El hombre cuervo ladeó la cabeza, dejando caerla sin energía, con un sentimiento de decepción. El asesino no había intervenido en toda la pelea y ahora azuzaba la bestia alada contra la bandada. Posiblemente no era intencional, pero la actuación Khalion parecía tan galimatías como su ininteligible habla.
Ahora daba igual… Sintiendo algo de lastima por la criatura que posiblemente solo seguía ordenes o estaba vinculada por aquel medallón le lanzó un virote con certera precisión. El sonido de la madera penetrando la carne resonó acusadoramente en su conciencia.
Quizás aquel medallón pudiese ser la clave para salvarle la vida. Posiblemente era ya tarde…
Tras aguantar los impactos de las puas sobre el escudo espero hasta que la bestia rugió a su lado. Entonces abriendo su ferrea guardia adelantó su acero en una estocada que había estado reservando para el enemigo a batir.
Aquella bestia les había hecho sangrar y merecía un castigo, pero ¿era lealtad aquello que estaba presenciando? El monstruo podía haber abandonado a su amo, ahora que todos yacían inmóviles en el suelo, y sin embargo aquella bestia le era leal. ¿No era aquello un acto de nobleza?
Con rugido Mablung cargó contra la quimera, si la bestia quería pelea la tendría. El mordisco fallo a causa del ímpetu y las renovadas energías que le confería la furia, pero las garras impactaron dejando una herida profunda en el costado de la bestia.
Godric sintió que las fuerzas volvían a sus piernas y se alejó de aquel fatídico foso para poder luchar mejor contra aquella bestia con sus aliados.
Mientras lo hacia miró a nadie y le agradeció con un asentimiento de la cabeza el haber acabado con aquel que le impedía moverse. Un leve halo de trémula luz dorada cerró parcialmente una de las heridas sufridas por el bugbear. No del todo, pero la menos no sangraba tanto.
Intentó golpear con su nueva maza a la enorme mantícora en el costado. Esperando que huyera al recibir tanto daño y no tener que acabar con su vida.
La bestia se dispuso a enfrentarse al enorme oso que intentaba acabar con su vida, aunque no tuvo el éxito suficiente para mantenerla, ... las garras de aquel animal enfurecido arrancaron parte de sus costado, con costillas incluidas, dejando en su lugar una mortal herida donde todos sus órganos internos colapsaban. Mientras Godric se acercaba para intentar rematar a la bestia de frondosa melena y afiladas escarpias en su cola, la manticore dio un par de traspiés antes de caer inerte sobre la persona que intentaba defender... aplastándola en el proceso con su pesado cuerpo.
Mientras tanto, en el lejano linde oeste de las ruinas, justo donde la maleza comenzaba a cobrar fuerza de nuevo, la extraña figura encapuchada de labios cosidos, embutida en la toga monacal más sucia que habían presenciado los agentes en su vida, comenzó a acercarse a ellos caminando sin demasiada prisa, no parecía tenerles miedo, a pesar de lo que acababa de presenciar, la demostración de letal fuerza de los enviados de Ghostfinger no parecía causarle el más mínimo temor, lo que a su vez, le confería a ese misterioso personaje un aura aún más inquietante si eso era posible.
Su mirada profunda, sumergida en aquellos ojos hundidos en un cráneo que mostraba verdadera desnutrición, parecía más fija en el sacerdote que en los demás, y sus pasos parecían dirigirse hacia él, a pesar de que Khalion estaba a medio camino, y posicionado mucho más cerca de él que los demás.
Nadie, algo repuesto de sus heridas, no dudo en colocarse cerca del joven sanador, por si era necesaria su intervención.
Nock contempló como la majestuosa y voladora bestia era descuartizada sin piedad. Sintió pena y remordimiento por su contribución a su perdición.
Decidió darse un momento de respiro y honrar su muerte. Así, ignorando la amenaza que suponía la parsimoniosa figura que se acercaba al grupo, se dirigió hacia el cadáver con el colgante de la cabeza de mantícora y recogiéndolo se la guardó como nostálgico recuerdo. La cadena quedó colgando en uno de los bolsillos del antiguo abrigo de muchos bolsillos de de Sambalet y con un movimiento rápido la metió por completo en el interior.
- Que buscas, encapuchado? - Le interpeló con un sonoro graznido.
Leobald suspiró mientras dedicaba un mirada triste a la noble bestia y al joven inconsciente. En cuanto el monje mudo se reveló como la siguiente amenaza, levantó de nuevo la guardia con resignación y se interpuso entre el extraño y el joven Godric. El metal de armadura volvió a crujir trabajosamente, perezosamente.
El caballero espero pacientemente a que se explicase. Esperaba sinceramente no tener que librar más combates, ya se había vertido demasiada sangre sobre el lodo, pero quedaba claro que no permitiría paso franco hasta Godric. Se lo merciera o no.
La primera reacción de Godric fue intentar sacar al desdichado gemelo de debajo del cuerpo que la bestia habia caido encima, pero al percatarse que el extraño e inquitante monje se acercaba a él se levantó y, aunque adopto una posicion cautelosa le preguntó.
- Buen monje, bienhallado. ¿Podemos ayudaros con algo? ¿Erais acaso un prisionero de los cazarrecompensas? -
Intentó ver alguna marca, señal u objeto que le indentificara con alguna orden clerical de los Reinos.
(Tirada en el log 14. 18 religion o 17 percepcion si hace falta)
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Según el pordiosero monje se acercaba, al ver la lógica reacción defensiva del resto de seres que aún quedaban con vida tras la masacre... éste alzó las manos, con las palmas abiertas hacia ellos, en señal quizás de paz, o de conjurar algún hechizo devastador sin componente vocal. Decantándose por la primera opción como la que pudiera tener más sentido, se le permitió aproximarse con cautela. El sucio desconocido se aproximó con lentos pasos a Leobald, que cubría frontalmente a Godric, mientras Nadie le flanqueaba para bloquear cualquier sorpresa por el costado.
