-¿O no acercarnos a esa zona para nada ya que acaba en una pared y no tenemos que acercarnos para nada? Sea lo que sea si no ha venido ya por nosotros no lo hará después si lo dejamos tranquilo... como opción.... - añade guinándole un ojo a Guilbert.
Mientras tanto Morko encuentra unas runas grabadas en la base de piedra que eleva el yunque.
"Que el Martillo caiga y el Yunque Vibre"lee en voz alta, traduciendo del idioma enano. Morko reconoce que no es una frase muy habitual en los templos de Moradin. No es para nada blasfema ni extaña, es simplemente, peculiar.
Tras los intentos infructuosos por comprender algun tipo de mecanismo o mágico enigma Gowther y sus compañeros dieron con la respuesta. Simplemente abrir la puerta. Los enanos siempre tan...-Debemos ser cautelosos.-El eladrin miró a su alrededor en busca de algún punto de luz con el que pudiera alumbrar la zona.-"Luthien, se mis ojos por unos momentos".-Su compañero emprendió vuelo con la intención de dar cuenta de cualquier pista de interés o algún punto de luz que ayudar a sus compañeros con unas capacidades de visión más reducida.
Mientras realizaba esta tarea-Querida Helayna podrías buscar algún rastro de magia en los alrededores cuando Luthien nos asegure el terreno A VISTA DE PÁJARO. JA JA JA JA- Después de esa risa estridente, fuera de lugar y bastante inquietante.-Martin tu también podrías buscar algún mecanismo que debamos tener en cuentaLADRONZUELO JA JA JA JA... Ay... no somos nadie...
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Pese a la histriónica y fuera de lugar risa del inestable eladrin, Luthien cumplió con premura el cometido de su amo.
Recorrió la estancia en círculos rápidos, pasando muy cerca de los frescos de las paredes. Gowther vio a través de sus ojos algo que le llamó la atención. Uno de los martillos que enarbolaba un enano herrero en la pintura de la pared sur parecía ser un bajorrelieve más que una pintura. Se acercó, ya dueño de sus sentidos y con Luthien pacientemente posado en su hombro, y comprobó que el martillo estaba hecho de piedra y tenía, aproximadamente, el tamaño de un martillo normal de trabajo, aunque en el dibujo representase uno mucho más grande. Estaba seguro de que podía, con cuidado, sacarlo de la pared ya que estaba metido dentro pero sobresalía apenas unos milímetros del resto de la pared.
Con cuidado, y gracias a sus delicados dedos del elfo, Gowther recorre la pared cercana al martillo y encuentra, en el yunque que se supone el enano que lleva el martillo en la pintura va a golpear, que el pedazo de hierro incandescente pintado también sobresale un poco de la pared. Gowther lo presiona con cuidado, comprobando asombrado que esta cálido, y el martillo sale de la pared con suavidad y el eladrin puede cogerlo. En su anverso tiene una inscripción, que Morko traduce para todos:
"Que los corazones se enciendan y las batallas se ganen"
Tomando el martillo de piedra de Gowther, Morko se dirigió con confianza al yunque y se subió al estrado donde este se encontraba. Musitando una breve plegaria a Moradin en su idioma levantó el martillo por encima de su cabeza y golpeó el yunque con fuerza.
Piedra y metal lanzaron un sonido fuerte, poderoso, que retumbó en las paredes de la sala e hizo vibrar los corazones de los Fragmentos. Se sentían revitalizados, y su pulso se aceleró ante la perspectiva de conseguir sus objetivos.
Los ecos del metálico sonido se fueron apagando y todo volvió a quedar sumido en silencio.
Todos los Fragmentos Extraordinarios ganan 10 HP Temporales
Martin había permanecido en silencio mientras todo el entramado de apertura se desplegaba ante sus ojos, sorprendiéndose ante la sencillez del método para una de las las puertas. Si embargo las palabras de Guilbert acerca de no estar solos les sumieron en la inquietud. Aunque estaba de acuerdo con Kath, acerca de que lo que fuera que acechara allí no tenía porque molestarles si ellos no lo hacían, su instinto pareció revolucionarse y sus iridiscentes ojos morados no dejaban de pasear de un lado a otro vigilando los accesos posibles hasta donde se encotraban.
La histriónica risa de Gowther le sacó de su concentrada actitud por unos segundos, preguntándose si el eladrín no estaria perdiendo la chaveta a cada día que pasaba. Pero no era él quien para juzgarle, había aprendido que cada uno tenía que combatir sus demonios internos con las herramientas que tuviera a mano, y una vida de estoicismo autoforzado probablemente no le diera mucho margen para saber gestionar emociones... era nuevo en eso, como Martin.
La sensación de vigor vibró con cada fibra de sus músculos cuando la forja sonó bajo el peso del martillo de piedra... sonrío a pesar de saber que ese sonido podía alarmar a cualquier guardián que estuviera destinado a defender aquellos reales salones... pero aún así sentía que habían avanzado algo... sólo quedaban dos puertas más, y aún así, se sentía tan perdido como al principio.
Guilbert recibió el regalo de la bendición de Moradín, revitalizado tras el ingenioso descubrimiento por parte de Gowter del martillo encerado en los relieves decorativos. Sin embargo, aquel abrupto resultaba extraño mas en un siempre correcto Halfling. Llegada la acción solo esperaba que aquello ni fuera a peor.. y no sólo el bardo parecía preocupado. Dos puertas que aguardaban dos salas dedicadas a nuevos dioses enanos.. Era tan fácil entrar o solo es que Moradin había reconocido a uno de los suyos? Quería tomar nota de todo aquello en su libro de viaje.. pero los frescos necesitaban mas tiempo del que tenían. Garabateó lo que pudo.
