Después de dar sepultura al hermano caído de Nadie, Godric se acercó a la orilla para lavarse los brazos.
Después, y mientras volvía a vestirse su armadura, dijo.
- Recapitulemos. Podemos cargar los barriles en el bote y usar el carro para llevarlos a Ghostfinger, sin pasar por Saltmarsh y así asegurarnos que nadie se hace con ellos de nuevo.
Leobald y Khalion van a hablar con el Gran Capitán, le informan de lo acontecido y aclaran lo ocurrido en la casa consistorial. Yo también debería ir para intentar hacerle ver que las heridas de Khalion fueron inflingidas por un ser que debe ser detenido y hacerle ver la gravedad de la situación.
Mientras tanto, Mablung, si conseguimos avisarle antes de que se marche del todo, Toc-Toc, Adriana y Nadie, volverán a Ghostfinger con el aceite avisando de que volveremos al día siguiente y de todo lo que hemos averiguado.
Khalion, yo guardaría bien las cabezas hasta estar con el Gran Capitán. De verdad que encuentro innecesario tal acto de barbarismo, pero entiendo que habías dado tu palabra. La cuestión es que mantengamos que Sanbalet y su banda han caído el máximo tiempo posible, pues alguien en Saltmarsh querrá recuperar el resto de objetos y, como bien decís, que el resto de implicados desconozca su destino puede ayudar a las autoridades, o a nosotros mismos si es que Bastianes nos encomienda tal misión, dar con el resto de los contrabandistas.
Adriana, si estás decidida a encontrar el nido de esas serpientes tan grandes y peligrosas, por favor no vayas sola, sube y que te acompañen Toc-Toc y Mablung al menos mientras los demás cargamos el aceite en la barca.
Los gusanos deben estar dándose un festín con el cuerpo de Ned, pero si cogéis un poco de aceite, un odre debería bastar, hacéis un círculo alrededor del cuerpo y tiráis el resto en el cuerpo, un par de antorchas deberían bastar. Aseguraos de quemar cualquier gusano que logre escapar del círculo de fuego...
¿Nos ponemos manos a la obra? -
En ese momento todos escucharon un ruido de cristales rotos en la planta superior.
El caballero tenía la mirada fija en el saco goteante de sangre que Khalion cargaba sin darle más importancia.
—Khalion, te imploro que devuelvas lo que lleves ahí dentro a sus respectivos cuerpos —su voz era apesadumbrada y triste, pero a la vez tenía cierta firmeza—. Podemos ser mejores que eso. Los caídos merecen respeto, por muy equivocados que estuvieran. Sin mencionar el efecto que tal bulto sanguinolento pueda causar en nuestra inminente acción diplomática. Os lo pido como compañero de armas.
El ruido a cristales rotos no le hizo desviar su atención de Khalion.
Druida indiscreto, arriba, coincidente con los monólogos humanos, abajo. Escuchando hasta el momento, petición timorata, mas común en veteranos de justas ante cortesanas que en alguien curtido a acero en batalla. Ignorando una nueva llamada de atención élfica, quiso puntualizar al impresionable caballero.
-Tus prejuicios nublan tu raciocinio- mirándole, azul profundo, sin mas atención a los cristales.- Como yo, empuñas acero teñido en sangre con redaños pero sin arrepentimiento, dictas y ejecutas la mas severa de las justicias, privando lo que solo una madre regala. No careces de razón pues justo para tal misión diplomática son los "trofeos".-Quiso explicar, dilatando la reacción para socorrer al poco solitario druida.- Subterfugios o ruido.. dos opciones vista a provocar reacción en los conspiradores. En mi oficio..- dudó como y de que manera continuar.- ..la imagen es un poderoso medio para mostrar intenciones-señalando el saco.- dar a entender como de serio es la determinación de Ghostfinger pues seguro coincides lo poco en serio que se tiene a la Corona. Mis elaboradas y adornadas palabras de la corte están en ese saco.
Manipulando el ladrillo de la chimenea volvió a abrir la pared hacia la infestada bodega.-prometo no tocar nada..- pensando en Ned. Para zanjar, volvió a dirigirse al caballero antes de ir en busca del druida- Con estas nuevas, usar la mar y el carro nos abre otra senda. Mantener en la noche lo acontecido esperando un paso en falso de los cabecillas mientras llevamos el aceito directamente a Bastianes.
Adriana escuchó las opiniones de sus compañeros, sorprendida gratamente por la intervención de Godric. No pudo evitar sonreírle. Desde que la magia había vuelto a su ser, el sacerdote parecía mucho más seguro de sí mismo, había desaparecido esa turbación y dubitación que le caracterizaba en sus intervenciones. Hablaba con confianza y seguridad, y la elfa se sentía realmente feliz por él.
- Iremos a Ghostfinger en primer lugar si pensáis que es lo mejor, a mí tampoco me agrada la idea de separarnos; pero antes de marchar, me gustaría buscar el nido de las serpientes que nos atacaron. Me resisto a dejar escapar la oportunidad de encontrar un recurso que puede ayudarnos en el futuro. Pero necesito ayuda- se dirigió a Nadie con cierto temor - Disculpa... Nadie - le habló con amabilidad - quizá tú puedas ayudarnos. Al llegar a la hacienda, nos topamos con dos serpientes de una especie muy poco común por estas tierras, muy peligrosas y violentas.Salieron del pozo y fuimos capaces de derrotar a una de ellas. Me gustaría poder localizar su nido, en busca de crías o huevos. ¿Sabes dónde podría encontrarse? ¿El pozo comunica con estos pasadizos en algún punto?-
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Nadie seguía impasivo ante las discusiones de sus nuevos "hermanos de batalla", mientras cargaba las tinajas de aceite de una en una y con sumo cuidado en el bote, cuando acabó con estás siguió cargando las sedas, botellas de brandy y cajas de especias... parecía que la recia embarcación aguantaba bastante bien el peso, a pesar que se hundiera un par de pies por debajo de la linea de flotación. Fue cuando estaba improvisando unos remos a base de las maderas de la mesa del comedor en el sótano cortando y serrando con una pequeña hacha y un machete del tamaño de una espada corta que nadie sabía de donde había sacado, cuando Adriana le preguntó.
