Al ver la mirada de Leobald hacia la corona mortuoria Godric comprendió que había malinterpretado las palabras del sargento y que el otro sargento estaba más allá de cualquier posible ayuda.
Enrojeció y añadió casi en un susurro.
- Oh.. comprendo... lo lamento... yo.. creí que aún había.... como dijo amago... siento su pérdida - termina por decir apresuradamente.
Adriana observó como, poco a poco, el contorno de la ciudad se tornaba más nítido y real a medida que caminaban bajo la cortina de lluvia. Escuchando a sus compañeros, asentía ante los comentarios de unos y otros en silencio. Le había quedado claro que ninguno de ellos tenía la intención de conseguir 300 monedas de oro para pagar una deuda que no les correspondía y que había surgido de una desafortunada casualidad, pero estaba segura de que, después del plazo de cinco días, Chak volvería a rendirles cuentas y era algo que no dejaba de inquietarla.
Tras el comentario de Khalion, Adriana rebuscó entre sus ropas. Le tendió la moneda, casi aliviada de desprenderse de ella.
- Es mejor que te la entregue antes de llegar a la ciudad, alejados de miradas indiscretas - le dijo a la máscara - estoy segura de que tus éxitos serán mayores que los míos en la búsqueda de este tipo de servicios. Pero como le he dicho a Toctoc, has de tener cuidado, pueden estar siguiendo nuestros pasos - dijo sin poder evitar mirar a su alrededor.
[En la entrada de la ciudad]
El olor intenso a pescado se introdujo en su cerebro con violencia, embotando el resto de sus sentidos y siendo incapaz de pensar en otra cosa que no fuera lo repugnante que le resultaba. Preguntándose si conseguiría acostumbrarse a aquello, llegaron a las puertas donde la guardia, impertérrita, les daba la bienvenida. Algo perpleja por el recibimiento y la hostilidad palpable, suspiró resignada al escuchar la referencia de Mablung, preguntándose qué habría hecho esta vez el indomable elfo. Cuando el escupitajo aterrizó a los pies de Godric, giró la cara con un gesto de desagrado y asco, dispuesta a intervenir para intentar calmar los ánimos. Pero Leobald se adelantó con sus palabras siempre conciliadoras y Adriana esperó a que la guardia les cediera el paso sin más incidentes, tornando su gesto a uno más amable hacia aquellos hombres.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ante las palabras de Leobald y el arrepentiemiento de Godric, el sargento de la guardia se echó a un lado indicando al mismo tiempo con su mano izquierda que podían pasar...
- Adelante... bienvenidos a la ciudad de las oportunidades... y el pescado... espero que encontréis lo que habéis venido a buscar...
Cuando el dispar grupo atravesó los portones pudo ver lo que se abría en frente suyo, estos se vieron rápidamente rodeado de casas bajas, confirmando lo que ya habían atisbado desde el exterior, la mayoría de ellas no se alzaban más de dos alturas, todas elaboradas con mismo patrón, una base de piedra oscura difícil de indentificar y una segunda planta en recia madera. Sin embargo, las dos primeras edificaciones con las que se cruzaron tras pasar la puerta eran diferentes, la primera a su izquierda estaba completamente elaborada en piedra y roca con una talla perfecta y una arquitectura resistente, aunque algo espartana. El fortín poseía muchas más ventanas que los demás edificios y todas tenían fuertes barrotes metálicos protegiéndolas. Usa suerte de cárcel o barracas para la milicia.
Justo en frente de esa mole de piedra, a la derecha del camino, se encontraba una especie de posada donde se podía leer “La cabra de mimbre” en un oscilante cartel en madera ondeando por el viento. Era un recinto grande, al menos lo que se adivinaba desde el exterior, y a través de los limpios ventanales de la planta baja parecía que no arropaba a muchos parroquianos, el lugar estaba prácticamente vacío.
Antes de llegar a estas dos edificaciones en especial, un camino se desviada del principal hasta una zona más elevada de la ciudad, de carácter más noble. En ese lugar los edificios se asemejaban más a mansiones o grandes caserones ajardinados. El camino seguía discurriendo casi sin bifurcaciones hacía la costa, donde al final se vislumbraba un amplio puente que cruzaba el río del Rey Pescador, que desembocaba directamente al mar, era una estructura antigua, muy antigua… quizás mucho más que la propia ciudad, y que daba paso a una segunda parte de Saltmarsh mucho más poblada y densa.
En la zona donde se encontraban observaron que no había demasiada gente, el mal tiempo no acompañaba y los pocos viandantes con los que podían coincidir corrían para refugiarse bajo los aleros de las casas o para llegar a su destino cuanto antes. Les pareció curioso al pasar cerca de unos viejos caserones una pintada en una de sus paredes donde se podía leer: “Él vino de entre el vacío de las estrellas para quedarse entre nosotros…” en letras de un color rojo oscuro. Unos guardias estaban intentando limpiar la pintura de esa inscripción, desdibujando el mensaje poco a poco.
Mapa de Saltmarsh de la época de los Príncipes Piratas. La Saltmarsh actual tiene una densidad de casas cinco veces mayor, así que imaginar todo muchísimo más poblado y arracimado. Las localizaciones importantes están en el mismo lugar así que siguen valiendo. Según vayáis descubriéndolas os vamos completando la leyenda. Hay algunas secretas que no están ahí, y que ya pintaremos a mano si las descubrís.
1.- Puertas de la Ciudad; 2.- Barracas y cárceles, 3.- Posada "La cabra de mimbre", 8.- Posada "La red vacía", 9.- El Mercado Verde, 10.- Puente "Escama de Tiburón"
Mablung ha descubierta bastantes más... cuando os reunáis con él si os cuenta, os las pongo también. El mapa está pendiente de mejoras ;-)
-Acepto- su voz era lo mas seco que podía encontrarse en aquel paraje. Mala idea llevar la moneda facilitando el trabajo a Chak, pero una carga pesada e inmerecida para la elfa.- Quien la conozca.. desconfío que quiera hablar de buenas maneras..- continúo mientras observaba el orbe fragmentado labrado sobre el frío metal.- este símbolo será un buen punto de partida.
[Bajo la lluvia en la puerta]
Recias puertas inservibles para aquel olor. Descolgándose del grupo junto al hombre pájaro, del margen arrancó un puñado de verdes hiervas. Inhaló su fragancia, suficiente. Separó la máscara y colocó algunas finas hebras y mitigar el olor a mar en descomposición. Junto a Toco Toc permaneció impasible ante la calurosa bienvenida de la guardia. Flemas a parte, ignoró la guardia cuando, de mala gana, permitieron el franqueo. Ignorando los guardias trató de devolverles el desprecio.