-Es increíble como después de centurias sin uso estos altares rebosan gozo y júbilo.. ¿No creeis?
Ash miró a Gowther enarcando una ceja por su comportamiento extraño.
—Oye, ¿estás bien? —le preguntó directamente tras acercarse.
La oleada de calor y bienestar le sorprendió en aquel momento distrayéndole de su propósito inicial. Cuando acto seguido Gowther le pidió ayuda para abrir la siguiente puerta solo pudo asentir, encantado de poner en funcionamiento sus poderosos músculos una vez más.
Por mucho que empujaron, resoplaron y se esforzaron, los esfuerzos de Gowther y Ash resultaron en vano para intentar movilizar aquellas puertas, las hojas de brillante adamantium no se movieron ni un ápice. Los dos compañeros tuvieron el mismo éxito que si hubieran intentado mover las murallas de Waterdeep.
Morko llegó a su lado, mientras resoplaban y se miraban el uno al otro, confundidos, y tan sólo hizo el gesto de empujar casualmente la puerta con una mano. Al instante, y sin hacer ruido alguno las dobles hojas se separaron para permitir el acceso al interior de la sala. La misma operación por parte de Morko les abrió las puertas de la última de las salas.
- Dumathoin- dijo señalando la capilla del dios enano de los secreto. Una vez dentro, Morko se dirige al altar y con delicadeza lo limpia buscando nuevas runas que les den pistas de su uso.
Entrando en la sala cuadrada, Morko y el resto de los Fragmentos contemplan que en cada esquina hay una armadura completa de tamaño enano sin casco cubiertas de grises telarañas.
Morko se aproxima a la pared sur, donde, limpiando el polvo y las telarañas, encuentra unas runas que rezan:
" Un secreto nunca revelado abrirá los los labios de Durnathoin "
Gowther entra en la habitación de construcción enana, su mente llena de pensamientos inquietantes. Todavía está procesando los eventos recientes que lo dejaron en un estado emocional vulnerable. A pesar de su astucia analítica, algo impide que pueda tener una mente clara. Trata de concentrarse en buscar cualquier peligro oculto mientras vigila las posibles reacciones de sus compañeros, pero algo en su mente lo distrae.
El eltael avanza sintiéndose vulnerable y luchando constantemente contra esa voz que le habla dentro de su cabeza. La voz lo critica por su falta de habilidad, dándole la sensación de inutilidad y menosprecio. A medida que avanza en su misión, la voz se vuelve cada vez más insistente, tratando de hacer que Gowther abandone su tarea y ceda ante sus propios miedos y debilidades.
El eladrin se concentra en luchar contra estos pensamientos, aunque su estado emocional es frágil, sabe que puede contar con la ayuda de Aegnor, su espada legendaria, y de Luthien, su fiel compañero, para mantenerse firme en su compromiso de proteger a sus compañeros y superar los obstáculos que se le presenten.
A pesar de todo, siente que, de algún modo, ceder contra la voz interna podría llevarlo a lugares peligrosos. La idea de tomar medidas extremas para proteger a sus compañeros, incluso si eso significa actos sádicos, cada vez se le presenta con mayor frecuencia... Se cuestiona si sus acciones son verdaderamente altruistas o solo muestras de egoísmo buscando su propia supervivencia.
Por ahora, el elfo se esfuerza por mantenerse a raya y no ceder al lado oscuro. Pero sabe que debe estar siempre alerta, ya que nunca sabe cuándo la voz en su interior podría ganar la batalla y hacerle perder su norte.
Finalmente, se enfoca en resolver el enigma de la habitación y supervisar el progreso. Con su experiencia y agudeza mental, examina cada detalle y busca pistas para progresar de manera segura. Gowther examina cuidadosamente la sala y las armaduras que se encuentran en las esquinas. Intenta detectar cualquier peligro oculto mientras vigila las posibles reacciones de sus compañeros de equipo.
Deambula con cautela y agudeza, esperando evitar cualquier peligro que pueda presentársele y descubrir el secreto que se esconde en la habitación. Explora la sala con cuidado, buscando pistas y trampas ocultas.
Santi si lo considera necesario, en este punto podría hacer una tirada de habilidad de Investigación para encontrar algún indicio que pudiese haber pasado inadvertido.
Luthien también está en la tarea de ayudar a Gowther a determinar la posible presencia de peligros ocultos en la habitación.
Aquí podría hacer una tirada de percepción a través de las señales percibidas por Luthien.
Finalmente, se centra en decodificar el acertijo de la habitación utilizando sus habilidades en arcana y agudeza mágica.
Si lo ves oportuno, Gowther podría hacer una tirada de arcana para interpretar adecuadamente los símbolos y mensajes que se encuentran en la sala.
Gowther miró fijamente a Morko y le sugirió que debería intentar pensar en algún secreto que pudiera sacar a la luz.- "Quizás ese sea el secreto que abrirá los labios de Durnathoin"-, agregó. Mientras observaban la pared con el mensaje, Gowther señaló las cuatro armaduras enanas y propuso: -"Tal vez deberíamos encontrar alguna pista sobre el secreto en las armaduras"-.
