—Estoy completamente de acuerdo —dijo con seriedad lacónica—. Godric, buen trabajo ¿estarán libres del maligno influjo cuando despierten? Si es así los llevaré al templo para que no sufran mal y podemos ir a ver Eliander, como dice Adriana. Y después de este desgraciado incidente, sugiero que aguardemos a la fecha señalada con el barco en nuestras cámaras. Quizá así evitemos más muertes innecesarias —suspiró con tristeza.
TocToc regresó al trote a donde estaban sus compañeros. La tensión del conflicto aún electrificaba el ambiente. El druida se marchaba, pero al hombre cuervo no le extraño demasiado y se limitó a decir unas breves palabras.
- La aberración se ha marchado, parece que algo desde el norte la llamaba... yo podría intentar seguir su rastro. Puede ser difícil, pero la magia me ayudaría. Quizás podríamos conseguir alguna pista siguiéndola... que pensáis.
Godric contempló la cara pálida del pobre desgraciado que había perecido bajo las feroces e inmisericordes garras del oso. Hizo un esfuerzo por escuchar a Toc-Toc cuando lo único que quería era gritarles a todos. Abrió y cerró los puños varias veces, intentando calmar la rabia que ardía en su pecho de forma súbita.
- Dudo que podamos enfrentarnos a ese ser Toc-Toc... aunque presiento que nos arrepentiremos de su presencia en Faerûn. - cerró los ojos y trató de clamarse. Miró a Adriana - En cualquier caso me alegro que esa... cosa te haya sido extirpada. Aunque lamento la muerte de Wellmar. - Tocó el brazo de Adriana - No podíamos saber que algo ocurriría, en mi experiencia es algo completamente inaudito... aunque mi palabra poca fuerza tendrá para las autoridades por favor recuerda mis palabras. Nada de esto es culpa tuya... nada... -
Luego detuvo a Leobald antes de que pudiera coger a uno de los inconscientes que habían escapado a la tranquilizadora luz de Lathander y se arrodilló para comprobar su estado.
- Espero que sí, al igual que el resto, de todas formas recomendaría que se les atara por si al despertar su mente sigue controlada. Todo esto es muy extraño... se recuperarán - sentencia una vez examinados - Llevémoslos dentro y vayamos a ver a Elliander. -
Las afectadas palabras del clérigo hicieron que TocToc se detuviese un momento. Ante la pérdida de vidas TocToc sentía una indiferencia aprendida tras largos años de presenciarla una y otra vez. Pero entendió que para sus compañeros no tenía por qué ser así. Sin embargo, el asunto de la monstruosa parición requería urgente intervención o la oportunidad de obtener información se podría desvanecer.
- No todos los conflictos han de revolverse con violencia, la información adicional puede ser útil para atacar desde otros ángulos. Si prefieres quedarte aquí atendiendo este desastre, me parece bien. Pero quizás alguno tenga a bien seguir conmigo las huellas e intentar averiguar algún dato adicional. – Dijo mirando al grupo, dejando claro que iría a seguir las huellas, con o sin ayudas.
-¿No crees que es demasiado peligroso? Ese ser... - un escalofrio recorrió el cuerpo de Godric. No le gustaba nada tener que decidir. Adriana y los demás le necesitaban para hablar con Elliander y arreglar aquel desastre, pero Toc-Toc no podía ir solo tras aquella.. .cosa... odiaba aquello. Odiaba aquella ciudad en la que todo parecía decidido a causar más angustia y dolor a los que moraban en ella.
Suspiró, trató de enfocar aquello como un triaje en pleno combate. Había heridos que no podían salvarse, como Mablung, y luego otros más o menos graves. Entre Leobald y Adriana podrían explicar lo ocurrido. Toc-toc no podía ir solo.
- Iré contigo Toc-Toc. No deberíamos ir solos a ningún sitio... -
Se volvió hacia Adriana y tomó sus manos.
- ¿Estarás bien? Recuerda que nada de esto es culpa tuya. Ninguno, ni siquiera Wellmar podía sospechar lo que iba a ocurrir... tú no lanzaste el hechizo que controló a esta pobre gente ni desde luego pediste a Mablung que tomara medidas tan drásticas. Supongo que el lado salvaje de sus formas animales le controla cuando asume su forma. No le excusa, pero en ningún caso es culpa tuya. - apretó las manos de la elfa con calidez - Pese a todo me alegro que tú estés mejor. Todo saldrá bien... - le dice intentando infundirle algo de ánimo.
Mientras cogía sus cosas para seguir al córvido compañero miró a Leobald.
- La próxima vez intenta no ser tan... expeditivo. Alguien con tu experiencia y sabiduría debería saber que la violencia sólo genera violencia. Si no llega a ser por Adriana supongo que Mablung habría acabado despedazándote o tú a él. - se encoge de hombros - desde mi punto de vista su ataque contra el desdichado carpintero está tan injustificado como el tuyo a él como represalia. Si queréis mataros el uno al otro adelante, pero al menos tened la decencia de no hacerlo utilizando a otras personas como excusa. -
Sin esperar más respuesta que un largo suspiro, Godric se da media vuelta y parte junto con Toc-Toc hacia los pantanos, pensando que quizá sea más estorbo que ayuda para el kenku pero decidido a no dejarle solo.
Leobald no contestó a Godric si no es con una mirada cansada hasta que hubo terminado.
—Mablung es un salvaje y un asesino. Creía que podría cambiar, pero no puedo quedarme sentado viendo como eviscera a un chiquillo hechizado habiendo otras opciones —negó lentamente—. La palabra tiene un gran poder, joven Godric, pero hay quien no quiere escuchar. Es lamentable que solo reste el acero. Cada cual debe ser responsable de sus actos. Si creéis que es un asunto personal os equivocáis, os trataría a vos de igual modo.
Suspiró y cargó con uno de los chicos inconscientes.
—TocToc, el informe a Eliander no será asunto de extenderse. No es buena idea separarse. Os alcanzaremos en cuanto demos fe de lo ocurrido aquí —buscó con la mirada la confirmación de Adriana—. La torre de Eliander y los suyos está casi de camino al pantano. Apila tres piedras de vez en cuando para que podamos seguiros o haz algún tipo de marca, no somos rastreadores.