- El resto de cavernas no conectan con el pozo, y son peligrosas, no hay nada salvo unos mohos amarillos extremadamente tóxicos, pueden estar en las paredes o el techo, y se desprenden para caer sobre ti y alimentarse de tu piel... En cuanto al pozo, no sabría decirte, no pasábamos por esa zona nunca, sólo usábamos la puerta principal o la caverna donde está el bote. Los jardines no los pisábamos salvo para orinar si nos pillaba más cerca que el agua del mar.
- Bien, gracias por tu información Nadie, te dejo tranquilo para que termines tus quehaceres- dijo la elfa adoptando una posición con los brazos en jarras, mientras barría con la mirada a sus compañeros - puesto que parece que ninguno de los pasadizos tiene conexión con el pozo, subiré a echar un vistazo allí de nuevo. Le pediré a Mablung que me ayude si le encuentro, ¿alguien más sería tan amable de acompañarme?- esperó alguna respuesta antes de encaminarse hacia el exterior.
El sonido de unos cristales rotos obligó a desviar su mirada hacia esa localización.
Leobald suspiró de nuevo ante las palabras de Khalion.
—Me temo malinterpretas mis actos, Khalion. La espada no es sino el último recurso y siempre es motivo de contrición. Nadie es la prueba de mis palabras. La justicia y el ajusticiamiento nunca fueron la misma cosa, mi buen Khalion —dijó confrontando su mirada fría y triste con la del mercenario—. En cuanto a los símbolos, no soy ajeno a su poder, pero debemos encontrar aquellos que no nos envilezcan. Podéis ser mejor que todo eso.
Esperando que el guerrero desistiese de cargar tan macabro trofeo y entendiendo que no podía tomar esa decisión por él, asintió a Adriana. Marchar todos a Ghoistfinger parecía buena idea a tenor de las revelaciones del hobgoblin. Si la vista con el capitán de la Guardia de Saltmarsh era en dos días aun tenían tiempo de cumplir con Gostfinguer y volver para aclarar el altercado del Consistorio.
—A Gostfinguer entonces, un paso después del otro —convino con los demás—. Adriana, preferiría que no os expusierais en menesteres que son ajenos a nuestro cometido original, pero si insistís en ello, debo acompañaros —asintió resignado para levantarse y caminar tras la elfa.
El cabellero se detuvo un momento junto a TocToc
—Toc Toc, ¿quizá podáis prestarme uno de los libros que atesoraba Sanbalet? El de Stygia me parece particularmente interesante, si no lo has comenzado tú.
-Las palabras elegantes siempre justifican baños de sangre. -dijo, mientras accionaba el mecanismo de la pared. -Bajo estandarte, familia u honor vais a la batalla sin escrúpulos, donde la vida de joven o de padre de familia se precia menos que el metal que visten.- palabras serias, de alguien con quizá tantos inviernos como el caballero.-Vista la batalla y vistos los soldados.. he presenciado mas clemencia bajo las sombras de un callejón de esos alejados de una dulce fortaleza palaciega. Vileza encontrarás en quien interesado condena lacayos a la guerra.. mi código es el suyo..- señalando los bandidos abatidos.- Donde igual se ve arrancar una armadura que una prueba de caza.
Cuando salió por la bodega espero si le seguían para cerrar con mano arcana la pared secreta.
Leobald prefirió no añadir nada más. Cada cual era dueño de sus actos. Cogió algo de aceite y unas antorchas de las cuevas y siguió a Adriana hasta el piso superior. El plan de Godric respecto a eliminar los gusanos parecía acertado. Algo tan peligroso no debía quedar rondando por la casa. Una vez todos junto a la puerta secreta rodearon el cuerpo de Ned con un chorro de aceite, sin tocarlo. Tendieron una antorcha a Khalion tambien. Vertieron el resto del aceite sobre el cuerpo y, armados cada uno con una antorcha prendieron fuego al pobre desgraciado desde tres puntos diferentes. Las lenguas de fuego lamieron el cuerpo inerte del espía rápidamente. Permanecieron atentos por si alguno de los gusanos trataba de escapar del voraz círculo de fuego, pero a una distancia segura.
Godric, que sin llevar su armadura aún está con los pantalones remangados y ayudando a Nadie todo lo que puede para cargar las cosas, escucha a Adriana muy convencida decir que va a intentar capturar a la serpiente.
Saliendo del agua para coger otro rollo de seda y llevarlo al bote, Godric le dice.
- Adriana, probablemente tengas que bajar al pozo. Esa serpiente tendrá su nido ahí, aún estamos cansados y heridos de la batalla con Ned y Sanbalet y quizá tengamos algún encuentro no deseado en el camino a Ghostfinger. Yo quiero ayudarte, pero creo que debemos pensar esto mejor. Y tendría que ponerme la armadura de nuevo y aún quedan cosas que cargar. Es serpiente lleva ahí mucho tiempo ¿verdad? - le pregunta a Nadie para que se confirme su presuposición - Te prometo que si Bastianes nos deja volver a Saltmarsh vengo contigo e intentamos capturarla... pero ahora mismo, teniendo en cuenta que vamos a Ghostfinger, parece un poco arriesgado y me atrevería a decir, innecesario, cargar con ella hasta Ghostfinger para volver a traerla aqui... -
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TocToc asintió a los planes. – Yo preferiría ir a al campamento, mi ayuda será más efectiva ayudando con el bote. – Después se colocó en una esquina y empezó a estudiar el almanaque de mareas, viendo el momento oportuno para sacar el bote. Tan solo interrumpió el estudio para inspeccionar el bote y los preparativos de Nadie, inspeccionando las condiciones del bote y que la carga estuviese bien distribuida y asegurada. También para ofrecerle el libro a Leobald. “Procura que no arda, por favor.” Mustió con reticencia al darle el libro al descuidado humano.
Tiro cosillas aunque el master no las pida por ahorra tiempo. Si son otras habilidades podeis corregir el modificador:
Survival para el almanaque (+4 por 2 por ser terreno de costa?): 9
Adriana continuó su camino hacia el exterior escuchando las palabras de Leobald y Godric. En un momento dado, se dio la vuelta y les miró alternativamente:
- No me malinterpretéis, no soy una suicida ni es mi intención crear una situación de peligro para ninguno de nosotros, pensé que quizá sería fácil acceder al nido a través de los pasadizos, pero a la vista está que es imposible. Soy consciente de que nos apremian otros menesteres, pero mientras preparamos lo necesario, quería echar un vistazo al pozo. Tampoco es mi intención capturar el especímen vivo, pero si fuera posible de alguna forma acceder a ese nido... - dijo con contrariedad - puede que lo más inteligente, al fin y al cabo, sea dejarlo estar o retornar a la hacienda en otro momento -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Según TocToc leía se daba cuenta de que había dos momentos al día en la zona de Saltmarsh donde la marea era alta, y probablemente cubriría la mayor parte de la cueva, aunque según observó como tenían diseñada la distribución de la caverna, no sería gran problema, así que podían usar el bote en cualquier momento sin peligro desde aquí. Haciendo un rápido chequeo a la estructura de la embarcación, se dio cuenta de que el daño por fuego estaba muy dispersado por la superficie y más concentrado en otros lados, donde los conjuros del druida habían entrado en erupción. Pero era incapaz de saber como estaba realmente la integridad de la barca.