El el'tael sugirió la posibilidad de que cada una de las armaduras tuviera una palabra clave que, cuando se unieran, formaran la respuesta secreta. -"Otra posibilidad"-, dijo mientras le temblaba levemente la comisura de la boca, "podría ser que necesitemos ser los cuatro, cada uno encarnando a un personaje representado en cada armadura"-. Mientras analizaban las armaduras, Gowther hizo una pausa y señaló un detalle en la armadura de la esquina. .-"Puede que las armaduras tengan algún símbolo o runa y representen algo importante relacionado con la solución del enigma"-, dijo Gowther. Acto seguido, el eladrin, comenzó a buscar en las armaduras.
Mientras examinaba las armaduras, Gowther notó otro detalle en las mismas. -"Ninguna de ellas tiene casco. ¿Será que necesitamos encontrar algo que haga las veces de casco?"-, sugirió.-O tal vez...-Puso su mirada en el interior de la armadura buscando algún tipo de escrito, runa o detalle llamativo.-
Gowther también propuso la idea de buscar pistas en los diseños de la habitación. Podría haber algún objeto decorativo o un diseño en la pared que pudiera ser una pista importante. -"Mantengamos los ojos abiertos y examinemos detenidamente todo en la habitación, podríamos encontrar alguna pista importante que nos lleve a la solución"-, dijo Gowther.
ya me dices si veo algo, o debo de realizar alguna tirada.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Tras un exhaustivo análisis de las armaduras, Gowther no encontró nada relevante en ellas, salvo que a todas les faltaba el casco. Eran, por otro lado, armaduras enanas de excelente calidad, que podían ser perfectamente utilizadas por guerreros enanos.
El eladrin repara en que la inscripción en la pared menciona concretamente los labios de Durnathoin. Sugiere que, si consiguen información sobre la historia o los secretos del dios enano, podrían obtener alguna pista adicional que les ayude en la resolución del enigma.
Por consiguiente, propone que busquen inscripciones adicionales en la habitación que hagan referencia a Durnathoin o a la relación entre Morko o su herencia y el dios enano.
También sugiere que estudien con más detalle la pared sur, en busca de pistas adicionales o de algo que pudiera pasar desapercibido. Además, le pregunta a Morko si sabe algo más sobre la historia de su pueblo y la relación de los enanos con Durnathoin.
Finalmente, el eladrin sugiere que trabajen juntos para pensar en todas las posibles interpretaciones de la inscripción en la pared y analizar cada una de ellas con detenimiento en busca de pistas adicionales que les permitan avanzar y resolver el enigma. Anima a sus compañeros a que analicen los mismo lugares que el analizó por si se le pasó algo por alto.
Tras un tiempo meditando, el el'tael se percata de que, quizás, el acertijo guarde relación con la relación divina entre Morko y Durnathoin. Es probable que la condición de Morko como príncipe enano sea una clave importante para la resolución del enigma. -Tal vez, si desvelas un secreto personal el acertijo se resuelva. Piensa que podrías decir. Yo por mi parte lo voy a intentar-Gowther coge fuerzas y grita en voz alta-Tengo miedo de no poder protegeros, me preocupa no estar a la altura...-
La voz de Gowther resuena en la sala. Su revelación provoca miradas preocupadas por parte de muchos de sus compañeros. Durante unos segundos nada ocurre y de pronto todos escuchan un chasquido y, del centro de la sala, un trozo rectangular del suelo se levanta sin esfuerzo para revelar unas escaleras de piedra que descienden a la oscuridad.
Mientras Guilbert comenta en voz baja con Ash "Lo sabía... sólo me equivoqué en dónde había que contar el secreto..." Gowther da una silenciosa orden a Luthien y el búho de negro y estrellado plumaje sale volando y desciende por las recien descubiertas escaleras.
En cuanto el ave desparece descendiendo las escaleras los ojos de Gowhter se tornan blancos y su consciencia se proyecta en su familiar.
Luthien baja casi en picado las escaleras, apenas abriendo sus alas para controlar su silencioso vuelo. En intervalos regulares las escaleras giran exactamente noventa grados hacia la derecha para seguir descendiendo.Aproximadamente un minuto después de descenso las escaleras se abren a una cámara enorme de la cual Luthien no puede ver las paredes.
Grandes columnas talladas como guerreros enanos con sus hachas o martillos levantados sobre sus cabezas soportan el alto techo que se eleva unos cien pies por encima el suelo. En lo que parece el centro de la sala hay una estatua de Moradin de unos cincuenta pies de alto. A sus pies, diseminado por el suelo, Luthien observa el mayor tesoro que Gowther ha visto jamás. Miles de monedas de plata, oro y platino se amontonan en pequeñas montañas, cubriendo totalmente el suelo sin dejar ver la pulida piedra que hay debajo. Lingotes de oro, cientos de piedras preciosas, en especial topacios, brillan ante el reflejo de piedras mágicas a los pies de la estatua del dios enano que aportan luz dorada a la sala. Luthien da un par de vueltas al impresionante tesoro descubriendo con su aguda vista algunos cuadros y estatuas entre la pilad el tesoro. Cofres que desbordan monedas y gemas yacen desordenadamente entre el mar de monedas. Algo, sin embargo, hace que un escalofrío recorra la espina dorsal de Gowther.
Gracias a la visión cenital que ofrece el vuelo de su búho, Gowther reconoce un patrón en el aparente desorden del tesoro. Las pilas de monedas se disponen de tal forma que, el hueco entre ellas, recuerdan a la forma de un dragón.