Llevó el cuerpo al templo, donde lo colocó con cuidado en una de las camas.
- Y os equivocaríais de igual modo - apuntó Godric a Leobald sorprendido de que el caballero se hubiera dignado a contestarle - Seguís utilizando el tamiz de vuestros sentidos y valores para juzgar las acciones de todos por igual. En el mundo de Mablung no se aplican las mismas reglas que en el nuestro. No quiero decir que justifique lo ha hecho, al contrario, tan sólo que si queremos que aprenda cuales son nuestras normas debemos hacer un esfuerzo por ponernos en su lugar para encontrar la forma de expilcarlas desde su punto de vista. Su hogar fue arrasado y su familia aniquilada, y todo lo que ha recibido desde entonces es maltrato y violencia, como habéis hecho vos hoy. Eso sólo lo aleja más y más de nosotros y tan sólo crea desconfianza y resentimiento. Haríais bien ne meditar sobre esto y recapacitar sobre si el camino elegido es realmente el adecuado y el justo. -
Godric hablaba mientras recorrían el camino que discurría a la par hacia el pantano y la torre de Eliander.
- Dejaremos esas rocas para indicaros el camino - asintió al despedirse.
- Legislador, juez, testigo, jurado y verdugo. Todo en menos de un pestañeo. - Dijo observando al inclemente Leobald. Después miró a Godric y como agrio contrapunto añadió - Aparentemente Mablung acaba de asesinar a un inocente. ¿Cuantos muchachos muertos debemos esperar hasta que entienda?
Antes de partir se dirigió a Kahlion y a Goric… - El pantano puede ser muy peligroso es cierto… procuraremos no adentrarnos mucho. De cualquier forma, quizás fuese mejor que Khalion viniese conmigo y tu fueses a hablar con Eliander. El es mejor en actividades de… sigilo...
- ¿Cuantos más tendrán que morir hasta que comprendamos ? - responde Godric a la pregunta de Toc-Toc. - Lo que estoy intentado decir es que si se hubiera tratado de otra forma a Mablung desde el principio la muerte del carpintero podría haberse evitado. En lugar de eso continuamos respondiendo con violencia... ¿Cómo crees que reaccionara la próxima vez? ¿siendo clemente? ¿o no dejando a nadie vivo para que pueda... castigarle? - Godric niega con la cabeza.
- Iré con vosotros Toc-Toc. - se reafirma el clérigo - Es mejor que no esté... por aqui de momento - dice mirando de soslayo a Leobald.
La alta elfa clavó su mirada en Godric y el muchacho pudo observar el profundo pesar que se reflejaba en sus brillantes ojos azul cielo. Ninguna de sus palabras podían atenuar el peso que cargaba sobre sus hombros, la culpabilidad de todo lo que había sucedido, la muerte de Wellmar, el desenlace con los acólitos, la discusión entre Mablung y Leobald que podía haber acabado en tragedia y la absoluta certeza de que la maldición aún pesaba sobre ella.
Sabía que la intención del sacerdote era animarla, pero ahora, tras la adrenalina y el frenesí de los últimos acontecimientos, Adriana comenzaba a ser consciente de que todo había sido en balde. Bajó la mirada pensativa y acto seguido la dirigió hacia el norte, perdiéndose en la inmensidad de las densas nubes. Llevó sus manos al pecho y contestó a Godric, haciendo partícipe también al resto del grupo.
- No estoy bien, Godric - confesó con preocupación - sigo sintiendo algo malvado y profundo que se aferra con obstinación a mis entrañas. Nada de esto ha servido, ni el ritual, ni la muerte de Wellmar, para liberarme de este pesar. Mi decisión solo ha provocado la muerte de inocentes y la aparición de un ser aberrante que nos pone a todos en peligro. He de asumir mi responsabilidad y las consecuencias de mis actos -
Guardó silencio, inmersa en sus cavilaciones. Se llevó las manos a la sien, masajeando suavemente e intentando recordar, para volver a dirigirse al grupo, esta vez con más entereza.
- Id si lo deseáis y seguid su rastro, pero dejadme que os cuente algo... Antes del fatal desenlace del ritual, tuve varias visiones. Visiones de Wellmar, de oscuros secretos y pecados escondidos. Vi dos piedras, dos menhires que parecían ser de una cultura muy antigua, talladas de runas impías, situadas en una costa, o quizá en una isla ya abandonada… Dentro de los menhires algo se agitaba, pero no algo malvado y corrupto, si no algo puro y torturado… algo o alguien estaba allí atrapado y las piedras parecían ser su cárcel. Wellmar estaba ligado de algún modo a esas rocas, ¿quizá fue el artífice de tal prisión? y después…- arrugó la frente haciendo un esfuerzo - más imágenes, como un bombardeo de información inconexa… un cuerno fabricado en hueso, Wellmar ocultándolo… palizas a sus propios acólitos… - en este punto no pudo evitar lanzar una mirada de profunda compasión a los jóvenes que permanecían con ellos - y… con Adso… algo más, pero muy borroso y efímero… algo muy escondido e imperceptible que no puedo describir… - dirigió su mirada hacia el templo - debemos hablar con él, quizá pueda darnos más información. No obstante, es primordial reunirnos con Eliander cuanto antes; yo asumiré la responsabilidad de lo aquí acaecido ante él-
Adriana se mantuvo en silencio sin intervenir cuando la conversación se centró en la refriega entre Leobald y Mablung. Su sentimiento de culpabilidad le impedía si quiera dar una opinión. Lo único que le consolaba era el hecho de haber evitado un desenlace aún peor.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Mientras Godric replicaba y Adriana se explicaba, el cansado caballero recurrió una vez más a sus dones para ver si Adriana estaba en lo cierto. Tras la queda oración lo que percibió le hizo arrugar la nariz como si se hayase sometido a efluvios irrespirables. Entrecerrando los ojos, finalmente asintió a Adriana con pesar, aunque diríjase que su persona no era la fuente más notable de aquel malestar. Dirigió entonces una mirada de lástima a Godric y en menor medida a Khalion.
