Con un gesto de preocupación Morko dice a Martín:- No hay tensión en la cuerda, se habrá soltado, mierda no me apetece meterme a ciegas ahí, ¿alguna idea para veamos algo dentro del agua?.
Gowther paró el avance del grupo unos instantes. Si seguían así no llegarían muy lejos, ya que estaban claramente expuestos, la cuerda atada a Guilbert había sido cortada y cada vez veían peor. Pidió a los miembros del grupo que impregnaran con magia de luz un par de objetos. Uno de ellos sería uno de sus recipientes de cristal. El aire de su interior haría flotar el mismo y mandaría un sutil mensaje al mestizo y al paladín cada vez más alejado de la primera línea del combate. Incluso si era interceptado, el aire de su interior llegaría a la superficie. El otro objeto podría ser cualquiera que decidieran los miembros del grupo. Mejoradas sus posibilidades para ver en un mayor rango, continuó su marcha con el resto.
Guilbert, sorprendido de como sus pulmones ignoran el entorno líquido en el que se encuentran, aprieta el paso, o el nado, hacia la figura de Ash que se difumina en las negras aguas. Tan cerca.. ya casi lo tienen.. solo un poco mas.
Un sentimiento de urgencia apremia a Zevatur, que nada con más ímpetu hacia Ash. Pero al echar una mirada atrás para comprobar que el resto le sigue de cerca, Gothwer le pide que haga una luz. Con cierta frustración por no poder discutir en este momento hace lo que le pide y echa un luz sobre su varita para seguir nadando hacia la figura de ash que se pierde en la oscuridad.
Gowther miró extrañado al "artista" y su empeño en ignorar las señales de peligro, así como la petición de ayuda para avisar a Martin y Morko de que algo no iba bien. Por su parte, Zevatur conjuró a regañadientes el cantrip de luz sobre su varita... Del mismo modo que Guilbert parecían priorizar alcanzar a Ash, sobre las evidencias de peligro en un terreno tan hostil.
Tras ver que nadie iluminaría el recipiente, Gowther confió en los agudizados sentidos de los compañeros que estaban en la superficie para que acertaran a ver el recipiente y lo dejó subir a la superficie.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Quitándose la mochila, la deja en el suelo y la asegura con unos guijarros para luego atar su extremo de la cuerda a las asas de la misma. -Con esto podremos volver fácilmente a la superficie si nos desorientamos- explica a Martin.
Una vez asegurada y atada, se agarra a la cuerda y se mete en el lago con la esperanza de poder encontrar a sus compañeros.
Martin, aún tensando el arco y apuntando en la dirección de donde sus amigos habían desaparecido bajo las oscuras y mortalmente tranquilas aguas del lago, observó como Morko se adentró también sumergiéndose fácilmente por el peso de su blindada armadura, prácticamente andando por el fondo fácilmente con sus pequeñas pero robustas piernas.
De repente se sintió solo, miró rápidamente a su alrededor y observó con cierta ansiedad las paredes que ascendían detrás suya, era el peor momento para tener una emboscada de las criaturas dantescas de grandes garfios por manos que analizaron en la distante Mithral Hall, y su mente empezó a llenarse de pensamientos horribles. No le sentaba bien estar solo, incluso cuando se había pasado en sus iniciales misiones con La Academia, horas e incluso días en solitario acechando y estudiando a su presa, la soledad le llenaba de tristeza. "Seeker" graznó compartiendo el nerviosismo con su compañero, y posado sobre su hombro, también giraba inquieto su cabeza buscando amenazas.
Por unos segundos casi decidió abandonar su posición y adentrarse más en el agua, pero allí abajo, en las profundidades abisales donde la oscuridad era impenetrable, sus armas y habilidades era bastante inútiles, más incluso de lo que ya lo eran habitualmente... decidió por tanto mantener la posición con voluntad férrea a pesar del frío y el agotamiento mental que le iba drenando poco a poco.
El grupo continua adentrándose en las frías y oscuras aguas en pos de su líder Ash, alejándose del vigilante Martin cuyas dudas e inseguridades se acrecentaban en la oscuridad.Un débil destello en las profundidades del agua le recuerda que incluso, en los lugares más oscuros, hay esperanza.
Zevatur, consciente de que, antes o después, se quedarán a oscuras, y sospechando que sus temores son fundados, ya que es imposible que Ash haya visto algo en las profundas y oscuras aguas, invoca su magia para iluminar sus alrededores.
Afortunadamente para Morko, que nada despacio pero con movido con su fuerza y convicción, navega sin rumbo hasta que ve la luz de Zevatur algo a la izquierda de lo que él creía. Con poderosas brazadas se dirige hacia allí.
Zevatur mira a su alrededor, buscando a Ash ahora que tiene más luz. Pese a sus sentidos, debe reconocer que es agradable tener una fuente de luz, tan sólo puede imaginar lo que significará para Ash, Guilbert y Kath. Casi sin pensarlo busca a la cazadora de sangre y un grito sale de su garganta.
Gowther puede ver mucho mejor gracias a la luz de Zevatur. Constata que están mucho más profundo de lo que creía, más cerca del fondo que de la superficie en realidad. Puede ver que el fondo se compone de las mismas estalagmitas que había en la meseta superior.Es entonces cuando escucha el grito de advertencia de Zevatur y mira en la misma dirección, al igual que el resto.
