La guardia estaría encima de ellos de un momento a otro, y Martin se preocupó por las palabras de Ethan más que por cualquier otra cosa que estuviera pasando a su alrededor en ese momento. Asintiendo, le indicó con la cabeza que desapareciera cuanto antes de allí, quizás sólo podría escabullirse mejor que con un séquito de fragmentos armando escándalo y explosiones allí por donde pasaban.
Antes de que aquel apuesto pícaro y amante de Martin desapareciera, éste último le volvió a pasar la piedra para que pudiera ponerla a salvo, ajeno totalmente a la propuesta que estaba siendo ofrecida justamente en ese mismo instante y su condicionante requisito.
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Ethan comprendió la mirada de Martin y, aunque cogió la piedra sin que nadie se apercibiera de ello negó con la cabeza a la silenciosa propuesta de huir.
- Los Drow.. - dijo en voz baja - Solo no tengo posibilidad contra ellos... estarán enfadados por mi vendida. ¿qué están haciendo ahí detrás? Tenemos que irnos.. -
Zevatur bufó contrariado... - Prefieres a los drow, los demonios, los de Xanathar, los del culto del dragón... a la guardia de la ciudad ¿Qué clase de crimines has cometido?
Después miró a sus compañeros - No podéis tirar una invisibilidad o un polimorfa a nuestro aliado? y ayudarle asi evadir a los guardias.
Guilbert permanecía mal herido y mentalmente agotado pero aferrando aquel demonio por el cuelo, único nexo en aquel momento con el pasado nefasto de su Orden. Una encrucijada daba lugar en su mente. Esclarecer todo o salvaguardar la piedra.. ¿Podría haber una salida común a ambas?
-¿Dónde está ella?- le repitió en infernal fluido-Danos una salida.. u ocuparos de esos drow.. y hablaremos.
Sin conocer la decisión que tomaría, liberó la presa sobre el cuello de aquel demonio menor. Los demás parecían buscar otras soluciones imaginativas pero que parecían acabar en un callejón sin salida. Negó con la cabeza ante la petición de Zebatur mirando de soslayo y con desconfianza hacia Ethan.
- No somos tus siervos - dijo el pequeño demonio frotándose el cuello - En el contrato está llevar la Piedra y a ti con vida si es posible. Venid. Los drow no se atreverán a seguirnos, ni los otros. Pensad rápido. Se acaba el tiempo jejejejeje -
Como si esa fuera la señal que estaban esperando se escucharon las botas de varios miembros de la guardia acercándose.
Aunque le bardo se debatía entre arriesgar todo por aclarar el fin de la orden, contemplando a sus compañeros comprendió que no podía poner en peligro tanto a ellos como la misión. Maldijo para sus adentros la oportunidad que se esfumaba entre sus dedos.
-No hay trato, sabandija-Le dijo al diablo que revoloteaba frente a él- Dile a Francesca que la encontraré y pagará por su traición..
Se giró entonces hacia sus compañeros que se preparaban para continuar la fuga. Se econtraba agotado, pero necesitaba sacar fuerzas de donde no las había. Sacó una poción de su mochila para recuperar algo de resuello.
Martin asintió ante la razonable petición de Ethan, y se alegró de que las circunstancias, por muy adversas que fueran, le permitiesen pasar un poco más de tiempo a su lado. Sus separaciones solían ser caóticas imprevistas y volverse a reencontrar a veces tomaba meses... y, si este era el final de su camino, no podía estár más feliz de compartirlo con él.
- Sigamos juntos pues, corramos antes de que nos atrapen... con suerte, las diferentes facciones se entorpecerán entre ellas. Parece un bien muy preciado el que buscan, y no querrán que ningún otro cobre ventaja sobre cada una de ellas...
Con estas palabras, observó como la conversación de Guilbert y Zevatur había acabado tan abruptamente como había empezado con el demonio capturado, y la hora de moverse tan rápido como pudiera llegaba de nuevo. Forzando a sus cansados músculos a ponerse a prueba de nuevo. Martin agarró de la mano a Ethan y salió esprintando como si no hubiese un mañana tras Guilbert y los demás.
Zevatur vio como sus compañeros salían corriendo de nuevo en sentido contrario de donde venían los guardias. Frustrado señaló en su dirección pero con un gesto de impotencia comenzó a correr junto a ellos alejándose de las guardias salvadores.
