la serpiente deslizarse entre las piedras derruidas del pozo y asomar amenazante. Su mirada se iluminó con una luz brillante en el momento en el que reconoció en su figura, su color y sus movimientos, una especie de la que había leído tantas veces en sus libros. Se lo tomó como un triunfo personal. La información acudió rauda a su memoria y, antes de que sus compañeros pudieran atacar, elevó la voz para que todos pudieran escucharla:
- ¡Alejaos! Su veneno es mortal, no permitáis que os muerdan o las consecuencias serán fatales -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Mablung podía notar como la segunda serpiente pugnaba por salir de entre las raíces, había que ocuparse de la que estaba fuera antes de que su compañera lo consiguiese. No sabía que clase de serpientes serían pero el veneno que rezumaban daban una pista clara de que más valía tener cuidado. Tratando de evitar los peligros colmillos Mablung lazo su ataque. La mano que no sostenía la cimitarra volvió sacar garras y atacó.
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El druida valientemente se lanzó garras en mano sobre la peligrosa serpiente gigante que amenazaba con terminar de salir del pozo y lanzarse sobre la desprotegida Adriana, el ataque cargado de furia desgarró parte de la piel escamosa del reptil haciendo brotar sangre... la herida era realmente profunda y la serpiente se agitó dolorida ante la nueva y suicida amenaza.
Sin pensárselo dos veces, sus colmillos afloraron, y rápida como un relámpago buscó morder la sabrosa y blanda carne del elfo.
Attack:23Damage:5
Sus colmillos consiguieron encontrar un resquicio entre las decorativas pieles de su presa a la altura del hombro, clavándose profundamente e inoculando tanto veneno como pudo... Mablung sintió como su sangre ardía y esa sensación se extendía por su brazo y su pecho, buscando pararle el corazón.
Mablung haz un ST DC 11 de Constitución.
Sin embargo, el elfo volcó toda su resiliencia en resistir los estragos del veneno que pugnaban por robarle la vida... aún así, no consiguió frenar en su totalidad los daños internos causados... dejándole vivo, pero muy débil.
Daño de Veneno (Sólo contar la mitad por sacar la TS): 7 - Daño Real: 3
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TocToc alarmado por la aparición de la la serpiente y sangrando copiosamente dio un respingo y se alejó. La serpiente le era familiar y recordó historias al respecto. "No la matéis, capturarla!!" Exclamó mientras se alejaba, dejando un rastro de sangre tras de si. Después agitó su mano mientras la maldecía con una roncas, casi pedregosas palabras.
Movimiento: Se aleja de la serpiente
Minor: Le paso el Hex afectandole a fuerza
Con un grácil movimiento se dio la vuelta para encarar a la serpiente. Arrojó la cimitarra al suelo, sacó la ballesta y apuntó a la serpiente. Era posible que la matase, desoyendo a sus propios consejos, pero si podía dejarla tan solo inconscinte o atrapada al suelo con un virote... Al final su dedo apretó el gatillo y el virote salió disparado...
Free: Arroja la cimitarra al suelo y saca la ballesta, disparándole a la serpiente con furia Attack: 22 Damage: 10 (intento no matarla, sino dejarle a 0 hitpoints)
El virote de TocToc voló certero para clavarse entre los ojos de la serpiente, que sorprendida murió instantaneamente con la saeta clavada en su cráneo, y cayendo lánguidamente por el mismo hueco del pozo por el que había salido, sin embargo, la maleza retuvo parte de su inerte cuerpo en la superficie enmarañada del hechizo del druida... evitando su total precipitación al vacío.
Leobald, sangraba aparatosamente por las heridas del rostro. Interpuso su escudo entre el grupo y las mortales serpientes justo tiempo para ver como el druida le sobrepasaba y arremetía contra una de ellas dejando de lado cualquier rastro de prudencia o sensatez. El elfo era valiente, le concedía eso, pero aquello era innecesario y absurdamente peligroso a tenor de las advertencias de Adriana. El virote de TocToc vino a arreglar la situación. Esa era la estrategia más adecuada sin duda. Retener a las bestias mientras el resto acataba desde la distancia.
—Atrás, atrás, despacio —insistió a sus compañeros tratando de mantener la calma— usad la distancia si tenéis que atacar. Quizás si salimos de su territorio vuelvan a su ser.