Con cuidado, y lentamente, se introdujo las manos por debajo de su raído hábito, extrayendo un medallón que colgaba de su cuello, oculto hasta ahora. El símbolo de Lathander, el Dios del renacimiento y el amanecer, brilló en tonos dorados bajo la tenue luz que traspasaba las nubes del mediodía... puesto que curiosamente, ese símbolo religioso parecía ser lo único limpio e impoluto que portaba el extraño y demacrado hermitaño. Sin embargo, Godric pudo percibir que el símbolo, aunque perfectamente representativo, parecía una versión muy antigua, usado hace centenares de años, cuando la figura de su actual Dios y Amanautor, eran aún algo difusas, y lo segundo era considerado herejía.
Un susurro afloró de los labios del monje, casi imperceptible, puesto que al parecer, las costuras ennegrecidas que parecían sellar su boca, eran capaces de ceder levemente para emitir algunos sonidos, aunque este acto tensaba los gruesos hilos y debería causarle un intenso dolor al intentar comunicarse.
- hermano... vuestra visita... es ... incalculablemente oportuna ... por favor ... os ruego que me ayudéis a recuperar el cadáver de mi otro hermano... el del foso, para poder darle santo sepulcro... y acompañadme a las ruinas del templo... no lejos de aquí ... donde puedo concederos cobijo... y quizás algo que buscáis ... a parte de fe y bondad...
El extraño sacerdote, al parecer, afín a Godric, señaló al zombi que yacía medio despedazado en el fondo del agujero repleto de afiladas escarpias... y que curiosamente, compartían el estilo del hábito y vestimentas, aunque en el caso del desdichado ex-muerto viviente, sus ropajes parecían aún más raídos y tumefactos, si es que eso era posible.
Mientras la conversación se mantenía, y todos parecían pendientes del extraño y retorcido sacerdote, un pesado ruido sonó tras ellos, como si una gran mole cayera a peso desde una gran altura... tras el estruendo, y que todos giraran la cabeza, la dantesca escena que se mostraba ante sus ojos parecía carecer de sentido.
Mablung parecía haberse acercado demasiado al foso de escarpias en su ágil forma de oso, y de algún modo había resbalado con un mal traspié cayendo en su interior, ... arrastrando en su caída con sus garras al pesado cuerpo de la manticora y al joven noble que ésta aplastaba con su peso... La mezcolanza de cuerpos atravesados por las afiladas estacas, muerte, sangre y torpeza por igual sorprendió al monje... que comenzó a pensarse si había pedido ayuda al grupo adecuado.
El joven noble archienemigo de Godric ha muerto entre horribles estertores... entre la caída, el aplastamiento y ser atravesado por medida docena de escarpias... y Mablung se lleva: 17 de daño a su forma de oso...
Al ver el simbolo de su dios, el confiado clérigo terminó de bajar sus armas.
- Hermano! por supuesto que le ayudaremos - su instinto de curandero comenzó a tomar el control - ¿Pero qué os ha ocurrido? ¿Fueron esos cazarrecompensas? Lo lamento tanto... Creo que pued... -fue entonces cuando el estrépito a su espalda le hizo girarse y ver con horror como Mablung caía y precipitaba a su fatal destino al noble convertido en cazarrecompensas. Se quedó atónito por un segundo... las implicaciones pasaron por su cabeza ráidamente, pero enseguida se arrodilló al borde del foso.
Nock alzó la cabeza al oír al druida arrojarse al foso junto con la manticora y el inconsciente clérigo. Escuchó con alivio la respiración dolorida del druida y con tristeza la exaltación final del joven. Prefirió no hacer comentarios al respecto y se acercó silencioso al grupo, dejando que el clérigo llevase el peso de aquella conversación. De como habi a quedado la manticora el joven, Mablung, y el cuerpo del monje, prefirió no enterarse.
Mientras el oso pardo que era Mablung echó una furibunda mirada a un sorprendido Godric que se asomaba al precipicio donde él se encontraba, éste observó como el inquietante sacerdote, que ahora portaba el símbolo sagrado de Lathander, resplandeciente y pulido sobre sus sucias togas, se acercaba también justo al borde de la sima, un paso detrás del agente porque el los cazarrecompensas habían perdido su vida. El druida pudo observar por unos segundos, como la mirada del misterioso miembro de la iglesia del Dios del Amanecer se volvía turbia, y parecía perder la razón justo mirando la nuca de su compañero... su mano izquierda comenzó a elevarse lentamente, y acercarse a la espalda del confiado Godric, pero en el último momento, Nadie y Leobald entraron en escena intentando ayudar al oso a salir de allí, y ese acto pareció hacer recuperar la cordura de ese hombre... retirando la mano y su mirada de loco del único amigo de Ostor que quedaba... Al parecer sólo Mablung parecía haberse percibido de eso...
Sin demorarse más, el oso recuperó parte de su verticalidad a pesar de sus graves heridas, y agarró con sus fauces los restos del zombie que anteriormente había sido miembro de la misma orden que el sacerdote de los labios cosidos... el sabor a carne muerta y podrida no pareció importarle demasiado, y elevándose sobre sus dos patas traseras, clavó sus zarpas en la terrosa y húmeda pared e intentó impulsarse con toda su fuerza.
Una vez fuera, el hombre pareció satisfecho y les hizo a todos una señal para que les siguieran, mostrando total y absoluto desinterés por el resto de cadáveres que salpicaban la campiña cercana... girándose comenzó a andar hacía el sureste, justamente en la misma dirección en la que Khalion le había visto por primera vez observándoles en la distancia.
Antes de partir detrás del hombre de la macabra boca cosida Nock se asomó al foso, echando un último vistazo sombrío a la fosa. Después miró al enemigo de cadáver del vengativo joven. Considero la situación un momento, no era de su incumbencia, pero quizás Godric entre tantos acontecimientos que requerían de su atención se olvidaba de asuntos que más tarde le reconcomerian.