—La dama está en lo cierto, lamentablemente. Y sin embargo el mal que percibo en ti Godric es abrumador —se masajeó las sienes—. Debes buscar ayuda cuanto antes. Quizás ya sea tarde. Tened cuidado —dijo por fin a TocToc antes de sumirse en un lacónico silencio.
Cansado y abrumado, llevó al resto de jóvenes sumidos en la inconsciencia a lugar seguro antes de encaminarse a la Torre de Eliander.
- Si si.. ya dijiste eso en otra ocasión. Sin duda Godric es lo peor. Ya lo dijeron todos esos jueces y altos cargos de la Iglesia ¿Cierto? Por desgracia ahora no tenemos a mano ningún clérigo lo suficientemente poderoso como para levantar la maldición que pesa sobre el acólito caído... ¿Vas a disciplinarme también? Adelante...-
El arranque de ironía y rabia de Godric parecía fuera de lugar. Se yergue, desafiante, abriendo el pecho para que el caballero descargue un supuesto mandoble con su espada. Tras unos tensos segundos se apartó.
- Como he dicho es mejor si de momento cambio de aires... aunque sean los de un pantano. ¿Nos vamos o no Toc-Toc? -
Khalion había expresado todo lo necesario. La corona y sus banderizos siempre usaban la ley y la justicia que ellos mismos escribían, diferentes según el número de nombres o títulos que los precedían. Todos venían de oscuros agujeros y habían sido salvados por sus capacidades, no por bailar al son impuesto del caballero.
-Los carpinteros dijeron que solo afectó a aquellos fuera del templo.. Adso y su hermano deberían estar bien y los acólitos que allí lleveis..-les dijo a los demás, no muy seguro de abandonar la promesa dada la noche antes en el templo.- Toc toc tiene razón, de seguir sus huellas la discreción debe primar..-dijo mientras comenzaba a soltar correas de la corza marinera. -Guardadme esto, solo delataría nuestra presencia.
Percatándose de la mirada de descontento de Toc-Toc y de los gestos de Khalion a través de su enfado Godric por fin comprendió que su presencia no era ni requerida ni bienvenida para ir al pantano. Sin decir una palabra más se alejó del grupo quedándose solo con sus pensamientos.
A cada paso que se daba hacía el puesto vigía y lugar de trabajo de Eliander, la tensión entre los miembros que aún quedaban de la comitiva original, parecía subir en el ambiente, la fractura que amenazaba la unidad de los agentes de la corona se ampliaba, agrietando la confianza entre ellos, ganando la batalla que daría la victoría a los enemigos de Cormyr. Donde sus antecesores fracasaron teniendo un horrendo final a base de mutilaciones y muertes entre horribles estertores, ellos parecían seguir el mismo sendero, uno estrecho y que discurría justo al borde de un abismo sin fondo, de esos que ni siquiera devolvían la mirada.
Godric no llegó a acompañar a los demás los primeros minutos del camino, se había desvíado casi inmediatamente perdiéndose por los campos que rodeaban el exterior del cercano cementerio. Mablung estaba desaparecido desde el conflicto... así que sólo cuatro personas caminaban pesadamente por los caminos enbarrados hacía la torre, aunque otros dos de ellos no llegarían nunca a ascender la colina, puesto que sus pesquisas conducían a perseguir sigilosamente a una presa que claramente les superaba.
Al acercarse a su destino, todos pudieron observar varias ballestas de asedio que normalmente Saltmarsh usaba para defenderse de asaltos marinos, habían sido desplazadas muy cerca de la arboleda druidíca, apuntando hacia ésta... justo en la base sobre la colina de la torre Hoolwatch. Los enormes virotes de tamaño de troncos de árboles eran capaces de atravesar fácilmente cascos de barcos... o escamas de wyverns...
Tras despedirse de sus compañeros, Leobald y Adriana ascendieron el camino que conducía al puesto de guardia, no podían evitar sentir el peso de la desolación y la vulnerabilidad de un grupo enfrentado, disperso y sin rumbo sobre sus hombros. Quizás la crónica de una muerte anunciada...
Una vez en las puertas, la guardía reconoció los emblemas dorados asidos a sus antebrazos y se cuadraron ante ellos para proceder ceremonialmente a abrirles la puerta y acompañarles hasta su Capitán.
Adriana abandonó su estado meditabundo cuando la actitud irónica y desafiante de Godric tomó un cariz desproporcionado. Lanzó una mirada de desaprobación a TocToc y Khalion por haber rechazado de una manera tan poco delicada la compañía del joven. También sabía que invitarle a que se uniera a la visita de Eliander resultaría contraproducente. Entendía que necesitaba un tiempo a solas para calmarse, pero no iba a dejarle marchar si mostrarle su apoyo. Se acercó a él y le acarició el hombro suavemente.
- Godric, por favor, ten cuidado. Es de vital importancia que informemos a Eliander, pero en cuanto terminemos espero verte en la posada - le sonrió tiernamente, dejando de lado la profunda tristeza y preocupación que la embargaban, para mostrarle calidez - hablaremos con calma, las cosas mejorarán, estoy segura - apretó con cariño su hombro antes de dejarle partir.
El camino ladera arriba hasta llegar a la torre se caracterizó por un profundo silencio, roto solo cuando se despidió de TocToc y Khalion, pidiéndoles igualmente que tuvieran cuidado y no se expusieran a peligros innecesarios. Su cabeza era un hervidero de pensamientos, intentando reestructurar las secuencias de lo sucedido y repasando una y otra vez el discurso para el Capitán. Una vez a solas y antes de llegar a la puerta, Adriana miró a Leobald con seriedad y respiró profundo. Adoptando su pose erguida, con la cabeza alta y la mirada fija al frente, se adentró tras los muros del edificio.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
La explicación de Adriana arrojaba más luces al conflicto entre dioses de Wellmar, pero también hacía las sombras más densas. - Creo que este asunto de Welmar y el conflicto entre dioses no se acaba aquí. Si averiguamos algo en el pantano quizás arroje algo de luz a todo este asunto. – Dijo reflexionando por primera vez sobre la relevancia de su misión. Suspiró, quizás los riesgos superaban a la recompensa, pero ahora no iba a volverse atrás.