[En los jardines traseros]
Tras quemar el cuerpo de Ned, y observar como los gusanos se achicharraban y retorcían presa del aceite y el fuego, intentando escapar inútilmente de la mortal y cruel trampa preparada por los agentes de Ghostfinger.
Mientras un atareado Leobald, se dedicaba a recuperar la cota de placas del cádaver que yacía en el medio de la habitación, intentándolo pacientemente purgarlo de gusanos carnívoros, Adriana, Khalion y un semidesnudo Godric, que ya no ocultaba su torso marcado a fuego por las llamas infernales, ascendieron por las escaleras de la bodega hasta la cocina, y deshaciendo el camino hasta la puerta trasera, volvieron al embrozado jardín presidido por el semi-derruido pozo donde hace unas horas combatieron a las grandes serpientes.
Allí se dieron cuenta, tras orientarse brevemente, que el sonido que habían escuchado de cristales rotos, provenía justamente del ala opuesta a la que estaban, deberían rodear toda la hacienda para llegar a investigar su origen.
Con un señal para que les esperaran ahí mismo, el aasimar se deslizó pegado a la pared de la vetusta mansión aprovechando las altas enredaderas y matas salvajes para ocultarse y no ser detectado por aquello que fuera que pudiera amenazar al druida.
Su figura se fundió con la maleza cercana desapareciendo por completo, si se movía, era algo que ni Godric ni Adriana podían adivinar... era como si un hechizo de invisibilidad le hubiese cubierto sin dejar rastro alguno... su maestría generó cierto respeto en sus aliados, que intentaban asimilar como podía haberlo hecho con tan suma perfección.
Avanzando sin ser visto por nada ni por nadie, Khalion rodeó la edificación hasta dar con el jardín oeste, allí tranquilamente e inconsciente de estar siendo observado, pudo descubrir a Mablung, sentado entre las hierbas y estudiando detenidamente su pipa, totalmente concentrado. Sobre su hombro Ostor parecía descansar posado y distraído. Un montón de cristales rotos y restos de mampostería de la ventana que estaba justo en frente del elfo yacían dispersos por la zona, sin duda, el cazarrecompensas pudo adivinar que su líder había preferido reventar la ventana desde dentro para salir directamente, a dar un rodeo y salir por la puerta principal, o la del patio que daba a esa misma habitación de la que había escapado.
Aunque juntos pasaron a la bodega pronto una armadura reclamo atención del caballero para después, en escaleras, vio extrañado como los compañeros mantenían con el distancia prudente. Siendo uno con las plantas llegó hasta un distraído e inmaduro druida.
-Espero que hayas ganado..-resonó entre máscara y plantas, jocoso, mirando la ventana.-Saldremos por mar cuando carguemos todo. Cerca, en una cala esconden carro y caballos, pero no vimos rastro viniendo. Quizá quieras encontrarnos allí si y no volver abajo. -Mirando la ventana y la puerta adyacente, cerrada..- Adriana, Godric!..-Les llamo sin alzar la voz-podéis acercaros.. revisamos la casa?
Guardando la pipa y poniéndose en pie Mablung contesta:
- No pienso viajar en el mismo bote que ese aceite, aparte de que no es nuestra misión moverlo. Suerte con eso. Os acompañare a revisar la casa y luego partiré hacia Ghostfinguer para avisar de vuestra llegada con el aceite, seguramente llegaré antes que vosotros-.
-¿Qué zona de la casa queréis investigar?: Añade recogiendo sus armas.
En el sótano, tras pasar la llama de la antorcha sobre la armadura y cerciorarse de que no había gusanos, Leobald tumbó el cadáver sobre su espalda con el máximo de los respetos por el caballero fallecido. Examinó las armas y armadura en busca de marcas de herrero visibles que pudieran hablar de la identidad del misterioso caballero. Después, con paciencia, fue desabrochando los correajes de la armadura tras aplicar la antorcha siempre antes de tocar nada. Poco a poco el metal torturado de la armadura iba dejando al descubierto al hombre que había debajo. En silencio, elevó una plegaria a Tyr por si tenía a bien acogerlo. El metal necesitaba pasar por una fragua, pero pararía los golpes y estaba seguro de iba a tener que cuidar de sus compañeros más pronto que tarde. Fue apartando las piezas a un lado. Cuando pudo descubrir el rostro del infortunado, examinó sus facciones. Con tristeza, cubrió aquel rostro con un trozo de trapo que rasgó de su propio tabardo. Nadie merecía una muerte como aquella.
Con un suspiró resignado, finalmente se irguió y recogió la armadura y las armas del caballero para seguir a sus compañeros al patio.
Leobald no consigue encontrar nada que identifique al cadaver, el escudo no lleva heráldica alguna, y la armadura de placas ha sufrido algunas abolladuras y desperfectos, pero lo que llama la atención del caballero es que en la parte del peto, donde debería haber alguna inscripción o representación de la casa a la que debería servir el difunto, esta borrada, no es muy experto en el tema, pero parece que hay sido bañada en algún tipo de sustancia ácida que ha facilitado un raspado de esa parte frontal. El peto sigue siendo funcional, pero rezuma a "he sido robada y alterada..." si se estudia de cerca por cualquiera que entienda ligeramente del tema.
Nadie acabó de cargar el bote prácticamente sin ayuda, puesto que el resto del equipo se había dedicado a leer, explorar o ascender a otra planta. Aunque agradeció la ayuda de TocToc para improvisar unos remos que aguantasen al menos una travesía de ida. Tras acabar esa tarea dejó al kenku sumido en sus lecturas y se volvió hacia la zona de barracas agarrando la olla donde el puchero aún caliente había dejado de bullir, se sentó en la mesa tras apartar con un pié a uno de los bandidos que habían caído allí y se dispuso a comer esa melaza semisólida más parecida a grasa de caballo tumefacta que a un alimento edible, esperando los planes finales.
