-Mi señor Olthanas y señora Balakar, soy Morko,paladin de Moradin- dice el enano mientras inclina la cabeza en señal de respeto.

Volviéndose hacia Balakar y en u  tono muy respetuoso dice:-Calma señora, sin duda, que el vial que contenía todo o parte ese veneno apareciera en una habitación oculta a la que sabemos que se accede desde lo que parecen sus aposentos, no la pone en la mejor de las posiciones. Pero tampoco la estamos acusando de nada, usted podría ser otra víctima de la conspiración que busca un chivo expiatorio.-

- Lo que sabemos es que dos de sus compatriotas han perecido a causa del veneno que mi colega ha conseguido analizar y descubrir cual es. El por qué de dichos envenenamientos es algo que tenemos que descubrir y estoy seguro que usted y el noble Olthanas también tienen interés por ello. Han dicho que esperaban unos heroes o enviados de la ciudad y me temo que esos somos nosotros. No va a venir nadie más y dado que parece que hay una conspiración en el castillo y que nosotros acabamos de llegar, creo que somos la mejor opción que tienen para resolver este asunto y el motivo por el que nos esperaban.

-Nuestra presencia aquí se debe al deseo de buscar una solución pacífica al conflicto y tratar de ayudar en su resolución, así que les pedimos que.nos dejen ayudarles.

Persuasión:21

- Nuestra mision es evitar una posible guerra... Y su alteza, Olthanas Asesino de Dragones, es nuestra mejor oportunidad de llegar a algun acuerdo. No solo deseamos ayudarle... si no protejerle de cualquier mal que pueda acecharle. Si esa razon es poca... Yo, Roland, Servidor de Lanthander, doy mi palabra de que estamos siendo honestos y sinceros con nuestras intenciones.

Zevatur asiente con seriedad. - Galadral confio en nosotros, se le veia algo desasosegado por la perdida de direccion en ustedes, en lo que el llamo una de las más nobles castas de gigantes. Algo de la orden... - Sacude la cabeza tristemente mirando al suelo y luego aprovechando un momento de silencio despues de sus palabras alza la cabeza y grita. - Honor y Fuerza!! ... Los traidores seran desenmascarados y pagaran cara su afrenta...

Ash suspira y se pasa la mano por la cara ante el teatro que se desarrolla ante él y mira a Zevatur dudando de su lucidez por un momento. Había una buena noticia, daba la impresión de que no había más gigantes en el castillo. No había aparecido nadie más después de que Balakar hubiese abierto todos los accesos al salón del trono. Eso dejó claro que no era una audiencia privada, a espaldas de sus hombres. 

El tal Olthanas parecía un tipo normal, un guerrero, quizá fuera sincero después de todo, pero Balakar, esa era harina de otro costal.

Martin da un respingo y se sobresalta visiblemente ante el súbito grito de Zevatur que no se esperaba... intenta mantener la compostura rápidamente mientras de reojo echa un vistazo a Ash y luego alza su mirada hacia las puertas abiertas repentinamente a la sala del trono.

Olthanas se sienta en su trono y parece meditabundo. Balakar continua entre él y el grupo, con un gesto protector hacia el él. 

- En una cosa tienen razón Balakar - dice Olthanas despacio - no tendría sentido que hubieran venido a envenenarnos y su carta de presentación fuera presentarnos pruebas de ello... - la mira a los ojos - ¿Quién podría orquestar algo así? Mi padre se ha llevado a la mayoría de nuestros hombres, tan sólo hemos quedado una pequeña dotación en el castillo. Por eso pensamos que sería el momento adecuado de reunirnos con la Gente Pequeña. Los guardias tenían orden de dejarlos pasar, por lo que no debería haber ningún conflicto. Mi abuelo no sabía que ellos iban a venir - se vuelve hacia el grupo - y habéis tenido suerte de encontrarle mayor, hace años hubiera sido muy difícil convencerlo de algo así, pero está muy preocupado por la caída del Orden... muchos de nosotros estamos confusos y no sabemos qué significa exactamente. -  vuele a hablar a su mayordomo - Si hubieran querido envenenarnos hubiera sido mucho más fácil hacerlo durante una comida. - 

En la mirada de Olthanas, poco a poco, se van mezclando la incredulidad con la realidad. 