Hela corría tras sus compañeros asistiendo a Ash, malherido y agotado tras la caótica persecución en la que no cesaban de surgir nuevos enemigos para los que no tenían ya recursos de enfrentamiento.
Su único objetivo en ese momento era conseguir llegar a algún lugar seguro, poner a salvo a su amado que se debatía una vez más entre la vida y la muerte. No aguantarían otro embate y claramente la única oportunidad que les quedaba era huir. Además, esa sensación inquietante de que algo más allá de las criaturas que les rodeaban les estaba observando, acrecentaba la urgencia de escapar.
En el único momento en el que pudieron parar a recobrar el aliento, mientras la elfa no se separaba de su líder y alguno de sus compañeros mantenía un personal enfrentamiento y una conversación con un diablillo, Hela no pudo evitar escuchar el diálogo entre Martin y Ethan. De pronto, los sonidos de la guardia parecían dar un giro radical a su suerte, pudiendo por fin aferrarse a una salvación.
Pero, después de escuchar los comentarios de Ethan, éste parecía esconder mucho más de lo que decía, perseguido incluso por los que en este momento podían ser sus salvadores. ¿Debían dejarle a su suerte? Eso significaría separarse de nuevo, y Martin no tenía ninguna intención de dejarle solo ahora que se habían reencontrado.
Observó a la pareja y pudo advertir el amor que se profesaban, similar al que ella sentía por Ash. La hechicera haría todo lo posible para no separarles y ayudar en lo que pudiera, aunque eso significara renunciar a la guardia.
- No tenemos recursos para enfrentarnos a todo Waterdeep- comentó mientras aferraba su bastón con fuerza y se dirigía a Ethan - y continuar a tu lado supone un riesgo mayor debido a la cantidad de facciones que te persiguen. Tampoco vamos a arrojarte a los brazos de la guardia de la ciudad; huyamos y busquemos un lugar seguro. Esto ayudará a que podamos continuar todos juntos y a que a tus enemigos les sea más complicado detectarte- se acercó al escurridizo humano, acariciando suavemente su hombro; su figura comenzó a difuminarse y desaparecer ante los ojos del resto.
Decidida, volvió junto a Ash que descansaba apoyado en uno de los edificios del callejón. Le besó tiernamente y le ayudó a ponerse en pie.
- Vamos mi amor, solo un esfuerzo más y podrás descansar. Pronto encontraremos un lugar seguro - e inició la carrera tras la pareja que les precedía.
- Si eres listo sabrás donde buscarnos... Ven con la Piedra y tus amigos vivirán... - dice mientras se eleva y se pierde entre las sombras de los tejados.
El grupo de los Fragmentos Extraordinarios emprende de nuevo la carrera para huir de sus perseguidores, esta vez incluyendo a la Guardia de Waterdeep, posiblemente sus únicos aliados entre ellos.
Zevatur intenta ponerse a la cabeza para guiar la alocada huida, pero en el poco tiempo que tarda en llegar a ellos sus amigos han tomado unos cuantos giros que han terminado por desorientarle del todo. Sumado a todos los acontecimientos de la noche Zevatur tan sólo sigue corriendo hacia delante, con la única intención de poner tanta distancia entre ellos y sus perseguidores como sea posible.
Pero todo tiene un fin, y hasta los callejones de Waterdeep y la propia ciudad lo tienen. Tras un abrupto giro a la derecha los compañeros se dan de bruces con los muelles de Waterdeep. Mascullando una maldición entre dientes el primer instinto de Zevatur es dar media vuelta pero entonces se detiene. Sus amigos intentan recuperar el resuello tras él. Zevatur por fin se ha orientado y reconoce el edificio que hay un poco más a su izquierda. El Dragón Ensartado, el tugurio donde ya tomaron algo cuando estaban en busca de Floon.
- Creo que los hemos despistado - dice Kath acercándose al tiefling desde la retaguardia y poniéndole una mano en el hombro mientras intenta recobrar el aliento.
Hela respiraba arrítmicamente y con dificultad, mientras ayudaba a Ash a no perder al grupo entre las callejuelas. Cuando Kath afirmó que nadie les seguía, la hechicera observó su alrededor para cerciorarse.