TocToc acompañó a los compañeros hasta que sus pasos empezaron a separarse. Respondió a la mirada de Adriana con una mirada rápida al pantano. Su misión requería de un sigilo que Godric no iba a ser capaz de tener. Pero tomando nota de su reproche y antes de partir se acercó a Godric y hablándole en voz un poco más alta de lo normal asegurándose de que todos le oían, le intentó reconfortar.
- No prefiero ir con Khalion porque considere que no eres de confianza. Lo hago porque el sigilo en esta ocasión es la única estrategia que podemos seguir. Te prefiero a salvo, te necesito sano. – Luego, tras una breve pausa, le miró a los ojos con firmeza, le puso su córvida mano en el hombro y se acercó a pocos centímetros añadiendo unas breves palabras en un quedo susurro. - Nos sobrevienen batallas imposibles. Y ganemos o perdamos, lucharemos juntos, te lo prometo.
En tan solo unos breves días el sentimiento de bandada con la mayoría de los miembros del grupo se hacía fuerte en TocToc. - Tendremos cuidado – Dijo reconfortando a Adriana y Leobald mientras se alejaba.
El día avanzaba, con las horas recorriendo su lento pero inexorable camino, siempre hacía delante... la incesante lluvia seguía cayendo empapando toda Saltmarsh, impregnándola con su húmedo aliento, y haciendo que sus habitantes, acostumrbados a su perenne presencia, apenas buscaran ya refugio bajo los bajo-techos de las castigadas edificaciones. Varias facciones proseguían incansables con sus impías agendas, escondidas bajo las diversas capas de la ciudad... fachadas tanto físicas como sociales... y mientras tanto, en los rincones más profundos y oscuros, algo mucho más abomibale e inhumano se retorcía, como un parásito cósmico, tomándose su venganza... y lentamente... todo comenzaba a encajar...
Mientras tanto, entre las neblinosas miasmas del pantano que abraza el norte de Saltmarsh, dos agentes, ignorando cualquier amago de autorpreservación, seguían a una presa que no era de este mundo... algo indescriptible que dañaba la misma existencia con su presencia, pero al final... la estrecha linea que suele definir quien es realmente la presa y quien el depredador parecía comenzar a difuminarse ... exponiendo a un peligro inimaginable a los "osados" exploradores... ¿Qué valor podría tener una información que quizás nunca fuera aprovechada?
En una torre vigía, la virtud y la inocencia combatían por mantener la cordura ante una autoridad no dispuesta a ceder ni un centímetro su posición. La aparente presunción de bienestar estaba a punto de ser desgarrada, como el vientre de un ciervo tras caer bajo una hambrienta manada de lobos. La esperanza destruída, daría paso a una oscuridad, que de nuevo, avanzaría un paso más, para en un futuro, terminar de envolverlo todo bajo su siniestro manto de desolación y frustración.
Los engañosos y bucólicos bosques cercanos, hogar y último reducto de la pureza natural, daban cobijo a una extraña reunión. Ésta ocurrío tras la realización de un ritual con ominosas revelaciones, tres figuras urdían futuros planes, algunos no tan "honorables" como otros... y ciertos pactos, como viejas y supurantes heridas, terminaban por irse cerrando... Soledad, pero también renaciomiento, se entrelazaban bajo la sombra de altos robles y mudos estanques.
Godric daba vueltas con la cuchara de madera al Guido que estaba cocinándose a fuego lento. Llevaba al menos un par de horas cocinando, siguiendo el preciado libro de recetas del difundo Lenkus. El metódico proceso de limpiar y cortar los ingredientes e ir preparándolo todo había servido para, por fin, calmar los ánimos del joven clérigo.
Dejó el estofado al fuego y fue hacia la sala común para preparar la mesa. El olor de la comida impregnaba la posada de un ambiente agradable. Casi como el hogar que había perdido. Esperaba que todos volvieran pronto. Había perdido la noción del tiempo en la cocina. Instintivamente miró hacia la ventana para ver la posición del sol y entonces su sangre se heló.
Los miembros de la guardia metían maniatada a una mujer en la prisión. Godric no le vio la cara pero reconocería aquel cabello color fuego en cualquier parte. Corrió hacia la puerta. Se detuvo a medio camino, girando su cuerpo y volvió a la cocina. Rápidamente apartó la marmita del fuego y lanzó el agua de un pequeño cubo al fuego, el cual se apagó siseando y levantando un humo gris que se elevó por la chimenea. Ahora si, y sin siquiera quitarse el delantal, Godric cruzó rápidamente la posada y se precipitó por la puerta principal. Su carrera se interrumpió bruscamente en el mismo dintel al darse de bruces contra alguien. Cayó hacia atrás y dio con su cuerpo en el suelo. Miró hacia quien ha is impedido que saliera y se encontró a un sorprendido Leobald quien, no había perdido el equilibrio, pero si se ha is visto obligado a retroceder un par de pasos frente al ímpetu del impacto involuntario con Godric.
Recuperándose del golpe y levantándose Godric dijo
- Ah… eres tú… tenemos que ir al cuartel. ¡Adriana está apresada! Estaba contigo - dice más recordándolo para si en voz alta que preguntándolo. ¿Qué ha pasado? -
Leobald, ayudó a Godric a ponerse en pie tras el encontronazo fortuito.
—Ha sido acusada de la muerte de Wellmar y permanecerá en prisión hasta el asunto del navío —respondió escueta y lacónicamente—. El capitán tiene un extraño concepto de la justicia, pero he podido ganar tiempo hasta el abordaje. Mablung también está en busca y captura. Ambos han perdido su estatus de agentes y vuelven a ser reos comunes. El resto de nosotros, está por ver.
El caballero conservaba esa mirada triste y lánguida, pero se adivinaba algo más bajo la pátina de estoicismo, quizá determinación.
—En cualquier caso, debemos alcanzar a TocToc y Khalion, cuentan con nosotros y pueden estar en problemas —dijo dispuesto a volver salir—. Si descubrimos qué es ese ser y qué trama quizá podamos defender a Adriana con argumentos renovados. Ahora mismo no podemos hacer más por ella ¿Vienes?
Leobald asintió a las palabras de Adriana.