Unos metros más adelante de Ash, y prácticamente en el fondo del lago las estalagmitas forman un círculo y, en el límite de ese círculo, ven a una criatura que parece haber salido de una pesadilla.
El ser parece un pez o un gusano enorme, con varios ojos en vertical a lo largo de su cabeza, grandes tentáculos que se agitan a su alrededor y una boca sobredimensionada, repleta de colmillos, que parece sonreír maliciosamente cuando le ven.
A su lado hay cuatro extrañas criaturas más. Con torso humanoide, desproporcionados brazos acabados en garras y tentáculos parecidos a un pulpo para poder moverse por el agua, custodian el círculo y a la otra criatura. Una de ellas agarra entre sus tentáculos y brazos a Kath, que se debate como puede.
Ajeno a las vicisitudes de sus amigos, Martin ve cómo la luz que ha aparecido en las aguas se sumerge un poco más y su inquietud crece. ¿Tendrán problemas?
El semielfo observó la luz levemente más adelante, como un tenue reflejo de una luna que no existía bajo el agua, un leve destello plateado que captó toda su atención. - Parece una señal, no seré muy útil, pero algo contribuiré - Sin demorarse mucho más, Martin aferró su arco con fuerza, hasta que los nudillos quedaron casi blancos, afianzó las flechas en su carcaj para no perderlas bajo el agua y se sumergió siguiendo el rastro de aquella luz. - Ese es tu trabajo, sigue el rastro, ... Joder Martin, deberías dejar de hablar sólo -
Con ágiles brazadas, el mestizo siguió a sus compañeros a fuera cual fuera el peligro...
Todo parecía estar saliendo mal y a un ritmo demasiado acelerado. Ash estaba siendo controlado de algún modo y la desafortunada Kath había sido atrapada. El eladrín debía hacer algo en tan complicadas circunstancias. Lo primero era liberar a los suyos para que se unieran al combate. -Debemos liberar del sortilegio a Ash.
Desenfundando Aegnor, convocó un hechizo de arcano de tiempo y se concentró un instante activando el broche que consiguieron para mejorar sus posibilidades, junto con su canción de espada, tal vez tuviera alguna posibilidad ante estas aberrantes criaturas.
Con su movilidad mejorada, se acercó a la criatura que había atrapado a Kath e intentó asestar un golpe a la misma.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Aegnor corto la piel blanca de la extraña criatura que había apresado a Kath. Chilló de dolor, pero se aferró aún más a Kath. La chica gimió de dolor. El eladrin se apartó, adoptando una postura defensiva para evitar los ataques de aquel ser o de cualquier otro de su grupo. Fue entonces cuando lo sintió.
Su hechizo que modificaba el tiempo a su alrededor para acelerar sus movimientos desapareció, así como la Magia protectora que le envolvía se disipaba sin que el pudiera hacer nada.
Extrañado miró a su alrededor para ver a Guilbert nadar hacia Helayna hasta colocarse a su lado, mientras recitaba un soneto en una lengua extraña. Uno de los monstruos que estaba más cerca de Gowther pareció reírse y animarse por las extrañas palabras de Guilbert.
Alentado por el que Gowther creía era su amigo, la bestia se abalanza sobre él e intenta cortarle con sus afiladas garras, sin los efectos mágicos y en el agua el eladrin se defiende pero la bestia es demasiado rápida. Gowther recibe un corte en un costado por una garra, y otro en un brazo. Es entonces cuando recibe el estallido psíquico. Por un momento el hojacantante teme perder sus capacidades como le ocurrió en la guarida de los ladrones, pero esta vez solo recibe un dolor de cabeza tremendo.
Morko y Zevatur corren la misma suerte que Gowther. Zevatur no puede evitar que una de las garras le haga un profundo corte en el cuello, pero lo peor es el terrible dolor de cabeza que le crea el chillido mental de la criatura.
Pese al dolor de su cabeza y heridas, Gowther está decidido a ayudar a Kath y cuando ve que su enemigo se mueve, lanza su espada contra el. Aegnor vuelve a cortar la piel de la criatura, pero el dolor no le impide alejarse con Kath y desgarrar la piel de la muchacha con sus garras.
Morko sacude la cabeza y se prepara para devolver los golpes.
El paladín sigue a sus compañeros y sin saber como de repente una extraña criatura se pone a su lado a la vez que empieza a sangrar por los oídos y la nariz, abrumado por el dolor blande a Kheluzburk y el hacha muerde la carne de la extraña criatura acuática imbuyéndose del poder de Moradhin, las runas de su hoja refulgen mientras castigan a la criatura.
Pero el dolor es demasiado grande como para poder encadenar un segundo ataque y el paladín trastabilla cayendo de rodillas ante la extraña criatura antes de poder atacarla de nuevo.
Zevatur mira a su alrededor pero tan solo ve a kath atrapada por una de las criaturas. Lanzando una maldicion a la criatura la debilita y luego se aleja, la criatura a su lado aprovecha la oportunidad para atacarle. Alejado de ella y lamentando su decision con cierto dolor, lanza una conjuro de luz a la criatura que esta con morko y otro a la que esta con kath, dañando a ambas. Ambas relucen, facilitando la posibilidad de que sus compañeros les ataquen.