- ¿Vas a dejar aquí, en un pantano ignoto, el cadáver de ese joven… de errada conducta, Godric? -
Mabung estaba enfadado, sobre todo condigo mismo por su torpeza, pero al menos así parecía un accidente y se ahorraba tener que dar explicaciones al resto del grupo, seguro que el paladín hubiese dejado vivo al noble. Pero no hay mal que por bien no venga penso pasados los primeros momentos y tras escuchar la conversación con el extraño monje, busco los restos del zombi y el cuerpo del noble y los saco del foso.
Una vez fuera le dedico un gruñido de advertencia al extraño clérigo para luego transformarse de nuevo en elfo. Al escuchar a Nock se agacho y mientras registraba al noble decía:- Por mi puede pudrirse en los pantanos, pero deberíamos cortarle la cabeza para que no se levante como un zombi...deberíamos cortársela a todos- . Una vez acabado de registrar el cuerpo del noble y mientras el resto decidía que hacer con los cuerpos se acerco a Godric y le comento en voz baja:- ¿Y como es que un clérigo del seños de la mañana permite que su hermano se alce como zombi? Algo no me cuadra con el monje, quizás nuestro pequeño amigo pueda tenerlo vigilado.-
Tras lo cual se apartó y se puso a atender sus heridas.
Godric ayudó a Mablung a sacar del pozo los cuerpos, y trató de tirar del enorme oso, aunque más que ayudar tan sólo tiró un poco del pelaje del transformado druida.
Después atendió las heridas de sus compañeros en silencio y lanzando miradas de soslayo a los cuerpos de los dos nobles caídos.
Ante las palabras de Nock Godric se arrodilló junto al cuerpo de los hermanos y le cerró los ojos a uno de ellos.
- Nunca fue mi intención, pero no he traido más que desgracia a esta familia -
Por un momento Godric cogió el diamante que guardaba en su zurrón para emergencias. Quizá podría intentar rezar a Lathander para que guiara con su luz de vuelta el alma de uno de ellos. Pero ¿ a quién elegiria? ¿Viendo que ha sanado a uno y no al otro, el superviviente sólo le odiaria aún más y seguiría siendo un peligro, y no sólo para él. Godric miró a sus compañeros, deteniéndose en la hermosa elfa de pelo rojizo. No, por mucho que le costase no podía malgastar aquel precioso recurso en uno de los gemelos. Debía guardarlo para su propósito original. Salvar a uno de sus amigos en caso de necesidad. Además, los gemelos habían elegido. Podían haber aceptado su encarcelamiento, su injusta sentencia y haber vivido una vida plena y libre de sentimientos como la venganza o el odio. Podían, no, deberían haberle creido y todo aquello nunca hubiera ocurrido. En realidad Godric había salvado a todos aquella terrible noche. Y lo había perdido todo en el proceso. Si ellos habían elegido aquel camino... sólo podía rezar a Lathander para que guiara sus almas al Elíseo. Y asi hizo.
- Deberíamos darles sepultura si. A todos. Quizá lo mejor sería hacer una pira funeraria. Más rápido y nos aseguramos que no puedan volver como zombies. Aqui todo esta muy húmedo pero con la ayuda de Lathander creo que puedo prender la madera. ¿Me ayudais a preparalo? - dice al resto.
Asintió en silencio a las palabras de Mablung mientras este le comunicaba sus inquietudes sobre el extraño clérigo al tratar sus heridas. Unos minutos después, mientras recogía algo de madera para la pira le pidió a Ostor que permaneciera invisible y vigilara al monje.
Al tratar las heridas de Nadie elogió y agradeció su fuerza y destreza en el combate.
Al clérigo le dice.
- Lamento la pérdida de tu hermano ¿Acaso los cazarrecompensas te inflingieron esa lesión? Puedo intentar sanarla si lo deseas. ¿Quieres que incluyamos a tu hermano en la pira? - le preguntó.
El elfo salvaje que era Mablung, se reclinó sobre el noble cuyo cuerpo permanecía perforado por las diferentes estacas del foso, dejando un grotesco cuerpo adolescente atrás como alimento del pantano. Aún así, el druida al encontrarse cerca del chico, pudo percibir que no olía mal, sino todo lo contrario, un ligero aroma cítrico y agradable parecía emanar muy sutilmente de su piel... le resultaba curioso, quizás algún perfume caro que sólo se pudiera permitir la nobleza.
Encorvado sobre el difunto enemigo jurado de Godric, los fuertes músculos y cinceladas formas de Mablung se podían adivinar bajo sus pesadas pieles y armadura... sin duda debajo de tanto aseo descuidado y comportamientos rudos y poco carismáticos, el solitario servidor de lo salvaje era atractivo a su manera. Finalmente consiguió encontrar un saco de cuero con la letra R grabada a fuego, lleno de unas cincuenta monedas de platino, lo que era una fortuna en estos tiempos. Probablemente una sola de esas monedas era lo que podría acaudalar un granjero afortunado con un cuarto de año de duro trabajo y buena cosecha... pero el premio gordo lo encontró debajo de su destrozada camisola, un delicado broche tallado en plata y oro que sujetaba la antes elegante capa del noble, su diseño mostraba el escudo de armas de la casa de la que provenía Rufus, y sobre ella, protegiendo el emblema con una de sus garras, un grifo dibujado con curvilíneas filigranas portaba un par de diminutos rubís como ojos...
La insignia trajo dolorosos recuerdos a Godric, puesto que esos dibujos heráldicos estaban tejidos de alguna manera en todas las vestimentas de su difunta amada... y volver a verla provocaba un inconmensurable dolor... ¿o satisfacción? ... el joven sacerdote quedó en trance dentro de su dicotomía mientras el resto de cadáveres eran saqueados.