Es entonces cuando los agudos oídos de Luthien escuchan un murmullo. Dirigiendo su atención hacia el ruido, Gowther ve a través de los ojos de su familiar una figura.
Acuclillada justo en el límite de la luz de la estatua, la delgada figura de un tabaxi, de dorado pelaje, que esta sucio, vestido con harapos se balancea sobre sus pies, su largo rabo moviéndose esporádicamente de un lado a otro. Las manos cubiertas por unos guantes sin dedos y una oreja rota. El tabaxi no parece haberse percatado de la presencia de Luthien que sobrevuela por encima de él. El tabaxi se golpea de vez en cuando la cabeza con una de sus manos y no deja de murmurar. "No lo recuerdo... no puedo recordarlo... porqué no puedo recordarlo...no lo recuerdo... no puedo recordarlo...porqué no puedo recordarlo... "
Frente a él, a sus pies, a Luthien le llama la atención un hermoso bastón, de casi dos metros de largo, de elegante madera blanca pulida y con un pequeño dragón de platino esculpido en la parte superior.
Entonces Zevatur se detuvo acuclillado en una de las paredes, y paciente observó con admiración el minucioso despiece del puzle de las armaduras por parte de Gowther. “Incluso después de trauma que ha sufrido hace poco, apenas unas decenas de horas, es prodigioso.” Comentó mentalmente a Canela, el cual se asintió a su vez y respondió. “Y sin embargo no está completamente bien, creo que un poco de descanso, relax, una cena en La Bella Arpía po...” La confesión en voz alta del elfo le interrumpió e intercambio una mirada de confirmación con Zevatur.
Sin tiempo para responder a la confesión la puerta de abrió y Luthien se adentró en la misma. Canela, aun en el hombro de Zevatur, hizo un ademán de adentrarse, pero decidió esperar a que Luthien acabase su exploración.
Ash habría aplaudido la intervención esclarecedora de Gowther si no le hubiera incomodado tanto ver como se desnudaba emocionalmente ante ellos, todo un eltael. Aquello había sido demasiado humano. Nunca sabía cómo reaccionar adecuadente a las muestras abrumadoras de sinceridad y debilidad en personas adultas. Siempre le hacían sentirse fuera de lugar, como un espectador no invitado.
Gowther se sumió en el trance de su conjuro. Ash se sacudió aquella sensación de secundario y se dispuso a hacer guardia junto a la escalera para que nada perturbara el conjuro del elfo.
Intercambió una mirada con Hela en busca de auxilio para reconducir la situación. Estaba claro que tendrían que buscar un momento adecuado para hablar con Gowther. Ella también era elfa, quizá supiese encauzarlo mejor.
El elfo observó atentamente todo lo que Luthien le mostraba a través de sus ojos. Mientras se adentraba en la enorme sala, algo en su interior lo hacía sentir inquieto e incómodo. Miró a su alrededor, permaneciendo alerta ante cualquier señal de peligro. Pese a la belleza y ostentación del lugar, sin embargo, algo no encajaba en la mente del eladrin. Por un lado, la presencia de tanto tesoro no auguraba nada bueno, y por otro, recordaba con amargura sus fracasos recientes como protector de sus compañeros.
De repente, Luthien señaló hacia una magnífica espada reluciente que estaba apoyada en una pila de monedas. El elfo recordó de inmediato a su fiel compañera de batalla, Aegnor, pero a su mente volvieron a llegar pensamientos intrusivos, representando las inseguridades y temores de Gowther como si se tratara de una segunda personalidad maligna y oscura.
Con una sonrisa febril, el elfo se fijó en la espada, pero su mente no dejaba de recordar todos los fracasos que habían sucedido hasta la situación actual. Momentáneamente, intercalaba la visión de Luthien con la suya propia mirando hacia sus compañeros de viaje y luego a la espada a través de los ojos de Luthien, alternando entre mirada de preocupación y un rostro desquiciado, sin saber muy bien cómo manejar la situación.
La confusión lo abrumaba, sin embargo, sabía que Aegnor lo ayudaría a defender a sus camaradas. Eso era alentador. Respiró profundo tratando de tranquilizarse y tras contar todo lo que había visto con Luthien, compartió sus inquietudes con sus compañeros.
-"Tengo la sensación de que algo malo va a pasar"-, dijo el elfo, tratando de mantener la calma en sus palabras. -"Deberíamos estar preparados para lo que se pueda presentar en ese lugar. No quiero que ninguno de nosotros se vea inmerso en un peligro innecesario".-
A pesar de la bondad que Gowther intentaba transmitir, la sonrisa febril y la mirada perturbadora acentuaban aquella oscura fuente de pensamientos fruto de un miedo profundo que trataba de ocultar.
Martin se mantuvo en silencio en todo momento, parecía ausente, y caminaba más perderdio entre murmullos con aquellos que sólo él podía ver. Sus idas y venidas de consciencia comenzaron a salirse de control, hasta que, con un esfuerzo de voluntad extremo, focalizó de nuevo sus sentidos en lo que realmente ocurría a su alrededor, justo cuando Gowther aulló su secreto a los cuatro vientos. Cierta oleada de empatía golpeó al bastardo al sentir prácticamente lo mismo que él veterano y bello eladrín, sabiendo lo que implicaba confesar sus sentimientos más profundos para alguien acostumbrado a modular precisamente ese tipo de conductas.
Cuando el danzarín explicó lo que había visto a través de los ojos de Luthien, Martin pareció preocupado y con cierta timidez expresó sus ideas al respecto.