- Busquemos un lugar en el que escondernos y que me permita hacer un portal a la torre, allí estaremos a salvo -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Martin se sintió aliviado al oír las palabras de Kath, su cuerpo no aguantaba más y aún seguía fuertemente aferrado a la mano de Ethan, como si no quisiera volver a dejarle escapar. Inclinando su cabeza observó la posada mientras meditaba las posibilidades con su agotada mente.
- Si nos damos prisa podemos pagar un reservado en "El dragón ensartado" - el semielfo hizo una pausa aquí para interiorizar la ironía del nombre del local, justo cuando eran perseguidos por un medio dragón humanoide enloquecido - y una vez allí, realizar el conjuro que nos sacará de este atolladero en privado... si somos lo suficientemente rápidos ni sabrán que ha ocurrido.
Esperando a que todo el grupo estuviera de acuerdo con el plan, el bastardo comenzó a caminar hacia el edificio que contenía la posada, mientras rezaba por poder sentarse a recuperar algo de energías cuanto antes.
La Compañía de los Fragmentos Extraordinarios, con al menos un confundido Morko con ellos, entró la taberna llamada "El Dragón Ensartado" por segunda vez desde que llegaron a la ciudad de Waterdeep. El lugar había cambiado poco. Llamarlo taberna era todo un elogio. Tugurio se adecuaba más a aquel lugar. Esa noche el sitio parecía bastante animado, sin duda gracias a las festividades que habían visto antes. Un denso humo se arremolinaba en el techo y parecía que en el local habitaba una neblina perenne de humo de tabaco, sudor y otras sustancias. Nadie se había molestado en abrir las ventanas, por lo que la mezcolanza de olores, alcohol, sudor, tabaco, algún vómito, casi hizo vomitar a Gowther. Guilbert, sin embargo, sintió nostalgia de sus años mozos y las veces que se saltaba las clases de antropología en la Academia. Sólo asistió a la primera, la que versaba sobre Halflings.
Apaleados, agotados y aún jadeando, los compañeros se dirigieron a la parte posterior del local, con la esperanza de encontrar un lugar tranquilo y privado. Pero si alguna vez habían conocido ese concepto en este tugurio hacia tiempo que lo habían olvidado. Además, el lugar estaba abarrotado. Un borracho se fijo en Helayna pero bastó una mirada de Ash, que gracias a la magia de Gowther no parecía recien salido de la mesa de un forense, para que se lo pensara dos veces. Pero el valiente guerrero sabía que no iban a tener tanta suerte toda la noche. Antes o después habría una pelea en aquella tasca y sería mejor no formar parte de ella.
- Bueno... - dijo Ethan tras empujar a un inconsciente semi-orco al suelo y conseguir así una mesa donde se apretujaron todos - al menos no estamos corriendo... -
Sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de varias jarras de madera sobre la mesa. Un camarero imberbe y sudado estaba dejando una jarra para cada uno.
- Cerveza es lo único que queda y lo único que hay. Un cobre por cada una... - anuncia.
Con la urgencia de sentir que estaba en un momento peligroso siguió a Martin. Parecía que estaban A salvos, pero era cuestión de tiempo que localizasen la piedra por medios mágicos y estaban arrinconados. Debían darse prisa para acabar con aquella persecución. Parecía que todos sabían que la mejor forma de salir de aquel entuerto era teleportarse mediante el conjuro de Hela.
El desagradable interior del tugurio le produjo un sentimiento de seguridad, si alguna facción venía a por la piedra se formaría una trifulca que les retendría breves momentos. Más relajado Zevatur sonrió al posadero y alcanzó a su escuálida bolsa para sacar una moneda de oro.
- ¿Esta libre algún reservado? - Dijo mientras le mostraba la moneda de oro. - Si hay alguno lo queremos, si no tráenos la primera ronda y sigue trayendo hasta que se acabe el dinero. – Dijo dejando la moneda sobre la mesa y deslizándola hacia el Posadero.
- Esta vez invito yo, compañeros. – Anuncio mirando a los fatigados perseguidos.
El agobiado y sudoroso camarero aceptó la moneda de oro que le brindaba Zevatur.
-¿Reservado? ¿Crees que ahi reservados aquí? JAJAJAJAJA -
La carcajada le hizo derramar la última jarra de cerveza aguada que llevaba a la mesa. Pero no pareció importarle. Dejó la bandeja en la mesa y se quitó el mandil grasiento que llevaba.