- Nadie más que tú entra en tus aposentos Balakar... yo no conocía la existencia de ninguna puerta secreta en ellos... y este es mi castillo... - 

Balakar estalla

- ¡ES EL CASTILLO DE TU PADRE!!- el grito es como una bofetada para Olthanas, el cual se levanta del trono con una expresión herida y cada vez más iracunda -  Tu obsesión por la Gente Pequeña y sus héroes nos va a traer la ruina a todos. Ellos son héroes porque matan a gente como nosotros! ¿No lo entiendes? La caída del Orden no significa que debamos buscar su ayuda o colaboración... ¡es nuestro momento de ocupar el sitio que nos corresponde por derecho! Tu padre me escucha... pero no espero que sobreviva a la guerra. Es demasiado honorable como para no estar en primera línea de batalla con sus hombres - hace un gesto de desdén - Y tú... tú eres demasiado parecido a tu madre - la hiel en las palabras de Balakar es casi palpable - a tu dulce y buena madre que todos querían y adoraban. Bien pues ella murió y ¡¡he sido yo quien ha mantenido este castillo a flote y el nombre de esta casa intactos todos estos años!!  - La mirada cruel de Balakar hace que su, de otra forma hermoso rostro, parezca horrible - Tuve que haberte envenenado cuando lo hice con ella, pero temía no tener suficiente veneno entonces para acabar con los dos.  - 

Ante tal revelación Olthanas salta hacia ella pero la mayordomo tan sólo dice una palabra " Trekishar" y Olthanas cae al suelo, la cara roja, intentando respirar, pero la gargantilla de plata se clava en su piel e impide que ni la sangre ni el aire le lleguen. 

Balakar se gira hacia el grupo y una enorme maza aparece en su mano, formándose de la sustancia de las nubes. 

- Bueno... gracias por venir hasta aquí mis chivos expiatorios. Vais a asegurarme mi guerra... - 

 Ash desenvaina a sus chicas.

-Si tiene pico de pato, plumas de pato y dice cuac es que es un pato, ya le estaban sobrando palabras a esta charla -esboza una sonrisa sardónica - os lo advertí, socios.

El guerrero adopta una mueca feroz mirando a Balakar tensando todos sus músculos antes de actuar.

  - Si envenenas a tus aliados es normal que tengas que trabajar más duro para mantener este castillo! Gigante poco honorable! 

 Iniciativa: 10 to

Roland, inigiativa: 9

Iniciativa:13

 Martin gruñe debajo de su capucha ante la clara revelación de la traición de la Gigante, y a pesar de la imponente figura de su enemigo, carga hacia ella con furia extrema mientras saca sus dos espadas. Mientras se desplaza como un rayo los 25 pies que lo separan de su enemigo, que cubre con suma facilidad, grita a sus compañeros:

- ¡¡¡ Zevatur, Gowther, Roland !!! Haced lo posible por cancelar el efecto del collar, ¡esa debería ser nuestra prioridad!

Cuando el pícaro llega a la altura de su rival, intenta cortar con destreza donde los tendones de la criatura deberían estar para hacerla caer... aunque sabe que sus armas no serás muy eficientes ante tan colosal enemigo. Al menos intenta distraerla lo suficiente para que los pesos pesados descarguen su potencial sobre ella, de reojo vigila a Morko y Ash, de los cuales depende la victoria de este complicado enfrentamiento.

-Que alguien traiga al viejo, si resulta que nos cargamos a la perra y el señorito muere el viejo debe dar fe de la traición -comenta Ash a sus compañeros justo antes de enfrentar a Balakar blandiendo sus espadas con la cautela de quien espera un combate largo.

-Milady arpía, le presento a Gilda y Norma, bailaremos juntos hoy, quizá aprenda algunos pasos -sonríe con gesto lobuno a Barakar y hace un gesto a Martin para confirmarle que están juntos en esto. Busca los huecos, midiendo a la formidable oponente.

Morko no se sorprende ante la repentina traición de l mayordomo, estas cosas pasan hasta en las más elevadas familias, pero no por ello deja de ser triste. Una traición siempre debe de ser castigada. Empuñando su hacha,invoca a Moradhin mientras señala con ella a Balakar y dice:- Encuentra y acaba con tu enemigo Kheluzbruk.- Las runas del hacha brilla ante la manifestación del.ñoder de Mordhin y Morko carga hacia la gigante.