El grupo no tardó en ir reapareciendo de nuevo, la mayoría bajando por las escaleras de la bodega y fueron reuniéndose en la cala cavernosa donde habían combatido al nefando hechicero. Allí tras aclarar los pasos a seguir, la mayoría de ellos se subieron en el bote con ayuda de Nadie, que acabando de un plumazo con su almuerzo, fue el primero en subirse para ofrecer su mano a los menos expertos en acceder a ese tipo de embarcaciones. El bote se tambaleaba cada vez que alguien ascendía debido a la pesada carga que portaba, e incluso pareció hundirse a un límite peligroso cuando Leobald ascendió portando una armadura de placas completa. Sin embargo el pequeño navío aguantó el tipo y junto con TocToc, el hobgoblin comenzó a remar con toda su fuerza marcando unos musculados brazos anaranjados en cada batida.
Antes de partir, el deshonrado humanoide, explicó al druida y a Godric, que se quedaban en tierra y harían su camino a pie, como llegar hasta la zona de costa oculta donde el carro camuflado les esperaba, advirtiéndoles eso sí, que ellos tardarían en hacer ese camino al menos entre una y dos horas más que los que lo harían en bote. Despidiéndose de ambos, todos los pasajeros de la embarcación desaparecieron tras atravesar la boca de la cueva que daba al mar, girando el bote con cierta maestría hacia el oeste para bordear el acantilado.
Nadie les informó que les esperaban unos tres cuartos de hora de viaje, y que una vez allí habría que esperar a los demás al menos una hora más... Nada más salir de la caverna el paisaje costero les abrazó, acompañado del profundo olor a mar y el sonido de la madera chocando contra el agua. Avanzaban a buen ritmo, y pronto dejaron atrás la tenebrosa figura de la Mansión, anidada peligrosamente sobre los escarpados riscos que la soportaban.
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Al empezar a ojear el libro, TocToc, se mostró incrementalmente absorto en la lectura con sus córvidos negros ojos abiertos de par en par. Tan solo la necesidad de ayudar en el bote detuvo su lectura y con reticencia guardo el almanaque en la mochila, con mimo, intentando protegerlo de posibles salpicaduras del bote. Para ello corto un retal de una de las lonas de camuflaje y envolvió el libro en la misma, preocupado por una posible caída al agua.
- La cueva esta construida de forma que no importan las mareas. Tened cuidado, aun hay dos camas cuyos bandidos no hemos encontrado. – Dijo mientras subía al bote.
Aunque el olor a costa y el vaivén del mecer del agua le hacían sentir en casa, furtivas miradas al agua y al peligroso aceite denotaban cierta preocupación ante la amenaza que representaban para el libro que había capturado tanto su atención.
Durante el trayecto oteo el horizonte, atento a posibles peligros que les pudiesen acechar.
El bote siguió surcando el mar paralelo a la escarpada costa, las indicaciones de Nadie parecían bastante claras y el hobgoblin se manejaba con soltura con los remos y la navegación. Al cabo de casi una hora de una calmada travesía, en la que TocToc apenas vislumbró algún que otro navío en la más remota lejanía, el trayecto vino acompañado por la persistente cortina de agua que era la lluvia en esa región de Saltmarsh, pero se agradeció que a pesar de eso, las aguas estuvieran tranquilas, y que el profundo color azul oscuro del mar lo rodeara todo meciéndolos tras un merecido descanso.
En los últimos minutos, Nadie dejó los remos y pidió a Khalion que remara en su lugar, con una suave maniobra de timón dirigió la embarcación hacia una cala encajada entre riscos, muy protegida y de difícil acceso si no se conocía bien el lugar. El humanoide pidió silencio mientras ejecutaba la aproximación esquivando las rocas que se alzaban desde las profundidades como mortales cuchillas de piedra. Usando los remos no sólo como medio de impulso, sino como topes para apoyarlos en los salientes rocosos y alejar el casco de éstos, el bote avanzó impasible.
Chequeo de Manejo de Vehiculos (Agua): 17 - DC 12
Con cierta destreza, y esquivando por escasos centímetros algunos de las recortados obstáculos, quizás pasando demasiado cerca en algunos tramos como para generar cierta incomodidad en los pasajeros. El mercenario atracó en bote haciéndolo descansar sobre la arena de una limpia y última embestida. Saltando del bote, ayudó a los demás a bajarse. La cala era pequeña, de extremo a extremo no cubriría más de 20 metros, pero justo detrás de ella, en vez de los típicos acantilados que presidían el paisaje, había unas cuestas con cierta inclinación cubiertas de maleza y foresta, lo que permitía en acceso desde tierra adentro. El hobgoblin señaló a una parte de la playa donde decenas de cangrejos marinos desovaban indiferentes a su presencia.
- Detrás de los cangrejos está el carro, si os fijáis justo en el linde donde acaba la arena y comienza de nuevo la maleza empieza un camino parcialmente oculto, por ahí hay que sacarlo.
En efecto, si los agentes de Ghostfinger se fijaban, un gran bulto tapado con unas lonas de camuflaje ocultaban lo que parecía ser la silueta de un gran carro justo en el lugar donde había señalado Nadie.
- Voy a por los caballos mientras vosotros descargáis y movéis todo al nuevo vehículo. Necesito ir solo, están entrenados para no fiarse de nadie que no seamos del gremio de Sanbalet, y se pondrían nerviosos e incluso lastimarse. Volveré en menos de veinte minutos, están al oeste a casi una legua de distancia.
TocToc observo con sospecha o tal vez curiosidad a Nadie. - ¿Quién cuida a los caballos? ¿Quizás los dueños de las camas a los que no llegamos a enfrentarnos? - Pregunto TocToc con voz átona. -De cualquier forma sería peligroso que fueses solo. Cualquier peligro podría acecharte. Será mejor que dos de nosotros vayamos contigo, al menos. Cuando nos acerquemos a los caballos nos podemos quedar atrás. - Sugirió el hombre cuervo buscando el apoyo de sus compañeros con la mirada.
- Además, no hay prisa... Esperemos a Mablung y Godric. Ellos nos podrán apoyar, ya nos hemos dividido demasiado.
Después de dar sepultura al hermano caído de Nadie, Godric se acercó a la orilla para lavarse los brazos.
Después, y mientras volvía a vestirse su armadura, dijo.