Para cuando me toque que luego me saltáis mamones. Ready para interponerme al avance de cualquier enemigo, de manera que o me ataca a mi o le hago un ataque de oportunidad por dejar mi área de amenaza.
Viendo que Leobald protegía a Adriana, Godric se quedó al lado del herido Toc-Toc, cubriéndolo con su cuerpo y su escudo, al lado de Khalion, esperando a que los tres comenzaran a moverse bordeando el pozo para evitar a la otra, u otras, serpientes.
-Enseguida echo un vistazo a esas heridas Toc-toc vamos a hacer lo que dice Leobald...-
Adriana tardó unos segundos en evaluar la situación, cerciorándose de que ningún otro animal les atacaba y los enemigos yacían sin vida a su alrededor. Prestó atención, intentando detectar el siseo de la segunda serpiente enraizada en la profundidad del pozo pugnando por salir. Mirando a Leobald y haciendo un gesto con las manos para que detuviera su retirada un momento, se dirigió a sus compañeros:
- Conozco el motivo por el que Toc-toc nos pedía que no acabáramos con su vida - dijo observando el cadáver - Es extraño encontrar estos ejemplares en agua dulce y en costas tan frías, suelen vivir en costas cálidas y cazar en el mar; sin ninguna duda, este no es su entorno natural... me pregunto cómo habrán llegado hasta aquí... - pareció divagar unos segundos y continuó - Sea como sea, y este es el detalle que nos interesa, esta especie de sierpes son veneradas e incluso criadas como mascotas en ciertos países selváticos, llegándose a pagar verdaderas fortunas por un huevo, una cría o un ejemplar vivo. Si mi memoria no me engaña, Lenkus nos indicó que Xendros Yi'roko Zsash es natural de Chult. Tenemos ante nosotros la oportunidad de conseguir la moneda de cambio perfecta por su información y servicios. Ahora, debemos valorar si estamos dispuestos a asumir el riesgo que conlleva intentar atrapar el especímen que continúa en el pozo, o localizar su nido en busca de crías o huevos -
- Yo no sé nada sobre atrapar serpientes... - dice Godric un poco preocupado - ¿La intentamos meter en un saco? ¿Merece la pena arriesgar nuestras vidas para intentar ganar el favor de alguien que no conocemos y que posiblemente sea un timador, o peor, un asesino? -
Mientras los diferentes miembros del grupo discutían el futuro de sus actos sobre la exótica serpiente, el siseo que se oía en un principio en el pozo, pareció oirse cada vez más lejano, como si el enemigo que quedara se esutivera retirando, o quizás buscando otro camino... Los segundos pasaron a minutos, y nadie más parecía asomarse el pozo. De hecho, al minuto, el hechizo del druida se deshizo, y la maraña desapareció dejando caer su muerta presa de nuevo al abismo de donde salió.
Pasos atrás, en rango, el aasimar vio el cuerpo reptiliano e inerte caer sobre maraña espinosa de zarza druídica. Guardia alta, cimitarra amenazante y mano al látigo presto a combatir una segunda cabeza sibilina. Los segundos pasaron, en incertidumbre marcial, mientras los sonidos se difuminaban pozo abajo hasta que que el mismo misterio arcano que había generado aquella extraordinaria maleza comenzó a deshacerla. Aquella pieza despertaba el interés de todos.. veían tratos y contratos mientras Khalion veía látigo y botas nuevas. El lánguido cuerpo comenzó a resbalar hacia el olvido de la profundidad. El látigo bailó, mas lento que cuando causa dolor, enrollándose sobre la cabeza, que impidió la caída en el último momento, salvando la pieza.
-Diría que el trabajo está incompleto-arrastrando el cuerpo a zona mas segura.- No veo manera de atrapar esa otra con vida.. ¿Alguien diestro con venenos?-preguntó centrándose en el trofeo obtenido viendo que podría echarse a perder. -Esas pieles-señalando a las comadrejas destripadas y cortadas en dos.- podrían despertar interés en el curtidor.
