Ante la inquietante imagen del Illithid, el eladrín siguió empleando un tono pacífico, tras su proposición de no combatir, continuó-No buscamos nada de ti, estamos de paso. Simplemente, buscamos poder descansar un poco.-Sin querer seguir generando inquietud en aquel ser.-Si lo prefieres, podemos irnos, te dejaremos algo de comida y bebida en la entrada.-Acabó diciendo, mientras es alejaba y mostraba uno de los recipientes con uno de los cerebros de los umber hulks.

Un empapado Zevatur avanza hasta la orilla, hasta que el agua le cubre los tobillos, y recuerda las lecciones de su antiguo compañero el psionico... hablar con la mente, no con las palabras... 

 "Somos de afuera de la suboscuridad, no somos como el resto aquí abajo. No atacamos para robar cuando nos sabemos mas fuertes que otra criaturas. Mi nombre es Zevatur seguidor de Bahamut, y puedes estar tranquilo, no atacaremos sino en defensa propia." Piensa con fuerza, marcando las palabras con intensidad en su mente, pero sin llegara pronunciarlas esta vez. Hela y Martin tan solo puede ver un ladeo de cabeza y una mirada concentrada de Zevatur hacia la cueva. 

Gowther ve cómo el Illithid gira la cabeza hacia fuera, como si escuchara. Todos escuchan la respuesta a una frase que sólo él ha escuchado.

- Estáis muy lejos de vuestro hogar, moradores de la superficie. ¿Qué hacéis aquí? - 

-Pero que cojones..-es lo que llega a expresar el bardo cuando una figura se levanta en aquella olvidada cueva.. 

Un escalofrío recorre su espalda cuando suenan en su cabeza las palabras del Illithid. Sujeta con fuerza el cuerno con runas plateadas que lleva atado al cinturón, preparado para usarlo ante la mínima amenaza y con la otra mano sobre la empuñadura de su sable. Antes de hablar, y atenazado por el recuerdo de su anterior encuentro con uno de estos seres, escucha a sus compañeros pero a lo que mas presta atención es a algún síntoma de dominación. Al bardo le cuesta asumir un tono tan amigable como el de sus compañeros..

-Mantén la distancia, criatura- le apremia el bardo.- estemos todos tranquilos, no muevas ni un tentáculo.. -le dice muy serio llevando sus ojos a la mano sobre la espada, aun enfundada.- Pesca submarina- le responde- pero preferiría que nos expliques tu antes que es lo que haces aquí.. a poder ser sin sortilegios ni subterfugios.

La mirada del Illithid sigue la mano de Guilbert hasta la empuñadura de la espada pero todos escuchan en sus mentes una pequeña risa queda ante la excusa de porqué han venido hasta aquí. No es un sonido reconfortante en sus mentes. 

- No será necesario elfo - responde ante el ofrecimiento de Gowther. - Vosotros debéis mantener las distancias humano - réplica a Guilbert - Y por tu bien te recomiendo que no desenvainéis vuestras armas. - Hace una pausa pero al ver que las intenciones del grupo son cautelosas continúa-  Yo fui... desterrado... me fue vedada la entrada en Yug’Voril y fui abandonado. Expulsado por no doblegarme a la voluntad de K’Varn...” 

Levantando la malo hacia Guilbert indicándole que se cesara su intento de comunicación carente de asertividad, dijo.-Siento las consecuencias de tu decisión, supongo que tendrías motivos de peso para preferir el destierro a corresponder el mandato de K'Varn.-Dijo con el objetivo de mostrar empatía por su situación.-Nosotros buscamos a uno de los nuestros. No sabemos si está vivo o muerto. No creo que sea de tu interés.-Retomando las conversación en torno a los suyos-¿Tanto discrepabas de sus intenciones?