—Estoy completamente de acuerdo —dijo con seriedad lacónica—. Godric, buen trabajo ¿estarán libres del maligno influjo cuando despierten? Si es así los llevaré al templo para que no sufran mal y podemos ir a ver Eliander, como dice Adriana. Y después de este desgraciado incidente, sugiero que aguardemos a la fecha señalada con el barco en nuestras cámaras. Quizá así evitemos más muertes innecesarias —suspiró con tristeza.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
TocToc regresó al trote a donde estaban sus compañeros. La tensión del conflicto aún electrificaba el ambiente. El druida se marchaba, pero al hombre cuervo no le extraño demasiado y se limitó a decir unas breves palabras.
- La aberración se ha marchado, parece que algo desde el norte la llamaba... yo podría intentar seguir su rastro. Puede ser difícil, pero la magia me ayudaría. Quizás podríamos conseguir alguna pista siguiéndola... que pensáis.
Zevatur, Rolthos
Godric contempló la cara pálida del pobre desgraciado que había perecido bajo las feroces e inmisericordes garras del oso. Hizo un esfuerzo por escuchar a Toc-Toc cuando lo único que quería era gritarles a todos. Abrió y cerró los puños varias veces, intentando calmar la rabia que ardía en su pecho de forma súbita.
- Dudo que podamos enfrentarnos a ese ser Toc-Toc... aunque presiento que nos arrepentiremos de su presencia en Faerûn. - cerró los ojos y trató de clamarse. Miró a Adriana - En cualquier caso me alegro que esa... cosa te haya sido extirpada. Aunque lamento la muerte de Wellmar. - Tocó el brazo de Adriana - No podíamos saber que algo ocurriría, en mi experiencia es algo completamente inaudito... aunque mi palabra poca fuerza tendrá para las autoridades por favor recuerda mis palabras. Nada de esto es culpa tuya... nada... -
Luego detuvo a Leobald antes de que pudiera coger a uno de los inconscientes que habían escapado a la tranquilizadora luz de Lathander y se arrodilló para comprobar su estado.
- Espero que sí, al igual que el resto, de todas formas recomendaría que se les atara por si al despertar su mente sigue controlada. Todo esto es muy extraño... se recuperarán - sentencia una vez examinados - Llevémoslos dentro y vayamos a ver a Elliander. -
PbP Character: A few ;)
Las afectadas palabras del clérigo hicieron que TocToc se detuviese un momento. Ante la pérdida de vidas TocToc sentía una indiferencia aprendida tras largos años de presenciarla una y otra vez. Pero entendió que para sus compañeros no tenía por qué ser así. Sin embargo, el asunto de la monstruosa parición requería urgente intervención o la oportunidad de obtener información se podría desvanecer.
- No todos los conflictos han de revolverse con violencia, la información adicional puede ser útil para atacar desde otros ángulos. Si prefieres quedarte aquí atendiendo este desastre, me parece bien. Pero quizás alguno tenga a bien seguir conmigo las huellas e intentar averiguar algún dato adicional. – Dijo mirando al grupo, dejando claro que iría a seguir las huellas, con o sin ayudas.
Zevatur, Rolthos
-¿No crees que es demasiado peligroso? Ese ser... - un escalofrio recorrió el cuerpo de Godric. No le gustaba nada tener que decidir. Adriana y los demás le necesitaban para hablar con Elliander y arreglar aquel desastre, pero Toc-Toc no podía ir solo tras aquella.. .cosa... odiaba aquello. Odiaba aquella ciudad en la que todo parecía decidido a causar más angustia y dolor a los que moraban en ella.
Suspiró, trató de enfocar aquello como un triaje en pleno combate. Había heridos que no podían salvarse, como Mablung, y luego otros más o menos graves. Entre Leobald y Adriana podrían explicar lo ocurrido. Toc-toc no podía ir solo.
- Iré contigo Toc-Toc. No deberíamos ir solos a ningún sitio... -
Se volvió hacia Adriana y tomó sus manos.
- ¿Estarás bien? Recuerda que nada de esto es culpa tuya. Ninguno, ni siquiera Wellmar podía sospechar lo que iba a ocurrir... tú no lanzaste el hechizo que controló a esta pobre gente ni desde luego pediste a Mablung que tomara medidas tan drásticas. Supongo que el lado salvaje de sus formas animales le controla cuando asume su forma. No le excusa, pero en ningún caso es culpa tuya. - apretó las manos de la elfa con calidez - Pese a todo me alegro que tú estés mejor. Todo saldrá bien... - le dice intentando infundirle algo de ánimo.
Mientras cogía sus cosas para seguir al córvido compañero miró a Leobald.
- La próxima vez intenta no ser tan... expeditivo. Alguien con tu experiencia y sabiduría debería saber que la violencia sólo genera violencia. Si no llega a ser por Adriana supongo que Mablung habría acabado despedazándote o tú a él. - se encoge de hombros - desde mi punto de vista su ataque contra el desdichado carpintero está tan injustificado como el tuyo a él como represalia. Si queréis mataros el uno al otro adelante, pero al menos tened la decencia de no hacerlo utilizando a otras personas como excusa. -
Sin esperar más respuesta que un largo suspiro, Godric se da media vuelta y parte junto con Toc-Toc hacia los pantanos, pensando que quizá sea más estorbo que ayuda para el kenku pero decidido a no dejarle solo.
PbP Character: A few ;)
Leobald no contestó a Godric si no es con una mirada cansada hasta que hubo terminado.
—Mablung es un salvaje y un asesino. Creía que podría cambiar, pero no puedo quedarme sentado viendo como eviscera a un chiquillo hechizado habiendo otras opciones —negó lentamente—. La palabra tiene un gran poder, joven Godric, pero hay quien no quiere escuchar. Es lamentable que solo reste el acero. Cada cual debe ser responsable de sus actos. Si creéis que es un asunto personal os equivocáis, os trataría a vos de igual modo.
Suspiró y cargó con uno de los chicos inconscientes.
—TocToc, el informe a Eliander no será asunto de extenderse. No es buena idea separarse. Os alcanzaremos en cuanto demos fe de lo ocurrido aquí —buscó con la mirada la confirmación de Adriana—. La torre de Eliander y los suyos está casi de camino al pantano. Apila tres piedras de vez en cuando para que podamos seguiros o haz algún tipo de marca, no somos rastreadores.