Kath lleva unos segundos luchando contra la férrea presa de la criatura, pero son el ataque de Zevatur le dan el respiro que necesitaba. Se revuelve y corta su propia piel primero para cargar la espada de su magia. Lanza cuchilladas y su poder contra el extraño y repugnante ser que la tiene atrapada y aunque logra soltar su presa, no acaba con la bestia.
Después de nadar e internarse cada vez más en la profundidad de las aguas en pos de su líder, la elfa se encontró ante un panorama realmente desesperanzador, muy contrario a la extraña sensación de bienestar interna que sentía sumergida en aquel lugar: las bestias del oscuro lago flotaban ante ellos amenazantes, habiendo convertido igualmente en una amenaza real a sus propios compañeros, que parecían dispuestos a atacarles sin compasión. Kath se revolvía exhausta entre las garras de uno de los seres marinos, Ash desenvainaba a sus chicas con una sonrisa maliciosa dirigida hacia sus aliados; y su querido Guilbert se había posicionado a su lado, susurrando palabras incomprensibles que parecían acrecentar el ánimo de sus enemigos, esperando pacientemente su oportunidad para atacarla. Los demás parecían aún mantener su cordura, pero ¿hasta cuándo? ¿era cuestión de tiempo? ¿perdería ella igualmente la razón?
"Niña, céntrate - esta vez no fue solo la voz de su maestro lo que se materializó delante de la hechicera; junto a ella, sintió un golpe certero en la cabeza, de un objeto contundente, que bien podría haber sido uno de los candelabros de hierro que se distribuían sobre las mesas y las estanterías repletas de libros de una de las salas de la torre de los magos, donde solía practicar en su plano de sombras - la magia suele ser... caprichosa - la imagen se desvaneció con la misma rapidez con la que había surgido, diluyéndose en las aguas negras, pero la voz permaneció - y, más a menudo de lo que crees, irónicamente efectiva" - La elfa se llevó automáticamente la mano que tenía libre a la cabeza, palpándose el cogote y sintiendo aún el dolor de aquella visión imposible.
Lanzó una mirada repleta de tristeza a Guilbert, recordando las enseñanzas de su mentor que aseguraba que algunos efectos de dominación podían ser interrumpidos con daño. Mantuvo firme su bastón, que flotaba sin apenas ejercer fuerza en aquel medio líquido, y le susurró mirándole fijamente - "lo siento, querido, esto te va a doler un poco" - acto seguido, desvió su mirada hacia Ash y hacia la criatura que mantenía apresada a Kath y el cristal de su báculo refulgió, alumbrando fugazmente la negrura que les envolvía, a la vez que tres misiles azules centelleantes se dirigían a sus objetivos; sin vacilar, sin desviarse, las tres estelas mágicas dibujaron un recorrido perfecto impactando sin piedad. Hela apretó los puños, sin dejar de observar la reacción de Ash y Guilbert, para comprobar si los golpes habían surtido el efecto que esperaba.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
La mente de Guilbert vaga sobre el vacío. Como una ilusión proyectada, puede verse rodeado de agua, acercándose a unas repugnantes y viscosas bestias. Ve sus manos, pero actúan solas, escucha su voz, pero no es él quien está conjurando, y como si a través de un catalejo fuera, ve por sus ojos como se centran en la pálida elfa con aviesas intenciones. Recluido en su propia mente, esclavo de aquella aberración por un momento siente su presencia. La soledad y el vacío le inunda en una mente que se remonta al inicio de los tiempos.
Y de pronto todo explota. Se ve envuelto en una bola de energía. En un principio no siente nada pero el punzante dardo de energía enviado por Hela atraviesa una a una las barreras de su confinamiento mental hasta que el dolor se hace tan insoportable que atraviesa las brechas provocadas por el misil mágico para retomar el control de su cuerpo.
-Ese.. ser.. tiene a Ash como me tenía a mi.. lo siento..- dice mirando hacia Gowther aliviado por no empeorar mas la situación del grupo..- pero estamos jodidos.
Desde el fondo de su mente Ash vio como tus amigos eran atacados por esos seres horribles... y como tras guiarles hasta la trampa, él sacaba a tus chicas y se dirigía Gowther para tratar de herirlo. Sin embargo, el elfo, sobrepasada su sorpresa inicial, se defendió bien. Era como si todo aquello le estuviera pasando a otro, como si lo viese todo desde fuera. Pudo ver la cara de culpabilidad de Hela cuando lanzó su hechizo y sintió un pequeño dolor cuando uno de sus proyectiles mágicos le impactó. En el extraño vacío en el que se encontraba, en el que nada podía sentir, ese pequeño punzante dolor penetró hasta su conciencia. El guerrero se aferró a él y tiró con toda tu fuerza de voluntad para volver a ocupar su cuerpo. Con un esfuerzo titánico expulsó lo que fuera que estuviera ocupando su mente y fuera dueño de sus movimientos. Justo a tiempo, porque uno de los tentáculos de aquel ser de pesadilla trató de herirle. El monstruo falló por poco cuando interpuso a Norma. Gloria se encargó de ejecutar la maniobra de Riposte y el fallo salió caro a la bestia abisal, que retiró el tentáculo con un corte sangrante. Sin embargo no vio el otro tentáculo que le atacó por un ángulo ciego hiriéndole en la pierna.
—Yargg!! —unas burbujas escaparon de su boca cuando sintió el dolor.