Mablung puede hacer un chequeo de Perception, el resto de valor que podéis obtener de los mercenarios son: dos espadas a dos manos, dos armaduras de placas ligeras (Half-Plate), dos ballestas pesadas, y una 45 monedas de oro en total. También Deimon llevaba un silbato plateado con forma de cabeza de grifo. Además cada uno de ellos llevaba una poción con un líquido denso y verde, que podría ser perfectamente veneno, y otra igual, pero con un contenido altamente inflamable, que fue el que uso Deimon para prender su arma en llamas y freír a Mablung posteriormente.
Cuando el sacerdote salió de su autoimpuesto estupor, y mencionó las piras funerarias como alternativa a purificar los cadáveres, el misterioso monje alzó la mano y negó con la cabeza. Con un tremendo esfuerzo, causado por el dolor que le producía emitir cada una de sus palabras, intervino revelando otra opción que para él era mucho más lógica y segura.
- No, ... las maderas húmedas al quemarse ... levantan mucho humo... esta zona está plagada de enemigos... y hombres lagarto extremadamente agresivos... si queréis evitar su alzamiento, llevarlos donde quiero guiaros, no está lejos y es un santuario ... un campo santo ... los enterraremos allí y estarán a salvo en la muerte... Hay que darse prisa ... esta zona no es segura...
Mientras los agentes decidían como proceder, y el sanador que aún residía en el interior de Godric hacia su trabajo con Nadie, éste agradeció los elogios, pero en ningún momento contestó a nada relacionado con el resto de cazarrecompensas, parecía que no significaban nada para él. Además tampoco mostró dolor o necesidad de ser curado de su herida en el costado, dando a entender a su benefactor que no era más que un simple rasguño... aún así se dejo sanar, pero no miró al rostro de ninguno de sus compañeros en ese momento... como si intentara mantener una pose hierática de nula debilidad ante ellos.
- Por mi les cortamos la cabeza y que se queden aquí, las bestias del pantano darán cuenta de sus restos. O los tiramos al foso, no pienso cargar con sus cuerpos, que se lo hubiesen pensado antes de atacar a quien no debían- comento el druida mientras seguía inspeccionando el cuerpo del noble.
-Respecto al cuerpo del hermano, si no queda mas remedio lo mismo podemos improvisar una camilla para facilitar su transporte-.
Levantadose le dio la insignia a Godric- creo que esto te pertenece- y le tiro la bolsa de dinero a Adriana mientras decía: - Creo que le sacareis mas provecho que yo-
Con aire extrañado Mablung mostró lo que había encontrado en las botas del noble, un papel doblado, muy doblado... hasta que apenas es un pequeño cuadrado que cabe en la palma de una mano, parece un escrito, pegado a él con un cordel muy fino, hay un anillo esculpido enteramente desde un hematíe con vetas rojas y negras, en su parte central, luce una extraña runa arcana. Acercándoselo a a Adriana y Knox les preguntó: -¿Sabéis que significa esta runa?, puede que en el papel haya alguna pista, pero el anillo me da mala espina, puede que sea una trampa.-
Alure desenfundada rezumaba un leve aura azul en manos de Khalion. Caminaba sin resistencia por aquelo entorno agresivo mientras se quitaba las púas clavadas con malicia en su cuerpo. Algunas habían terminado en su armadura marinera y otras cerca de arterias importantes provocando contundente hemorragia que teñía acero y cuero de rojo carmesí.
-Aficionados, pertenecían al círculo de cazarrecompensas.. en maniobra suicida. -dijo volviendo al grupo manteniendo distancias con el hombre de boca cosida.- Esperaba la segunda acometida pero nunca me imaginé que fuera esa criatura del infierno. En ese momento si había justa pelea manteniendo lealtades intactas. Nos han hecho derramar sangre pero evitado tener todos los gremios detrás. Puedo aliviar tus heridas, Godric, si tus poderes flaquean.. o al resto.-mirando a Mablung y a Nadie, heridos también.
Mientras aquel señor hablaba para finos oídos y el druída-oso caía por los terraplenes el aasimar acordaba con el joven sacerdote mantener sus capacidades sanatorias de su divina naturaleza para emergencias mayores y usar vendas y ungüentos del sanador.
-Coincido- respondió al elfo salvaje- Con la afición a salir de sus tumbas debemos garantizar que no volvamos a cruzar caminos. Fuego descartado opto por mutilación, incluída la bestia. Nock, si tenemos localizado el punto en el mapa quizá podamos obtener algun rédito con gente de Saltmarsh.-Señalando sus botas de piel de serpiente.-Tengo allí una amiga que apreciaría estas pieles.
Desenfundó su cimitarra mundana listo a separar cabeza de cuerpo de cada uno de los caídos.-Han caído en justa lid asumiendo cualquier resultado.. no añoraban oraciones ni sepelios. Tu amigo, con títulos y nombre adornado, a pesar de manar la misma sangre quizá requiera tratos preferentes entre humanos.
Por último se acercó a Nadie reconociendo su trabajo con un level golpe en su brazo. -Gente poderosa usa a estos pobres desgraciados para ocultar su cobardía. Al menos este muchacho quiso encabezar esta caza. Muy pocas veces ocurre eso.
Apesadumbrado por el sinsentido de la vida, Leobald recogió el cuerpo del joven noble, que había luchado con honor y valentía. Observó al torturado clérigo de con desconfianza, pero si de él dependía le daría una digna sepultura al chico, lejos de más oprobios a su cadáver. Cargaba con él en brazos cuando Mablung sacó el pergamino doblado y atado junto al extraño anillo. Se acercó a los hechiceros con curiosidad. En silencio, discretamente cerró los ojos y se concentró un momento antes de abrirlos y pasear su mirada lacónica por el anillo y los presentes.
El hombre cuervo ladeó la cabeza, dejando caerla sin energía, con un sentimiento de decepción. El asesino no había intervenido en toda la pelea y ahora azuzaba la bestia alada contra la bandada. Posiblemente no era intencional, pero la actuación Khalion parecía tan galimatías como su ininteligible habla.