Llevó el cuerpo al templo, donde lo colocó con cuidado en una de las camas.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
- Y os equivocaríais de igual modo - apuntó Godric a Leobald sorprendido de que el caballero se hubiera dignado a contestarle - Seguís utilizando el tamiz de vuestros sentidos y valores para juzgar las acciones de todos por igual. En el mundo de Mablung no se aplican las mismas reglas que en el nuestro. No quiero decir que justifique lo ha hecho, al contrario, tan sólo que si queremos que aprenda cuales son nuestras normas debemos hacer un esfuerzo por ponernos en su lugar para encontrar la forma de expilcarlas desde su punto de vista. Su hogar fue arrasado y su familia aniquilada, y todo lo que ha recibido desde entonces es maltrato y violencia, como habéis hecho vos hoy. Eso sólo lo aleja más y más de nosotros y tan sólo crea desconfianza y resentimiento. Haríais bien ne meditar sobre esto y recapacitar sobre si el camino elegido es realmente el adecuado y el justo. -
Godric hablaba mientras recorrían el camino que discurría a la par hacia el pantano y la torre de Eliander.
- Dejaremos esas rocas para indicaros el camino - asintió al despedirse.
PbP Character: A few ;)
- Legislador, juez, testigo, jurado y verdugo. Todo en menos de un pestañeo. - Dijo observando al inclemente Leobald. Después miró a Godric y como agrio contrapunto añadió - Aparentemente Mablung acaba de asesinar a un inocente. ¿Cuantos muchachos muertos debemos esperar hasta que entienda?
Antes de partir se dirigió a Kahlion y a Goric… - El pantano puede ser muy peligroso es cierto… procuraremos no adentrarnos mucho. De cualquier forma, quizás fuese mejor que Khalion viniese conmigo y tu fueses a hablar con Eliander. El es mejor en actividades de… sigilo...
Zevatur, Rolthos
- ¿Cuantos más tendrán que morir hasta que comprendamos ? - responde Godric a la pregunta de Toc-Toc. - Lo que estoy intentado decir es que si se hubiera tratado de otra forma a Mablung desde el principio la muerte del carpintero podría haberse evitado. En lugar de eso continuamos respondiendo con violencia... ¿Cómo crees que reaccionara la próxima vez? ¿siendo clemente? ¿o no dejando a nadie vivo para que pueda... castigarle? - Godric niega con la cabeza.
- Iré con vosotros Toc-Toc. - se reafirma el clérigo - Es mejor que no esté... por aqui de momento - dice mirando de soslayo a Leobald.
PbP Character: A few ;)
La alta elfa clavó su mirada en Godric y el muchacho pudo observar el profundo pesar que se reflejaba en sus brillantes ojos azul cielo. Ninguna de sus palabras podían atenuar el peso que cargaba sobre sus hombros, la culpabilidad de todo lo que había sucedido, la muerte de Wellmar, el desenlace con los acólitos, la discusión entre Mablung y Leobald que podía haber acabado en tragedia y la absoluta certeza de que la maldición aún pesaba sobre ella.
Sabía que la intención del sacerdote era animarla, pero ahora, tras la adrenalina y el frenesí de los últimos acontecimientos, Adriana comenzaba a ser consciente de que todo había sido en balde. Bajó la mirada pensativa y acto seguido la dirigió hacia el norte, perdiéndose en la inmensidad de las densas nubes. Llevó sus manos al pecho y contestó a Godric, haciendo partícipe también al resto del grupo.
- No estoy bien, Godric - confesó con preocupación - sigo sintiendo algo malvado y profundo que se aferra con obstinación a mis entrañas. Nada de esto ha servido, ni el ritual, ni la muerte de Wellmar, para liberarme de este pesar. Mi decisión solo ha provocado la muerte de inocentes y la aparición de un ser aberrante que nos pone a todos en peligro. He de asumir mi responsabilidad y las consecuencias de mis actos -
Guardó silencio, inmersa en sus cavilaciones. Se llevó las manos a la sien, masajeando suavemente e intentando recordar, para volver a dirigirse al grupo, esta vez con más entereza.
- Id si lo deseáis y seguid su rastro, pero dejadme que os cuente algo... Antes del fatal desenlace del ritual, tuve varias visiones. Visiones de Wellmar, de oscuros secretos y pecados escondidos. Vi dos piedras, dos menhires que parecían ser de una cultura muy antigua, talladas de runas impías, situadas en una costa, o quizá en una isla ya abandonada… Dentro de los menhires algo se agitaba, pero no algo malvado y corrupto, si no algo puro y torturado… algo o alguien estaba allí atrapado y las piedras parecían ser su cárcel. Wellmar estaba ligado de algún modo a esas rocas, ¿quizá fue el artífice de tal prisión? y después… - arrugó la frente haciendo un esfuerzo - más imágenes, como un bombardeo de información inconexa… un cuerno fabricado en hueso, Wellmar ocultándolo… palizas a sus propios acólitos… - en este punto no pudo evitar lanzar una mirada de profunda compasión a los jóvenes que permanecían con ellos - y… con Adso… algo más, pero muy borroso y efímero… algo muy escondido e imperceptible que no puedo describir… - dirigió su mirada hacia el templo - debemos hablar con él, quizá pueda darnos más información. No obstante, es primordial reunirnos con Eliander cuanto antes; yo asumiré la responsabilidad de lo aquí acaecido ante él -
Adriana se mantuvo en silencio sin intervenir cuando la conversación se centró en la refriega entre Leobald y Mablung. Su sentimiento de culpabilidad le impedía si quiera dar una opinión. Lo único que le consolaba era el hecho de haber evitado un desenlace aún peor.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Mientras Godric replicaba y Adriana se explicaba, el cansado caballero recurrió una vez más a sus dones para ver si Adriana estaba en lo cierto. Tras la queda oración lo que percibió le hizo arrugar la nariz como si se hayase sometido a efluvios irrespirables. Entrecerrando los ojos, finalmente asintió a Adriana con pesar, aunque diríjase que su persona no era la fuente más notable de aquel malestar. Dirigió entonces una mirada de lástima a Godric y en menor medida a Khalion.