Casteo: Hunter Mark

1 Attack: 10 Damage: 10

2 Attack: 15 Damage: 17

Zevatur decide moverse hacia la derecha pero se lo piensa mejor y se mueve hacia el otro lado. Tras avanzar un par de pasos mira a Ash y a la gargantilla de plata del gigante. "Agrandar!" Piensa repentinamente. "Agrandarlo todo!" Unas volutas de fuego se arremolinan en su piel y su voz ruge mucho mas grave que de costumbre. Lanza un conjuro doble, a Ash y a la gargantilla. Luego sigue avanzando alejándose de los gigantes y sus compañeros.

Minor: titubéo

Movimiento: me alejo del grupo y de los gigantes 

Action: Twinned Spell: Enlarge a Ash y al collar

Parecía que el combate era algo inevitable... Balakar tendría que rendir cuentas bajo el filo de Gowther. De nuevo, convocando arcanas artes élficas, el elfo alza la espada para iniciar una danza tan bella como mortifera.

 -Dispersaos.

Indicó Gowther mientras se situaba alejado del grupo y a una distancia prudente como para poder asestar un golpe de espada al siguiente instante.

Roland lanza un Sacred Flame a la giganta y se queda a unos 20 pies del grupo. 

Save Dex 16 daño 11

 El grupo se lanza contra la taimada y traidora Balakar. La gigante se ve sorprendida por su arrojo y velocidad, y recibe varios cortes de sus pequeñas armas. Sorprendida más que dolorida lanza su maza contra Ash, intentando aplastar al molesto guerrero y a sus... "chicas" 

 Ash no espera la magia que repentinamente recorre su cuerpo, haciendole crecer como antes. Esto hace que, aunque esté agachándose para esquivar el rápido ataque de Balakar, no sea suficiente. En realidad, lo único que consigue es poner su cabeza directamente en la trayectoria de la maza, la cual le golpea con fuerza haciendo que su cabeza se gire con violencia. Aturdido aún por el tremendo impacto, no puede esquivar el segundo golpe, que le impacta en el pecho.

Martin escucha el inquietante sonido de varias costillas partiéndose mientras Ash cae de espaldas, inconsciente. 

Con una sonrisa de satisfacción, Balakar mira a Morko, que levanta su hacha para asestar otro golpe contra ella. Morko ataca y solo corta una voluta de humo. La gigante ha desaparecido, dejando tras de si una débil silueta de su cuerpo en forma de nube que se disipa. 

- Sois valientes... lo admito. Pero... - su voz viene de la balustrada sobre ellos, la que hay frente a la que utilizaron para entrar en la sala. - Pero Scaly tiene hambre...  Scaly... - 

De pronto, tras ella una enorme cabeza reptiliana aparece, mirado con sus amarillentos ojos al grupo, abre sus fauces y pasa su lengua por decenas de dientes afilados, mientras que su largo cuello pasa por encima de Balakar y les sisea amenazador. 

Otra cabeza aparece por encima del otro hombro de Balakar, y otra más, y otra más. La gigante se aparta para revelar una inmensa criatura reptiliana con cinco cabezas que ruge a los compañeros. 

-Mata- ordena la giante. 

La enorme criatura atraviesa la balustrada, rompiendo el bello pasamamos y salta en mitad de la sala dispuesta a devorarlos a todos. 

 Olthanas levanta una mano, mirando a la hydra, como intentando darle una orden, pero el collar se lo impide. Zevatur siente como la energía de su conjuro es resistida por el poderoso hechizo que tiene la gargantilla, la cual sigue clavándose en la piel del noble gigante y estrangulándole. 

Martin parece frustrado al ver como Ash es convertido en un amasijo de huesos rotos en el suelo, mientras la nube que era Balakar, se disipa entre sus cuchillas como si nada. Tras emitir una sonora maldición en élfico, que haría sonrojar al más taimado Eladrin, se dirige a sus compañeros.

- Atended a Ash, que se recupere antes de que baje la "bestia" ... 

Con un rápido movimiento, el pícaro se sitúa al lado del gigante caído Olthanas, entre sus manos parecen deslizarse unas ganzuas de la nada y con un rápido gesto se dispone a manipular el mecanismo de cierre de la gargantilla.