-Mi disfrute de la jerarquía castrense es limitada- le dijo al veterano caballero Leobald señalando hacia el fortín de la entrada. - Quizá ese alto capitán Eliander os cuente mas de los problemas con la linea de suministros.. Bastianes habló de este lugar,-añadió mirando esta vez hacia "La cabra de mimbre"- Cumpliré la encomienda de presentación ante Manistrad.. quizá las fortunas hagan seguir los pasos de Mablung.
[Bajo la lluvia en la Cabra de Mimbre]
Con sendas patadas al escalón trató de retirar cuanto barro y cieno pudo de sus botas. Quizá tiempos mejores hicieron de aquella posada el corazón palpitante que para un pueblo es un antro así. Sin duda ahora no resultaba ser el lugar mas adecuado para cerrar un trato discreto de los que solo se cierran entre alborto y pintas de cerveza. Agitó su capa escurriendo tanta agua como pudo sujetando la cinta dorada ya suelta de su brazo.
-Serenos días- saludó en la barra depositando la cinta sobre la ajada madera.- ¿Manistrad? La deuda contraído con Bastianes me trae aquí a presentar sus saludos y mi compromiso. Soy Khalion.
Tras el embarazoso encuentro en la entrada, Godric permaneció en silencio tras sus compañeros. Al ver la pintada se quedó quieto, bajo la lluvia, mirando como el agua y las fregonas de la guardo iban diluyendo el mensaje. Toc toc le dio un toque para que siguiera avanzando y volvió a caminar, pero su mano se frotó el pecho inconscientemente.
TocToc sintió el fuerte olor a pescado. Había notas de mar, pescado fresco y restos de pescado pudriéndose al sol. Un ataque de nostalgia le invadió. Por un momento la actitud cínica y su falsa máscara dejaron paso a una tristeza impotente y una nostalgia profunda. Antiguos recuerdos que poco a poco e inexorablemente se desvanecían regresaron borrosos y reconstruidos a cabeza. Caminó ensimismado, hasta que Godric se detuvo ante una pintada y Toctoc tuvo que empujarle para que continuase la marcha.
La realidad de su situación retornó repentinamente. El hombre cuervo miró a su alrededor. Si los recuerdos debían morir para protegerlos, así sería. - Yo soy TocToc - Repitió en un susurro para si mismo. La dura determinación que le había llevado a aquella bizarra situación se reforzó. Miró a sus criminales compañeros, ahora era uno de ellos y como tal, debía comportarse. Sobreviviría. Regresaría a su hogar.
Adriana cruzó el umbral que les introducía directamente en la ciudad con la cabeza alta y el porte de una dama de la corte, sin desviar su mirada hacia los guardias. Observando a un lado y a otro, se decidió por seguir los pasos de Khalion hacia la posada, junto con el resto de sus compañeros. También ella observó extrañada la pintada del camino, pero sin detenerse; el mensaje no parecía responder a puro vandalismo, más bien parecía ejecutado por una mente enferma o afectada, o al menos esa fue su primera interpretación.
Una vez dentro de la posada, agradecida de encontrarse a resguardo, se acercó a la barra, liberando su cabeza de la capucha y sonriendo a los trabajadores que se encontraban allí - Adriana Ilidan - se presentó con voz amable, esperando que hiciera acto de presencia el contacto de Bastianes.
Justo después de que el barro de las botas de Khalion cayera en la entrada exterior de la puerta de la posada, y el aasimar enmascarado entrara, seguido por la jovial Adriana, los miembros del grupo que aun quedaban en el exterior pudieron observar algo extraño en la lejanía calle abajo, incluso a través de la cortina de llovizna constante les llamó la atención. Un tipo parecía correr con toda su voluntad atravesando el puente que cruzaba la bahía interior de la ciudad, cuando llevaba tres cuartos recorridos pareció como si algo le hubiese golpeado, dando un par de tumbos y trastabillando los últimos pasos. Un potente flujo de vómito afloró repentinamente de su boca para salpicar el suelo a su alrededor para terminar cayendo de rodillas justo al acabar su particular odisea.
Al tenerlo ligeramente más cerca, TocToc, Godric y Leobald pudieron reconocer a Mablung, con su armadura de pieles y sus manos apoyadas en el barrizal que se encontraba entre los adoquines de la calle principal, intentando mantener la compostura.
[En la Cabra de Mimbre]
Dentro del local, era difícil distinguir si realmente era una posada o una extensión de unos barracones, todo estaba perfectamente pulcro y ordenado, las mesas perfectamente alineadas y con un número exacto de sillas dependiendo de su tamaño. Apenas había adornos o trofeos. La única cosa que rompía la marcial decoración era una generosa chimenea con brasas ardientes donde se cocinaba en una bandeja metálica una pata de cordero con verduras. El agradable olor le daba quizás un toque casero al local. El posadero, parecía limpiar concienzudamente cada una de las jarras de cristal de las estanterías cuando Khalion dejó la cinta dorada sobre la barra y Adriana se presentaba educadamente.
El tipo de la barra señaló a la única mesa ocupada de toda la posada, era una de las grandes, con unas ocho sillas recias en tosca madera, pero que cumplían perfectamente su función, estaba algo apartada y no se veía desde los ventanales frontales. Una mezcla de enanos y humanos entremezclados brindabas con cerveza en jarras grandes. Parecían bastante animados, pero no estaban aún en ese punto etílico donde las palabras empiezan a deslizarse entre los labios para no entenderse del todo. Presidiendo la mesa una enana de cabello castaño recogido en una extensa y gruesa coleta brindaba con el resto subida a la silla. Vestía ropajes lujosos y portaba joyas y piercings dorados, sus ojos de un profundo azul marino revelaban una edad mucho mayor de la que aparentaba.
Manistrad
- Ella es Manistrad… señores “agentes”, os esperaba hace un día, espero que lo que os haya retrasado no haya supuesto ningún problema para vosotros. Vuestras habitaciones están arriba ya preparadas… mi nombre es Lankus Kurrid, estoy a vuestro servicio, ¿deseáis beber o comer algo?
Ignorante de acontecimientos druídicos, lejos de agua y barro, Khalion sucumbió a calor y cobijo de cabra de mimbre. -Lankus- resonó bajo máscara. -Estoy bien.- Dos dedos a la invisible ceja completaban el agradecimiento. Un charco apareció al dejar un empapado petate sobre el suelo mientras gabardina y sombrero goteaban parte de la lluvia sufrida. Espalda apoyada en barra, mirando la celebración bajo atenta mirada, trató de mentalizarse ante aquel panorama. El trato con multitudes, si ya desagradable, solo supera en incomodidad con alcohol por medio. Al menos no eran elfos. -¿Que celebramos?- preguntó a Lankus Kurrid rotando cabeza y máscara.