- ¡Gracias por la propina! - dijo y antes de que ninguno de los compañeros pudiera reaccionar se largó, dejando el tugurio y el trabajo gracias a la generosidad de un confundido tiefling y de unos compañeros que veían que sus planes volvían a complicarse.
De alguna aquel camarero había intuido que el grupo de ocho individuos armados hasta los dientes no iba a salir detrás de él por unas monedas de plata, bien por lo fatigados y heridos que estaban o bien por el sentido de urgencia que seguramente emitían. O simplemente había tenido suerte en su inconsciente acto.
Zevatur le miró con rabia. Después de tantos tropiezos un gesto así hizo que visualizase en su cabeza como le lanzaba un rayo de fuego incinerador. En el fondo sabía que no era justo morir por unas monedas de plata y también que ni era el momento de atraer atención sobre ellos. Respiro una vez y se calmó.
- ¿Aun así, podríamos intentar la tele portación aquí si alguien le tira una invisibilidad a Hela mientras castea? ¿Qué pensáis?… ¿O nos vamos a fuera a un callejón a conjurar? ¿Alguien puede tirarle una invisibilidad? ¿Funcionaría?
Martin observó a su alrededor en el antro infecto en el que habían acabado, no creía recordarlo así, aunque últimamente sus memorias se mezclaban y reolvían en su cabeza como volutas de humo. Con un gesto de asco extremo miró la jarra de cerveza, y a pesar de no ser una persona especialmente escrupulosa, esta noche no se sentía con fuerzas de arrisgarse a coger cualquier enfermedad venérea sólo por usar una jarra que había sido reusada decenas de veces sin lavarse entre medias...
Sin tocar la bebida, el semielfo se echó las manos a la sien, automasajeándose mientras intentaba pensar totalmente agotado... ignorando la total falta de escrúpulos y educación del camarero, que apenas había abandonado su pubertad, y ya estaba pidiendo a gritos ser enviado de vuelta a la tumba.
- Si no es mucho tiempo, y con el ruído y el jolgorío que hay en aquí, ni se fijaran en una chica más haciendo gestos extraños, podría pasar por una danza o baile incluso... Lo que me preocupa es que el conflicto llegue aquí, porque nos terminen encontrando, puesto que morirían muchas personas ajenas a toda esta oscura trama por nuestra culpa...
El bastardo miró a la preocupada Helayna para que ésta le dijera los tiempos necesarios para su hechicería, y si sería posible ejecutarla aquí sin distracciones para ella.
Hela tomó asiento en la apretada mesa, ayudando a Ash a acomodarse lo mejor posible. Le acercó una jarra y tomó otra ella misma, dando un largo trago, intentando calmar la acuciante sed tras la interminable carrera. El amargor y el extraño sabor aguado le hizo arrugar la frente en un gesto de desagrado, pero bebió un poco más.
Escuchó el plan de Martin y miró preocupada a su alrededor ¿Como si bailara? Ella no había bailado jamás, era incapaz de imaginarse una escena similar. No le pareció una buena idea.
- No me parece un plan adecuado - dijo acercando medio cuerpo al centro de la mesa, comentando en un susurro - hay demasiada gente, no podemos arriesgarnos a que pierda la concentración o a que el inevitable fulgor del hechizo llame la atención de estas… personas - no encontró una palabra mejor para definir a la fauna allí reunida - ¿quizá un callejón cercano, alguna salida que se encuentre en la parte posterior de la taberna? - preguntó mirando al resto.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Morko tiro la cerveza al suelo para luego sacar su barrilete y rellenar su jarra y ofrecer a sus compañeros por si querían bebida de cercado y no orin de vete a saber q alimaña.
Dando un sorbo a su jarra dice:- No sé cómo de discreto sería que desaparecieramos todos de golpe de la posada. Por otro lado no creo que los drow quieran verse metidos en un ataque con tantos testigos, llamaría la atención y eso no les gusta-
- Creo que podemos descansar aquí unas horas y luego ver qué hacemos.-
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La guardia estaría encima de ellos de un momento a otro, y Martin se preocupó por las palabras de Ethan más que por cualquier otra cosa que estuviera pasando a su alrededor en ese momento. Asintiendo, le indicó con la cabeza que desapareciera cuanto antes de allí, quizás sólo podría escabullirse mejor que con un séquito de fragmentos armando escándalo y explosiones allí por donde pasaban.