La ancestral criatura, viendo que perdía el control sobre sus marionetas, lanzó sus tentáculos contra Gowther y Ash. El eladrin desvió con el plano de su hoja el poderoso tentáculo. Ash, aún recuperando el control de su cuerpo, no puede evitar que uno de los tentáculos le impacte en la pierna. Ash no tiene tiempo de darse cuenta de la sustancia pegajosa que se queda pegada a su piel mientras Gloria le enseñaba modales al monstruo. Frustrado y dolorido, herido por vez primera por un filo en centurias, el aboleth descargó su furia contra el grupo y todos pudieron sentirlo casi como un impacto físico en sus mentes.
Martin, que llegaba a la escena vio que tenían problemas más graves de lo que, incluso su pesimismo, había anticipado.
Con el arco aún aferrado fuertemente a su mano, y moviéndose a la la máxima velocidad a la que su entrenamiento le había adiestrado, Martin observó la compleja situación a la que habían sido arrastrados. Desde cierta distancia, como si de un espectador de un confinado teatro del horror se tratara, atisbó a las diferentes bestias de abisales morfologías danzar con sus compañeros en una macabra obra trágica.
Su mirada se dirigió inmediatamente a los elfos del grupo, Helayna parecía estar medianamente a salvo, pero Gowther lo estaba pasando mal, sin embargo, y faltando al Juramento, su arco se tensó entre las profundas aguas apuntando al objetivo que estaba castigando duramente a Kath. A pesar de la dificultad del disparo, el semielfo ajustó a ojo el tiro, tuvo en cuenta la resistencia líquida ejercida sobre la saeta, y se aprovechó de la lívidas fuentes de luz provenientes de los objetos portados por sus aliados, que emitían fantasmales iridiscencias allí donde brillaban pálidamente.
La flecha nadó más que voló, rauda y con apenas desviación, a pesar de las dificultades de su entorno, impactando a una de las abominaciones que ponían en compromiso la seguridad de su antigua pupila, clavándose, por tanto, limpiamente en uno de sus costados viscosos.
La mente del mestizo siguió funcionando a gran velocidad mientras pensaba en la estrategia a seguir. Observó las múltiples sombras y el alienígena paisaje formado por las estalagmitas del fondo, formando un extraño círculo y generando múltiples puntos de ocultación. Sonriendo de una manera quizás demasiado siniestra, el asesino busco posicionarse mejor para su siguiente disparo.
Cuando parecía que la situación no podía ir a peor, la confianza que empezaba a depositar en sus compañeros parecía caer en saco roto. Guilbert, presumiblemente manipulado por aquel ser aberrante, deshizo toda la magia que en ese momento rodeaba a Gowther. Si tan solo hubiera contemplado esta contingencia, el eladrin podría haber contrarrestado ese hechizo. Para un El'Tael, despojarle de su magia se equiparaba a mandar al combate a un guerrero sin armadura alguna, pero con el agravante de poseer menos resistencia física para aguantar los golpes. No solo sus defensas fueron anuladas, el ritual realizado con atino al inicio del día también fue suprimido. Tras este desgraciado incidente, sus hipótesis fueron contrastadas. Si mantenía la calma, podría aguantar con suerte el combate sin ahogarse.
Antes de que pudiera articular estrategia alguna, como si de un resorte se tratara, vino a su mente la impoluta imagen del hojacante Finathiel. En aquel lugar, sus afiladas palabras parecían cobrar un sentido distinto. Como una fugaz epifanía, Gowther vislumbró los esfuerzos de su superior con una amplitud como nunca antes lo había hecho. ¿Acaso el destino estaba guiando sus pasos por un sinuoso sendero hacia la iluminación? ¿Debía experimentar el fragor de la batalla en exclusiva comunión con Aegnor para demostrarle ser digno de ella? Sin permitir que su mente se enzarzara en dudas vacías alimentadas por sus inseguridades, Gowther asumió por primera vez desde que se vinculó a su compañera que eran solo el y Aegnor. Sin hechizos de protección... sin artimañas bélicas típicamente asociadas a un hojacante... Este combate marcaría la directriz de sus siguientes pasos.
Sin más tiempo para pensar, Gowther fue presa del ataque de una de las criaturas y del hechizado Ash... el dolor, la sangre emborronándolo todo, el miedo a fracasar y no ser digno pretendieron menoscabar el espíritu del eladrin, pero no hubo espacio para esto. La obligación y el deber de proteger a sus compañeros eclipsaron cualquier atisbo de incertidumbre. Empuñando a Aegnor con una firme determinación, tanto sus movimientos como su ataque, fueron precisos y certeros. Antes de que se escabullera la criatura que apresaba a Kath, Aegnor cercenó uno de sus tentáculos hasta casi diseccionarlo.
Tras esto, el líder de aquel grupo, un aboleth. Pretendió acabar con Gowther y el recientemente liberado Ash, pero con un bloqueo de su espada confrontó el golpe con gran facilidad. Como si estuviera conectado con el humano, se movió con gran agilidad para rodear a la criatura que consiguió alcanzarle para devolverle el favor. Con una fuerza renovada, Aegnor le demostró con quién estaban entablando combate.
Ataque de reacción a la criatura de Kath
second wind
Dos ataques a SK2 (si no recuerdo mal).