- Me parece raro que la cámara real esté ahí abajo, sobre todo si aún queda una puerta por abrir... pero todo podría ser, no os fiéis de lo que veáis, puede ser un trampa o una ilusión. En cuanto al tabaxi, parece que podría ser el anterior guardián de la cámara, aquel que nos comentó Lady Laeral que perdería la memoria si le alejaban del contacto con la piedra guía. Quizás si se la ofrecemos de vuelta le haga mucho bien y recupere lo que una vez fue suyo... ¿qué opináis?
Kath escucha las palabras de Guilbert y propone.
-¿O no acercarnos a esa zona para nada ya que acaba en una pared y no tenemos que acercarnos para nada? Sea lo que sea si no ha venido ya por nosotros no lo hará después si lo dejamos tranquilo... como opción.... - añade guinándole un ojo a Guilbert.
Mientras tanto Morko encuentra unas runas grabadas en la base de piedra que eleva el yunque.
"Que el Martillo caiga y el Yunque Vibre" lee en voz alta, traduciendo del idioma enano. Morko reconoce que no es una frase muy habitual en los templos de Moradin. No es para nada blasfema ni extaña, es simplemente, peculiar.
PbP Character: A few ;)
Tras los intentos infructuosos por comprender algun tipo de mecanismo o mágico enigma Gowther y sus compañeros dieron con la respuesta. Simplemente abrir la puerta. Los enanos siempre tan...-Debemos ser cautelosos.-El eladrin miró a su alrededor en busca de algún punto de luz con el que pudiera alumbrar la zona.-"Luthien, se mis ojos por unos momentos".-Su compañero emprendió vuelo con la intención de dar cuenta de cualquier pista de interés o algún punto de luz que ayudar a sus compañeros con unas capacidades de visión más reducida.
Mientras realizaba esta tarea-Querida Helayna podrías buscar algún rastro de magia en los alrededores cuando Luthien nos asegure el terreno A VISTA DE PÁJARO. JA JA JA JA- Después de esa risa estridente, fuera de lugar y bastante inquietante.-Martin tu también podrías buscar algún mecanismo que debamos tener en cuenta LADRONZUELO JA JA JA JA... Ay... no somos nadie...
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Pese a la histriónica y fuera de lugar risa del inestable eladrin, Luthien cumplió con premura el cometido de su amo.
Recorrió la estancia en círculos rápidos, pasando muy cerca de los frescos de las paredes. Gowther vio a través de sus ojos algo que le llamó la atención. Uno de los martillos que enarbolaba un enano herrero en la pintura de la pared sur parecía ser un bajorrelieve más que una pintura. Se acercó, ya dueño de sus sentidos y con Luthien pacientemente posado en su hombro, y comprobó que el martillo estaba hecho de piedra y tenía, aproximadamente, el tamaño de un martillo normal de trabajo, aunque en el dibujo representase uno mucho más grande. Estaba seguro de que podía, con cuidado, sacarlo de la pared ya que estaba metido dentro pero sobresalía apenas unos milímetros del resto de la pared.
Con cuidado, y gracias a sus delicados dedos del elfo, Gowther recorre la pared cercana al martillo y encuentra, en el yunque que se supone el enano que lleva el martillo en la pintura va a golpear, que el pedazo de hierro incandescente pintado también sobresale un poco de la pared. Gowther lo presiona con cuidado, comprobando asombrado que esta cálido, y el martillo sale de la pared con suavidad y el eladrin puede cogerlo.
En su anverso tiene una inscripción, que Morko traduce para todos:
"Que los corazones se enciendan y las batallas se ganen"
PbP Character: A few ;)
Tomando el martillo de piedra de Gowther, Morko se dirigió con confianza al yunque y se subió al estrado donde este se encontraba. Musitando una breve plegaria a Moradin en su idioma levantó el martillo por encima de su cabeza y golpeó el yunque con fuerza.
Piedra y metal lanzaron un sonido fuerte, poderoso, que retumbó en las paredes de la sala e hizo vibrar los corazones de los Fragmentos. Se sentían revitalizados, y su pulso se aceleró ante la perspectiva de conseguir sus objetivos.
Los ecos del metálico sonido se fueron apagando y todo volvió a quedar sumido en silencio.
Todos los Fragmentos Extraordinarios ganan 10 HP Temporales
Kath miró a sus compañeros.
- ¿ Y ahora ? ¿Intenta Morko abrir otra sala ? -
PbP Character: A few ;)
Martin había permanecido en silencio mientras todo el entramado de apertura se desplegaba ante sus ojos, sorprendiéndose ante la sencillez del método para una de las las puertas. Si embargo las palabras de Guilbert acerca de no estar solos les sumieron en la inquietud. Aunque estaba de acuerdo con Kath, acerca de que lo que fuera que acechara allí no tenía porque molestarles si ellos no lo hacían, su instinto pareció revolucionarse y sus iridiscentes ojos morados no dejaban de pasear de un lado a otro vigilando los accesos posibles hasta donde se encotraban.
La histriónica risa de Gowther le sacó de su concentrada actitud por unos segundos, preguntándose si el eladrín no estaria perdiendo la chaveta a cada día que pasaba. Pero no era él quien para juzgarle, había aprendido que cada uno tenía que combatir sus demonios internos con las herramientas que tuviera a mano, y una vida de estoicismo autoforzado probablemente no le diera mucho margen para saber gestionar emociones... era nuevo en eso, como Martin.