Al ver al elfo de los bosques en aquella situación Godric dejó de lado los sentimientos de rabia hacia el desconsiderado druida y salió corriendo entre el barro en su ayuda antes incluso de que Leobald terminara su frase.
Sin preocuparse por el lodo en que estaba Mablung se arrodilló a su lado en cuanto llegó junto a él.
- ¿Mablung? ¿ Qué te pasa? - le preguntó sujentándole por los hombros y buscando alguna herida.
Adriana sonrió amablemente al tabernero y observó con curiosidad la reunión de humanos y enanos.
- Gracias por su amabilidad señor Kurrid - dijo echando un rápido vistazo hacia la puerta, preguntándose qué habría entretenido al resto del grupo - pero primero debemos presentarnos ante Manistrad y disculparnos por la tardanza; luego será un placer instalarnos en nuestras habitaciones y reponer fuerzas. El resto de nuestros compañeros llegará enseguida- dicho lo cuál se encaminó hacia el grupo, fijando su mirada en la enana a la espera de que ella detectara su presencia, sin querer interrumpir de forma abrupta la tertulia.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
TocToc no lo pensó dos veces, raudo corrió hacía la posada, sin apenas mirar atrás, las palabras de Godric llegaron como un breve rumor. "Otra prueba más del grupo" pensó antes de irrumpir en la posada abriendo las puertas con fuerza.
- Mablung nos necesita. Avisa al resto - La inconfundible y flemática voz de Leobald se escuchó clara desde la puerta donde se había quedado TocToc. Las puertas no habían acabado de regresar a su sitio cuando TocToc desapareció tan repentinamente como había aparecido.
Puesto que la estancia estaba vacía a excepción de la mesa de los mineros y los dos nuevos visitantes, la presencia de Adriana se hizo notar casi de inmediato cuando se aproximó a los parroquianos que parecían estar de celebración. La enana no soltó su jarra cuando la elfa estaba elegantemente esperando ver si su presencia era detectada, .... se dio cuenta de que había sido así cuando un sonoro eructo que podría haberse escuchado perfectamente a decenas de metros a la redonda le dio la bienvenida... tras lo cual, Manistrad la estudió de arriba a abajo, haciendo varias paradas estratégicas en sus pechos y en su bajovientre.
- ¡¡¡Pero que coño tenemos aquí.... !!!! por fín el viejuno de Bastianes sabe elegir a sus agentes, menudo monumento nos ha traído a Saltmarsh...
Todos enanos y humanos de la mesa rieron a carcajadas ante la frase de su "jefa", mientras algunos de ellos la desnudaban lascivamente con la mirada.
- ¡Ven! ¡No seas tímida! Siéntate con nosotros y preséntate, cuéntanos como están las cosas por Ghostfinger... Aunque llevo unas cuantas jarras de cerveza encima...y puede que no responda de mis actos... ¡JA JA JA! - Tú Pencus, apártate de inmediato y déjale sitio a esta bella dama, ¡¿Es qué no tienes modales retrasado?! Si no quieres que te pise los cojones y te deje lo que tu llamas picha como el pitorro de un botijo.
La enana casi echa a patadas a su compadre de bebida, justo al que tenía a su lado para dejar ese sitio libre a la hechicera. Mientras, en la barra, Lankus seguía limpiado jarras cuando le dedicó una mirada a Khalion algo reprobatoria mientras emitía un sentido suspiro.
- Tenías que haber ido tú...
[Al lado del puente "Escama de Tiburón"]
Leobald y Godric llegaron juntos a la par al lado del elfo de los bosques que intentaba recuperar la compostura, la calle era más larga de lo que aparentaba y tardaron varios minutos en llegar a su destino, algo agotados por el esfuerzo bajo la fría lluvia. El druida parecía tremendamente mareado y un olor a vómito recién exhalado flotaba aún en el ambiente. Con la ayuda del clérigo, Mablung consiguió incorporarse y parecía recobrar las fuerzas a buen ritmo.
El caballero con escudo en ristre observó a su alrededor y se percató que apenas había algún alma en la zona, ... algún que otro pueblerino que corría para refugiarse del temporal, y que los miraba de reojo extrañado, pero nada amenazante parecía atenazar la vida de los tres compañeros, al menos nada que Leobald pudiera ver.
Leobald, habiéndose asegurado de que el druida salvaje no había sido agredido se permitió bajar la guardia.
—Mablung ¿Qué os ha pasado? ¿Estáis bien? —preguntó mientras Godric atendía al elfo salvaje—. Los demás están en la Cabra de Mimbre negociando el trato para Ghostfinger. Deberíamos volver con ellos. ¿Podéis caminar?
El caballero se echó el pesado escudo a la espalda. La lluvia le pegaba el cabello contra la frente.
-¡Maldito puente!, cada vez que cruzó por él acabó así, esta ciudad apesta.- exclamó el druida mientras se levantaba.- Estoy bien, cada vez que pongo los pies en ese puente me pongo, literalmente malísimo.- dijo mientras aceptaba la ayuda de Godric para levantarse. Una vez de pie y mientras se sacudía la ropa dijo:- No voy a perder el tiempo en esa posada, se quien esta detrás de la desaparición del aceite así que voy a ir a la taberna de la Red Vacia, es el antro que suele frecuentar.El tío responsable de la desaparición del aceite se llama Filion y es uno de los trabajadores del almacén del puerto, fue durante su turno cuando se llevaron el aceite. Por lo que parece los robos en esta ciudad son bastante frecuentes.-
-Vosotros haced lo que queráis, pero no voy a perder el tiempo haciendo de relaciones públicas de Bastianes, seguro que nuestra “ grácil compañera” estará encantada de hacer ese papel.-
Poniéndose en marcha dijo:-La Red Vacía esta junto al “Mercado Verde” y es de los peores antros de la ciudad.¿Venís?
Godric ayuda a levantarse a Mablung y antes de que tenga tiempo de preguntarse porqué le pasa eso al elfo al cruzar un puente este revela que ha encontrado al responsable de la desaparición del aceite, pero de nuevo intentar irse. Godric le para sujetándole del brazo. La lluvia cae copiosa sobre la cara del muchacho pero el clérigo excomulgado ya ni la siente.