Antes de que aquel apuesto pícaro y amante de Martin desapareciera, éste último le volvió a pasar la piedra para que pudiera ponerla a salvo, ajeno totalmente a la propuesta que estaba siendo ofrecida justamente en ese mismo instante y su condicionante requisito.
Tirada de Sleight of Hand hecha en discord: 1d20 (13) + 13 = 26
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Ethan comprendió la mirada de Martin y, aunque cogió la piedra sin que nadie se apercibiera de ello negó con la cabeza a la silenciosa propuesta de huir.
- Los Drow.. - dijo en voz baja - Solo no tengo posibilidad contra ellos... estarán enfadados por mi vendida. ¿qué están haciendo ahí detrás? Tenemos que irnos.. -
PbP Character: A few ;)
Zevatur bufó contrariado... - Prefieres a los drow, los demonios, los de Xanathar, los del culto del dragón... a la guardia de la ciudad ¿Qué clase de crimines has cometido?
Después miró a sus compañeros - No podéis tirar una invisibilidad o un polimorfa a nuestro aliado? y ayudarle asi evadir a los guardias.
Zevatur, Rolthos
Guilbert permanecía mal herido y mentalmente agotado pero aferrando aquel demonio por el cuelo, único nexo en aquel momento con el pasado nefasto de su Orden. Una encrucijada daba lugar en su mente. Esclarecer todo o salvaguardar la piedra.. ¿Podría haber una salida común a ambas?
-¿Dónde está ella?- le repitió en infernal fluido-Danos una salida.. u ocuparos de esos drow.. y hablaremos.
Sin conocer la decisión que tomaría, liberó la presa sobre el cuello de aquel demonio menor. Los demás parecían buscar otras soluciones imaginativas pero que parecían acabar en un callejón sin salida. Negó con la cabeza ante la petición de Zebatur mirando de soslayo y con desconfianza hacia Ethan.
-
- No somos tus siervos - dijo el pequeño demonio frotándose el cuello - En el contrato está llevar la Piedra y a ti con vida si es posible. Venid. Los drow no se atreverán a seguirnos, ni los otros. Pensad rápido. Se acaba el tiempo jejejejeje -
Como si esa fuera la señal que estaban esperando se escucharon las botas de varios miembros de la guardia acercándose.
PbP Character: A few ;)
Aunque le bardo se debatía entre arriesgar todo por aclarar el fin de la orden, contemplando a sus compañeros comprendió que no podía poner en peligro tanto a ellos como la misión. Maldijo para sus adentros la oportunidad que se esfumaba entre sus dedos.
-No hay trato, sabandija-Le dijo al diablo que revoloteaba frente a él- Dile a Francesca que la encontraré y pagará por su traición..
Se giró entonces hacia sus compañeros que se preparaban para continuar la fuga. Se econtraba agotado, pero necesitaba sacar fuerzas de donde no las había. Sacó una poción de su mochila para recuperar algo de resuello.
Martin asintió ante la razonable petición de Ethan, y se alegró de que las circunstancias, por muy adversas que fueran, le permitiesen pasar un poco más de tiempo a su lado. Sus separaciones solían ser caóticas imprevistas y volverse a reencontrar a veces tomaba meses... y, si este era el final de su camino, no podía estár más feliz de compartirlo con él.
- Sigamos juntos pues, corramos antes de que nos atrapen... con suerte, las diferentes facciones se entorpecerán entre ellas. Parece un bien muy preciado el que buscan, y no querrán que ningún otro cobre ventaja sobre cada una de ellas...
Con estas palabras, observó como la conversación de Guilbert y Zevatur había acabado tan abruptamente como había empezado con el demonio capturado, y la hora de moverse tan rápido como pudiera llegaba de nuevo. Forzando a sus cansados músculos a ponerse a prueba de nuevo. Martin agarró de la mano a Ethan y salió esprintando como si no hubiese un mañana tras Guilbert y los demás.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Zevatur vio como sus compañeros salían corriendo de nuevo en sentido contrario de donde venían los guardias. Frustrado señaló en su dirección pero con un gesto de impotencia comenzó a correr junto a ellos alejándose de las guardias salvadores.