- Recapitulemos. Podemos cargar los barriles en el bote y usar el carro para llevarlos a Ghostfinger, sin pasar por Saltmarsh y así asegurarnos que nadie se hace con ellos de nuevo.
Leobald y Khalion van a hablar con el Gran Capitán, le informan de lo acontecido y aclaran lo ocurrido en la casa consistorial. Yo también debería ir para intentar hacerle ver que las heridas de Khalion fueron inflingidas por un ser que debe ser detenido y hacerle ver la gravedad de la situación.
Mientras tanto, Mablung, si conseguimos avisarle antes de que se marche del todo, Toc-Toc, Adriana y Nadie, volverán a Ghostfinger con el aceite avisando de que volveremos al día siguiente y de todo lo que hemos averiguado.
Khalion, yo guardaría bien las cabezas hasta estar con el Gran Capitán. De verdad que encuentro innecesario tal acto de barbarismo, pero entiendo que habías dado tu palabra. La cuestión es que mantengamos que Sanbalet y su banda han caído el máximo tiempo posible, pues alguien en Saltmarsh querrá recuperar el resto de objetos y, como bien decís, que el resto de implicados desconozca su destino puede ayudar a las autoridades, o a nosotros mismos si es que Bastianes nos encomienda tal misión, dar con el resto de los contrabandistas.
Adriana, si estás decidida a encontrar el nido de esas serpientes tan grandes y peligrosas, por favor no vayas sola, sube y que te acompañen Toc-Toc y Mablung al menos mientras los demás cargamos el aceite en la barca.
Los gusanos deben estar dándose un festín con el cuerpo de Ned, pero si cogéis un poco de aceite, un odre debería bastar, hacéis un círculo alrededor del cuerpo y tiráis el resto en el cuerpo, un par de antorchas deberían bastar. Aseguraos de quemar cualquier gusano que logre escapar del círculo de fuego...
¿Nos ponemos manos a la obra? -
En ese momento todos escucharon un ruido de cristales rotos en la planta superior.
PbP Character: A few ;)
El caballero tenía la mirada fija en el saco goteante de sangre que Khalion cargaba sin darle más importancia.
—Khalion, te imploro que devuelvas lo que lleves ahí dentro a sus respectivos cuerpos —su voz era apesadumbrada y triste, pero a la vez tenía cierta firmeza—. Podemos ser mejores que eso. Los caídos merecen respeto, por muy equivocados que estuvieran. Sin mencionar el efecto que tal bulto sanguinolento pueda causar en nuestra inminente acción diplomática. Os lo pido como compañero de armas.
El ruido a cristales rotos no le hizo desviar su atención de Khalion.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Druida indiscreto, arriba, coincidente con los monólogos humanos, abajo. Escuchando hasta el momento, petición timorata, mas común en veteranos de justas ante cortesanas que en alguien curtido a acero en batalla. Ignorando una nueva llamada de atención élfica, quiso puntualizar al impresionable caballero.
-Tus prejuicios nublan tu raciocinio- mirándole, azul profundo, sin mas atención a los cristales.- Como yo, empuñas acero teñido en sangre con redaños pero sin arrepentimiento, dictas y ejecutas la mas severa de las justicias, privando lo que solo una madre regala. No careces de razón pues justo para tal misión diplomática son los "trofeos". -Quiso explicar, dilatando la reacción para socorrer al poco solitario druida.- Subterfugios o ruido.. dos opciones vista a provocar reacción en los conspiradores. En mi oficio..- dudó como y de que manera continuar.- ..la imagen es un poderoso medio para mostrar intenciones-señalando el saco.- dar a entender como de serio es la determinación de Ghostfinger pues seguro coincides lo poco en serio que se tiene a la Corona. Mis elaboradas y adornadas palabras de la corte están en ese saco.
Manipulando el ladrillo de la chimenea volvió a abrir la pared hacia la infestada bodega.-prometo no tocar nada..- pensando en Ned. Para zanjar, volvió a dirigirse al caballero antes de ir en busca del druida- Con estas nuevas, usar la mar y el carro nos abre otra senda. Mantener en la noche lo acontecido esperando un paso en falso de los cabecillas mientras llevamos el aceito directamente a Bastianes.
Adriana escuchó las opiniones de sus compañeros, sorprendida gratamente por la intervención de Godric. No pudo evitar sonreírle. Desde que la magia había vuelto a su ser, el sacerdote parecía mucho más seguro de sí mismo, había desaparecido esa turbación y dubitación que le caracterizaba en sus intervenciones. Hablaba con confianza y seguridad, y la elfa se sentía realmente feliz por él.
- Iremos a Ghostfinger en primer lugar si pensáis que es lo mejor, a mí tampoco me agrada la idea de separarnos; pero antes de marchar, me gustaría buscar el nido de las serpientes que nos atacaron. Me resisto a dejar escapar la oportunidad de encontrar un recurso que puede ayudarnos en el futuro. Pero necesito ayuda - se dirigió a Nadie con cierto temor - Disculpa... Nadie - le habló con amabilidad - quizá tú puedas ayudarnos. Al llegar a la hacienda, nos topamos con dos serpientes de una especie muy poco común por estas tierras, muy peligrosas y violentas. Salieron del pozo y fuimos capaces de derrotar a una de ellas. Me gustaría poder localizar su nido, en busca de crías o huevos. ¿Sabes dónde podría encontrarse? ¿El pozo comunica con estos pasadizos en algún punto?-
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Nadie seguía impasivo ante las discusiones de sus nuevos "hermanos de batalla", mientras cargaba las tinajas de aceite de una en una y con sumo cuidado en el bote, cuando acabó con estás siguió cargando las sedas, botellas de brandy y cajas de especias... parecía que la recia embarcación aguantaba bastante bien el peso, a pesar que se hundiera un par de pies por debajo de la linea de flotación. Fue cuando estaba improvisando unos remos a base de las maderas de la mesa del comedor en el sótano cortando y serrando con una pequeña hacha y un machete del tamaño de una espada corta que nadie sabía de donde había sacado, cuando Adriana le preguntó.