—La dama está en lo cierto, lamentablemente. Y sin embargo el mal que percibo en ti Godric es abrumador —se masajeó las sienes—. Debes buscar ayuda cuanto antes. Quizás ya sea tarde. Tened cuidado —dijo por fin a TocToc antes de sumirse en un lacónico silencio.
Cansado y abrumado, llevó al resto de jóvenes sumidos en la inconsciencia a lugar seguro antes de encaminarse a la Torre de Eliander.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Godric resopló.
- Si si.. ya dijiste eso en otra ocasión. Sin duda Godric es lo peor. Ya lo dijeron todos esos jueces y altos cargos de la Iglesia ¿Cierto? Por desgracia ahora no tenemos a mano ningún clérigo lo suficientemente poderoso como para levantar la maldición que pesa sobre el acólito caído... ¿Vas a disciplinarme también? Adelante...-
El arranque de ironía y rabia de Godric parecía fuera de lugar. Se yergue, desafiante, abriendo el pecho para que el caballero descargue un supuesto mandoble con su espada. Tras unos tensos segundos se apartó.
- Como he dicho es mejor si de momento cambio de aires... aunque sean los de un pantano. ¿Nos vamos o no Toc-Toc? -
PbP Character: A few ;)
Khalion había expresado todo lo necesario. La corona y sus banderizos siempre usaban la ley y la justicia que ellos mismos escribían, diferentes según el número de nombres o títulos que los precedían. Todos venían de oscuros agujeros y habían sido salvados por sus capacidades, no por bailar al son impuesto del caballero.
-Los carpinteros dijeron que solo afectó a aquellos fuera del templo.. Adso y su hermano deberían estar bien y los acólitos que allí lleveis..-les dijo a los demás, no muy seguro de abandonar la promesa dada la noche antes en el templo.- Toc toc tiene razón, de seguir sus huellas la discreción debe primar..- dijo mientras comenzaba a soltar correas de la corza marinera. -Guardadme esto, solo delataría nuestra presencia.
Percatándose de la mirada de descontento de Toc-Toc y de los gestos de Khalion a través de su enfado Godric por fin comprendió que su presencia no era ni requerida ni bienvenida para ir al pantano.
Sin decir una palabra más se alejó del grupo quedándose solo con sus pensamientos.
PbP Character: A few ;)
A cada paso que se daba hacía el puesto vigía y lugar de trabajo de Eliander, la tensión entre los miembros que aún quedaban de la comitiva original, parecía subir en el ambiente, la fractura que amenazaba la unidad de los agentes de la corona se ampliaba, agrietando la confianza entre ellos, ganando la batalla que daría la victoría a los enemigos de Cormyr. Donde sus antecesores fracasaron teniendo un horrendo final a base de mutilaciones y muertes entre horribles estertores, ellos parecían seguir el mismo sendero, uno estrecho y que discurría justo al borde de un abismo sin fondo, de esos que ni siquiera devolvían la mirada.
Godric no llegó a acompañar a los demás los primeros minutos del camino, se había desvíado casi inmediatamente perdiéndose por los campos que rodeaban el exterior del cercano cementerio. Mablung estaba desaparecido desde el conflicto... así que sólo cuatro personas caminaban pesadamente por los caminos enbarrados hacía la torre, aunque otros dos de ellos no llegarían nunca a ascender la colina, puesto que sus pesquisas conducían a perseguir sigilosamente a una presa que claramente les superaba.
Al acercarse a su destino, todos pudieron observar varias ballestas de asedio que normalmente Saltmarsh usaba para defenderse de asaltos marinos, habían sido desplazadas muy cerca de la arboleda druidíca, apuntando hacia ésta... justo en la base sobre la colina de la torre Hoolwatch. Los enormes virotes de tamaño de troncos de árboles eran capaces de atravesar fácilmente cascos de barcos... o escamas de wyverns...
Tras despedirse de sus compañeros, Leobald y Adriana ascendieron el camino que conducía al puesto de guardia, no podían evitar sentir el peso de la desolación y la vulnerabilidad de un grupo enfrentado, disperso y sin rumbo sobre sus hombros. Quizás la crónica de una muerte anunciada...
Una vez en las puertas, la guardía reconoció los emblemas dorados asidos a sus antebrazos y se cuadraron ante ellos para proceder ceremonialmente a abrirles la puerta y acompañarles hasta su Capitán.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Adriana abandonó su estado meditabundo cuando la actitud irónica y desafiante de Godric tomó un cariz desproporcionado. Lanzó una mirada de desaprobación a TocToc y Khalion por haber rechazado de una manera tan poco delicada la compañía del joven. También sabía que invitarle a que se uniera a la visita de Eliander resultaría contraproducente. Entendía que necesitaba un tiempo a solas para calmarse, pero no iba a dejarle marchar si mostrarle su apoyo. Se acercó a él y le acarició el hombro suavemente.
- Godric, por favor, ten cuidado. Es de vital importancia que informemos a Eliander, pero en cuanto terminemos espero verte en la posada - le sonrió tiernamente, dejando de lado la profunda tristeza y preocupación que la embargaban, para mostrarle calidez - hablaremos con calma, las cosas mejorarán, estoy segura - apretó con cariño su hombro antes de dejarle partir.
El camino ladera arriba hasta llegar a la torre se caracterizó por un profundo silencio, roto solo cuando se despidió de TocToc y Khalion, pidiéndoles igualmente que tuvieran cuidado y no se expusieran a peligros innecesarios. Su cabeza era un hervidero de pensamientos, intentando reestructurar las secuencias de lo sucedido y repasando una y otra vez el discurso para el Capitán. Una vez a solas y antes de llegar a la puerta, Adriana miró a Leobald con seriedad y respiró profundo. Adoptando su pose erguida, con la cabeza alta y la mirada fija al frente, se adentró tras los muros del edificio.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
La explicación de Adriana arrojaba más luces al conflicto entre dioses de Wellmar, pero también hacía las sombras más densas. - Creo que este asunto de Welmar y el conflicto entre dioses no se acaba aquí. Si averiguamos algo en el pantano quizás arroje algo de luz a todo este asunto. – Dijo reflexionando por primera vez sobre la relevancia de su misión. Suspiró, quizás los riesgos superaban a la recompensa, pero ahora no iba a volverse atrás.