 Martin ve a Olthanas ahogándose, la hidra que ha saltado entre ellos y sabe que necesitan que el joven noble gigante sobreviva. O no sólo ellos estarán perdidos. En lugar de escaramuzas aisladas los gigantes de todo Faerûn se unirán en una guerra abierta contra todos los reinos y ciudades libres. Y eso no puede permitirlo. Durante un segundo el semi-elfo observa las cabezas de la hidra moverse de un lado a otro y toma una decisión. 

Antes de que nadie pueda pararlo Martin sale corriendo hacia Olthanas. Rueda hacia un lado, esquivando una dentellada de una de las cabezas, sigue corriendo, y un proyectil mágico de Kath distrae a otra de las cabezas, de un salto esquiva una de las patas de la hidra, se desliza por debajo y se levanta para seguir corriendo y entonces sonríe al comprobar que estaba en lo cierto. Una de las cabezas, la que más cerca esta de Olthanas gira hacia él y cierra sus mandíbulas sobre él. Pese a esperarlo y contar con ello, Martin deja escapar un ahogado grito de dolor, pues la fuerza de las mandíbulas le sorprende y la hidra le sujeta por la cadera. Martin esperaba que lo cogiera un poco más arriba, donde la armadura de cuero podría haber amortiguado un poco la dentellada, y siente las piernas dormidas, teme que no pueda conseguirlo, pero ahora es demasiado tarde para echarse atrás. La cabeza sacude a Martin de un lado a otro con violencia. El semi-elfo recuerda las lecciones de sus maestros y mantiene la calma. Cuando el cuello del monstruo está más extendido golpea con fuerza con el pomo de sus armas en el ojo y en la nariz de la bestia. Esta, sorprendida de que su comida aún peleé, suelta al semi-elfo, el cual aprovecha la inercia para salir arrojado hacia el gigante. Se agrupa, da un par de saltos mortales y cae sobre los anchos hombros de Olthanas. 

Sin perder un segundo y sin dar tiempo al gigante a darse cuenta si quiera de lo que está pasando, una ganzúa aparece en las manos de Martin. Con un movimiento seguro y profesional introduce la ganzúa en la cerradura del cierre y con un giro de su muñeca escucha un satisfactorio click metálico. 

La gargantilla cae al suelo y Martin salta de la espalda del gigante al suelo a su lado mientras Olthanas coge una gran bocanada de aire. Martin debe reconocerse a sí mismo que está sorprendido de lo sencillo que ha sido abrirlo. Pensaba que iba a tener que hacer lo imposible por mantenerse en la espalda del gigante mientras trabajaba con la cerradura. 

- ¡NO! - gitra Balakar desde la balustrada.

Tras coger aire, un sorprendido Olthanas hace una leve reverencia con la cabeza al semi-elfo.

- Gra... - tose y su voz suena más rasposa que antes. Un fuerte moretón recorre su cuello, y la sangre mana de algunos puntos.  - Gracias. - 

Se levanta y grita en su idioma a la hidra.

- Scâlyrinr Drathûnk Kha! - 

Las cinco cabezas se giran hacia él. Olfateando su mano extendida y al mismo gigante. La hidra parece agacharse por un segundo, emitiendo un sonido que recuerda a un ronroneo. 

Y de pronto tres de las cabezas se lanzan hacia Olthanas, las otras dos rugiendo en desafío. El gigante es lo bastante rápido para retirar su mano antes de que se la arranquen, da un paso hacia atrás y un enorme espadón aparece en su mano de manera similar a como hizo el arma de Balakar antes.

La risa de Balakar es casi tan estridente como el rugido de la hidra. 

- Necio. ¿De verdad pensabas que te era fiel a ti? - 

 Iniciativa:

Ash abre los ojos de pronto y toma aliento desesperadamente mientras se incorpora tosiendo sangre. Recupera sus espadas y mira alrededor con cautela, tratando de olvidar el lacerante dolor de las heridas mientras la bestia de varias cabezas ruge a pocos pasos de su posición. Busca al clérigo con la mirada y retrocede unos pasos hacia él sacando fuerzas de flaqueza, sin dar la espalda a la bestia.

-Curación, clérigo.