- Pero... ¿ tú de qué vas? - le espeta - ¿como puedes ser tan egoista??!! ¿acaso no ves que ir por tu cuenta sólo nos ha acarreado problemas? Primero, tus andanzas por los bosques hicieron que te atacaran esos bugbears... te concedo que así pudimos ayudar a Elías, pero esa acción tuya ha traído consecuencias para todo el grupo. ¡Y a ti te da igual! ¡Actúas como si no existiera nadie más en el mundo!! nos has dejado con un marrón que comenzaron tus acciones como si nada de lo que haces importara!!... No nos has esperado para venir hasta aqui... sinceramente pensaba que habías vuelto a los bosques y no te culpaba por ello... pero resulta que has llegado aquí, tú solo, y de alguna manera ¿¿estas involucrado en la muerte de un sargento de la guardia?? ¿sabes que te buscan para interrogarte? ¿acaso no eres consciente de que si por tu orgullo desperdicias esta oportunidad vas a acabar en la soga, o peor, pasarás tus largos años de vida encerrado en una celda? ¿No te das cuenta que tus acciones repercuten en el resto de nosotros? A ti puede no importarte una mierda, pero no voy a permitir que consigas que los demás acaben otra vez presos!! oh si... has sufrido mucho y por eso te comportas como un cretino, pues no eres el único que ha sufrido ¿sabes? no eres el único que ha perdido algo o alguien querido.¿crees que a mi me apetece estar en esta pocilga de ciudad que apesta a pescado acompañado de elfos semi-salvajes que me dan corazones crudos para comer?? preferiría arrojarme desde los acantilados de Ghostfinger y acabar con todo de una vez!! pero si antes de eso puedo ayudar a que os redimáis y recuperéis un atisbo de lo que fueron vuestras vidas... lo haré!! - respira un par de veces y se pasa la mano por la cara para quitarse el exceso de agua, o las lágrimas que deben perderse con la lluvia. Cuando vuelve a hablar parece un poco más calmado. - Mira Mablung, de veras lamento lo que pasó en el bosque pero ahora, te guste o no, estás aquí y tu destino está unido a nosotros. Tus acciones nos afectan a todos al igual que las nuestras te afectan a ti. El lobo solitario muere pronto, pero si se apoya en la manada sobrevive. Déjanos ser tu manada, al menos por un tiempo. Vamos a por los demás y a buscar a ese tal Fillon...- se vuelve, con los hombros hundidos, agotado por todo - ah! - añade volviéndose y señalando con el dedo a Mablung - no vuelvas a faltar al respeto a Adriana. Es una buena persona! - sin esperar respuesta se vuelve para caminar en busca de los demás.
Mablung mira al clérigo cuando le agarra del brazo con perplejidad y a medida que se desahoga el rictus le cambia a rabia y dice:-Vuelve a tocarme y no hará falta que llegues al acantilado, yo acabare con tu patética vida. No os pedí que me ayudarais con los Bugbear y gracias a ello tu pudiste hacer ese bonito acto de cargar con un puto cadáver por todo el bosque, ¿te sientes ya mejor? ¿quizás la próxima vez quieras una rama de ortigas para irte azotando también?. Vuestras andanzas por la casa son cosa vuestra, no se de que mierda de de deudas hablas, eso es problema de esos granjeros y si habéis os habéis involucrado, a mi no me eches las culpas, no fui yo quien salio tras la figura embozada del bosque, ni tampoco el que estuvo dando por saco a los campesinos metiendo las narices donde no le incumbía. Os espere la hora que dije que haría y cuando volvieron los campesinos y vosotros no, me marche. En lo que vosotros no habéis hecho nada, yo he averiguado quien es el responsable de que el aceite no esté en el faro, ¿a parte de llorar desde que llegamos a Ghostfinguer, que has hecho?-
Haciendo una pausa dice: - Y no se que mierda es esa de un asesinato a un guardia, solo he visto a tres en la puerta y me dejaron pasar. Los deje en la puerta vivos y coleando, los dos granjeros que me trajeron estaban allí. Y si la guardia quiere hablar conmigo que venga a buscarme...aunque tras la amables palabras del sargento de la puerta, dudo que quieran hablar de nada salvo de matarme.
-Y que te quede claro no somos una manada, ni sois mis camaradas ni nada eso, nos conocemos de haces dos nosches y la carta de presentación era que cada uno era peor que el anterior, ¿o no te acuerdas infernalista? Yo cargo con mis actos, pero no busco la redención de los demás, no la necesito. Estoy aquí para pagar una deuda, nada más y como quiero hacerlo lo antes posible no voy a perder el tiempo en una posada mientras os ponéis cómodos y calentitos. -
-Y por último, hablare de la gente como me de la gana, y como dije seguro que a la elfa se le da mejor esa parte de las relaciones sociales, fue cortesana en la corte ¿no?. Y ahora haz lo que te de la gana.
Tras lo cual siguió el camino hacia el Mercado Verde murmurando:- Maldito inútil llorón.
Leobald observó el puente Escama de Tiburón con curiosidad por un momento. Después, hierático bajo la lluvia, escuchó con curiosidad el apasionado diálogo entre sus dos compañeros sin intervenir. Finalmente suspiró levantando ligeramente la mano para calmar los ánimos.
—Os felicito por vuestras pesquisas, parecen bienencamindas. Tenemos que recuperar ese cargamento de aceite, es cierto. Pero el Capitán Bastianes fue claro, somos responsables los unos de los otros. Ya os habéis enemistado con la guardia por motivos que desconozco y eso nos afecta a todos —dijo sin acritud—. Si insistís en marchar en marchar voy con vos, mientras Godric avisa a los demás para encontrarnos en La Red Vacía —asintió al joven y agitado clérigo en busca de su aprobación—, pero el asunto en la Cabra de Mimbre solo nos llevará un momento. No hay nada que negociar —aclaró al druida—, solo presentar nuestros respectos a Manistrad por orden del Capitán Bastines. Os ruego que recapacitéis Mablung, si han robado el aceite no lo soltarán sin más y juntos somos más fuertes. ¿Por qué tenéis tanta prisa en llegar a La Red Vacía?
Al ver la mirada de Leobald hacia la corona mortuoria Godric comprendió que había malinterpretado las palabras del sargento y que el otro sargento estaba más allá de cualquier posible ayuda.
Enrojeció y añadió casi en un susurro.
- Oh.. comprendo... lo lamento... yo.. creí que aún había.... como dijo amago... siento su pérdida - termina por decir apresuradamente.