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
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Con un gesto de preocupación Morko dice a Martín:- No hay tensión en la cuerda, se habrá soltado, mierda no me apetece meterme a ciegas ahí, ¿alguna idea para veamos algo dentro del agua?.
Gowther paró el avance del grupo unos instantes. Si seguían así no llegarían muy lejos, ya que estaban claramente expuestos, la cuerda atada a Guilbert había sido cortada y cada vez veían peor. Pidió a los miembros del grupo que impregnaran con magia de luz un par de objetos. Uno de ellos sería uno de sus recipientes de cristal. El aire de su interior haría flotar el mismo y mandaría un sutil mensaje al mestizo y al paladín cada vez más alejado de la primera línea del combate. Incluso si era interceptado, el aire de su interior llegaría a la superficie. El otro objeto podría ser cualquiera que decidieran los miembros del grupo. Mejoradas sus posibilidades para ver en un mayor rango, continuó su marcha con el resto.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Guilbert, sorprendido de como sus pulmones ignoran el entorno líquido en el que se encuentran, aprieta el paso, o el nado, hacia la figura de Ash que se difumina en las negras aguas. Tan cerca.. ya casi lo tienen.. solo un poco mas.
Un sentimiento de urgencia apremia a Zevatur, que nada con más ímpetu hacia Ash. Pero al echar una mirada atrás para comprobar que el resto le sigue de cerca, Gothwer le pide que haga una luz. Con cierta frustración por no poder discutir en este momento hace lo que le pide y echa un luz sobre su varita para seguir nadando hacia la figura de ash que se pierde en la oscuridad.
Zevatur, Rolthos
Gowther miró extrañado al "artista" y su empeño en ignorar las señales de peligro, así como la petición de ayuda para avisar a Martin y Morko de que algo no iba bien. Por su parte, Zevatur conjuró a regañadientes el cantrip de luz sobre su varita... Del mismo modo que Guilbert parecían priorizar alcanzar a Ash, sobre las evidencias de peligro en un terreno tan hostil.
Tras ver que nadie iluminaría el recipiente, Gowther confió en los agudizados sentidos de los compañeros que estaban en la superficie para que acertaran a ver el recipiente y lo dejó subir a la superficie.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Quitándose la mochila, la deja en el suelo y la asegura con unos guijarros para luego atar su extremo de la cuerda a las asas de la misma. -Con esto podremos volver fácilmente a la superficie si nos desorientamos- explica a Martin.
Una vez asegurada y atada, se agarra a la cuerda y se mete en el lago con la esperanza de poder encontrar a sus compañeros.
Martin, aún tensando el arco y apuntando en la dirección de donde sus amigos habían desaparecido bajo las oscuras y mortalmente tranquilas aguas del lago, observó como Morko se adentró también sumergiéndose fácilmente por el peso de su blindada armadura, prácticamente andando por el fondo fácilmente con sus pequeñas pero robustas piernas.
De repente se sintió solo, miró rápidamente a su alrededor y observó con cierta ansiedad las paredes que ascendían detrás suya, era el peor momento para tener una emboscada de las criaturas dantescas de grandes garfios por manos que analizaron en la distante Mithral Hall, y su mente empezó a llenarse de pensamientos horribles. No le sentaba bien estar solo, incluso cuando se había pasado en sus iniciales misiones con La Academia, horas e incluso días en solitario acechando y estudiando a su presa, la soledad le llenaba de tristeza. "Seeker" graznó compartiendo el nerviosismo con su compañero, y posado sobre su hombro, también giraba inquieto su cabeza buscando amenazas.
Por unos segundos casi decidió abandonar su posición y adentrarse más en el agua, pero allí abajo, en las profundidades abisales donde la oscuridad era impenetrable, sus armas y habilidades era bastante inútiles, más incluso de lo que ya lo eran habitualmente... decidió por tanto mantener la posición con voluntad férrea a pesar del frío y el agotamiento mental que le iba drenando poco a poco.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El grupo continua adentrándose en las frías y oscuras aguas en pos de su líder Ash, alejándose del vigilante Martin cuyas dudas e inseguridades se acrecentaban en la oscuridad.Un débil destello en las profundidades del agua le recuerda que incluso, en los lugares más oscuros, hay esperanza.
Zevatur, consciente de que, antes o después, se quedarán a oscuras, y sospechando que sus temores son fundados, ya que es imposible que Ash haya visto algo en las profundas y oscuras aguas, invoca su magia para iluminar sus alrededores.
Afortunadamente para Morko, que nada despacio pero con movido con su fuerza y convicción, navega sin rumbo hasta que ve la luz de Zevatur algo a la izquierda de lo que él creía. Con poderosas brazadas se dirige hacia allí.
Zevatur mira a su alrededor, buscando a Ash ahora que tiene más luz. Pese a sus sentidos, debe reconocer que es agradable tener una fuente de luz, tan sólo puede imaginar lo que significará para Ash, Guilbert y Kath. Casi sin pensarlo busca a la cazadora de sangre y un grito sale de su garganta.
Gowther puede ver mucho mejor gracias a la luz de Zevatur. Constata que están mucho más profundo de lo que creía, más cerca del fondo que de la superficie en realidad. Puede ver que el fondo se compone de las mismas estalagmitas que había en la meseta superior.Es entonces cuando escucha el grito de advertencia de Zevatur y mira en la misma dirección, al igual que el resto.