Ahora daba igual… Sintiendo algo de lastima por la criatura que posiblemente solo seguía ordenes o estaba vinculada por aquel medallón le lanzó un virote con certera precisión. El sonido de la madera penetrando la carne resonó acusadoramente en su conciencia.
Quizás aquel medallón pudiese ser la clave para salvarle la vida. Posiblemente era ya tarde…
Zevatur, Rolthos
Tras aguantar los impactos de las puas sobre el escudo espero hasta que la bestia rugió a su lado. Entonces abriendo su ferrea guardia adelantó su acero en una estocada que había estado reservando para el enemigo a batir.
Aquella bestia les había hecho sangrar y merecía un castigo, pero ¿era lealtad aquello que estaba presenciando? El monstruo podía haber abandonado a su amo, ahora que todos yacían inmóviles en el suelo, y sin embargo aquella bestia le era leal. ¿No era aquello un acto de nobleza?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Con rugido Mablung cargó contra la quimera, si la bestia quería pelea la tendría. El mordisco fallo a causa del ímpetu y las renovadas energías que le confería la furia, pero las garras impactaron dejando una herida profunda en el costado de la bestia.
Godric sintió que las fuerzas volvían a sus piernas y se alejó de aquel fatídico foso para poder luchar mejor contra aquella bestia con sus aliados.
Mientras lo hacia miró a nadie y le agradeció con un asentimiento de la cabeza el haber acabado con aquel que le impedía moverse. Un leve halo de trémula luz dorada cerró parcialmente una de las heridas sufridas por el bugbear. No del todo, pero la menos no sangraba tanto.
Intentó golpear con su nueva maza a la enorme mantícora en el costado. Esperando que huyera al recibir tanto daño y no tener que acabar con su vida.
PbP Character: A few ;)
La bestia se dispuso a enfrentarse al enorme oso que intentaba acabar con su vida, aunque no tuvo el éxito suficiente para mantenerla, ... las garras de aquel animal enfurecido arrancaron parte de sus costado, con costillas incluidas, dejando en su lugar una mortal herida donde todos sus órganos internos colapsaban. Mientras Godric se acercaba para intentar rematar a la bestia de frondosa melena y afiladas escarpias en su cola, la manticore dio un par de traspiés antes de caer inerte sobre la persona que intentaba defender... aplastándola en el proceso con su pesado cuerpo.
Mientras tanto, en el lejano linde oeste de las ruinas, justo donde la maleza comenzaba a cobrar fuerza de nuevo, la extraña figura encapuchada de labios cosidos, embutida en la toga monacal más sucia que habían presenciado los agentes en su vida, comenzó a acercarse a ellos caminando sin demasiada prisa, no parecía tenerles miedo, a pesar de lo que acababa de presenciar, la demostración de letal fuerza de los enviados de Ghostfinger no parecía causarle el más mínimo temor, lo que a su vez, le confería a ese misterioso personaje un aura aún más inquietante si eso era posible.
Su mirada profunda, sumergida en aquellos ojos hundidos en un cráneo que mostraba verdadera desnutrición, parecía más fija en el sacerdote que en los demás, y sus pasos parecían dirigirse hacia él, a pesar de que Khalion estaba a medio camino, y posicionado mucho más cerca de él que los demás.
Nadie, algo repuesto de sus heridas, no dudo en colocarse cerca del joven sanador, por si era necesaria su intervención.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Nock contempló como la majestuosa y voladora bestia era descuartizada sin piedad. Sintió pena y remordimiento por su contribución a su perdición.
Decidió darse un momento de respiro y honrar su muerte. Así, ignorando la amenaza que suponía la parsimoniosa figura que se acercaba al grupo, se dirigió hacia el cadáver con el colgante de la cabeza de mantícora y recogiéndolo se la guardó como nostálgico recuerdo. La cadena quedó colgando en uno de los bolsillos del antiguo abrigo de muchos bolsillos de de Sambalet y con un movimiento rápido la metió por completo en el interior.
- Que buscas, encapuchado? - Le interpeló con un sonoro graznido.
Zevatur, Rolthos
Leobald suspiró mientras dedicaba un mirada triste a la noble bestia y al joven inconsciente. En cuanto el monje mudo se reveló como la siguiente amenaza, levantó de nuevo la guardia con resignación y se interpuso entre el extraño y el joven Godric. El metal de armadura volvió a crujir trabajosamente, perezosamente.
El caballero espero pacientemente a que se explicase. Esperaba sinceramente no tener que librar más combates, ya se había vertido demasiada sangre sobre el lodo, pero quedaba claro que no permitiría paso franco hasta Godric. Se lo merciera o no.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
La primera reacción de Godric fue intentar sacar al desdichado gemelo de debajo del cuerpo que la bestia habia caido encima, pero al percatarse que el extraño e inquitante monje se acercaba a él se levantó y, aunque adopto una posicion cautelosa le preguntó.
- Buen monje, bienhallado. ¿Podemos ayudaros con algo? ¿Erais acaso un prisionero de los cazarrecompensas? -
Intentó ver alguna marca, señal u objeto que le indentificara con alguna orden clerical de los Reinos.
(Tirada en el log 14. 18 religion o 17 percepcion si hace falta)
PbP Character: A few ;)
Según el pordiosero monje se acercaba, al ver la lógica reacción defensiva del resto de seres que aún quedaban con vida tras la masacre... éste alzó las manos, con las palmas abiertas hacia ellos, en señal quizás de paz, o de conjurar algún hechizo devastador sin componente vocal. Decantándose por la primera opción como la que pudiera tener más sentido, se le permitió aproximarse con cautela. El sucio desconocido se aproximó con lentos pasos a Leobald, que cubría frontalmente a Godric, mientras Nadie le flanqueaba para bloquear cualquier sorpresa por el costado.