La sensación de vigor vibró con cada fibra de sus músculos cuando la forja sonó bajo el peso del martillo de piedra... sonrío a pesar de saber que ese sonido podía alarmar a cualquier guardián que estuviera destinado a defender aquellos reales salones... pero aún así sentía que habían avanzado algo... sólo quedaban dos puertas más, y aún así, se sentía tan perdido como al principio.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Guilbert recibió el regalo de la bendición de Moradín, revitalizado tras el ingenioso descubrimiento por parte de Gowter del martillo encerado en los relieves decorativos. Sin embargo, aquel abrupto resultaba extraño mas en un siempre correcto Halfling. Llegada la acción solo esperaba que aquello ni fuera a peor.. y no sólo el bardo parecía preocupado. Dos puertas que aguardaban dos salas dedicadas a nuevos dioses enanos.. Era tan fácil entrar o solo es que Moradin había reconocido a uno de los suyos? Quería tomar nota de todo aquello en su libro de viaje.. pero los frescos necesitaban mas tiempo del que tenían. Garabateó lo que pudo.
-Es increíble como después de centurias sin uso estos altares rebosan gozo y júbilo.. ¿No creeis?
Ash miró a Gowther enarcando una ceja por su comportamiento extraño.
—Oye, ¿estás bien? —le preguntó directamente tras acercarse.
La oleada de calor y bienestar le sorprendió en aquel momento distrayéndole de su propósito inicial. Cuando acto seguido Gowther le pidió ayuda para abrir la siguiente puerta solo pudo asentir, encantado de poner en funcionamiento sus poderosos músculos una vez más.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Por mucho que empujaron, resoplaron y se esforzaron, los esfuerzos de Gowther y Ash resultaron en vano para intentar movilizar aquellas puertas, las hojas de brillante adamantium no se movieron ni un ápice. Los dos compañeros tuvieron el mismo éxito que si hubieran intentado mover las murallas de Waterdeep.
Morko llegó a su lado, mientras resoplaban y se miraban el uno al otro, confundidos, y tan sólo hizo el gesto de empujar casualmente la puerta con una mano. Al instante, y sin hacer ruido alguno las dobles hojas se separaron para permitir el acceso al interior de la sala. La misma operación por parte de Morko les abrió las puertas de la última de las salas.
Sólo tenían que decidir a cual de las dos entrar.
PbP Character: A few ;)
- Dumathoin- dijo señalando la capilla del dios enano de los secreto. Una vez dentro, Morko se dirige al altar y con delicadeza lo limpia buscando nuevas runas que les den pistas de su uso.
Entrando en la sala cuadrada, Morko y el resto de los Fragmentos contemplan que en cada esquina hay una armadura completa de tamaño enano sin casco cubiertas de grises telarañas.
Morko se aproxima a la pared sur, donde, limpiando el polvo y las telarañas, encuentra unas runas que rezan:
" Un secreto nunca revelado abrirá los los labios de Durnathoin "
PbP Character: A few ;)
Gowther entra en la habitación de construcción enana, su mente llena de pensamientos inquietantes. Todavía está procesando los eventos recientes que lo dejaron en un estado emocional vulnerable. A pesar de su astucia analítica, algo impide que pueda tener una mente clara. Trata de concentrarse en buscar cualquier peligro oculto mientras vigila las posibles reacciones de sus compañeros, pero algo en su mente lo distrae.
El eltael avanza sintiéndose vulnerable y luchando constantemente contra esa voz que le habla dentro de su cabeza. La voz lo critica por su falta de habilidad, dándole la sensación de inutilidad y menosprecio. A medida que avanza en su misión, la voz se vuelve cada vez más insistente, tratando de hacer que Gowther abandone su tarea y ceda ante sus propios miedos y debilidades.
El eladrin se concentra en luchar contra estos pensamientos, aunque su estado emocional es frágil, sabe que puede contar con la ayuda de Aegnor, su espada legendaria, y de Luthien, su fiel compañero, para mantenerse firme en su compromiso de proteger a sus compañeros y superar los obstáculos que se le presenten.
A pesar de todo, siente que, de algún modo, ceder contra la voz interna podría llevarlo a lugares peligrosos. La idea de tomar medidas extremas para proteger a sus compañeros, incluso si eso significa actos sádicos, cada vez se le presenta con mayor frecuencia... Se cuestiona si sus acciones son verdaderamente altruistas o solo muestras de egoísmo buscando su propia supervivencia.
Por ahora, el elfo se esfuerza por mantenerse a raya y no ceder al lado oscuro. Pero sabe que debe estar siempre alerta, ya que nunca sabe cuándo la voz en su interior podría ganar la batalla y hacerle perder su norte.
Finalmente, se enfoca en resolver el enigma de la habitación y supervisar el progreso. Con su experiencia y agudeza mental, examina cada detalle y busca pistas para progresar de manera segura. Gowther examina cuidadosamente la sala y las armaduras que se encuentran en las esquinas. Intenta detectar cualquier peligro oculto mientras vigila las posibles reacciones de sus compañeros de equipo.
Deambula con cautela y agudeza, esperando evitar cualquier peligro que pueda presentársele y descubrir el secreto que se esconde en la habitación. Explora la sala con cuidado, buscando pistas y trampas ocultas.
Santi si lo considera necesario, en este punto podría hacer una tirada de habilidad de Investigación para encontrar algún indicio que pudiese haber pasado inadvertido.