Unos metros más adelante de Ash, y prácticamente en el fondo del lago las estalagmitas forman un círculo y, en el límite de ese círculo, ven a una criatura que parece haber salido de una pesadilla.
El ser parece un pez o un gusano enorme, con varios ojos en vertical a lo largo de su cabeza, grandes tentáculos que se agitan a su alrededor y una boca sobredimensionada, repleta de colmillos, que parece sonreír maliciosamente cuando le ven.
A su lado hay cuatro extrañas criaturas más. Con torso humanoide, desproporcionados brazos acabados en garras y tentáculos parecidos a un pulpo para poder moverse por el agua, custodian el círculo y a la otra criatura. Una de ellas agarra entre sus tentáculos y brazos a Kath, que se debate como puede.
Ajeno a las vicisitudes de sus amigos, Martin ve cómo la luz que ha aparecido en las aguas se sumerge un poco más y su inquietud crece. ¿Tendrán problemas?
PbP Character: A few ;)
El semielfo observó la luz levemente más adelante, como un tenue reflejo de una luna que no existía bajo el agua, un leve destello plateado que captó toda su atención. - Parece una señal, no seré muy útil, pero algo contribuiré - Sin demorarse mucho más, Martin aferró su arco con fuerza, hasta que los nudillos quedaron casi blancos, afianzó las flechas en su carcaj para no perderlas bajo el agua y se sumergió siguiendo el rastro de aquella luz. - Ese es tu trabajo, sigue el rastro, ... Joder Martin, deberías dejar de hablar sólo -
Con ágiles brazadas, el mestizo siguió a sus compañeros a fuera cual fuera el peligro...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Todo parecía estar saliendo mal y a un ritmo demasiado acelerado. Ash estaba siendo controlado de algún modo y la desafortunada Kath había sido atrapada. El eladrín debía hacer algo en tan complicadas circunstancias. Lo primero era liberar a los suyos para que se unieran al combate. -Debemos liberar del sortilegio a Ash.
Desenfundando Aegnor, convocó un hechizo de arcano de tiempo y se concentró un instante activando el broche que consiguieron para mejorar sus posibilidades, junto con su canción de espada, tal vez tuviera alguna posibilidad ante estas aberrantes criaturas.
Con su movilidad mejorada, se acercó a la criatura que había atrapado a Kath e intentó asestar un golpe a la misma.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Aegnor corto la piel blanca de la extraña criatura que había apresado a Kath.
Chilló de dolor, pero se aferró aún más a Kath. La chica gimió de dolor.
El eladrin se apartó, adoptando una postura defensiva para evitar los ataques de aquel ser o de cualquier otro de su grupo.
Fue entonces cuando lo sintió.
Su hechizo que modificaba el tiempo a su alrededor para acelerar sus movimientos desapareció, así como la Magia protectora que le envolvía se disipaba sin que el pudiera hacer nada.
Extrañado miró a su alrededor para ver a Guilbert nadar hacia Helayna hasta colocarse a su lado, mientras recitaba un soneto en una lengua extraña.
Uno de los monstruos que estaba más cerca de Gowther pareció reírse y animarse por las extrañas palabras de Guilbert.
Alentado por el que Gowther creía era su amigo, la bestia se abalanza sobre él e intenta cortarle con sus afiladas garras, sin los efectos mágicos y en el agua el eladrin se defiende pero la bestia es demasiado rápida. Gowther recibe un corte en un costado por una garra, y otro en un brazo. Es entonces cuando recibe el estallido psíquico. Por un momento el hojacantante teme perder sus capacidades como le ocurrió en la guarida de los ladrones, pero esta vez solo recibe un dolor de cabeza tremendo.
Morko y Zevatur corren la misma suerte que Gowther. Zevatur no puede evitar que una de las garras le haga un profundo corte en el cuello, pero lo peor es el terrible dolor de cabeza que le crea el chillido mental de la criatura.
Pese al dolor de su cabeza y heridas, Gowther está decidido a ayudar a Kath y cuando ve que su enemigo se mueve, lanza su espada contra el. Aegnor vuelve a cortar la piel de la criatura, pero el dolor no le impide alejarse con Kath y desgarrar la piel de la muchacha con sus garras.
Morko sacude la cabeza y se prepara para devolver los golpes.
PbP Character: A few ;)
El paladín sigue a sus compañeros y sin saber como de repente una extraña criatura se pone a su lado a la vez que empieza a sangrar por los oídos y la nariz, abrumado por el dolor blande a Kheluzburk y el hacha muerde la carne de la extraña criatura acuática imbuyéndose del poder de Moradhin, las runas de su hoja refulgen mientras castigan a la criatura.
Pero el dolor es demasiado grande como para poder encadenar un segundo ataque y el paladín trastabilla cayendo de rodillas ante la extraña criatura antes de poder atacarla de nuevo.
Zevatur mira a su alrededor pero tan solo ve a kath atrapada por una de las criaturas. Lanzando una maldicion a la criatura la debilita y luego se aleja, la criatura a su lado aprovecha la oportunidad para atacarle. Alejado de ella y lamentando su decision con cierto dolor, lanza una conjuro de luz a la criatura que esta con morko y otro a la que esta con kath, dañando a ambas. Ambas relucen, facilitando la posibilidad de que sus compañeros les ataquen.