Zevatur, Rolthos
Hela corría tras sus compañeros asistiendo a Ash, malherido y agotado tras la caótica persecución en la que no cesaban de surgir nuevos enemigos para los que no tenían ya recursos de enfrentamiento.
Su único objetivo en ese momento era conseguir llegar a algún lugar seguro, poner a salvo a su amado que se debatía una vez más entre la vida y la muerte. No aguantarían otro embate y claramente la única oportunidad que les quedaba era huir. Además, esa sensación inquietante de que algo más allá de las criaturas que les rodeaban les estaba observando, acrecentaba la urgencia de escapar.
En el único momento en el que pudieron parar a recobrar el aliento, mientras la elfa no se separaba de su líder y alguno de sus compañeros mantenía un personal enfrentamiento y una conversación con un diablillo, Hela no pudo evitar escuchar el diálogo entre Martin y Ethan. De pronto, los sonidos de la guardia parecían dar un giro radical a su suerte, pudiendo por fin aferrarse a una salvación.
Pero, después de escuchar los comentarios de Ethan, éste parecía esconder mucho más de lo que decía, perseguido incluso por los que en este momento podían ser sus salvadores. ¿Debían dejarle a su suerte? Eso significaría separarse de nuevo, y Martin no tenía ninguna intención de dejarle solo ahora que se habían reencontrado.
Observó a la pareja y pudo advertir el amor que se profesaban, similar al que ella sentía por Ash. La hechicera haría todo lo posible para no separarles y ayudar en lo que pudiera, aunque eso significara renunciar a la guardia.
- No tenemos recursos para enfrentarnos a todo Waterdeep - comentó mientras aferraba su bastón con fuerza y se dirigía a Ethan - y continuar a tu lado supone un riesgo mayor debido a la cantidad de facciones que te persiguen. Tampoco vamos a arrojarte a los brazos de la guardia de la ciudad; huyamos y busquemos un lugar seguro. Esto ayudará a que podamos continuar todos juntos y a que a tus enemigos les sea más complicado detectarte - se acercó al escurridizo humano, acariciando suavemente su hombro; su figura comenzó a difuminarse y desaparecer ante los ojos del resto.
Decidida, volvió junto a Ash que descansaba apoyado en uno de los edificios del callejón. Le besó tiernamente y le ayudó a ponerse en pie.
- Vamos mi amor, solo un esfuerzo más y podrás descansar. Pronto encontraremos un lugar seguro - e inició la carrera tras la pareja que les precedía.
Invisibility a Ethan
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Sin entender muy bien que es lo que estaba pasando. Morko tomo aire y se dispuso a seguir corriendo por la ciudad sin un destino claro.
El diablillo sonrió maliciosamente a Guilbert.
- Si eres listo sabrás donde buscarnos... Ven con la Piedra y tus amigos vivirán... - dice mientras se eleva y se pierde entre las sombras de los tejados.
El grupo de los Fragmentos Extraordinarios emprende de nuevo la carrera para huir de sus perseguidores, esta vez incluyendo a la Guardia de Waterdeep, posiblemente sus únicos aliados entre ellos.
Zevatur intenta ponerse a la cabeza para guiar la alocada huida, pero en el poco tiempo que tarda en llegar a ellos sus amigos han tomado unos cuantos giros que han terminado por desorientarle del todo. Sumado a todos los acontecimientos de la noche Zevatur tan sólo sigue corriendo hacia delante, con la única intención de poner tanta distancia entre ellos y sus perseguidores como sea posible.
Pero todo tiene un fin, y hasta los callejones de Waterdeep y la propia ciudad lo tienen. Tras un abrupto giro a la derecha los compañeros se dan de bruces con los muelles de Waterdeep. Mascullando una maldición entre dientes el primer instinto de Zevatur es dar media vuelta pero entonces se detiene. Sus amigos intentan recuperar el resuello tras él. Zevatur por fin se ha orientado y reconoce el edificio que hay un poco más a su izquierda. El Dragón Ensartado, el tugurio donde ya tomaron algo cuando estaban en busca de Floon.
- Creo que los hemos despistado - dice Kath acercándose al tiefling desde la retaguardia y poniéndole una mano en el hombro mientras intenta recobrar el aliento.
PbP Character: A few ;)
Hela respiraba arrítmicamente y con dificultad, mientras ayudaba a Ash a no perder al grupo entre las callejuelas. Cuando Kath afirmó que nadie les seguía, la hechicera observó su alrededor para cerciorarse.