Adriana miró a Godric comprensiva pero preocupada,
- Entiendo lo que dices, Godric. Créeme que no es de mi agrado soliviantar a ninguna especie animal, ni arrebatarle la vida a ningún ser vivo, ni mucho menos arrancar a una cría de su nido y de su hogar. Seguramente ese hombre es todo lo que dices, pero no podemos olvidar la situación tan delicada en la que nos encontramos. Ese Xendros parece ser el único que puede ayudarnos con la moneda y con la amenaza que nos persigue - guardó silencio y detectó que el siseo había desaparecido - Parece que ha huido - dijo encogiéndose de hombros levemente frustrada - Continuemos con nuestro cometido; más tarde podremos buscar el nido - dijo, totalmente convencida de llevar a cabo su plan.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
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- Quizás una piel de serpiente, curada también sea útil... Había una casa de curtidores en la ciudad. - Dice mientras examina el pozo, las comadrejas muertas y la posibilidad de poner una trampa.
nature: 12 Para ver que les ha pasado a las comadrejas tan agresivas
Leobald miró a la serpiente inerte con cierto pesar. Era una bestia impresionante, no le extrañaba que culturas del sur pudieran alabar sus cualidades.
—Ya hemos hecho bastante ruido aquí. Será mejor que nos demos prisa en llegar hasta el aceite —dijo mientras caminaba hacia el interior de la casa pesadamente.
En caballero se detuvo antes de internarse por el pasillo y se retiró la sangre del rostro. Buscó indicios de trampas antes de avanzar con el escudo por delante.
Si puedo llego hasta la primera puerta, escucho y la abro si no percibo nada raro
Tras ignorar de manera sumaria el intento previo de acceder a la mansión con sigilo por parte de Khalion, el caballero avanzó con cuidado con los ojos en el suelo y en las paredes, el silencio era desolador, roto de manera fortuita por el ruido de la madera envejecida del suelo bajo su peso. Leobald observó que parecía que nadie había habitado la hacienda en décadas, ...
... sin embargo, sus veteranos ojos se percataron en un set de huellas humanoides que se adentraban tras la primera puerta de su derecha, la más cercana a la entrada, éstas venían por el pasillo que conducía al recibidor de la entrada principal y entraban en la habitación. Parecían recientes, quizás un día o dos a lo sumo.
El antiguo noble hizo una señal a todos para pedir silencio, y escuchó tras la puerta ...
... no escuchando nada en absoluto, el silencio parecía extenderse más allá de la puerta de madera que tenía delante aún sin abrir. Repentinamente, el silencio volvió a quebrarse, está vez no por el pesado andar de los agentes de Ghostfinger sobre la ajada madera del suelo, sino por algún ruido sordo en el piso superior, un golpe seco seguido de otro... como si algo o alguien golpeara una pared con algo... THOMB ... THOMB... y de pronto... el silencio de nuevo.
Leobald se detuvo un momento alertado por los golpes en el piso de arriba. Cuando cesaron, llamó la atención del siguiente de sus compañeros sobre las huellas relativamente recientes que se perdían bajo la primera puerta del pasillo. Avisó por gestos a los demás para advertirles de que iba a entrar. Levantó el escudo frente al rostro para cubrirse de cualquier eventualidad y abrió la puerta.
Leobald abrió la puerta con cuidado, una mano en el pomo, y la otra con el escudo en ristre, un quejumbroso sonido acompañó el proceso, provocado por el óxido acumulado en los goznes. Una vez abierta, el caballero se asomó intentando no provocar ataques de oportunidad o emboscadas del enemigo.
Lo que vio fue una cocina sucia y húmeda, con parches de moho gris y telarañas en el suelo, las paredes y el techo. En la esquina suroeste hay un equipo de cocina de hierro con una chimenea encima. A su lado, bajo la ventana, hay un fregadero de piedra agrietado y descolorido. A la derecha del fregadero, un pequeño armario de madera cerrado está fijado a la pared a unos cinco pies sobre el nivel del suelo. Contra la pared más lejana, una escalera de madera sube de oeste a este; la carpintería de la escalera está deteriorada y faltan algunos peldaños.
Para poder seguir mejor el destino de las huellas, tendría que entrar a la estancia e intentar retomar el rastro.