Zevatur, Rolthos
Kath lleva unos segundos luchando contra la férrea presa de la criatura, pero son el ataque de Zevatur le dan el respiro que necesitaba. Se revuelve y corta su propia piel primero para cargar la espada de su magia. Lanza cuchilladas y su poder contra el extraño y repugnante ser que la tiene atrapada y aunque logra soltar su presa, no acaba con la bestia.
PbP Character: A few ;)
Después de nadar e internarse cada vez más en la profundidad de las aguas en pos de su líder, la elfa se encontró ante un panorama realmente desesperanzador, muy contrario a la extraña sensación de bienestar interna que sentía sumergida en aquel lugar: las bestias del oscuro lago flotaban ante ellos amenazantes, habiendo convertido igualmente en una amenaza real a sus propios compañeros, que parecían dispuestos a atacarles sin compasión. Kath se revolvía exhausta entre las garras de uno de los seres marinos, Ash desenvainaba a sus chicas con una sonrisa maliciosa dirigida hacia sus aliados; y su querido Guilbert se había posicionado a su lado, susurrando palabras incomprensibles que parecían acrecentar el ánimo de sus enemigos, esperando pacientemente su oportunidad para atacarla. Los demás parecían aún mantener su cordura, pero ¿hasta cuándo? ¿era cuestión de tiempo? ¿perdería ella igualmente la razón?
"Niña, céntrate - esta vez no fue solo la voz de su maestro lo que se materializó delante de la hechicera; junto a ella, sintió un golpe certero en la cabeza, de un objeto contundente, que bien podría haber sido uno de los candelabros de hierro que se distribuían sobre las mesas y las estanterías repletas de libros de una de las salas de la torre de los magos, donde solía practicar en su plano de sombras - la magia suele ser... caprichosa - la imagen se desvaneció con la misma rapidez con la que había surgido, diluyéndose en las aguas negras, pero la voz permaneció - y, más a menudo de lo que crees, irónicamente efectiva" - La elfa se llevó automáticamente la mano que tenía libre a la cabeza, palpándose el cogote y sintiendo aún el dolor de aquella visión imposible.
Lanzó una mirada repleta de tristeza a Guilbert, recordando las enseñanzas de su mentor que aseguraba que algunos efectos de dominación podían ser interrumpidos con daño. Mantuvo firme su bastón, que flotaba sin apenas ejercer fuerza en aquel medio líquido, y le susurró mirándole fijamente - "lo siento, querido, esto te va a doler un poco" - acto seguido, desvió su mirada hacia Ash y hacia la criatura que mantenía apresada a Kath y el cristal de su báculo refulgió, alumbrando fugazmente la negrura que les envolvía, a la vez que tres misiles azules centelleantes se dirigían a sus objetivos; sin vacilar, sin desviarse, las tres estelas mágicas dibujaron un recorrido perfecto impactando sin piedad. Hela apretó los puños, sin dejar de observar la reacción de Ash y Guilbert, para comprobar si los golpes habían surtido el efecto que esperaba.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
La mente de Guilbert vaga sobre el vacío. Como una ilusión proyectada, puede verse rodeado de agua, acercándose a unas repugnantes y viscosas bestias. Ve sus manos, pero actúan solas, escucha su voz, pero no es él quien está conjurando, y como si a través de un catalejo fuera, ve por sus ojos como se centran en la pálida elfa con aviesas intenciones. Recluido en su propia mente, esclavo de aquella aberración por un momento siente su presencia. La soledad y el vacío le inunda en una mente que se remonta al inicio de los tiempos.
Y de pronto todo explota. Se ve envuelto en una bola de energía. En un principio no siente nada pero el punzante dardo de energía enviado por Hela atraviesa una a una las barreras de su confinamiento mental hasta que el dolor se hace tan insoportable que atraviesa las brechas provocadas por el misil mágico para retomar el control de su cuerpo.
-Ese.. ser.. tiene a Ash como me tenía a mi.. lo siento..- dice mirando hacia Gowther aliviado por no empeorar mas la situación del grupo..- pero estamos jodidos.
Desde el fondo de su mente Ash vio como tus amigos eran atacados por esos seres horribles... y como tras guiarles hasta la trampa, él sacaba a tus chicas y se dirigía Gowther para tratar de herirlo. Sin embargo, el elfo, sobrepasada su sorpresa inicial, se defendió bien. Era como si todo aquello le estuviera pasando a otro, como si lo viese todo desde fuera.
Pudo ver la cara de culpabilidad de Hela cuando lanzó su hechizo y sintió un pequeño dolor cuando uno de sus proyectiles mágicos le impactó. En el extraño vacío en el que se encontraba, en el que nada podía sentir, ese pequeño punzante dolor penetró hasta su conciencia. El guerrero se aferró a él y tiró con toda tu fuerza de voluntad para volver a ocupar su cuerpo. Con un esfuerzo titánico expulsó lo que fuera que estuviera ocupando su mente y fuera dueño de sus movimientos.
Justo a tiempo, porque uno de los tentáculos de aquel ser de pesadilla trató de herirle. El monstruo falló por poco cuando interpuso a Norma. Gloria se encargó de ejecutar la maniobra de Riposte y el fallo salió caro a la bestia abisal, que retiró el tentáculo con un corte sangrante. Sin embargo no vio el otro tentáculo que le atacó por un ángulo ciego hiriéndole en la pierna.