El Illithid sisea 

- K’Varn ha corrompido y dominado mi colonia y al Cerebro Ancestral. Sus intenciones son corruptas y sus métodos despreciables. Yo... que fui... maldito con ciertas habilidades arcanas - levanta una mano y entre los largos dedos saltan chispas de poder arcano - pude resistirme temporalmente a su influjo. Pero mis hermanos y hermanas no corrieron esa suerte y fui expulsado, exiliado y abandonado para morir en la fría oscuridad. 
¿Buscáis a otro morador de la superficie? Si ha caído en sus manos es mejor que abandonéis toda esperanza. - 

Ash entrecerró los ojos en guardia. Estaba harto de monstruos imposibles que se metían en la cabeza de uno. Necesitaban avanzar en lo que les había traído ahí abajo. Le costó un momento entender que estaba pasando pero decidió que había que jugar la carta del aliado ocasional, el enemigo de tu enemigo es tu amigo.

—Debes de ser alguien influyente si Kvarn no te ha matado. Yo soy Ash—se adelantó hasta ponerse a la altura del bardo—. Ese bastardo es nuestro enemigo también. Nos gustaría ajustar cuentas con él pero no estamos aquí por eso. Buscamos a una amiga que se internó en estas cuevas hace unas dos semanas. Una mujer, iba con un grupo de enanos ¿Puedes decirnos algo de eso? Quizá podamos ayudarnos mutuamente. 

-Tranquilo criatura, no pienso acercar mi cerebro a esas fauces - le dice aceptando las condiciones de proximidad-, pero ayudaría si deshaces tu sortilegio. - ligeramente mas relajado retira la mano de la empuñadura aunque no del cuerno al escuchar a sus compañeros y al illithid. Nos les suponía tan confiados o ingenuos. Si algo tiene claro Guilbert es que en la suboscuridad el enemigo de mi enemigo, seguramente también sea tu enemigo. -Cuan avieso era el plan de K`varn para encontrar voces discordantes en su plan?- Añadió a la anterior pregunta de los aventureros.

Entendiendo que tal vez podían existir objetivos comunes-Últimamente hemos tenido desencuentros con los tuyos. Parece que están tramando acabar con todo nuestro mundo desde las sombras y estableciendo lazos con todo tipo de grupos.-Dijo congruente con Ash- Supongo que esa influencia que comentas estará detrás-Ahí se detuvo, sin querer dar muchos más datos, esperando que aquella desdichada criatura arrojara algo de luz al respecto o mostrara interés por ayudarles al ver que ambas partes se habían visto afectadas de un modo u otro.

El Illithid ignora la petición de Guilbert de deshacer su hechizo, pero si contesta a sus palabras, y las de sus compañeros. 

- Los planes de K’Varn no los conozco de primera mano, pero los intuyo. Está uniendo a varias razas y planea conquistarlo todo. Esto solo traerá la ruina a mi pueblo y pondrá en peligro al Cerebro. Pero el Cerebro ha sido corrompido, subyugado por K’Varn. Cómo ha conseguido tal hazaña lo desconozco. Yo no era importante, ni más ni menos que los demás. Pero descubrieron mi maldición y fui expulsado. Eso me dio tiempo... al estar mi conexión cortada con el Cerebro no caí bajo la influencia de K’Varn, pero podía sentir su voluntad intentando imponerse incluso a mi. Tuve tiempo de preparar mis defensas - se toca un extraño bonete metálico que lleva en la cabeza pulposa - y escapé aquí arriba. - se gira hacia Ash - Hace una semana los duergar capturaron a un grupo de enanos liderados por una paladin. Supongo que son los que buscáis. Algunos de ellos permanecieron en la fortaleza de arriba como divertimento y alimento para los que fueron mis hermanos - hace un escalofriante sonido con sus mandíbulas - el resto fue llevado a la fortaleza y capital duergar. - 

El Illithid flota, sus tentáculos moviéndose despacio, esperando la reacción de los aventureros ante las revelaciones que les había confiado. 