Con cuidado, y lentamente, se introdujo las manos por debajo de su raído hábito, extrayendo un medallón que colgaba de su cuello, oculto hasta ahora. El símbolo de Lathander, el Dios del renacimiento y el amanecer, brilló en tonos dorados bajo la tenue luz que traspasaba las nubes del mediodía... puesto que curiosamente, ese símbolo religioso parecía ser lo único limpio e impoluto que portaba el extraño y demacrado hermitaño. Sin embargo, Godric pudo percibir que el símbolo, aunque perfectamente representativo, parecía una versión muy antigua, usado hace centenares de años, cuando la figura de su actual Dios y Amanautor, eran aún algo difusas, y lo segundo era considerado herejía.
Un susurro afloró de los labios del monje, casi imperceptible, puesto que al parecer, las costuras ennegrecidas que parecían sellar su boca, eran capaces de ceder levemente para emitir algunos sonidos, aunque este acto tensaba los gruesos hilos y debería causarle un intenso dolor al intentar comunicarse.
- hermano... vuestra visita... es ... incalculablemente oportuna ... por favor ... os ruego que me ayudéis a recuperar el cadáver de mi otro hermano... el del foso, para poder darle santo sepulcro... y acompañadme a las ruinas del templo... no lejos de aquí ... donde puedo concederos cobijo... y quizás algo que buscáis ... a parte de fe y bondad...
El extraño sacerdote, al parecer, afín a Godric, señaló al zombi que yacía medio despedazado en el fondo del agujero repleto de afiladas escarpias... y que curiosamente, compartían el estilo del hábito y vestimentas, aunque en el caso del desdichado ex-muerto viviente, sus ropajes parecían aún más raídos y tumefactos, si es que eso era posible.
Mientras la conversación se mantenía, y todos parecían pendientes del extraño y retorcido sacerdote, un pesado ruido sonó tras ellos, como si una gran mole cayera a peso desde una gran altura... tras el estruendo, y que todos giraran la cabeza, la dantesca escena que se mostraba ante sus ojos parecía carecer de sentido.
Mablung parecía haberse acercado demasiado al foso de escarpias en su ágil forma de oso, y de algún modo había resbalado con un mal traspié cayendo en su interior, ... arrastrando en su caída con sus garras al pesado cuerpo de la manticora y al joven noble que ésta aplastaba con su peso... La mezcolanza de cuerpos atravesados por las afiladas estacas, muerte, sangre y torpeza por igual sorprendió al monje... que comenzó a pensarse si había pedido ayuda al grupo adecuado.
El joven noble archienemigo de Godric ha muerto entre horribles estertores... entre la caída, el aplastamiento y ser atravesado por medida docena de escarpias... y Mablung se lleva: 17 de daño a su forma de oso...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Al ver el simbolo de su dios, el confiado clérigo terminó de bajar sus armas.
- Hermano! por supuesto que le ayudaremos - su instinto de curandero comenzó a tomar el control - ¿Pero qué os ha ocurrido? ¿Fueron esos cazarrecompensas? Lo lamento tanto... Creo que pued... - fue entonces cuando el estrépito a su espalda le hizo girarse y ver con horror como Mablung caía y precipitaba a su fatal destino al noble convertido en cazarrecompensas. Se quedó atónito por un segundo... las implicaciones pasaron por su cabeza ráidamente, pero enseguida se arrodilló al borde del foso.
- Mablung!! ¿Estas bien? -
PbP Character: A few ;)
Nock alzó la cabeza al oír al druida arrojarse al foso junto con la manticora y el inconsciente clérigo. Escuchó con alivio la respiración dolorida del druida y con tristeza la exaltación final del joven. Prefirió no hacer comentarios al respecto y se acercó silencioso al grupo, dejando que el clérigo llevase el peso de aquella conversación. De como habi a quedado la manticora el joven, Mablung, y el cuerpo del monje, prefirió no enterarse.
Zevatur, Rolthos
Mientras el oso pardo que era Mablung echó una furibunda mirada a un sorprendido Godric que se asomaba al precipicio donde él se encontraba, éste observó como el inquietante sacerdote, que ahora portaba el símbolo sagrado de Lathander, resplandeciente y pulido sobre sus sucias togas, se acercaba también justo al borde de la sima, un paso detrás del agente porque el los cazarrecompensas habían perdido su vida. El druida pudo observar por unos segundos, como la mirada del misterioso miembro de la iglesia del Dios del Amanecer se volvía turbia, y parecía perder la razón justo mirando la nuca de su compañero... su mano izquierda comenzó a elevarse lentamente, y acercarse a la espalda del confiado Godric, pero en el último momento, Nadie y Leobald entraron en escena intentando ayudar al oso a salir de allí, y ese acto pareció hacer recuperar la cordura de ese hombre... retirando la mano y su mirada de loco del único amigo de Ostor que quedaba... Al parecer sólo Mablung parecía haberse percibido de eso...
Sin demorarse más, el oso recuperó parte de su verticalidad a pesar de sus graves heridas, y agarró con sus fauces los restos del zombie que anteriormente había sido miembro de la misma orden que el sacerdote de los labios cosidos... el sabor a carne muerta y podrida no pareció importarle demasiado, y elevándose sobre sus dos patas traseras, clavó sus zarpas en la terrosa y húmeda pared e intentó impulsarse con toda su fuerza.
Athletics DC 10 - 15
Una vez fuera, el hombre pareció satisfecho y les hizo a todos una señal para que les siguieran, mostrando total y absoluto desinterés por el resto de cadáveres que salpicaban la campiña cercana... girándose comenzó a andar hacía el sureste, justamente en la misma dirección en la que Khalion le había visto por primera vez observándoles en la distancia.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Antes de partir detrás del hombre de la macabra boca cosida Nock se asomó al foso, echando un último vistazo sombrío a la fosa. Después miró al enemigo de cadáver del vengativo joven. Considero la situación un momento, no era de su incumbencia, pero quizás Godric entre tantos acontecimientos que requerían de su atención se olvidaba de asuntos que más tarde le reconcomerian.