- El resto de cavernas no conectan con el pozo, y son peligrosas, no hay nada salvo unos mohos amarillos extremadamente tóxicos, pueden estar en las paredes o el techo, y se desprenden para caer sobre ti y alimentarse de tu piel... En cuanto al pozo, no sabría decirte, no pasábamos por esa zona nunca, sólo usábamos la puerta principal o la caverna donde está el bote. Los jardines no los pisábamos salvo para orinar si nos pillaba más cerca que el agua del mar.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
- Bien, gracias por tu información Nadie, te dejo tranquilo para que termines tus quehaceres - dijo la elfa adoptando una posición con los brazos en jarras, mientras barría con la mirada a sus compañeros - puesto que parece que ninguno de los pasadizos tiene conexión con el pozo, subiré a echar un vistazo allí de nuevo. Le pediré a Mablung que me ayude si le encuentro, ¿alguien más sería tan amable de acompañarme? - esperó alguna respuesta antes de encaminarse hacia el exterior.
El sonido de unos cristales rotos obligó a desviar su mirada hacia esa localización.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Leobald suspiró de nuevo ante las palabras de Khalion.
—Me temo malinterpretas mis actos, Khalion. La espada no es sino el último recurso y siempre es motivo de contrición. Nadie es la prueba de mis palabras. La justicia y el ajusticiamiento nunca fueron la misma cosa, mi buen Khalion —dijó confrontando su mirada fría y triste con la del mercenario—. En cuanto a los símbolos, no soy ajeno a su poder, pero debemos encontrar aquellos que no nos envilezcan. Podéis ser mejor que todo eso.
Esperando que el guerrero desistiese de cargar tan macabro trofeo y entendiendo que no podía tomar esa decisión por él, asintió a Adriana. Marchar todos a Ghoistfinger parecía buena idea a tenor de las revelaciones del hobgoblin. Si la vista con el capitán de la Guardia de Saltmarsh era en dos días aun tenían tiempo de cumplir con Gostfinguer y volver para aclarar el altercado del Consistorio.
—A Gostfinguer entonces, un paso después del otro —convino con los demás—. Adriana, preferiría que no os expusierais en menesteres que son ajenos a nuestro cometido original, pero si insistís en ello, debo acompañaros —asintió resignado para levantarse y caminar tras la elfa.
El cabellero se detuvo un momento junto a TocToc
—Toc Toc, ¿quizá podáis prestarme uno de los libros que atesoraba Sanbalet? El de Stygia me parece particularmente interesante, si no lo has comenzado tú.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
-Las palabras elegantes siempre justifican baños de sangre. -dijo, mientras accionaba el mecanismo de la pared. -Bajo estandarte, familia u honor vais a la batalla sin escrúpulos, donde la vida de joven o de padre de familia se precia menos que el metal que visten.- palabras serias, de alguien con quizá tantos inviernos como el caballero.-Vista la batalla y vistos los soldados.. he presenciado mas clemencia bajo las sombras de un callejón de esos alejados de una dulce fortaleza palaciega. Vileza encontrarás en quien interesado condena lacayos a la guerra.. mi código es el suyo..- señalando los bandidos abatidos.- Donde igual se ve arrancar una armadura que una prueba de caza.
Cuando salió por la bodega espero si le seguían para cerrar con mano arcana la pared secreta.
Leobald prefirió no añadir nada más. Cada cual era dueño de sus actos. Cogió algo de aceite y unas antorchas de las cuevas y siguió a Adriana hasta el piso superior. El plan de Godric respecto a eliminar los gusanos parecía acertado. Algo tan peligroso no debía quedar rondando por la casa. Una vez todos junto a la puerta secreta rodearon el cuerpo de Ned con un chorro de aceite, sin tocarlo. Tendieron una antorcha a Khalion tambien. Vertieron el resto del aceite sobre el cuerpo y, armados cada uno con una antorcha prendieron fuego al pobre desgraciado desde tres puntos diferentes. Las lenguas de fuego lamieron el cuerpo inerte del espía rápidamente. Permanecieron atentos por si alguno de los gusanos trataba de escapar del voraz círculo de fuego, pero a una distancia segura.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Godric, que sin llevar su armadura aún está con los pantalones remangados y ayudando a Nadie todo lo que puede para cargar las cosas, escucha a Adriana muy convencida decir que va a intentar capturar a la serpiente.
Saliendo del agua para coger otro rollo de seda y llevarlo al bote, Godric le dice.
- Adriana, probablemente tengas que bajar al pozo. Esa serpiente tendrá su nido ahí, aún estamos cansados y heridos de la batalla con Ned y Sanbalet y quizá tengamos algún encuentro no deseado en el camino a Ghostfinger. Yo quiero ayudarte, pero creo que debemos pensar esto mejor. Y tendría que ponerme la armadura de nuevo y aún quedan cosas que cargar. Es serpiente lleva ahí mucho tiempo ¿verdad? - le pregunta a Nadie para que se confirme su presuposición - Te prometo que si Bastianes nos deja volver a Saltmarsh vengo contigo e intentamos capturarla... pero ahora mismo, teniendo en cuenta que vamos a Ghostfinger, parece un poco arriesgado y me atrevería a decir, innecesario, cargar con ella hasta Ghostfinger para volver a traerla aqui... -
PbP Character: A few ;)
TocToc asintió a los planes. – Yo preferiría ir a al campamento, mi ayuda será más efectiva ayudando con el bote. – Después se colocó en una esquina y empezó a estudiar el almanaque de mareas, viendo el momento oportuno para sacar el bote. Tan solo interrumpió el estudio para inspeccionar el bote y los preparativos de Nadie, inspeccionando las condiciones del bote y que la carga estuviese bien distribuida y asegurada. También para ofrecerle el libro a Leobald. “Procura que no arda, por favor.” Mustió con reticencia al darle el libro al descuidado humano.
Tiro cosillas aunque el master no las pida por ahorra tiempo. Si son otras habilidades podeis corregir el modificador:
Survival para el almanaque (+4 por 2 por ser terreno de costa?): 9
Ver el bote (+2 tool proficiencia): 22
Zevatur, Rolthos
Adriana continuó su camino hacia el exterior escuchando las palabras de Leobald y Godric. En un momento dado, se dio la vuelta y les miró alternativamente:
- No me malinterpretéis, no soy una suicida ni es mi intención crear una situación de peligro para ninguno de nosotros, pensé que quizá sería fácil acceder al nido a través de los pasadizos, pero a la vista está que es imposible. Soy consciente de que nos apremian otros menesteres, pero mientras preparamos lo necesario, quería echar un vistazo al pozo. Tampoco es mi intención capturar el especímen vivo, pero si fuera posible de alguna forma acceder a ese nido... - dijo con contrariedad - puede que lo más inteligente, al fin y al cabo, sea dejarlo estar o retornar a la hacienda en otro momento -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
[En la guarida secreta de Sanbalet]
Según TocToc leía se daba cuenta de que había dos momentos al día en la zona de Saltmarsh donde la marea era alta, y probablemente cubriría la mayor parte de la cueva, aunque según observó como tenían diseñada la distribución de la caverna, no sería gran problema, así que podían usar el bote en cualquier momento sin peligro desde aquí. Haciendo un rápido chequeo a la estructura de la embarcación, se dio cuenta de que el daño por fuego estaba muy dispersado por la superficie y más concentrado en otros lados, donde los conjuros del druida habían entrado en erupción. Pero era incapaz de saber como estaba realmente la integridad de la barca.