El bardo escucha atento las palabras que retumban en su cabeza como el eco en una sima. Se sonríe al caer en la cuenta de si el Illithid teme su espada, ya verá cuando saque su concha. Intenta recordar cada dato, cada revelación, hasta que la noticia de Lady Kima cae como un jarro de agua helada. Guilbert no puede camuflar su cara de profunda decepción. Por un momento aleja su atención del calamar para mirar a sus compañeros.  -Tantos esfuerzos.. todos estos riesgos para llegar tarde. Por algo no daban con ella..- El mazazo le lleva a sentarse, derrotado..-Ahora deben estar en Ember Hold.. o peor, camino de.. ¿Yug’Voril has dicho? - dice intentando recuperarse del chasco.- Duergar, Xanathar.. ¿quien mas está implicado en este oscuro pacto de tinieblas? -dice guardándose las carta del culto del dragón.

-¿ Quien es Xanathar? - pregunta el mind flyer en la mente de todos con un susurro escalofriante antes de que ninguno pueda contestar al bardo.

El muchacho rojo parece dejar que el peso de la conversación recaiga sobre los que tiene la mente más clara que él. Sin embargo, como ya le había ocurrido en el pasado sus pensamientos parecen no parar, arremolinándose en un torbellino de ideas, información y ocurrencias.

"Si hay combate, esta vez empezaré a distancia. ¿Y con que hechizo debería empezar?... Al menos está vez no recibiré un ataque nada más empezar... algo de concentración  ¡Oh, esa criatura o persona, K’Varn, es la que Martin oyó anteriormente dirigiéndose a la capital Duergar. Así que este es mago... El señor cara pulpo de la alcantarilla no aguantó muy bien la bola de fuego... si... fuego, soy bueno con el fuego... No Gilbert, a Lady Kima la están llevando a la capital enana, lo dijó Martin. Prefiero la ciudad de los enanos a la de los devoradores de mentes, aunque quizás baste un pequeño gorrillo de metal para salvaguardarse y protegerse de la gran mente, una pena que no hubiese ese anillo que protegía la mente en Waterdeep. ¿Quizás podríamos aliarnos con este Illith, matar a K’Varn, liberar a Lady Kima, salvar el plano material? O quizás tenga demasiada hambre para poder razonar con él, que comerá en estas cuevas... ¿El cerebro de escarabajo gigante aturdidor sabrá bien, terroso, quizás algo parecido al picante? ¿Y el de Aboleth? ¡¡El de Aboleth seguro que es un manjar: jugoso, poderoso, nutritivo!!. Xanathar? ¿Que le importará a este Illith los asuntos de Waterdeep y su gremio de ladrones?"

Cuando el Illithid acaba de hablar y aprovechando que sus compañeros parecen tener que digerir la información unos instantes, Zevatur se dirige a él ignorando su pregunta. Está vez habla en voz alta, siguiendo el ejemplo de todos sus compañeros. Su voz llega algo apagada desde la distancia, pero el silencio de la gruta trasporta las palabras con claridad.

 - Aún no nos has dicho tu nombre... Pero quizás podríamos llegar a un acuerdo. Creo que nuestros pasos nos llevarán a la ciudad duergar... Podríamos aliarnos. Acabar con K’Varn. Liberar al cerebro de tu comunidad. Liberar a Lady Kima. ¿Que opinas? Como muestra de voluntad podemos ofrecer el apetitoso cerebro del Aboleth que habitaba las profundidades. Fresco... recién pescado.

"Fresco, fresquísimo, mi as en la manga" pensó Guilbert cuando Zev ofreció el cerebro del aboleth. No le gustaba donde estaba.. y claramente no ver la apariencia real de aquella cueva le molestaba.

-No es ni la primera ni la segunda vez que nos cruzamos con alguien que ha renunciado al uso de sus pies..- le dice con la noticia de Kima algo asumida.- Junto a los de arriba, encontramos en las cloacas de Waterdeep a Nihiloor el criador. Pariente suyo?

El Illithid mira hacia donde está Zevatur y luego a Guilbert. Pasa unos dedos largos y esbeltos por sus tentáculos, como quien mesa su barba. 

- ¿Asi que tú eres pariente y conoces a todos los humanos que moran en el mundo? - contesta a Guilbert - curioso, no esperaba un comentario tan racista de un grupo tan variopinto y menos de un bardo... vive y aprende supongo. Nada se ni de Waterdeep ni de sus moradores, ni me interesa. - concluye con un ademán algo condescendiente, centrándose en contestar a Zevatur ahora. 