- Busquemos un lugar en el que escondernos y que me permita hacer un portal a la torre, allí estaremos a salvo -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Martin se sintió aliviado al oír las palabras de Kath, su cuerpo no aguantaba más y aún seguía fuertemente aferrado a la mano de Ethan, como si no quisiera volver a dejarle escapar. Inclinando su cabeza observó la posada mientras meditaba las posibilidades con su agotada mente.
- Si nos damos prisa podemos pagar un reservado en "El dragón ensartado" - el semielfo hizo una pausa aquí para interiorizar la ironía del nombre del local, justo cuando eran perseguidos por un medio dragón humanoide enloquecido - y una vez allí, realizar el conjuro que nos sacará de este atolladero en privado... si somos lo suficientemente rápidos ni sabrán que ha ocurrido.
Esperando a que todo el grupo estuviera de acuerdo con el plan, el bastardo comenzó a caminar hacia el edificio que contenía la posada, mientras rezaba por poder sentarse a recuperar algo de energías cuanto antes.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La Compañía de los Fragmentos Extraordinarios, con al menos un confundido Morko con ellos, entró la taberna llamada "El Dragón Ensartado" por segunda vez desde que llegaron a la ciudad de Waterdeep. El lugar había cambiado poco. Llamarlo taberna era todo un elogio. Tugurio se adecuaba más a aquel lugar. Esa noche el sitio parecía bastante animado, sin duda gracias a las festividades que habían visto antes. Un denso humo se arremolinaba en el techo y parecía que en el local habitaba una neblina perenne de humo de tabaco, sudor y otras sustancias. Nadie se había molestado en abrir las ventanas, por lo que la mezcolanza de olores, alcohol, sudor, tabaco, algún vómito, casi hizo vomitar a Gowther. Guilbert, sin embargo, sintió nostalgia de sus años mozos y las veces que se saltaba las clases de antropología en la Academia. Sólo asistió a la primera, la que versaba sobre Halflings.
Apaleados, agotados y aún jadeando, los compañeros se dirigieron a la parte posterior del local, con la esperanza de encontrar un lugar tranquilo y privado. Pero si alguna vez habían conocido ese concepto en este tugurio hacia tiempo que lo habían olvidado. Además, el lugar estaba abarrotado. Un borracho se fijo en Helayna pero bastó una mirada de Ash, que gracias a la magia de Gowther no parecía recien salido de la mesa de un forense, para que se lo pensara dos veces. Pero el valiente guerrero sabía que no iban a tener tanta suerte toda la noche. Antes o después habría una pelea en aquella tasca y sería mejor no formar parte de ella.
- Bueno... - dijo Ethan tras empujar a un inconsciente semi-orco al suelo y conseguir así una mesa donde se apretujaron todos - al menos no estamos corriendo... -
Sus palabras fueron interrumpidas por el sonido de varias jarras de madera sobre la mesa. Un camarero imberbe y sudado estaba dejando una jarra para cada uno.
- Cerveza es lo único que queda y lo único que hay. Un cobre por cada una... - anuncia.
PbP Character: A few ;)
Con la urgencia de sentir que estaba en un momento peligroso siguió a Martin. Parecía que estaban A salvos, pero era cuestión de tiempo que localizasen la piedra por medios mágicos y estaban arrinconados. Debían darse prisa para acabar con aquella persecución. Parecía que todos sabían que la mejor forma de salir de aquel entuerto era teleportarse mediante el conjuro de Hela.
El desagradable interior del tugurio le produjo un sentimiento de seguridad, si alguna facción venía a por la piedra se formaría una trifulca que les retendría breves momentos. Más relajado Zevatur sonrió al posadero y alcanzó a su escuálida bolsa para sacar una moneda de oro.
- ¿Esta libre algún reservado? - Dijo mientras le mostraba la moneda de oro. - Si hay alguno lo queremos, si no tráenos la primera ronda y sigue trayendo hasta que se acabe el dinero. – Dijo dejando la moneda sobre la mesa y deslizándola hacia el Posadero.
- Esta vez invito yo, compañeros. – Anuncio mirando a los fatigados perseguidos.
Zevatur, Rolthos
El agobiado y sudoroso camarero aceptó la moneda de oro que le brindaba Zevatur.