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Látigo y serpiente, colgada de la desvencijada madera para futura recuperación antes de entrar en aquella casa con menos sigilo del previsto. El valiente o puede que inconsciente caballero al frente. El mas que evidente abandono hacía pensar al Khalion que cual pardillos habían caído en los engaños de un mozo de almacén cada vez mas cerca de cuadrar cuentas con la parca. Ruidos arriba y como reacción cimitarra fuera. Si Leobald valoraba lo adecuado del avance cocina adentro, el aasimar cubrió pasillo adelante, franqueado por puertas a desconocidas estancias, furtivo entre escasas sombras. Sus ojos fríos como el hielo glaciar de un azul metálico mas intenso a mas oscuridad, inquisitivos hacia el fondo del corredor.
Leobald terminó de abrir la puerta intentando evitar en lo mayor de lo posible el quejumbroso gemido de sus goznes sin demasiado éxito, entró con cuidado en la cocina intenando no peder de vista las huellas. Éstas se adentraban en la estancia para girar y pasar a través de la única puerta cerrada al este de la sala. Quizás una alacena o viejo almacén de alimentos.
Allí sólo en el centro de la devencijada cocina se sintió observado, quizás fuera una paranoia, o quizás su mente se la estaba jugando. La sombras parecía bailar en los resquicios más lejanos de su escutrinio, allí donde desaparece justo el ángulo de visión, y lo desconocido acecha esperando su oportunidad. Las paredes parecían crujir, por dentro... como si alguien rascase para salir, atrapado eternamente, emparedado y olvidado... o quizás fuera simplemente el ruido de un viejo caserón de maderas dañadas y quebradizas.
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El ambiente de la casa era extraño, como si les estuviesen observando todo el rato, el vello dela nuca del druida estaba erizado. Mablunbg siguió a sus compañeros con su cimitarra en una mano y el escudo en la otra. No estaba muy seguro de que tuviese que ir primero el que mas ruido hacia, pero no dijo nada y se colocó en retaguardia, sin parar de observar el pasillo con dos puertas que dejaban a sus espaldas. No les gustaba nada avanzar sin saber que había tras esas dos puertas, así que sigilosamente Mablung se acercó a las puertas y escucho.
Sigilo:9
Percepción:9
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Adriana abrió los ojos de par en par cuando detectó la cabeza de la serpiente deslizarse entre las piedras derruidas del pozo y asomar amenazante. Su mirada se iluminó con una luz brillante en el momento en el que reconoció en su figura, su color y sus movimientos, una especie de la que había leído tantas veces en sus libros. Se lo tomó como un triunfo personal. La información acudió rauda a su memoria y, antes de que sus compañeros pudieran atacar, elevó la voz para que todos pudieran escucharla:
- ¡Alejaos! Su veneno es mortal, no permitáis que os muerdan o las consecuencias serán fatales -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Mablung podía notar como la segunda serpiente pugnaba por salir de entre las raíces, había que ocuparse de la que estaba fuera antes de que su compañera lo consiguiese. No sabía que clase de serpientes serían pero el veneno que rezumaban daban una pista clara de que más valía tener cuidado. Tratando de evitar los peligros colmillos Mablung lazo su ataque. La mano que no sostenía la cimitarra volvió sacar garras y atacó.
Attack: 25 Damage: 5
El druida valientemente se lanzó garras en mano sobre la peligrosa serpiente gigante que amenazaba con terminar de salir del pozo y lanzarse sobre la desprotegida Adriana, el ataque cargado de furia desgarró parte de la piel escamosa del reptil haciendo brotar sangre... la herida era realmente profunda y la serpiente se agitó dolorida ante la nueva y suicida amenaza.
Sin pensárselo dos veces, sus colmillos afloraron, y rápida como un relámpago buscó morder la sabrosa y blanda carne del elfo.
Attack: 23 Damage: 5
Sus colmillos consiguieron encontrar un resquicio entre las decorativas pieles de su presa a la altura del hombro, clavándose profundamente e inoculando tanto veneno como pudo... Mablung sintió como su sangre ardía y esa sensación se extendía por su brazo y su pecho, buscando pararle el corazón.
Mablung haz un ST DC 11 de Constitución.
Sin embargo, el elfo volcó toda su resiliencia en resistir los estragos del veneno que pugnaban por robarle la vida... aún así, no consiguió frenar en su totalidad los daños internos causados... dejándole vivo, pero muy débil.