- Mi nombre es Klarotah, pero ninguno ha sido tan educado como para presentarse. Supongo que aún no estamos en ese punto de la conversación aún hmmm? Ofreces una alianza que podría ser... interesante. Si quieres mostrar buena voluntad haz que el paladín jure por su arma y su dios que ni el ni ninguno de vosotros ni vuestros aliados me atacara o causara daños o se negara a brindarme protección. Quizás así me ofrezca a guiaros hasta Ember Hold y después a Yug’Voril. ¿ Y porque suponéis que no soy capaz de conseguir mi propio sustento? ¿Por el ajado a vuestros ojos de mis ropas tal vez? No sólo sois racist as si no clasistas también. Encajaríais bien en Yug’Voril...- una vez la inquietante risilla se cuela en el cerebro de todos. 
- Decís que habéis capturado al aboleth.. eso que tienes ahí bardo supongo. No es hazaña pequeña pero os recomiendo acabar con el. Sus memorias son largas y, su orgullo desmedido y su odio eterno. - 

-Era una cuestión de cortesía y solidaridad dado el contexto, pero como dices, la capacidad de muchos para ver las intenciones ajenas muchas veces brilla por su ausencia o puede ser completamente errada. Siento si viste en mis intenciones un juicio de valores. Llevamos todo el día enfrentándonos a terribles criaturas y apenas hemos podido parar a descansar, me pareció ser cauto entender que, tal vez, estuvieras en una situación parecida... Está claro que, si a tus ojos hemos sido racistas y clasistas, a los nuestros no estas teniendo mejores calificativos...-Siguió con el mismo tono de voz que en un principio, sosegado y respetuoso.- Como bien has apuntado, no hemos tenido pie a presentaciones, mi nombre es Gowther.

 - Yo soy Zevatur... "Quizás no me oyese la primera vez... no acabo de entender esto de la telepatía" Piensa Zevatur algo confuso después de repetir su presentación tras las palabras de Gowther. - Estoy seguro de que puedes conseguir sustento, pero no creo que haya muchos aboleth por ahí, pensaba que quizás sería algo exótico y apetitoso, pero veo que eres más práctico, Klarotah. Un juramento ciego de duración indefinida... Quizás si te comprometes a actuar dentro de los limites razonables, durante la misión... sacude la cabeza... creo que una alianza debe basarse en la confianza mutua, si nos aliamos, deberemos dar un pequeño salto de fe. Tu, Klarotah, y nosotros.

Hela se acercó con temor y curiosidad hacia la cueva, manteniéndose en un segundo plano mientras escuchaba en su cabeza la voz de aquel ser que parecía estar manteniendo una conversación con sus compañeros. Después de esperar un tiempo prudencial se introdujo por la oquedad de la roca, observando extrañada como Gowther sostenía un bote con un cerebro dentro. Miró a la figura tentaculoide, recordando entonces del encuentro en las cloacas y, junto con la información de la conversación, le quedó un poco más claro de qué tipo de criatura se trataba.  

Sin querer interrumpir, la hechicera dio un paso hacia adelante - Helayna, proveniente del Plano de las Sombras - susurró a modo de presentación, volviendo de nuevo a su posición y manteniéndose al margen, pero sin quitarle ojo de encima al que parecía que se iba a convertir en un nuevo aliado. Dada su ignorancia sobre este tipo de criaturas, prefirió que fueran sus compañeros los que llevaran la gestión de esa extraña alianza y negociación si así lo creían conveniente. 

Ash se cruzó de brazos y esbozó una sonrisa sardónica.

—Bien por fin. Es una buena noticia Guilbert, ya sabemos por dónde seguir —tendió la mano a Guilbert para que se levantara— Klarotah ¿mmm?, bueno, ¿conoces alguna manera de pasar al otro lado de esas puertas que llevan a Ember Hold? Y otra cosa ¿Alguna idea de porqué se llevaron a nuestra amiga tan lejos en vez de ajusticiarla aquí?