-¿Reservado? ¿Crees que ahi reservados aquí? JAJAJAJAJA -
La carcajada le hizo derramar la última jarra de cerveza aguada que llevaba a la mesa. Pero no pareció importarle. Dejó la bandeja en la mesa y se quitó el mandil grasiento que llevaba.
- ¡Gracias por la propina! - dijo y antes de que ninguno de los compañeros pudiera reaccionar se largó, dejando el tugurio y el trabajo gracias a la generosidad de un confundido tiefling y de unos compañeros que veían que sus planes volvían a complicarse.
PbP Character: A few ;)
De alguna aquel camarero había intuido que el grupo de ocho individuos armados hasta los dientes no iba a salir detrás de él por unas monedas de plata, bien por lo fatigados y heridos que estaban o bien por el sentido de urgencia que seguramente emitían. O simplemente había tenido suerte en su inconsciente acto.
Zevatur le miró con rabia. Después de tantos tropiezos un gesto así hizo que visualizase en su cabeza como le lanzaba un rayo de fuego incinerador. En el fondo sabía que no era justo morir por unas monedas de plata y también que ni era el momento de atraer atención sobre ellos. Respiro una vez y se calmó.
- ¿Aun así, podríamos intentar la tele portación aquí si alguien le tira una invisibilidad a Hela mientras castea? ¿Qué pensáis?… ¿O nos vamos a fuera a un callejón a conjurar? ¿Alguien puede tirarle una invisibilidad? ¿Funcionaría?
Zevatur, Rolthos
Martin observó a su alrededor en el antro infecto en el que habían acabado, no creía recordarlo así, aunque últimamente sus memorias se mezclaban y reolvían en su cabeza como volutas de humo. Con un gesto de asco extremo miró la jarra de cerveza, y a pesar de no ser una persona especialmente escrupulosa, esta noche no se sentía con fuerzas de arrisgarse a coger cualquier enfermedad venérea sólo por usar una jarra que había sido reusada decenas de veces sin lavarse entre medias...
Sin tocar la bebida, el semielfo se echó las manos a la sien, automasajeándose mientras intentaba pensar totalmente agotado... ignorando la total falta de escrúpulos y educación del camarero, que apenas había abandonado su pubertad, y ya estaba pidiendo a gritos ser enviado de vuelta a la tumba.
- Si no es mucho tiempo, y con el ruído y el jolgorío que hay en aquí, ni se fijaran en una chica más haciendo gestos extraños, podría pasar por una danza o baile incluso... Lo que me preocupa es que el conflicto llegue aquí, porque nos terminen encontrando, puesto que morirían muchas personas ajenas a toda esta oscura trama por nuestra culpa...
El bastardo miró a la preocupada Helayna para que ésta le dijera los tiempos necesarios para su hechicería, y si sería posible ejecutarla aquí sin distracciones para ella.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Hela tomó asiento en la apretada mesa, ayudando a Ash a acomodarse lo mejor posible. Le acercó una jarra y tomó otra ella misma, dando un largo trago, intentando calmar la acuciante sed tras la interminable carrera. El amargor y el extraño sabor aguado le hizo arrugar la frente en un gesto de desagrado, pero bebió un poco más.
Escuchó el plan de Martin y miró preocupada a su alrededor ¿Como si bailara? Ella no había bailado jamás, era incapaz de imaginarse una escena similar. No le pareció una buena idea.
- No me parece un plan adecuado - dijo acercando medio cuerpo al centro de la mesa, comentando en un susurro - hay demasiada gente, no podemos arriesgarnos a que pierda la concentración o a que el inevitable fulgor del hechizo llame la atención de estas… personas - no encontró una palabra mejor para definir a la fauna allí reunida - ¿quizá un callejón cercano, alguna salida que se encuentre en la parte posterior de la taberna? - preguntó mirando al resto.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Morko tiro la cerveza al suelo para luego sacar su barrilete y rellenar su jarra y ofrecer a sus compañeros por si querían bebida de cercado y no orin de vete a saber q alimaña.
Dando un sorbo a su jarra dice:- No sé cómo de discreto sería que desaparecieramos todos de golpe de la posada. Por otro lado no creo que los drow quieran verse metidos en un ataque con tantos testigos, llamaría la atención y eso no les gusta-
- Creo que podemos descansar aquí unas horas y luego ver qué hacemos.-