Luthien también está en la tarea de ayudar a Gowther a determinar la posible presencia de peligros ocultos en la habitación.
Aquí podría hacer una tirada de percepción a través de las señales percibidas por Luthien.
Finalmente, se centra en decodificar el acertijo de la habitación utilizando sus habilidades en arcana y agudeza mágica.
Si lo ves oportuno, Gowther podría hacer una tirada de arcana para interpretar adecuadamente los símbolos y mensajes que se encuentran en la sala.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
ya me dices si veo algo, o debo de realizar alguna tirada.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Usaremos las tiradas anteriores de Gowther
Tras un exhaustivo análisis de las armaduras, Gowther no encontró nada relevante en ellas, salvo que a todas les faltaba el casco. Eran, por otro lado, armaduras enanas de excelente calidad, que podían ser perfectamente utilizadas por guerreros enanos.
PbP Character: A few ;)
El eladrin repara en que la inscripción en la pared menciona concretamente los labios de Durnathoin. Sugiere que, si consiguen información sobre la historia o los secretos del dios enano, podrían obtener alguna pista adicional que les ayude en la resolución del enigma.
Por consiguiente, propone que busquen inscripciones adicionales en la habitación que hagan referencia a Durnathoin o a la relación entre Morko o su herencia y el dios enano.
También sugiere que estudien con más detalle la pared sur, en busca de pistas adicionales o de algo que pudiera pasar desapercibido. Además, le pregunta a Morko si sabe algo más sobre la historia de su pueblo y la relación de los enanos con Durnathoin.
Finalmente, el eladrin sugiere que trabajen juntos para pensar en todas las posibles interpretaciones de la inscripción en la pared y analizar cada una de ellas con detenimiento en busca de pistas adicionales que les permitan avanzar y resolver el enigma. Anima a sus compañeros a que analicen los mismo lugares que el analizó por si se le pasó algo por alto.
Tras un tiempo meditando, el el'tael se percata de que, quizás, el acertijo guarde relación con la relación divina entre Morko y Durnathoin. Es probable que la condición de Morko como príncipe enano sea una clave importante para la resolución del enigma.
-Tal vez, si desvelas un secreto personal el acertijo se resuelva. Piensa que podrías decir. Yo por mi parte lo voy a intentar- Gowther coge fuerzas y grita en voz alta-Tengo miedo de no poder protegeros, me preocupa no estar a la altura...-
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
La voz de Gowther resuena en la sala. Su revelación provoca miradas preocupadas por parte de muchos de sus compañeros. Durante unos segundos nada ocurre y de pronto todos escuchan un chasquido y, del centro de la sala, un trozo rectangular del suelo se levanta sin esfuerzo para revelar unas escaleras de piedra que descienden a la oscuridad.
PbP Character: A few ;)
Mientras Guilbert comenta en voz baja con Ash "Lo sabía... sólo me equivoqué en dónde había que contar el secreto..." Gowther da una silenciosa orden a Luthien y el búho de negro y estrellado plumaje sale volando y desciende por las recien descubiertas escaleras.
En cuanto el ave desparece descendiendo las escaleras los ojos de Gowhter se tornan blancos y su consciencia se proyecta en su familiar.
Luthien baja casi en picado las escaleras, apenas abriendo sus alas para controlar su silencioso vuelo. En intervalos regulares las escaleras giran exactamente noventa grados hacia la derecha para seguir descendiendo.Aproximadamente un minuto después de descenso las escaleras se abren a una cámara enorme de la cual Luthien no puede ver las paredes.
Grandes columnas talladas como guerreros enanos con sus hachas o martillos levantados sobre sus cabezas soportan el alto techo que se eleva unos cien pies por encima el suelo. En lo que parece el centro de la sala hay una estatua de Moradin de unos cincuenta pies de alto. A sus pies, diseminado por el suelo, Luthien observa el mayor tesoro que Gowther ha visto jamás. Miles de monedas de plata, oro y platino se amontonan en pequeñas montañas, cubriendo totalmente el suelo sin dejar ver la pulida piedra que hay debajo. Lingotes de oro, cientos de piedras preciosas, en especial topacios, brillan ante el reflejo de piedras mágicas a los pies de la estatua del dios enano que aportan luz dorada a la sala. Luthien da un par de vueltas al impresionante tesoro descubriendo con su aguda vista algunos cuadros y estatuas entre la pilad el tesoro. Cofres que desbordan monedas y gemas yacen desordenadamente entre el mar de monedas. Algo, sin embargo, hace que un escalofrío recorra la espina dorsal de Gowther.
Gracias a la visión cenital que ofrece el vuelo de su búho, Gowther reconoce un patrón en el aparente desorden del tesoro. Las pilas de monedas se disponen de tal forma que, el hueco entre ellas, recuerdan a la forma de un dragón.
Es entonces cuando los agudos oídos de Luthien escuchan un murmullo. Dirigiendo su atención hacia el ruido, Gowther ve a través de los ojos de su familiar una figura.
Acuclillada justo en el límite de la luz de la estatua, la delgada figura de un tabaxi, de dorado pelaje, que esta sucio, vestido con harapos se balancea sobre sus pies, su largo rabo moviéndose esporádicamente de un lado a otro. Las manos cubiertas por unos guantes sin dedos y una oreja rota. El tabaxi no parece haberse percatado de la presencia de Luthien que sobrevuela por encima de él. El tabaxi se golpea de vez en cuando la cabeza con una de sus manos y no deja de murmurar.