PbP Character: A few ;)
[En el camino a Saltmarsh]
Adriana observó como, poco a poco, el contorno de la ciudad se tornaba más nítido y real a medida que caminaban bajo la cortina de lluvia. Escuchando a sus compañeros, asentía ante los comentarios de unos y otros en silencio. Le había quedado claro que ninguno de ellos tenía la intención de conseguir 300 monedas de oro para pagar una deuda que no les correspondía y que había surgido de una desafortunada casualidad, pero estaba segura de que, después del plazo de cinco días, Chak volvería a rendirles cuentas y era algo que no dejaba de inquietarla.
Tras el comentario de Khalion, Adriana rebuscó entre sus ropas. Le tendió la moneda, casi aliviada de desprenderse de ella.
- Es mejor que te la entregue antes de llegar a la ciudad, alejados de miradas indiscretas - le dijo a la máscara - estoy segura de que tus éxitos serán mayores que los míos en la búsqueda de este tipo de servicios. Pero como le he dicho a Toctoc, has de tener cuidado, pueden estar siguiendo nuestros pasos - dijo sin poder evitar mirar a su alrededor.
[En la entrada de la ciudad]
El olor intenso a pescado se introdujo en su cerebro con violencia, embotando el resto de sus sentidos y siendo incapaz de pensar en otra cosa que no fuera lo repugnante que le resultaba. Preguntándose si conseguiría acostumbrarse a aquello, llegaron a las puertas donde la guardia, impertérrita, les daba la bienvenida. Algo perpleja por el recibimiento y la hostilidad palpable, suspiró resignada al escuchar la referencia de Mablung, preguntándose qué habría hecho esta vez el indomable elfo. Cuando el escupitajo aterrizó a los pies de Godric, giró la cara con un gesto de desagrado y asco, dispuesta a intervenir para intentar calmar los ánimos. Pero Leobald se adelantó con sus palabras siempre conciliadoras y Adriana esperó a que la guardia les cediera el paso sin más incidentes, tornando su gesto a uno más amable hacia aquellos hombres.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ante las palabras de Leobald y el arrepentiemiento de Godric, el sargento de la guardia se echó a un lado indicando al mismo tiempo con su mano izquierda que podían pasar...
- Adelante... bienvenidos a la ciudad de las oportunidades... y el pescado... espero que encontréis lo que habéis venido a buscar...
Cuando el dispar grupo atravesó los portones pudo ver lo que se abría en frente suyo, estos se vieron rápidamente rodeado de casas bajas, confirmando lo que ya habían atisbado desde el exterior, la mayoría de ellas no se alzaban más de dos alturas, todas elaboradas con mismo patrón, una base de piedra oscura difícil de indentificar y una segunda planta en recia madera. Sin embargo, las dos primeras edificaciones con las que se cruzaron tras pasar la puerta eran diferentes, la primera a su izquierda estaba completamente elaborada en piedra y roca con una talla perfecta y una arquitectura resistente, aunque algo espartana. El fortín poseía muchas más ventanas que los demás edificios y todas tenían fuertes barrotes metálicos protegiéndolas. Usa suerte de cárcel o barracas para la milicia.
Justo en frente de esa mole de piedra, a la derecha del camino, se encontraba una especie de posada donde se podía leer “La cabra de mimbre” en un oscilante cartel en madera ondeando por el viento. Era un recinto grande, al menos lo que se adivinaba desde el exterior, y a través de los limpios ventanales de la planta baja parecía que no arropaba a muchos parroquianos, el lugar estaba prácticamente vacío.
Antes de llegar a estas dos edificaciones en especial, un camino se desviada del principal hasta una zona más elevada de la ciudad, de carácter más noble. En ese lugar los edificios se asemejaban más a mansiones o grandes caserones ajardinados. El camino seguía discurriendo casi sin bifurcaciones hacía la costa, donde al final se vislumbraba un amplio puente que cruzaba el río del Rey Pescador, que desembocaba directamente al mar, era una estructura antigua, muy antigua… quizás mucho más que la propia ciudad, y que daba paso a una segunda parte de Saltmarsh mucho más poblada y densa.
En la zona donde se encontraban observaron que no había demasiada gente, el mal tiempo no acompañaba y los pocos viandantes con los que podían coincidir corrían para refugiarse bajo los aleros de las casas o para llegar a su destino cuanto antes. Les pareció curioso al pasar cerca de unos viejos caserones una pintada en una de sus paredes donde se podía leer: “Él vino de entre el vacío de las estrellas para quedarse entre nosotros…” en letras de un color rojo oscuro. Unos guardias estaban intentando limpiar la pintura de esa inscripción, desdibujando el mensaje poco a poco.
Mapa de Saltmarsh de la época de los Príncipes Piratas. La Saltmarsh actual tiene una densidad de casas cinco veces mayor, así que imaginar todo muchísimo más poblado y arracimado. Las localizaciones importantes están en el mismo lugar así que siguen valiendo. Según vayáis descubriéndolas os vamos completando la leyenda. Hay algunas secretas que no están ahí, y que ya pintaremos a mano si las descubrís.
1.- Puertas de la Ciudad; 2.- Barracas y cárceles, 3.- Posada "La cabra de mimbre", 8.- Posada "La red vacía", 9.- El Mercado Verde, 10.- Puente "Escama de Tiburón"
Mablung ha descubierta bastantes más... cuando os reunáis con él si os cuenta, os las pongo también. El mapa está pendiente de mejoras ;-)
" ¡Oh la Oscuridad...! "
[Bajo la lluvia en el camino]
-Acepto- su voz era lo mas seco que podía encontrarse en aquel paraje. Mala idea llevar la moneda facilitando el trabajo a Chak, pero una carga pesada e inmerecida para la elfa.- Quien la conozca.. desconfío que quiera hablar de buenas maneras..- continúo mientras observaba el orbe fragmentado labrado sobre el frío metal.- este símbolo será un buen punto de partida.
[Bajo la lluvia en la puerta]
Recias puertas inservibles para aquel olor. Descolgándose del grupo junto al hombre pájaro, del margen arrancó un puñado de verdes hiervas. Inhaló su fragancia, suficiente. Separó la máscara y colocó algunas finas hebras y mitigar el olor a mar en descomposición. Junto a Toco Toc permaneció impasible ante la calurosa bienvenida de la guardia. Flemas a parte, ignoró la guardia cuando, de mala gana, permitieron el franqueo. Ignorando los guardias trató de devolverles el desprecio.
-Mi disfrute de la jerarquía castrense es limitada- le dijo al veterano caballero Leobald señalando hacia el fortín de la entrada. - Quizá ese alto capitán Eliander os cuente mas de los problemas con la linea de suministros.. Bastianes habló de este lugar, -añadió mirando esta vez hacia "La cabra de mimbre"- Cumpliré la encomienda de presentación ante Manistrad.. quizá las fortunas hagan seguir los pasos de Mablung.