[En los jardines traseros]
Tras quemar el cuerpo de Ned, y observar como los gusanos se achicharraban y retorcían presa del aceite y el fuego, intentando escapar inútilmente de la mortal y cruel trampa preparada por los agentes de Ghostfinger.
Mientras un atareado Leobald, se dedicaba a recuperar la cota de placas del cádaver que yacía en el medio de la habitación, intentándolo pacientemente purgarlo de gusanos carnívoros, Adriana, Khalion y un semidesnudo Godric, que ya no ocultaba su torso marcado a fuego por las llamas infernales, ascendieron por las escaleras de la bodega hasta la cocina, y deshaciendo el camino hasta la puerta trasera, volvieron al embrozado jardín presidido por el semi-derruido pozo donde hace unas horas combatieron a las grandes serpientes.
Allí se dieron cuenta, tras orientarse brevemente, que el sonido que habían escuchado de cristales rotos, provenía justamente del ala opuesta a la que estaban, deberían rodear toda la hacienda para llegar a investigar su origen.
Con un señal para que les esperaran ahí mismo, el aasimar se deslizó pegado a la pared de la vetusta mansión aprovechando las altas enredaderas y matas salvajes para ocultarse y no ser detectado por aquello que fuera que pudiera amenazar al druida.
Stealth: 26
Su figura se fundió con la maleza cercana desapareciendo por completo, si se movía, era algo que ni Godric ni Adriana podían adivinar... era como si un hechizo de invisibilidad le hubiese cubierto sin dejar rastro alguno... su maestría generó cierto respeto en sus aliados, que intentaban asimilar como podía haberlo hecho con tan suma perfección.
Avanzando sin ser visto por nada ni por nadie, Khalion rodeó la edificación hasta dar con el jardín oeste, allí tranquilamente e inconsciente de estar siendo observado, pudo descubrir a Mablung, sentado entre las hierbas y estudiando detenidamente su pipa, totalmente concentrado. Sobre su hombro Ostor parecía descansar posado y distraído. Un montón de cristales rotos y restos de mampostería de la ventana que estaba justo en frente del elfo yacían dispersos por la zona, sin duda, el cazarrecompensas pudo adivinar que su líder había preferido reventar la ventana desde dentro para salir directamente, a dar un rodeo y salir por la puerta principal, o la del patio que daba a esa misma habitación de la que había escapado.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Aunque juntos pasaron a la bodega pronto una armadura reclamo atención del caballero para después, en escaleras, vio extrañado como los compañeros mantenían con el distancia prudente. Siendo uno con las plantas llegó hasta un distraído e inmaduro druida.
-Espero que hayas ganado.. -resonó entre máscara y plantas, jocoso, mirando la ventana.-Saldremos por mar cuando carguemos todo. Cerca, en una cala esconden carro y caballos, pero no vimos rastro viniendo. Quizá quieras encontrarnos allí si y no volver abajo. -Mirando la ventana y la puerta adyacente, cerrada..- Adriana, Godric!..-Les llamo sin alzar la voz- podéis acercaros.. revisamos la casa?
Guardando la pipa y poniéndose en pie Mablung contesta:
- No pienso viajar en el mismo bote que ese aceite, aparte de que no es nuestra misión moverlo. Suerte con eso. Os acompañare a revisar la casa y luego partiré hacia Ghostfinguer para avisar de vuestra llegada con el aceite, seguramente llegaré antes que vosotros-.
-¿Qué zona de la casa queréis investigar?: Añade recogiendo sus armas.
En el sótano, tras pasar la llama de la antorcha sobre la armadura y cerciorarse de que no había gusanos, Leobald tumbó el cadáver sobre su espalda con el máximo de los respetos por el caballero fallecido. Examinó las armas y armadura en busca de marcas de herrero visibles que pudieran hablar de la identidad del misterioso caballero. Después, con paciencia, fue desabrochando los correajes de la armadura tras aplicar la antorcha siempre antes de tocar nada. Poco a poco el metal torturado de la armadura iba dejando al descubierto al hombre que había debajo. En silencio, elevó una plegaria a Tyr por si tenía a bien acogerlo. El metal necesitaba pasar por una fragua, pero pararía los golpes y estaba seguro de iba a tener que cuidar de sus compañeros más pronto que tarde. Fue apartando las piezas a un lado. Cuando pudo descubrir el rostro del infortunado, examinó sus facciones. Con tristeza, cubrió aquel rostro con un trozo de trapo que rasgó de su propio tabardo. Nadie merecía una muerte como aquella.
Con un suspiró resignado, finalmente se irguió y recogió la armadura y las armas del caballero para seguir a sus compañeros al patio.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Leobald no consigue encontrar nada que identifique al cadaver, el escudo no lleva heráldica alguna, y la armadura de placas ha sufrido algunas abolladuras y desperfectos, pero lo que llama la atención del caballero es que en la parte del peto, donde debería haber alguna inscripción o representación de la casa a la que debería servir el difunto, esta borrada, no es muy experto en el tema, pero parece que hay sido bañada en algún tipo de sustancia ácida que ha facilitado un raspado de esa parte frontal. El peto sigue siendo funcional, pero rezuma a "he sido robada y alterada..." si se estudia de cerca por cualquiera que entienda ligeramente del tema.
Nadie acabó de cargar el bote prácticamente sin ayuda, puesto que el resto del equipo se había dedicado a leer, explorar o ascender a otra planta. Aunque agradeció la ayuda de TocToc para improvisar unos remos que aguantasen al menos una travesía de ida. Tras acabar esa tarea dejó al kenku sumido en sus lecturas y se volvió hacia la zona de barracas agarrando la olla donde el puchero aún caliente había dejado de bullir, se sentó en la mesa tras apartar con un pié a uno de los bandidos que habían caído allí y se dispuso a comer esa melaza semisólida más parecida a grasa de caballo tumefacta que a un alimento edible, esperando los planes finales.