Daño de Veneno (Sólo contar la mitad por sacar la TS): 7 - Daño Real: 3
Turno de TocToc
" ¡Oh la Oscuridad...! "
TocToc alarmado por la aparición de la la serpiente y sangrando copiosamente dio un respingo y se alejó. La serpiente le era familiar y recordó historias al respecto. "No la matéis, capturarla!!" Exclamó mientras se alejaba, dejando un rastro de sangre tras de si. Después agitó su mano mientras la maldecía con una roncas, casi pedregosas palabras.
Movimiento: Se aleja de la serpiente
Minor: Le paso el Hex afectandole a fuerza
Con un grácil movimiento se dio la vuelta para encarar a la serpiente. Arrojó la cimitarra al suelo, sacó la ballesta y apuntó a la serpiente. Era posible que la matase, desoyendo a sus propios consejos, pero si podía dejarla tan solo inconscinte o atrapada al suelo con un virote... Al final su dedo apretó el gatillo y el virote salió disparado...
Free: Arroja la cimitarra al suelo y saca la ballesta, disparándole a la serpiente con furia Attack: 22 Damage: 10 (intento no matarla, sino dejarle a 0 hitpoints)
Zevatur, Rolthos
El virote de TocToc voló certero para clavarse entre los ojos de la serpiente, que sorprendida murió instantaneamente con la saeta clavada en su cráneo, y cayendo lánguidamente por el mismo hueco del pozo por el que había salido, sin embargo, la maleza retuvo parte de su inerte cuerpo en la superficie enmarañada del hechizo del druida... evitando su total precipitación al vacío.
Turno de Godric
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald, sangraba aparatosamente por las heridas del rostro. Interpuso su escudo entre el grupo y las mortales serpientes justo tiempo para ver como el druida le sobrepasaba y arremetía contra una de ellas dejando de lado cualquier rastro de prudencia o sensatez. El elfo era valiente, le concedía eso, pero aquello era innecesario y absurdamente peligroso a tenor de las advertencias de Adriana. El virote de TocToc vino a arreglar la situación. Esa era la estrategia más adecuada sin duda. Retener a las bestias mientras el resto acataba desde la distancia.
—Atrás, atrás, despacio —insistió a sus compañeros tratando de mantener la calma— usad la distancia si tenéis que atacar. Quizás si salimos de su territorio vuelvan a su ser.
Para cuando me toque que luego me saltáis mamones.
Ready para interponerme al avance de cualquier enemigo, de manera que o me ataca a mi o le hago un ataque de oportunidad por dejar mi área de amenaza.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Viendo que Leobald protegía a Adriana, Godric se quedó al lado del herido Toc-Toc, cubriéndolo con su cuerpo y su escudo, al lado de Khalion, esperando a que los tres comenzaran a moverse bordeando el pozo para evitar a la otra, u otras, serpientes.
-Enseguida echo un vistazo a esas heridas Toc-toc vamos a hacer lo que dice Leobald...-
(Ready; ataque si se acerca algo a nosotros)
PbP Character: A few ;)
Adriana tardó unos segundos en evaluar la situación, cerciorándose de que ningún otro animal les atacaba y los enemigos yacían sin vida a su alrededor. Prestó atención, intentando detectar el siseo de la segunda serpiente enraizada en la profundidad del pozo pugnando por salir. Mirando a Leobald y haciendo un gesto con las manos para que detuviera su retirada un momento, se dirigió a sus compañeros:
- Conozco el motivo por el que Toc-toc nos pedía que no acabáramos con su vida - dijo observando el cadáver - Es extraño encontrar estos ejemplares en agua dulce y en costas tan frías, suelen vivir en costas cálidas y cazar en el mar; sin ninguna duda, este no es su entorno natural... me pregunto cómo habrán llegado hasta aquí... - pareció divagar unos segundos y continuó - Sea como sea, y este es el detalle que nos interesa, esta especie de sierpes son veneradas e incluso criadas como mascotas en ciertos países selváticos, llegándose a pagar verdaderas fortunas por un huevo, una cría o un ejemplar vivo. Si mi memoria no me engaña, Lenkus nos indicó que Xendros Yi'roko Zsash es natural de Chult. Tenemos ante nosotros la oportunidad de conseguir la moneda de cambio perfecta por su información y servicios. Ahora, debemos valorar si estamos dispuestos a asumir el riesgo que conlleva intentar atrapar el especímen que continúa en el pozo, o localizar su nido en busca de crías o huevos -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