- ¿Vas a dejar aquí, en un pantano ignoto, el cadáver de ese joven… de errada conducta, Godric? -
Zevatur, Rolthos
Mabung estaba enfadado, sobre todo condigo mismo por su torpeza, pero al menos así parecía un accidente y se ahorraba tener que dar explicaciones al resto del grupo, seguro que el paladín hubiese dejado vivo al noble. Pero no hay mal que por bien no venga penso pasados los primeros momentos y tras escuchar la conversación con el extraño monje, busco los restos del zombi y el cuerpo del noble y los saco del foso.
Una vez fuera le dedico un gruñido de advertencia al extraño clérigo para luego transformarse de nuevo en elfo. Al escuchar a Nock se agacho y mientras registraba al noble decía:- Por mi puede pudrirse en los pantanos, pero deberíamos cortarle la cabeza para que no se levante como un zombi...deberíamos cortársela a todos- . Una vez acabado de registrar el cuerpo del noble y mientras el resto decidía que hacer con los cuerpos se acerco a Godric y le comento en voz baja:- ¿Y como es que un clérigo del seños de la mañana permite que su hermano se alce como zombi? Algo no me cuadra con el monje, quizás nuestro pequeño amigo pueda tenerlo vigilado.-
Tras lo cual se apartó y se puso a atender sus heridas.
Godric ayudó a Mablung a sacar del pozo los cuerpos, y trató de tirar del enorme oso, aunque más que ayudar tan sólo tiró un poco del pelaje del transformado druida.
Después atendió las heridas de sus compañeros en silencio y lanzando miradas de soslayo a los cuerpos de los dos nobles caídos.
Ante las palabras de Nock Godric se arrodilló junto al cuerpo de los hermanos y le cerró los ojos a uno de ellos.
- Nunca fue mi intención, pero no he traido más que desgracia a esta familia -
Por un momento Godric cogió el diamante que guardaba en su zurrón para emergencias. Quizá podría intentar rezar a Lathander para que guiara con su luz de vuelta el alma de uno de ellos. Pero ¿ a quién elegiria? ¿Viendo que ha sanado a uno y no al otro, el superviviente sólo le odiaria aún más y seguiría siendo un peligro, y no sólo para él. Godric miró a sus compañeros, deteniéndose en la hermosa elfa de pelo rojizo. No, por mucho que le costase no podía malgastar aquel precioso recurso en uno de los gemelos. Debía guardarlo para su propósito original. Salvar a uno de sus amigos en caso de necesidad. Además, los gemelos habían elegido. Podían haber aceptado su encarcelamiento, su injusta sentencia y haber vivido una vida plena y libre de sentimientos como la venganza o el odio. Podían, no, deberían haberle creido y todo aquello nunca hubiera ocurrido. En realidad Godric había salvado a todos aquella terrible noche. Y lo había perdido todo en el proceso. Si ellos habían elegido aquel camino... sólo podía rezar a Lathander para que guiara sus almas al Elíseo. Y asi hizo.
- Deberíamos darles sepultura si. A todos. Quizá lo mejor sería hacer una pira funeraria. Más rápido y nos aseguramos que no puedan volver como zombies. Aqui todo esta muy húmedo pero con la ayuda de Lathander creo que puedo prender la madera. ¿Me ayudais a preparalo? - dice al resto.
Asintió en silencio a las palabras de Mablung mientras este le comunicaba sus inquietudes sobre el extraño clérigo al tratar sus heridas. Unos minutos después, mientras recogía algo de madera para la pira le pidió a Ostor que permaneciera invisible y vigilara al monje.
Al tratar las heridas de Nadie elogió y agradeció su fuerza y destreza en el combate.
Al clérigo le dice.
- Lamento la pérdida de tu hermano ¿Acaso los cazarrecompensas te inflingieron esa lesión? Puedo intentar sanarla si lo deseas. ¿Quieres que incluyamos a tu hermano en la pira? - le preguntó.
PbP Character: A few ;)
El elfo salvaje que era Mablung, se reclinó sobre el noble cuyo cuerpo permanecía perforado por las diferentes estacas del foso, dejando un grotesco cuerpo adolescente atrás como alimento del pantano. Aún así, el druida al encontrarse cerca del chico, pudo percibir que no olía mal, sino todo lo contrario, un ligero aroma cítrico y agradable parecía emanar muy sutilmente de su piel... le resultaba curioso, quizás algún perfume caro que sólo se pudiera permitir la nobleza.
Encorvado sobre el difunto enemigo jurado de Godric, los fuertes músculos y cinceladas formas de Mablung se podían adivinar bajo sus pesadas pieles y armadura... sin duda debajo de tanto aseo descuidado y comportamientos rudos y poco carismáticos, el solitario servidor de lo salvaje era atractivo a su manera. Finalmente consiguió encontrar un saco de cuero con la letra R grabada a fuego, lleno de unas cincuenta monedas de platino, lo que era una fortuna en estos tiempos. Probablemente una sola de esas monedas era lo que podría acaudalar un granjero afortunado con un cuarto de año de duro trabajo y buena cosecha... pero el premio gordo lo encontró debajo de su destrozada camisola, un delicado broche tallado en plata y oro que sujetaba la antes elegante capa del noble, su diseño mostraba el escudo de armas de la casa de la que provenía Rufus, y sobre ella, protegiendo el emblema con una de sus garras, un grifo dibujado con curvilíneas filigranas portaba un par de diminutos rubís como ojos...
La insignia trajo dolorosos recuerdos a Godric, puesto que esos dibujos heráldicos estaban tejidos de alguna manera en todas las vestimentas de su difunta amada... y volver a verla provocaba un inconmensurable dolor... ¿o satisfacción? ... el joven sacerdote quedó en trance dentro de su dicotomía mientras el resto de cadáveres eran saqueados.