[Bajo la lluvia en la Cabra de Mimbre]
Con sendas patadas al escalón trató de retirar cuanto barro y cieno pudo de sus botas. Quizá tiempos mejores hicieron de aquella posada el corazón palpitante que para un pueblo es un antro así. Sin duda ahora no resultaba ser el lugar mas adecuado para cerrar un trato discreto de los que solo se cierran entre alborto y pintas de cerveza. Agitó su capa escurriendo tanta agua como pudo sujetando la cinta dorada ya suelta de su brazo.
-Serenos días- saludó en la barra depositando la cinta sobre la ajada madera.- ¿Manistrad? La deuda contraído con Bastianes me trae aquí a presentar sus saludos y mi compromiso. Soy Khalion.
Tras el embarazoso encuentro en la entrada, Godric permaneció en silencio tras sus compañeros. Al ver la pintada se quedó quieto, bajo la lluvia, mirando como el agua y las fregonas de la guardo iban diluyendo el mensaje. Toc toc le dio un toque para que siguiera avanzando y volvió a caminar, pero su mano se frotó el pecho inconscientemente.
PbP Character: A few ;)
Leobald no pasó por alto el gesto de Godric.
—¿Te dice algo el texto de esa pintada, joven Godric? —le preguntó mientras caminaban pensando que esa tinta parecía sangre seca.
Las botas le pesaban cada vez más por el barro acumulado y el olor a pescado les acompañaron hasta la puerta del Cabra de Mimbre.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
TocToc sintió el fuerte olor a pescado. Había notas de mar, pescado fresco y restos de pescado pudriéndose al sol. Un ataque de nostalgia le invadió. Por un momento la actitud cínica y su falsa máscara dejaron paso a una tristeza impotente y una nostalgia profunda. Antiguos recuerdos que poco a poco e inexorablemente se desvanecían regresaron borrosos y reconstruidos a cabeza. Caminó ensimismado, hasta que Godric se detuvo ante una pintada y Toctoc tuvo que empujarle para que continuase la marcha.
La realidad de su situación retornó repentinamente. El hombre cuervo miró a su alrededor. Si los recuerdos debían morir para protegerlos, así sería. - Yo soy TocToc - Repitió en un susurro para si mismo. La dura determinación que le había llevado a aquella bizarra situación se reforzó. Miró a sus criminales compañeros, ahora era uno de ellos y como tal, debía comportarse. Sobreviviría. Regresaría a su hogar.
Zevatur, Rolthos
Adriana cruzó el umbral que les introducía directamente en la ciudad con la cabeza alta y el porte de una dama de la corte, sin desviar su mirada hacia los guardias. Observando a un lado y a otro, se decidió por seguir los pasos de Khalion hacia la posada, junto con el resto de sus compañeros. También ella observó extrañada la pintada del camino, pero sin detenerse; el mensaje no parecía responder a puro vandalismo, más bien parecía ejecutado por una mente enferma o afectada, o al menos esa fue su primera interpretación.
Una vez dentro de la posada, agradecida de encontrarse a resguardo, se acercó a la barra, liberando su cabeza de la capucha y sonriendo a los trabajadores que se encontraban allí - Adriana Ilidan - se presentó con voz amable, esperando que hiciera acto de presencia el contacto de Bastianes.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
[Entre los barracones y la posada]
Justo después de que el barro de las botas de Khalion cayera en la entrada exterior de la puerta de la posada, y el aasimar enmascarado entrara, seguido por la jovial Adriana, los miembros del grupo que aun quedaban en el exterior pudieron observar algo extraño en la lejanía calle abajo, incluso a través de la cortina de llovizna constante les llamó la atención. Un tipo parecía correr con toda su voluntad atravesando el puente que cruzaba la bahía interior de la ciudad, cuando llevaba tres cuartos recorridos pareció como si algo le hubiese golpeado, dando un par de tumbos y trastabillando los últimos pasos. Un potente flujo de vómito afloró repentinamente de su boca para salpicar el suelo a su alrededor para terminar cayendo de rodillas justo al acabar su particular odisea.
Al tenerlo ligeramente más cerca, TocToc, Godric y Leobald pudieron reconocer a Mablung, con su armadura de pieles y sus manos apoyadas en el barrizal que se encontraba entre los adoquines de la calle principal, intentando mantener la compostura.
[En la Cabra de Mimbre]
Dentro del local, era difícil distinguir si realmente era una posada o una extensión de unos barracones, todo estaba perfectamente pulcro y ordenado, las mesas perfectamente alineadas y con un número exacto de sillas dependiendo de su tamaño. Apenas había adornos o trofeos. La única cosa que rompía la marcial decoración era una generosa chimenea con brasas ardientes donde se cocinaba en una bandeja metálica una pata de cordero con verduras. El agradable olor le daba quizás un toque casero al local. El posadero, parecía limpiar concienzudamente cada una de las jarras de cristal de las estanterías cuando Khalion dejó la cinta dorada sobre la barra y Adriana se presentaba educadamente.
El tipo de la barra señaló a la única mesa ocupada de toda la posada, era una de las grandes, con unas ocho sillas recias en tosca madera, pero que cumplían perfectamente su función, estaba algo apartada y no se veía desde los ventanales frontales. Una mezcla de enanos y humanos entremezclados brindabas con cerveza en jarras grandes. Parecían bastante animados, pero no estaban aún en ese punto etílico donde las palabras empiezan a deslizarse entre los labios para no entenderse del todo. Presidiendo la mesa una enana de cabello castaño recogido en una extensa y gruesa coleta brindaba con el resto subida a la silla. Vestía ropajes lujosos y portaba joyas y piercings dorados, sus ojos de un profundo azul marino revelaban una edad mucho mayor de la que aparentaba.
Manistrad
- Ella es Manistrad… señores “agentes”, os esperaba hace un día, espero que lo que os haya retrasado no haya supuesto ningún problema para vosotros. Vuestras habitaciones están arriba ya preparadas… mi nombre es Lankus Kurrid, estoy a vuestro servicio, ¿deseáis beber o comer algo?
" ¡Oh la Oscuridad...! "
[En la posada sin lluvia]
Ignorante de acontecimientos druídicos, lejos de agua y barro, Khalion sucumbió a calor y cobijo de cabra de mimbre. -Lankus- resonó bajo máscara. -Estoy bien.- Dos dedos a la invisible ceja completaban el agradecimiento. Un charco apareció al dejar un empapado petate sobre el suelo mientras gabardina y sombrero goteaban parte de la lluvia sufrida. Espalda apoyada en barra, mirando la celebración bajo atenta mirada, trató de mentalizarse ante aquel panorama. El trato con multitudes, si ya desagradable, solo supera en incomodidad con alcohol por medio. Al menos no eran elfos. -¿Que celebramos?- preguntó a Lankus Kurrid rotando cabeza y máscara.