- Yo no sé nada sobre atrapar serpientes... - dice Godric un poco preocupado - ¿La intentamos meter en un saco? ¿Merece la pena arriesgar nuestras vidas para intentar ganar el favor de alguien que no conocemos y que posiblemente sea un timador, o peor, un asesino? -
PbP Character: A few ;)
Mientras los diferentes miembros del grupo discutían el futuro de sus actos sobre la exótica serpiente, el siseo que se oía en un principio en el pozo, pareció oirse cada vez más lejano, como si el enemigo que quedara se esutivera retirando, o quizás buscando otro camino... Los segundos pasaron a minutos, y nadie más parecía asomarse el pozo. De hecho, al minuto, el hechizo del druida se deshizo, y la maraña desapareció dejando caer su muerta presa de nuevo al abismo de donde salió.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Pasos atrás, en rango, el aasimar vio el cuerpo reptiliano e inerte caer sobre maraña espinosa de zarza druídica. Guardia alta, cimitarra amenazante y mano al látigo presto a combatir una segunda cabeza sibilina. Los segundos pasaron, en incertidumbre marcial, mientras los sonidos se difuminaban pozo abajo hasta que que el mismo misterio arcano que había generado aquella extraordinaria maleza comenzó a deshacerla. Aquella pieza despertaba el interés de todos.. veían tratos y contratos mientras Khalion veía látigo y botas nuevas. El lánguido cuerpo comenzó a resbalar hacia el olvido de la profundidad. El látigo bailó, mas lento que cuando causa dolor, enrollándose sobre la cabeza, que impidió la caída en el último momento, salvando la pieza.
-Diría que el trabajo está incompleto- arrastrando el cuerpo a zona mas segura.- No veo manera de atrapar esa otra con vida.. ¿Alguien diestro con venenos?- preguntó centrándose en el trofeo obtenido viendo que podría echarse a perder. -Esas pieles -señalando a las comadrejas destripadas y cortadas en dos.- podrían despertar interés en el curtidor.
Adriana miró a Godric comprensiva pero preocupada,
- Entiendo lo que dices, Godric. Créeme que no es de mi agrado soliviantar a ninguna especie animal, ni arrebatarle la vida a ningún ser vivo, ni mucho menos arrancar a una cría de su nido y de su hogar. Seguramente ese hombre es todo lo que dices, pero no podemos olvidar la situación tan delicada en la que nos encontramos. Ese Xendros parece ser el único que puede ayudarnos con la moneda y con la amenaza que nos persigue - guardó silencio y detectó que el siseo había desaparecido - Parece que ha huido - dijo encogiéndose de hombros levemente frustrada - Continuemos con nuestro cometido; más tarde podremos buscar el nido - dijo, totalmente convencida de llevar a cabo su plan.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
- Quizás una piel de serpiente, curada también sea útil... Había una casa de curtidores en la ciudad. - Dice mientras examina el pozo, las comadrejas muertas y la posibilidad de poner una trampa.
nature: 12 Para ver que les ha pasado a las comadrejas tan agresivas
Zevatur, Rolthos
Leobald miró a la serpiente inerte con cierto pesar. Era una bestia impresionante, no le extrañaba que culturas del sur pudieran alabar sus cualidades.
—Ya hemos hecho bastante ruido aquí. Será mejor que nos demos prisa en llegar hasta el aceite —dijo mientras caminaba hacia el interior de la casa pesadamente.
En caballero se detuvo antes de internarse por el pasillo y se retiró la sangre del rostro. Buscó indicios de trampas antes de avanzar con el escudo por delante.
Si puedo llego hasta la primera puerta, escucho y la abro si no percibo nada raro
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Tras ignorar de manera sumaria el intento previo de acceder a la mansión con sigilo por parte de Khalion, el caballero avanzó con cuidado con los ojos en el suelo y en las paredes, el silencio era desolador, roto de manera fortuita por el ruido de la madera envejecida del suelo bajo su peso. Leobald observó que parecía que nadie había habitado la hacienda en décadas, ...
Leobald Investigation Check: 21
... sin embargo, sus veteranos ojos se percataron en un set de huellas humanoides que se adentraban tras la primera puerta de su derecha, la más cercana a la entrada, éstas venían por el pasillo que conducía al recibidor de la entrada principal y entraban en la habitación. Parecían recientes, quizás un día o dos a lo sumo.