—Yargg!! —unas burbujas escaparon de su boca cuando sintió el dolor.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
La ancestral criatura, viendo que perdía el control sobre sus marionetas, lanzó sus tentáculos contra Gowther y Ash. El eladrin desvió con el plano de su hoja el poderoso tentáculo. Ash, aún recuperando el control de su cuerpo, no puede evitar que uno de los tentáculos le impacte en la pierna. Ash no tiene tiempo de darse cuenta de la sustancia pegajosa que se queda pegada a su piel mientras Gloria le enseñaba modales al monstruo.
Frustrado y dolorido, herido por vez primera por un filo en centurias, el aboleth descargó su furia contra el grupo y todos pudieron sentirlo casi como un impacto físico en sus mentes.
Martin, que llegaba a la escena vio que tenían problemas más graves de lo que, incluso su pesimismo, había anticipado.
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Con el arco aún aferrado fuertemente a su mano, y moviéndose a la la máxima velocidad a la que su entrenamiento le había adiestrado, Martin observó la compleja situación a la que habían sido arrastrados. Desde cierta distancia, como si de un espectador de un confinado teatro del horror se tratara, atisbó a las diferentes bestias de abisales morfologías danzar con sus compañeros en una macabra obra trágica.
Su mirada se dirigió inmediatamente a los elfos del grupo, Helayna parecía estar medianamente a salvo, pero Gowther lo estaba pasando mal, sin embargo, y faltando al Juramento, su arco se tensó entre las profundas aguas apuntando al objetivo que estaba castigando duramente a Kath. A pesar de la dificultad del disparo, el semielfo ajustó a ojo el tiro, tuvo en cuenta la resistencia líquida ejercida sobre la saeta, y se aprovechó de la lívidas fuentes de luz provenientes de los objetos portados por sus aliados, que emitían fantasmales iridiscencias allí donde brillaban pálidamente.
La flecha nadó más que voló, rauda y con apenas desviación, a pesar de las dificultades de su entorno, impactando a una de las abominaciones que ponían en compromiso la seguridad de su antigua pupila, clavándose, por tanto, limpiamente en uno de sus costados viscosos.
La mente del mestizo siguió funcionando a gran velocidad mientras pensaba en la estrategia a seguir. Observó las múltiples sombras y el alienígena paisaje formado por las estalagmitas del fondo, formando un extraño círculo y generando múltiples puntos de ocultación. Sonriendo de una manera quizás demasiado siniestra, el asesino busco posicionarse mejor para su siguiente disparo.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Cuando parecía que la situación no podía ir a peor, la confianza que empezaba a depositar en sus compañeros parecía caer en saco roto. Guilbert, presumiblemente manipulado por aquel ser aberrante, deshizo toda la magia que en ese momento rodeaba a Gowther. Si tan solo hubiera contemplado esta contingencia, el eladrin podría haber contrarrestado ese hechizo. Para un El'Tael, despojarle de su magia se equiparaba a mandar al combate a un guerrero sin armadura alguna, pero con el agravante de poseer menos resistencia física para aguantar los golpes. No solo sus defensas fueron anuladas, el ritual realizado con atino al inicio del día también fue suprimido. Tras este desgraciado incidente, sus hipótesis fueron contrastadas. Si mantenía la calma, podría aguantar con suerte el combate sin ahogarse.
Antes de que pudiera articular estrategia alguna, como si de un resorte se tratara, vino a su mente la impoluta imagen del hojacante Finathiel. En aquel lugar, sus afiladas palabras parecían cobrar un sentido distinto. Como una fugaz epifanía, Gowther vislumbró los esfuerzos de su superior con una amplitud como nunca antes lo había hecho. ¿Acaso el destino estaba guiando sus pasos por un sinuoso sendero hacia la iluminación? ¿Debía experimentar el fragor de la batalla en exclusiva comunión con Aegnor para demostrarle ser digno de ella? Sin permitir que su mente se enzarzara en dudas vacías alimentadas por sus inseguridades, Gowther asumió por primera vez desde que se vinculó a su compañera que eran solo el y Aegnor. Sin hechizos de protección... sin artimañas bélicas típicamente asociadas a un hojacante... Este combate marcaría la directriz de sus siguientes pasos.
Sin más tiempo para pensar, Gowther fue presa del ataque de una de las criaturas y del hechizado Ash... el dolor, la sangre emborronándolo todo, el miedo a fracasar y no ser digno pretendieron menoscabar el espíritu del eladrin, pero no hubo espacio para esto. La obligación y el deber de proteger a sus compañeros eclipsaron cualquier atisbo de incertidumbre. Empuñando a Aegnor con una firme determinación, tanto sus movimientos como su ataque, fueron precisos y certeros. Antes de que se escabullera la criatura que apresaba a Kath, Aegnor cercenó uno de sus tentáculos hasta casi diseccionarlo.
Tras esto, el líder de aquel grupo, un aboleth. Pretendió acabar con Gowther y el recientemente liberado Ash, pero con un bloqueo de su espada confrontó el golpe con gran facilidad. Como si estuviera conectado con el humano, se movió con gran agilidad para rodear a la criatura que consiguió alcanzarle para devolverle el favor. Con una fuerza renovada, Aegnor le demostró con quién estaban entablando combate.
Ataque de reacción a la criatura de Kath
second wind
Dos ataques a SK2 (si no recuerdo mal).
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.