Sin pensarlo dos veces echó a correr en dirección a Mablung mientras deslizaba el escudo hasta su antebrazo.
—Godric, Mablung nos necesita. Toctoc avisa al resto —dijo mientras emprendida la carrera chapoteando sobre el barro.
// trato de llegar hasta su posición y me pongo en defensa. Cubro la dirección desde la que le han tirado algo.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Al ver al elfo de los bosques en aquella situación Godric dejó de lado los sentimientos de rabia hacia el desconsiderado druida y salió corriendo entre el barro en su ayuda antes incluso de que Leobald terminara su frase.
Sin preocuparse por el lodo en que estaba Mablung se arrodilló a su lado en cuanto llegó junto a él.
- ¿Mablung? ¿ Qué te pasa? - le preguntó sujentándole por los hombros y buscando alguna herida.
PbP Character: A few ;)
Adriana sonrió amablemente al tabernero y observó con curiosidad la reunión de humanos y enanos.
- Gracias por su amabilidad señor Kurrid - dijo echando un rápido vistazo hacia la puerta, preguntándose qué habría entretenido al resto del grupo - pero primero debemos presentarnos ante Manistrad y disculparnos por la tardanza; luego será un placer instalarnos en nuestras habitaciones y reponer fuerzas. El resto de nuestros compañeros llegará enseguida - dicho lo cuál se encaminó hacia el grupo, fijando su mirada en la enana a la espera de que ella detectara su presencia, sin querer interrumpir de forma abrupta la tertulia.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
TocToc no lo pensó dos veces, raudo corrió hacía la posada, sin apenas mirar atrás, las palabras de Godric llegaron como un breve rumor. "Otra prueba más del grupo" pensó antes de irrumpir en la posada abriendo las puertas con fuerza.
- Mablung nos necesita. Avisa al resto - La inconfundible y flemática voz de Leobald se escuchó clara desde la puerta donde se había quedado TocToc. Las puertas no habían acabado de regresar a su sitio cuando TocToc desapareció tan repentinamente como había aparecido.
Zevatur, Rolthos
[En la Cabra de Mimbre]
Puesto que la estancia estaba vacía a excepción de la mesa de los mineros y los dos nuevos visitantes, la presencia de Adriana se hizo notar casi de inmediato cuando se aproximó a los parroquianos que parecían estar de celebración. La enana no soltó su jarra cuando la elfa estaba elegantemente esperando ver si su presencia era detectada, .... se dio cuenta de que había sido así cuando un sonoro eructo que podría haberse escuchado perfectamente a decenas de metros a la redonda le dio la bienvenida... tras lo cual, Manistrad la estudió de arriba a abajo, haciendo varias paradas estratégicas en sus pechos y en su bajovientre.
- ¡¡¡Pero que coño tenemos aquí.... !!!! por fín el viejuno de Bastianes sabe elegir a sus agentes, menudo monumento nos ha traído a Saltmarsh...
Todos enanos y humanos de la mesa rieron a carcajadas ante la frase de su "jefa", mientras algunos de ellos la desnudaban lascivamente con la mirada.
- ¡Ven! ¡No seas tímida! Siéntate con nosotros y preséntate, cuéntanos como están las cosas por Ghostfinger... Aunque llevo unas cuantas jarras de cerveza encima...y puede que no responda de mis actos... ¡JA JA JA! - Tú Pencus, apártate de inmediato y déjale sitio a esta bella dama, ¡¿Es qué no tienes modales retrasado?! Si no quieres que te pise los cojones y te deje lo que tu llamas picha como el pitorro de un botijo.
La enana casi echa a patadas a su compadre de bebida, justo al que tenía a su lado para dejar ese sitio libre a la hechicera. Mientras, en la barra, Lankus seguía limpiado jarras cuando le dedicó una mirada a Khalion algo reprobatoria mientras emitía un sentido suspiro.
- Tenías que haber ido tú...
[Al lado del puente "Escama de Tiburón"]
Leobald y Godric llegaron juntos a la par al lado del elfo de los bosques que intentaba recuperar la compostura, la calle era más larga de lo que aparentaba y tardaron varios minutos en llegar a su destino, algo agotados por el esfuerzo bajo la fría lluvia. El druida parecía tremendamente mareado y un olor a vómito recién exhalado flotaba aún en el ambiente. Con la ayuda del clérigo, Mablung consiguió incorporarse y parecía recobrar las fuerzas a buen ritmo.
El caballero con escudo en ristre observó a su alrededor y se percató que apenas había algún alma en la zona, ... algún que otro pueblerino que corría para refugiarse del temporal, y que los miraba de reojo extrañado, pero nada amenazante parecía atenazar la vida de los tres compañeros, al menos nada que Leobald pudiera ver.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald, habiéndose asegurado de que el druida salvaje no había sido agredido se permitió bajar la guardia.
—Mablung ¿Qué os ha pasado? ¿Estáis bien? —preguntó mientras Godric atendía al elfo salvaje—. Los demás están en la Cabra de Mimbre negociando el trato para Ghostfinger. Deberíamos volver con ellos. ¿Podéis caminar?
El caballero se echó el pesado escudo a la espalda. La lluvia le pegaba el cabello contra la frente.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
-¡Maldito puente!, cada vez que cruzó por él acabó así, esta ciudad apesta.- exclamó el druida mientras se levantaba.- Estoy bien, cada vez que pongo los pies en ese puente me pongo, literalmente malísimo.- dijo mientras aceptaba la ayuda de Godric para levantarse. Una vez de pie y mientras se sacudía la ropa dijo:- No voy a perder el tiempo en esa posada, se quien esta detrás de la desaparición del aceite así que voy a ir a la taberna de la Red Vacia, es el antro que suele frecuentar.El tío responsable de la desaparición del aceite se llama Filion y es uno de los trabajadores del almacén del puerto, fue durante su turno cuando se llevaron el aceite. Por lo que parece los robos en esta ciudad son bastante frecuentes.-
-Vosotros haced lo que queráis, pero no voy a perder el tiempo haciendo de relaciones públicas de Bastianes, seguro que nuestra “ grácil compañera” estará encantada de hacer ese papel.-
Poniéndose en marcha dijo:-La Red Vacía esta junto al “Mercado Verde” y es de los peores antros de la ciudad.¿Venís?