"No lo recuerdo... no puedo recordarlo... porqué no puedo recordarlo...no lo recuerdo... no puedo recordarlo...porqué no puedo recordarlo... "
Frente a él, a sus pies, a Luthien le llama la atención un hermoso bastón, de casi dos metros de largo, de elegante madera blanca pulida y con un pequeño dragón de platino esculpido en la parte superior.
PbP Character: A few ;)
Entonces Zevatur se detuvo acuclillado en una de las paredes, y paciente observó con admiración el minucioso despiece del puzle de las armaduras por parte de Gowther. “Incluso después de trauma que ha sufrido hace poco, apenas unas decenas de horas, es prodigioso.” Comentó mentalmente a Canela, el cual se asintió a su vez y respondió. “Y sin embargo no está completamente bien, creo que un poco de descanso, relax, una cena en La Bella Arpía po...” La confesión en voz alta del elfo le interrumpió e intercambio una mirada de confirmación con Zevatur.
Sin tiempo para responder a la confesión la puerta de abrió y Luthien se adentró en la misma. Canela, aun en el hombro de Zevatur, hizo un ademán de adentrarse, pero decidió esperar a que Luthien acabase su exploración.
Zevatur, Rolthos
Ash habría aplaudido la intervención esclarecedora de Gowther si no le hubiera incomodado tanto ver como se desnudaba emocionalmente ante ellos, todo un eltael. Aquello había sido demasiado humano. Nunca sabía cómo reaccionar adecuadente a las muestras abrumadoras de sinceridad y debilidad en personas adultas. Siempre le hacían sentirse fuera de lugar, como un espectador no invitado.
Gowther se sumió en el trance de su conjuro. Ash se sacudió aquella sensación de secundario y se dispuso a hacer guardia junto a la escalera para que nada perturbara el conjuro del elfo.
Intercambió una mirada con Hela en busca de auxilio para reconducir la situación. Estaba claro que tendrían que buscar un momento adecuado para hablar con Gowther. Ella también era elfa, quizá supiese encauzarlo mejor.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
El elfo observó atentamente todo lo que Luthien le mostraba a través de sus ojos. Mientras se adentraba en la enorme sala, algo en su interior lo hacía sentir inquieto e incómodo. Miró a su alrededor, permaneciendo alerta ante cualquier señal de peligro. Pese a la belleza y ostentación del lugar, sin embargo, algo no encajaba en la mente del eladrin. Por un lado, la presencia de tanto tesoro no auguraba nada bueno, y por otro, recordaba con amargura sus fracasos recientes como protector de sus compañeros.
De repente, Luthien señaló hacia una magnífica espada reluciente que estaba apoyada en una pila de monedas. El elfo recordó de inmediato a su fiel compañera de batalla, Aegnor, pero a su mente volvieron a llegar pensamientos intrusivos, representando las inseguridades y temores de Gowther como si se tratara de una segunda personalidad maligna y oscura.
Con una sonrisa febril, el elfo se fijó en la espada, pero su mente no dejaba de recordar todos los fracasos que habían sucedido hasta la situación actual. Momentáneamente, intercalaba la visión de Luthien con la suya propia mirando hacia sus compañeros de viaje y luego a la espada a través de los ojos de Luthien, alternando entre mirada de preocupación y un rostro desquiciado, sin saber muy bien cómo manejar la situación.
La confusión lo abrumaba, sin embargo, sabía que Aegnor lo ayudaría a defender a sus camaradas. Eso era alentador. Respiró profundo tratando de tranquilizarse y tras contar todo lo que había visto con Luthien, compartió sus inquietudes con sus compañeros.
-"Tengo la sensación de que algo malo va a pasar"-, dijo el elfo, tratando de mantener la calma en sus palabras. -"Deberíamos estar preparados para lo que se pueda presentar en ese lugar. No quiero que ninguno de nosotros se vea inmerso en un peligro innecesario".-
A pesar de la bondad que Gowther intentaba transmitir, la sonrisa febril y la mirada perturbadora acentuaban aquella oscura fuente de pensamientos fruto de un miedo profundo que trataba de ocultar.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Martin se mantuvo en silencio en todo momento, parecía ausente, y caminaba más perderdio entre murmullos con aquellos que sólo él podía ver. Sus idas y venidas de consciencia comenzaron a salirse de control, hasta que, con un esfuerzo de voluntad extremo, focalizó de nuevo sus sentidos en lo que realmente ocurría a su alrededor, justo cuando Gowther aulló su secreto a los cuatro vientos. Cierta oleada de empatía golpeó al bastardo al sentir prácticamente lo mismo que él veterano y bello eladrín, sabiendo lo que implicaba confesar sus sentimientos más profundos para alguien acostumbrado a modular precisamente ese tipo de conductas.
Cuando el danzarín explicó lo que había visto a través de los ojos de Luthien, Martin pareció preocupado y con cierta timidez expresó sus ideas al respecto.
- Me parece raro que la cámara real esté ahí abajo, sobre todo si aún queda una puerta por abrir... pero todo podría ser, no os fiéis de lo que veáis, puede ser un trampa o una ilusión. En cuanto al tabaxi, parece que podría ser el anterior guardián de la cámara, aquel que nos comentó Lady Laeral que perdería la memoria si le alejaban del contacto con la piedra guía. Quizás si se la ofrecemos de vuelta le haga mucho bien y recupere lo que una vez fue suyo... ¿qué opináis?
" ¡Oh la Oscuridad...! "