Mablung puede hacer un chequeo de Perception, el resto de valor que podéis obtener de los mercenarios son: dos espadas a dos manos, dos armaduras de placas ligeras (Half-Plate), dos ballestas pesadas, y una 45 monedas de oro en total. También Deimon llevaba un silbato plateado con forma de cabeza de grifo. Además cada uno de ellos llevaba una poción con un líquido denso y verde, que podría ser perfectamente veneno, y otra igual, pero con un contenido altamente inflamable, que fue el que uso Deimon para prender su arma en llamas y freír a Mablung posteriormente.
Cuando el sacerdote salió de su autoimpuesto estupor, y mencionó las piras funerarias como alternativa a purificar los cadáveres, el misterioso monje alzó la mano y negó con la cabeza. Con un tremendo esfuerzo, causado por el dolor que le producía emitir cada una de sus palabras, intervino revelando otra opción que para él era mucho más lógica y segura.
- No, ... las maderas húmedas al quemarse ... levantan mucho humo... esta zona está plagada de enemigos... y hombres lagarto extremadamente agresivos... si queréis evitar su alzamiento, llevarlos donde quiero guiaros, no está lejos y es un santuario ... un campo santo ... los enterraremos allí y estarán a salvo en la muerte... Hay que darse prisa ... esta zona no es segura...
Mientras los agentes decidían como proceder, y el sanador que aún residía en el interior de Godric hacia su trabajo con Nadie, éste agradeció los elogios, pero en ningún momento contestó a nada relacionado con el resto de cazarrecompensas, parecía que no significaban nada para él. Además tampoco mostró dolor o necesidad de ser curado de su herida en el costado, dando a entender a su benefactor que no era más que un simple rasguño... aún así se dejo sanar, pero no miró al rostro de ninguno de sus compañeros en ese momento... como si intentara mantener una pose hierática de nula debilidad ante ellos.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
- Por mi les cortamos la cabeza y que se queden aquí, las bestias del pantano darán cuenta de sus restos. O los tiramos al foso, no pienso cargar con sus cuerpos, que se lo hubiesen pensado antes de atacar a quien no debían- comento el druida mientras seguía inspeccionando el cuerpo del noble.
-Respecto al cuerpo del hermano, si no queda mas remedio lo mismo podemos improvisar una camilla para facilitar su transporte-.
Levantadose le dio la insignia a Godric- creo que esto te pertenece- y le tiro la bolsa de dinero a Adriana mientras decía: - Creo que le sacareis mas provecho que yo-
Con aire extrañado Mablung mostró lo que había encontrado en las botas del noble, un papel doblado, muy doblado... hasta que apenas es un pequeño cuadrado que cabe en la palma de una mano, parece un escrito, pegado a él con un cordel muy fino, hay un anillo esculpido enteramente desde un hematíe con vetas rojas y negras, en su parte central, luce una extraña runa arcana. Acercándoselo a a Adriana y Knox les preguntó: -¿Sabéis que significa esta runa?, puede que en el papel haya alguna pista, pero el anillo me da mala espina, puede que sea una trampa.-
Alure desenfundada rezumaba un leve aura azul en manos de Khalion. Caminaba sin resistencia por aquelo entorno agresivo mientras se quitaba las púas clavadas con malicia en su cuerpo. Algunas habían terminado en su armadura marinera y otras cerca de arterias importantes provocando contundente hemorragia que teñía acero y cuero de rojo carmesí.
-Aficionados, pertenecían al círculo de cazarrecompensas.. en maniobra suicida. -dijo volviendo al grupo manteniendo distancias con el hombre de boca cosida.- Esperaba la segunda acometida pero nunca me imaginé que fuera esa criatura del infierno. En ese momento si había justa pelea manteniendo lealtades intactas. Nos han hecho derramar sangre pero evitado tener todos los gremios detrás. Puedo aliviar tus heridas, Godric, si tus poderes flaquean.. o al resto.-mirando a Mablung y a Nadie, heridos también.
Mientras aquel señor hablaba para finos oídos y el druída-oso caía por los terraplenes el aasimar acordaba con el joven sacerdote mantener sus capacidades sanatorias de su divina naturaleza para emergencias mayores y usar vendas y ungüentos del sanador.
-Coincido- respondió al elfo salvaje- Con la afición a salir de sus tumbas debemos garantizar que no volvamos a cruzar caminos. Fuego descartado opto por mutilación, incluída la bestia. Nock, si tenemos localizado el punto en el mapa quizá podamos obtener algun rédito con gente de Saltmarsh.- Señalando sus botas de piel de serpiente.-Tengo allí una amiga que apreciaría estas pieles.
Desenfundó su cimitarra mundana listo a separar cabeza de cuerpo de cada uno de los caídos.-Han caído en justa lid asumiendo cualquier resultado.. no añoraban oraciones ni sepelios. Tu amigo, con títulos y nombre adornado, a pesar de manar la misma sangre quizá requiera tratos preferentes entre humanos.
Por último se acercó a Nadie reconociendo su trabajo con un level golpe en su brazo. -Gente poderosa usa a estos pobres desgraciados para ocultar su cobardía. Al menos este muchacho quiso encabezar esta caza. Muy pocas veces ocurre eso.
Apesadumbrado por el sinsentido de la vida, Leobald recogió el cuerpo del joven noble, que había luchado con honor y valentía. Observó al torturado clérigo de con desconfianza, pero si de él dependía le daría una digna sepultura al chico, lejos de más oprobios a su cadáver. Cargaba con él en brazos cuando Mablung sacó el pergamino doblado y atado junto al extraño anillo. Se acercó a los hechiceros con curiosidad. En silencio, discretamente cerró los ojos y se concentró un momento antes de abrirlos y pasear su mirada lacónica por el anillo y los presentes.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)