Godric ayuda a levantarse a Mablung y antes de que tenga tiempo de preguntarse porqué le pasa eso al elfo al cruzar un puente este revela que ha encontrado al responsable de la desaparición del aceite, pero de nuevo intentar irse. Godric le para sujetándole del brazo. La lluvia cae copiosa sobre la cara del muchacho pero el clérigo excomulgado ya ni la siente.
- Pero... ¿ tú de qué vas? - le espeta - ¿como puedes ser tan egoista??!! ¿acaso no ves que ir por tu cuenta sólo nos ha acarreado problemas? Primero, tus andanzas por los bosques hicieron que te atacaran esos bugbears... te concedo que así pudimos ayudar a Elías, pero esa acción tuya ha traído consecuencias para todo el grupo. ¡Y a ti te da igual! ¡Actúas como si no existiera nadie más en el mundo!! nos has dejado con un marrón que comenzaron tus acciones como si nada de lo que haces importara!!... No nos has esperado para venir hasta aqui... sinceramente pensaba que habías vuelto a los bosques y no te culpaba por ello... pero resulta que has llegado aquí, tú solo, y de alguna manera ¿¿estas involucrado en la muerte de un sargento de la guardia?? ¿sabes que te buscan para interrogarte? ¿acaso no eres consciente de que si por tu orgullo desperdicias esta oportunidad vas a acabar en la soga, o peor, pasarás tus largos años de vida encerrado en una celda? ¿No te das cuenta que tus acciones repercuten en el resto de nosotros? A ti puede no importarte una mierda, pero no voy a permitir que consigas que los demás acaben otra vez presos!! oh si... has sufrido mucho y por eso te comportas como un cretino, pues no eres el único que ha sufrido ¿sabes? no eres el único que ha perdido algo o alguien querido.¿crees que a mi me apetece estar en esta pocilga de ciudad que apesta a pescado acompañado de elfos semi-salvajes que me dan corazones crudos para comer?? preferiría arrojarme desde los acantilados de Ghostfinger y acabar con todo de una vez!! pero si antes de eso puedo ayudar a que os redimáis y recuperéis un atisbo de lo que fueron vuestras vidas... lo haré!! - respira un par de veces y se pasa la mano por la cara para quitarse el exceso de agua, o las lágrimas que deben perderse con la lluvia. Cuando vuelve a hablar parece un poco más calmado. - Mira Mablung, de veras lamento lo que pasó en el bosque pero ahora, te guste o no, estás aquí y tu destino está unido a nosotros. Tus acciones nos afectan a todos al igual que las nuestras te afectan a ti. El lobo solitario muere pronto, pero si se apoya en la manada sobrevive. Déjanos ser tu manada, al menos por un tiempo. Vamos a por los demás y a buscar a ese tal Fillon...- se vuelve, con los hombros hundidos, agotado por todo - ah! - añade volviéndose y señalando con el dedo a Mablung - no vuelvas a faltar al respeto a Adriana. Es una buena persona! - sin esperar respuesta se vuelve para caminar en busca de los demás.
PbP Character: A few ;)
Mablung mira al clérigo cuando le agarra del brazo con perplejidad y a medida que se desahoga el rictus le cambia a rabia y dice:-Vuelve a tocarme y no hará falta que llegues al acantilado, yo acabare con tu patética vida. No os pedí que me ayudarais con los Bugbear y gracias a ello tu pudiste hacer ese bonito acto de cargar con un puto cadáver por todo el bosque, ¿te sientes ya mejor? ¿quizás la próxima vez quieras una rama de ortigas para irte azotando también?. Vuestras andanzas por la casa son cosa vuestra, no se de que mierda de de deudas hablas, eso es problema de esos granjeros y si habéis os habéis involucrado, a mi no me eches las culpas, no fui yo quien salio tras la figura embozada del bosque, ni tampoco el que estuvo dando por saco a los campesinos metiendo las narices donde no le incumbía. Os espere la hora que dije que haría y cuando volvieron los campesinos y vosotros no, me marche. En lo que vosotros no habéis hecho nada, yo he averiguado quien es el responsable de que el aceite no esté en el faro, ¿a parte de llorar desde que llegamos a Ghostfinguer, que has hecho?-
Haciendo una pausa dice: - Y no se que mierda es esa de un asesinato a un guardia, solo he visto a tres en la puerta y me dejaron pasar. Los deje en la puerta vivos y coleando, los dos granjeros que me trajeron estaban allí. Y si la guardia quiere hablar conmigo que venga a buscarme...aunque tras la amables palabras del sargento de la puerta, dudo que quieran hablar de nada salvo de matarme.
-Y que te quede claro no somos una manada, ni sois mis camaradas ni nada eso, nos conocemos de haces dos nosches y la carta de presentación era que cada uno era peor que el anterior, ¿o no te acuerdas infernalista? Yo cargo con mis actos, pero no busco la redención de los demás, no la necesito. Estoy aquí para pagar una deuda, nada más y como quiero hacerlo lo antes posible no voy a perder el tiempo en una posada mientras os ponéis cómodos y calentitos. -
-Y por último, hablare de la gente como me de la gana, y como dije seguro que a la elfa se le da mejor esa parte de las relaciones sociales, fue cortesana en la corte ¿no?. Y ahora haz lo que te de la gana.
Tras lo cual siguió el camino hacia el Mercado Verde murmurando:- Maldito inútil llorón.
Leobald observó el puente Escama de Tiburón con curiosidad por un momento. Después, hierático bajo la lluvia, escuchó con curiosidad el apasionado diálogo entre sus dos compañeros sin intervenir. Finalmente suspiró levantando ligeramente la mano para calmar los ánimos.
—Os felicito por vuestras pesquisas, parecen bienencamindas. Tenemos que recuperar ese cargamento de aceite, es cierto. Pero el Capitán Bastianes fue claro, somos responsables los unos de los otros. Ya os habéis enemistado con la guardia por motivos que desconozco y eso nos afecta a todos —dijo sin acritud—. Si insistís en marchar en marchar voy con vos, mientras Godric avisa a los demás para encontrarnos en La Red Vacía —asintió al joven y agitado clérigo en busca de su aprobación—, pero el asunto en la Cabra de Mimbre solo nos llevará un momento. No hay nada que negociar —aclaró al druida—, solo presentar nuestros respectos a Manistrad por orden del Capitán Bastines. Os ruego que recapacitéis Mablung, si han robado el aceite no lo soltarán sin más y juntos somos más fuertes. ¿Por qué tenéis tanta prisa en llegar a La Red Vacía?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)