TocToc acompañó a los compañeros hasta que sus pasos empezaron a separarse. Respondió a la mirada de Adriana con una mirada rápida al pantano. Su misión requería de un sigilo que Godric no iba a ser capaz de tener. Pero tomando nota de su reproche y antes de partir se acercó a Godric y hablándole en voz un poco más alta de lo normal asegurándose de que todos le oían, le intentó reconfortar.
- No prefiero ir con Khalion porque considere que no eres de confianza. Lo hago porque el sigilo en esta ocasión es la única estrategia que podemos seguir. Te prefiero a salvo, te necesito sano. – Luego, tras una breve pausa, le miró a los ojos con firmeza, le puso su córvida mano en el hombro y se acercó a pocos centímetros añadiendo unas breves palabras en un quedo susurro. - Nos sobrevienen batallas imposibles. Y ganemos o perdamos, lucharemos juntos, te lo prometo.
En tan solo unos breves días el sentimiento de bandada con la mayoría de los miembros del grupo se hacía fuerte en TocToc. - Tendremos cuidado – Dijo reconfortando a Adriana y Leobald mientras se alejaba.
Zevatur, Rolthos
El día avanzaba, con las horas recorriendo su lento pero inexorable camino, siempre hacía delante... la incesante lluvia seguía cayendo empapando toda Saltmarsh, impregnándola con su húmedo aliento, y haciendo que sus habitantes, acostumrbados a su perenne presencia, apenas buscaran ya refugio bajo los bajo-techos de las castigadas edificaciones. Varias facciones proseguían incansables con sus impías agendas, escondidas bajo las diversas capas de la ciudad... fachadas tanto físicas como sociales... y mientras tanto, en los rincones más profundos y oscuros, algo mucho más abomibale e inhumano se retorcía, como un parásito cósmico, tomándose su venganza... y lentamente... todo comenzaba a encajar...
Mientras tanto, entre las neblinosas miasmas del pantano que abraza el norte de Saltmarsh, dos agentes, ignorando cualquier amago de autorpreservación, seguían a una presa que no era de este mundo... algo indescriptible que dañaba la misma existencia con su presencia, pero al final... la estrecha linea que suele definir quien es realmente la presa y quien el depredador parecía comenzar a difuminarse ... exponiendo a un peligro inimaginable a los "osados" exploradores... ¿Qué valor podría tener una información que quizás nunca fuera aprovechada?
En una torre vigía, la virtud y la inocencia combatían por mantener la cordura ante una autoridad no dispuesta a ceder ni un centímetro su posición. La aparente presunción de bienestar estaba a punto de ser desgarrada, como el vientre de un ciervo tras caer bajo una hambrienta manada de lobos. La esperanza destruída, daría paso a una oscuridad, que de nuevo, avanzaría un paso más, para en un futuro, terminar de envolverlo todo bajo su siniestro manto de desolación y frustración.
Los engañosos y bucólicos bosques cercanos, hogar y último reducto de la pureza natural, daban cobijo a una extraña reunión. Ésta ocurrío tras la realización de un ritual con ominosas revelaciones, tres figuras urdían futuros planes, algunos no tan "honorables" como otros... y ciertos pactos, como viejas y supurantes heridas, terminaban por irse cerrando... Soledad, pero también renaciomiento, se entrelazaban bajo la sombra de altos robles y mudos estanques.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Godric daba vueltas con la cuchara de madera al Guido que estaba cocinándose a fuego lento. Llevaba al menos un par de horas cocinando, siguiendo el preciado libro de recetas del difundo Lenkus.
El metódico proceso de limpiar y cortar los ingredientes e ir preparándolo todo había servido para, por fin, calmar los ánimos del joven clérigo.
Dejó el estofado al fuego y fue hacia la sala común para preparar la mesa. El olor de la comida impregnaba la posada de un ambiente agradable. Casi como el hogar que había perdido. Esperaba que todos volvieran pronto. Había perdido la noción del tiempo en la cocina. Instintivamente miró hacia la ventana para ver la posición del sol y entonces su sangre se heló.
Los miembros de la guardia metían maniatada a una mujer en la prisión. Godric no le vio la cara pero reconocería aquel cabello color fuego en cualquier parte.
Corrió hacia la puerta. Se detuvo a medio camino, girando su cuerpo y volvió a la cocina.
Rápidamente apartó la marmita del fuego y lanzó el agua de un pequeño cubo al fuego, el cual se apagó siseando y levantando un humo gris que se elevó por la chimenea. Ahora si, y sin siquiera quitarse el delantal, Godric cruzó rápidamente la posada y se precipitó por la puerta principal.
Su carrera se interrumpió bruscamente en el mismo dintel al darse de bruces contra alguien.
Cayó hacia atrás y dio con su cuerpo en el suelo.
Miró hacia quien ha is impedido que saliera y se encontró a un sorprendido Leobald quien, no había perdido el equilibrio, pero si se ha is visto obligado a retroceder un par de pasos frente al ímpetu del impacto involuntario con Godric.
Recuperándose del golpe y levantándose Godric dijo
- Ah… eres tú… tenemos que ir al cuartel. ¡Adriana está apresada! Estaba contigo - dice más recordándolo para si en voz alta que preguntándolo. ¿Qué ha pasado? -
PbP Character: A few ;)
Leobald, ayudó a Godric a ponerse en pie tras el encontronazo fortuito.
—Ha sido acusada de la muerte de Wellmar y permanecerá en prisión hasta el asunto del navío —respondió escueta y lacónicamente—. El capitán tiene un extraño concepto de la justicia, pero he podido ganar tiempo hasta el abordaje. Mablung también está en busca y captura. Ambos han perdido su estatus de agentes y vuelven a ser reos comunes. El resto de nosotros, está por ver.
El caballero conservaba esa mirada triste y lánguida, pero se adivinaba algo más bajo la pátina de estoicismo, quizá determinación.
—En cualquier caso, debemos alcanzar a TocToc y Khalion, cuentan con nosotros y pueden estar en problemas —dijo dispuesto a volver salir—. Si descubrimos qué es ese ser y qué trama quizá podamos defender a Adriana con argumentos renovados. Ahora mismo no podemos hacer más por ella ¿Vienes?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
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