El antiguo noble hizo una señal a todos para pedir silencio, y escuchó tras la puerta ...
Leobald Perception check: 4
... no escuchando nada en absoluto, el silencio parecía extenderse más allá de la puerta de madera que tenía delante aún sin abrir. Repentinamente, el silencio volvió a quebrarse, está vez no por el pesado andar de los agentes de Ghostfinger sobre la ajada madera del suelo, sino por algún ruido sordo en el piso superior, un golpe seco seguido de otro... como si algo o alguien golpeara una pared con algo... THOMB ... THOMB... y de pronto... el silencio de nuevo.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald se detuvo un momento alertado por los golpes en el piso de arriba. Cuando cesaron, llamó la atención del siguiente de sus compañeros sobre las huellas relativamente recientes que se perdían bajo la primera puerta del pasillo. Avisó por gestos a los demás para advertirles de que iba a entrar. Levantó el escudo frente al rostro para cubrirse de cualquier eventualidad y abrió la puerta.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Leobald abrió la puerta con cuidado, una mano en el pomo, y la otra con el escudo en ristre, un quejumbroso sonido acompañó el proceso, provocado por el óxido acumulado en los goznes. Una vez abierta, el caballero se asomó intentando no provocar ataques de oportunidad o emboscadas del enemigo.
Lo que vio fue una cocina sucia y húmeda, con parches de moho gris y telarañas en el suelo, las paredes y el techo. En la esquina suroeste hay un equipo de cocina de hierro con una chimenea encima. A su lado, bajo la ventana, hay un fregadero de piedra agrietado y descolorido. A la derecha del fregadero, un pequeño armario de madera cerrado está fijado a la pared a unos cinco pies sobre el nivel del suelo. Contra la pared más lejana, una escalera de madera sube de oeste a este; la carpintería de la escalera está deteriorada y faltan algunos peldaños.
Para poder seguir mejor el destino de las huellas, tendría que entrar a la estancia e intentar retomar el rastro.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Látigo y serpiente, colgada de la desvencijada madera para futura recuperación antes de entrar en aquella casa con menos sigilo del previsto. El valiente o puede que inconsciente caballero al frente. El mas que evidente abandono hacía pensar al Khalion que cual pardillos habían caído en los engaños de un mozo de almacén cada vez mas cerca de cuadrar cuentas con la parca. Ruidos arriba y como reacción cimitarra fuera. Si Leobald valoraba lo adecuado del avance cocina adentro, el aasimar cubrió pasillo adelante, franqueado por puertas a desconocidas estancias, furtivo entre escasas sombras. Sus ojos fríos como el hielo glaciar de un azul metálico mas intenso a mas oscuridad, inquisitivos hacia el fondo del corredor.
Por si fueran necesarias.
Stealth Check: 20
Perception Check: 21
Leobald terminó de abrir la puerta intentando evitar en lo mayor de lo posible el quejumbroso gemido de sus goznes sin demasiado éxito, entró con cuidado en la cocina intenando no peder de vista las huellas. Éstas se adentraban en la estancia para girar y pasar a través de la única puerta cerrada al este de la sala. Quizás una alacena o viejo almacén de alimentos.
Allí sólo en el centro de la devencijada cocina se sintió observado, quizás fuera una paranoia, o quizás su mente se la estaba jugando. La sombras parecía bailar en los resquicios más lejanos de su escutrinio, allí donde desaparece justo el ángulo de visión, y lo desconocido acecha esperando su oportunidad. Las paredes parecían crujir, por dentro... como si alguien rascase para salir, atrapado eternamente, emparedado y olvidado... o quizás fuera simplemente el ruido de un viejo caserón de maderas dañadas y quebradizas.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El ambiente de la casa era extraño, como si les estuviesen observando todo el rato, el vello dela nuca del druida estaba erizado. Mablunbg siguió a sus compañeros con su cimitarra en una mano y el escudo en la otra. No estaba muy seguro de que tuviese que ir primero el que mas ruido hacia, pero no dijo nada y se colocó en retaguardia, sin parar de observar el pasillo con dos puertas que dejaban a sus espaldas. No les gustaba nada avanzar sin saber que había tras esas dos puertas, así que sigilosamente Mablung se acercó a las puertas y escucho.
Sigilo:9
Percepción:9