El grupo no tardó en ir reapareciendo de nuevo, la mayoría bajando por las escaleras de la bodega y fueron reuniéndose en la cala cavernosa donde habían combatido al nefando hechicero. Allí tras aclarar los pasos a seguir, la mayoría de ellos se subieron en el bote con ayuda de Nadie, que acabando de un plumazo con su almuerzo, fue el primero en subirse para ofrecer su mano a los menos expertos en acceder a ese tipo de embarcaciones. El bote se tambaleaba cada vez que alguien ascendía debido a la pesada carga que portaba, e incluso pareció hundirse a un límite peligroso cuando Leobald ascendió portando una armadura de placas completa. Sin embargo el pequeño navío aguantó el tipo y junto con TocToc, el hobgoblin comenzó a remar con toda su fuerza marcando unos musculados brazos anaranjados en cada batida.
Antes de partir, el deshonrado humanoide, explicó al druida y a Godric, que se quedaban en tierra y harían su camino a pie, como llegar hasta la zona de costa oculta donde el carro camuflado les esperaba, advirtiéndoles eso sí, que ellos tardarían en hacer ese camino al menos entre una y dos horas más que los que lo harían en bote. Despidiéndose de ambos, todos los pasajeros de la embarcación desaparecieron tras atravesar la boca de la cueva que daba al mar, girando el bote con cierta maestría hacia el oeste para bordear el acantilado.
Nadie les informó que les esperaban unos tres cuartos de hora de viaje, y que una vez allí habría que esperar a los demás al menos una hora más... Nada más salir de la caverna el paisaje costero les abrazó, acompañado del profundo olor a mar y el sonido de la madera chocando contra el agua. Avanzaban a buen ritmo, y pronto dejaron atrás la tenebrosa figura de la Mansión, anidada peligrosamente sobre los escarpados riscos que la soportaban.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Al empezar a ojear el libro, TocToc, se mostró incrementalmente absorto en la lectura con sus córvidos negros ojos abiertos de par en par. Tan solo la necesidad de ayudar en el bote detuvo su lectura y con reticencia guardo el almanaque en la mochila, con mimo, intentando protegerlo de posibles salpicaduras del bote. Para ello corto un retal de una de las lonas de camuflaje y envolvió el libro en la misma, preocupado por una posible caída al agua.
- La cueva esta construida de forma que no importan las mareas. Tened cuidado, aun hay dos camas cuyos bandidos no hemos encontrado. – Dijo mientras subía al bote.
Aunque el olor a costa y el vaivén del mecer del agua le hacían sentir en casa, furtivas miradas al agua y al peligroso aceite denotaban cierta preocupación ante la amenaza que representaban para el libro que había capturado tanto su atención.
Durante el trayecto oteo el horizonte, atento a posibles peligros que les pudiesen acechar.
Perception: 24
Zevatur, Rolthos
El bote siguió surcando el mar paralelo a la escarpada costa, las indicaciones de Nadie parecían bastante claras y el hobgoblin se manejaba con soltura con los remos y la navegación. Al cabo de casi una hora de una calmada travesía, en la que TocToc apenas vislumbró algún que otro navío en la más remota lejanía, el trayecto vino acompañado por la persistente cortina de agua que era la lluvia en esa región de Saltmarsh, pero se agradeció que a pesar de eso, las aguas estuvieran tranquilas, y que el profundo color azul oscuro del mar lo rodeara todo meciéndolos tras un merecido descanso.
En los últimos minutos, Nadie dejó los remos y pidió a Khalion que remara en su lugar, con una suave maniobra de timón dirigió la embarcación hacia una cala encajada entre riscos, muy protegida y de difícil acceso si no se conocía bien el lugar. El humanoide pidió silencio mientras ejecutaba la aproximación esquivando las rocas que se alzaban desde las profundidades como mortales cuchillas de piedra. Usando los remos no sólo como medio de impulso, sino como topes para apoyarlos en los salientes rocosos y alejar el casco de éstos, el bote avanzó impasible.
Chequeo de Manejo de Vehiculos (Agua): 17 - DC 12
Con cierta destreza, y esquivando por escasos centímetros algunos de las recortados obstáculos, quizás pasando demasiado cerca en algunos tramos como para generar cierta incomodidad en los pasajeros. El mercenario atracó en bote haciéndolo descansar sobre la arena de una limpia y última embestida. Saltando del bote, ayudó a los demás a bajarse. La cala era pequeña, de extremo a extremo no cubriría más de 20 metros, pero justo detrás de ella, en vez de los típicos acantilados que presidían el paisaje, había unas cuestas con cierta inclinación cubiertas de maleza y foresta, lo que permitía en acceso desde tierra adentro. El hobgoblin señaló a una parte de la playa donde decenas de cangrejos marinos desovaban indiferentes a su presencia.
- Detrás de los cangrejos está el carro, si os fijáis justo en el linde donde acaba la arena y comienza de nuevo la maleza empieza un camino parcialmente oculto, por ahí hay que sacarlo.
En efecto, si los agentes de Ghostfinger se fijaban, un gran bulto tapado con unas lonas de camuflaje ocultaban lo que parecía ser la silueta de un gran carro justo en el lugar donde había señalado Nadie.
- Voy a por los caballos mientras vosotros descargáis y movéis todo al nuevo vehículo. Necesito ir solo, están entrenados para no fiarse de nadie que no seamos del gremio de Sanbalet, y se pondrían nerviosos e incluso lastimarse. Volveré en menos de veinte minutos, están al oeste a casi una legua de distancia.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
TocToc observo con sospecha o tal vez curiosidad a Nadie. - ¿Quién cuida a los caballos? ¿Quizás los dueños de las camas a los que no llegamos a enfrentarnos? - Pregunto TocToc con voz átona. -De cualquier forma sería peligroso que fueses solo. Cualquier peligro podría acecharte. Será mejor que dos de nosotros vayamos contigo, al menos. Cuando nos acerquemos a los caballos nos podemos quedar atrás. - Sugirió el hombre cuervo buscando el apoyo de sus compañeros con la mirada.
- Además, no hay prisa... Esperemos a Mablung y Godric. Ellos nos podrán apoyar, ya nos hemos dividido demasiado.
Zevatur, Rolthos